AMERICAN PIE
¡CELOS!
No puede
ser que aún no pueda olvidarla. ¡Oh por Dios si puede ser mi madre! _ Se
repetía una y otra vez aquel joven de
ahora diecinueve años. _ Creo que mejor no voy _ Iba dispuesto a abrir la
puerta de su departamento, pero retrocedió unos pasos, daba vueltas caminando
alrededor de la sala, rascándose la cabeza una y otra vez, y si estaba pensado
en aquella mujer; esa señora madura que le quitaba el sueño desde la primera vez que le conoció y con
quien perdió la virginidad. Y allí
estaba sentado ahora en el sofá Paul Finch; un chico educado y bastante maduro para su edad, pero que en aquellos instantes estaba al borde de la
locura. Había decidido no contestar más
el teléfono de su amante, ni visitarla a su casa. Pero esa decisión solo duro dos minutos pues no aguanto la tentación
y sin siquiera avisarle se apareció por
sorpresa en su casa y con suerte,
la puerta estaba medio abierta,
así que como él ya tenía la confianza
para entrar sin avisar cuando se le apetecía, pues decidió hacerlo
una vez más; corrió hacia su habitación, pero no contaba con que ella
estaría con su sobrino Brandon Stifler quien tiene casi su misma edad.
Tía
Jeanine es muy cariñosa con el muchacho y le estaba haciendo piojitos en la
cabecita mientras veían televisión. En
ese momento iba llegando Paul y escucha palabras como: “Mi amor”, “Te quiero”, “Mi pichoncito” pero todo era en
plan de tía, pero eso Finch no lo sabía y el demonio se apoderó de él y empezó
a maldecir, armando un completo
escándalo, llegando a golpear
en el rostro al pobrecito de Brandon. Aquello fueron celos
descontrolados por parte de nuestro tomador de capuchinos sofisticados. Jeanine
abrió los ojos como plato. Jamás pensó que el chico reaccionaría de aquella
manera, eso lo podría esperar de su propio hijo Steve Stifler que era bastante
impulsivo, pero no del culto, pacífico
de Finch. Ella decidió guardar la compostura, saco a Paul del cuarto, le
explico que Brandon era su sobrino y que hablarían muy seriamente sobre lo ocurrido.
El muchacho solo asintió, ya calmado.
Ella se
dirigió a la cocina para colocar una bolsa de hielo en la mejilla de Brandon
que se quejaba de dolor. Finch había estudiado artes marciales y boxeo chino
desde que iba en la secundaria, y aunque nunca para herir a nadie, esta vez sus
celos no le hicieron pensar, y mientras la mamá de Stifler se ocupaba de aquel
chico, en el pasillo teníamos a un preocupado Finch por el problema que él
solito formo en un par de minutos.
¡Madre de
Dios! ¡¿Por qué no me quede en mi departamento?! ¡¿Cómo paso por mi mente hacer
algo así?! _ Se cuestionaba en voz alta reflexionando sobre su actitud, en lo que caminaba hacia
la puerta de salida. Jeanine
quien terminó de atender a su sobrino, vio que el casi adolescente iba saliendo
como si nada, y decidió detenerle.
__ ¡Alto
Ahí Paul Finch! __ Le llamo por su
nombre completo, aquello le sorprendió mucho, pues siempre le decía Finch, señor
Finch o Finchy, pero está vez era distinto.
El jovenzuelo se dio vuelta, palideció y solo balbuceó.
__ Que..ee
quie..quieres…
__ ¿Cómo
que quiero jovencito? ¡Usted y yo tenemos una conversación pendiente!__
respondió ella a lo que Paul abrió mucho los ojos, esto no iba bien ahora le
llamaba jovencito sonaba como su madre __ Y no me abra los ojos que no le voy a
echar gotas__ añadió.
__ Tía. Ya
me voy. Tengo que llegar temprano a casa mañana tengo clases__ anunció Brandon,
La sra. Stifler lo abrazo y le dio el beso de despedida, quedando ahora ella y Paul
solos en casa, de tal manera que le informó al chico que fuera a su habitación
inmediatamente.
__ Pero yo
me tengo que ir. ¿No podemos hablar mañana?__ sugirió, pues ya presentía lo que
ella tenía entre manos.
__ Por
supuesto que no. Será ahora. Vas aprender a controlarte. __ dijo acercándose y
tirando duro de la oreja del chico.
__ AU,
AUUUU ¿Y ahora que te he hecho yo para
que te ensañes con mi oreja?
__ ¿Te
parece poco, insultarme a mí y a mi sobrino? Y encima golpearlo, pero que
tienes en esa cabeza. No te creí capaz, pero ahorita te enseño yo a respetar a
los demás y a dominar tus emociones mocoso __ y así entre forcejeos lo empujo a
la pieza.
__ Oye no…
que me vas a hacer… No, no tienes
derecho. No eres mi madre__ El chico
peleaba con la señora para evitar que lo tumbara en sus faldas pero le fue
imposible. Jeanine sabía cómo manejar a
Finch. No necesito usar la fuerza, ya que la mujer aprendió técnicas de
sumisión y ahora tenía a su pareja donde quería y si, le daría un duro escarmiento a aquel
inconsciente. Finch no tenía escapatoria por lo que, decidió poner en marcha su
última alternativa.
__ Vamos
mamá de Stifler no iras a maltratar a tu amado Finch ¿o sí? Recuerda quien te hace gemir de placer. Venga que te chupe la…. __ No era el
vocabulario que él estaba acostumbrado a usar, pero tenía que librarse como
fuera o al menos eso pensaba él en aquellos instantes.
__
PLAFFF__ La señora se quito la alpargata y lo calló con un fuerte azote. Mamá
de Stifler como Finch aprendió a llamarla en un principió ya que después le
llamaba por su nombre de pila, pero siempre cuando quería manipularla repetía
mamá de Stifler con una voz que la volvía loca, pero esta vez la doña no se iba a dejar sobornar con sus
indecentes propuestas. La paliza iba con todas las de la ley, así que después
de aquel golpe certero en el centro del culete del muchacho, vinieron más y
bien fuertes, el hombrecito solo apretaba los labios, pero no se quejaba.
Decidió aguantar estoico, la dura de azotes con la zapatilla que le estaban
propinando. Aquello solo sonaba y sonaba
encima de sus pantalones bermudas de tela delgada que no ofrecían mucha protección.
La doña al no ver llanto ni quejas por parte de Paul, tiro sin previo aviso de
sus pantalones y calzoncillos, pero a este, no le pareció bien y reclamó
gritando.
__ ¡No! ¡No
me pegas con el culo al aire! ¡Estás mal de la cabeza! ¡Sádica!__ le ofendió, pero Jeanine no le hizo el
menor caso, más bien ahora aplicaba tandas de diez, quince y veinte azotes
de forma pausada, pero bien intensos primero en una nalga, luego en la otra y
sorprendiéndolo golpeando al centro. También le dio en repetidas veces en
la zona que
une el final
del culo con el inicio de los muslos. Allí sí que
Finch gritó, pidió disculpas desesperado y hasta un buen par de lágrimas
saltaron de sus ojos. Finalmente mamá de Stifler terminó la azotaina con los
últimos cinco, dos en cada nalga y uno al centro y le dejo pararse. El chico
tenía el culete rojo como tomate. Iba a prohibirle que se sobara, pero de
hacerlo, perdería la oportunidad de gozarse la escena. Contemplar a Finch con
sus dos manos en la retaguardia, los testículos en movimiento junto
con su pene
erecto que iba de arriba abajo con los brincos que pegaba mientras se
daba una buena sobada. ¡No tenía precio para ella! Se veía tan gracioso y
lindo, solo tenía diecinueve años, pero aparentaba tres menos.
__ Espero
que hayas aprendido la lección Finch__ dijo ella haciéndose la seria, pero por
dentro se reventaba de risa. No podía evitarlo, aunque tenía ganas de
abrazarlo. Todavía no era el momento, así que siguió dura sin quitarle la vista de encima, ese chiquillo
la enloquecía.
__ Si__
Respondió cabizbajo con las mejillas teñidas de rojo aún con sus manos en el
trasero.
__ Si
¿Qué? __ Preguntó ella seria, quería retarlo un poco más. ¡Vaya que se estaba divirtiendo!
__ ¡Si
señora!__ Dijo él
__ ¡No, no
señora!__ replicó ella.
__
Entonces como ¿Jeanine?__ Volvió a preguntar él, levantando un poco la mirada.
__ No,
dime mamá de Stifler.
__ Está
bien mamá de Stifler lo siento. Me portaré bien__ Dijo sonando algo infantil y
noto que la señora le miraba con picardía sus partes intimas. El joven se puso más rojo porque sé dio cuenta
que estaba enfrente de su amante con el
trasero rojo y sus genitales al descubierto. De tanto pataleo sus ropas estaban regadas en
el suelo. De esta forma, el mozo lucía como niño de preescolar un tanto
avergonzado, pero con muchas ganas de estar con su mujer, y así ambos se sumieron en un profundo
abrazo, ella le acariciaba la espalda y le decía palabras cariñosas, él por su parte tampoco perdió el tiempo, así que
comenzó a besarla con gran pasión, ella correspondió… y el resto es historia.
Bueno espero que les haya gustado chicas,
espero sus comentarios se aceptan críticas constructivas y halagos también.
Saludos. Nicole.
Quibo parce!!! Bueno aprovecho para comentar, estubo rebacana la historia Nicole. Bueno ahorita ando de vacas y por veces me dan chance de acostarme tarde. Me encanta esta peli, es bien buena. Y que bueno que se te ocurriò escribir de algo diferente. Pobre Finch. La mamà de Stifler no se anda con juegos. Espero màs has una de Jim con Michelle. Estuvo recortico yo querìa leer màs. Eres genial
ResponderBorraro . o interesante cambio en la peli jeje... mmm extraño pero interesante ver a los chicos revoltosos aquí.... jeje :)
ResponderBorrarNicole siempre sorprendiendo con tu talento!!!
ResponderBorrarQue manera de decir aquí estoy!!!! me gusto mucho!!
Yla peli es genial!! pero tu capi es mejor!!!