viernes, 29 de marzo de 2013

Introducción

INTRODUCCIÓN
Miraba a la hermosa mujer sentada en ese escritorio de roble, un antiguo escritorio por cierto que combinaba a la perfección con el resto de la decoración vintage, y se preguntaba por qué había tardado tanto en declararse. La conocía hace cinco años y hace dos eran los amantes más felices de la faz de la tierra, y aunque él no estaba casado ni ella se consideraban amantes porque era amor lo único que conocían así qué mejor que usar un término que empezara con tan hermosa palabra.
Él la conocía a la perfección, la admiraba muchísimo, era una mujer  trabajadora, leal, fuerte, apasionada por que no reconocerlo y sobre todo sincera. Él se había enamorado desde la primera vez que la vio entrar a su empresa. Ella había ido a buscar trabajo de lo que sea y estaba hablando con el jefe de mantenimiento y limpieza. Él la vio de lejos y quedó embobado, luego pidió hablar con el jefe de mantenimiento en su oficina y así se enteró que hacía tan hermosa joven por allí, le pidió como favor personal a FERMIN que la tomara como empleada y aunque no necesitaban Fermin acepto, claro que lo haría si el socio mayoritario se lo pedía quien podía negarse. Poco a poco fue acercándose primero con corteses saludos, luego algún comentario sobre el tiempo  o las noticias y asi fue conociéndola y enamorándose más. Se enteró de su pasado y se decidió a ayudarla, implementó cursillos de perfeccionamiento en la empresa para los empleados y el premio al mejor estudiante o al que mejor se desempeñaba era subir de categoría, así fue que ella de limpiar los pisos y baños pasó a encargarse de la cafetería y luego del sector atención al cliente y de allí a secretaria de su despacho. Él estaba feliz, al fin la tenía cerca y a esta altura ya eran amigos él le tenía bastante fe, sabía que ella sería la de mejor calificación y desempeño, lo sabía no en vano había luchado tanto en su pasado. Y asi después de tres años le declaró su amor y ella  había aceptado. Muchos le decían que ella solo lo quería por el dinero, por mejorar su situación económica pero el sabía y que mejor prueba que la cama que compartían no solo para hacer y deshacer el amor  sino  tambien para compartir sus miedos, esperanzas, sentimientos, ideas para demostrarle que no era así, además el había conocido a varias de ese calibre y era claro que su mujer no era como esas.
La miraba y era feliz si no fuera por ese detallito…
Ella se sintió observada y al levantar la mirada y verlo a través del vidrio que los dividía y que servía de pared, le regaló un simpático guiño de ojos que hizo estremecer a quien la desnudaba con los ojos.
Se sentía tan feliz… había sufrido tanto que a veces pensaba que tanta dicha no era más que un preludio a la catástrofe y eso la desesperaba. Pero alejó esos pensamientos negros de su mente y se concentró en disfrutar el amor que sentía ahora y que iluminaba su vida como hacía mucho no sentía. Sonrió al pensar que su nombre ya no le quedaba como antes pensaba. Llevaba años enojada con su nombre porque creía que por eso todo le salía mal, pero ahora ya se había reconciliado y hasta le gustaba… DOLORES ese era su nombre y por años lo odió. No era para menos no recordaba un día que no haya terminado  llorando en los últimos catorce años , y en esos catorce años solo unas contadas veces fue de felicidad, cuando lo vio nacer, cuando dijo por primera vez mamá, cuando dio sus primeros pasitos tambaleantes y cuando muy valiente entró sin llorar a su salita.  ANGEL SANTINO había llamado a su hijo y lo amaba como nadie amó a su hijo jamás, es que las circunstancias fueron tan difíciles que era imposible dudar del amor a su hijo. Había quedado embarazada a los quince, y como bien lo dijo Rodrigo Bueno en su canción pájaro que come vuela, su novio que no era más grande que ella se desentendió, quedó sola frente al mundo que en este caso eran sus padres y hermanos. Le dieron después de una real zurra la opción que no era tan opcional de que aborte pero ella estaba decidida a tenerlo, era eso o irse de casa y olvidarse de que tenía familia y con lágrimas en los ojos, dolor en el corazón y rabia en sus actos se fue de allí dejando a su madre llorando, a su padre encerrado porque ni siquiera quiso verla después y a sus dos hermanos mayores en total confusión, claro que no querían que se fuera pero no podían sublevarse a una orden de su padre y no los culpaba nadie en su sano juicio lo haría y si no terminarían como ella desterrada del seno familiar y con la clara advertencia de que ni se le ocurra acudir a algún familiar, igual no tenía muchos ni los conocía tanto como para ir a ellos. Recordó los abrazos de sus hermanos mellizos que en ese entonces  casi cumplían dieciocho, su madre no la abrazo, no tenía el permiso de su marido y DOLORES la odio por ello. se suponía que un hijo esta sobre el marido no? Acaso no cuenta más que te hayan parido, que hayas salido de sus entrañas a un hombre que no comparte sangre contigo? En fin salió de allí y no supo más de su familia, empezó a trabajar en una casa de familia cama adentro y tuvo la buena suerte de caer en una familia bondadosa que le dejó terminar la escuela y hasta le ayudaban con el bebé que consideraban su nieto mientras ella buscaba un trabajo mejor pagado y alguna piecita para alquilar porque aun no soñaba con un departamento. Esa familia estuvo junto a ella cuatro años y pasó de ser una empleada a una hija y ella lo necesitaba, pero también necesitaba vivir con su hijo sola y formar su propia familia.  Al fin encontró un lugar chico pero confortable y allí se fueron con su niño. DOLORES  sufrió día tras día para traer que darle de comer a su hijo y aunque sus hermanos  le llevaban algunas cosas cada vez que podían nunca alcanzaba. Los mellizos ya con veintidós años trabajaban a medio tiempo y estudiaban, tenían prohibido ver a su hermana de hecho era un secreto que hasta guardaban de si mismos, no iban a verla juntos cada uno por su lado y pensando que el otro no lo hacía. DOLORES sonrió al recordar eso, sus hermanos a veces venían con los ojos inflamados y no querían sentarse igual no había donde solo la cama de plaza y media que dolores compartía con su hijo, y le contaban sus penas y como ella era la suertuda de no estar más en casa sufriendo los límites y las manos de su padre.
La bendición fue llegar a esa empresa, consiguió el trabajo mejor pagado que tuvo jamás aunque hacía las mismas cosas limpiar pisos y baños, pudo por fin alquilar un departamentito con dos habitaciones un baño y una cocina- comedor, era el cielo para ellos. Y después con los cursos de la empresa había podido demostrar que era inteligente, capaz y se sentía bien consigo misma al fin la vida le sonreía. Pero de lo que más estaba agradecida era de haber conocido a ese hombre tan varonil y comprensible con el que ahora estaba , ella sabía que él hacía rato estaba detrás de ella pero no iba a arriesgarse otra vez menos si era solo para sacarse las ganas como sabía que estaban acostumbrados los hombres que ella conocía. Poco a poco fue viendo que era en serio y que sus modales  e intentos de conversaciones no tenían solo el objetivo de llevarsela a la cama. Dos años de los más hermosos y llenos de amor había vivido y estaba feliz, sus hermanos que la visitaban ya sin esconderse estaban felices por ella y se habían hecho amigos de su novio. El único problema era que ANGEL a sus trece años de edad no lo aceptaba y le hacia la vida imposible y LEONARD aunque era paciente  e intentaba caerle bien a veces se frustraba y no iba por días al departamento. Eso la ponía un poco mal, sus hermanos le decían que ese niño necesitaba limites pero como hacerlo si era la luz de sus ojos? Si había sufrido tanto… ella no podría hacerlo  e incluso llegó a pensar que lo mejor sería cortar con LEONARD pero la solución vendría de otra manera…. 

1 comentario:

  1. Vaya, qué introducción, Luna!!! Interesante y conmovedora historia!!! Debo decirte Lunita que eres increíble!!! :-D

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