Capítulo 2 El despertar del cisne: sueño o pesadilla

Capítulo 2

El despertar del cisne: sueño o pesadilla

Me quede de pie inerte frente a la puerta, no sabía qué hacer siempre renegué de los sentimientos y ahora estoy aquí de pie con el alma en un hilo, perdido, solo y abandonado a mi suerte y a la vez ansioso de conocer el camino que comencé a forjarme, mis pies no se mueven pero los de ella sí, veo que sobre la encimera hay un pequeño muffin y un gran 18 en medio.

“si claro, y creías que no venía” sonreí me acerque al biscocho y le di un mordisco.

ZAS

“AUuu” me quejé, acaso me había dado una palmada en el culo.

“falta la vela” dijo tomando el bizcochito y encendió la vela. “soplá” me ordenó.

Fuuuuuuu la vela se acabó.

“bueno cachorro, eres oficialmente mayor de edad” dijo abalándose sobre mí, apenas tuve tiempo de reaccionar, creo que fue solo por los años de práctica que logre sujetarla y apegarla a mi cuerpo, la bese, por primera vez en mi vida que beso a alguien y Dios es maravilloso porque no me di la oportunidad antes porque fui tan testarudo, todo lo que me he perdido, pero tal vez, no estaría aquí de ser de otra manera, yo quiero todo con ella.

La bese con fuerza con pasión, locura y desenfreno no importaba nada, no había mañana, chocamos por las paredes mientras ella tenía enrollada sus piernas en mi cintura sus brazos en mi cuello sus labios en los míos y su lengua entrelazada a la mía, mi respiración se hacía dificultosa como si hubiese entrenado por días, lo sé, lo hecho, pero no puedo controlar mi corazón va a mil por hora, me duele el pecho creo que va a reventar quiero que reviente caemos al sillón solo para que ella comenzara a sacarme la ropa o Dios mío me está desnudando. Mi cerebro grita mi cuerpo reacciona como nunca antes lo había hecho, siempre he estado orgulloso de conocer cada centímetro de mi cuerpo, mi cuerpo ahora me parecía tan extraño, los vellos de mi piel, mis pezones, jamás creí que podían reaccionar así, cómo reaccionan a su tacto, como si supiera exactamente donde tocarme para hacerme reaccionar, no creo que aguante mucho tiempo, porque mierda nunca me importó el tema del sexo y los sentimientos, ahora me siento tan perdido, no sé qué hacer, no soy como ella, me siento torpe y sin gracia, ella me toca y me eriza la piel, yo en cambio, no me atrevo ni a tocarla, ‘bailar es como hacer el amor de pie’ dichosa frase viene a mi mente, mis manos se mueven como en el escenario, pero esta vez, el escenario es su cuerpo y al ropa el telón que siempre nos cubre, sin pensarlo dos veces rompo el babydoll por la mitad una a cada lado justo como se abre el telón, queda mi disposición su majestuosidad su espada se retuerce en el sofá mientras beso su cuerpo, besar no precisamente, no solo mis labios participan, mis dientes y mi lengua no se quedan atrás, logramos desprendernos de todo el vestuario innecesario, quedo de espalda a ella, ¡O NO!, como pude olvidar la zurra que me dio papá, por favor, por favor, por favorcito que no hagan quedado marcas, por favor diosito que papá no ha haga dejado su mano marcada en el culo.

Parece que Dios escucho mis plegarias porque Brooke no dijo nada, solo me beso pasión como si no hubiera mañana cerré los ojos y repase cada actuación en mi cabeza hasta que logré un poco de confianza me deje guiar y a mi musa pareció gustarle, terminó por dejarme de espalda y sentarse a horcajadas sobre mí, “O DIOS MIO” mis pensamientos se nublaron, Dios mío que estoy haciendo o Dios mío, comencé a gemir mis caderas cobraron vida y se movían a su ritmo, mis caderas bailaban al compás de las suyas, su espada se arqueaba siguiendo el contorno de mis piernas y yo presionaba con fuerza mi cuerpo contra ella, mis ojos no veían a pesar de tenerlos abiertos, mis gemidos se mezclaban con los de ella hasta que un grito invade toda la habitación y siento su cuerpo caer rendido entre mis piernas, las imágenes de las películas del después ambos abrazados durmiendo juntos o simplemente fumándose un puro se esfumaron en cuanto parpadee pues me quede dormido con mi chica desplomada aún sobre mis cadera, no podíamos movernos no podíamos besarnos porque no nos quedaban fuerzas, años de entrenamiento jamás me prepararon para esto, definitivamente el sexo es el deporte más extremo que he practicado.

Despierto de golpe, no sé qué momento me di vuelta, la vi, observar mi trasero mordiéndose los labios en forma traviesa y con sus dedos sigue unas líneas imaginarias, reaccionó de pronto no eran líneas imaginarias eran los dedos de papá que aún estaban marcado en mi trasero, se me subieron los colores al rostro quería salir corriendo, me sentía humillado y desnudo como pude olvidarlo, como me di vuelta, pero la respuesta era obvia aún me dolía horrores, quería salir corriendo quería desaparecer, me moví de prisa.

ZAS

Quede sin aire en mis pulmones, yo la mire indignado me dolía pero al voltearme lo primero que vi fue su mano marcada en mi trasero, levante mis ojos y pude ver un brillo que solo había visto en mi cuando estoy en el escenario, no alcance a decir nada cuando emparejo mi otro cachete.

 “ahora jugaremos a la verdad” me dijo rompiendo el silencio.

“ok” no sabía que más decir me dolía aquello pero no era solo dolor como cuando me pega papá era distinto.

“¿qué paso en casa cuando volviste del hospital?”

“nada”

¡ZAS! ¡ZAS! ¡ZAS!

“AUCHHH”

“No me mientas”

“no te miento”

¡ZAS! ¡ZAS! ¡ZAS! ¡ZAS!

“auuuuuuuuuu, al llegar a casa no pasó nada” le repetí ya que esa era la verdad.

“no estás en casa” mi miro con picardía, mis mejillas se tiñeron de rojo.

“no, no estabas en casa”

“nup estaba en el hotel”

“¿qué paso?”

“me da vergüenza” le confesé

“te pegaron ya lo sé, solo cuéntame” me rogaba como una nena que quiere un chocolate.

“¿Por qué crees que me pegaron?” dije espantado, bueno después de ahora era obvio pero ya me lo había insinuado.

“primero, es secreto a voces en el mudillo del ballet como tu papá corta tus berrinches”

“yo no hago berrinches” me intente parar furioso.

¡ZAS! ¡ZAS! ¡ZAS!

“no mientas”

“no te miento, ¿de dónde sacaste eso?”

¡ZAS! ¡ZAS! ¡ZAS! ¡ZAS!

“Agggggggg deja de aumentar una que duele” me quejé tal como lo hacía cuando papá o mamá me pegaban muy fuerte.

“deja de mentirme”

“no” cambie de estrategia “¿cómo lo sabes?”

“tengo colegas que bailaron contigo”

“para mi” le corregí.

“si me dijeron mucho talento pero pésima actitud”

“no tengo una pésima actitud”

 ¡ZAS! ¡ZAS!

“no más, que me duele”

“No me des esa actitud cachorro” Dios como estaba disfrutando esto.

“no me digas cachorro” le dije serio, podía intentar acostúmbreme a esto pero a ser su cachorro jamás.

“ok” ¡ZAS! Esto tenía que terminar pronto o terminaría llorando de verdad dolía papá me pego muy fuerte hace solo unas horas. “bueno, pero no les molestaba mucho porque sabían que si cierto cisne se pasaba de la raya lo sacaban de un ala y lo llevan a un camarín al parecer insonorizado, pero que cuando volvía al escenario lo hacía con los ojos rojos con un cambio de actitud del cielo a la tierra y nunca tomaba asiento”

Me que quería morir todos sabían, no perdonaré jamás a papá.

“pensaras que soy un crio” dije acongojado

“eres un crio, cisne pero eres mi cisne” creí que iba a besarme pero al contrario beso mi trasero. “y este trasero es mío”

“lo es” desde que dijo mi cisne me tenía por entero para hacer lo que le plazca conmigo.

“yaaa, ¿pero qué paso?” me rogó como una niña a punto de hacer un puchero.

“me pegaron ok me pegaron muy pero muy fuerte y con el cepillo” me quejó.

“por eso tenías los ojitos tan rojos cuando subías al avión”

Casi me atragante.

“¿cómo?”

“el día que te dieron el alta, fue el mismo día que regresaste a casa” me explicó.

“si después de salir, fuimos al hotel supuestamente a buscar las maletas, pero en cuanto llegamos papá me llevo de una oreja a mi habitación y me dio la zurra de mi vida, me pego y regaño mucho y me castigo hasta los 21” me quejé.

“¿y qué haces aquí entonces?”

“me fui de casa” dije sintiendo un dolor de culpabilidad en el pecho.

“¿por que te pegaron?” me miro incrédula, como si fuera una locura.

“porque me pegaron por nada, me faltaban horas para cumplir los 18 y a papá no le importó me pegó igual y todo por un mal entendido y me quitó mi auto y mi teléfono y me mando castigado a mi habitación y mis hermanos sabían que me pegaría y no dijeron nada se quedaron ahí y, y, y, en cuando cumplí 18 me fui”

¡ZAS! ¡ZAS! ¡ZAS! ¡ZAS! ¡ZAS! ¡ZAS!

“ayyyy ayayayacito que me duele, no, para, me duele para que voy a llorar” le rogué al final.

“te arrancaste de casa por berrinchudo cachorro” me regaño

“me pegaron”

“y yo igual, ¿qué vas hacer salir corriendo?”

“no, es distinto” me quejé aún no sabía si esto me gustaba o no, pero era distinto ella es mi novia y papá es papá.

“no es distinto ambos nos preocupamos por ti”

“no me arranque él incluso me fue a dejar al hotel”

“y porque no te vino a dejar aquí” me cuestiono.

“porque no me daría permiso” conteste como un crio, Dios definitivamente soy un crio

“creo que ahí tienes tu respuesta vístete te llevo a casa”

“QUE no, no volveré”

“si lo harás y aceptaras cualquier castigo por tu berrinchito y te advierto me encanta que seas un mocoso berrinchudo pero no te pases”

¡ZAS! ¡ZAS! ¡ZAS! ¡ZAS! ¡ZAS!

“no buaaaaaaaa para me duele mucho buaaaaaaa” me puse a llorar como un crio me dolían sus palabras casi más que sus azotes, se suponía que no dolía, que era divertido, pero ella me estaba castigando, mi mente no sabía cómo reaccionar. “buaaaaa me pegaste fuerte”

“vístete te llevo a casa”

“no quiero” no podía controlar las lágrimas que corrían por mis mejillas.

Brooke me acomodo en sus brazos.

“ya mi cisnecito ya paso pero fuiste un cisne malo como es eso de huir de casa mi niñito”

“buaaaaaaaaa soy grande” a quien engaño estoy llorando como un bebe y mi novia acaba de azotarme.

“ya mi niñito mírame a los ojos y dime que realmente no quieres volver a tu casa”

No pude hacerlo, no pude.

“ves tesoro, te prometo que nada cambiara mi cisne estamos juntos”

“pero si vuelvo a casa y me meto la pata papá me…”

“tu papá te calentara el culete como el nene malo que eres y que importa a mí no me molesta compartir” dijo dándome una sonora palmada en el trasero “si eso te mantiene a salvo” agregó.

“mamá no me dejara salir contigo”

“si lo hará, puede que te ponga toque de queda pero lo hará”

“yo ya tengo toque de queda” dije avergonzado.

“Cisne mírame” cuando nuestras miradas se encontraron “te quise no sé cómo ni cuándo pero te quise”

“yo desde el momento en que te encontré”

“fue el destino mi cisne”

No sé en qué momento estaba en la puerta de mi casa, era extraño había luz y eran casi las cuatro de la madrugada yo había pensado colarme en casa y fingir que nada había pasado.

Cuando me acerque a la puerta esta se abrió era mi padre con los ojos rojos me abrazo con fuerza y me envió a la cama con un par de palmadas ¡ZAS! ¡ZAS! ¡ZAS! ¡ZAS! ¡ZAS! ¡ZAS! ¡ZAS!

“Derek Smitt no sales de casa hasta que cumplas 40 oíste” ¡ZAS! ¡ZAS! ¡ZAS! ¡ZAS! ¡ZAS! ¡ZAS!

“auuuu auuu papito no para papá para me duele, papá no delante de mi novia” fue lo único que me atreví a decir para que dejara de pegarme ¡ZAS! ¡ZAS! ¡ZAS! ¡ZAS! ¡ZAS!

“no te registraste en el hotel Derek, tu madre llamo y tú no estabas mocoso inconsciente no piensas en nosotros, que he criado a un monstruo sin corazón, agradece que no tengo puesto el cinturón niñito” yo estaba pálido, Brooke estaba con la boca abierta.

 ZAS

“a la cama”

“papá” yo al menos quería presentarle a Brooke.

“a la mía a ver si tu madre y tus hermanos logran calmarse” lo suponía el par de nenasas no pierden oportunidad de meterse en la cama de los papás como cuando eran chiquitos, pero yo soy el bebe de la casa el espacio entre los papás es mío, me sonreí al entender lo infantil que sonaba, al parecer 18 no era más que un número, le di un beso en los labios y me fui rapidito antes que papá decidiera darme otra nalgadita de impulso.

Los escuche presentarse y papá la invito a quedarse ya era muy tarde para que volviera a su departamento y además yo no dormiría en mi habitación.