CAPÍTULO 2
La mañana en Baker Street era todo silencio, Sherrinford todavía dormía
plácidamente mientras que Sherlock tomaba una taza de café escribiendo mensajes
en su celular y gruñendo de vez en cuando.
John Watson observaba a su compañero sin querer interrumpir, cuando
Sherlock estaba concentrado era mejor esperar a que le contara por qué estaba
tan de mal humor esa mañana.
-Molly tampoco puede, ni la Sra. Hudson, ni Lestrade ni nadie, pero que
pasa en esta ciudad que no se puede encontrar a una niñera!.
-Tendremos que llevar a Sherrinford con nosotros - dijo John no
haciéndose mayores problemas.
-Claro que no, Sherrinford es solo problemas y además no deja que me
concentré, llevarlo con nosotros sería una pérdida de mi valioso tiempo.
-Buenos días hermanito, yo también te quiero - dijo Sherrinford
todavía en pijamas sentándose en la pequeña mesa, tomando una taza para
servirse una taza humeante de café - Buenos días Dr. Watson- saludó a
John por cortesía.
-Que tal Sherrinford, dormiste bien?
-Un poco.
-Al menos es algo, hay personas que no toman la responsabilidad de
descansar.
John dijo mirando reprobatoriamente a Sherlock que sabía no había
dormido nada por pensar en el caso que estaban resolviendo, todo un contraste
con su hermano menor que así en pijamas y despeinado Sherrinford Holmes se veía
muy inocente y vulnerable.
-Descansar es aburrido - dijo Sherlock ignorando las palabras de
su amigo, puso sus manos juntas y con una sonrisa pícara dijo la frase con la
que comenzaba sus aventuras.
-El juego ha comenzado.
Sherrinford vio a su hermano como si estuviera loco y John rodó los
ojos, aunque secretamente tenía una sensación de disfrute por lo que sabía
vendría, un caso más para añadir a su blog.
-Cof cof, no te olvidas de algo? cof cof
John devolvió a la realidad a Sherlock señalándole con la mirada a su
hermano.
-No.
Sherlock se puso su largo abrigo, cuando puso atención a las señas de
John.
-Ah sí, tú!- Dijo señalando a su hermano menor.
-Yo?- Replicó Sherrinford con sarcasmo.
-Te quedarás solo acá en Baker Street.
-En serio?
Sherrinford se alegró de que por fin escuchaba algo que en verdad le
gustaba.
-Si es en serio, recuerda que te dije que no pienso que necesites una
niñera.
John se quedó con la boca abierta por lo que escuchaba de su amigo, hace
unos momentos era quien buscaba una niñera para su hermano y ahora decía y
quería todo lo contrario, definitivamente Sherlock estaba ansioso por resolver
el caso de una muerte sin testigos y sin arma homicida, de otra manera no se le
hubiese ocurrido dejar a su hermano menor solo.
-Volveré por la tarde o en cuanto pueda - lo miro divertido- ni
se te ocurra salir de Baker Street.
-Claro hermanito me quedaré muy quietecito - dijo el adolescente
de muy buen humor.
Sherlock se acercó a el niño para mirarlo directo a los ojos - Claro
que te quedaras muy quietecito monstruito, verás acabo de llamar a Mycroft él
será tu niñera, puede que yo no crea que necesites una niñera pero Mycroft si
lo cree necesario así que él mismo va a cuidarte o más bien a vigilarte hasta
que vuelva.
Sherrinford puso mala cara - No soy un monstruo - dijo haciendo
un puchero - y cuando viene el infinitamente ocupado y estirado de Mycroft?
-Mycroft no va a venir, él ya nos está vigilando seguro que ya re
direccionó un satélite y todas las cámaras que pudo conseguir, nuestro hermano
tiene muchos recursos es todo un Gran Hermano.
Sherrinford se quedó pensativo - Estás bromeando verdad?, lo dices
solo para que no salga de este lugar?
-Yo que tu Sherrinford no saldría por esa puerta, si quieres comer algo
solo llama a Mycroft y te lo hará llegar, ahora me voy - dijo Sherlock y
salió rápidamente de Baker Street seguido de John que apenas se despidió de
Sherrinford.
Sherrinford termino de tomar su desayuno, se bañó, vistió y cuando
estaba listo para salir de Baker Street se quedó pensando en las palabras de
Sherlock, pero inmediatamente desechó las advertencias, no podría ser verdad,
Mycroft no haría algo así, seguro que era una de esos cuentos que Sherlock le
contaba sólo para salirse con la suya, podría haberle resultado cuando era un
niño pero no ahora.
Así que se apresuró a abrir la puerta de salida casi inmediatamente su
celular sonó insistentemente, al mirarlo el adolescente retrocedió sus pasos y
quitó la mano de la perilla, era Mycroft.
-A donde crees que vas jovencito, no tienes permiso para salir - dijo un enfurecido
Mycroft que no dejo que Sherrinford siquiera dijera Hola.
-Mycroft, pero cómo?
-Ahora vuelve a donde estabas y te pones a repasar la materia de la
Universidad tus notas están muy por debajo de tu potencial.
-Pero soy el mejor alumno de la clase, en todas las materias - dijo sintiendo un
poco de orgullo por sus logros académicos.
-Ser el mejor en promedio no es sinónimo de excelencia así que hazme
caso y ponte a estudiar.
-Y si no lo hago qué?
Rebelde como siempre Sherrinford tentó a su hermano mayor.
-Si no me haces caso, bueno, me obligas a ser más estricto y tu trasero
va a conocer el cepillo de mamá.
Sherrinford se desesperó por la amenaza, la mano de su hermano ya dolía
mucho cuando lo castigaba incluir ese pedazo de madera sería muchísimo peor,
estaba a punto de pedir disculpas pero luego recordó que en efecto en ese
momento, tal amenaza quedaría en solo palabras pues Mycroft no estaba ahí.
-Y sacaras espacio de tu apretada agenda para hacerlo?
-Sherrinford no me retes!
-Mycroft déjame en paz, sólo quiero salir un momento a estirar las
piernas y además porque no molestas a Sherlock, él debería estar acá, no es
cierto?
-Ya crucé mis palabras con Sherlock y estoy cansado de que ustedes dos
siempre hagan lo que se les dé la gana, no son capaces de obedecer, siempre me
obligan a tomar decisiones extremas.
-Eso no es cierto, a ti te gusta ser el que da las órdenes más
extenuantes de cumplir.
-Difícilmente disfruto que dichas órdenes siempre sean cuestionadas y no
obedecidas, así que Sherrinford quédate en Baker Street.
-Pero por qué yo tengo que obedecer y Sherlock puede hacer lo que quiere
cuando quiere?!
-Porque eres menor de edad, porque eres el menor de los tres y sobre
todo porque hace menos de un mes te fuiste a pasear por el mundo sin pedir
permiso, en lo que a mí respecta todavía estas en periodo de prueba para
dejarte hacer lo que quieras.
-No es justo!
Sherrinford dio un pisotón en el piso, era muy difícil pelear y ganar
una pelea con su hermano mayor.
-No me interesa si es justo o no, sólo quiero que me obedezcas, por
todos los cielos! no salgas de Baker Street.
-Pero…
-Un pero más Sherrinford y seré yo quien cuelgue y créeme que me verás
allí en menos de lo que crees, así que por tu capacidad de estar sentado
cómodamente será mejor que me obedezcas, hablo en serio.
-Está bien! aggggg!!!!!!!
Sherrinford colgó con brusquedad y lanzó el teléfono al sofá largo de la
pequeña salita, rojo de la rabia por ser tratado como un niño, un niño!,
entonces se dispuso a comportarse como uno empezando una pataleta y lanzando
cosas al piso, su desahogo estaba desordenando aún más el departamento hasta
que una voz femenina lo interrumpió.
-Cuánta energía desperdiciada.
Sorprendido de ser pillado en pleno berrinche el adolescente se paró en
seco, lentamente se dio vuelta para ver quien lo estaba observando, no era la
Señora Hudson ni tampoco Molly Hooper, era una mujer diferente.
Una mujer como nunca había visto Sherrinford, era hermosa y elegante una
mezcla de sensualidad felina que inmediatamente llamaba la atención de
cualquier hombre con sangre en las venas.
-Hola - dijo tímidamente Sherrinford, cosa extraña en el menor de los Holmes
que puede ser muchas cosas pero tímido no lo describía.
La mujer entró en la sala como si la conociera muy bien se acercó
peligrosamente al joven que se había quedado parado en el centro de todo como
un ciervo hipnotizado por una luz cegadora, la mujer quedó frente a él
observando detenidamente - Así que eres el tercer hermano.
-Soy Sherrinford Holmes - luego de unos minutos en completo
silencio -disculpe mi falta de educación por favor -dijo mostrando la
silla en el centro de la sala.
La mujer dejó su largo abrigo cuidadosamente en el sofá, el mismo que
Sherrinford había usado como foco de su pataleta.
-No me preguntas mi nombre - la mujer hizo un gesto de
reprobación con la cabeza - eres muy confiado Sherrinford, que diría
Mycroft.
Al escuchar nombrar a su hermano mayor Sherrinford se puso en alerta
-No te preocupes no busco a Mycroft, busco a Sherlock pero veo que no está, no
te molesta si lo espero?
-A Sherlock! acaso mi hermano conoce a una mujer como tú…
-Concéntrate Sherrinford, te hice una pregunta.
-Oh sí!, quiero decir no, claro que no me molesta que esperes a que
llegue Sherlock, solo que no tengo nada que ofrecerte, disculpa mi hermano no
suele recibir muchas visitas.
-Tengo una idea mejor, que te parece si te invito a tomar algo y de paso
nos conocemos mejor? - la mujer sonrió maliciosamente.
Sherrinford quiso decir inmediatamente que sí, pero luego recordó las
palabras de Mycroft y sus tontas amenazas pero la mujer era tan hermosa y él
quería conocerla saber cómo es que conocía a Sherlock acaso era una novia de su
hermano? tantas preguntas.
-Oh ya veo, no te dejan salir, acaso te has portado mal
Sherrinford? eres un niño travieso?
-Claro que No, no soy ningún niño, agradezco su invitación pero ni
siquiera se su nombre - dijo el chico ni siquiera Mycroft lo intimidaba
tanto.
-Irene Adler.
-Un gusto de conocerla Irene - Sherrinford le dio su sonrisa
triunfal
-Oh ten cuidado con lo que quieres jovencito, no me tientes.
Sherrinford ahora sonrió abiertamente - Es cierto que no te conozco,
pero tú, Irene tampoco me conoces - dijo intentando sonar lo más seguro y
peligroso posible- me llenas de curiosidad, tentada a qué?
La mujer se paró del sofá felinamente posó su mano sobre su abrigo
y sacó una fusta negra y delgada, Sherrinford se quedó en silencio con los ojos
muy abiertos -Me gusta tu descaro, realmente ustedes los Holmes tienen algo
que no me puedo resistir.
-Qué es eso? - dijo Sherrinford alarmado.
-Esto? - dijo la mujer golpeando la fusta en el aire - Esto es mi
instrumento de trabajo - y volvió a golpear el aire con la fusta -
Tienes razón Sherrinford no nos conocemos, soy una Dominatrix.
-Una Dominatrix? tu…….
-Me gusta castigar a muchachos traviesos y algo me dice que tu eres uno
muy travieso, incluso más que Sherlock - y la mujer le guiño un ojo.
Sherrinford abrió la boca pero no le salió ningún sonido, fue en ese
momento que la puerta de Baker Street volvió a abrirse para dar paso a la
figura alta y delgada de Mycroft.
-Aléjate de mi hermano Irene.
Sherrinford nunca se sintió más feliz de ver a Mycroft.
-No me interesa tu hermano pequeño, aunque en unos años más quién sabe - dijo mientras le
pasaba una mano por la mejilla dejando la fusta encima de la mesa de la sala.-Tú
sabes a quien busco.
-Sherrinford ve a tu cuarto!! - grito Mycroft tan serio que Sherrinford
no fue capaz de rebatir nada y salió casi corriendo para el cuarto donde se
alojaba, cerró la puerta pero no entró su curiosidad pudo más que el miedo que
daba Mycroft cuando se enojaba en serio, así que Sherrinford se quedó
quietecito en un lugar seguro para escuchar la conversación entre la extraña
mujer y Mycroft.
-Dónde está Sherlock?- preguntó Irene.
-Conoces sus hábitos.
-Resolviendo crímenes, que desperdicio de energía pero me parece
que eso es sanguinario.
A lo lejos Sherrinford se sonrojo, maldecía haberse comportado tan
infantil y que por mala suerte le haya visto Irene, sólo esperaba que no se lo
dijera a su hermano.
-No lo extendamos más Irene- Mycroft hablaba lo más natural con la
mujer.
-Y qué vas hacer Mycroft Holmes?
El mayor sin más sacó unas esposas de su abrigo, Irene por supuesto se
sintió ofendida.
-Por favor ni siquiera debes saber ponerlas.
-Eso no está en tela de juicio.
-Y tu posición en el gobierno? creí que no te ensuciabas las manos con
oficios menores como arrestar a una fugitiva muerta.
-Cuando el objetivo se esconde en el departamento de mi hermano
intervengo, no dudes de eso.
Irene sonrió ante la demostración de afecto que demostraba Mycroft.
-Vamos Mycroft según el gobierno de Inglaterra estoy muerta - dijo la mujer
mientras se dejaba poner las esposas.
Nuevamente las puertas de Baker Street se abrieron pero esta vez para
dejar pasar a su célebre ocupante
-Qué estás haciendo aquí?
-Tuve que venir por seguridad nacional.
Sherlock impasible en su mirada la fijó directamente en Irene.
-La pregunta iba dirigida a ti.
Mycroft rodó los ojos exasperado y el Doctor Watson se quedó
boquiabierto al igual que Sherrinford quien en estos momentos había puesto a
Sherlock 5 escalones más arriba en su prestigiada marca de conquistador.
-Error humano.
Irene sonrió coquetamente y sin más se acercó al detective, le dio un
besito muy suave en los labios haciendo que el asombro reine en Baker Street
pero dejando a Sherlock inmutable ante la muestra de cariño.
-Ya veo.
Fue lo único que se atrevió a decir y Mycroft aprovechó para ponerle las
esposas.
-Ya es tiempo Irene.
-Lo sé pero no sé porque presiento que valió la pena.
Mycroft se llevaba a la mujer pero Sherlock lo interrumpió.
-Espera.
Irene se sorprendió en su interior y atentamente esperó a escuchar que
tenía para decir el altamente funcional sociópata Sherlock Holmes.
-Gracias.
-Cuando llegue el momento espero el mío.
-Lo tendrás.
La mujer sonrió altiva nadie le quitaría este triunfo.
Mycroft salió con Irene Adler de Baker Street, él no necesitaba
preguntar como John estaba a punto de hacerlo a Sherlock, a que se refería
Irene con la espera cuando llegue el momento, él sabía que se refería al regalo
de cumpleaños que la mujer le había dado a su hermano.
-Sherrinford deja de espiar y baja - dijo Sherlock que se había dado
cuenta apenas entrar que su hermano pequeño no estaba en su cuarto.
Sherrinford lo miraba con otros ojos, casi podría decir que con
admiración - Irene es tu novia? y además es una fugitiva?.
Sherlock ni siquiera respondió solo se dejó caer en el sofá de la sala
junto a John, pero su hermano no se la iba a dejar pasar, ahora sentía mucha
curiosidad por la vida de su hermano detective.
-Vamos hermanito no me dejaras así, es que jamás te imagine con una
mujer como esa, es hermosa y peligrosa, siempre pensé que tu trabajo era
aburrido y desagradable sabes con eso de ir a ver cadáveres y esas cosas
pero…..
Sherlock le hizo un gesto con la mano - Sherrinford no hagas que me
arrepienta de haberte dejado bajar.
Sherrinford hizo una mueca pero no pensaba quedarse encerrado en ese
pequeño cuarto que Sherlock llamaba habitación, Mycroft podría ser estricto
pero vivía en un lugar decente las habitaciones eran grandes y cómodas.
-Piensas encerrarme y matarme de hambre.
Sherlock rodó los ojos - Eres tan melodramático Sherrinford que a
veces pienso que deberías haber sido actor.
-En serio? no porque como actor seguro que me moriría de hambre y no
tengo espíritu de mártir, quiero ganar dinero rápido.
-Legalmente, espero porque si no Mycroft no te dejará vivir en paz.
Gruño Sherrinford, si no tuviera a Mycroft vigilando, él ya se hubiera
hecho de algún dinero jugando en los casinos era tan fácil hacer trampas para
ganar algo, especialmente cuando tu IQ te daba la ventaja y puedes contar más
rápido que el crupier
-Tengo hambre Sherlock, ya es hora del almuerzo, quieres que llame a
mamá para decirle que quieres encerrarme y además matarme de hambre -
dijo el chico angelicalmente -oh y de paso contarle que conocí a Irene….
Sherlock cerró los ojos y se paró de su cómodo sofá - Busca un
abrigo, monstruito vamos a comer algo.
Sherrinford iba a reclamar pero prefirió subir antes de que Sherlock
realmente lo matara de hambre.
-Yo también tengo hambre pero debo ir a casa, Mary me está esperando.
-Por favor John, no me dejes solo con Sherrinford.
John río de buena gana - me voy Sherlock, ten paciencia con
Sherrinford es solo un niño.
Sherlock gruño mientras Sherrinford bajaba de muy buen humor, los tres habitantes
de Baker Street salieron a las heladas calles de Londres - Me despido -
dijo John Watson y salió rápidamente por un taxi.
-A dónde vamos?
Sherlock apuntó la pequeña cafetería cerca de su apartamento.
Sherrinford puso mala cara - A mamá no le gustará saber que me
alimentas con comida chatarra, tu sabes como es ella con lo de la alimentación.
-Que quieres Sherrinford?
-Ir a un restaurante decente, con un menú adecuado, después de todo no
te cansas de repetir que soy un niño y eso quiere decir que estoy en
crecimiento.
Sherlock rodó sus ojos - Está bien vamos camina - dijo el
detective mientras caminaban por las calles de Londres en busca de un
restaurante para comer algo, cosa que Sherlock encontraba que era una verdadera
pérdida de tiempo.
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