INTRODUCCIÓN
Miraba a la hermosa mujer sentada en
ese escritorio de roble, un antiguo escritorio por cierto que combinaba a la
perfección con el resto de la decoración vintage, y se preguntaba por qué había
tardado tanto en declararse. La conocía hace cinco años y hace dos eran los
amantes más felices de la faz de la tierra, y aunque él no estaba casado ni ella
se consideraban amantes porque era amor lo único que conocían así qué mejor que
usar un término que empezara con tan hermosa palabra.
Él la conocía a la perfección, la
admiraba muchísimo, era una mujer
trabajadora, leal, fuerte, apasionada por que no reconocerlo y sobre
todo sincera. Él se había enamorado desde la primera vez que la vio entrar a su
empresa. Ella había ido a buscar trabajo de lo que sea y estaba hablando con el
jefe de mantenimiento y limpieza. Él la vio de lejos y quedó embobado, luego
pidió hablar con el jefe de mantenimiento en su oficina y así se enteró que
hacía tan hermosa joven por allí, le pidió como favor personal a FERMIN que la
tomara como empleada y aunque no necesitaban Fermin acepto, claro que lo haría
si el socio mayoritario se lo pedía quien podía negarse. Poco a poco fue
acercándose primero con corteses saludos, luego algún comentario sobre el
tiempo o las noticias y asi fue
conociéndola y enamorándose más. Se enteró de su pasado y se decidió a
ayudarla, implementó cursillos de perfeccionamiento en la empresa para los
empleados y el premio al mejor estudiante o al que mejor se desempeñaba era
subir de categoría, así fue que ella de limpiar los pisos y baños pasó a
encargarse de la cafetería y luego del sector atención al cliente y de allí a
secretaria de su despacho. Él estaba feliz, al fin la tenía cerca y a esta
altura ya eran amigos él le tenía bastante fe, sabía que ella sería la de mejor
calificación y desempeño, lo sabía no en vano había luchado tanto en su pasado.
Y asi después de tres años le declaró su amor y ella había aceptado. Muchos le decían que ella
solo lo quería por el dinero, por mejorar su situación económica pero el sabía
y que mejor prueba que la cama que compartían no solo para hacer y deshacer el
amor sino tambien para compartir sus miedos,
esperanzas, sentimientos, ideas para demostrarle que no era así, además el había
conocido a varias de ese calibre y era claro que su mujer no era como esas.
La miraba y era feliz si no fuera por
ese detallito…
Ella se sintió observada y al
levantar la mirada y verlo a través del vidrio que los dividía y que servía de
pared, le regaló un simpático guiño de ojos que hizo estremecer a quien la
desnudaba con los ojos.
Se sentía tan feliz… había sufrido
tanto que a veces pensaba que tanta dicha no era más que un preludio a la
catástrofe y eso la desesperaba. Pero alejó esos pensamientos negros de su mente
y se concentró en disfrutar el amor que sentía ahora y que iluminaba su vida
como hacía mucho no sentía. Sonrió al pensar que su nombre ya no le quedaba
como antes pensaba. Llevaba años enojada con su nombre porque creía que por eso
todo le salía mal, pero ahora ya se había reconciliado y hasta le gustaba…
DOLORES ese era su nombre y por años lo odió. No era para menos no recordaba un
día que no haya terminado llorando en
los últimos catorce años , y en esos catorce años solo unas contadas veces fue de
felicidad, cuando lo vio nacer, cuando dijo por primera vez mamá, cuando dio
sus primeros pasitos tambaleantes y cuando muy valiente entró sin llorar a su
salita. ANGEL SANTINO había llamado a su
hijo y lo amaba como nadie amó a su hijo jamás, es que las circunstancias
fueron tan difíciles que era imposible dudar del amor a su hijo. Había quedado
embarazada a los quince, y como bien lo dijo Rodrigo Bueno en su canción pájaro
que come vuela, su novio que no era más grande que ella se desentendió, quedó sola
frente al mundo que en este caso eran sus padres y hermanos. Le dieron después
de una real zurra la opción que no era tan opcional de que aborte pero ella
estaba decidida a tenerlo, era eso o irse de casa y olvidarse de que tenía
familia y con lágrimas en los ojos, dolor en el corazón y rabia en sus actos se
fue de allí dejando a su madre llorando, a su padre encerrado porque ni
siquiera quiso verla después y a sus dos hermanos mayores en total confusión,
claro que no querían que se fuera pero no podían sublevarse a una orden de su
padre y no los culpaba nadie en su sano juicio lo haría y si no terminarían
como ella desterrada del seno familiar y con la clara advertencia de que ni se
le ocurra acudir a algún familiar, igual no tenía muchos ni los conocía tanto
como para ir a ellos. Recordó los abrazos de sus hermanos mellizos que en ese
entonces casi cumplían dieciocho, su
madre no la abrazo, no tenía el permiso de su marido y DOLORES la odio por
ello. se suponía que un hijo esta sobre el marido no? Acaso no cuenta más que
te hayan parido, que hayas salido de sus entrañas a un hombre que no comparte
sangre contigo? En fin salió de allí y no supo más de su familia, empezó a
trabajar en una casa de familia cama adentro y tuvo la buena suerte de caer en
una familia bondadosa que le dejó terminar la escuela y hasta le ayudaban con
el bebé que consideraban su nieto mientras ella buscaba un trabajo mejor pagado
y alguna piecita para alquilar porque aun no soñaba con un departamento. Esa
familia estuvo junto a ella cuatro años y pasó de ser una empleada a una hija y
ella lo necesitaba, pero también necesitaba vivir con su hijo sola y formar su
propia familia. Al fin encontró un lugar
chico pero confortable y allí se fueron con su niño. DOLORES sufrió día tras día para traer que darle de
comer a su hijo y aunque sus hermanos le
llevaban algunas cosas cada vez que podían nunca alcanzaba. Los mellizos ya con
veintidós años trabajaban a medio tiempo y estudiaban, tenían prohibido ver a
su hermana de hecho era un secreto que hasta guardaban de si mismos, no iban a
verla juntos cada uno por su lado y pensando que el otro no lo hacía. DOLORES
sonrió al recordar eso, sus hermanos a veces venían con los ojos inflamados y
no querían sentarse igual no había donde solo la cama de plaza y media que
dolores compartía con su hijo, y le contaban sus penas y como ella era la
suertuda de no estar más en casa sufriendo los límites y las manos de su padre.
La bendición fue llegar a esa
empresa, consiguió el trabajo mejor pagado que tuvo jamás aunque hacía las
mismas cosas limpiar pisos y baños, pudo por fin alquilar un departamentito con
dos habitaciones un baño y una cocina- comedor, era el cielo para ellos. Y
después con los cursos de la empresa había podido demostrar que era inteligente,
capaz y se sentía bien consigo misma al fin la vida le sonreía. Pero de lo que
más estaba agradecida era de haber conocido a ese hombre tan varonil y
comprensible con el que ahora estaba , ella sabía que él hacía rato estaba
detrás de ella pero no iba a arriesgarse otra vez menos si era solo para
sacarse las ganas como sabía que estaban acostumbrados los hombres que ella
conocía. Poco a poco fue viendo que era en serio y que sus modales e intentos de conversaciones no tenían solo
el objetivo de llevarsela a la cama. Dos años de los más hermosos y llenos de
amor había vivido y estaba feliz, sus hermanos que la visitaban ya sin
esconderse estaban felices por ella y se habían hecho amigos de su novio. El
único problema era que ANGEL a sus trece años de edad no lo aceptaba y le hacia
la vida imposible y LEONARD aunque era paciente
e intentaba caerle bien a veces se frustraba y no iba por días al
departamento. Eso la ponía un poco mal, sus hermanos le decían que ese niño
necesitaba limites pero como hacerlo si era la luz de sus ojos? Si había
sufrido tanto… ella no podría hacerlo e
incluso llegó a pensar que lo mejor sería cortar con LEONARD pero la solución
vendría de otra manera….
Vaya, qué introducción, Luna!!! Interesante y conmovedora historia!!! Debo decirte Lunita que eres increíble!!! :-D
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