“Kurt ya
vasta te dije que me dieras 15 minutos no han pasado ni cinco” dijo Sebastian
sentándose de nuevo en su escritorio después de bajar a Kurt de una repisa por
tercera vez en media hora, el pobre chico llevaba casi dos horas intentando
terminar su tarea para dedicarle el resto del fin de semana al pequeño bebé?,
mascota? o no se que, aún tenía dudas con respecto a lo que Kurt significaba
para Blaine, el chico había leído en internet que estás pequeñas criaturas
tenían sólo un 30% de gen animal, así que basicamente era mas niño que gato
pero ese era un tema fragil que tratar con su novio, no queria entrar en una
discusión por algo tan simple, si Blaine amaba a Kurt, para el esa pequeña
criatura era muy importante, aunque en estos momentos le era muy dificil
recordarse que nesecitaba devolver al minino entero “No Kurt, tampoco puedes
morder mis cosas” digo quitandole uno de sus lapices de color al pequeño
reboltoso “con Blaine nunca te portas así” ¿estare haciendo algo mal?, se dijo
interna mente el pobre adolecente “vamos a hacer un trato, tu te quedas quieto
viendo la televicion hasta que yo termine mi tarea y despues vamos al patio
donde esta ese arbol que te gusta trepar, ¿Ok?” el pequeño minino vio la mano
extendida de su nemesis y decidio que le daria un descanso al chico parado
frente a el, eso serviria para que tambien pudiera tomar un respiro, nadie le
dijo que portarse mal fuera tan cansado, el pequeño tomo la mano del joven como
habia visto que hacian en las peliculas pero antes tenia una ultima peticion
“tete” si ser malo tambien daba sed y hambre y su leche solucionaria ambos, y
por que no una siesta no le cairia mal, asi despertaria con renovadas fuerzas
para segir con su plan de sabotaje en contra del quita Blaines, “si claro la
leche, ¿Como dijo Blaine que la preparara? ¿Donde deje la hoja?” despues de un
considerable tiempo pelendose con la mamadera y el bote de formula Sebastian
consigio hacer una botella de formula para el niño acostado en su cama y puso
el canal de Disney para despues consentrarse en hacer su tarea, despues de diez
minutos el pequeño gato habia caido rendido en los brazos de Morfeo dando le
por fin un rato de tranquilidad a Sebastian, solo habian pasado tres horas
desde que se fue Blaine y ya no sabia que hacer, este seria un largo fin de
semana.
Una hora
despues Sebastian por fin habia terminado su tarea, el pequeño gato llevaba
despierto como quince minutos pero se quedo tranquilo vindo una pelicula que se
transmitia en la televicion “Listo amigo ya acabe, ahora soy todo tuyo, ¿y que
quieres hacer?” pero el joven no recibio respuesta, el pequeño gato habia
quedado facinado con la pelicula “¿Que ves? Ah es la sirenita, ¿te gusta?” el
pequeño solo asintio con la cabeza sin retirar la vista de la pantalla “Ok,
entonces esperemos a que acabe y luego vamos a fuera, ¿te parese?” “Ok,
¿palomitas?” preguntó Kurt con su mejor carita de suplica “Si por que no, que
es una película sin palomitas” Sebastian regreso después de un minuto con un
tazón de palomitas y las puso en frente del niño, justo llegó en la escena
donde Ariel salva al principe Erik, “¿No crees que Blaine se parese a Erick?”
pregunto Sebastian a su felino acompañante “Si, y es tan bonito y bueno como
el” respondio el pequeño metiendo una palomita en su boca “Oh ya lo creo, ¿que
te parese si desde ahora lo llamamos principe Blaine?” Kurt se quedo callado
por un momento “y entonces ¿yo que seria?” preguntó muy confundido el minino,
el sabía un poco de los humanos y sabía que no era hijo de Blaine, pero Blaine
le había dicho que tampoco era una mascota, como decían la mayoría de las
personas cuando Blaine lo llevaba fuera, “No lo sé bebé, creo que eso deberías
preguntárselo a Blaine” el pequeño sólo se encogió de hombros y siguió viendo
la película.
Cundo
término la película Sebastian llevo a Kurt a un patio de la Academia donde
había un viejo árbol que a Kurt le encantaba trepar, a Blaine le daba un poco
de miedo que lo hiciera pero Sebastian creía que eso ayudaría a Kurt a
desarrollar sus instintos.
“Bien
amiguito, anda ve a divertir te un rato”
“¿Si me
caigo?” preguntó el minino dudoso, tal vez este era el plan de Sebastian hacer
que se callera del árbol para que Blaine lo regañara y ya no lo quisiera.
“No te
caerás bebé, yo estoy aquí para cuidarte, y aparte si te pasará algo en mi
guardia Blaine me desollaria vivo, luego me resucitaría para cortarme de por
vida y no queremos eso ¿verdad?” sin saberlo Sebastian le había dado la mejor
idea de todas a Kurt, claro que no se tiraría sólo del árbol, eso tal vez lo
metería en problemas con su Blaine, sería algo un poco más dramático, oh si su
pequeña cabesita ya estaba creando un maquiavélico plan
“Bien
pues ve a divertir te, anda yo te cuido” el pequeño minino empezó a subir el
árbol con una habilidad envidiable, había nacido para eso, Sebastian empezó a
grabar un vídeo y se lo mandó a su novio, sabiendo que necesitaría una
distracción de la fiesta de su hermano
Conversación
de Sebastian y Blaine
Que
lindo, es muy bueno trepando
Te lo
dije es un trepador natural
Si lo se,
sólo ten cuidado si?
Tranquilo
yo lo cuidó, sabes que no dejaría que le pasara nada
Lo sé,
sólo es mi paranoia de sobre protección
¿Y como
vas por allá?
Como
siempre mi mamá habla de lo maravilloso que es Cooper y todo lo que a logrado
con su gran talento y carisma
Yo creo
que tu eres más maravilloso, talentoso y guapo que el
Lo dices
por que no lo conoces
No lo
necesito, te conosco a ti y se que no hay persona más maravillosa, buena y
noble que tú
Gracias,
tengo que irme, te amo
Yo te amo
más
Cuida
bien a Kurt
Con mi
vida
Se dibujó
una sonrisa tonta en la cara de Sebastian cundo Blaine se despidió con barios
emoticones de besos, no podía creer que estuviera actuando como una niña boba,
estaba completa y loca mente enamorado de ese hombre, pero la ensoñación de Sebastian
no duró mucho, un maullido de auxilio lo hiso ir a ver que tanto hacia el
pequeño gato en el árbol, y cundo lo encontró no pudo evitarlo y tuvo que tomar
una foto, al parecer Kurt subió demasiado y ya no supo cómo bajar, Sebastian se
vio en la penosa tarea de subir el árbol para bajar a nuestro pequeño amigo,
cuando los dos estuvieron en el suelo Sebastian se tiró en el pasto a descansar
un rato y Kurt encontró el segundo lugar más cómodo del mundo, después de los
rizos de Blaine, la panza de Sebastian, el chico al notar que su felino amigo
se quedó dormido sobre el, se tomó una selfe que gustoso subió a Facebook y la
puso como su nueva foto de portada, y por supuesto Blaine fue el primero en
darle like, la tarde sigio tranquila para ambos residentes de la Academia, lo
que no sabían era que habían llamado la atención de alguien más con la foto de
Kurt.
Sebastian
le dio un baño a Kurt le puso la pijama y juntos hicieron una llamada por Skype
a Blaine, que contesto enseguida, Kurt le contó a su amigo humano todo lo que
hizo en el día, Blaine con una sonrisa en el rostro vio como poco a poco los
ojitos de Kurt se iban cerrando, al final el sueño venció al minino y se quedó
dormido con la boquita entre abierta.
“Creó que
lo agotaste”
“¿Yo a
él?, Por Dios no se como sobre vives a el todos los días, tiene tanta energía”
“Si lo
se, ¿te dio problemas?”
“No,
bueno al principio estuvo algo inquieto pero después de su siesta se calmó”
dijo Sebastian encogiendose de hombros “oye pero hizo una pregunta”
“¿que
dijo?” Dijo preocupado Blaine
“Me
pregunto ¿que era el para ti?” ambos se quedaron en silencio un momento, hasta
que se empezó a hacer incómodo
“¿Que le
dijiste?”
“Que te
preguntará a ti, solo quería darte tiempo, así puedes analizarlo y hablar con el
cuándo regreses”
“¿Que le
digo?” dijo Blaine con cara de desesperando
“No lo sé
amor, pero lo que sea yo estaré allí para apoyarte”
“¿Sabes
que eres irritantemente lindo?”
“Si ya me
lo habían dicho”
Y así la
conversación siguió hasta que Sebastian se quedó dormido sin darse cuenta,
Blaine sólo sonrió al ver a su novio dormido a lado de su bebé, cuanto deseaba
poder tomarles una foto, pero al parecer ese momento sólo quedaría grabado en
su mente.
Al día
siguiente Sebastian se levantó a las ocho, intento volver a dormir al ver que
su pequeño encargó seguia dormido pero por más que dio vueltas en la cama no
pudo conciliar el sueño, así que decidió ir a bañarse, al salir Kurt ya había
despertado e inmediatamente pidió una mamadera, Sebastian la preparó con más
facilidad que la primera, unas diez mamilas más y se haría todo un experto.
Cuándo Kurt se terminó la mamila lo cambio a una conjunto de ropa deportiva, la
verdad es que Kurt se veía bastante mono, y caía perfecto porque a fuera se
empezaba a sentir el frío de otoño, el chico preparó una pañalera con todo lo
que pienso que podría ocupar el minino en una pequeña salida a desayunar.
“¿Donde
vamos?” preguntó el minino al ver que se dirigían al estacionamiento de la
Academia.
“Vamos a
desayunar fuera, vamos a ir a bread stix, y de allí podemos ir un rato al
parque si quieres” dijo Sebastian mientras amarraba al niño en su silla de
coche, desde el susto del que le dio a Blaine a aquella vez en el coche ya no
quiso arriesgarse con su pequeño amigo.
“Ok, ¿y
puedo pedir waffles con helado y una malteada?”
“Si ¿por
que no?” ¿no era un gran problema cierto? irían al parque después del desayuno
y el niño quemaría todo el exeso de azúcar jugando.
Al llegar
al pequeño restaurante los atendió Sandy, una mesera un poco grande pero que ya
estaba acostumbrada a ver a la pareja de jóvenes enamorados por aquel
restaurante, la señora no era prejuiciosa y para ella aquellos chicos eran como
cualquier otra pareja de adolescentes.
“Hola
Seb, ¿quieres la mesa de siempre?” preguntó la mesera amablemente al joven que
cargaba al niño en sus brazos.
“No
Sandy, ¿podrias darme una en el área de juegos por favor?”
“Claro,
¿y quien es esta preciosidad?” preguntó sin tocarlo, Sandy tenía demasiada
experiencia con niños como para saber qué no a todos les gustaba que un extraño
los tocara.
“El es
Kurt” cuando Sebastian quiso voltearlo para presentar al niño con la amable
mesera este sólo escondió su carita en pecho de Sebastian.
“Con que
tu eres el famoso Kurt” dijo la mesera con una sonrisa maternal, Kurt volteo a
verla por un momento pero volvió a esconderse en el hombro de Sebastian “Creo
que viene algo penoso”
“Si,
también está algo adormilado, venía dormido en el coche” Sebastian acomodo al
niño en sus brazos y camino detrás de la mesera hacia el área de niños, lo dejo
en la mesa junto a la alberca de pelotas que era donde estaba el área de juegos
para los más chiquitos.
“Gracias
Sandy”
“De nada,
¿quieres que te traiga una periquera?”
“Si por
favor” cundo la mesera trajo la periquera Kurt la miró confundido “esto es para
que te sientes y podamos comer mejor” Kurt se le quedó viendo a aquella cosa en
la que Sebastian pretendía que se sentara.
“No
quiero” dijo tanjante el pequeño minino
“Kurt no
te estoy preguntando, y si quieres la malteada será mejor que obedezcas o sino
sólo te va a tocar leche sola”
El minino
sólo hizo un puchero y estaba a punto de charse a llorar, Sebastian al ver esto
abrazo el pequeño “no llores chiquito, no te estoy regañando, mira te pongo
allí cundo te traigan tu comida y te saco cundo acabes, ¿de acuerdo?” Kurt sólo
asintió con la cabeza y se quedó un rato más en el regazo de Sebastian
esperando a que llegará la mesera con la carta, después de tomar la orden la
mesera les dijo que su orden tardaría media hora, así que Sebastian acompañó a
Kurt a la alberca de pelotas, le quito sus pequeños zapatos y disfruto de ver a
Kurt nadar en pelotas, tomó un vídeo y desidió que después se lo mandaría a
Blaine, no quería quitarle el ojo de encima a su preciada carga. Cundo llegó la
comida sacar al minino de allí fue una batalla que por supuesto ganó Sebastian.
“Kurt
vamos ya llegó la comida, sal de allí”
“No
quiero comida, quiero jugar”
“Kurt sal
ya que la comida se va a enfriar y tu helado se va a derretir”
Esto hizo
dudar un poco al niño, el quería helado pero no quería dejar de jugar así que
se le ocurrió una estupenda idea “Aquí”
“No bebé,
no te puedo dar la comida aquí está prohibido ¿ves?” dijo el joven mostrandole
al niño el letrero de se prohíben alimentos y bebidas.
“Entonces
no quiero”
“Eso no
es opción Kurt, tienes que comer, así que vamos a hacer algo, vienés a comer
ahorita y cuando acabes te dejo jugar un rato en las pelotas de nuevo y después
vamos al parque si aún tienes ganas, o te saco de allí yo y cuando termines de
comer nos vamos directo a la Academia y te quedas en la esquina por
berrinchudo, ¿que prefieres?” Kurt se acercó lentamente hacia Sebastian y
levantó los bracitos para que lo llevará, el chico no se molestó en ponerle los
zapatos en fin despues de desayunar seguro regresaba a las pelotas de nuevo, el
chico aseguró al minino en la silla alta y le pasó el plato con su desayuno y
una mamadera con su malteada, el niño empezó a comer con un puchero pero
después de un rato se le quitó y comió feliz su desayuno como si nada hubiera
pasado, después de medio waffles casi toda la bola de helado y media mamadera
de malteada el pequeño estaba lleno, así que Sebastian lo bajo de la periquera
y lo dejó ir a jugar de nuevo, en lo que Sebastian término su desayuno y el de
Kurt, el pequeño jugó alegremente en la alberca de pelotas, su juego divagava
entre un mar inmenso y un palacio con un dragón, Sebastian pidió la cuenta y un
vasito de fruta con yogurth para llevar, si hiban a pasar al parque sería bueno
llevar provisiones por si a caso, con la fruta y la mamadera con malteada era
suficiente para su felino amigo, cuando llegó la cuenta Sebastian fue por Kurt
y ahora no hubo problema para salir ya que irían al parque y podría jugar otro
rato.
La mesera
llegó por la cuenta y ya habiendo perdido la pena Kurt se despidió de ella con
un beso en la mejilla, y prometiendo volver luego a jugar con las pelotas.
“Dile
adios a Sandy bebé”
“Adiós y
gracias por prestarme tus pelotas son muy bonitas”
“De nada
muñeco y regresa cundo quieras a jugar con ellas” dijo la mesera regalándole
una paletita al minino que con una gran sonrisa la aceptó.
Al llegar
al parque Sebastian noto que estaba inusualmente vacío, el niño empezó a
moverse en los brazos de su cuidador para poder ir a jugar, lo primero que hizo
fue correr a la resbaladilla y allí fue cuando Sebastian descubrió por que
estaba vacío el parque, había llovido la noche anterior y todo al rededor de
los juegos estaba encharcado, al llegar al final de la resbaladilla Kurt calló
sentado en el charco que se formó al final de la misma y arrugo la cara con
claras intenciones de empezar a llorar pero el adolescente reaccionó más rápido
antes de que el pequeño decidiera si empezaba a llorar o no
“Ya bebé
no llores, vamos a cambiarte esa ropa mojada para que vuelvas a jugar”
Sebastian empezó a quitarle la ropa al niño revisó el pañal para ver si se
había mojado también con la charca y al ver que estaba seco sólo cambió todo el
conjunto de ropa, Sebastian nunca lo admitiría pero era tan especial con la
ropa como Blaine, si algo no combinaba tenía que cambiar todo el conjunto “¿y
adonde quieres ir ahora?”
“No agua”
dijo el pequeño enojado con la resbaladilla por haberle mojado su ropita, el
quería jugar en ella, pero ahora no lo haría por mala “columpios”
“De
acuerdo, ¿quieres que te empuje?” Dijo Sebastian colocando a Kurt en los
columpios para bebés no se arriesgaría a que se callera de uno de los normales
“Siii”
grito emocionado Kurt
“Si que
señorito Anderson” Blaine estaba muy empeñado en enseñarle buenos modales a
Kurt y Sebastian lo apoyaba con esa tarea
“Si por
favor Seb”
“Gracias
por usar tus palabras bonitas Kurt” así fue como Blaine los llamó para que Kurt
entendiera.
Pasaron
un rato en los columpios y luego Sebastian logró convencer a Kurt que se
subiera de nuevo a la resbaladilla ya que la había secado, Kurt perdonó a la
resbaladilla por mojarlo se lanzó por ella muchas veces, después de un rato de
subirse a todos los juegos del parque y de un sin fin de fotos y vídeos,
resumbaron las tripitas de Kurt
“¿Kurt
quieres ir a almorzar a la escuela o te doy lo que traigo aquí?”dijo Sebastian
sentándose en uno de los bancos con Kurt en sus piernas.
“Aquí por
favor” Kurt había descubierto que usando sus palabras bonitas conseguía más
cosas que cundo no lo hacía y el quería quedarse otro ratito en el parque.
*Entonces
tengo frutita con yogurth y lo que sobró de tu mamadera con malteada”
“¿Helado?”
“No mi amor,
pero si te acabas la mamadera y la fruta te compro helado”
“Ok”
Sebastian
saco un un frasco con la fruta y empezó a darle de comer a Kurt esperando
cuando esté le daba un sorbo a su malteada Kurt logró acabarse toda la fruta y
la malteada pero ya no tenía espacio para su helado, pero Sebastian lo
tranquilizó diciéndole que llevarían un poco para el postre ya que había sido
un niño muy bueno.
Kurt
siguió jugando, al empezar a salir más el sol las personas fueron llegando de
un momento a otro el parque estaba lleno de niños, mamás y vendedores.
Sebastian se puso un poco paranoico y no le quitaba la visita de encima a Kurt,
era cierto que el minino actuaba como un niño pequeño más que como un bebé pero
aún así media poco más de sesenta cm y no pesaba más de 7 kg los niños que
jugaban a su alrededor podrían lastimarlo o alguien podía llevárselo sin mucho
esfuerzo. Después de un rato de estar en ese mar de gente, la peor pesadilla de
Sebastian se hizo realidad, perdió de vista por un segundo al pequeño híbrido y
lo siguiente que pasó es que lo escucho llorar del otro lado de la fortaleza de
madera y metal, al dar la vuelta al juego vio a Kurt tirado en el suelo, y el
culpable hera claramente otro hibrido intentando hacerse el inocente y fingir
que el no lo había hecho, Sebastian levantó a Kurt y empezó a revisarlo.
“¿Te
duele algo bebé?” preguntó el adolescente revisando la cabesita del híbrido
“Bracito”
dijo señalando su brazo derecho al caer se había hecho daño con una piedra,
Sebastian bajo un poco la sudadera y vio lo que era una mancha roja que después
se convertiría en un pequeño moretón, le dio un besito en el brazo a Kurt y lo
acuñó en sus brazos, Sebastian iba a empezar a retar al otro híbrido cundo un
chico monumentalmente alto se acercó para ver qué pasaba.
“Hola
buenas tardes, ¿usted es el responsable de este niño?” preguntó Sebastian con
la voz más imponente que tenia, nadie lastimaba a su Kurt y se iba de rositas.
“Si, ¿que
ha pasado?” Preguntó el adolescente mas alto algo cohibido por la voz
autoritaria de Sebastian.
“Que su
niño empujo al mio e hizo que se lastimará el brazo” el pequeño bandido tuvo la
decencia de sonrojarse y bajar la cabeza apenado.
El chico
que acababa de llegar se arrodilló para quedar más o menos a la altura del
híbrido de perro, que tenía las orejitas bajas y la cola entre sus piernitas
“¿por que lo hiciste Noah?” el pequeño se quedó callado un momento hasta que el
joven le dio la vuelta y le regaló dos palmadas ligeritas sobre el pantalón,
eso provocó unas lágrimitas del pequeño híbrido.
“Yo
quería usar la resbaladilla” dijo con una voz chiquita y acto seguido metió uno
de sus deditos a su boca.
“Bueno,
ahora disculpa te con el bebé y el joven, y luego nos vamos a casa” dijo
solemne el chico más alto cargando a Noah para que se disculpará con Kurt.
“Pero
acabamos de llegar” dijo el cachorro poniendo un puchero
“Si
hubieras esperado tu turno no tendríamos que irnos a casa pronto”
“Pero...
pero”
“¿Quieres
que tengamos nuestra discusión aquí?” dijo el joven levantando la ceja
significativamente.
“No Finn”
Noah solto un suspiro dramático y después se disculpó “lo siento bebé” dijo
dándole un besito en la cabeza a Kurt como lo hacía Finn cuando a él le dolía
algo, decía que heran besos mágicos.
“Te
perdono, pero no más empujar, empujar es un gran no no” dijo Kurt enfatizando
sus palabras moviendo su dedito como hacia Blaine.
El otro
bebé sólo recargo la cabeza en el pecho de Finn y siguió chupando su dedito.
“Finn
Hutson, mucho gusto” dijo el chico extendiendole la mano a Sebastian
“Sebastian
Smythe, un placer” dijo tomando la mano del otro chico “y este pequeño es Kurt”
“Hola”
saludó tímidamente el pequeño.
“Hola
bebé, este pequeño bandido de aquí es Noah, regularmente no se porta así, pero
luego quiere jugar al bravucón y las cosas no terminan bien para el”
“Si no es
indiscreción ¿que edad tiene?” preguntó Sebastian, la edad de Kurt hera una
incógnita para ellos
“Año y
medio, ¿y este pequeño?”
“No lo
sabemos, mi novio lo encontró hace tres meses en un callejón y no nos sabe
decir su edad”
“Es
normal, regularmente ellos no toman en cuenta los periodos de tiempo, pero por
su tamaño y desarrollo yo diría entre nueve o diez meses, pero si quieres
llevalo con mi madre, es médico híbrido” Sebastian se le quedó con cara de no
entender nada.
“¿Que es
un médico híbrido?”
“Bueno mi
madre hera médico pediatra, pero junto con mi padrastro que es zoólogo
empezaron a investigar mas sobre los híbridos e hicieron una rama especializada
en híbridos, podrías llevarlo, esta es la dirección” dijo Finn dándole una
tarjeta de presentación a Sebastian “sólo di que vas de mi parte y te darán
sita de inmediato”
“Gracias,
y pronto nos veremos por allá para que revisen a este pequeño”
“Nos
vemos luego entonces, es un gusto conocer a otro pequeño híbrido” dijo Finn
dirigiéndose a Kurt
“Igualmente”
dijo Kurt escondiendo su cara en Sebastian.
Sebastian
y Kurt regresaron a la academia no sin antes pasar por helado, al llegar el
pequeño híbrido estaba dormido y despertó hasta las tres, tuvieron un pequeño
refrigerio y después vieron películas hasta las seis que bajaron a cenar con
las otras personas que estaban en la escuela, después del helado Sebastian llevo
a bañar a Kurt y lo puso en su pijama, ya a costadito y arropado llamaron a
Blaine que después de escuchar atentamente a su minino le dijo que regresaría
mañana para el almuerzo, el pequeño dio un grito de felicidad ya quería abrazar
a su Blaine, porque verlo atraves de una pantalla no hera lo mismo. después de
que ambos jóvenes le cantarán una canción de cuna para que el bebé se durmiera,
se pusieron a hablar sobre la propuesta de Finn.
“Creo que
es una gran idea y que la suerte nos sonríe” dijo Blaine entusiasmado con la
idea, desde hace mucho quería llevar a Kurt con el médico pero todos los
pediatras de la ciudad lo habían rechazado y los veterinarios le decian que no
tenían idea de como tratar a un híbrido
“Lo mismo
pensé, ¿quieres que haga la cita?
“Si,
mientras más pronto posible mejor”
“Ok,
entonces nos vemos mañana, te extraño hoy boy”
“Yo
también bebé, besos descansa y no aplastes a mi bebé mientras duermes”
Sebastian
se despidió con un beso a la cámara y apagó la tableta se acomodó a lado del
híbrido y decidió dormir temprano ése día.
0o0o0o0o0o0o0o0o0o0
Hola
chic@s se que me he ausentado mucho pero para compensarlo les dejo un capi más
largo de lo que acostumbro a hacer, espero les guste, y diganme que les
gustaría leer de mis series estoy habierta a sugerencias.
Besos l@s
quiero.
Att: Tali
me gusta mucho todo lo de bebé que escribes, pero hoy voy a darte un pequeño consejo que espero no te ofenda: tienes muy lindas ideas, tiernas y dulces, pero tienes muchos errores ortográficos. Cuida eso! Un saludito... y un besote al pequeño Kurt, ejejeej
ResponderBorrarme gusto mucho tu relato Tali, esta lindo... al parecer dar batalla cansa, jajajajja
ResponderBorrarUn abrazo Tali, me gusto mucho leerte
marambra
Que lindo volver a leer del minino me encantan los nekos pero el tuyo es mi favorito, tan lleno de ternura, tanto juego se olvidó de su malvado plan anti Sebastián. Jaja espero volver a leerte pronto.
ResponderBorrarHola chicas gracias me encanta leer sus comentarios, si Camila, y no te preocupes, la verdad intento revisar los capis antes de emviarlos, y les pongo fotos y aveces los corrijo un poco donde no me gusta, pero la verdad este si lo envíe muy rápido ya revise los horrores ortográficos y le metí fotos pero la verdad no quise cargar a Lady con más trabajo, y es enserio diganme que quieren leer de mi me quede sin ideas 😭😭😭
ResponderBorrarQue lindo Kurt es tan bello!!..
ResponderBorrarJajaja se siente celosito!!..
Que bueno saber de ti Tali!!