ESTA VEZ SERE YO
Capítulo veinte
Luego de tomar desayuno subieron a la
montaña, para sorpresa de muchos Phillips no tenía ni una molestia, esa no era
primera vez que después de un carrete dormía así y tras en peores condiciones y
luego temprano partir a la universidad.
Leo estaba feliz, los chicos le
hicieron muñecos de nieve, y para el peque lo máximo, Samuel disfrutaba ver a
sus hijos y a sus nietos tan felices, si todo el tiempo pudiera ser así, le
atormentaba Paul por un lado y Victoria por el otro, y la salud de Luis.
Matt quería mostrarle a su papá lo
que había aprendido con la tabla pero no se atrevía por miedo a que su padre se
molestara con él y con Mario.
Mario: Papá, creo que Matt quiere
mostrarte algo. Al ver a Matt dando vueltas queriendo tomar la tabla, indeciso.
Samuel: Marito Marito en que lio te
metiste hijito.
Mario: Vamos papá acaso no es mejor
aprender con los que saben, para que les expliquen las medidas de seguridad.
Vamos papaaa, no me mires así, Matt enséñale al papá lo que has aprendido.
Matt: Mario. Le dijo con ataque.
¿Quieres que se enfade?
Samuel, al verle la carita de su hijo
de susto. Decidió respirar profundo y dar un voto de confianza a sus hijos, no
le gustaba pero prefería que se lo hicieran a escondidas, como tanto tiempo lo
hizo Ed, y cuando se lo prohibido la situación se desbordó.
Samuel: Anda Matty enséñame, con
cuidado campeón.
Matt sonrió tan transparente era ese
chico que la emoción se le reflejaba en los ojos. Mira papi mira. Dijo haciendo
unas piruetas eran de principiante pero para Matt era todo un logro.
Samuel: ¡Genial Matt, te felicito
campeón! ¿Me esperas un momento? Samuel entró a la cabaña y alquilo otra tabla.
Samuel: Bien, creo que puedo
enseñarte algunas cositas.
Matt: papi ¿tú sabes montar? dijo sin
poder creerlo.
Samuel: De donde crees que heredaste
tus dones ¿ehh? Cuando tienes muchos hijos debes aprender de todo un poco. Le
dijo revolviéndole el cabello.
Matt: Y tu no me contaste nada. Dijo
dándole un empujoncito cariñoso a Mario.
Mario: jajaja la mejor manera de
conocer a papá es esta viviendo cada día. Yo todavía descubro cosas de él,
nuestro padre es toda una cajita de sorpresas.
Matt: Papi... me dejas deslizarme por
la colina ¿siii? podemos ir los dos anda papiii.
Samuel: Campeón aún no estás listo
para eso. Mejor vamos a la cabaña.
Matt: y cuando estaré listo… yo
quiero probar todo papá quiero ser como tu… que mis hijos nunca dejen de
sorprenderse de mí como nosotros de ti.
Samuel: jajaja se necesita mucho más
práctica ya tendrás más oportunidades de aprender, en vacaciones podemos venir
y quedarnos más días.
Matt: Genial, Escuchaste Mario… nos
vamos a venir de vacaciones con el papi. Era gracioso ver como Matt vea a Mario
como si fuera un chico de su edad.
Mario: Si Matty, las mejores
vacaciones.
Matt: Si hay que avisarle a Luis a Ed
a Mark y Max porque todos los niños de los papis deben venir con nosotros
verdad papá vacaciones familiares.
Samuel: Eso sería lo ideal, lo difícil
es cuadrar que todos podamos peque.
Después de mucho correr y jugar en la
nieve Phills se sentó en la nieve y cerró los ojos según él un segundito no más
y fue cayendo hasta quedar dormido.
Leo se percató que su mejor amigo se
había dormido, y fue hasta donde Gerard, y le dio tres jaloncitos al pantalón.
Leo: Bebe se durmió. Dijo haciendo
una mueca cómica con la carita y las manos.
Gerard: jajaja ¿tienes sueño bebé?
Vaya forma cómica de decirlo.
Leo: No ete bebé, tu bebé se durmió.
Le dijo señalando con su dedito hacia donde estaba Phill rendido.
Gerard: Ohh por Dios, corrió a
levantar a su hijo, la nieve lo había mojado, a pesar de ser ropa gruesa eso no
le haría bien.
Phills: no Leitoo un poquito... un
poquito.
Gerard: Leito, está bien. Tu y yo vamos
a la cama, pero antes a quitarte esa ropa mojada y darte un buen baño con agua
tibia, no te me vayas a resfriar mi corazón, mira que venir a quedarte dormido
en la nieve, muchachito loco... pero que invento. Reprendió con cariño,
mientras lo levantaba.
Phill cuando vio la cama se lanzó a
ella, se quito los zapatos como pudo y se arropo con la cobija.
Gerard: Eyy a quitarse esa ropa
mojada y darte un buen baño, Phill.
Phill: NOOOO… solo quiero dormir,
tengo mucho sueño papi.
Gerard comenzó a forcejear con su
hijo tratando de desvestirlo, pero no se la estaba poniendo nada fácil.
Phill: papi ya deja... le decía
cariñoso.
Gerard: Hijo, es que te puedes
enfermar, no ves que estás todo mojado y en la madrugada baja mucho la
temperatura Phillips. Le explicaba tomándolo con paciencia.
Phill: sueño. Dijo
durmiéndose definitivamente. Había resistido toda la tarde jugando y haciéndose
cargo de Leito porque lo adoraba quería un hijo como él o tal vez un hermanito.
Gerard: Phillips, nooo hijo. Pero este muchachito. Como pudo
le quitó el pantalón que estaba todo mojado, por más que lo movió nada, así que
lo giro le bajó el calzoncillo. PHILLIPS
PLAS PLAS arriba, vamos al baño pero
YA.
Phill: buuaaa papito yo no me he
portado mal.
Gerard: No haces caso mi corazón, te
me vas a enfermar y no quiero. Vamos a la ducha, después duermes.
Phill: pero tengo sueñoooo buaaa
Gerard le quitó la camisa, y
prácticamente lo cargo hasta el baño, metiéndolo en la tina, mas se preocupo
cuando lo escucho estornudar porque se había dormido en la tina.
Gerard: Ya ves… lo que nos faltaba
que te enfermes. Colabora Phill, o vas a dormir bien calentico. ¿Me estas
escuchando?
Phill: no te escuchoooo estoy
durmiendo. Le respondió la verdad era que Se sentía muy mal y solo quería
dormir.
Gerard quería ayudar a que tomara el
baño rápido, pero no colaboraba en nada, como pudo rápido lo baño, el drama era
tomar la toalla y secarlo. Hasta ese punto Gerard perdió la paciencia, el chico
pesaba demasiado y lo escucho estornudar dos veces más.
Gerard: Ya esta bueno de tontear
Phillips, no quiere por las buenas será por las malas. Se sentó en la poceta
del baño y ahí mismo comenzó a castigar al chico por no obedecer. PLAS, PLAS,
PLAS, PLAS caramba que te dijo que hagas caso, te quiero que te seques, y te pongas
un pijama abrigado... PLAS, PLAS, PLAS...
Phill: Noooo buaaaa papito me duele
mi potito. Buaaa pero es muy pronto para acostarse a dormir achis buaaa.
Gerard: Pero bueno te caes de sueño y
ahora peleas porque es muy temprano, definitivamente hoy quieres hacer
berrinche. Gerard lo envolvió con una toalla y con otra le secaba el cabello,
si parecía que tenía 5 años.
Phill: buaaaa tú te enojaste conmigo
buaaa.
Gerard: sshh ya Phill, te va doler la
cabecita. Toma ponte esto.
Phill: pero ya me duele... y mi
cuerpito por eso quiero dormir.
Gerard: Y yo quiero que duermas, pero
bien abrigadito. Pediré un té caliente, y te tomaras una pastilla, y a la cama.
Phill: me llevas a mi cabaña o me vas
a cuidar tú como cuando era un bambino.
Gerard: De aquí no me sales corazón,
está helado afuera, papi se encargará de cuidar a su bambino. Le tocó la
frente, porque tenía los ojitos rojos, y no lo había castigado tanto como para
que los tuviera así, eso segurito era que le vendría algo de fiebre, y eso lo
ponía lloroso y malhumorado.
Phill: me duele la garganta.
Gerard: Aahh bambino, llamaré a la
recepción a ver si pueden enviarme alguien de la enfermería o el médico de la
zona, creo que es mejor que te examinen. Le dijo acostándolo arropándolo,
mientras le daba un beso en la frente. Al tiempo que tomaba el teléfono.
Phill: me dueleee papi me duelen los
oídos también.
En la recepción le indicaron que el
médico no se encontraba, así que nervioso llamó a Mario, pensó que tal vez era
mejor trasladar a Phill, a otro lado, pero Mario le avisó a su madre, después
de todo qué mejor experiencia que Sara, madre de tantos.
Phill: me dueleeee me duele mucho.
Sammy al ver a Gerard preocupado fue
a la cabaña y con cuidado le puso el pijama y logró que se durmiera mientras
con el secador le terminó de secar el cabello y le cantaba el nana que había
aprendido cuando los gemelos estaban enfermos estaba muy preocupada porque
temía que Phill estaba incubando algo desde antes de viajar había tenido una
guerra de agua en la Uni, y por lo que le había contado una amiga Phill en vez
de irse a casa entró a todas sus clases, ya que una de las mil condiciones para
tener su propio apartamento era no faltar a ni una clase y además se culpaba
por haberlo dejado solo con Leito pero es que estaban tan divertidos y ella
había pasado tiempo con cada uno de sus gemelos y coordinando con Karla llegada
de la "princesa de Dinamarca" como era conocida Francisca que anunció
que el miércoles llegaba a declararse a Nandito y no se iría hasta conseguir el
sí.
Sammy se puso histérica al ver que
los labios de Phillips se ponían levemente morados.
Sara a verlo llamó a Mark para que le
diera instrucciones mientras Gerard logró que abrieran la enfermería del
complejo turístico y Mario dio con un médico que pasaba las vacaciones.
Mark, le había indicado colocar una
inyección, el medicamento lo había podido comprar Gerard, Sara estaba por
preparar la inyección cuando llegó el médico con Mario, por lo que ella lo puso
al tanto, de cómo estaba Phill. El médico examinó al chico, estuvo de acuerdo
con la medicación, pero recomendó que Phillis fuera trasladado porque sus
bronquios estaban muy comprometidos, y el frío de las montañas no le hacían
nada bien, le indico que seguramente el paciente estaba expuesto, o tenía
síntomas de varios días, sin embargo esa no era su especialidad.
Phill: Me duele papi me dueleee. Se
quejó porque le dolía todo y Sammy lo consolaba.
Gerard: ya corazón, el doctor te
pondrá una medicación ahora, y luego nos vamos, shhh… shhh. Le dijo tomando a
su chico para voltearlo a fin de que lo pudieran inyectar, pero al sentir que
su padre le bajaba el calzoncillo.
Phill: Noooooooooo buaaaaaa
papaaaaaaaaaaa no quiero no quiero.
Gerard: Es por tu bien Phill, es
rápido amor, tranquilito bebé. Gerard lo sujeto fuerte y el médico no perdió
tiempo en inyectarlo, luego de la lloradera natural el chico se durmió con la
nebulización ya podía respirar mejor.
Los demás estaban preocupados por
Phillips, y a pesar de que eso implicaba recortar un día las vacaciones, nadie
recriminó por el contrario trabajaron en equipo, Bea y Sara comenzaron a
arreglar las cosas para el regreso. Nando se acercó a su abuelo. Nonito
pensaste que alguna vez llegaríamos a esto. Tras la confesión de su alcoholismo
pensó que su familia no tendría futuro y que el único camino era marcharse
lejos.
Samuel: ¿Que siempre seremos felices?
Nunca lo dude. Le dijo sacudiéndole el cabello, ahora que yo fuese taaaan
feliz, no.
Nando: y porque tu no, si eres un
excelente padre y abuelo.
Samuel: Porque he cometido muchos
errores Nando, como todo ser humano, así que porque yo entre tanta gente merece
tantas bendiciones.
Nando: tú no lo creo nonito. Le
sonrió ajeno a todo lo que pasaba en su familia. Si yo merezco ser feliz con
mayor razón tu, que a diferencia de mi haces feliz a mi papá.
Samuel: Nando no hay NADA EN ESTE
MUNDO que no haga más feliz a tu padre que sus hijos, desde el día en que
ustedes nacieron, a Mario no se le borró la sonrisa en días.
Nando: pero yo se la borre nonito le
dije cosas que no puedo retirar.
Samuel abrazó fuerte a Nando, un
padre lo perdona TODO, porque sobre la felicidad de un hijo es prioridad, a
veces duele no podría negarlo, pero … están difícil de explicar.
Nando: Sabes que sea un genio no
quiere decir que entienda todo, soy muuuuyyy torpe para las cosas emocionales y
tengo la lenguita de mi papá. Dijo con cara de circunstancia pero con una gota
de orgullo y ojos de arrogancia.
Samuel: jajaja si esa lenguita que
más de una vez metió a tu papi en muchos problemas la conozco bien. Nando no
existe fórmula matemática para explicar el amor de un padre hacia su hijo, es
sencillamente incuantificable, así que no dudes que tu padre está orgulloso de
ti, y feliz de ser tu padre.
Nando: lo sé… no te niego que todo
esto de no beber es MUYYYY difícil estoy con toda mi familia apoyándome y no me
fallare.
Samuel: Claro que toda tu familia te
apoya porque que te amamos, yo también estoy muy orgulloso de ti, has
demostrado tener una fuerza y un compromiso increíble, tú has sabido enfrentar
el problema como pocos lo han hecho, no solo aceptándolo sino evitando la
tentación, ya eso es un tremendo logro. Eres demasiado valioso para nosotros
Nandito, y solo verte sonreír nos hace felices. Le dijo su abuelo abrazándolo
fuerte y dando un tierno beso en su cabeza.
Nandito: no te miento es muyyy
difícil y sería muy fácil caer en la tentación pero quiero volver a estar
orgulloso de mi.
Samuel: Pues comienza a estarlo mi
niño, porque esas palabras que acaban de salir de tu lenguita son muy sabías,
de alguien mucho mayor. Porque no es fácil, es que tiene todo el valor del
mundo, tu peso en oro campeón.
Nandito que se sentía incómodo con
las alabanzas pues él solito se había metido en el problema le dijo: bueno no
sé si te habían contado pero soy un genio eso me hace ser un adulto de 65 años.
Calculo. Para luego echarse a reír por la cara de su abuelo.
Samuel. Muy gracioso, pero te diré
algo mi ángel tengo amigos que por temor a arriesgarse, por el temor de
levantarse porque la vida les dio en algún momento un punta pie, no volvieron a
intentarlo y nunca madurado a pesar de su avanzada edad. De los errores se
aprende del éxito no mucho, no lo olvides Nando. Si yo me hubiese dejado
derrotar en los primeros años cuando estaba creando la empresa no existiera el
consorcio hoy en día.
Nando: nonito me perdonas si no
trabajo en el consorcio yo quiero ser diplomático como mi papá.
Samuel: Mi cielo, nada porque pedir
perdón, debes ser lo que tu corazón te pida, y si quieres seguir los pasos de
tu padre, pues genial. Eso lo aprendí, a las malas de todas maneras una parte
del consorcio ya es tuya por derecho.
El teléfono de Samuel, sonó y al ver
que era Ed, sonrió. Hablando del consorcio dijo. Pero no era Ed, quien estaba
en la línea era Max.
Max: Papá, disculpa que te molestemos
pero tenemos un pequeño inconveniente en la oficina.
Samuel: Algún problema con el Sr.
Hurtado, no dirás que cambio toda la campaña publicitaria a estas alturas
grrrrrrr...
Max: No, papá nada de eso es Luis,
acá esta Ed, peleando para que se vaya a casa y el muy terco nada. Necesitamos
que le digas unas pequeñas palabras… Luis es papá, a ver si a él le dices lo
mismo que le dijiste a Ed.
Samuel: Luis Enrique te quiero en 20
minutos en la casa o te juro que te voy a dar reglazos hasta que se me rompa la
regla carajo, y ni una palabra te lo advertí ayer.
Luis: Papá estoy bien hasta cuando me
trataran como un enfermo terminal, por dios. Además este proyecto es
importantísimo y solo estoy revisando las últimas cláusulas que mandó agregar
el abogado del Sr. Hurtado, ese viejo es quisquilloso y yo no me fio… pa. Solo
es una horita más a lo sumo...
Samuel: elige bien Luis te quedas una
hora pero mañana te quedas en casa o me vas a conocer enojado Luisito.
Luis: Sí señor. Sonrió triunfante, y
levantó la ceja de forma pícara burlándose de sus hermanos.
Ed: Papaaaa la idea era que se fuera
a casa, ahora dice que se quedara una hora más. Definitivamente eso es
favoritismo, si hubiese sido yo, seguro
me pegas el grito de mi vida.
Samuel: deja que se quede una hora,
tu hermanito estará castigado si mañana se levanta de la cama.
Ed: Lo dicho… papá conmigo no cuentes
para andar diciéndole algo a Luis, me voy a casa con mis chamos.
Samuel: no te preocupes hijito yo me
encargo de Luis, ahora ve a descansar y Ed llegando yo te tomas unos días, tu
también trabajas demasiado y tus niños necesitan de ti como tú de ellos. Luego
se dirigió a su otro hijo. Luis una hora y en casa, te llamaré y llego mañana y
usted y yo tendremos una seria conversación.
Luis:O vamos papá no te pongas
pesado, que estoy bien te prometo una horita y me voy, y mañana descanso vale.
Samuel: Mañana hablamos, ahora
discúlpate con tus hermanos y llama a Mark para que te agende una hora para los
controles.
Luis: ¿Disculparme? pero ¿por queee?
Samuel: Tienes el descaro de
preguntar. Le dijo en un tono que asustaba.
Luis: Vale vale tranquilo caramba...
papá pero que carácter jodeer la idea del viaje era que te desestresaras,
segurito que Mario ya te puso de malas y ahora la pagas conmigo…
Samuel: No me vengas con eso, que
casi no viajo por tu comportamiento pero te comprometiste a respetar las horas
y restricciones que te dio Mark TU MÉDICO y NADA… así que discúlpate con tus
hermanos y de la hora ya te quedan 45 minutos.
Luis: AHh una mierda papá, sabes
mejor me voy a casa de una vez, ya hasta se me quitaron las ganas...grrrr... Y
ustedes dos me disculpó aunque la verdad que ni idea tengo de por qué.
Samuel: ningún negocio es más
importante que la salud de uno de mis hijos. Le dijo con cariño. Hijo no
soportaría que te pasara algo por no cuidarte.
Luis: Si papá. Lo siento, pero en
serio no me gusta dejar las cosas a medias, es mi responsabilidad. Y me
mantiene con la cabeza lejos de los problemas a decir verdad.
Samuel: lo sé mi vida, pero no ha
pasado una semana de que estuviste internado, debes relajarte, tal vez, salir
de viaje con los chicos o con Jeshu que también necesita despejar su cabeza.
Luis: Papá no estoy precisamente para
estar gastando dinero en viajes, por el contrario, Di está estudiando también,
y merece todo mi apoyo. Dijo entre preocupado y molesto.
Samuel: Luis saca el manos libre. Le
ordenó, quería hablar sin que sus otros hijos lo escucharan.
Luis: ¿Y ahora? Dijo rodando los ojos
y cumpliendo con lo que su padre le exigió.
Samuel: Hijo, te entiendo no sabes
cómo y nadie aprende de errores ajenos, pero a mi casi me costó mi matrimonio
dedicarme de lleno al trabajo, casi pierdo a mi familia por querer darle todo.
Luis, hizo una mueca en la cara sin
decir nada, tratando de internalizar las palabras de su padre. Amo demasiado a
mi familia, si la pierdo me vuelvo loco. Dijo a los segundos.
Samuel: piensa el miedo que tienen
ellos de perderte, Luis escuchaste a Mark si no te cuidas puedes tener
consecuencias hasta fatales mi vida y si te pasa algo yo me muero. Le dijo con
la voz totalmente quebrada.
Luis bajo la cabeza, y se le
aguaraparon los ojos. Lo siento, papi. Lo menos que deseo es preocuparlos, te
los juro.
Samuel: Lo sé hijito es que uno nunca
piensa en eso, porque nos gusta exigirnos al máximo y no vemos lo que ven los
demás.
Max: Bueno nos vamos o ¿queee? Mira
que no me pagan por ser tu chofer, tengo un adolescente en casa que debe estar
haciendo de las suyas, Luis. Se escuchó en el fondo.
Luis: vamos, pero yo puedo tomar un
taxi.
Max: Ahh Luis no te pongas ahora en
son de Mártir, que estoy cansado.
Luis: Vamos. Dijo rodando los ojos.
Ed: Buenas tardes, papá saludos a
todos. Dijo con un tono que denotaba aun molestia.
Samuel: Buenas tardes hijitos,
descansen.
Mario salió a hablar con su papá para
llamar al piloto y trasladar al chico de la habitación.
Samuel: Tranquilo Gerard, tu hijo
recibirá la atención que necesita. En menos de media hora Phills será
trasladado. Mario ya está hablando con Mark, para que lo atiendan una vez que
pise la clínica.
Sammy trataba de cambiarle ropa para
que lo llevaran a la clínica, porque cada vez que trataba de hacerlo Gerard
Phill se ponía a llorar.
Sammy: Pipe, vamos mejor ponerte esta
sudadera para que estés calentico.
Phill: pero pero me duele todo.
Sammy: Yo lo hago con cuidadito Pipe.
Phill: con cuidadito. y se dejo
arropar.
Cuando estuvo todo listo Gerard saco
a Phill envuelto en una manta.
En el aeropuerto ya los estaba
esperando una ambulancia, el chofer de Samuel, Max y Ed. Sammy casi armó un
berrinche para que la dejaran ir en la ambulancia con Gerard.
Sammy: es mi pipe… le decía al
chofer.
Mario: Princesa deja que hagan su
trabajo.
Sammy: papi dile que me dejen ir. Se
abrazó con fuerza a su papá y lloro con todo el miedo que sentía.
Mario: Shh no llores cariño, todo va
a estar bien, ya verás que tu tío lo cura rápidito, si dejas de llorar yo
convenzo al paramédico para que puedas ir con ellos.
Sammy trato de calmarse. Gracias
papi.
Mario, por debajo de cuerda le dio
algo de dinero, para que su hija se fuera en la ambulancia, algo que Bea le
reclamo.
Bea: Mario, como se te ocurre hacer
eso. Le dijo una vez que partió la ambulancia con su hija a bordo.
Mario: ¿El qué? Dijo haciéndose el
loco.
Bea: sobornar al chofer Mario, que
acaso te estás volviendo un mafioso.
Nando: uyyyy jijiji.
Chucho: ¿soborno? ohh imagínense si
se enteran en la Embajada. Qué horror papá.
Mario: Cuidadito niños el que aprenda
esto se lleva un castigo, además que no haría yo por hacerlos felices.
Chucho: Ahh papaaaa, pero si solo
estaríamos siguiendo tu pasos. ¿Verdad Nando?
Nando: Pues sip, no que hay que
seguir el ejemplo, además si tu no recibes castigo pues tampoco nosotros.
Sonrió maliciosamente.
Mario: hacer lo que les ordene y no
lo que vieren niñitos revoltosos.
Nando: ¿Huuum? Yo podría hacerme el
ciego, sordo y mudo con el abuelo, si me devuelves mi celu.
Mario: si claro que te lo devuelvo
porque tu castigo ya termino, le sonrió.
Chucho: EEyy y ¿que gano yo?
Mario: que esta no te visite. Dijo
mostrándole la mano.
Chucho: Mamaaa no es justo, a Nando
lo premia y a mí me amenaza.
Mario: que no lo premie, su castigo
termina hoy, y ya basta del jueguito, quien se va a la casa y quien va a la
clínica.
Chucho se cruzó brazo y puso su
trompa, molestó.
Bea: Amor yo quiero irme a casa, y
creo que los gemelos y Karla, también
deberían.
Mario: Claro amor descansa, niños se
portan bien y duermen temprano. luego tomó los labios de su hijo. Cuando llegue
a casa te doy una sorpresa.
Chucho: No quiero... siempre me
regañas a mí. Nando siempre será tu favorito. El cansancio era el que hablaba.
Mario apartó a su hijo y lo abrazó
con fuerza. Yo no tengo favoritos porque tengo tres perfectos ángeles pero mi
Chuchito necesita un gran abrazo, se que estas cansado mi sol, pero me harías
el favor de ¿cuidar a mami por mi?
Chucho: Ahh… papiii, no se vale
debería estar enojado contigo.
Mario: pero puedes estar enojado
conmigo mañana.
Chucho: Noo porque mañana segurito se
me olvida. Dijo bostezando. No me gusta que me amenacen... no me gusta.
Mario: perdón mi sol. Se disculpo
Chucho: Papi... ¿qué hago cuando me
amenacen? Decía medio dormido, y Mario se percato que no era de él, de quien
hablaba su hijo.
Mario: y quien amenaza a mi rey. Dijo
alarmado pero sin demostrarlo para no despertar a chucho
Chucho: no me gusta… me da miedito.
Decía bajito.
Mario, dudo en ir a la clínica ante
aquello pero debía acompañar a Gerard que estaba demasiado nervioso pero
intento por última vez.
Mario: ¿quién asusta a mi principito?
Cuéntale a papi
Chucho: Los amigos de... Nando,
cuando el...no está. Dijo murmurando muy bajito.
Mario: te juro que papi lo arreglara.
Chucho: papi...no puede. Dijo cayendo
profundamente dormido.
Mario: papi lo puede todo por sus
hijos. Dijo sentándose en el auto.
Bea: Mariooo, amor ¿Qué pasa?
Mario: los amigotes de Nando han
estado intimidando a Chucho.
Mientras dijo eso abrazo Nando con
fuerza porque sabía que no reaccionaría bien, Chucho era todo para Nandito.
Nando: QUEEE… pero pero ¿cuándo?
¿quién?
Mario: cuando tú no estás. No me dijo
más me lo confesó dormido
Nando: Nunca me lo dijo, es mi gemelo
y nunca me lo ha dicho, seguro yo estaba demasiado borracho para darme cuenta.
Se golpeó el mismo con los puños en las piernas.
Mario: no importa el pasado sino lo
que haremos para mejorar nuestras vidas. Dijo sujetando las manos de su hijo.
Nando: Puede que a ti nunca te
importe… pero A MI SI. Dijo molestándose.
Mario: te entiendo Fernando pero no
sacas nada con ponerte así ahora. Mario tenía miedo que esto sea mucho para su
hijo
Nando: Grrr voy a llamar a esos
PERROS... Y ME LAS VAN A PAGAR CUANDO REGRESEMOS….GRRRRRRR….
Mario: habla con tu mitad hijito.
Dijo besándole la frente.
Nando: Claro que lo haré, le sacaré
la información como sea, me dirá quiénes, quien osó meterse con mi
gemelo...grrrr esos hijos de putas.
Mario: hijo no le hables mal a tu
hermano eso le asusta, háblale con cariño como el gran hermano mayor que eres.
Ahora entra al auto y abraza a tu hermano.
Nando: Ahora no puedo, debió
decírmelo grrrr... Estoy estoy tan molesto.
Mario: ¿quieres acompañarme a la
clínica? Nando tu hermano no quería ponerte en una situación incómoda con tus
amigos.
Nando: Necesito un trago. Dijo sin
pensar, llevándose las manos a la cabeza.
Mario: pero lo único que puedo
ofrecerte es un abrazo. Dijo haciendo justo eso.
Nando: Y ¿luego del abrazo?
Mario: un beso.
Nando se abrazó fuerte a su padre.
Papi mi hermanito a estado sufriendo y yo ausente. Lo siento lo siento tanto. Y
unas lágrimas cayeron sin poder contenerlas
Mario: también sufrías mi sol. Dijo
besando su frente y ojos.
Nando: Soy de lo peor...
Mario le dio una fuerte nalgada. Eso
nunca hijito.
Auaua... pero soy su hermano y no me
di cuenta, soy su gemelo.
Mario: esa es nuestra responsabilidad
de tu madre y mía y les fallamos y te juro que encontraremos la forma de
compensarlos.
Nando: Pues dejando de hacer eso
sería muy buena recompensa. Dijo sobándose, vaya que esa nalgada había ardido.
Mario: lamentablemente eso no es
posible con mis fotocopias.
Nando: ¿Por que papiiii? Eso hace
daño... sobre todo en nuestras colitas.
Mario: porque ustedes parecen
portarse mejor con un pequeño dolor en la colita... tal vez con el tiempo no
necesiten esa picazón en el potito para tomar las mejores decisiones. Pero
hasta que eso pase papi o mami los mantendrán a salvo.
Nando: Ahhh… papiii, a lo mejor por
eso mismo Chucho nunca te cuenta nada. Dijo con la intención de hacerlo sentir
mal.
Mario: hijito ambos sabemos que no es
así.
Nando: O vamos papaa, por temor a una
zurra a veces negamos o omitimos decir la verdad o contar lo que nos pasa.
Mario: hijo sobre todo tu no le
tienes te temor a nada. Le sonrió orgulloso de su hijo.
Nando: Bueno yo no pero piénsalo
Chucho tal vez sip. Si a ninguno le contó. Dijo otra vez volteando a ver a su
hermano dormido. Mejor te acompaño a la clínica, sin Sammy y con Mami y Chucho
dormidos es demasiada tentación para mí.
Mario: Vamos mi niñito, antes que
hagas un desorden. Fue donde Bea y le dijo que se iría con Nandito.
Nando: Ojala fuera solo desordenar la
casa. Suspiró, él no se daba cuenta que admitir aquello demostraba una fuerza
que desconocía.
Mario: Mi niño no sabes cuan
orgulloso estoy de ti. Dijo entrando al auto de
Nando: La verdad que no te entiendo
papi, orgulloso de mi cuando te dijo que tengo unas ganas de caer en la
tentación… uffff. ¿Qué haré cuando no estén a mi lado?
Mario: Por lo mismo, sabes que tienes
tentación y vas lo enfrentas y buscas la solución en vez de rendirte, y para eso
se necesita mucho valor y haces que tu padre se llene de orgullo.
Ed los llevó a la clínica, y
encontraron a Gerard y Samantha muy angustiados porque desde que Mark se llevó
a Phills no habían recibido noticias de su estado de salud y temían que el vuelo
lo hubiese agravado.
Sammy se abrazó a su hermano porque
por más que lo único que deseaba y necesitaba era abrazar a su padre entendía
que Gerard lo necesitaba más.
Sammy: Phill días antes de viajar
tuvo una guerra de agua en la uni y luego fue a clases mojado, para no perder
ni una hora y anoche quedándose dormido en la tina, lo siento Gerard no sabía
que se durmió ahí.
Gerard: No pequeña no te eches la
culpa, en todo caso Phill debió cuidarse mejor, y yo también tengo mi parte de
culpa porque lo tenía presionado que no debía faltar a clase, además esa última
gracia de quedarse dormido en la nieve, ahora debemos esperar y seguir las indicaciones del médico al pie
de la letra.
Sammy: Papiii ¿por qué el tío tarda
tanto? Es que se olvidó de nosotros...grrrr... buaaaa… Se abrazó a su padre.
Nando: Sammy tenemos que hablar de
Chuchito. De esa forma mataba dos pájaros de un tiro.
Sammy: ¿Hablar de qué Nando? Dijo
sollozando algo más calmada.
Nando: Al parecer mis examigos
estaban torturando a Jesús y nosotros queremos venganza.
Sammy: ¿venganza? es terrible que se
metieran con nuestro hermanito, pero venganza...no lo sé. Respondía en
automático porque a pesar de estar impresionada por la información no quita su
cabeza de Phill.
Nando: pero lo sabrás… piensa en eso
hermanita se que puedes ser muy imaginativa, aunque yo tengo un par de ideas.
Sammy: Está bien Nando, cuando
regresemos a Italia tomaremos cartas en el asunto. Y hasta ahora Chucho lo
cuenta, porque no lo dijo antes.
Nando: quiero dar un soplo a la poli…
yo te juro que nunca me drogue solo alcohol… pero ellos… ellos tienen droga en
el colegio.
Sammy: Waaoo sabes deberías entonces
avisar desde acá, así nunca sospecharan de ti por estar lejos, deberás seguir
haciéndote pasar por tus amigos, no decir nada.
Nando: ¿crees que le debo decir al
papá?
Sammy: No, creo que no ya tiene
bastante encima no crees. Y sería angustiar a mamá quien cada vez necesita más
tranquilidad, siento que los bebés le quitan energía, ella se hace la fuerte
pero veo que lucha por seguir el ritmo.
Nando: eso pensé… pero quería tu
permiso. Dijo avergonzado.
Sammy: No solo tienes mi permiso
hermano, sino toda mi ayuda. Nadie sale bien librado si se mete con uno de
nosotros. Le dijo abrazándolo fuerte.
Nando: Haré el chivato por la red con
los datos y no podrán rastrearlos.
Sammy: De eso debes asegurarte Nando,
no quiero que vayas a tener problemas luego, ni tu ni Chucho.
Nando: Te lo juro. Nandito no
acostumbraba a tomar muy en serio el lugar de Sammy de hermana mayor, pero
ahora ambos lo necesitaban.
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