VIEJAS
COSTUMBRES
-Ninguno
de los dos va a hablar?
En
medio de la sala Peter interrogaba a Richard y a Neal que aunque trataban de
estar ya más de 45 minutos con sus mejores rostros de inocentes no convencían al
experto agente del FBI, él podía darse cuenta que algo extraño les pasaba, su
hijo estaba casi sudando de los nervios y Neal de vez en cuando le echaba
miraditas asesinas, era muy rara la situación.
-Yo.
Neal
levanto la mano y Peter sintió un poco de alivio parecía que el chico tenía
cordura después de todo.
-Puedo
ir al baño?.
El
agente frunció los labios y sospecho de su amiguito.
-No,
no puedes.
La
expresión indignada era digna de un Oscar.
-Pero
me muero por ir, no puedes torturarme de esa manera, eso sería ser un bárbaro!
Inconsciente! malvado! Intransigen..
-Está
bien Neal! ve, pero vuelve rápido, no hemos acabado aún.
-ok.
Neal
salió disparado, la verdad no tenía ganas de usar el lavado pero si quería
respirar un poco lejos de la furia del agente, estaba muy, muy, muy molesto.
Lamentablemente para cuando volvió el panorama no parecía distinto en la sala
de estar, aunque para él, las cosas si habían cambiado un poco.
-Estoy
a punto de perder la paciencia!
La
mirada penetrante, enfadada, de seguro los intimidaba y por eso el par de
cabezotas fingían mirar cualquier parte menos a fijar a los ojos furiosos del
agente, miraban sus zapatos, su ropa, sus manos hasta Neal tuvo el descaro de
explorar minuciosamente su uña del dedo índice dando señal a que ninguno haría
lo correcto, que en este momento, era hablar.
Llegando
a extender su paciencia hasta casi el límite Peter decidió usar un poco la psicología
después de todo ya era tiempo que no ponía a su querido hijo ni a Neal en sus
rodillas para nalguearlos y aunque presentía que hoy lo volvería hacer no
estaba desesperado por hacerlo.
Se
quitó la chaqueta, acción que los niños vieron ahora sí con detenimiento
ensanchando la mirada ante la naturalidad que demostraba el agente, acto
seguido, remango las mangas de su camisa y los niños se retorcieron en su
lugar, sabían perfectamente que esa acción auguraba traseros rojos y doloridos.
Pero
ni así, con todo el porte de Peter para castigarlos, abrieron sus bocas para
hablar y fue entonces que el límite de paciencia del agente comenzó a
disiparse, resignado a no tener más opción que a enrojecer los traseros de los
chicos con la palma de su mano, dio dos pasos adelante y tan sólo, esos dos pasos, y los dos niños
saltaron de sus asientos, Richard fue el primero en gritonear indignado.
-Dijiste
que no lo volverías hacer!
-Si
no lo merecieras no tendría que volver hacerlo.
-Eso
no es justo! por qué aquí tú tienes que ser el juez que dicta sentencia?
Peter
soltó una carcajada sarcástica y hasta Neal rodó los ojos por la boba pregunta
de su amigo.
-Hablo
en serio!- El cabreado Richard dijo muy fuerte.
-Yo
también hablo en serio y la respuesta a tu pregunta- el
agente se acercó mucho a Richard -es por la sencilla razón de que soy -para
decirle muy firme- TU PADRE!
-Peor
aún! Es una dictadura!!!- Peter se quedo boquiabierto
ante la rebeldía de su hijo- y…y…y…-por un instante el niño se
quedó sin palabras pero luego recordó a la infalible persona que siempre estaba
de su lado- Y que dice mamá al respecto? Estoy seguro que ella no está de acuerdo.
En
medio de la discusión apareció Elizabeth muy molesta y con el ceño fruncido al
escuchar la terquedad por no ceder ante lo obvio que era la reciente travesura
de ambos, sin esperar a que se diga nada más se acercó a su adorado Richard lo sujeto
de la mano le dio vuelta y dos fuertes y sonoras palmadas.
-PLAAFFF!!!
Ouch! me dolió PLAAFFF!!! Auuuuu mami duelee.
-Suficiente
para que dejes esta actitud?
-Owwww
mi colitaa
Peter
suspiro, en realidad no había querido llegar a este punto pero comprendía el
enojo de su esposa, él mismo aún estaba con el susto.
-Tu
padre y yo estamos esperando una respuesta Richard Burke.
Abrumado
al notar que ninguno de los dos parecía cooperar, supo que no lograría sacarles
información en este momento y aunque no lo merecieran les dio una oportunidad
más para que reflexionaran pero lo hizo con un pequeño GRAN incentivo, a cada
uno respectivamente.
-PLAAFFF!!!
PLAAFFF!!! PLAAFFF!!! A tu habitación Richard!
-PLAAFFF!!!
PLAAFFF!!! PLAAFFF!!! Tu también Neal!
Ambos
salieron disparados a las escaleras mientras se sobaban la terrible picadura en
el trasero, Peter les había dado muy fuerte.
-Y para cuando suba espero hayan pensado mejor
porque sólo quiero saber la verdad y si no la escucho les voy a dar la versión
completa de eso.
Ante
la inevitable amenaza que hizo Peter, Richard gimoteo fuerte pero Neal frunció
el ceño en molestia, claro, eso no pudo ver el agente porque los dos muchachos
estaban de espaldas.
El
sonoro golpetazo de la puerta hizo entender a la pareja Burke que esta noche no
sería fácil, lidiar con un Richard rebelde era complicado pero lidiar con ambos
muchachos cabezotas era todo un reto.
-Puedes
creer el cinismo de ambos?
Completamente
indignado Peter señaló hacia el piso de arriba,
Elizabeth oculto bien una sonrisa, quería decirle a su esposo que
renegaba y se indignaba como Richard, los mismos rasgos en las expresiones de
sus rostros, un momento que prefería guardarlo en su memoria ya que apreciaba
muchísimo esos detalles del parecido de los dos hombres de su vida.
-Digamos
que esta no es la primera vez y estoy segura que no será la última.
Elizabeth
se acercó a su marido y le palmeo el hombro al tiempo que lo abrazaba y ambos
se daban un piquito.
-Se
supone que ya estaban portándose bien.
-Supongo
que aún les hace falta.
Peter
hizo una mueca al ver la señal de azote que El hizo con su mano puesto que sería
él quien azotaría a los chicos, iba a reclamar su tediosa misión pero en ese momento apareció Satchmo y lamio
su mano derecha.
El
agente reconoció al cachorro y de pronto ya no sintió remordimiento por la
paliza que se merecían Neal y Richard. Habían sido horas y horas que Satchi
había estado perdido por culpa de ellos, por el maravilloso encuentro de los
“amigos” (falsificadores) de Neal que se situaron en la casa Burke, obviamente
a explicación macro lo sabido ya era merecedor de dolorosas consecuencias pero
como el agente era minucioso quería saber detalles de lo que había pasado horas
antes, para los chicos era insulso puesto que ya no importaba y no había
necesidad de “explicar el pasado” pero eran gajes del oficio y el agente no se
daría por vencido.
Ambos
estaban haciéndole cariñitos a la mascota de la casa cuando escucharon gritos y
golpetazos del piso de arriba.
Peter
y Elizabeth corrieron por los sonidos pero extrañados de imaginarse que los
muchachos estarían peleando, es decir, Richard y Neal eran los mejores amigos,
compañeros siempre de acuerdo y como los mejores hermanos ayudándose y
llevándose bien.
-Es
tu culpa! engreído de mierda!!!
-No,
es tu culpa tonto resentido !!!
-Eres
un idiota!!!
-Y
tú eres un imbécil!!!
Literalmente
estaban golpeándose en el piso y alcanzándose puñetes cuando no los esquivaban,
inmediatamente, tanto Peter como Elizabeth se dispusieron a separarlos pero fue
Satchmo quien fue más rápido, corrió y alcanzó a morder la retaguardia de Neal
justo para detenerlo en el señor puñete que iba a darle a Richard y que de
seguro le rompería los dientes.
-Aaaaaaaaayyyyyyyyyyyy!!!!!!
Neal,
por supuesto, gritó por el dolor de la mordida y se situó al abrazo protector
de Elizabeth que lo recibió de buena gana mientras el muchacho gimoteaba y se
frotaba el lugar de la mordida.
-Jajajajajajajajajajajajajaja
Richard
estalló en risas que Peter supo parar rápidamente.
-Auuuuuuuu!
no papá.
Haciéndolo
levantar del piso de una oreja, el agente muy cabreado por la situación pensó suficiente
tiempo para dilatar las cosas, sabría qué había pasado en la travesura de los
chicos y la razón por la que ambos estaban peleados y lo sabría ahora.
WC
-Plasss!
Plasss! Podemos estar así toda la noche si es necesario muchachito Plasss!
Plasss!
-Auuuu
papi auuuu noooooo ya noooooooo.
-Entonces
de una buena vez Richard, la verdad! Plasss! Plasss! Plasss!
-Fue
mi idea yo..snif… yo…snif…yo…espié los contactos de Neal
y…snif…y…snif…y…y…y…y..
-Y
qué más? Plasss! Plasss! Plasss! Plasss! Plasss! Plasss! Plasss! Plasss!
Plasss! Plasss! Plasss!
-Ayyyyyyyyyyyyyyy
snif y los cite snif en casa
buaaaaaaaaaaaa mi colitaaaa auuuuuuuuuu.
-Tienes
idea Plasss! de lo peligroso que es eso Plasss! Richard Burke! Plasss! Plasss! Plasss!
-Owwww
si snif pero yo no quería snif snif snif
que se llevaran a Satchi snif snif snif
-Las
buenas intenciones quedan en el olvido si no las realizas, Richard, eso ya lo
sabes.
-Lo
siento snif papáaaaa snif snif
-Yo
lo siento más que tú Plasss! Plasss! Plasss!, te lo aseguro Plasss! Plasss! Plasss!
-Buaaaaaaaaaaaaaaaa
no lo volveré hacer papi, lo siento, por favor, de verdad, perdóname.
Peter
detuvo la paliza dejando de lado la terrible regla de madera e hizo negativas
con su cabeza mientras observaba el colorado trasero de su hijo, en realidad
estaba empeñado en no tener que volver hacer esto pero en tanto su niño lo
necesite, pues lo haría.
-Claro
que te perdono hijo.
Como
era natural calmaba a Richard después de la paliza, poco a poco el muchacho
lograba controlar su llanto mientras que en la cama matrimonial Elizabeth tenía
la difícil tarea de curarle el trasero a Neal, difícil, porque el niño no
cooperaba en su labor.
-No,
El, nooo te prometo que no me quejare si se infecta.
Neal
se cubría con ambas manos el trasero desnudo, había sido una batalla titánica
convencerlo que bajase sus pantalones para observar si Satchmo le había hecho
daño.
-Cariño
esto no te dolerá sólo es un poco de antiséptico.
Como
sospechaba la mordida que Satchi le había dado no había sido más que el exalte
por el ruido que hacían ambos muchachos golpeándose en el piso y claro porque
el labrador observó como iban a masacrar a su dueño con el puñetazo que le iba
a dar Neal.
-No,
no te dejare.
Apretando
con fuerza Neal estaba terco con su punto de vista.
-Entonces
ya mismo vamos a emergencias a que te curen.
Las
negativas de Neal fueron más insistentes y comenzó a dar leves pataleos en su
asimiento para demostrar que no quería que le curaran.
-Es
una herida tan pequeña, cielo, este berrinche no tiene ninguna razón.
-Por
eso mismo no necesito esa cosa, arde mucho, lo sé, ya tuve cortes en las manos
en mis trabajos anteriores incluso a veces salgo herido en el FBI.
Elizabeth
rodo los ojos, Neal tenía una salida para
cualquier situación que lo incomodaba pero si pensaba que él era más
listo que ella estaba muy equivocado, la mujer aprovecho las anteriores palabras
que de seguro hacían referencia a cuando realizaba sus falsificaciones o a cuando
se ponía en peligro.
-Muy
bien cariño, me alegra que recuerdes lo valiente que eres cuando se trata de
algo laboral.
Dicho
esto, la dama aparto con facilidad las manos de Neal y lo sostuvo en la parte
baja de su espalda logrando colocar el pequeño pedazo de algodón con
antiséptico en su nalga derecha haciendo que el niño, por supuesto, lloriquee y
patalee de la curación a traición.
-Owwwww
ardeee te lo dije owwwwww ya, El, retíralo ayyyy owwwwwwww.
Como
los decibeles de su voz eran altos el labrador entro a la habitación, con
carita arrepentida por causarle dolor a una de las personas que más quería y
como el amor de las mascotas es incondicional hacia las personas Satchmo se
acercó a donde estaba Neal y le lamio el costado de su rostro donde justo había
bajado una lagrimilla, conmovido por la acción no tuvo corazón para enojarse
con el perrito.
-Estoy
bien Satchi, casi no duele.
La
dama termino de desinfectar la herida y le puso una bandita al tiempo que le
subió los calzoncillos y el pantalón deportivo. Lo incorporo y le dijo:
-No
fue tan malo el ardor, verdad?
Neal
sonrío ampliamente y dio negativas con su cabeza mientras con cuidado se
frotaba la nalga derecha.
-Pero
que pasara todo esto fue culpa de Richard.
En
ese instante entro Peter y Neal retrocedió unos pasos, después de todo él
estaba de invitado en la casa Burke porque Derek y Darla habían salido de
vacaciones y además conocía al agente así que sabía cuándo cuidarse de él.
-No te
asustes, no estoy molesto contigo, Richard ya me lo conto todo.
-Así?
La
mirada incrédula del muchacho hizo sospechar que había algo más oculto al
agente, a veces en momentos como estos pensaba que conocía todo de su querido
amiguito pero, la verdad, no sabía todo y eso siempre lo sorprendía.
-Quiero
decir, claro que sí, lo menos que podía haber hecho era confesar lo que hizo.
Peter
y El estaban sorprendidos ver a Neal del otro lado que no sea del que organiza
todo y mete la pata, para variar, era nuevo.
-Ahora
está dormido.
Neal
sabía que esa acción sólo podía ser producto de que Peter le dio una soberana
tunda a su amigo así que no pudo evitar hacer una mueca en solidaridad.
-Pero
en cuanto despierte te dará las disculpas correspondientes.
-Yo
también quiero disculparme con él…verán…creo yo lo molesté por eso él “quiso” -Neal
hizo comillas con sus manos- demostrar que era capaz de hacer algo
ilegal, estábamos hablando de mis falsificacio...-Peter lo miro muy
enfadado- de mis supuestas falsificaciones y yo insinúe que aunque sea el mejor
en la universidad o en cuántico incluso en el FBI nunca lograría vencerme,
después de todo ya sabes mi extenso currículo – Neal sonrío altivo y
orgulloso por lo que Peter lo miro desaprobado e hizo bajar la mirada
para mostrarse arrepentido pero ni siquiera él podía mentir tan bien, no podía
avergonzarse de lo mejor que hacía- en fin, luego todo se salió de control y
luego, ya saben, se llevaron a Satch…por suerte lo encontramos.
Esto
último dijo mientras jugaba con el perrito haciendo que Elizabeth y Peter
sonrieran de ternura.
-Pero
eso no quita el susto que nos hicieron pasar- Peter dijo un poco
molesto.
-Ya
dije que todo es culpa de Richard? – Neal dijo
sarcástico.
-Vas
a decir que si hubiéramos estado El o yo hubieras accedido al plan de Richard?-
Era el turno del agente para mostrarse sarcástico e
incrédulo- O peor aún, si el caso hubiese sido a la inversa hubieras accedido si
tu padre o madre estuvieran en casa? Peter dejó sin la posibilidad de
responder a Neal- Yo…yo…claro que no…aggg está bien, vas a castigarme, verdad? Neal
estaba muy molesto porque dentro suyo sabía que merecía un castigo pero no
estaba deseoso de recibirlo.
El
agente suspiro largo y sujeto a Neal por su brazo derecho pero para sorpresa de
todos sólo lo llevo al rincón de la habitación.
-Vas a
quedarte 20 minutos pensando que siempre es mejor decir la verdad.
Neal
estaba sorprendido pero no sabía si estarlo porque Peter no lo puso en sus
rodillas o porque lo estaba castigando mirando el rincón como si tuviera 5
años.
-Y…
El
niño puso una mueca de dolor, juraba que después de los 20 minutos Peter lo
nalguearía por haber molestado a Richard a que planeara algo ilícito.
-Sé
que no tuviste nada que ver en este plan y que si los hubiera castigado a
ambos, aun así, no habrías delatado a mi hijo, es honorable esa posición pero
tienes que saber que algunas veces esa actitud no es buena, sobre todo cuando implica actos
ilícitos.
Peter
abrazó a Neal haciéndole saber que no estaba enfadado con él y eso hizo que el muchacho sonriera de auténtica
felicidad.
-Estoy
muy orgulloso de ti.
Separando
el abrazo y depositando un beso en la parte superior de su cabeza Peter
esperaba ver una sonrisa aún más amplia, pero se equivocó, sólo obtuvo una
mirada gacha y ojos tristes, muy tristes.
-Que
pasa cariño?
Elizabeth
intervino al notar lo mismo que su esposo, sintiéndose observado, Neal levantó
la mirada, estaba a punto de equivocarse, era difícil mentirle a los Burke,
pero siempre podría hacer su mejor intento.
-Na…nada,
es sólo que me duele mucho.
Sobándose
su reciente curación y poniendo una carita de dolor convenció a la pareja.
Peter le dio otro abrazo al que se sumó El, ambos le dieron un beso en la
frente y se dispusieron para salir.
-Ok
Neal, puedes salir de la esquina después de 20 minutos, aprovéchalos y piensa
que siempre es mejor decir la verdad.
Con
las últimas palabras Neal volvió a ponerse triste no pudo evitar pensar y
recordar a sus padres antes que partieran de vacaciones.
………………………………………………………………………………………….
-Muak
Muak Muak.
-Mamá
basta, sólo se irán una par de semanas.
-Pero
yo voy a extrañar mucho a mi bebé muak muak muak.
-Mamáaaaaaaaa.
Los
besitos cariñosos que Darla daba a su hijo estaban siendo bastante bochornosos
para el chico que pese a protesta firme no había podido ganar la batalla de: No
puedes quedarte solo en casa, para Neal era frustrante que sus padres
tengan que dejarlo bajo el cuidado de los Burke como si estuviera en parvulario
y necesitara de una niñera, pero no hubo razón alguna para que los convenciera
de lo contrario.
Cuando
su padre, Derek, había informado que le urgía salir de viaje por una semana por
motivos laborales no dudó en convencerlo de que era hora para un buen descanso
de la ciudad, para que alargara su viaje a dos semanas y ya que nunca tenía
espacio para estar con su mamá a solas sería la ocasión perfecta para tener
privacidad y por qué no decirlo para tener un descanso de él. Aunque el plan
había sido dicho con cero interés de su parte para travesurear sus padres no creyeron sus buenas intenciones del todo,
por supuesto Neal se sintió ofendido pero como bien le había dicho Derek el
pasado lo condenaba y por demás tenía currículum de pinocho, así que bajo
ningún argumento lo dejarían solo en casa.
-Pero
yo fui el de la idea! de verdad creen que soy tan estúpido para idear una
“travesura” en su ausencia? para qué? estoy seguro que Peter me daría una
nalgada.
-Y
te aseguro que yo, llegando, te daría la versión completa si acaso te portaras
mal en casa de los Burke.
-Papáaaa.
Frustrado
ante la contestación se botó boca abajo en la cama matrimonial de sus padres,
para dar un mini espectáculo de berrinche, innotorio, si Darla y Derek no lo
conocieran tan bien.
-Pero
acaso no merezco un poco de confianza después de tanto tiempo?
Exactamente
8 meses de buen comportamiento.
-Cariño
esto va más allá de la confianza.
Darla
se acercó a Neal arrodillándose en la alfombra greca que suavemente confortaba
sus rodillas mientras que con su mano levantaba la quijada del niño y veía a
los suplicantes y mortificados ojos azules que rogaban una oportunidad para
dejarlo solo en casa. Por un instante casi accede al verlo; tan sincero, tan
deseoso, pero, nuevamente, la verdad completa era que desconfiaba del juicio de
su niño, no tan niño, así que dijo la verdad a medias.
-Va a
que no quiero que te sientas solo en casa, puedes entender eso, verdad Neal?
-Pero
no me sentiré solo, estaré con Satch.
Darla
rió a carcajadas ante la idea y el cambio drástico de la expresión de su hijo
con su sonrisa esperanzada y positiva que iluminaba aún más la habitación, que aunque
gozaba de abundante luz por el sol matutino, su expresión radiante le superaba.
-Satchmo
no cuenta, él vive con los Burke.
-Pero
ya hable con Richard y dijo que me lo prestaría mientras ustedes no estaban.
Derek
salió del baño privado con su barbilla a medio rasurar y dijo en tono firme:
-No
más peros, la decisión está tomada te quedas con los Burke y punto.
-No
es justo.
Neal
hundió su rostro sobre las almohadas y ligeramente golpeó su pie con desdén
para mostrar su descontento con la decisión firme de su papá.
-Te
traeremos algo lindo del viaje.
Darla
dijo muy animada y se levantó del piso al tiempo que Derek acababa de salir del
baño ya listo para salir.
-No,
no quiero nada, ustedes no confían en mí.
Ambos
rodaron los ojos.
-Tu mamá
ya te ha explicado que es por varios motivos y uno de los míos- otra
verdad a medias-, es que me sentiré tranquilo si estas bajo el cuidado de Peter, no
quiero que te pase nada mientras no estamos y no significa que no te tenga
confianza es sólo porque quiero cuidarte incluso si no estoy acá.
-Esa
sobreprotección es una reverenda mierda.
Derek
estaba a punto de soltarle una buena nalgada a su hijo que estaba llevando su
pedido a un extremo de malcriadez pero Darla lo detuvo guiñándole un ojo,
diciéndole que ella lograría calmarlo.
-O
también puedo comprar esa interesante regla de madera que Elizabeth tanto me ha
recomendado para ti y no tengo que irme al exterior para eso, ya mismo la
compro y le doy uso para que dejes de insistir.
Neal
se reincorporó al tiro de la cama y puso su mejor expresión.
-No,
no es necesario, ya acepte la decisión.
De
esa manera es como Neal, obligado ante amenaza dolorosa para su trasero, aceptó
quedarse con los Burke durante dos semanas.
-Muak
muak muak muak muak
Ahora
en este pasado - presente, mientras Darla seguía despidiéndose de su adorado y
precioso hijo, Richard bajó por las escaleras y cruzado de brazos observaba la
escena, divertido por la expresión mortificada de su amigo no pudo tener la
boca cerrada.
-Jajajajaja
que irónico, estás lleno de lápiz labial pero no de la manera que te gusta
jajajjajajaja.
- Richard
Burke!
Peter
apareció detrás de su hijo y sin dudarlo lo reprendió.
-Qué
es ese comentario tan grosero!
-Fue
una broma, papi sólo eso.
-Discúlpate
ahora mismo.
-Lo siento
Señora Caffrey, lo siento amigo.
Richard
dijo sintiéndose muy pequeño, su papá enojado le hacía dar escalofríos.
-Hola Derek,
Darla, si tienen tiempo pasen para picar algo de comer antes de irse al
aeropuerto.
Peter
ofreció al tiempo que Neal lo saludaba con un fuerte abrazo que el hombre mayor
recibió con gusto pero sin descuidar a Richard a quien lo acercó a su otro
costado estrechándolo con su brazo derecho, teniendo a cada uno de los
muchachos a su lado, curiosamente Richard en el lado izquierdo y Neal en el derecho.
-Tentadora
oferta pero ya estamos retrasados debemos irnos.
Derek
miró su reloj echando una miradita de resignación a Darla que se había pasado
mucho tiempo despidiéndose de Neal.
-Gracias
por cuidarlo Peter.
-Es
un gusto tenerlo acá.
El
agente acerco más a Neal y le dio un beso en su frente, por supuesto en primera
instancia el muchacho rodo los ojos pero inmediatamente sonrío al sentirse tan
querido.
…………………………………………………………………
Diez
minutos habían pasado rápido mientras “reflexionaba en su esquina” esos
recuerdos y sentimientos felices sólo hacían que un sentimiento incorrecto le
calara más hondo, pero su mente brillante hizo repasar sus recientes acciones
para persuadir a su subconsciente qué es lo que haría después de su tiempo de
reflexión.
…………………………………………………………………
-No
puedo creer que lograras convencer a Peter y a El de hacer esa ruta de cuatro
horas sólo por encontrar esos ingredientes.
Neal
sonreía en el jardín mientras el sol resplandecía por su rostro.
-Mamá
ha estado hablando de lo que necesita para su catering en la embajada japonesa
desde hace una semana y fue el mejor momento para aprovechar.
Richard
estaba con dos copas de un vino fino, para él, que encontró en el mini bar de la casa,
haciendo sonar las copas ambos estaban brindando por tener la casa sola.
-Richard
Burke mintiendo, quien lo diría.
-Aunque
lo dudes, soy muy capaz.
-Me
convenciste con tu repentino dolor abdominal para quedarte en casa.
-No
es la primera vez que consigo hacer lo que quiero.
-Wao,
ahora sí estoy pasmado, Richard Burke, has engañado en más de una ocasión a
Peter y a El?
Neal
no podía creer lo que escuchaba de su amigo.
-Es
más fácil de lo que crees.
-Según
mi experiencia mentirle al agente es una experiencia desagradable y dolorosa.
El
muchacho no pudo ocultar su expresión torturada.
-Eso
era antes, durante los primeros años que viví con ellos, ahora es rara la
ocasión que me reprenden.
Por
supuesto los Burke no tenían tanto agarre con su hijo porque Richard era un
hijo modelo y las veces que se metía en problemas era a causa, generalmente, de
Neal, pero como el chico había dicho anteriormente, eso fue sobre todo en sus
primeros años de convivencia con los Burke.
-Entonces
tienes mucha suerte.
-Derek
y Darla aún son muy estrictos contigo?
-Bff
muchísimo! Yo les dije que podía quedarme solo en casa y se negaron, creo que
jamás entenderán que ya no soy un niño al que tienen que cuidar todo el maldito
tiempo, además…
Richard
había notado un poco de amargura en la voz de su amigo con la última línea.
-Creo
que siempre piensan que tendré una “recaída” para cometer algo ilícito.
-Lo
dudo Neal, estás exagerando.
-Puede
ser o tal vez no, después de todo no hiciste lo que yo hice ni viviste lo que
yo viví.
-Aunque
no lo haya hecho no soy ciego cualquiera que tenga ojos puede ver que tus
padres te aman.
-No
digo que no lo hagan, sólo…es difícil de explicar…ya te dije, no tuviste las
experiencias que yo tuve por lo tanto nadie duda de ti.
Tal
vez era porque mientras hablaban la botella de vino se iba acabando, pero a
partir de esa frase ambos muchachos comenzaron a decir sus “experiencias” antes
que cada uno estuviera con su respectiva familia.
-Fui
el más joven en entrar a homicidios.
-Falsifique
mi pase de autobús antes de los 8 años.
-Cerré
mi primer caso en menos de 24 horas.
-A
los 20 ya era el caso más buscado por el departamento de White Collar del FBI y
específicamente por Peter Burke, tu padre.
Richard
sabía de memoria el expediente de Caffrey, pero aun así, por el contexto de la
charla y porque el vino ya había hecho efecto en su cabeza, lo que escuchaba de
su amigo lo tenía impresionado, Neal tenía razón, no podía haber comparación,
ambos eran muy diferentes y habían tenido experiencias muy distintas, estando
sobrio habría terminado la conversación con un choque de copas pero como ya le
había subido un poco reaccionó de la única manera que reaccionaba cuando se le
pasaba el alcohol, seguir compitiendo.
-Rechacé
mi ascenso sólo para poder seguir en mi capricho que era estar en homicidios.
-Faltando
4 meses para salir libre, escapé de una prisión de máxima seguridad…también por
un capricho…tal vez en eso si nos parecemos, nos gusta seguir caprichos.
En
ese momento el muchacho tuvo una buena idea, según él.
-Puede
ser o tal vez tengas razón y no podemos comparar lo que hicimos antes…pero…si
podemos hacer una competencia ahora.
Tambaleándose
un poco, Richard dio unos pasos delante de Neal y lo señaló para decir fuerte:
-Puedo
hacer algo ilícito hip, sin que nadie se entere, sin que nadie me culpe hip hip
y lo puedo hacer antes que vengan mis papás hip.
-Richard
estás borracho, no harás nada salvo hacerte pasar lo bebido antes de que Peter
y El lleguen y nos maten.
-Nahhhhhhh
papi no me pondrá un dedo encima menos mami hip hip.
Neal
se rió por lo gracioso que sonaba su amigo y lo ayudo para dirigirlo al lavado aunque
durante el camino sólo hablaba que podría planear cualquier cosa ilícita, que
era muy capaz de hacerlo.
-Escucha
Richard, como tú dijiste eso lo hice hace mucho tiempo y ahora tú no tienes que
probar nada, menos a mí y todavía menos cuando estas bebido, te repito que no
quiero que Peter nos torture el trasero.
-El
gran Neal Caffrey tiene miedo de unas nalgaditas?
-Y
tanto que tengo miedo, tan borracho estas para no recordar lo mucho que duele
la palma de Peter?
-No
soy cobarde hip hip ni llorón hip…owww…
En
ese momento Richard estaba de cuclillas en el retrete expulsando lo poco que
llevaba en el estómago, Neal rodo los ojos y salió del baño para preparar café
cargado para su amigo, pero no se dio cuenta que dejo el móvil en el baño, ahí,
dentro su inconsciencia Richard empezó a mensajear a los contactos de su amigo,
ni los conocía, pero no le importó, puso la dirección de su casa y en el asunto
puso Remate
de bodega Caffrey cuando mandó a 20 contactos volvió a vomitar y
tambaleado se levantó y cayó dormido en la alfombra cerca de su habitación. Cuando
Neal lo vio en el piso dio negativas con su cabeza, riéndose, porque Richard no
era bueno para la bebida, quien diría que cuando lo conoció podía beber y beber
y ahora ni siquiera soportaba 8 copas de vino barato del mini bar de los Burke
(digan lo que le digan para él ese no era un buen vino). Lo llevó a su recamara
y lo acostó, no pasó 20 minutos y los contactos de Neal aparecieron en la
puerta de la casa dejando al chico pasmado y con ganas de asesinar a Richard,
que estaba seguro era el culpable de la visita improvisada.
Cuando
el muchachito de cabello claro se levantó, obligado por el zarandeo de Neal, no
podía creer, que en efecto, todas esas personas estuvieran en su casa, ambos
comenzaron a persuadir a todos para que salgan, la mayoría no podía reconocer
al gran Neal Caffrey como un simple chico de suburbio pero rápido se
dispersaron ya que no había nada interesante allí, más que una vida simple y
común, además que cuando el nombre del agente Peter Burke fue mencionado nadie
se atrevió a nada más, no podían meterse con un federal.
No
creyendo lo osadía que tuvo Richard de bebido y sobre todo la suerte para que
todos se fueran antes, justo antes, que Peter y Elizabeth volvieran los chicos
estaban extasiados por lo bien que había salido todo, no paraban de reír, había
sido una mini aventura en experiencia. Tan sólo 10 minutos después llegó la
feliz pareja y lo primero que hicieron fue ver y preguntar el estado de salud
de Richard cuando comprobaron que su niño se encontraba bien, salvo un poco más
vivaracho de lo habitual, la familia volvía a su cotidianidad, Elizabeth estaba
emocionadísima mostrando todo lo comprado mientras el agente hizo la pregunta
que congeló el corazón y cuerpo de los chicos
-Y
Satchmo, dónde está?
Tanto
Richard como Neal se miraron sorprendidos, con todo el ajetreo de sacar a todas
las personas no se habían dado cuenta que habían descuidado la vigilancia del
cachorro y que por alguna razón desconocida se lo habían llevado o se habría
salido y perdido, cualquiera que fuese la razón Satchmo no estaba en casa y era
su culpa.
-Richard,
Neal, dónde está Satchmo?
Y desde ahí el interrogatorio no paró para
ambos, por supuesto ambos no podían delatarse, era parte de su código, aunque
no dicho en voz alta, era su código de amistad.
Había
pasado mucho tiempo mientras buscaban a Satch y en todo ese camino Neal no
dejaba de sentirse usado por su amigo, estafado e involucrado en algo que no
tenía ni la menor intención de participar no pudo más que enojarse con él y
aunque no lo reconociera también consigo mismo, justo lo que no quería, meterse
en problemas.
Cuando
encontraron a Satch- gracias a la ayuda de Mozzie que pudo identificar a los
contactos de Neal- todos volvieron a sentir calma pero apenas entraron al hogar
Burke, Peter sentó a los obvios culpables en el sillón principal de la sala
para que confesaran, Richard, no mejoraba para nada la situación con su
discurso y eso irritó mucho a Neal que por suerte tuvo la oportunidad de
desaparecer de la vista del agente, por unos minutos, con la excusa de ir al
baño. En el camino de vuelta se encontró con Satchmo a quien mimo por unos
minutos rascándole alrededor de sus orejas y hallando un papelito hábilmente
oculto por el collar del cachorro, no era fácil que cualquiera lo viera, él
nunca se imaginó encontrarlo, rápidamente lo guardó en su bolsillo derecho y
bajó a concentrarse en el interrogatorio del agente pero teniendo ideas que
revoloteaban por su cabeza, ideas malas que seguro le traerían problemas… pero
por otro lado… una idea para un anhelado encuentro.
…………………………………………………………………..
Habían
pasado los 20 minutos de reflexión en la esquina, Neal ya había pensado y
puesto todo en una balanza.
…………………………………………………………………..
-Neal,
cariño, ya puedes bajar, la cena está lista.
La
voz de Elizabeth se escuchó clara y Neal salió disparado de la habitación
acercándose por las escaleras dijo:
-Bajo
en un momento voy a lavarme las manos.
Cuando
se dirigió al lavado escucho las quejas de Peter diciendo que de seguro todas
esas personas extrañas que vinieron a su casa se bebieron su “sofisticado”
vino, Neal no pudo evitar reírse, si el agente se enteraba que fueron Richard y
el quienes se acabaron su “sofisticado” vino de seguro que estampaba la fea regla de madera en sus traseros, por
suerte, para ambos, el agente no sabía eso.
Cerrando
la puerta del baño, Neal se apresuró a ver con detenimiento el papel que
encontró oculto en el collar de Satchmo, sus ojos vieron cada detalle del papel
amarillo en figura perfecta de flor, le dio vueltas para revisar cada ángulo, encontró
lo que buscaba, las iniciales: A.H. sonrío con nostalgia.
-La
cena se enfría.
Escuchando
la voz de Peter, Neal guardó el papelito y se lavó rápido las manos, salió del
lavado con una sonrisa pícara que el agente estaba acostumbrado de ver.
-Ya te
sientes bien?
-Estaba
mal?
Peter
volvió a sentir extraño, su amiguito era todo un cúmulo emociones confusas,
hace 20 minutos atrás era el chico más triste del mundo y ahora, ahora nadie
podría quitarle esa carita risueña.
-Obviamente
el tiempo de esquina te funciona bastante bien.
Neal
se mordió el labio para no decir nada apresurado que lo delate.
-Peteeer
no me gustó estar ahí.
El
agente soltó una carcajada y le revolvió el pelo sin darse cuenta que el
muchacho acababa de estafarlo, después de todo las viejas costumbres nunca se
olvidan y las de Neal estaban guardadas por mucho tiempo pero no eliminadas de
su cerebro.
Amo a Neal cuando pone su risa picara de travesura, y sobre todo cuando Peter caen en su encanto
ResponderBorrarQue lindo saber de Neal
ResponderBorrarLindo el relato, Carla, pero pobre del chico Richard que se llevó tooodos los "premios" de papá!! =O jejeje Qué malvado Neal, pero bueno, una vez que escape del castigo está bien ;P
ResponderBorrarSanha: Yo tambien lo amo así :D
ResponderBorrarCathBlueRed: Si, por mi parte lo extrañaba mucho XD
Camila: Malito y cabeza hueca ;D
Gracias a tod@s por su lectura!
hermosos mis niños!
ResponderBorrarMartaaa que bueno que estas por aqui :D
BorrarTe quedó increíble amiga!!
ResponderBorrarYa extrañaba a este par!!
Pero pobre Richard...
Mm bueno tienen razón por una vez que se salvo el trasero de Neal no pasa nada!!