LABOR INGRATA
-Sube al
auto!
La orden fue
dictada y seguida por un furioso Neal que aunque no quería obedecer estaba
obligado hacerlo porque el odioso dolor en su trasero siempre era el impulso
para hacer caso al agente.
En cuanto
Peter subió al auto no pudo evitar ver la cara molesta de su acompañante, lo
peor de castigar a Neal no siempre era el proceso sino lo que conllevaba
después, si bien había veces en que el chico no tardaba en reflexionar que sus
acciones habían sido deplorables, inconscientes, irresponsables, arriesgadas y
bueno, acciones muy malas, habían otras tantas veces en que no lograba admitir o aceptar que se había
equivocado. Por supuesto esto volvía loco al agente.
-Ni si
quiera…
-…Silencio!
no quiero oír ni una palabra más Neal Caffrey.
-Pero no eres
justo!
-Iremos
directo a casa y hablaremos allá.
-Y por qué
tengo que esperar hasta llegar a TU casa, siempre es lo que TU ordenas, lo que
TU quieres, lo que TU sentencias! Eres…eres…eres un dictador y el hombre más
injusto que conozco!
-Iremos a
casa y hablaremos allá, estoy muy molesto contigo y tú, jovencito, continúas
con la misma actitud arrogante de cuando te atreviste a discutir con Hughes
justificando tu falsificación no autorizada, tu procedimiento a mis espaldas y
tu riesgo al ir sin back up, así que aunque no lo creas la decisión que he
tomado es sobre todo pensando en tu bienestar.
-Bienestar en
qué? en quitarme el derecho a la libertad de expresión?
El sarcasmo
de esas palabras condujo al agente a decir lo que no quería.
-No,
en el bienestar de tu trasero porque ahora mismo lo que estás pidiendo a gritos
es que termine la paliza que te estaba dando en el lavado del segundo piso y créeme
que te daría más que tres nalgadas y aunque ganas no me faltan de bajar y
zurrarte como te mereces, sé que eso sería muy injusto para ti, sobre todo
porque sigo muy molesto contigo.
La expresión
de Neal era de total indignación- ‘Sólo
tres nalgadas? pero se sintieron como 50!!!’ pensaba mientras se cruzaba de
brazos, aún más molesto.
-Entonces
que va hacer, llegamos a casa y hablamos o me bajo ya mismo del auto y mi mano
termina de darte la libertad de expresión que pides a gritos?
Todo en su
semblante mostraba autoridad pero en realidad el agente tenía miedo de que el
impulsivo de su C.I. optara por la segunda opción, francamente no lo
sorprendería si lo hacía pero tendría que cumplir su amenaza y eso era algo que
no quería (desde un primer lugar amenazarlo pero Neal era capaz de obligar a
sacar las amenazas más inimaginables cuando estaba en plan rebelde) pero si el
muchacho era tan cabeza dura de obligarlo a nalguearlo en la calle, pues lo
haría.
-Estoy
esperando una respuesta verbal, Neal Caffrey, que va hacer, la primera o
segunda opción?
Neal cerró
fuertemente los ojos, era tan vergonzoso!!! No entendía porque Peter siempre
terminaba haciéndole sentir como un mocoso de 5 años. Las opciones que tenía
para escoger eran por demás infantilescas:
‘1.- Escúchame ahora, porque ya tengo 16 años y tengo buenas razones
para hacer lo que hice, soy casi mayor de edad, no debería suplicar para que me
escuches; 2.- No me des nalgadas Peter por favor, no me pegues en el trasero,
no soy un niño y tu mano duele demasiado, ahora me duele al sentarme y sólo me
diste tres nalgadas!!!’
El chico se
torturaba mentalmente con sus opciones mientras el agente esperaba una
respuesta pacientemente.
-La primera.
Neal dijo en
un hilito de voz que Peter escuchó y se dio por satisfecho, la verdad nalguear
al chico a plena vista de todos no era algo que estaba desesperado por hacer,
por muy molesto que se encontrase.
-Ok, directo
a casa entonces.
El agente
suspiro largo, la verdad él estaba más tranquilo de que el chico mostrase un
poco de sensatez. Puso en marcha el auto y los siguientes minutos fueron de
silencio absoluto.
Cuando
llegaron a casa el agente apagó el motor, quitó la seguridad de las puertas
(que por experiencias anteriores tuvo que ponerlas para que Neal no escapase en
pleno movimiento del vehículo) y apenas estuvieron desactivadas el chico abrió
la puerta y corrió para la casa cerrando fuertemente la puerta.
El agente
resoplo, aguantar las malcriadeces de Neal era su pan de cada día y aunque el
chico había hecho lo que había hecho más todo el camino con mal humor, ceño
fruncido y mirada colérica, ahora, además, tuvo la osadía de bajar del auto sin
decir ni una palabra- bueno, en su defensa el agente había pedido que no dijera
ni una palabra- más su melodrama de ir corriendo a casa mientras se frotaba el
trasero.
Peter Burke
sabía que le esperaba una gran batalla en casa y aunque Neal ni nadie le
creyera él no estaba ni de lejos desesperado por darle una paliza. A penas
entró y se agacho para saludar a Satchmo que felizmente se alegró a su llegada,
‘al menos alguien feliz en casa’ pensó
el agente.
-Honey?
Peter levantó
la mirada, era Elizabeth.
-Hon, estás
temprano en casa.
-Estaba a
punto de decirte lo mismo.
La dulce
Elizabeth acarició el rostro de su esposo, notó que estaba abatido.
-Sí,
vine temprano por…
-…Por Neal,
no tienes que decírmelo.
Elizabeth
sujeto la mano de su esposo y lo llevo a la cocina, le prepararía un café,
sabía que su esposo lo necesitaba.
-Elizabeth
esta vez Neal cruzó todos los límites.
-Ya lo creo.
Elizabeth no
pudo evitar poner una expresión de “sé de lo que hablas”.
-Falsificó
la firma de Reese, de Reese Hughes, del jefe! Para tener “respaldo” de todo su
procedimiento y para lo peor todo lo que hizo no tenía ni la más mínima
protección para él, se fue con esos traficantes él solo, porque Mozzie no
cuenta para nada.
-Y me imagino
que está orgulloso de todo lo que hizo y encuentra injusto que no lo apoyes, es
más encuentra como una “traición” el que no lo defendieras con Hughes.
-Sí, exacto!
Eso mismo…él te lo dijo?
-No.
Elizabeth dio
un sorbo a su café al tiempo que Peter hacía lo mismo.
-Entró
vociferando a todo pulmón que tú lo traicionaste al no apoyarlo y se encerró en
su habitación, tiro la puerta para ser exacta.
-Genial! Y
además termina haciendo una pataleta de niño malcriado.
Su esposa río
un poquito y Peter la miró reprobatoriamente haciendo que Elizabeth cambiara la
expresión.
‘Que soy el único que nota que el
comportamiento de Neal no es aceptable!’
Burke estaba
indignado en sus pensamientos, afortunadamente Elizabeth tenía algo que
decirle.
-Con el pasar
del tiempo se pondrá más fácil.
Peter la miro
atento.
-Neal
esta acá apenas 2 meses y aunque está muy feliz por el acuerdo, lo cual aún me
sorprende, es natural que le cueste entender y aprender que ya las cosas no
están al 100 % por su cuenta.
-Puedo
entender eso y es más a veces soy yo el primero en no sofocarlo y dejarlo
tranquilo pero a la primer guardia bajada y hace este tipo de cosas.
-Lo sé, no
pone nada fácil lidiar con él.
-Nada, lo
peor es que pone en riesgo todo lo que hemos logrado que aunque a él le parezca
poco es mucho.
-Ahí entras
tú, con la potestad de hacerle entender que se equivoca.
Elizabeth
hizo la señal de azote y por la expresión de su esposo sabía que eso era lo que
le perturbaba.
-Está todo
bien?
-Odio
castigarlo.
Peter fue
sincero y directo.
-No es
que alguien disfrute castigando a los hijos, bueno, es la labor que
prácticamente estás tomando, estamos tomando quiero decir.
Elizabeth fue
también sincera y directa.
-Pero
estoy seguro que no es lo que él piensa, todo el tiempo me replica que soy
injusto, dictador, que no lo escucho…en fin…sabes que pasó hoy? Rebaso todo
cinismo cuando se puso a discutir con Reese sino intervenía estoy seguro que lo
mandaba a prisión de una patada y logré que eso no pasara pero no estaba
tranquilo y como no se calmaba lo lleve al sanitario del segundo piso y tuve
que darle tres fuertes nalgadas.
Peter lucía
abatido pero Elizabeth sabía que había más.
-Bueno, francamente
no entiendo porque hizo semejante pataleta por tres nalgadas.
-No le di más
porque dijo que quería revertir el acuerdo, que elaboraría un documento para
hacerlo y que si no daba resultado se iría, se escaparía.
Elizabeth se
quedó pensativa por un momento.
-Peter,
te arrepientes del acuerdo?
-Claro que
no, pero creo que no ha tenido la reacción en Neal que esperaba, es decir, sé
que una parte de él está contento con el acuerdo pero otra gran parte sé que no
lo está.
-Claro que
no, el niño está acostumbrado hacer lo que le da la gana cuando quiere ahora
no sólo debe regirse a órdenes básicas
sino también a unas cuantas legales, Peter no hablamos de esto pero creo que es
el momento perfecto.
-El, tu te
arrepientes del acuerdo?
-Claro que
no, pero debemos admitirlo, nos metimos en esto sin tener experiencia alguna y
no es fácil.
El agente le
dio la razón a su esposa, él no pensaba tirar la toalla y declinar el acuerdo,
no, claro que no, pero días como estos prefería estar del lado que da al chico
un apretón de manos y le dice bien hecho, después de todo para la agencia los
resultados eran exitosos, era el maldito procedimiento fuera de la ley que al
chico le encantaba realizar y que estaba mal.
-Que sugieres?
-Esta vez yo
podría hacerme cargo.
La propuesta
para el agente era muy tentadora, librarse de la difícil tarea de castigarlo
venía hacer lo que muy en el fondo quería, pero si accedía a esto tal vez la
brecha en que Neal fuera tan irrespetuoso con él nunca se cerraría, después de
todo sería como darle la razón a toda su queja con que no debía recibir castigo
y ceder ante la amenaza del documento para librarse del acuerdo que aunque
Peter sabía era imposible que el niño tuviera éxito en disolverlo lo que
realmente le preocupaba era que
escapara, ésa amenaza sí que lo había dejado atónito sobre todo por la
convicción en que se la dijo.
-Pero eso no es lo correcto.
Peter puso la mano encima de la de su esposa y
le ofreció una sonrisa.
-Sé qué debo hacerlo y aunque odio
admitirlo sé que Neal casi logra manipularme con eso del documento pero sobre
todo porque dijo que quería huir.
Elizabeth miro
con pena a su esposo pero no podía juzgarlo, Neal era experto en manipular a
las personas.
-Pero eso no hace más fácil tener
que ponerlo en mis rodillas y darle una paliza.
Su esposa
hizo una mueca de dolor.
-Claro
que no, que bueno que no aceptaste mi ayuda.
Elizabeth
logró que Peter riera un poco, se levantó y le dio un besito tierno en los
labios, hablar con ella siempre hacía que su mente se aclare.
-Peter,
lo único que necesita es saber que no lo dejaremos ante las mínimas travesuras,
bueno, incluso ante las más grandes tonterías que haga.
-Sí, lo sé,
no sé porque pensó que podía haber opción a devolución pero le haré saber que
no es así, no se librara tan fácilmente de nosotros.
El agente se
dirigió a lidiar con el muchachito de ojos azules que por supuesto tenía la
puerta de su habitación cerrada.
Toc toc toc
Sin esperar
respuesta Peter entró y se encontró con un Neal arropado hasta la cabeza y en
posición fetal, claramente afectado por lo que vendría.
-Creo que ya ha pasado el tiempo
suficiente para que nos calmemos y podamos hablar sobre tu comportamiento, no
crees?
No recibió
respuesta, Neal estaba empeñado en su ley de hielo.
-Neal,
estoy hablando en serio, ya no estoy molesto contigo.
Nada, sólo
silencio.
-No
vamos a retrasar más esta charla.
-Silencio
absoluto.
-Neal…hablo
en serio.
Peter ya
estaba con las manos en las caderas.
-Bien,
suficiente de esta actitud.
El agente
quito la frazada que tapaba al adolescente y le dio una firme nalgada al tiempo
que Neal gimoteaba por el trato.
-Auuuuuuuuuuuuu.
-Qué bueno y
ya te volvió la voz, que alegría.
Neal se sentó
en la cama alejado del agente.
-Es de
mala educación darle la espalda a una persona que te está hablando, es una
lección que debiste aprender cuando niño pero por lo visto no, así que como
bien dice la frase nunca es tarde para aprender.
Neal resopló
por el regaño, en serio que Peter batía el record para hacerle sentir más
pequeño que un niño de cinco años!.
-Bien,
pasemos al asunto serio.
La cara de
Neal se entristeció por completo, la altanería había desaparecido. Peter lo
tomo por su brazo derecho, se sentó y lo acomodó sobre sus rodillas,
inmediatamente bajó sus pantalones del piyama junto a los calzoncillos.
Antes que lo
inevitable pase Neal giro su cabeza y mostró una carita muy arrepentida tal
cual cachorrito abandonado pero Peter cerró su corazón y no se dejó engañar.
-PLASSS!!! PLASSS!!!!!! Espero tengas en cuenta lo mal que has actuado, irresponsable e ilegal
PLASSS!!! PLASSS!!! PLASSS!!! Auuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuu!!!!
Ya Peter, me dueleeeeeeeee, no lo vuelvo hacer, lo prometo, lo prometooooo PLASSS!!! PLASSS!!! PLASSS!!! PLASSS!!!
PLASSS!!! Lo peor de actuar tan mal Neal
Caffrey es ponerte a defender tus acciones cuando sabes perfectamente que no
debiste hacerlas y más el colmo delante y discutir con Hughes! PLASSS!!! PLASSS!!!
PLASSS!!! PLASSS!!! PLASSS!!! PLASSS!!! PLASSS!!! PLASSS!!! PLASSS!!! PLASSS!!!
PLASSS!!! PLASSS!!! PLASSS!!! PLASSS!!! PLASSS!!! PLASSS!!! PLASSS!!! PLASSS!!!
PLASS!!! PLASS!!!
Después de
esa tanda de nalgadas Peter ya no utilizo su mano, visualizó la pantufla del
muchacho y comenzó a darle zapatillazos bien al centro del trasero haciendo que
Neal patalee y lloré porque ya tenía el traserito muy rojo y adolorido.
Cuando Peter
observó que la lección había sido suficiente y aprendida dejó la zapatilla en
el piso.
-Y por
más que quieras deshacer el acuerdo no lo voy a permitir, me oíste Neal, no voy
a rendirme contigo, puedes hacer las amenazas que quieras incluso puedes tratar
de cumplir e irte pero te aseguro que no nos cansaremos de buscarte, ni
Elizabeth ni yo, ya no estarás solo, no más.
Comenzó a
frotar la espalda baja del chico, un poco de confort plasmado en cuidado era lo
que sentía le hacía falta, tanto a Neal como a él.
Pasados 10
minutos el niño ya no lloraba desconsolado, sólo lanzaba unos cuantos sollozos
tristes.
-Ya
pasó, Neal, ya pasó, espero hayas aprendido está lección, aunque no lo creas es
muy difícil hacer esto para mí, no creas que me pones fácil el tener que
castigarte.
Peter acomodó
la ropa del niño y lo ayudó a meterse a la cama, Neal ya no tenía palabras
estaba exhausto por todo el día, sobre todo por lo último que pasó.
Cuando el
agente salió de la habitación de su C.I. se sentía peor de cuando entró, no
importaba lo correcto que era lo que debía hacer, la sensación de castigar a
Neal era de lo peor que había sentido en su vida hasta ahora.
EPÍLOGO
Habían pasado
dos largas semanas en las que la convivencia en la casa Burke había sido lo más
normal de siempre hasta que Neal le dijo al agente que debía hablar con el de
algo importante.
-Qué pasa?
-Tengo una
actividad en la escuela.
Los primeros
pensamientos del agente eran por supuesto que el chico estaba solicitando un
permiso, si bien estaba en una escuela nocturna para acabar el bachillerato
imaginaba que algunos protocolos se mantenían.
-El
viernes tenemos una presentación para hablar de la persona que más admiramos y
bueno…yo…yo…quería que…que tu…
Ni de lejos
el agente se habría imaginado que Neal estaba solicitando su presencia en la
escuela, era por mucho lo mejor que había escuchado en su vida, se sentía muy
honrado ante la petición.
-Quería que
tu fueras a la presentación.
-Por supuesto
que iré Neal, gracias por la invitación, me encantará estar ahí.
-En serio?
El niño se
apresuró a abrazar al agente, sorprendiéndolo aún más, y haciéndole sentir el
hombre más afortunado del planeta.
-Gracias
Peter.
Peter
devolvió el abrazo, en verdad sentía que el muchacho estaba rompiendo la gran
coraza que tenía desde que entró a su casa.
-No hay nada que agradecer.
Tal vez los momentos previos, durante y post
castigos eran los más ingratos que experimentaba el agente, pero momentos como
éstos hacían que todo el esfuerzo valiera la pena.
Waaooo que capítulo tan más bueno!!
ResponderBorrarPero, ¿cómo?? sólo será uno?? noooo
Yo quiero ver continuación siiii...
Uuff como me lo había perdido!!