LA PRIMERA CITA
- Papá lo que hiciste con Dick fue
muy bajo – dijo Jason entre sonriendo y curioso.
- Eso crees – dijo Bruce muy serio y
levantando una ceja
Inmediatamente Jason se echó para
atrás sabía perfectamente lo que significaba esa ceja levantada – digo usar a
Damien para que interrumpiese la cita de Dick y Babs.
Bruce esta vez sonrió al recordar lo
perfecto de su plan y al ver la sonrisa en el rostro de su papá a Jason le
volvió el alma ala cuerpo.
- Yo no lo creo así, si lo piensas
mejor usar a Damien fue lo menos invasivo que se me ocurrió, pero ya que te parece
bajo quizás cuando tengas tu primera cita sea yo mismo quien me siente entre tú
y tu chica.
- Papá no puedes hacer eso – dijo
Jason horrorizado.
- Claro que puedo – dijo Bruce y tomo
a Jason para darle un abrazo cosa que tomo al chico de sorpresa – Pero ni se te
ocurra pensar en tener nada de citas, Jason que con Dick me basta por ahora –
Bruce le revolvió el pelo a su hijo con cariño.
- Papá deja de hacer eso, mi pelo –
ante el reclamo Bruce le dio un beso en la frente – Papá ya para - dijo Jason
haciéndose el sentido y abrumado.
- Que acaso no puedo darle un beso a
mi hijo? – Bruce sonreía, siempre que podía intentaba demostrarle a sus hijos
que los amaba y esas oportunidades eran muy pocas con Jason que era por lejos
el más arisco de los cuatro.
- En vez de estar despeinándome,
deberías ir a ver a Damien que la última vez que lo vi iba como en el 4 mousse
de chocolate.
- Diablos como lo hace ese niño para
comer tanto chocolate – Bruce salió rumbo a la cocina
Jason se quedó más tranquilo,
conversar con su padre nunca fue fácil para él, en especial porque Bruce Wayne
era casi una máquina detectora de mentiras y eso lo había aprendido a la mala,
pero el tiempo hace que nos perfeccionemos en algunos objetivos y Jason era el
mejor ocultando sus secretos, claro que no era infalible por lo que prefería
evitar conversaciones muy personales, como lo eran las chicas.
La verdad es que a Jason sí que le
gustaban las chicas y no solo eso sino que en cuanto pudo se compró una
identificación falsa y con la ayuda de Tim la perfeccionó y se fue a un club de
strippers, si Dick quería esperar hasta que papá le diera permiso para salir
con alguna chica, Jason no tenía los mismos planes, él quería experimentar lo
que cualquier chico de su edad hacía y fue así en un club de strippers con los
ahorros de varios meses se hizo hombre
bueno en términos prácticos.
Obviamente que el adolescente sabía
que si Bruce se llegaba a enterar de tales hazañas
Podría considerarse hombre muerto, ni siquiera
quería pensar lo que le haría su padre si se enteraba que su hijo había perdido
la virginidad con una chica de la cual no se acordaba ni su nombre.
Bruce se dirigió a la cocina para ver
como Damien seguía comiendo mousse de chocolate, suspiro pensando que seguro
que esa noche iba a ser una larga noche cuidando a su niño con dolor estómago –
Dami, pequeño si siguen comiendo te vas a enfermar – dijo Bruce mientras tomaba
una toalla y la humedecía para limpiar la carita llena de chocolate que lucía
el menor de sus hijos.
- Papi, dijiste que podía comer
chocolate – dijo el chiquito haciendo un pucherito.
- Si Dami, pero no pensé que te
querías intoxicar con chocolate, vamos bebé te vas a enfermar – Bruce cargo al
pequeño en brazos y se dirigió al cuarto de baño, Damien necesitaba un baño
urgente.
Pero antes de poder llegar a
su destino el pequeño hizo lo que hacen los niños que comen muchos dulces y sin
siquiera dar una aviso vomito encima de su papá, hace 20 años atrás Bruce se
hubiera enojado a niveles insospechados, sin embargo en ese momento el hombre
más cotizado de Gotham solamente lanzo un suspiro frustrado, ni siquiera hizo
una mueca de asco.
- Ya mi pequeño solo respira
– dijo Bruce mientras pasaba la mano por la espalda de Damien, mientras el niño
sollozaba.
- Jason!! – gritó Bruce
mientras caminaba intentando no ensuciar nada más – Jason!!
Pero si Bruce no había hecho
ningún gesto de asco la cara de Jason era de repugnancia - Diablos Damien, que asco.
Bruce lo miró enojado – Quédate
con tu hermano voy a cambiarme.
- Papi no te vayas – dijo un
sollozante Damien levantando sus bracitos hacia su papá.
- Tranquilo bebé, solo me voy
a cambiar y vuelvo – dijo dándole una sonrisa tranquilizadora – te quedas con
Jason – El niño se quedó haciendo pucheritos, pero Jason le dio la mano para
llevarlo al baño no iba a ser que vomitara de nuevo.
Bruce volvió con su pequeño
enfermo, le dio un baño le puso pijama y se acostó con él una vez que el
chiquito estaba profundamente dormido se atrevió a moverse, Jason se quedó
mirando y admirándose de su padre, como él mismo hombre que patrullaba por las
calles de Gotham combatiendo a los más
peligrosos delincuentes, podía también ser el hombre cariñoso y con infinita
paciencia para con sus hijos, especialmente cuando alguno estaba enfermo.
Una vez que padre e hijo
estaban lejos de la habitación del más pequeño de la familia Bruce pudo respirar
tranquilo.
- Donde esta Dick? – pregunto
preocupado fijándose en su reloj.
- Dick está en la reunión del
consejo escolar, debería estar por llegar.
- Voy a estar en mi oficina,
por favor cuando llegue Dick le dices que quiero hablar con él.
- Claro Bruce – dijo el niño
riendo, e inmediatamente sintió una picadura en su trasero – Ouch Papá!!
Más tarde de lo pensado Dick
llego intentando pasar desapercibido, de todos menos de Jason que lo estaba
esperando husmeando en las cosas de la habitación de su hermano mayor.
- Hasta que por fin Dickie,
veo que tu cita con Barbs estuvo mejor de lo pensado – río el chico
- Que haces husmeando mis
cosas Jay Jay – Jason odiaba que lo llamaran así, fue una de las primeras
palabras que había dicho Damien y para su mala suerte Dick estuvo ahí para
escucharla.
- Cálmate Dickie, yo solo
quería informarte que Papá estuvo preguntando por su querido hijo mayor – Dick
inmediatamente puso mayor atención – No pongas esa cara le dije que estabas en
el consejo escolar – el mayor de los chicos volvió a respirar.
- Te debo una, hermano.
- Una, pensé que eras un
genio de las matemáticas.
- Lo se Jason, gracias
salvaste mi trasero.
Jason se sentó en la cama
mirando a Dick con curiosidad, no había que ser un buen detective para darse
cuenta que el adolescente venía de haber pasado una muy buena tarde con su
novia.
- Y bien hermano, hasta que
por fin Babs y tú?
- Cállate Jason - Dick le tiró una almohada y se sonrojo
- Puedes decirme que me
calle, pero a Papá no podrás se te nota en la cara hermanito y recuerda que
somos hijos del mejor detective de Gotham, yo que tú me daría un baño.
Dick comenzó a transpirar si
era verdad lo que decía Jason estaba tan muerto, y pensar que solo esa tarde
había pasado la mejor tarde de su vida.
- Ah y por cierto Dickie,
papá te espera en su despacho – y el joven salió con una risita de triunfo en
su cara.
Bruce intentaba no llevarse
trabajo a la casa pero había veces que no podía ir en contra de sus
obligaciones y esa era una de las
excepciones, mirando preocupado el reloj que colgaba de la pared se extrañó que
Dickie no llegara todavía, desde que había comenzado a salir con Barbara
Gordon, Bruce intentaba saber siempre
donde estaba su hijo y en especial que estaba haciendo su hijo con
Barbara.
Podía ser paranoico pero
sabía perfectamente cómo eran los adolescentes y las consecuencias que podía traer el sexo,
ni se quería imaginar ser abuelo tan pronto, el solo pensarlo lo dejaba helado.
El teléfono sonó sacándolo de
sus pensamientos.
Al escuchar la vocecita
alegre que le contestó, inmediatamente Bruce sonrió ante la llamada de uno de
sus hijos.
- Timy, como estas? Te estas
portando bien? – comenzó el interrogatorio de un padre preocupado.
- Ok pequeño, te extraño Timy, cuando vuelven?
- Ok te estaré esperando en
el aeropuerto, cuídate si, nada de ir por ahí solo, y no hagas enojar a la Tía
Harriet.
- Te amo – dijo Bruce y colgó
el teléfono sintiendo un vacío por la falta de uno de sus hijos, que estaba
lejos de paseo con la Tía que amablemente se había ofrecido a ir con Tim a una
excursión que la academia ofrecía a los mejores alumnos de cada curso.
Se quedó un minuto pensando
en cómo sus hijos crecían tan rápidamente lo que lo llevo al mayor de sus hijos.
Ya que Dick parecía no
aparecer en su oficina, Bruce se dirigió
a la habitación de su hijo ni siquiera tocó la puerta que estaba semi cerrada.
- Hola papá – dijo el
adolescente apenas su padre pisó su cuarto, sabía que vendría a verlo en cualquier momento y no se
equivocó.
- Dick, te estaba esperando –
dijo Bruce serio.
- Lo siento, estoy un poco
cansado y para despejarme tome una ducha, no sabes cómo es poner de acuerdo a
todos, sé que fui yo quien se postuló a la presidencia del concejo escolar pero
en este tiempo me he replanteado mi opinión sobre los modelos dictatoriales –
el adolescente hablaba mientras terminaba de vestirse intentando no mirar a la
cara a su padre.
Bruce por otro lado no tenía
muy buena cara, acercó una silla y se sentó enfrente a su hijo mayor – Me
parece muy Interesante tu opinión sobre las dictaduras, Richard –
Inmediatamente al escuchar su nombre el adolescente se paró y volteo a ver a su
padre, nada bueno podía venir después que su padre lo llamara por su nombre.
- Paso algo papá – Dick lo
miró entre curioso y asustado.
- No, nada en particular solo
que hoy me llamaron de la academia, para avisar que la reunión del concejo fue
suspendida para la próxima semana – Dick se quedó helado - y como sabes me quede preocupado y quise
comunicarme contigo pero tu celular estaba apagado, entonces llame al
Comisionado Gordon resulta que Barbara Gordon tampoco contestaba ninguna
llamada, quieres decir algo al respecto Richard? – Dick estaba pálido si algo
sabía con certeza era que su padre odiaba las mentiras.
Pero Dick hace tiempo que
estaba aburrido de ser tratado como un niño, ya se consideraba un adulto más
aún ahora que ya era todo un hombre – Llamaste al Comisionado Gordon, No tenías
ningún derecho!! – El adolescente hablo fuerte.
Bruce levantó su ceja en
señal de reprobación – Con el derecho que me da ser tu Padre jovencito, y me
vas bajando el tono – Bruce se paró de la silla y caminó peligrosamente para
quedar frente a su hijo – Me mentiste Richard, dónde estabas y que estabas
haciendo?
Dick le dio vuelta la cara,
simplemente no podía mirar a su padre a la cara pero no de vergüenza sino de
frustración - Realmente Papá, quieres
saber que estaba haciendo? – no alcanzó a terminar con la frase cuando sintió
una picadura en su trasero, como su padre era tan rápido, en un minuto estaba
parado y un segundo después estaba boca abajo recibiendo palmadas.
- No voy a aceptar ninguna
insolencia Richard Greyson Wayne – dijo Bruce mientras se encargaba del trasero
de su hijo.
- No seas hipócrita, sabes
perfectamente que no he hecho nada que tu no hayas echo a mi edad – dijo el
chico seguido de gritos de dolor imposibles de callar su padre tenía una mano
de hierro.
Bruce paro el castigo e
inmediatamente se le vino a la mente la conversación que tuvo con la Tía
Harriet y Alfred – Acaso estuviste escuchando detrás de las puertas Dick – y
aplico 4 palmadas particularmente dolorosas en el trasero de su hijo.
- Ouch Ouch papá solo estaba
pasando por ahí – dijo el chico esperando que su padre parara su castigo.
Bruce dejo a su hijo en
libertad pero antes que Dick pudiera dar un paso lo tomó del brazo y lo llevo
hacia la esquina de su habitación – Esta bien Richard, si crees que puedes
cometer los mismos errores que yo cometí a tu edad, entonces también recibirás
el mismo castigo que yo recibí – dejando a su hijo mirando a la esquina - Te quedarás
ahí, ni se te ocurra moverte.
Dick solo atinó a pasarse su
manos por su adolorido trasero, solo temiendo lo que le deparara el futuro, no
tuvo que esperar mucho ya que su padre solo se demoró unos minutos en llegar,
el chico pudo mirar de reojo y al ver la vara en la mano de Bruce, su cara
palideció y sus rodillas se debilitaron.
- Richard inclínate sobre el
escritorio – fue todo lo que dijo, Dick gimió pero obedeció.
Sintió el aire en su trasero
cuando su padre le bajo los pantalones dejando desnudo su trasero, volvió a
gemir pero no dijo nada, el dolor que la vara causaba era mil veces peor que la
mano de hierro de Bruce, Dick no pudo evitar pedir clemencia, gritar de dolor
al sentir el castigo y el silbido del detestable artefacto cuando caía en su
trasero.
Bruce sabía el dolor que
estaba provocando por eso que intentó ser lo más rápido en aplicar 15 varazos
en el trasero de su hijo mayor, los mismos 15 varazos que él recordaba haber
recibido en esa misma posición y por parecidas circunstancias.
Dick era solo sollozos al
encontrar los brazos de su padre, como puede un hombre causar tanto dolor y
luego consolar tan cariñosamente – Ya pasó mi niño, ya paso esta todo perdonado
– dijo mirando la cara llorosa de su hijo – Espero que te quede muy claro que
no voy a dejar que cometas los mismos errores que yo cometí, así que mañana
tendremos una reunión con el comisionado Gordon y su hija.
Dick abrió sus ojos asustado
– Papá, no hagas eso por favor.
- Hey solo vamos a hablar y dejar algunos puntos claros, nada
más te lo prometo – Bruce le dio un beso en la frente a su hijo y lo acomodó en
su cama, como cuando era pequeño y él se aseguraba de que Dick se quedará
dormido.
Nada podía haber sido más
doloroso para Bruce que castigar a su hijo con la vara estaba agotado, pero aun
así paso a ver a Damien, su hijo más pequeño dormía como un angelito, se acercó
al bultito en la cama lo tapo con las mantas y le dio un beso en la mejilla, el
niño ni siquiera se movió.
Terminando su ronda paso a
ver a Jason que también dormía un poco más desparramado que Damien, su hijo más
rebelde se veía tan adorable que por un minuto se le paso el detalle que Jason
le había mentido, inmediatamente tomo nota para tener una conversación con su
querido hijo, pero ahora francamente estaba agotado no físicamente pero si
mentalmente.
Bruce sabía que no iba a
poder dormir, así que se dirigió a la Baticueva y se puso su traje de Batman
mientras sus pensamientos volaban lejos de la mansión, un sonido conocido lo
sacó de sus pensamientos, los pasos de Alfred se unieron al ruido de las
computadoras – Va a salir a patrullar Señor – dijo el Mayordomo.
- Solo será unas horas,
necesito tomar aire – Bruce dijo serio.
- Problemas con los
Señoritos? – dijo Alfred
Bruce lo miró y le dio una
sonrisa – Si Alfred, los niños crecen tenías razón no puedo ir contra el tiempo.
- Cuídese Señor – dijo Alfred
y le dio una sonrisa.
Bruce lo quedo mirando, acaso
Alfred sabía?
Batman tomó las calles más
alejadas de Gotham, se dirigía directamente a su destino se sentía bien
caminando en la noche, era un animal nocturno, buscaba a su presa con ansias.
Por fin una sombra lo rodeo
sintió una electricidad correr por su cuerpo, siempre la sentía cuando se
acercaba a ella, la sombra se convirtió en una mujer que caminaba vestida de
negro con un traje ceñido a su perfecto cuerpo, su caminar era felino al igual
que todo el ella.
- Miau – dijo lascivamente y
paso su lengua por sus labios rojos – pensé que ya no vendrías?
- Batman se acercó a ella, la
atracción se sentía en el ambiente era como si fueran imanes ambos cuerpos se
fundieron en uno, más que una abrazo era una fusión de las más peligrosas.
- Tuve algunos problemas? –
dijo la voz ronca.
La mujer lo fue rodeando sin
quitarle la vista de encima – Problemas con tus pajaritos?
Inmediatamente el cuerpo de
Bruce se tensó, la mujer se dio cuenta sabía que a Bruce no le gustaba que
hablara de sus hijos.
Con una habilidad felina la
mujer saltó por los tejados y el hombre en traje de murciélago la siguió por
los callejones de Gotham, como gatos callejeros.
Llegaron a una pequeña casa
alejada de todo, era su refugio solo ellos lo conocían ahí se sentían seguros y
podían ser ellos dejaban atrás las máscaras y
unían sus cuerpos que parecían hechos para estar juntos, podían estar
toda la noche juntos pero siempre llegaba el momento de separarse y Selina Kyle
se sentía vacía pero al igual que Bruce no miraban para atrás, era una relación
extraña que hace mucho tiempo habían dejado de encasillar.
Hubo un momento en la vida de
Selina Kyle que pensó en tener una vida normal, ahí estaba el príncipe azul que
cualquier mujer hubiera deseado, ambos eran como adolescentes su relación era
pura piel y química, se hacía imposible separase sin sentir dolor.
En sus manos estuvo tener una
relación normal con el millonario más cotizado de Gotham , pero la gata que
llevaba dentro gano, ella siempre sería Catwoman, un engendro más de Gotham City.
Fin……
Fascinante....me encantan las historias de superheroes y en especial esta. Batman es genial... y tu tambien Gloria
ResponderBorrarMuchas gracias....me encanto!!!!!
Ese Bruce se paso... con Dick... tiene que darle crédito que sus chicos están creciendo jajajja me gusto.
ResponderBorrarUyyy cuando se entere de Jason le ira a dar algo jajajja
Aww :3 si de por si leer de Bruce es un placer, leer a este Batman tan cariñoso como padre es un autentico deleite jejeje te a quedado genial :3 y auch! Apoyo a Sanha que pasaría si se enterara de Jason? Pobres chicos se quedan huérfanos del infarto que le da o sin un hermano jeje
ResponderBorrarSaludos
Que decir si por tu historia me desvele por completo. Que bonita relación hay entre Bruce y los chicos , pobrecito Dickie le dio duro! Pero que se creía que podía engañar a Batman?
ResponderBorrarActualiza pronto que pasara con Jason?
Gloria creo que es la primera vez que te escribo un comentario y te pido perdón por ello, eres una buenísima escritora tienes mucho talento sabes me encanta tus fics de Superhéroes pero también de mis grandes favoritos es el de Stargate que esta en la pagina de Marta espero que también lo continues
ResponderBorrarestrella
Gloria me encanto... pero yo quiero saber que pasara cuando Bruce se entere de las andanzas de Jason anda di que si
ResponderBorrarGloria, GLORIAAAA; como la cancion o prefieres Gloria Gloria ALeluya yo prefiero esta porque siempre que escribes me dejas con el corazon en vilo, malvada ruin (aunque intimamente debo confesar que lo disfrute) 15 varazos fueron feos se los merecia
ResponderBorrarun besote no te tardes
Gloria!!!!...como que tu nombre se ha hecho famoso porque a todos nos dejas con ganas de seguir leyendo!!!
ResponderBorrarVale, que ya te lo he dicho pero como se vale repetir, te lo repito mil veces más: me fascina tu forma de narración y cada que escribes de Batman y sus retoños me dejas con suspiros!!!
Saludes mi querida amiga y espero tener el placer de leerte pronto!
Guau me encanta tu forma de escribir en el primer segundo que empiezo a leer no puedo parar.
ResponderBorrarPor favor saca un libro