domingo, 25 de diciembre de 2016

MI ABOLITO DE NAVIDAD



MI ABOLITO DE NAVIDAD
Corto Flia Hoffman.


Max y Alex, se esmeraron montando el arbolito de navidad para que cuando Leo llegara del colegio lo viera, pensando que se pondría feliz al verlo, pero contra todo pronóstico después de unos ojos de ilusión, Leo se puso triste y no sabían porque.
Max/Alex: Sorpresaaaaa… Le gritaron enseñándole el arbolito.
Leo: Abolitooo de Navidad.
Max: Si mi bebe tu arbolito de navidad ¿te gusta?.
Leo: ¡Bonito!… pero no es mi abolito, ese no es.
Max: Si mi amor, es todo tuyo, pronto tendrá muchos regalos también para mi bebe, y bueno unos para Alex y otros para mí.
Alex: Siii pero segurito que tu serás el que más regalos tengas.
Leo: Pero no e mi abolito… el mío pequeñito, ashiii y en la pared. Decía como tratando de explicar algo que era obvio para el niño, pero no para Alex ni Max.
Max: Tenías ¿un arbolito pequeño en tu otra casa?.
Leo: Shiii… yo quiero mi abolito, en aquí  papiiii… mio solito, yo ponía todo y mami aplaudía.
Max y Alex, tragaron grueso era la primera vez después de mucho tiempo que Leo nombraba a su mamá, y al parecer aquello era algo importante para el niño, sin duda un recuerdo en la cabecita para el niño.
Max: Yoo..tratare de comprarte uno pequeño ¿sii? No será el mismo corazón porque seguro se quedo en tu otra casa.
Leo:  No compra… mami hace.
Max: ¿Mami te lo hacía?
Leo: Shiii con papel, cintas, peguita.. cortaba asi… Y el niño hacia muecas, explicándolo todo.
Max: Ahhh…seguro que quedaba bello bebé. Mayor preocupación sintió Max, ante aquello, como podría el suplantar ese recuerdo, llamo a su madre cuando el niño se durmió, explicándole aquello. Sara no lo defraudo, entre las cosas del niño había un álbum de fotos, y Sara encontró en él el arbolito que decía su adorado nieto.
Leo un año antes.
Inmediatamente Sara hizo dos arbolitos de navidad de fieltro y adornos, letras y regalos del mismo material, y le coloco cierre mágico, para que pudieran ser desplegables, hizo dos porque pensó en hacer uno para su casa también. Paso casi la noche envela cosiendo con todo el amor del mundo por su nieto y su hijo.
A la mañana siguiente llego muy temprano y pego el árbol en la pared de la sala, y dejaron las piezas en el suelo, para que cuando despertara Leo, el adornara su arbolito.
Leo daba brincos de emoción cuando lo vio… corrió a abrazar a Max y a su abuelita, cuando se entero que ella se lo había hecho.
Leo: Abolitoooo shiiiii… como el de mami… papi, como el de mami. Graciaaaas..
Leo,  tenía un árbol espectacular de casi dos metros, con los mejores adornos posibles, y no le había parado ni medio, y este arbolito  en la pared de medio metro, era todo lo que ese peque deseaba. La simplicidad de un niño sin duda pensó Max.
Max, no pudo evitar que los ojos se le aguaraparan ante la emoción de su peque, quien corrió a adornar aquel arbolito.
Max: Gracias, mamá jamás hubiese sabido a que se refería mi hijo. Dijo entre cortado, tratando de hacerse el fuerte.
Sara: Esta bien llorar de emoción hijo. Le dijo acariciándole el rostro para luego darle un beso en la mejilla.

2 comentarios:

  1. Qué ternurita :3

    Sara es una gran abuela. Ahora espero que ese arbolito quede lleno de regalos!

    ResponderBorrar
  2. Aaaww que bonito Leo!!
    Te quedó con mucha ternura!!
    Y que linda Sara por desvelarse para coser los arbolitos!!

    ResponderBorrar