─¡Nos vemos hasta el lunes!─
Les dije a mis compañeros de trabajo, ya era bastante tarde,
iba atrasado una hora, pero finalmente termine y me apresure en llegar a casa,
estaba ansioso por descansar y pasar tranquilamente el fin de semana... aun
eran las cinco, quizás me daba una ducha y salía con Matt al cine o a jugar
bolos, a donde fuera pero salir un rato fuera de casa.
El trabajo cada día estaba mas pesado, es decir, toda mi vida
había cambiado, desde el trabajo hasta la casa, para empezar la rutina no era
la misma... Yo antes pasaba a comprar cualquier cosa al supermercado para
alimentarme, pero me di cuenta que Matt y yo no podíamos comer siempre
cualquier porquería que comprara yo por ahí, no era sano para el, ni para mi y
por esta razón comencé a cocinar yo... aunque, la verdad, yo no tenia grandes
dotes culinarios, vaya, si apenas me salían las cosas medio comestibles y la
mayor parte de mis platillos eran improvisados, pero Matt parece saber como
arreglar mis creaciones para que sepan mejor o mejor dicho, menos desagradables.
Definitivamente, yo debía ser mas organizado para darme
tiempo a hacer mas cosas. Uff y gracias al cielo que solo es Matt, que si
tuviera hermanos no me daría abasto.
Cuando llegue hasta la casa aparque el carro delante y me
baje del auto para abrir la puerta.
─¡Matt! ¡Ya llegue! ─ dije medio gritando para que escuchará.
La casa no era exactamente grande, pero tampoco pequeña, era
de un tamaño medio, pero para dos personas podía ser un poco extensa. A lo
mejor seria buena idea mudarnos y empezar de nuevo, en un lugar que no me
recordara tanto a Susan... y no lo pensaba para olvidarla, sino para dejar de
sentir vacía aquella casa sin su presencia.
Abrí la nevera para ingerir alguna bebida energizante, pero
note que la comida que había dejado lista para que comiera Matt estaba intacta.
Me extrañe, quizás me espero para comer, pensé,
en cualquier caso subí a su habitación, al ver que no respondió cuando avise
que había llegado.
Pero en su cuarto no estaba y yo quise morirme al no
encontrarlo en ninguna parte de la casa. Comencé a marcar a su móvil, pero me
mandaba directamente al buzón. O su
celular esta apagado o algo le paso.
Intente calmarme pensando que fue a la tienda y no tardaba en
regresar, pero pasaron diez minutos y supe que en la tienda no podía tardarse
tanto.
Ideas horribles comenzaron a apoderarse de mi mente, creyendo
todo tipo de accidentes y situaciones. No sabia que mierda hacer, si salir a
buscarlo o esperar a que llegara, pero entre mas pasaba el tiempo mas histérico
me ponía. Esa maldita sensación de que algo te oprime el pecho es mortal. Solo
quería ver a Matt a salvo, pero mi mente estaba dándome una mala jugada y veía
a Matt atropellado o accidentado en la calle golpeado. Definitivamente saldría
a buscarlo.
"Matt, salí a buscarte, si llegas a casa por favor
llámame para que regrese y sepa que estas bien"
Deje escrito eso en un papel sobre la mesa. Cogí un abrigo y
abrí la puerta dispuesto a encontrar a mi hijo, pero al abrirla lo vi, ahí
delante, a punto de girar el cerrojo.
Sentí que adelgazaba unos diez kilos. Verlo delante de mi
calmo mi angustia de inmediato y sacaron todas esas ideas locas que se formaban
en mi mente a medida que el tiempo pasaba.
─¡Matt! ─ dije y le
abrace, metiéndolo a la casa
─¿Papa? ¿estas bien? Me estas... asfixiando un poco...─
Deje de romperlo en un abrazo para separarme de el con
repentina molestia.
─¿Dónde estabas?─ le dije, sin ocultar un poco mi enfado─ te
estuve llamando y me mandaba a buzón ─
─ Me quede sin pila ─
─ Me importa muy poco si te quedaste sin pila ¡Tienes que
avisarme a donde vas!─ reproche y le gire un poco para dejar mi mano caer sobre
su pantalón.
PLAS PLAS
─¡Au! ¡Papa! ─ protesto, e intento voltearse, pero yo no le
deje
PLAS PLAS
─¡Acabas de darme un buen susto! ¡Creí que algo te había
pasado!─
PLAS PLAS PLAS
─ ¡Auu! ¡Solo quería ir al panteón un rato a ver a mamá!─
PLAS PLAS PLAS
─¡Pues me avisas y luego vas jovencito!─ regañe, pero luego
me fije en lo que dijo y deje mi mano en el aire. ─¿Qué tu que?─
─Au... Jo...─ protesto Matt y me vio con una mueca adolorida
mientras se frotaba el trasero ─ Carajo
papa, de que corchos esta hecha tu mano...─
Sonreí por ese comentario que le salió tan natural y luego me
fije en que tenia la ropa con restos de pasto.
─¿Podrías explicarte?─ exigí
─ Fui a dejarle flores a mama. En el internado nunca podía ir
y pensé en ir hoy y... no creí tardarme tanto... yo... solo quise llevarle
flores...y─
Suspire. Era imposible enfadarme con el si me decía esas
cosas. No dejaba de dolerme el hecho de que Matt extrañara a su madre. Y a
decir verdad, nunca iba a dejar de añorarla.
─¿Solo eso? ¿Y no podías esperarme? Me preocupe mucho cuando
no te encontré. Te pude haber llevado yo al panteón, Matt─
─ Es que no sabia como ibas a reaccionar... además fue un
impulso cuando decidí ir a dejarle flores...─
Iba a responderle, pero mastique sus palabras con cuidado. Me
le quede viendo unos segundos y finalmente hable.
─¿Cómo esta eso de que no sabias como iba a reaccionar? ─
inquirí
─ Yo... se que te duele mucho recordarla y saber que ya no
esta... sé que nunca vas al panteón porque no te gusta ver su tumba. No tienes
que llevarme si te hace daño verla... no quiero que vuelvas a tomar, papa ─
Trague grueso saliva, porque aquellas palabras me llegaron
muy hondo "No quiero que vuelvas a tomar, papá" ¿Cómo carajo me debo
sentir cuando mi hijo me dice eso? me sentí fatal como padre. Lo abrace con
fuerza, porque además tenia razón, me costaba recordar a su madre sin sentirme
deprimido.
─Hijo, siempre que quieras dejarle flores a tu madre yo te
puedo llevar. No importa si me duele. La verdad a mi también me hace falta ir a
su tumba mas seguido, solo así dejara de dolerme ir, cuando comience a hacerme
a la idea de que no va a volver ─
Note como Matt se entristecía. Me maldecí por deprimirlo y
solté el abrazo para mirarlo a los ojos.
─ Ella siempre estará aquí ─ le dije señalando su pecho ─
nunca te va a dejar solo, en cada parte de tu cuerpo ella esta presente. Una
parte de ella siempre va a vivir en ti, tu eres su hijo─
Matt sonrió con nostalgia, pero a pesar de eso, era una
sonrisa llena de amor.
─ Papa, ella tampoco va a dejarte─
─ Lo se y tu además de ser mi hijo y lo mas valioso que
tengo, en ti siempre la voy a poder ver─
Los dos sonreímos y Matt entonces fue a aventar su mochila a
la sala, mientras se dejaba caer sobre el sillón.
─Pa...─
─ Dime─
─ ¿Y si nos mudamos? ─
─ Creo que es una buena idea─
Una nueva vida, una nueva ciudad, una nueva casa, era lo que
los dos necesitábamos. Un comienzo desde el inicio de todo. El inicio de lo que
seria un gran camino por recorrer, seguramente lleno de sorpresas y también
muchas lecciones.
─ ¿A dónde nos mudamos?─ pregunto, tras un rato de pensar
─ Para pronto en Boston, New york y Minnesota tengo trabajo
seguro. Ahí la compañía para la que trabajo tiene oficinas. Tendría que ver en
donde de estos tres lugares hay vacante y pedir mi transferencia. Adam vive en
Boston... seria una buena idea vivir cerca de el ─
Matt volteo a mirarme, un poco incrédulo.
─ ¿Enserio lo harás? ─
─ Sólo si tu también quieres...─
─ Yo... ─ dijo y pareció vacilante, pensé que se echaría para
atrás, pero luego miro con determinación─ Si, si quiero. Quiero estar lejos de
aquí y simplemente empezar tu y yo juntos en otra parte─
─ ¿Estas dispuesto a cambiarte de escuela?¿Tus... amigos? ─
─ Amigos van y
vienen... ─ confeso, un poco nostalgico─ me asusta mas pensar ser el nuevo en
una clase, pero estoy dispuesto a intentarlo─
Me sentí orgulloso de el y supe que estaba haciendo esto por
lo mismo que yo. Estábamos desanclándonos de este lugar, soltándolo al fin,
teníamos que aceptar que los objetos y los lugares solo son recuerdos que se
llevan en la memoria y que no tenemos que estar ahí mismo para no olvidarlos.
Finalmente todo eso se guarda en la mente y en el alma.... Y esta casa solo nos
deprimía. A Susan siempre la tendremos en el corazón y si este lugar nos hace
daño, ella también desearía que nos fuéramos.
─Mañana mismo hablare con mi jefe a ver si puede autorizar mi
transferencia─
Matt sonrió satisfecho y le dio un mordisco a una dona que no
vi de donde saco.
─ Tienes hambre porque no has comido─ le reproche.
Jesús ¿Como alguien se acaba una dona en tres bocados?
─ No te ofendas, pero este nuevo invento tuyo de carne con
esa salsa que no quiero enterarme que sea, no sabe bien─ dijo y luego comenzo a
reir ─ ¿Que le hiciste? Es que como es posible que alguien arruine asi el sabor
de la comida─ continuo y se echo a reir
Ok, soy malo cocinando.
─ No podemos comer pizza y hamburguesa todo los días...─
─ ¿Me dejas pedir comida china?─
Vuelve el burro al trigo... ¿A quien engaño? Eso que prepare
sabe terrible, de cualquier forma no tenemos otra opción mas que comprar comida
por hoy.
─ Vamos por comida china. Anda, toma tu chaqueta─
Matt hizo un gesto gracioso de victoria con la mano y fue
corriendo a su cuarto por una chaqueta.
Yo me quede abajo pensando en que íbamos por buen camino y
hey, quien sabe, quizás todo mejore después, quien sabe que destino nos depare
mas adelante, yo solo se que hare lo posible porque las cosas salgan bien.
─ ─ ─ ─ ─ ─
Al fin terminaba el trabajo y me encontraba frente a la
puerta de mi casa. Me quede contemplándola unos segundos, sin saber que me
aguardaba cuando cruzara la puerta. Siempre me encontraba con un pequeño
desastre, y en ocasiones, un desastre monumental.
─ Estoy en casa ─ dije al entrar por la puerta de mi hogar,
sin embargo nadie me respondió. Tal vez no me escucharon... o quizás me
ignoraron. Quizás sea más lo segundo.
─ ¡Mami! ─ dijo Emy corriendo a abrazar mi pierna, con esa
adorable sonrisa infantil tan característica de su edad. Al menos ella no me
ignoraba.
Su hermano asomo la cabecita y corrió también a abrazarme.
Bueno, reitero, al menos mis dos hijos más pequeños no me ignoraban.
Hice un mimo a cada uno en su cabeza y les dedique una
sonrisa.
─ ¡Pero bueno! ¿Qué significa todo este desastre hmm? ─
pregunte, sin sonar enfadada.
La casa estaba patas para arriba, aunque sabía que no era la
culpa de los pequeños... aunque si les había dicho que cuando jugaran
recogieran sus juguetes y a los 4 y 6 años entiendes perfectamente que debes
recoger lo que sacas.
─ ¿Qué desastre mami? ─ pregunto Leo con la carita más
inocente que supo poner.
─ ¿Cómo que cual desastre? ¿Todos estos juguetes dónde van?
Vamos a ver, no creo que su lugar sea el suelo del salón ¿verdad?─
─ No mami ─
─ Bueno, pues vamos a recogerlos cariño ¿he? Yo les ayudo ─
Como una mamá gallina comencé a recoger el desastre que
armaban mis polluelos más pequeños, aunque la verdad, no solo estaba recogiendo
juguetes, también había ropa tirada, unos tenis, lápices, entre otras cosas que
eran de mis hijos mayores, los cuales sabían mucho mejor que los pequeños que
debían de tener orden en la casa.
─ Audrey ─ llame cuando vi a mi hija bajando las escaleras,
con su celular en la mano, como siempre ─ Cariño ¿Por qué hay ropa tirada en el
suelo? ¿No les he dicho que tengan orden?─
─ Mamá, tenemos un problema ─ dijo ignorando mi pregunta.
─ Antes de eso, primero lo primero, salúdame, caray ─ exigí
Se acercó y me dio un abrazo sonriéndome. Yo le di un beso en
la mejilla y le acaricie el cabello, me gustaba acariciarlo, lo tenía muy
suave, sé que se lo cuidaba mucho. En esos momentos lo tenía pintado de color
castaño, pero ella era rubia natural, aunque por alguna razón no le gustaba ser
rubia. A mí me encantaba de todas formas, no importa de qué color lo tuviera.
Había muchas cosas de su aspecto físico que no le gustaban a mi hija, pero para
mí toda ella era bastante guapa, por algo era mi hija, vamos a ver. A veces me
preocupaba si no le gustaba su físico, pero en realidad eran cosas típicas
cuando tienes 16 años, más bien a mí me parecía que era muy vanidosa.
─ ¿Cuál es el problema, amor? ─
Se despegó de mí y me miro muy atenta, mordiéndose el labio.
─ Te lo digo, pero no te alarmes má ─
Solo con decir eso ya comenzaba a alarmarme, aunque intente
disimularlo.
─ Bueno, dime ¿Qué pasa? ─
Mi hija suspiro y después puso una cara muy parecida al
fastidio.
─ Hace como dos horas y media que Nick salió de casa y no le
hemos encontrado─ resoplo
De pronto mi corazón se disparó a latir con mayor intensidad.
Probablemente debido a la angustia que comenzó a recorrer disparadamente mi
cuerpo.
─ ¿QUÉ? ¿Y porque no me llamaron antes? ─ pregunte alarmada y
al mismo tiempo molesta ─ ¿No saben a dónde fue? ─
─ Si lo supiéramos ya lo habríamos encontrado, mamá ─
─ No es momento para el sarcasmo, Audrey ¿Dónde está Liam? ─
dije mientras daba un vistazo a la casa y me fijaba quien estaba y quien no, y
lo cierto es que solo estaba mi hija y mis dos pequeños.
─ Liam dijo que iba a salir tarde de la universidad, pero
tiene como media hora que le marque para avisarle que no estaba Nick y dijo que
venía volando a casa lo antes posible. No debe tardar ─
Genial, absolutamente genial
─ Perfecto, después de casi dos horas deciden llamarlo ─
regañe refunfuñando un poco ─ ¿Y dónde está Blaine? ─ pregunte, al no
encontrarlo con la mirada.
─ Él fue a buscar a Nick. Yo por eso me quede en casa con los
enanos ─
─ Lo que menos necesito es que mis dos hijos estén fuera de
casa y uno saltándose su horario de clase ─ proteste esta vez más frustrada ─
¿Cuánto tiempo tiene que se fue Blaine? ¿Te dijo a dónde iba? ─
─ Como una hora... solo dijo que saldría a buscarle─
Para esos momentos comencé a angustiarme más. Quizás yo era
sobreprotectora, pero me importaba tres pimientos ser o no ser sobreprotectora,
yo solo quería encontrar a mis hijos. En esos momentos esa fue mi única
prioridad, aunque he de admitir que tenía una mezcla de angustia y enfado, lo
cierto es que no podía ocultarlo. Quería regañarlos a todos, pero solo estaba
Audrey y quizás lo pague un poco con ella, aunque en realidad yo nunca era
demasiado dura si sabía que no era su culpa.
─ ¿Cuántas veces les he dicho que marquen cuando vayan a
salir? ¿Se los he dicho o no? ─ pregunte frustrada ─ Que tan difícil puede ser
coger el teléfono y decir "Mamá, quiero salir a tal lado ¿me das
permiso?" Ahora no tengo idea a dónde buscar a tu hermano ¿Qué tal que le
paso algo? Además, estas no son horas para salir, ya está oscureciendo y es muy
joven para andar solo en las calles oscuras, y lo mismo va para Blaine, tuvo
que haberme esperado primero, caramba. De hecho, lo que en realidad tuvieron
que hacer fue marcarme en el mismo momento que se dieron cuenta que no estaba
su hermano ─
─ Mamá tranquilízate. Blaine tiene 17 años, no va a perderse,
y la verdad, tampoco Nick, tiene 15 años y sabe desplazarse perfectamente, si
por eso se ha ido, sino, no lo hubiese hecho, no es tonto. No va a pasarle nada
─
La mire con el ceño fruncido y con eso basto para que ella
supiera que no me valía de nada lo que me decía.
─ Si te vas a enfadar con alguien que sea con Nick ─protesto,
poniendo sus manos en su cadera─ Todos estábamos en casa hasta que nos dimos
cuenta que en algún momento Nick desapareció. Blaine solo ha ido a buscarle, no
es que se haya ido sin avisar porque se le dio la gana, como Nick hizo. Blaine
solo quiere encontrarlo, no está haciendo nada malo más que preocuparse por su
hermano ─
Bueno, un punto de razón tenía.
─ Supongo que ya intentaron marcarle ─ pregunte lo obvio un
poquito desesperada, sentía la necesidad de asegurarme que tanto le habían
estado buscando durante esas dos horas.
─ Ya lo intentamos y nos manda a buzón. Ya le marque incluso
a papá varias veces, por si estaba con él, pero no me responde el teléfono ─
"Claro, esa su costumbre cuando hay alguna urgencia o se
trata de alguno de sus hijos" pensé, pero no llegue a verbalizarlo.
Deje salir todo el aire de mi boca y cogí las llaves del
auto.
─ Hija, quédate con tus hermanos, iré a buscarle en el auto y
de por ahí me pesco a Blaine y a Liam, para que lo busquemos juntos ─ avise ─
Cualquier cosa llámame─
Supuse que podía dejar a los pequeños con Audrey, ella ya
tenía 16 años y no tenía por qué pasar nada malo solo por estar fuera un
momento ¿no? Total, mientras yo trabajaba se quedaban solos. Me sentí realmente
mal por ese hecho. Era precisamente esa la razón por la cual yo no sabía dónde
estaba mi hijo. No estaba yo en casa para cuidar de ellos y en realidad,
pasaban mucho tiempo solos. Definitivamente era mi culpa.
Estuve conduciendo entre las calles donde pensé que podría
estar. Le marque a Liam y a Blaine. Quede de pasar por ambos para buscar juntos
a Nick.
Mientras conducía me quede pensando en mi familia y en mi
situación... Definitivamente tenía que ponerles ciertos límites a mis hijos,
quizás el hecho de que yo no estuviera en casa influía mucho y por eso se
piensan que porque no estoy pueden hacer lo quieren...
...o quizás yo a veces les consiento demasiado, porque
interiormente quiero compensarlos por haber fracasado en mi matrimonio y
haberme separado de su padre, y por lo tanto, separarlos a ellos de él...
Aunque ciertamente, yo nunca les he prohibido verlo, de hecho, fui yo quien
insistio mucho a mi exmarido para que los visitara, pero claro, con el tiempo
poco a poco se ha ido olvidando de sus hijos y ha dejado de prestarles atención
ahora que tiene una nueva familia. Y al final, la mala de todo esto soy yo,
porque se piensan que si su padre no los ve seguido es mi culpa, como si yo se
los prohibiera, pero caray ¿En qué mundo yo le prohibiría a mis hijos ver a su
padre? Si su padre no quiere verlos no tiene nada que ver conmigo, yo
simplemente me canse de insistirle para que los visite.
Me distraje de mis pensamientos cuando vi caminando muy
apurado a un muchacho castaño sobre la banqueta, con una mochila colgada en su
espalda y una sudadera gris con capucha. Sonreí y le pite para que me viera.
─ Sube al auto, cariño ─
Liam se subió de copiloto y nos saludamos con un beso en la
mejilla.
─ Cuando lo encontremos le voy a descuartizar ─ refunfuño
mientras se abrochaba el cinturón del auto ─ Mientras tanto ¿Dónde lo has
buscado Maddie? Va aparecer pronto, si no me voy a volver loco por culpa del
renacuajo. No entiendo porque no me llamaron antes─
Había algo en su tono que delataba lo preocupado que estaba.
Era tierno saber que mi hermano menor quería tanto a mis hijos. Más que fungir
en casa como un tío, era más que nada como otro hermano mayor, y sinceramente
ese papel le quedaba a la perfección. Aunque él por sangre era mi hermano, la
verdad es que para mí era como un hijo más, si prácticamente casi toda su vida
le había cuidado yo en mi casa. Yo no podía verle como un hermano, era mi hijo,
aunque no me llamara mamá siempre, yo sabía que el también sentía que yo era su
madre, aunque ambos sabíamos que nuestra madre estaba bien lejos de nuestras
vidas.
─ Le he estado buscando en todas partes pero no lo encuentro
¿A dónde podrá haber ido? ¿Y porque no contesta el teléfono? Quizás se quedó sin
batería... ─ comente
─ O quizás no es tan tonto y no quiere cogerte el teléfono
porque sabe que lo estamos buscando ─ replico Liam, mirándome de una forma que
venía a significar "no seas ingenua" ─ Como sea, tenemos que
encontrarle pronto porque ya oscureció y supongo que Audrey está sola en la
casa con los enanos ─
Me estaba comenzando a volver loca, pensando en llamar ya a
la policía al ver que no encontraba a mi hijo de quince años.
─ Va aparecer ─
Las palabras de Liam no me servían de mucho en esos momentos,
pero finalmente marco Blaine para avisarme que volvía a casa con Nick, lo había
encontrado en casa de uno de sus amigos y al parecer ya sospechaba que estaba
ahí, pero primero tuvo que investigar la dirección. Por fin volví a respirar
con normalidad, después de haber estado tan angustiada con esa sensación
horrible en el pecho. Estuve a punto de decirle que yo iría a por ellos y
regresaríamos juntos a casa, pero lo cierto es que estaba demasiado molesta
como para ver a Nick sin antes gritarle en plena calle.
─ Lo voy a descuartizar ─ dijo en voz alta mis pensamientos
Liam
─ No será necesario, eso ya lo hago yo ─
Maneje regreso a casa rápidamente y apenas abrí la puerta lo
vi, se me fue un gran peso de encima y todo la angustia que había sentido
desapareció de golpe. Ahí estaba, de pie, con cara de estar de mal humor, pero
ahí estaba, sano y salvo, mis dos hijos.
─ Nick... ─
No dije nada más, ni regaños, ni gritos, esos vendrían luego,
lo primero que hice fue romperlo de un abrazo, que delataba lo mucho que lo
amaba y lo mucho que me había preocupado.
─ Mamá... me estas... aplastando ─ protesto entre mis brazos.
Afloje un poco el agarre.
Note como se contraía, algo incómodo y avergonzado, creo que
estaba pensando en apartarme, pero debió decidir quedarse porque apoyo su
cabeza en mi hombro, y aunque no correspondió a mi abrazo, se quedó quieto,
dejándose abrazar. Tenerlo entre mis brazos hacia que sintiera más que nunca
que estaba a salvo conmigo y que aún era mi pequeño... Mire entonces a Blaine y
estire un brazo hacia él. No tuve que decirle más porque entendió que quería
abrazarlo, se acercó y se dejó hacer sin protestar. Le di un beso en su frente
y frote su cabello castaño. Me di cuenta que a pesar de que Blaine solo le
llevaba dos años a Nick, definitivamente se veía más grande que él, en su
cuerpo, su espalda y sus brazos. Tenerlos a los dos juntos en mis brazos hacia
que me sintiera plena... con una especie de amor infinito.
Lentamente, Blaine se fue retirando, hasta dejarme otra vez
solo con Nick y poco a poco, volví a sentir rabia por la angustia que me hizo
pasar.
─ Nick, sube a tu cuarto ─ le dije firme sin sonar enfadada,
soltando el abrazo con movimientos lentos y calmados.
Me miro... yo sostuve su mirada... y finalmente sin decir
nada subió escaleras arriba. Sé que quería protestarme y rebelarse ante el
hecho de que iba a castigarlo, pero seguramente decidió que era prudente
hacerlo en privado. Nunca se quedaba sin protestar, siempre tenía que hacerlo y
sé que cuando yo subiera a su habitación habría una guerra con fuego y todo.
Suspire, tendría que armarme de valor. Decidí primero calmarme y pensar cómo
proceder con el antes de subir. Ya estaba mentalizada que el haría todo lo
posible porque nos pusiéramos a discutir, lo que en realidad tenía que hacer
era no ceder a una discusión.
─ Mamá, solo tiene quince años─ me dijo Blaine, mirándome.
Seguramente conocía muy bien mi expresión. Estaba pensando que tanto iba a castigarle
─ Se lo merece y lo sabes─ dijo Liam, antes de que yo pudiera
decir nada ─ Tiene que pedir permiso antes de salir y él no lo hizo. Ni si
quiera les aviso. Lo siento mucho por el renacuajo, pero el solo se lo busco.
Nos ha pegado un buen susto ─
─ Liam tiene razón ─ opino Audrey, que estaba sentada en el
sofá, mirando ─ Todos sabemos aquí que no podemos decidir desaparecer y ya ─
Blaine les hecho una mirada fría a sus hermanos, que
probablemente los taladro en el acto, porque se quedaron callados.
─ Solo estoy pidiendo que no seas tan dura ─ me dijo,
mirándome con carita de cachorro ─ Después de todo tiene 15 años, mamá, y casi
todo lo que hace son impulsos. No puedes juzgarlo por no saber controlarlos ─
Suspire... ¿Por qué siempre soy la mala?
─ Amor, no lo juzgo, pero precisamente tiene que aprender a
controlar sus impulsos. No puede irse sin avisar, y ya que estamos, no puede
irse sin antes pedirme permiso, es algo que hasta tus hermanos pequeños lo
entienden. No es la primera vez que hablamos de esto... y siendo sincera
Blaine, dudo que haya sido un impulso, a mí me parece que fue más bien un
"quiero ir con mis amigos y me voy con ellos porque me da la gana" ─
─ El seguro que no lo pensó así ─defendió
─ Pero su actitud viene a significar lo mismo ─
Ante eso Blaine no supo que decir y se quedó callado,
mirándome con algo parecido a la desaprobación.
─ Bueno, pues entonces castígalo ─
No sonó enfadado, pero no dijo nada más y subió escaleras
arriba. Yo de nuevo suspire, un poco agotada. Me miraba como si a mí me gustara
castigarlo.
─ ¿Por qué siempre lo defiende? ─ pregunto Audrey, cuando
Blaine se marchó.
─ Es su hermano menor, quiere protegerlo ─ explico Liam,
desparramándose en el sillón y sacándose los tennis ─ A mí tampoco me gusta que
vayan a castigarlo, pero prefiero que lo castiguen a que lo vuelva hacer ─
─ Nick también es mi hermano menor y la verdad es que me
alegro que vayan a castigarlo ─ apunto mi hija ─ Se lo merece ─
─ Bueno, es que tú eres mala y dura como una piedra. No todos
tienen el corazón bondadoso, amable y protector de Blaine. Y mío, claro ─
─ ¡He! No es verdad ─
─ Lo es ─
Audrey alzo el cojín del sofá amenazadoramente y Liam saco su
zapato para contra atacar. Yo rodé los ojos. Unos niños, eso es lo que son
todos mis hijos.
─ ¿Por qué no mejor comienzan a cenar? ─ sugerí ─ Yo vengo
enseguida ─
─ Es verdad que se lo merece ─ me dijo Liam antes de que me
marchara ─ Pero no seas dura con él, es un buen niño ─
Vamos a ver ¿Cuándo yo soy dura? ¡Que exagerados! Como si de
verdad fuera a matarlo. Negué con la cabeza dando como caso perdido a mis
hijos. Caray, si nunca soy mala.
Subí las escaleras con tranquilidad y pasos lentos, cuando
estuve en el umbral de la puerta, escuche a Blaine, hablando con Nick. Sabía
que estaba mal quedarme detrás, pero moría de curiosidad por escuchar que tanto
hablaban.
─ Cuando haces estas cosas no puedo cubrirte de mamá, Nick,
no tienes pretextos ─ reprocho, en un tono que parecía un semi regaño ─ si
hubieras avisado nada de esto habría pasado ─
─ ¡Mamá es una exagerada! ¡Y tú no tenías por qué irme a
buscar a ningún lado! ─ protesto ─ ¡Arruinaste todo! ─
─ ¡Hey! A mí también me preocupaste. Y no me pongas esa cara
que es verdad ─
─ Eres idiota y una nenaza ─
─ Oye, hombre gracias. De nada por haberte encontrado ─
─ No te tengo que agradecer nada. En primer lugar no tuviste
que haber ido por mi ─
─ Pues deberías estar agradecido, si no hubiera sido yo
entonces hubiese sido mamá y sabes perfectamente que ella te habría sacado de
esa casa de un modo bien distinto al mío ─
Ante eso Nick no pareció tener que decir.
─ Tu y mamá son idiotas ─
Tal vez me equivoque y si quiso añadir algo más.
─ ¡He! ¿Pero que estoy escuchando? ─ dije, decidiendo al fin
entrar a la habitación ─ ¿Qué es eso de llamarnos idiotas Nicholas? ─
Poco a poco Nick se puso pálido, casi como si hubiese visto
un fantasma.
─ Má... mamá ─
─ Tampoco te pongas pálido, caramba ─ le dije ─ No me gusta
nada lo que escuche ¿he? Ni a mí, ni a tu hermano ¿entendido? ─
Se limitó solo a asentir con la cabeza y note como se
comenzaba a poner nervioso. Supe que no debía prolongarlo más. Me acerque a
Blaine un poco y puse una mano en su hombro con delicadeza. Solté un suspiro y
le mire.
─ Cariño, tus hermanos están cenando ¿puedes ir con ellos un
momento? ─
Blaine miro un momento a Nick, luego me miro a mí... y
finalmente debió decidir hacerme caso, porque salió de la habitación sin antes
dedicarle una última mirada a Nick. Espere a que se fuera, pero escuche
entonces como se encontraba con alguien en el pasillo.
─ ¡He! y tu será mejor que vayas a bañarte, que apestas ─ le
escuche decir ─ Que luego no me dejas dormir con tu pestilente olor ─
─ ¿Qué? Pero si me bañe en la maña... ¡Au! ¿Por qué me pisas?
─ protesto Liam ─ Ha... claro... es verdad, iré a bañarme... que apesto a
gorila... ─
Entendí que Blaine estaba intentando darnos intimidad,
agradecí el gesto, sabiendo que no dejaría pasar a nadie mientras yo regañara a
Nick. Sonreí un poco, pero luego volví a ponerme seria y mire a Nick.
─ ¿Qué es eso de irte sin avisar? ─ regañe en cuanto supe que
nadie escuchaba ─ Sabes de sobra que no puedes irte sin pedirme permiso primero
a mí o en todo caso a alguno de tus hermanos. Mucho menos puedes decidir
simplemente desaparecer hasta las tantas sin darnos signos de vida. Pasaste
olímpicamente de mis llamadas al celular, al menos pudiste enviarme un mensaje
de en donde estabas─
Nick soltó un bufido y yo respire hondo. No dijo nada, pero
me miro desafiante... sabía que no respondía porque no tenía nada que decir en
su defensa, al menos por el momento en lo que comenzaba a protestar.
─ ¿No vas a decir nada? ─ pregunte tras ver que no iba a
responderme.
─ Si te digo lo que pienso ahora mismo te vas a molestar más,
porque la verdad, estas siendo una exagerada controladora y una... ─
─ He he he, basta ─ zanje ─ No va por ahí, no pretendo
discutir ¿bueno? Pero si quiero una explicación de porqué y a donde te fuiste,
caramba, me preocupaste mucho Nick, a todos ─
Nick puso los ojos en blanco y me miro con bastante fastidio
─ Solo quería salir con mis amigos ¿vale? No soy ningún bebe
idiota para perderme si salgo un rato ─ respondió, con bastante actitud
altanera para alguien que está a punto de ser castigado ─ Y tu estas exagerando
todo como si me hubiese ido durante días ─
─ No, Nick, efectivamente no eres ningún bebe y por eso creí
que entendías el concepto de pedir permiso para ir algún lado fuera de casa. Y
no me pongas esa cara, que pese a no ser un bebe sigues teniendo 15 años y
sigues estando bajo mi responsabilidad y mi cuidado, aunque no te guste,
cariño, tienes que pedirme permiso porque yo necesito saber dónde estás y a qué
hora llegas. Solo te estoy pidiendo lo que debe ser ─
─ Tengo 15 años mamá, no soy un niño tonto, no tienes que
saber a cada maldito segundo en donde estoy si me sale del escroto salir un
rato ─
Abrí mucho los ojos por lo que dijo y estuve a punto de
pegarle, pero me dije a mi misma que debía ser paciente, aunque me estaba
costando bastante. Blaine nunca me había respondido así, quizás a veces también
era altanero, pero no así, y Liam simplemente se corta la lengua primero antes
que faltarme al respeto.
─ Basta Nick. Estas faltándome el respeto ¿he? Sabes que esas
contestaciones no pasan. Es tu última advertencia, y agradece que lo haya
hecho, la próxima vez no voy advertirte nada ─ regañe, con un poco de enfado y
luego relaje un poco la voz ─ Solo quiero saber a qué hora regresas y dónde
buscarte por si algo te llega a pasar. No pretendo fastidiarte, solo es una
medida de seguridad por cualquier cosa y aunque tengas 15 años sigues siendo
pequeño. Lo lamento hijo, pero quizás el no salir dos semanas y no tener tu
celular te enseñe a pedir permiso la próxima vez. ─
Sé que Nick estaba en esa edad complicada en la que ya no
eres un niño pequeño pero tampoco una persona madura, es un punto medio
bastante complejo. Definitivamente es la etapa más difícil, porque comienzas a
tener mayores responsabilidades y ninguna ventaja de ser adulto... porque a los
15 años no se es ningún adulto, siguen siendo igual de inmaduros como para no
entender el hecho de que hay que pedir permiso y avisar en donde estas por si
algún accidente llega a pasar, y que no puedes andar por ahí en la vida sin
reglas. Más bien, es la etapa de la adolescencia en la que simplemente quieres
hacer lo que quieres, sin reglas y sin prohibiciones. Sientes que el mundo es
tuyo...
─ ¿¡Que!? ¿Dos semanas? ¿Pero qué carajo te tomas? ¡Estas
fumada! ¡Solo quería salir un rato! ─protesto
─ Y lo entiendo. Y no pasaría nada si hubieras cogido el
teléfono para decirme a donde querías ir. Lo siento, pero no hay más que decir
hijo, estas castigado dos semanas. No te quejes, que has salido bastante bien
librado. Y deja de usar ese tono conmigo, Nick, ya te dije que controles tus
respuestas sino quieres que yo también te responda de una forma que no va a
gustarte en absoluto ─
─ ¡Metete tus respuestas por el culo! ¡Seguro que eso a ti no
te gustara en absoluto! ─ me espeto, enfadado.
Creo que abrí tanto los ojos como él. Sé que Nick se dio
cuenta de que acababa de cruzarse bien hondo a la falta de respeto. Incluso él
mismo se vio sorprendido por haber sido capaz de decirme eso y enseguida le
asalto el miedo, al saber que se había pasado. No era para menos, yo no era una
exagerada que al mínimo levantamiento de voz ya se siente ofendida, de hecho
les pasaba bastantes insolencias, pero simplemente Nick se pasó y como rayos
van a obedecerme mis hijos si para empezar no me tienen respeto.
No le dije nada, simplemente le agarre del brazo y quise
tumbarlo encima de mis piernas, aprovechando que una de las camas estaba cerca,
pero Nick no se dejó y en vez de ponerme a forcejear lo gire debajo de mis
brazos, agarrándole de la cintura y deje caer mi mano sobre su pantalón con un
poco de fuerza.
PLAS PLAS PLAS PLAS
─ ¡Au! ¡Suéltame! ─
Se movía mucho porque intentaba escabullirse, pero le agarre
bien de la cintura e impedí que metiera las manos, aunque él aún así siguió
pataleando y utilizando los codos para intentar apartarme.
PLAS PLAS PLAS PLAS
─ Te advertí sobre como debías contestarme ─
PLAS PLAS PLAS PLAS
─ Y no me hiciste caso ─
PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS
─¡Au! ─
PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS
─ ¡Mama ya! ─
PLAS PLAS PLAS PLAS
─ ¡Vale que me duele! ─
PLAS PLAS PLAS PLAS
─ ¡Mama! ─
PLAS PLAS PLAS PLAS
─ Hubieras pensando antes de contestarme así, Nick ─
PLAS PLAS PLAS PLAS
─¡Au! Lo siento máma... sé que me pase, lo siento ¡Au! Pero
ya no me sigas pegando... ─
PLAS PLAS
Le solté y cuando se incorporó comenzó a frotarse lentamente,
con la mirada en el piso, avergonzado y algo triste.
─ Es la última vez que me respondes así, sino a la próxima te
pongo directamente sobre mis piernas un buen rato ¿estamos? ─
─ Estamos... ─ respondió bajito, sin dejar de mirar el suelo,
con aspecto deprimente y avergonzado.
Me sentí un poco mal por hablarle con rudeza y por haberle
pegado. Quizás en el fondo era una blanda, pero tampoco me gustaba ser un ogro
con mis hijos.
─ Sabes que te lo ganaste, pero ya paso ¿sí? ─ le abrace ─ No
me gusta castigarte, pero tienes que aprender a obedecerme, y a respetarme. Si
me haces caso nada pasa, no hay necesidad de que te castigue y no debes
enfadarte cuando lo haga, o al menos no demostrarlo de la manera que lo
hiciste. No pretendo fastidiarte mi amor, solo quiero que me obedezcas...y lo
hago porque te quiero, aunque tú no lo veas así ¿Bueno? Ya paso ─ repetí y mire
como tenia aspecto de estar a punto de ponerse a llorar, así que le di un beso
en la frente y seguí abrazándolo hasta que el al poco rato comenzó a separarse
de mí.
─ Vamos a cenar ¿vale? Tus hermanos ya están abajo en la
mesa. Anda, vamos, te preparo unos hot cakes si quieres ─
Con eso conseguí que sonriera un poquito y juntos bajamos por
las escaleras para ir con sus hermanos
─ ¡Liam deja de comerte mi cereal!─ protesto riendo Audrey desde la cocina,
mientras sacaba la leche de la nevera
─ Lo dejaste sobre la mesa─ respondió con tranquilidad mientras se llevaba
a la boca un bocado ─ No debiste dejarlo
ahí─ contestó, como si aquello lo
justificara a robar deliberadamente el cereal de su hermana.
Blaine soltó una risilla encantadora mientras movía la cabeza
de un lado a otro, divertido.
─ Enano ¿vas a querer cereal o un sándwich? ─ le pregunto
Blaine a Leo, sacando de la despensa pan y cereal─ Ok, lo entendí, no tienes que poner esa cara.
Sera cereal entonces─ dijo riendo y le
revolvió el cabello a su hermanito ─ ¿Y tu Emy? ¿Sándwich? Esta bien, ya se que
sin tomate y con mucho queso─
Liam dio un ultimo bocado y miro a Blaine
─ ¿Y si mejor te sientas, Blaine?─ le dijo parándose de la mesa cuando termino el
cereal─ Ya me encargo yo ¿hmm? Les
preparo la cena en un momento, tu quédate con ellos─
Sonreí sin darme cuenta, por pura inercia. Jamás dejara de
fascinarme el hecho de que mis dos hijos mayores se encarguen voluntariamente
de los pequeños.
─ Todos sientense, para eso estoy yo ─ les dije, acercándome
a la cocina finalmente─ preparare hot
cakes para todos, así que vayan tomando asiento, sacando platos y vasos, que en
un segundo termino─
Vi a los dos renacuajos sonreír de oreja a oreja, a ellos les
gustaba tanto la idea de los hot cakes como a Nick.
Liam y Blaine me sonrieron y mientras Blaine ponía platos y
servía la leche, Liam sacaba la harina y Audrey los huevos.
El que sin embargo seguía notándose con aspecto tristón era
Nick, que no paso desapercibido por Liam. Ninguno de sus hermanos hizo
comentarios de su pequeña escapada en la tarde, pero supe que solo estaban
siendo prudentes y dándole espacio e intimidad. Todos saben que Nick siempre
reacciona de una forma diferente cada que es castigado, pero siempre es vital
darle su espacio y no hacer ningún comentario acerca del tema.
Cuando finalmente estuvo la cena lista comimos juntos y mis
hijos me platicaron sus días. Liam y Audrey pelearon jugando como siempre,
porque Liam robaba la cena de mi hija mientras ella se distraía. Y lo mismo
pasaba con leo y Blaine, pero leo era mas descarado porque importándole un
bledo si Blaine lo observaba cogía un pedazo de hot cake de su plato y se lo
llevaba a su boca. Pequeña cosita descarada.
El que sin embargo seguía sin decir nada era Nick, incluso
cuando terminamos la cena y nos preparábamos para dormir. Me hacia sentir un
poco mal, porque yo ya no estaba enfadada... y quise demostrárselo mimándolo
pero aun así se veía decaído. Cuando se ponían en ese plan me hacían
replantearme la idea de si castigarlos es alguna clase de delito.
En algún momento, cuando ya todos se ponían la pijama y se
lavaban los dientes, Liam llamo a Nick cuando paso cerca de su recamara.
─ Hey, Nick, ven─ le
llamo, mientras terminaba de abrocharle los botones de la pijama a Leo
Nick se acerco y se paro frente a el. Liam saco su cartera y
le enseño un billete partido a la mitad.
─ Lo he roto esta mañana, si lo arreglas es tuyo─
Nick sonrió de oreja a oreja y cogió el billete
─ Genial─ dijo Nick,
examinando el billete ─ No tenia ni un
centavo─
─ Sera porque toda tu mesada te la gastas el mismo día que te
la dan─ le reprocho y luego le despeino su
cabellera negra, que de por si ya tenia despeinada ─ Ya vete a dormir, shu shu,
y mañana no te metas en problemas, que sino me vas a dejar pobre─
Nick le sonrió de esa forma agradecida, captando su intención
de animarlo. Pero después sonrió de una forma que le quedaba a la perfección,
con un aspecto travieso y descarado.
─ Yo creo que mejor me meto en problemas diario ¿no? Así me
voy a terminar haciendo rico ─
─ Aja, a costa de mi pobreza y de causarle dolores de cabeza
a mama. Muy gracioso, mocoso oportunista─ le dijo con gracia y lo empujo fuera de la
habitación, jugando.
Cuando vi a Nicholas de mejor humor me sentí mas aliviada y
agradecí que Liam lo animara. Eche un ultimo vistazo a mis hijos y después de
un día tan largo, me fui a la cama, caí exhausta sobre el colchón, pero con una
sonrisa inmensa a pesar del cansancio. Todo valía la pena por mis hijos.
Ya no recordaba mucho esta historia...
ResponderBorrarY no recuerdo si tiene algo en común las dos familias!!
Cuando ya haya terminado de leer me regresare para leer otraves esta historia de4sde el principio!!