SI ODIO TODO SOBRE USTED, PORQUE DEBO
AMARLO?
CAPITULO 17
Andres Felipe, seguía
conduciendo rápidamente por la avenida Boyacá con rumbo al norte de la ciudad,
mientras esperaba que el Capitán Camilo Prieto, rastreara vía Gps el celular de
Juan Andres.
Mientras tanto Angélica María,
sentada en el asiento del pasajero sentía una profunda angustia de saber a su
niño mayor solito, sin dinero y mal abrigado, recorriendo las enormes y frías
calles de Bogotá.
Cursito, por fin lo localice
afirmo satisfecho Camilo, el celular de tu niño está ubicado en el centro de la
ciudad, por el sector del barrio de la candelaria, pero se está moviendo, con
rumbo al portal de trans milenio, así que apúrate caramba, espeto el Capitán
Prieto, cualquier cosa me llamas de nuevo que aquí voy a estar al pendiente.
Muchas gracias cursito afirmo
Andres Felipe, sintiendo un profundo alivio, al tiempo en que apresuradamente
colgaba el teléfono móvil y se enrutaba por la avenida circunvalar la cual lo
sacaría directamente al barrio de la candelaria.
Mientras tanto Juan Andres y
Valentina seguían caminando con el fin de bajar hasta la estación del sistema
de transporte masivo de Bogotá llamado Transmilenio, pretendían seguir
recorriendo la ciudad a pesar de lo avanzado de la hora y del inclemente y seco
frio que ya estaba pasando factura a los bronquios de Juan Andres.
Seguro que estas bien
Juancho? , pregunto de nuevo valentina al notar que a su primo le estaba
costando trabajo respirar y estaba algo pálido y un poco sudoroso.
Por supuesto que estoy bien,
no te afanes ya te dije es un acceso de tos inofensivo, vamos que me quiero
subir a uno de esos buses articulados, quiero seguir explorando Bogotá.
Siguieron descendiendo con
rumbo al portal más cercano de Transmilenio, cuando, se toparon de frente con
un puesto de control de la policía, los cuales se encontraban realizando
labores de registro y control, solicitando documentos de identidad y requisando
a los transeúntes con el fin de verificar que no llevaran armas o drogas consigo.
Buenas noches jovencitos,
saludo cortésmente el sub intendente de la policía encargado del operativo de
registro y control poblacional, tendrían la amabilidad de permitirme una
requisa y me permiten sus documentos de identificación.
Juancho tu trajiste tu
tarjeta de identidad pregunto nerviosamente Valentina a su primo, porque fíjate
que yo no… estee, pues no. Creo que yo tampoco la traje, nunca la cargo de
hecho, contesto Juan Andres.
Jóvenes que sucede con sus
documentos de identificación?, me los podrían enseñar por favor, inquirió
nuevamente de forma más seria el agente policial.
Corre valentina, grito
sorpresivamente Juan Andres, halando firmemente a su prima y emprendiendo la
huida del puesto de control policial, tomando ambos niños rumbo por toda la
avenida caracas con rumbo sur.
Altooo jovencitos a donde
creen que van? Grito fuertemente el agente policial, enviando a tres auxiliares
bachilleres de policía tras ellos.
Ambos niños corrían a toda la
velocidad de la que eran capaces avenida caracas abajo siendo perseguidos
frenéticamente por los auxiliares bachilleres de policía.
Los cuales apenas si lograban
seguirles el paso al tiempo que infructuosamente les ordenaban a los chicos
detenerse una y otra vez.
Habrían avanzado
frenéticamente unas cinco cuadras huyendo a toda velocidad, cruzando de forma
peligrosa entre el tránsito de la vía arteria, la cual por ser hora pico se
encontraba atestada de vehículos de todo tipo los cuales circulaban a una
velocidad considerable.
Estaban de lo más divertidos
disfrutando de su reciente roce con la ley, cuando escucharon el chillido de unas ruedas y
en menos de lo que pudieron darse cuenta tenían un Chevrolet Camaro negro
cortándoles el paso de tajo.
¡Mierda la bestia!, dijeron
en coro al tiempo Juan Andres y Valentina, al tiempo que del potente automóvil
descendían atropelladamente, unos aterrados Angélica María y Andres Felipe, los
cuales al verlos juntos tomados de la mano y huyendo de la policía quedaron a
cuadros y con cara de pregunta.
Juan Andres, hijitooo hablo
casi que gritando el Capitán Contreras, pero que se supone que hacen ustedes
dos solitos por estos rumbos, pregunto entre Sorprendido y molesto Andres
Felipe, al tiempo en que abrasaba con todas sus fuerzas a ambos niños.
Dos minutos después de
aquello, por fin lograban darles alcance los tres auxiliares de policía,
quietos ahí jovencitos, porque salieron huyendo del puesto de control? Inquirió
bastante agitado y molesto unos de los policiales.
Que ustedes hicieron que mis
niños? Pregunto sorprendido Andres Felipe, a ambos mocosos aflojando un poco el
abrazo y mirándolos directo a los ojos, ambos chicos bajaron la mirada en
automático, sintiéndose completamente atrapados en la que ya de por si era una
enorme travesura.
Discúlpeme caballero,
pregunto uno de los policiales, usted conoce a estos jovencitos? , por supuesto
que los conozco, el niñito guapo es mi hijo mayor y la muñequita es mi sobrina,
contesto con infinita ternura Andres Felipe, al tiempo en que volvía a esconder
a ambos mocosos entre sus cálidos y protectores brazos.
En ese caso le pido por favor
que nos acompañen al puesto de control del cual se acaban de evadir sus niños,
para que aclaremos todo con mi superior, así se puede llevar a sus “angelitos”
a casa, espeto con algo de ironía el policial. Lo que ocasiono que Andres
Felipe, profundamente ofendido por el comentario, frunciera el ceño molesto y
se irguiera con la clara intención de iniciar una fuerte discusión con los
agentes de policía.
Siendo interceptado justo a
tiempo por Angélica María, la cual le dijo al oído casi que en un susurro, amor
mío calmadito te ves más bonito mi vida, ahora No es momento de complicar más
las cosas, vamos hasta donde estos “amables policías”, nos están indicando.
Andres Felipe, seguía
completamente ofendido, por el ofensivo comentario sobre sus tiernos ángeles,
pero sabía que no era momento de llevarle la contraria a su adorada, así que
frunciendo el ceño y haciendo un gracioso puchero contesto, está bien amor lo
que tú digas.
Media hora después de
aclarado el incidente y después de firmar un acta de compromiso, los Contreras
Torres, iban de regreso al apartamento, de ciudad salitre, Andres Felipe,
manejaba aliviado de ya tener a buen resguardo a su príncipe adorado y de paso
a Valentina.
Pero que mocosos más
ocurrentes pensaba para sí mismo, al tiempo en que los observaba por el
retrovisor del auto y fingía seriedad y estar molesto, pero Angélica María, era
otra historia, la normalmente dulce y tranquila maestra estaba hecha una autentica
furia y pensaba ajustarle cuentas a Juan Andres, tan pronto y como estuvieran
en casa.
En la parte trasera del
automóvil ambos niños viajaban en actitud de auténticos condenados a muerte,
Juan Andres, intuía lo que muy seguramente le esperaría al llegar a casa y no
lo era grata la perspectiva de irse a dormir con el trasero en llamas.
Pero bahhh bien habrá valido
la pena, se la había pasado estupendamente en compañía de Valentina, había
visto lugares geniales y además su papito ya estaba de regreso entre los vivos,
lo único que en realidad le preocupaba era que cada vez le costaba más trabajo
respirar.
Valentina, observaba a su
guapo primo con cierta preocupación, ya que había notado la evidente molestia
de Angélica María, así que le tomo la mano izquierda a Juancho, y se la apretó
lo más fuerte que pudo y le susurró al oído, eres el niño más genial del mundo
primo, te agradezco por el maravilloso día que pasamos juntos y no te preocupes
que estamos juntos en esto.
Lo que te piensen hacer los
tíos primero me lo tendrán que hacer a mí también, ya que fue mi idea, yo te
metí en este lio príncipe valiente, al Instante le dio un tierno beso en la
mejilla que hiso que el niño se sonrojara de inmediato.
Andres Felipe y Angélica
María, se dieron cuenta de aquello y si bien los sorprendió bastante, también
les causo un cierto grado de ternura, aunque con un día tan agitado y lleno de
emociones fuertes, consideraron no decir nada al respecto en ese momento, ya
habría tiempo después de aclarar los pormenores de la reciente y aparentemente
muy cercana amistad de estos primos.
Media hora más de viaje en un
incómodo silencio y ya estaban al fin en el apartamento, Juan Andres y
Valentina, rápidamente tomaron asiento en el sofá de la sala, Andres Felipe y
Angélica María, hicieron lo propio en las poltronas frente a ellos.
Muy bien jovencitos, estamos
esperando que nos expliquen que fue todo esto que acabo de suceder, espeto
Angélica María, de forma pausada, aunque con una seriedad y una mirada fría que
hiso que ambos chicos sintieran un leve escalofrió en la nuca.
Juan Andres, te saliste del
apartamento sin permiso de nosotros, de tus padres jovencito, te recuerdo que aun
eres un niño y que tu mi vida no te mandas solo, que tienes que contar siempre con
nosotros.
Además te fuiste a vagar
junto con tu prima en una ciudad enorme la cual no conocen, estabas sin dinero
ni para pagar un taxi, si algo les sucedía como pretendían regresar?
Te fuiste sin permiso y para
colmo desabrigado, te tengo que recordar tu alergia bronco pulmonar al frio
niño? te pudo haber ocurrido algo terrible, esta no es Cúcuta ni mucho menos Londres
carajitos, aquí hay un sin número de peligros potenciales para un par de
mocosos como ustedes dos.
Andres Felipe, observaba a su
amada hecha una furia, pero guardaba un prudente silencio, si bien le parecía
mal el susto que les había dado su príncipe, su corazón se regocijaba de gusto
al saber a los niños a salvo de todo peligro, en lo que a el correspondía se
daba por satisfecho de que los hubieran encontrado juntos e intactos.
Pero ni por equivocación
pretendía desautorizar a su amada delante de su hijo y su sobrina, Angélica
María los estaba retando con más que justificadas razones.
Irse solos al centro de la
ciudad sin avisarle a nadie había sido algo absolutamente irresponsable y osado
de parte de estos adorables mocosos.
Juan Andres, vete a tu
habitación y espérame ahí, sentencio finalmente Angélica María, como está más
que claro que tu no quieres obedecer a los papitos por las buenas.
Que hablar las cosas contigo
parece no tener ningún efecto positivo, entonces tú colita, la regla de madera
y yo vamos a tener una larga conversación sobre lo que implica hacer tú sacro
santa voluntad siempre.
Sobre las implicaciones de desobedecer
las reglas de tu familia y ponerte en peligro de forma tan absurda hijito.
Bueno mamita, como tú digas
contesto con gesto triste el niño, discúlpame el mal rato en todo caso dijo,
Juan Andres estaba resignado, sabiendo lo que le Esperaba, poniéndose de pie de
forma lenta pero decidida, pero al momento de encaminarse rumbo a su habitación
fue retenido de su mano izquierda por Valentina.
Que haces nena? Pregunto
sorprendido Juan Andres a Valentina, déjame linda no te preocupes, tu misma lo
dijiste esta tarde por whats app, la tunda pasa y la colita siempre queda, no
te digo que va a ser agradable, pero solo serán unos reglazos que bien sé que
me los gane y todo habrá terminado no te afanes primita.
Ya te lo dije en el carro y
te lo repito aquí mismito delante de los tíos, no te voy a dejar solo en el
lio, yo te convencí de escaparnos juntos esta tarde porque estaba aburrida y
sola, fue mi idea, así que lo que la tía Angélica pretenda hacerte en el trasero
con esa cosa medieval también tendrá que hacérmelo a mí.
Andres Felipe, por favor, en
lo que Juancho y yo ajustamos cuentas, tendrías la amabilidad de llevar a
Valentina a la casa de tu mama, que seguramente está muerta de preocupación al
no saber nada de su paradero, mascullo con cierta sorpresa y algo de molestia
Angélica María ante la evidente actitud altanera y de desafío por parte de la
mocosa.
Ya se los dije tíos, yo no me
pienso mover de aquí, si van a castigar a Juancho, pues me tienen que castigar
a mí también, fue mi idea, yo lo convencí, yo pague el taxi en el que se
escapó, yo lo lleve hasta el centro de la ciudad porque quería conocerlo.
Además se me hace el colmo
que por una travesura inofensiva, pretendan azotarlo con una regla, eso es algo
bárbaro, además no son la maravilla de padres tampoco, mi mama y mi abuela solo
tienen tiempo para ser las eminentes médicas y jamás se ocupan de mí.
Y en cambio ustedes dos
llevan una semana en modo zombi, auto compadeciéndose de lo que paso, de un problemón
que me perdonas tío hermoso pero tú mismo lo armaste.
Seguramente por culpa del
nazi ese de mi abuelo, pero tú te comportaste como un auténtico cavernícola
también, arreglando todo a los trancazos y dándoles a todos los demás un susto
de muerte.
Pero contéstame algo, y de mi primo quien se ocupa? el lleva una
semana aburrido, preocupado de ver a su papa tirado en una cama, semi sedado y
dando pena.
Pero como,… que estás
diciendo Valentina?, córtala ya mocosa, aquí los adultos somos nosotros carajita,
tú no tienes derecho de regañarnos a nosotros ni cuestionarnos nada jovencita,
contesto sorprendido Andres Felipe, Angélica María, en cambio se había quedado
a cuadros con la reacción de la nena, vaya que era una autentica valiente y
corajuda la mocosita aquella, le recordó a ella misma a su edad y no pudo
evitar enternecerse un poco y sonreír ante tamaña salida de la insolente rapaz.
Valentina, ya cálmate, en
serio prima no pasa nada, intervino Juan Andres, mis papas jamás me
lastimarían, ellos dos me aman demasiado, nena es un simple castigo por
comportarme mal.
Pero pasara rápido y además
era un riesgo asumido, yo sabía que esto ocurriría, es más contaba con que
fuera así.
Que quieres decir con eso
bebe? pregunto en automático Andres Felipe, a que te refieres con que era un
riesgo asumido y que contabas con esto? Angélica María, también miro al peque
con cara de pregunta.
Pues sí, así fue papito, ya
que tú estabas decidido a quedarte recostado, medicado, deprimido, llorando
como una magdalena y sintiendo pena por ti mismo, y aparte la mama solo te
llevaba la idea y lloraba a tu lado en silencio viéndote destruido.
Pues yo algo tenía que hacer para que dejaras la
bobada, para sacarte de esa estúpida depresión en que te enterraste, necesitaba
hacerte reaccionar, y si el precio por recuperar a mi papito, por tenerte de
regreso entre los vivos es una pela pues lo pago con gusto.
Andres Felipe, en ese momento
abraso a su hijo con todas sus fuerzas y las lágrimas se escaparon sin control
de sus ojos, le besaba las mejillas y la cabecita una y otra vez, mi vida
perdóname, sé que me he comportado como un imbécil estos días.
Sé que les falle a la mama a
tu hermanito y a ti mi sol, pero ya no más, tienes toda la razón hermoso, la
mamita y el papa sentimos un susto de muerte al no encontrarte en el
apartamento al no saber dónde la luz de nuestros ojos se encontraba, si a ti te
pasa algo malo sería nuestro fin mi vida.
Tu escapada nos hiso
reaccionar, salir de ese letargo en el que estábamos, sumidos en medio de una
profunda tristeza, pero mi príncipe valiente fuiste un poco cruel con nosotros
al escaparte así, nos desesperamos horrores al saberte perdido en esta ciudad
enorme y fría.
Siento una profunda vergüenza
y un dolor horrible porque mi peque adorado vio a su papito comportándose como
un bruto, dándose de trancazos con su propio padre, sé que te asuste amor, pero
te juro por lo más sagrado que vamos a superar esto juntos como lo que somos,
como familia mi niño adorado.
Angélica María y Valentina
observaban aquella tierna escena entre un padre y su hijo, conmovidas hasta las
lágrimas, todo el enojo que sentía se había esfumado sin quedar rastro alguno.
Admiraba el valor y la
iniciativa que su niño siempre demostraba frente a los problemas, pero sabía
que a pesar de que la intención de su peque adorado había sido buena, el método
para lograr su cometido había sido equivocado y además peligroso.
Vamos mamita, dijo Juan
Andres, con toda la calma del mundo, te espero en mi cuarto para terminar con
nuestro asunto lo más pronto posible, el peque se sentía pleno de felicidad en
ese instante y solo deseaba que su castigo acabara pronto para entregarse a los
mimos de sus papitos, a los cuales vio revitalizados y alerta nuevamente.
Pero Valentina, intervino
nuevamente, mirando directo a los ojos a Angélica María, tía Angie, te lo
repito nuevamente, lo de escaparnos al centro de la ciudad fue mi idea, yo
convencí al Juancho, ambos nos escapamos de casa juntos, ambos vagamos por la
ciudad juntos, nos divertimos como locos juntos, escapamos de la policía
juntos, así que no sería justo que solo castigues a mi primo.
Juan Andres, la fulmino con
la mirada haciendo además el típico gesto de su mano en su garganta en señal de
que cortara con eso, él estaba más o menos acostumbrado a que sus padres le
calentaran el trasero de vez en cuando, pero estaba más que seguro que su prima
no sabía que era eso y lo que implicaba, deseaba protegerla de aquello, como el
perfecto caballerito valiente que era estaba dispuesto a cobrar por ambos.
Tienes toda la razón princesa
contesto Andres Felipe, no sería justo y como veo que estas decidida a pagar
por tus culpas, así será, vamos juntos al cuarto de Juanito, yo castigo al
príncipe y la tía Angie te va a castigar a ti princesa, Angélica María, miro a
su amado con cara de porque yo, de encárgate tú de esto, siendo deliberadamente
ignorada por el militar, ya estaba bueno de ser el siempre el encargado de la
disciplina en casa, no estaba mal que su amada le ayudara en esa ingrata
obligación de vez en cuando.
No va a haber regla para
nadie hoy, hablo en tono algo ceremonioso el Capitán Contreras, pero como los
príncipes decidieron comportarse tan mal, van a ser adecuadamente castigados,
Angie amor, ve con Valentina a que se cambie de ropa, préstale una de tus
pijamas yo voy con Juan Andres a que se ponga cómodo también, las esperamos en
el cuarto de Juanito para salir de esto de una buena vez.
Una vez ambos niños
estuvieron empijamados, en el amplio y cómodo sillón del cuarto de Juan Andres,
Andres Felipe y Angélica María tomaron asiento uno al lado del otro aunque
guardando cierta distancia para no estorbarse en la faena que iban a acometer,
Juan Andres, sin que se lo indicaran en automático se tendió sobre las rodillas
de su padre y Valentina sumamente nerviosa pero decidida hiso lo propio sobre
las rodillas de su tía.
Ambos se miraron a los ojos,
en los de Angélica María, había dudas, no quería castigar el traserito de
Valentina y rogaba a Andres Felipe, poniendo ojos de cachorro, pero este se
puso firme en su decisión y le indico que iniciara, ambos pasarían juntos por
ese trance al igual que los niños.
Juan Andres, levanto un poco
la cabecita para mirar a Valentina a los ojos, le tomo ambas manos con las
suyas firmemente, y le giño un ojo en señal de complicidad, lo que hiso que la
nena se relajara un poco para lo que venía.
Hijito de mi corazón, no se
sale de casa sin permiso de los papas, espero lo recuerdes para la próxima idea
brillante que se te ocurra mi sol, PLAS, PLAS, PLAS, PLAS, PLAS, PLAS, PLAS,
PLAS, PLAS, PLAS, uno a uno de forma pausada pero cadenciosa fueron cayendo las
nalgadas sobre las nalguitas de Juan Andres.
Su padre no ponía demasiada
energía en ellas pero si la suficiente como para que el mocosito mimado las
sintiera, auaau… siii, PLAS, PLAS, PLAS, PLAS, PLAS, PLAS, PLAS, PLAS, PLAS,
PLAS, auchh, PLAS, PLAS, PLAS, PLAS, sí
señor, así será papito, PLAS, PLAS, PLAS, nunca más papi te lo juro, no deseaba
portarse como un llorón delante de Valentina.
Quería ser fuerte, lucirse
delante de su prima, PLAS, PLAS, PLAS, PLAS, PLAS, PLAS, PLAS, PLAS, PLAS,
PLAS, en automático Juan Andres, apretó más fuerte las manos de su prima,
Andres Felipe, le indico con la mirada a la semi paralizada Angélica María, que
era su turno de iniciar con el castigo de Valentina.
Valentinita, hablo Angélica
María, entiendo que te sientas mal y desatendida por tu mamita y tu abuela,
pero eso no es excusa reina hermosa para que te escapes de casa junto con tu
primo a medir calles en una ciudad tan ajetreada como Bogotá.
Hiso una pausa, tomo una gran
bocanada de aire y dio inicio al castigo de la nena, PLAS, PLAS, PLAS, PLAS,
PLAS, PLAS, PLAS, Valentina también apretó fuerte las manitos de Juan Andres, y
abrió los ojos como un par de platos, así que eso eran las famosas nalgadas,
joder como escocían, AYYY, GRRR, SIII SI SEÑORA TIAAA, PLAS, PLAS, PLAS, PLAS,
PLAS, auchhh, PLAS, PLAS, PLAS, auuuaaa, PLAS, PLAS, PLAS, ufff, BUAAAA,
BUAAAA, PLAS, PLAS, PLAS, nunca más mi cielo PLAS, PLAS, vas a volver a ponerte
en peligro de ese modo Hermosa PLAS, PLAS, PLAS, piensa en tu mami, PLAS, PLAS,
PLAS, PLAS, piensa en tus tíos, PLAS, PLAS, PLAS, PLAS,PLAS, PLAS, Andres
Felipe, te ama como si fueras su hijita se pondría muy triste si algo te
sucediera hermosa y yo también linda.
Durante el lapso de media
hora seguida las nalgadas cayeron pausadas, cadenciosas y firmes sobre los
lindos traseritos de ambos traviesos, mientras recibían sus respectivos
castigos Juan Andres y Valentina, juraban que nunca más volverían a escapar de
casa ni a desobedecer las reglas, mientras seguían tomados de las manos lo que
a Valentina le transmitía una gran seguridad y las lágrimas se escurrían pos
los hermosos y expresivos ojitos de ambos niños.
Lo siguiente que sucedió, y
como ya era costumbre en esta familia después de una reprimenda, fue que Juan
Andres, termino acunado en el pecho de su padre, firmemente sujeto en un cálido
y protector abraso, el cual lo colmaba de besitos, mimitos y palabras de
consuelo.
mientras el travieso niño
seguía lloriqueando un poco con la carita enterrada profundo en el fuerte y
protector pecho de su padre, al igual que Valentina, la cual también termino
acunada en los brazos de Angélica María, recibiendo también su generosa dosis
de besos, caricias, mimos y palabras de consuelo.
Aquello era francamente
novedoso para la cosmopolita y ultra modernista adolescente, pero curiosamente
no le disgustaba para nada recibir esa enorme dosis de cariño maternal de parte
de su tía.
Ambos peques lloriquearon,
hicieron pucheritos y recibieron mimitos acunados durante casi una hora, hasta
que poco a poco se fueron calmando y por estar en tan protectora y cálida posición,
además de que el ajetreo del día de aventuras y travesuras les había pasado
factura, poco a poco a medida que se serenaban también eran vencidos por el
sueño.
Amor se durmieron ambos,
manifestó completamente enternecida Angélica María, sintiéndose absolutamente
maternal y protectora de esa hermosa y dulce princesita, la cual había por ese
breve lapso de tiempo abandonado su pose de niña rebelde e indiferente a todo y
se había mostrado tal cual era en realidad, una nenita adolescente muy dulce, desatendida
por su madre, la cual clamaba a gritos por atención, cariño y cuidados.
Pues hagamos lo siguiente
manifestó Andres Felipe, llévate a la nena para la habitación de huéspedes,
acuéstala y arrópala y yo hago lo propio con mi príncipe valiente, vale amor,
tienes muchísima razón, ya está muy noche, hace frio y todos estamos súper
cansados después de semejante día.
Con el mayor de los cuidados
Angélica María, se puso de pie con Valentina en brazos completamente profunda y
salió de la habitación de Juan Andres, con rumbo a la habitación de huéspedes
para depositar allí a esta dulce princesita la cual dormía a pierna suelta en
ese instante.
Andres Felipe, se dispuso a
hacer lo propio con su hijo, pero en cuanto trato de dejar a Juan Andres, en su
cama el peque que estaba firmemente sujeto al cuello de su padre con sus
brazos, no aflojo aquel abraso ni un poco siquiera, que pasa bebito? Pregunto
con dulzura Andres Felipe, no quieres dormir en tu camita mi cielo?
Nooo, no quiero dormir solito,
llévame con ustedes a su camita shiii? Dale no seas malito con tu peque adorado
papito, dijo Juan Andres, absolutamente mimoso al tiempo que le plantaba varios
besitos a Andres Felipe, en las mejillas, lo que hiso que el militar quedara
completamente derretido de amor por su hijo y cediera de inmediato al capricho
de su nene.
Para cuando una agotada
Angélica María, ingresaba al cuarto principal del apartamento para por fin
recostarse junto a su amado a descansar en aquella gélida noche bogotana,
encontró a sus hombres durmiendo a pierna suelta, fundidos en un firme abraso,
Juan Andres, dormía profundamente usando el pecho de su padre de almohada, lo
que provoco que la maestra enternecida moviera de un lado al otro la cabeza,
pensando en que Andres Felipe, era el papa más mimoso y consentidor del mundo.
Así que como siempre, ocurría
en estas situaciones, se adentró bajo las gruesas y cálidas cobijas de la cama
tamaño King size del lado izquierdo de esta y rápidamente se unió a aquel
cálido abraso para también aprovechar y mimar muchísimo a su peque travieso.
Poco a poco cero también los
ojos vencida por el sueño y el frio de aquella noche capitalina, no sin antes
agradecer al altísimo, por brindarle la posibilidad de tener a su pequeña pero
maravillosa familia.
Su futuro esposo era un
hombre esplendido que los amaba con todas las fuerzas de su ser, su hijito
mayor era un niño simplemente fabuloso, amoroso, vivas, inteligente y recursivo
y para completar tamaña felicidad cada día sentía crecer más y más en su
vientre al nuevo bebito que venía en camino.
Dulcemente con una enorme y
cálida sonrisa en su rostro, Angélica María, se entregó en brazos de Morfeo al
tiempo en que rodeaba con sus brazos también a su hijo adorado y al hombre que
amaba, estaba cansada pero del mejor humor al lado de los hombres que más amaba
en todo el mundo mundial como acostumbraba decir su Juan Andres.
Me encanto la solidaridad entre primos continúala pronto por favor.
ResponderBorrarPOR FIN!!!!!
ResponderBorrarExtrañaba leerte y vaya que en algunos sectores no lo niego me descoloco, pero ese chico si que es travieso, quiero leer cuando sepan lo que se llevo la peke, y te juro que a momentos me tinca que va a haber una relación entre primos, pero en serio no te olvides de contar lo de la consecuencia de sus bronquios, ya me imagino en el hospital que la madre quiera matar a su propio hijo andres por no haber reaccionado antes, ademas de que no se porque pero ves que explicas el ambiente de la casa no se porque pero me la imagino y siento ese calor en el hogar es como si pudiese vivenciarlo a través de lo que escribes. quiero leer ya!!!
PD: mas te vale que el siguiente que venga sea chico y solo si se da el caso que sean dos y que una de esas sea nena porque juancho ya se hizo la idea de uno pero de dos lo volvería a descolocar y al ser hombre y mujer el se volvería loco con su hermanito y valentina también con la nena, seria como una hermanita para ella.
Linda historia amigo....de verdad me gusta mucho
ResponderBorrarAy Andres nos tenias abandonadas
ResponderBorrarMe alegro que regresaras y actualizaras..
Estuvo divertido, crei que Angélica no se atreveria a castigar a Valentina... Pero al final lo hizo
Ahorea si, yo tambien quiero saber que diran su madre y abuela
Y si la condicion de Andres se cura jeje
A y una ultima pregunta.... Es costumbre en tu pais llamar a la gente con sus dos nombres?
Un abrazo
Marambra