TRAVESURITA EN EL TRABAJO
-Que tal el trabajo?
-Aburrido, lo mismo de siempre.
-Todavía no comprendo porque te saliste de la patrulla de oficiales.
-De la unidad de homicidios, querrás decir.
-Bueno, bueno, para mí todo es lo mismo, trabajo de polis.
El buen amigo de John dijo despreocupado mientras daba
un sorbo a la botella de cerveza, riéndose por su falta de conocimiento.
-Nunca vas a cambiar gordo….PLOCK!!!... pon más atención a lo que te
digo y hago!
-Ouch! heeeey cuidado que me estropeas.
El cosco que le había dado John le había picado feo en
la nuca, así que su mejor amigo se sobaba la cabeza mientras lo miraba con
recelo por el golpetazo.
-De paso exagerado, en serio que nunca cambias.
Ahora John era el que reía por la sobre reacción que veía.
-No soy exagerado,
tu sigues siendo un gorila bruto y nunca vas a cambiar.
De pronto la mirada ofendida de su amigo cambió a una
maligna divertida
-Aunque pensándolo bien si has cambiado y mucho, estoy seguro que si le
digo a tu papá que me golpeaste me pides disculpas.
-Ni en tus sueños.
-Haber hagamos la prueba.
Su mejor amigo sacó el celular e hizo de cuenta que
marcaba y hablaba por teléfono.
-No!, no le digas a papá.
John se levantó de su silla e intento quitarle el
teléfono celular a su amigo.
-Jajajaajajjaja pensándolo mucho mejor no has cambiado nada desde cuando
eras un niño y tenías la misma actitud cuando iba a acusarte con tu papá,
porque sabías que iba a golpearte el trasero.
-Cállate gordo, eso no es cierto.
-Sí que lo es, sólo mírate tienes miedo, tienes miedo, tienes miedo,
tienes miedo.
-Silencio! No tengo miedo de que me acuses, soy un adulto que toma sus
propias decisiones.
-Sip, pero siendo justos tomas las peores decisiones. Antes que tu padre
volviera vivías como un auténtico vagabundo en cambio ahora puedo levantar la
cabeza y decir que eres mi amigo y no el alcohólico bueno para nada de hace
seis meses.
-Qué apoyo!
-Hehehe, pero como iba diciendo tienes miedo, tienes miedo, tienes
miedo, tienes miedo.
-Cállate!!!!
-Jajjajajajajajajaja está bien, está bien, no te alteres.
Viendo que John comenzaba a enfadarse en serio su
amigo dejo de burlarse de él, aunque le gustaba hacerle enfadar.
-Una cerveza mas?
-Si, claro, pero solo una mas.
-Ok.
Luego de despedirse John se dirigió a su casa
caminando, quería disfrutar de la vista de las calles mientras volvía a casa,
pero mientras caminaba le surgió una idea para que su amigo se tragara sus
palabras de que él le tenía miedo a su padre y no porque le tenga miedo como
persona sino puntualmente que le tenía miedo porque le golpeaba el trasero.
Decidió que era el momento perfecto para volver a la
unidad de homicidios y demostrar a todos que era capaz con el estrés de su trabajo
y no caer en una de las muletillas (bebida) que
arrastraba cuando Frank no había vuelto a su vida.
Lo malo fue que la adrenalina de su trabajo lo
consumió y si bien no había caído en la bebida como en un pasado si cayó en el
descuido y desprotección de su persona, en un caso de un triple asesino muy
peligroso y que él decidió emboscarlo solo y sin refuerzos, creyéndose auto
suficiente. No era el procedimiento más inteligente pero así quería resolverlo.
Lo malo fue que todo se complicó y John quedo entre la línea de fuego con él,
herido por roce de bala fue una ventaja para el malhechor que se escapó y no
tuvo más alternativa que dejarlo ir, adolorido y un poco mareado por la sangre
que estaba perdiendo reunió las pocas fuerzas que tenía y llamó a su padre para
que lo ayudara, en cuanto Frank recibió la
llamada de su hijo corrió para socorrerlo y sin importar nada lo levanto
y lo llevó al hospital, los médicos atendieron a John y confirmaron que la
herida no era de gravedad, una vez atendido recién las preguntas de por qué se
había expuesto a ese peligro fueron hechas en casa.
-Es que no tiene sentido John!
-Papá ya te dije que no me paso nada.
-Y esa herida que es?
-Deja de molestarme!
-Esto es una barbaridad, yo no te estoy molestando, me hiciste pasar un
susto de muerte!
-Te entrometes en mi vida, yo
podía resolverlo solo.
-Ah sí jovencito? podías solo? Y por eso me llamaste para que te
ayudara?
John enrojeció por el tono que usó su padre, la verdad
es que no tenía excusas para decirle, sólo reconocer que se había equivocado.
-Lo siento, papá, no lo pensé bien.
-Ahora lo vas a sentir más.
-No, no, no papi, por favor no.
-Te has ganado esta paliza.
Frank agarro a John por la muñeca y lo acomodo en sus
rodillas para inmediatamente empezar con las nalgadas.
-Plaf! plaf! plaf! plaf! plaf! plaf! plaf! plaf!
plaf! plaf! plaf! plaf! plaf! plaf! plaf! plaf! plaf! plaf! plaf! plaf! plaf! plaf!
plaf! plaf! plaf! plaf! plaf! plaf! plaf! plaf! plaf! plaf! plaf! plaf! plaf! plaf!
-Auuuuuuuu papi Ouch! Ouch! Ouch! ya dejameeeeeee
-Sabes que quiero oír la verdad John y todavía no la escuchado completa
plaf! plaf! plaf! plaf! plaf! plaf! plaf! plaf! plaf! plaf! plaf! plaf! plaf! plaf!
plaf! plaf! plaf! plaf! plaf! plaf! plaf! plaf plaf! plaf! plaf! plaf! plaf! plaf!
plaf! plaf! plaf! plaf! plaf! plaf! plaf! plaf! plaf! plaf! plaf! plaf!
-Nooooooooooooooooooooooooooo papáaaaa basta snif snif te lo digo, te lo
digoooooo
Frank detuvo la palma de su mano en el aire y John
aprovechó en limpiarse las lágrimas.
-Es que…es que…snif snif…es que gordo me estaba molestando y quería
demostrarle que yo no te tengo miedo snif snif snif.
-Miedo?- Frank se alarmó – Por
qué me tendrías miedo?
-Gordo dijo snif dijo que yo tenía miedo snif snif snid de que me golpeabas el trasero.
-Y por eso te expusiste en el trabajo?
Inmediatamente Frank se quitó el cinturón y le bajo
los pantalones a John mientras él pataleaba y se retorcía.
-ZASSS!!! -ZASSS!!! -ZASSS!!! -ZASSS!!! -ZASSS!!!
-Buaaaaaaaaaaaaaa me dolióoooo au au auuuuuch!!!
Luego de que consolara a su hijo, Frank aclaro unos
puntos.
-Cómo es eso de que gordo estaba molestándote
con que me tienes miedo.
-Se puso muy pesado y empezó a molestar diciendo que yo todavía era un
niño que le tenía miedo a papá porque me castigaba el trasero.
-Y eso te molesta?
-Claro que si, no me gusta que me des nalgadas.
John estaba con la cabeza abajo y haciendo un puchero
que su papá no veía pero que si sabía que lo estaba haciendo.
-Vas a volver a exponerte de esa manera tan riesgosa en el trabajo?
-No papi lo juro.
Frank sonrió por la rapidez de la respuesta y sobre
todo por la seguridad y aunque sabía que no era justo burlarse de la situación
no pudo evitar decir:
-Lo ves las nalgadas sirven y te las doy no para que tengas miedo sino
porque aún las necesitas.
-Papáaaaaaaaaaaaaa.
Frank rió a carcajadas porque esta vez pudo ver en todo su esplendor el puchero de su hijo.
Muy lindo regalito, Carla, muchas gracias!!! Ya te las había dado por privado, pero ahora lo hago formalmente. Y aprovecho a preguntarte una cosa: cómo es eso de que Frank volvió? Gordo sabe el por qué? sabe lo que pasó con la radio?!! Creo que tu historia deja un hueco para otro capítulo, qué dices?! jeje...
ResponderBorrarEspero que hayas tenido una navidad muy feliz!!! Y que tengas un 2017 lleno de éxitos!
jajaja que malo ese gordo...
ResponderBorrarPero arriesgarse sólo para demostrar que ya era todo un adulto mmm pues como que le salió muy caro a su trasero jajaja
Te quedó increíble Carlita como todo lo que escribes!!