La Historia de André Cap. VI

La Historia de André Cap. VI

Hooooolaaaaaaaaaaa,  sé que he estado desaparecido por algún tiempo, aunque menor del que yo pensaba, les cuento que las cosas en la casa están un poco tensas, papá y Estela se pelearon y todo por culpa de mis abuelos y bueno, en estos momentos la casa no es uno de los mejores sitios para estar, ustedes saben lo tenso que se pone el ambiente familiar cuando papá y mamá (en este caso Estela) se pelean.  Los dos están de un humor de perros y Juanjo me dijo que lo mejor en estos casos es mantenerse fuera de la vista de cualquiera de ellos.

Los dos están en plan, no me importa lo que hagas y no tengo nada que decirte, apenas si se hablan. La verdad yo le doy la razón a Estela, aunque entiendo a Juan Fernando, ya van en eso una semana.  Lo peor del caso es que los dos pierden la paciencia por todo y por nada, los gritos no se hacen esperar y bueno los tres estamos prácticamente como pelota de pimpón.  Así que pasábamos recluidos en nuestras habitaciones tratando de pasar desapercibidos.

El problema se dio porque mis abuelos llamaron a papá con la brillante intensión de invitarnos a todos, incluida Estela y sus hijos, a un almuerzo de integración familiar, a lo que papá sin preguntarle a ella dijo que sí. Cuando se lo comentó a Estela, ella puso el grito en cielo diciendo que debía haber tenido la delicadeza de preguntarle primero y que ni ella ni sus hijos irían, que ella era quien no tenía nada que ver con esa familia y que él estaba muy en su derecho de ir conmigo por supuesto solo si yo quería. Que no se iba a prestar a la payasada de parecer una familia feliz después de todas la humillaciones que tuvo que soportar y de que se dieran el lujo de negar a sus nietos y llamarlos bastardos en cada ocasión que podían. No, no y no.

Juan Fernando le dijo que dejara de ser tan rencorosa, que su familia reconocía que se había equivocado con ella y que querían conocer a los niños, que les diera una oportunidad. Pero Estela zanjó el tema diciéndole:

-No Juan Fernando y es mi última palabra, ni mis hijos ni yo pisaremos jamás la casa de tus padres, nunca me oyes?

-Como quieras, si no quieres ir, no vayas pero mis tres hijos van conmigo y fin del asunto- y subió a su habitación

- Ni lo sueñes Juan Fernando ni lo sueñes- le gritó Estela desde la sala

Y bueno eso fue hace casi  más de una semana y la reunión es este fin de semana, este sábado y estamos en jueves, mis pobres hermanos están entre la espada y la pared, Estela les prohibió ir a donde los abuelos y Juan Fernando les dijo que irían si o si. Me alegra no estar en sus zapatos, pobrecitos, al final ellos terminan pagando los platos rotos, si van con papá traicionarán a Estela y si se quedan papá los matará, que dilema, ellos siempre me han ayudado y bueno estoy planeando hacer algo para ayudarles sin salir quemado en el intento. El Fer debe llegar en una hora aproximadamente, fue al centro comercial con unos amigos y Juanjo se fue a las canchas a jugar, yo le dije que me dolía un poco la cabeza y por eso no fui con él. Deséenme suerte, voy a hablar con papá y Estela que aunque no se hablan siguen compartiendo los quehaceres en la cocina.

-Papá, Estela puedo hablar con ustedes unos minutos?

-Hijo que sucede?

-Qué pasa cariño?

-Quiero conversar un rato con ustedes de lo que está pasando

-Amor tú no te preocupes que no tienes la culpa de nada- me dijo de inmediato papá

-Papi, Estela, escúchenme, por favor si?

-Dinos que pasa- me animó Estela

-Sé que no debería meterme en esto, pero la verdad me preocupan mis hermanos, esta situación es muy injusta para ellos, por favor no se enojen por lo que les voy a decir pero siento que debo hacerlo por todos los que vivimos en esta casa.

-Te escuchamos hijo

-Se perfectamente que mi abuela siempre ha rechazado a Estela y ella tiene toda la razón en negarse a ir al almuerzo y no querer que Juanjo y Fer vayan tampoco, los abuelos han sido muy injustos con ellos durante años. Comparto con ella lo que te dijo sobre que primero debiste preguntarle antes de aceptar de inmediato sin consultarle- mi padre me miraba entre sorprendido y confundido. Pero entes de que pudiera decir nada miré a los ojos de Estela y continué.

- Estela, debes reconocer que papá tiene razón al pedirte que no seas rencorosa, que les des una oportunidad más que a los abuelos, a mis hermanos de conocer a nuestros abuelos, porque quieras o no son sus abuelos también, son su familia y parecen que están dispuestos a cambiar.

-Entiendo que cada uno de ustedes tengan sus propios intereses y que papi quiera que los abues conozcan a sus nietos y que haya unión en la familia, ellos son sus padres después de todo, Estela es normal y lógico que no quieras nada de ellos pero te pido por mis hermanos que no los pongan entre la espada y la pared no es justo que al final sean ellos los que paguen los platos rotos. Estela les prohibiste ir con papá donde los abuelos, y papi tú dijiste que irían si o si.

-Creo por el bien de todos, ustedes deben conversar y llegar a un acuerdo, es muy incómodo para nosotros verlos así sin casi hablarse, además están muy irritables pierden la paciencia muy fácilmente y nos gritan por todo, la verdad el ambiente está tan tenso que tratamos de estar fuera la mayor parte del tiempo y cuando estamos en la casa en vez de convivir como una familia, nos encerramos cada quien en nuestro cuarto.

-Se que no debería meterme en esto, pero ustedes son mi familia. Tú eres mi papá y Estela es tu esposa y la mamá de mis hermanos, siempre se ha portado bien conmigo y la verdad estoy muy agradecido con ella, de verdad me siento parte de esta familia, gracias Estela.

Estela se puso de pie de un salto, estaba llorando desde hacía rato, me abrazó con fuerza y yo le correspondí con gusto, de verdad ella desde que llegué me trataba muy bien.

-Gracias a ti André, no sabes lo importante que son para mí tus palabras, el saber que te sientes parte de nosotros, porque esa es la verdad eres parte de esta familia, eres hermano de mis hijos y el hijo de mi esposo, eso te hace mío también, no es mi intención usurpar el lugar de tu madre, jamás podría, solo seré lo que tú me permitas ser y espero que me permitas abrazarte y besarte cuando llegas de la calle o cuando subes a dormir como lo hago con tus hermanos, claro siempre y cuando no te moleste.

- Gracias Estela las dos veces que me has abrazado y besado pues no me he sentido nada mal, al contrario- le dije sin evitar que rostro dibujara una sonrisa.

Estela volvió a abrazarme muy efusivamente y me dio un beso en la frente mientras decía

-Gracias cariño, no sabes cuánto significa esto para mi

En todo este tiempo papá se mantuvo en silencio, observando cada uno de nuestros gestos mientras conversábamos Estela y yo. Se puso de pié y me abrazó muy muy fuerte, el brillo de lágrimas contenidas se podían ver en sus ojos.

-Cuando te volviste tan sabio, tan generoso, tan noble

-No se papi, tal vez son los genes- le dije mientras le guiñaba un ojo tratando de quitar sentimentalismo al asunto

-Pero los de tu madre- dijo de inmediato Estela y los tres nos reímos con gusto

-Puedo ir a jugar en las canchas con Juanjo?

-Claro amor ve- me dijo de inmediato papá

-Chao papá, chao Estela- les di un beso en la mejilla a los dos por primera vez desde que había llegado a vivir con ellos.

No sé que fue lo que hablaron pero, pero cuando Juanjo y yo entramos a casa los vimos riéndose y hablando como de costumbre. Ninguno había ido a trabajar, lo cual no importaba ya que cada uno era el mayor accionista de los consorcios de abogados donde trabajaban. Los dos besamos a papá y a Estela y ellos de una nalgada cariñosa nos enviaron a la ducha. Todo había vuelto a la normalidad y hasta había mejorado un poco.

Al terminar el almuerzo papá nos dijo que teníamos reunión  familiar en la sala, Estela y papá se sentaron juntos en el sofá de los castigos tomados de la mano, se veían felices.

-Hijos, antes que nada queremos pedirles disculpas por la tensión vivida en estos días y por nuestro mal humor. Estela y yo hemos conversado y quedamos en que si ustedes quieren vendrán conmigo al almuerzo verdad Estela?.

-Si niños si ustedes desean ir yo no me sentiré traicionada ni defraudada, ellos son sus abuelos y tienen el derecho de conocerlos así que la decisión es suya

-Tú no irás mami?- preguntó el Fer

-No hijo aún no estoy lista, pero está bien si desean ir con su padre

-Entonces chicos qué me dicen?- preguntó papá con una sonrisa y con brillo de esperanza en su mirada

Silencio absoluto

-Juanjo?

-Perdón papi, pero yo no voy si mamá no va

-Yo tampoco- aseguró de inmediato el Fer

-Como quieran- dijo papá y se levantó para irse, se notaba frustrado y triste. Estela de inmediato tomó su mano

-Amor, iré contigo, vamos a ir todos- papá se volteó de inmediato y la abrazó muy fuerte los tres nos miramos sonrientes, aunque era raro para mí ver a papá en ese plan, no me molestó en absoluto.

 Así llegó el dichoso sábado, Estela se cambió como diez veces, papá como cinco y mis hermanos al menos tres veces, todos estaban muy nerviosos y eso para mí era muy cómico, no paraba de burlarme de ellos.

Todo estaba saliendo de maravilla, aunque  era evidente que el ambiente se volvía tenso cada vez que la abueli le preguntaba algo a Estela. Papá no la dejaba sola en ningún momento. Una vez terminado el almuerzo salimos los cinco a jugar en el patio, si nosotros tres y las dos hijos de mi tío Esteban, Elean y Leonora que tenían 16 y 14 años respectivamente.

Nos pusimos a jugar por el amplio jardín hasta que llegamos a la piscina y ni siquiera se por qué mis primos  se pusieron a discutir y cuando Leonora se volteó para regresarse a la casa, Elean la empujó, Juanjo que estaba cerca de ella trató de agarrarla pero no pudo, Leonora pensó que era él quien lo había empujado, nadó hasta el otro lado de la piscina y muy enfada le gritó

-Eres un imbécil Juan José como te atreves a empujarme así- y llorando corrió hasta la casa

Juanjo se puso pálido, papá lo mataría.

Los cuatro corrimos detrás de Leonora pero cuando llegamos ella estaba llorando en los brazos de su padre y papá estaba furioso.

-Juan José como se te ocurre hacerle eso a la niña, ni siquiera sabías si podía nadar o no pudo haber muerto- le dijo indignada la abuela

-Vaya, Juan Fernando se nota que has educado bien a tus hijos, si este el comportamiento del mayor que podemos esperar del menor- dijo de inmediato el abuelo

Eleonora ni siquiera estaba allí ya que su madre se la llevó a que se cambiara de ropa

-Qué pasó Juanjo?- preguntó Estela

-Qué?- respondió de inmediato la abueli-acaso no escuchaste a Leonora?

-Si la escuché pero quiero saber que tiene Juanjo que decir al respecto. Habla cariño.

-Y qué  piensas que va a decir?...crees acaso que va a reconocer lo que hizo. Seguro lo niega, y …

-Mamá por favor basta, deja que hable mi hijo. Qué pasó Juanjo?

Y Juanjo procedió a contar las cosas tal cual pasaron, de inmediato tío Esteban preguntó

-Es verdad eso Elean?

Todos nos volteamos a ver a Elean

-Si papá…. Juan José trató de evitar que cayera……. yo fui quien la empujó

Tío Esteban estaba furioso, lo tomó por un brazo y le ordenó

-Discúlpate!

-Lo siento- dijo el pobre entre lágrimas. El tío lo giró le dio tres duras palmadas delante de todos y le ordenó

– Sube a disculparte con tu hermana de inmediato y quédate arriba el resto del día ya hablaremos al llegar a casa- Elean subió corriendo hecho un mar de lágrimas, todos allí sabíamos lo que esas palabras significaban y tío Esteban era peor que papá, pobrecito Elean.

-Hermano, Estela, Juan José siento mucho lo que pasó, espero que sepan disculpar a mis hijos- dijo con sinceridad el tío

-Si, no te preocupes, son cosas de chicos- dijo Estela con una sonrisa- Amor creo que es hora de marcharnos- le dijo a papá

-No hasta que mis padres se disculpen con Juanjo. Lo acusaron injustamente.

-Papi no…..

-Si hijito tu padre tiene razón lo siento mucho Juanjo- dijo de inmediato el abuelo

-Yo también lo siento- dijo la abuela, y abrazó a Juanjo y le plantó un beso en la frente

Nos despedimos de inmediato y salimos rumbo a casa, en el auto reinaba el silencio absoluto, cada uno iba sumido en sus propios pensamientos.

Al entrar a casa Juanjo abrazó a papá y le dijo

-Gracias papi por apoyarme

-Siempre voy a apoyarte amor, eres mi hijo. Escúchenme bien los cuatro, ustedes son mi familia, lo más importante en mi vida, siempre, siempre, siempre estaré de su lado, no volveré a pedirles que vayan conmigo si no es su deseo, se los prometo- y los cuatro nos integramos en un solo abrazo.