Capítulo
2: Ryoga vs Ranma un combate a muerte dentro del supermercado
A la mañana siguiente Genma fue a despertar a los
chicos, para luego indicarles que se
bañaran pues saldrían a pasear en la tarde, pero antes les ordenó que fueran a
comprar algo para preparar el almuerzo que llevarían, por lo que después
de ducharse, los muchachos se vistieron rápidamente. Ryoga
como siempre con su habitual traje de entrenamientos de color azul tanto el pantalón como la
camiseta (Esta, sin mangas) el cinturón color amarillo, no podía
faltar su banda amarilla con pequeñas
manchitas negras, que se colocaba en la
cabeza, los zapatos planos tradicionales de color negro que siempre usaba, su
mochila llena de provisiones y por supuesto la pesada sombrilla. Ranma también
iba vestido de azul, pero su traje era diferente la camisa era manga larga
de cuello chino, pantalones largos y
zapatillas blancas, pero al contrario de Ryoga no llevaba nada a la espalda. El
señor Saotome los observo a ambos de pies a cabeza y se dispuso a hablar:
Muy bien jovencitos, ya saben dónde tienen que ir.
Aquí está la lista de lo que tienen que traer, van al supermercado, compran y
se devuelven, nada de entretenerse en sitios desconocidos. No quiero que les
vaya a pasar nada malo.
Papá por favor, ya no somos niños pequeños. Sabemos
cuidarnos perfectamente (hablaba Ranma)
Sí, tío no se preocupe, regresaremos sanos y salvos
(Respondió Ryoga)
Bueno, voy a confiar en ustedes. Ten Ranma (Dijo,
mientras entregaba a su hijo el dinero)
Ambos muchachos se despidieron y caminaron
rápidamente en dirección al supermercado. Genma les había dicho, que debían
volver alrededor de las 10:45 am.
En el camino Ranma y Ryoga empezaron a discutir como
de costumbre…
Te digo, que es por esta
calle, según mi mapa (Decía Hibiki)
No, no y no, que lo estás leyendo al revés presta
para acá… (Ranma se lo arrebató de las manos) ¡¿Quién diablos te dio esta cosa?! Las direcciones están todas
borrosas.
¡Idiota!… ¡Devuélvemelo, es mío! Me lo regalo el chofer que me trajo hasta tú
casa. ¡Dámelo ya! … (Exclamó el chico, mientras
trataba de quitarle el mapa de
las manos)
Ryoga comenzó
a atacar a Ranma , mientras este se movía velozmente esquivando todos los
golpes que su contrincante le lanzaba,
por lo que Hibiki no quiso perder más él
tiempo y tomando por sorpresa a un Ranma con la guardia baja, inmediatamente
aprovechó la oportunidad y cogió la pesada sombrilla que tenía sobre la parte de
arriba de su mochila y con
un rápido movimiento golpeo al hijo de
Genma con la punta negra del paraguas en el ojo derecho causando que el
muchacho se desmayara en medio de la avenida. Un montón de gente se acercó a
socorrerlo y un nervioso Ryoga, que no
sabía qué hacer, se llevó ambas manos a la cabeza en señal de preocupación.
¡Oh no, he matado al estúpido de Ranma! ¡¿Pero como mierda no pudo esquivar un simple
ataque?! Tendré que irme muy lejos, sino me van a encerrar en la cárcel (Decía
el chico desorientado, caminando de un lado para otro y con el rostro lleno de
gotitas de sudor)
Noooo
¡Pero qué diablos estoy diciendo! Huir es de cobardes. Debo afrontar las
consecuencias de mis acciones como todo un varón. ¡Si eso haré! Pero primero
pediré dinero a mis abuelos para pagar un buen abogado y así no saldré tan
perjudicado de este maldito lío (Pensaba en voz alta el chico,
mientras golpeaba con su puño un poste eléctrico, dejándolo algo magullado)
Al rato, el pre-adolescente Saotome comenzó a
levantarse con algo de dificultad, la
gente quedó sorprendida. Ryoga que estaba de espaldas en aquellos momentos se
dio cuenta de la escena, por lo que se volteó y fue rápidamente dónde estaba su
compañero para ayudarlo y preguntarle cómo se encontraba, mientras este le gritaba:
¡¿PERO QUÉ DEMONIOS TE PASA RYOGA?! ¡¿ACASO
TE HAS VUELTO LOCO?! ¡Cómo me golpeas con esa cosa, no te das cuenta que solo
fue una broma! ¡Eres un imbécil!
Mira Ranma, a mí no me reclames nada, que quien empezó la pelea fuiste tú. Ya me tienes
harto siempre con tus idioteces encima ¡Qué te quede claro que no voy a
permitir que te burles más de mí! Además agradece que viniera a ayudarte.
¡Egoísta!
¡Ya deja de insultarme, que aquí el único egoísta
eres tú! (Exclamó Ranma enfadado)
¡Cierra la boca y deja de ser tan arrogante! Sabes
muy bien, que no te golpee apropósito (Ryoga se defendía, mientras sacaba una
crema especial de su mochila, para colocar en el ojo de Saotome)
¡Suéltame! ¡Quítame tus mugrosas manos de encima!
Vas a terminar infectándome más el ojo (Ranma empezó a agitar sus manos con
gran ritmo, para evitar que Ryoga le
colocara el remedio)
¡CALLATE! ¡Quédate quieto y obedece! (Le riño el
muchacho de ojos marrones)
Después de discutir,
el chico Saotome se tragó su orgullo e hizo caso a su rival y
se dejó curar. Total el ojo le dolía
horrores y lo único que quería en aquellos instantes era aliviarlo aunque fuese
un poco.
¡Ya está! ¡Casi perfecto! Aunque creo, que un par de
cubos de hilo sería de gran ayuda
para bajar la hinchazón, pero cómo no tengo,
te tendrás que conformar con esto por el momento.
¡Oye! aun me duele. Esa pomada, que me colocaste no
me sirvió de nada (Reclamó Ranma)
Agradece, que por lo menos, me preocupo por ti (Respondió Ryoga molesto)
Si como no, luego que metes la pata vienes con tu
cara de inocente a tapar el sol con un dedo, pero ¿Sabes qué? ¡Ya no quiero
hablar de nada más! Siempre me toca la
peor parte. Ahora no solo me duele el culo, sino también la cabeza y
para rematar el ojo. Mejor vámonos a casa (Dijo Ranma, en lo que
caminaba en dirección a su hogar)
¡Noooo! ¡Espera! ¿Acaso no íbamos a comprar los alimentos para preparar
el almuerzo, que llevaremos a la excursión? (Pregunto el chico inocentemente,
mientras recogía su pesada sombrilla de
la calle)
Si claro, ¿Eso es lo único que te importa verdad?
¡Solo piensas en ti! Y a
mí, que me lleve la mierda (Ranma seguía enojado)
Vamos Ranma ¿Olvida lo que paso si? Además necesito comer algo. Tengo mucha
hambre.
¡De verdad que tú, no tienes vergüenza Ryoga! Pero cómo soy un buen amigo, te lo voy a
pasar por esta vez, a la próxima no saldrás también librado ¡¿Me escuchaste?!
Sí, sí, lo que digas, ya apúrate (Le dijo
empujándolo en dirección a un callejón sin salida.
Ranma se dio una palmada en la cara y suspiro
profundamente para luego exclamar con desesperación:
¡Kami, dame paciencia! Por aquí no es el camino, ¡¿Que
acaso estas ciego?! El supermercado, está por allá (Ranma algo molesto, le mostraba con el dedo índice dónde se encontraba el
sitio)
¿Eh…? Así claro, ya lo había visto je, je (Ryoga se
medio sonreía apretando ligeramente los dientes y con una gran gota de
sudor en la cabeza)
Grrr ¡Que vas a ver tú! Si ya hasta pareces hermano
de Mousse (Añadió Ranma)
¡Oye! ¿Qué te pasa? A mí no me compares con ese
torpe. ¡Yo soy muy inteligente! (Exclamó Ryoga convencido)
(Ranma rodo los ojos y balbuceo entre dientes) No te lo crees ni tú mismo.
¡¿Eh…?! ¡¿Qué dijiste?! (Preguntaba confundido)
¡Olvídalo! Mejor
apresúrate, que se nos hace tarde… (Ranma
lo jalaba del brazo y lo conducía al lugar, que estaba casi en frente de ellos)
Estando en el supermercado ambos chicos se fueron a comer algo ligero en la cafetería, después de desayunar el chico de los colmillos
afilados, dejo su mochila y su paraguas en la paquetera, para luego ir con su
compañero a buscar rápidamente los alimentos, que utilizarían
para preparar la comida. Inmediatamente Ryoga cogió el carrito de compras e iba
pasando por todos los pasillos, tratando de buscar el departamento donde ubicaban los lácteos pero le era muy difícil dar con el
sitio, por lo que, el chico Saotome al
ver a su compañero pasando trabajo tratando de divisar el dichoso punto, trató
de acercarse y darle una ayudita para guiarlo mejor, pero Hibiki era demasiado
terco y empezó a discutir con Ranma nuevamente.
Suelta… yo lo llevo, tú vete a buscar los productos
enlatados y déjame a mí en lo mío (Ambos niños empezaron a tirar del carrito a
ver quién se lo quedaba)
¡Claro que no! Estamos perdiendo tiempo por tu causa
(Ranma empujo fuertemente a Ryoga, mandándolo
directo a una esquina, dónde
ubicaban los detergentes de lavar,
ocasionando que los mismos se vinieran abajo y cayeran encima del chico de ojos
marrones)
Me las vas a pagar ¡Grandísimo Imbecil! (El
despistado, se levantó como pudo y cogió un frasco de detergente líquido, el
cual destapo, y como un rayo se acercó a su rival y le vació el contenido en la
cabeza y parte del traje de este)
¡Mierda, con lo que me gustaba esta camisa! (Exclamo
el hijo de Genma mirando su atuendo) ¡Como te atreves a arruinar mí ropa nueva,
te arrepentirás! Esto, sí no te lo paso (Ranma se abalanzo sobre Ryoga para
golpearlo, pero este rápidamente se giró hacia un lado y luego dio un gran
salto y se ubicó detrás del chico Saotome y aprovechó para darle un patada, que hizo que tropezara y
cayera en una mesa con demostraciones de refrescos que estaba cerca de ellos)
Ranma se volvió a incorporar y empezó a pelear
nuevamente con Ryoga atacándolo con golpes rápidos; uno de los cuales fue a dar
a la mejilla del chico, sin embargo este respondió dándole un rodillazo en el
estómago sacándole el aire, ambos chicos se estaban dando puño y patada limpia,
ante la mirada atónita de algunas personas. Los muchachos seguían en la faena
hasta el punto de acabar revolcándose por el piso del lugar tumbando una gran
cantidad de productos. (Algunos envases de vidrio y jarrones costosísimos se
fueron a la porra) En una oportunidad Ryoga quien estaba de pie respirando
rápidamente, al igual que Ranma, cogió una botella de vidrio, llena de alcohol
para lanzársela a su oponente, pero
alguien venía pasando por el camino; sí
un metiche de esos, que nunca faltan y el frasco que supuestamente iba con
destino a la cabeza de Ranma. Terminó en la frente del individuo dejándolo inconsciente y derramando una buena cantidad
de sangre en medio del pasillo dónde se
estaba disputando la fantástica pelea. Los jovencitos ni se inmutaron por ver
que le sucedía al pobre tipo, más bien pasaron por encima de este pisándolo y retornaron la batalla ahora en la cafetería
del lugar; estuvieron alrededor de
media hora causando un desastre descomunal (Pasando por encima de las mesas, pisando la
comida de la gente y destrozando los vidrios donde tenían guardado algunos
postres, qué decir de la cajera del lugar, quien recibió varios porrazos en la cabeza de parte
de aquellos dos, y la caja registradora acabo en el piso hecha pedazos) En lo
que otro grupo de espectadores miraban estupefactos el duelo; los cuales no se atrevían a intervenir por miedo a
recibir un par de golpes, hasta que llegó uno de los supervisores del lugar con varios policías; al parecer uno de los empleados le había
informado sobre el acontecimiento, por lo que los oficiales desapartaron a los
dos chiquillos con mucha dificultad, luego fueron por las cosas que tenían
guardadas en la paquetera, los metieron
al auto y se dirigieron a la estación policial.
Los dos chicos iban completamente desaliñados ambos
con golpes en el rostro y cuerpo. Por su parte, Ryoga tenía la mejilla derecha hinchada,
por culpa del puñetazo que recibió de su contrincante, mientras Ranma, se encontraba algo más
perjudicado, el ojo ya no se sabía de
qué color era, aparte de eso; al jovencito le dolía muchísimo su estómago,
debido a varias patadas que recibió de parte del chico Hibiki. Los dos iban con cara de pocos
amigos muy usual en ellos cuando se peleaban.
Llegando al lugar el oficial encargado procedió a hacerle unas preguntas ambos:
Muy bien jovencitos, necesito que me den su nombre, edad y el
número de teléfono de sus casas. Tendré
que hablar con sus padres, esto que han hecho ¡No tiene nombre! Ustedes más que
personas, parecen animales. ¡Sin vergüenzas! ¡Vándalos! (Les gritaba uno de los
oficiales, mientras les dedicaba una mirada extremadamente seria a ambos
chicos)
Señor… vera, no fue nuestra intención. Discúlpenos
(Intentaron explicarse)
Escuchen con atención niños. Necesito que contesten todas las preguntas que les acabo
de hacer porque tengo que hablar con las personas que están bajo su cuidado, ya
que, si nadie los reclama serán enviados a un reformatorio.
Hubo un silencio absoluto.
A ver estoy esperando… (Volvió a replicar el oficial)
Aaah no van a hablar. ¡Perfecto! Minamoto (Celador) llévatelos a la celda de castigo.
Noooo, está bien, está bien (Ranma grito angustiado) Yo me llamo Ranma
Saotome y tengo once años, pero por favor no llame a mi casa. Se lo ruego.
¡¿Cómo que no llame a tu casa?! ¡¿Y quién crees que
va a pagar todo el daño causado en el supermercado?! Es obvio que sus padres. Y
tú jovencito (Señalando a Ryoga) ¿Cuál es tu nombre? ¡Identifícate!
Soy Ryoga Hibiki y tengo quince años (Dijo con los
brazos cruzados detrás de la cabeza, un
pie puesto en el pupitre del oficial y por supuesto dedicándole una mirada
indiferente al tipo)
Quince mis huevos, tu no llegas ni a trece y baja
ese pie de ahí que no estás en tu casa (Respondió el oficial con un semblante
bastante serio)
Maldito
hijo de puta, quien se ha creído para tratarme así, ¡Me las pagará! (Pensó Ryoga, mientras torcía levemente la boca y
cambiaba la postura a una de serenidad)
¡No me mientas chiquillo y dime ya mismo, que edad tienes en realidad!
Ahora Ryoga
lo miro serio y no contesto.
Tiene once, como
yo. Vamos en el mismo grado. Solo que es tan torpe el pobre que no se
acuerda.
¡Cállate Idiota! ¡¿Quién te pregunto?! ¡Por tú culpa
venimos a parar a este lugar! (Respondió Ryoga molesto)
A mí no, me eches el muerto ¡Imbécil! ¡Tú y tú
tontería de llevar el PUTO carro como un mocoso de cinco años! (Estalló Ranma)
¡Vete a la MIERDA Saotome! Parece que tuvieras dos
en lugar de casi doce.
Mira quien lo dice. Retrasado mental, desorientado… pareces...
CIERREN LA BOCA LOS DOS. ¡No quiero escuchar más pendejadas! (Exclamo
furioso el hombre) Si fueran mis hijos, les daría la peor paliza de sus vidas.
Juro que no se sentarían por meses ¡Mocosos malcriados y deslenguados! ¡¿Es
eso, lo que aprenden en la escuela?! ¡¿A
ver contesten?!
Lo sentimos, señor disculpe (Dijeron ambos algo
apenados al darse cuenta de haber sido escuchados)
Ya está bien,
pero que no se vuelva a repetir
ahora denme el número de teléfono
de sus casas en este instante (Insistió el oficial)
Maldito
cabrón, puto de mierda, cretino, Ojalá, que te den…Yo
digo lo que se me da la gana. (Pensó Ryoga)
A ver niños no tengo todo el día, por favor… (Les
decía ya cansado el oficial)
Ranma intento hablar con el señor, para que les
diera una oportunidad, prometió que se quedarían él y su cómplice trabajando
unos días en el supermercado en compensación por los daños causados, pero el
policía no se dejó convencer e hizo que el chico se cansara de dar excusas y
acabara dando el teléfono de casa. Ryoga mientras tanto, no dio ningún número,
pues invento que sus padres estaban en Okinawa viajando por asuntos de trabajo,
el oficial, no se creyó el cuento, pero decidió no entrar en discusión. Después
de todo, consiguió el teléfono de uno de los delincuentes y se
dispuso a llamar rápidamente.
(Genma cogió el teléfono) Aló. ¿Casa de la familia
Saotome? ¿Con quién tengo el gusto?
¡¿CÓMO?! ¡¿Que hicieron que?! Pero ¡¿Por qué?!
¡Definitivamente no lo puedo creer! ¡Descuide estaré allá en un par de minutos!
(Dijo el tío político de Ryoga, en lo que cogía un taxi y se iba directo a la
estación de policía)
Genma llego al lugar en menos de lo que canta un
gallo, habló con el oficial en presencia de los dos niños, que en aquellos
momentos tenían la mirada baja. Cuando Genma terminó de llegar a un acuerdo con
el señor, agarro ambos críos del brazo y cogió un taxi que los llevara
directamente a casa. Al llegar al Dojo Sotome; los sentó a los dos, cada uno en un banquillo y les ha dado un sermón de padre y señor nuestro.
No quiero saber quién fue el que comenzó, ni quien
continúo con este espectáculo tan lamentable. ¡Mira como tienes ese ojo Ranma! Y
encima de eso, echaste a perder la
camisa que con tanto cariño te regalo tu madre (Exclamó observando
detenidamente el golpe que Ryoga le ocasiono horas antes, así como también la
gran mancha del detergente en el cuello de la camisa)
Lo siento señor (Contesto el hijo del sr. Hibiki con
la cabeza baja) Intente ponerle un remedio, pero al parecer no ayudo mucho.
Ven por qué les digo que la violencia no es buena,
ven acá hijo… (Lo llevó directo a la cocina y allí preparo una bolsa con cubos
de hielo y se la puso unos minutos)
Mejor…
Sí papá
Ahora ¿Dónde estábamos?... (Se detuvo a pensar un
momento) Así, ya recordé ¡No quiero
saber que se vuelven a pelear! ¡¿Entendieron?!
Sí señor (Contestaron al unísono)
Ahora Ranma sube a tú a habitación y me esperas
allá, ya sabes cómo tienes que hacerlo.
Pa… papá tú me… tú me vas… ¡¿Tú me vas a pegar?!
(Pregunto preocupado y muerto de miedo)
Por supuesto que sí, después de demostrar ese
comportamiento tan reprochable. ¡Es lo mínimo que te mereces! (Habló serio el
sr. Saotome)
Pe… pero papá ¡No es justo! Todo esto es culpa de
Ryoga (Dijo señalando a su desorientado amigo, el cual estaba tranquilo sentado
en el banco, sin siquiera abrir la boca)
Guarda silencio Ranma y sube a tú cuarto y prepara tú culo, que te daré la paliza que te
mereces, por lo que has hecho. ¡A ver si así aprendes a comportante de una vez
por todas! (Exclamó Genma furioso)
Papá por favor… ya me pegaste ayer y todavía me
duele. No lo vuelvas a hacer. Te lo pido (Ranma tenía las manos juntas en señal
de súplica, y sus ojos aguados, que
mostraban que estaba punto de romper en llanto)
Ryoga
observaba callado la escena con no muy buen semblante. Según sus pensamientos
nunca pensó que su tío político fuera tan estricto.
Mira sinvergüenza a mí, no me vas a comprar con tus
lágrimas de cocodrilo, te conozco bien, tanto tú como Ryoga tienen culpa en
este asunto, ya luego hablaré con Hibiki para informarle de esto (El rival de
Ranma al escuchar el apellido de su progenitor casi, se cae de la silla de los
nervios) Seguro que no va a quedar nada contento, pero por lo pronto voy a
tratar contigo. Así que sube a tú
habitación y me esperas en el rincón, que voy enseguida.
Papá no por favor, ya me pegaste ayer y me duele horrible.
¡No lo hagas! (Insistía Ranma, quien ahora estaba arrodillado)
¡Párate de allí! ¡Descarado! (Le decía Genma,
mientras lo paraba, jalándolo del brazo bruscamente)
Ryoga te quedas quietecito en esa silla, qué ahora
llamaremos a tu padre, ¡Él necesita saber lo que paso!
El chico contesto, con un sí señor, mientras Ranma
llamaba a su madre desesperadamente.
Mamá… auxilio, papá me quiere pegar injustamente (Se
quejaba Ranma, pensando que su madre estaba en casa)
Cierra la boca y camina, tú madre salió hace rato y no volverá hasta
la noche (Genma le informaba a su hijo, mientras lo arrastraba hasta la
habitación)
Estando dentro lo soltó y lo tiro a la cama, luego
le ordenó a bajarse los pantalones y los calzoncillos, el chico lo hizo sin rechistar,
mientras su padre fue por un cinturón de
curo grueso y duro, luego regreso, cogió
una silla, la puso en el centro, se
sentó en ella y rápidamente llamo a su hijo:
¡Ven aquí Ranma Saotome!
Ranma, no quería ir, sabía que su padre no tendría
compasión de él, sin embargo se acercó, pues entendía que al no hacer caso empeoraría las cosas.
Camino lentamente y se colocó en el regazo de su padre, el pobre chico, ya
tenía el culo marcado, y bastante hinchado por la azotaina del día anterior, pero a Genma
eso no le conmovió ni un poco y así teniendo el trasero desnudo del chico a su
disposición, empezó a darle una buena tanda de correazos al pobre de Ranma, en
diferentes direcciones causando que este gimiera de dolor solo con los diez
primeros, el cuero de la correa impactaba duramente en las asentaderas del
chico, quien sentía un dolor insoportable, por lo que el pre-adolescente
empezó a suplicar para que su padre parará, pero Genma le hizo sufrir un
poquito más regalándole otra serie de chicotazos, que sonaron por toda la casa
e hicieron que Ranma comenzara a lamentarse mucho más que antes hasta el punto
de llegar a toser constantemente, En la sala de la casa Ryoga se estremeció en
el banco en el que estaba sentado al escuchar el sonido de la correa golpeando
el trasero de su rival, cada vez que oía aquel ruido, el muchacho apretaba sus
filosos dientes caninos contra su labio inferior. En tanto el padre del
culpable cerró los ojos por un momento, para no prestar atención a las reacciones de
su hijo, hasta que quiso Kami (Dios en japonés)
que se le cansara el brazo, entonces aventó el cinto a la cama y luego levantó a su hijo para obligarlo a quedarse parado en
el rincón por una hora.
Por hoy has sido suficiente. Cuando termine la hora
te acuestas a dormir, estarás castigado el resto de las vacaciones.
Pero… snif snif yo… (El niño hablaba entrecortado)
Tú nada, más
vale que obedezcas, sino te irá peor.
(Le dijo su padre mientras salía de la habitación y dejaba a Ranma agachado en un rincón de la habitación
hecho un mar de lágrimas)
Genma fue hasta la sala para marcar a casa de los Hibiki e informar lo sucedido a los padres del
chico.
Muy bien Ryoga llamaremos a tus padres (Le anuncio
su tío político)
(Ryoga al darse cuenta que el sr. Saotome iba
enserio, trato de impedírselo, buscando excusas inútiles) ¡No, señor! ¡No lo
haga! Mis padres sufren del corazón y sí ellos reciben una noticia de esta índole, les puede causar un infarto. Además…
Escúchame con atención Ryoga Hibiki. A mí no me vas
a tomar el pelo con tus patrañas. Conozco a tu padre desde que éramos niños y es una persona completamente sana y
por lo que me ha contado él, tú madre también goza de perfecta salud, así que
no me creas bobo, que solo estas inventando todo para evitar que les llame.
Genma cogió el teléfono e iba a intentar llamar
cuando…
¡Espere…! (Exclamo Ryoga)
Y ahora ¡¿Qué rayos te pasa?! (Él tío político
estaba perdiendo la paciencia)
Esto es… Esto
es… Esto es un asunto entre nosotros
tres es decir, es entre Ranma, usted y
yo ¡No entiendo cómo es que quiere mezclar a
mis padres en esto! Si ellos ni
siquiera participaron ¡Es algo absurdo! (Decía Ryoga en un principio nervioso,
para luego cruzarse de brazos, fruncir el ceño, apretar los labios y arquear una ceja)
Genma abrió mucho los ojos al escuchar las palabras del niño y observar
detenidamente su postura intimidante, dio un leve suspiro, para luego proceder
a hablar:
Escúchame muy bien lo que te diré Ryoga:
Más vale que te mantengas en silencio y me dejes
hacer la llamada a tu casa o de lo contrario tío Genma se va a enojar y te va a
dar una lección magistral acerca de ¡No interrumpir a tus mayores cuando están
ocupados en asuntos serios! Y me vas cambiando esa cara, ¡¿Qué te crees tú?!
Piensas que me vas a amenazar con el
truco de la pose del perro matón, pues vete enterando que pierdes tú tiempo
chiquillo. Ya estoy acostumbrado a ese tipo de artimañas, así que más vale que cambies el
semblante ¡¿Entendido?! (Saotome-padre
habló con voz firme, mirando fijamente a los enormes ojos color marrón del
jovencito)
¡Demonios,
no funcionó! (Pensó
Ryoga, apretando los labios y golpeando
su puño derecho con la palma de la mano izquierda)
¡¿Entendido?! (Insistió el padre de Ranma)
Sí me quedo claro. Adelante puede hacer la llamada (Dijo Ryoga resignado)
Después de Genma conseguir calmar al muchacho,
empezó a marcar el dichoso número, que sonaba y sonaba en casa de los Hibiki,
pero nadie contestaba.
Ring… ring… ring… ring… ring… ring…ring…ring…ring…
¡¿Qué
extraño nadie coge el teléfono?! (Se preguntó perplejo el padre de Ranma)
Lo
intentaré más tarde (Dijo colgando el teléfono)
¡Esto
es genial! ¡Qué excelente noticia! ¡Que
feliz soy! (Ryoga saltaba de la emoción)
Luego
de Genma presenciar la reacción del chiquillo, lo miro serio e hizo que este
quedara derechito en un dos por tres.
Pensándolo
bien, llamaré a casa de tus abuelos, a Hibiki le gusta pasar tiempo allá. A ver
dónde puse la libreta telefónica. A ver será esta… ¡No, esta no es! Tal vez esta por aquí… (Revisaba papeles
rápidamente el señor agachándose por todos lados, tratando de dar con la agenda dónde estaba el
dichoso número)
Por favor Kami, que no
la encuentre, que no la encuentre. ¡QUE NO ENCUENTRE LA MALDITA LIBRETA! Kami
apiádate de mí, te juro que esta vez sí me portare bien, controlaré mi
temperamento y no volveré a pelear con el idiota, arrogante y egoísta de Ranma, pero ¿Ayúdame si? (Imploraba
Ryoga a su Dios en pensamientos)
¡Al
fin la encontré! ¡Si esta es! Veamos… ¡Perfecto aquí están!… En la parte de
abajo pone: Abuelos de Ryoga teléfonos son: 667283923920338. Ahora a marcar…
(Iba a levantar el teléfono cuando…)
Noooo…
Auuuuu… tío ayúdeme por favor…Me duele mucho…
¡¿Pero
qué demonios?! (Exclamo Genma al ver al pre-adolescente tirado en el piso
agarrándose uno de sus gemelos)
A
mis queridos lectores espero que les haya gustado este capítulo. Si ya se, esta
algo largo, es que no puedo evitar ser tan detallista. Espero no odien a Genma por
la paliza algo fuerte que le dio a Ranma, pero es que después de lo que hizo la
tenía merecida pues quien lo manda a pelearse como animal salvaje. Ja, ja, ja.
Y el sr. Saotome lo castiga por el bien del chico. Esperaré sus
comentarios, para tomarlos en cuenta en caso tal que me anime a escribir otro
capítulo. Ah, sí hay errores ortográficos mis disculpas.
QUE GENIAL HISTORIA Nicole, y tengo el honor de ser el primero en comentar. ¡Que pelea más buena! jajaja el tipo entrometido acabo tirado en el piso jajaja estos niños si que están locos si no llega la policía me imagino el montón de gente herida, oye, pero porque pelean tanto que no son amigos, yo peleo con mis parceros, pero gracias a Dios no llegamos a los golpes. Ryoga bien salvaje como le dejo el ojo a Ranma, pero él se lo busco jeje. Y este Genma es de temer no le pasa ni una a Ranma y la verdad creo que no van a poder ir a la excursión a como van estos dos, solo dos días y mira el lío que formaron que risa que me dio. Estuvo bueno todo el dialogo.
ResponderBorrarSaludos y en espera de la actualización.
Gracias por el comentario Kevin y si se puede decir que esos dos son amigos y aveces rivales, pero igual se necesitan el uno con el otro aunque no lo quieran aceptar. Me alegro que te haya gustado jaja.
BorrarSaludos
Nicole
Nicole que risa!!! me hubiera gustado ver la serie por como describes a los personajes y estoy segura que mantienes su esencia como con carrosel- que por cierto me muero de ganas por saber que va a pasar con Dani!!!!!- decía; esos personajes son TREMENDOS!!!!!! esa pelea es para nunca olvidar pobre tipo!!! como que sangrando??!! :O ,se pasaron los dos asi que Ryoga tendra su cuota como Ranma?????? si claro que si!!! tienes que continuarla no lo dejes ahi, continua con mas capis y Saotome se paso le dio muy duro, Ranma sera odioso y malo con su amigo pero le toco muy fuerte, me dio penita, no lo dejes así, más!
ResponderBorrarSi la historia es mía, pero la gracia es mantener la esencia de los personajes así quienes han visto ranma 1/2 les gustara mucho más. Al tipo nadie lo manda de entrometido y como Ryoga es fuerte imagina como lanzo la botella como Mariano Rivera jajaja y a pesar de todo me da pesar por Ryoga es el un chico bueno, todo fue culpa de Ranma que como dices tú es un odioso con él jaja.
BorrarSaludos y es honor que me leas
Nicole
Hola amiga genial historia, me encantó lo de la pelea, estos dos siempre se llevan a las patadas. Pobre Ranma me da tanta pena por él, el Sr Saotome le da unas tundas bien fuertes, pero es que el chico no se comporta, la verdad es que la mayoría de sus castigos son merecidos. Pobre el tipo y la cajera tomaron también. Vaya desastre ocasionaron estos dos. En espera de tu próximo capi y no seas mala con Ryoga, el es tan Kawai.
ResponderBorrarSaludos
Hola tía, espero que estés muy bien. Estuvo muy buena la pelea de estos dos. Fue de Risa, bueno ya la había leído, pero hasta ahora he podido poner el comentario. Oye pobre chaval, su padre es como un militar jaja. Me encanto que recibiera su merecido, que es eso de andar agarrándose a los golpes en un lugar público, Alucinante! se te ocurren unas cosas, espero que Genma le de una oportunidad al pobre crío porque todo un mes castigado sería fatal para él y que pasara con él otro chaval acaso convencerá a su tío???
ResponderBorrarFelicidad estuviste Fantástica
Saludos.
Jajajaja no paro de reír Nicole, que mal se llevan estos dos y Ryoga todo nervioso porque pensó que había matado a Ranma y todavía le llama estúpido jajaja. Nunca pensé que se fueran a los golpes, pero Genma tiene la culpa como los manda solos a los dos sabiendo sus diferencias.
ResponderBorrarLo de la pose del perro matón estuvo buena. Espero que continúes con más y pobre Ranma ya van dos palizas seguidas en vacaciones.
Tengo tanta ansiedad por el próximo capítulo.
Saludos
Bastian
Callate, quedate quieto y obedece este Ryoga ya parece el papá de Ranma, que risa me da, me encanta la serie chica. Eres Genial escritora. La pelea estuvo fantástica y al pobre Ranma le fue muy mal con su papá, pero el se busca todo lo que le pasa
ResponderBorrarSaludos y en espera del próximo capítulo y no trates tal mal a los personajes jeje
Marilú, Giovanni, Bastian y Anónimo mil gracias por sus comentarios, realmente aprecio que me lean y pues nada tratando de inspirarme para traerles más aventuras de estos chicos, que son terribles cuando se juntan. Amigo y rivales a la vez, no se soportan, pero no pueden estar el uno sin el otro, ya se enteran de más cosas.
BorrarSaludos a todos y un gran beso y abrazo.
Nicole
me gustola frase el truco de perro maton, que divertida
ResponderBorrarsi definitivamente Nicole este Ranma me encanta, no pienso nisiquera leer o buscar elorignal, no para que, si esta versiones ta mas linda
Un besote, esta bellisima tu historia
pbrecito mi nene lindao Ranma, papa es muy malito con el jajajaja pero me gusta
MArambra
Muchas gracias por el comentario Marambra, la verdad en el apuro no tuve tiempo de responderte, y pues que bien que te guste Ranma y sí el papá es algo estricto porque el chico es bastante rebelde e irrespetuoso, ya te enteras de las trastadas que hará jaja en esta y en la otra historia.
BorrarSaludos, te deje un comentario al pie de dos capis de tus gemelos.
Nicole