Capítulo 30
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Mi turno (dijo
Alejandro cuando el reloj marcó las seis y todos se pusieron tensos)
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Alejandro
(le agarró por el brazo Julio evitando que saliera del coche) es Max el que está ahí dentro (dijo
Julio y por primera vez en la vida Sebastian vio a su padre asustado).
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Lo sé (dijo
Alejandro muy consciente de que su hermano no había dejado de sufrir des de que
Max entrara en el plan). No dejaré
que nada malo le pase.
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En cuanto estés
seguro, danos la señal y entraremos.
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Y
recuerda César es mío
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Eso no se dijo en
ningún momento
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Quizás sea tu…(A Sebastian le costó mucho
mantenerse civilizado) compañero. Pero fue mi vida la que jodió. Solo regresé
para acabar con él, si me quitas ese placer te juro que…(Sebastian
miró de una forma tan amenazadora a su tío que Alejandro le puso los pelos de
punta, ni cuando estaba bajo aquel hechizo y quería matarlo lo había mirado
así)
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¡Sebastian! (gritó Julio y lo
fulminó con la mirada) Tu tío se ceñirá
al plan, a menso que la vida de tu hermano corra peligro, si tu hermano corre
peligro, me importa una mierda tu sed de venganza…si para salvar a Max tiene
que matar a César, lo hará. Y hará bien y tú estarás conforme (dijo
furioso Julio a su hijo mayor. Sebastian dio un gruñido y se echó hacia atrás en el asiento trasero del coche). ¡Sebastian! ¿Conforme? (dijo
arrastrando cada una de las sílabas)
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Conforme
(dijo pero sonó tan falso como una promesa electoral.
Alejandro respiró hondo y salió del coche. Ahora le tocaba a él)
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Te juro que hay
momentos que me cuesta creer que tienes 27 años (dijo
Julio cuando Alejandro salió del coche y se quedaron a solas. Sebastian gruñó
pero no dijo nada solo se quedó atento a lo que iban a oír a través de aquel
pequeño altavoz)
…
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¿Dónde está? (Alejandro
gritó nada más entrar en casa y tras dar un portazo)
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¿Dónde
está quien? (preguntó César algo inquieto)
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Ese pequeño
cobarde, esa sabandija, esa verguënza para el apellido Bocha
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Sebastian
se fue contigo y no ha regresado (dijo César aunque lago
le decía que no era de Sebastian de quien hablaba Alejandro precisamente)
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No, imbécil (dijo
mirándolo con rabia. Cesar dio un paso atrás. Se suponía que el hechizo solo
tenía que ser contra los Bocha) de ese ya
me he encargado. ¿Dónde está Max? No te atrevas a esconderlo, puedo oler ese
hedor desde aquí…huele a putita de vampiro (dijo y César lo miró
alucinado, jamás había escuchado a Alejandro hablar así, ni estando realmente
furioso) ¡MAXIMILIANO! ¡MAX! ¡SAL DE TU
MADRIGUERA, NO ME HAGAS IR A PORTIR, MOCOSO INGRATO!
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Alejandro, cálmate (dijo
Antonia mirándolo con algo de miedo, pero su voz permanecía serena).
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Tú (dijo
señalándola con el dedo), tu cállate,
mujer, estoy seguro que tú estás detrás de todo esto. ¡MAXIMILIANO! (volvió
a rugir mirando hacia la habitación de Max).
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Alejandro
debes calmarte ¿Qué ha pasado? ¿Y Julio y Sebastian? (dijo
César intentando apaciguar los ánimos de Alejandro que estaba claramente bajo
la influencia del hechizo)
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Todos son unos
traidores (dijo poniendo la mirada de loco y
mirando hacia el infinito) todos
conspiraban contra mi. Querían arrebatarme lo que es mío…yo soy el patriarca de
los Bocha (cuando Sebastian escuchó eso no pudo evitar reírse, pero
se le cortó la risa cuando se dio cuenta de la manera en que su padre lo estaba
mirando).
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Ya vuelves con tus conspiranoias (dijo
Antonia rodando los ojos)
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Cuando acabe con
esto disfrutaré rompiéndote el cuello (dijo
muy fríamente. Y eso si que sonó demasiado realista para el gusto de Sebastian)
¡MAX! (volvió a rugir. Max
asomó tímidamente la cabecita por el salón)
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Max, ven (dijo
Antonia y se puso delante del chico, a modo de protección)
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Jajaja (rió
maliciosamente Alejandro) cobarde
hasta tus últimos momentos, escondiéndote tras una mujer. Al menos, ésta no es
una asquerosa chupasangres (aunque Max sabía que su tío estaba
actuando aquellas palabras le dolieron).
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¡No le llames eso! (gritó Max enfadado y no le
costó nada fingir la indignación. Antonia tuvo que girarse y darle la espalda a
Alejandro para sujetar al chico. El chico no tenía nada que hacer contra
Alejandro y le había prometido a Sebastian que no dejaría que nada malo le
pasara a su hermano)
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¡Max, no! (Antonia se encaró a Max,
Max forcejeó algo con ella, lo suficiente para que pareciera real. Cuando Max
cambió su cara por la car de semi bestia, Alejandro se lanzó contra el,
haciendo una especie de sándwich con Antonia, que finalmente y con mucho
esfuerzo, logró separar a ambos Bocha)
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Has traído la
vergüenza a esta familia, tu padre y tu hermano ya han pagado por su traición y
tu pronto les seguirás los pasos
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¿Qué? ¿qué les has hecho a papá y a Sebastian?
(preguntó Max con cara de horror)
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Lo mismo que
pienso hacerte a ti (y volvió a lanzarse contra
el pobre chico. “casualmente” César tenía una espada a mano).
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¡Max!
(gritó César y le lanzó la espada el chico la garró al vuelo. Había entrenado
demasiadas horas con esa dichosa espada para no estar familiarizado con ella.
Alejandro miró con sorpresa a César y Max aprovechó para clavársela en el
corazón a su tío. Alejandro se desplomó en el acto. Max se separó del cuerpo
sin vida de su tío asustado, tambaleándose como sumido en un profundo estado de
estupefacción)
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¿Está? ¿Está? (tartamudeaba
Max mirando con terror el charco de sangre que empezaba a formarse bajo el
cuerpo sin vida de su tío. César miró a Antonia y Antonia disimuladamente le
enseñó el anillo de los Bicha y sonrió)
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Muerto
(dijo César). Max,
no has tenido otra…tu tío se había vuelto loco iba a matarte (dijo en un tono muy
paternalista) Ya has oído lo que les ha
hecho a tu padre y a Sebastian.
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Lo he matado (dijo Max casi
hiperventilando y esa era la frase. Julio Y Sebastian salieron del coche de
inmediato y fueron hacia la casa)
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Max, iba a matarte (dijo esta vez
Antonia)
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Lo he matado (repitió otra vez Max pero
esta vez negando con la cabeza como si todo aquello no fuera real).
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Max,
solo te estabas defendiendo, iba a matarte (dijo
César caminando lentamente hacía él. Max dejó caer la espada en el suelo y
empezó a respirar con dificultad, le
faltaba el aire)
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Max, cariño
(dijo Antonia y se adelantó a César y fue a ponerle la
mano sobre el hombro pero Max se apartó y salió corriendo) ¿Lo vas a dejar
irse? (preguntó sorprendida Antonia)
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No
tiene donde ir (dijo César) Regresará en cuanto se le haya pasado el susto. Y entonces no me
costará nada acabar con él y con el pequeño.
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No tendrás tu cura hasta que hayas cumplido con TODA tu parte (le
dijo con rabia Antonia)
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Lo
haré, no temas (dijo sonando inquietantemente malvado.
Algo que no pegaba para nada con la actitud de corderito que hasta aquel
instante había jugado César). Antes de
que vuelva a salir el sol habré acabo con toda la estirpe de los Bocha
(dijo con rabia para si mismo)
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Más te vale
(dijo enfadada Antonia)
Antes de salir
huyendo Max se aseguró que la puerta de la entrada quedará bien abierta, cuando
se cruzó con su hermano y su padre, asintió con la cabeza y respiró al fin
aliviado. Sebastian le sonrió y siguieron su camino. Ahora solo tenía que
esperar en el coche y dejar que Sebastian y su padre lo arreglaran todo.
Sebastian entró
primero en el salón, pocos segundos después entró Julio. César los miró sin
poder creer lo que estaba viendo.
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Vaya, César ni que hubieras visto un fantasma (dijo Sebastian y acto seguido se transformó
en bestia y saltó sobre César despedazándolo de una forma tan sádica que
Antonia y Julio tuvieron que apartar la mirada)
Noooo! Me tienes en vilo little!
ResponderBorrarDemasiado bueno el capítulo!!!! Pero parece que se acerca el final y no quiero que eso pase.
ResponderBorrar😱😱😱😱 necesito seguir leyendo
ResponderBorrar??? pero que pasa son Alejandro... no se murió o si.
ResponderBorrarGran historia ;)
Little te admiro mujer!!...
ResponderBorrarEres una escritora increíble!!!
Necesito seguir leyendo!!..