Yo sólo necesitaba tu firma

Yo sólo necesitaba tu firma

Capítulo 1

Sara y Samuel conversan alegres de como habían resultado sus maravillosos hijos, eran pocos los momentos que tenían para ellos desde que Mario y su familia estaban viviendo en casa, no se quejaban por el contrario los hacía inmensamente feliz, sobre todo viendo como su hijo iba recuperando su estabilidad emocional, y orgullosos de como Mario seguía su tratamiento al pie de la letra, pero ese día los chicos habían querido salir a un parque de diversiones e invitaron a todos sus primos, como resultaría esa salida, porque Mario y Beatriz  salieron solos con toda la tropa ya que los padres estaban en el trabajo.

Samuel: Recuerdas cuando a Max le dio por disfrazarse de… pero fue interrumpido por la puerta, yo voy. Digo besando a  Sara, Samuel quedó congelado, un chico de unos 14 o 15 años que era una copia al carbón de su Ed a esa edad.

Sara: ¿amor quién es? dijo preocupada por la reacción de su marido.

Samuel, no contestaba, por lo que Sara se acercó y al ver al niño, un  desespero la invadió acaso había aparecido otro nieto pero ahora más grandecito o peor su Samuel la había engañado.

Matt: Disculpen, pero estos datos me los dieron en la clínica de fertilización. Se apronto a decir para no producir un quiebre en la familia, yo no quiero nada de usted señor, señora, pero no quiero volver al hogar, mi mami murió hace dos años y mis abogados desde entonces han estado buscando a mi pariente más cercano, sólo necesito que firme un documento donde dice que usted se hace cargo mío, pero sólo de papel, yo tengo dinero, mami me dejo todos sus bienes no necesito nada sólo que el gobierno no me deja vivir solo, no quiero esperar un año más viviendo en ese hogar, por favor don Samuel se lo ruego sólo firme y no volverá a saber de mi. El chico trataba de no llorar, todo era tan difícil, si bien en el hogar que vivía no era malo pues los albaceas de su herencia se preocupaban que no le faltara nada, el quería volver a vivir a su casa, tampoco era como que se volvería loco con la libertad, él pensaba vivir con Sonia la mujer que lo había cuidado desde que nació pues su madre necesitaba ayuda, por lo que en cuanto se entero de quien había sido el donante fue a su búsqueda, no entendía mucho de la confidencialidad y del soborno que sus albaceas tuvieron que pagar para conseguir el nombre, del donante 2058.

Samuel: De...De ¿la clínica de fertilización? pero...

Sara: ¿De qué habla este joven? Samuel.

Samuel: Sara, te acuerdas cuando Luis y Mario, se enfermaron y no teníamos dinero para llevarlos al médico porque había invertido días antes todo lo que tenía en la inicial para la oficinita, pues la clínica de fertilización fue a solución a mis problemas financieros en ese momento. Murmuró apenado a su mujer, olvidando por un segundo al chico que tenía enfrente.

Sara: Es….es tu hijo. Dijo mirando detenidamente al niño.

Matt: no señora, yo tengo claro que él solo fue donante, no pretendo nada más se lo juro, yo tengo dinero, ponga un precio por su firma y esto será solo una pesadilla.

Samuel, reaccionó ante aquellas palabras y lo miró detenidamente, era tan parecido a Eduardo físicamente pero tan arrogante y orgulloso como solo Luis podía serlo. Que se estremeció por dentro.

Samuel: Pasa hijo hablaremos mejor adentro. Y la palabra hijo la dijo sin pensar, más como expresión que por otra cosa.

Matt: yo no quiero molestar señor, tome, dijo acercándole un portafolio, que sus abogados lo estudien y pongan el monto, los míos ya revisaron los papeles, señor realmente no quiero tener que volver a ese hogar, mami me explico que yo no tengo papá, no pido uno, sé que no tengo derecho a uno. Agrego eso último más bajito

Samuel: Veo que eres todo un hombre de negocios joven, pues como tal. Lo convidó a pasar para que hablemos, antes de firmar cualquier documento como bien dijiste mis abogados deben verlo pero más aún debo conocerte un poco. Toda aquellas palabras no fueron más que darle tiempo al chico de que finalmente entrará, necesitaba conocer los detalles y más aún a aquel niño que era biológicamente suyo, y que ahora estaba solo en el mundo al parecer, el dinero no lo compra todo y eso lo sabía Samuel por experiencia propia. A pesar de la seguridad de aquel joven, se veía una mirada triste pero decidida a lograr su objetivo.

Matt: no quiero molestar, dijo mirando a Sara, entendida que su presencia debía ser muy incómoda para ella.

Sara: Pasa pequeño no molestas para nada. Y le sonrió con sinceridad reflejada en su rostro. Era tan parecido a Ed, que a Sara le provocaba abrazarlo.

Samuel: ¿Cómo te llamas? Como ya sabes soy Samuel Enrique Hoffman. Y le extendió la mano.

Matt: Matthew Somarriva Somarriva, pero me dicen Matt.

Samuel: ¿Y qué edad tienes Matt?

Matt: ya cumplí los quince, me quedaría un año para poder vivir sólo, porfa firmeeee que le cuestaaa. Le salió el niño, se veía tan tierno.

Samuel, ojeaba el portafolio en él, el acta de defunción, papeles donde indicaban que efectivamente el chico vivía en un hogar, que no tenía problemas económicos...etc. etc.

Samuel: No tengo ningún problema en firmar Matt, pero tal vez tu si en qué yo lo haga. Dijo mirando a Sara,  tras esa mirada muchas cosas tacitas se dijeron entre ambos.

A Matt se le llenaron los ojos de lagrimas, una parte de él había esperado que su padre biológico quisiera ser algo más que eso, por más que se había repetido que ese señor solo firmaría y desaparecería de su vida él no quería estar sólo, se tragó las lágrimas y espero a que se le deshiciera el nudo que tenía en la garganta.

Matt: gracias, si puede firmar ahora sería perfecto. Dijo parándose para recuperar el portafolio.

Samuel: Acá dice que al firmar estoy reconociendo ser tu padre con todas las letras, y es lo que precisamente pienso hacer Matt. Porque ni sueñes que firmare y te irás por tu cuenta. Cuando dije que no tenía problemas en firmar es porque es verdad, pero espero que tú no tengas ninguno al tener que vivir acá con nosotros, ahora tu familia. Una muy grande por cierto ¿Verdad Sara?

Sara: Claro Samuel, Matt tesoro eres bienvenido a vivir con nosotros.

Matt: yo no quiero molestar, yo sé que cuando usted hizo la “donación” no esperaba que un “hijo biológico apareciera por esa puerta, créame que estoy desesperado si no jamás lo hubiese molestado. Ustedes no tienen ninguna responsabilidad conmigo. Dijo limpiándose una lágrima traicionera.

Samuel no pudo contenerse y lo abrazó contra su pecho, y le acarició la espalda como tantas veces lo hizo con sus otros hijos, sabía sentía que eso era lo que ese chico necesitaba.

Samuel: shhh shhh estás con papá ahora Matt, todo está bien ya no estás sólo, ya no estás solo peque.

Matt se abrazó a Samuel con fuerza, el no quería estar sólo, cuanto soñó con esto, cuanto le había rogado saber a su mami quien era su padre, porque él no tenía papá, como lo había necesitado cuando murió su mamá y fue arrebatado de su hogar sin ni un triste abrazo.

Matt: no quiero ser una carga. Dijo con un sollozo que había contenido por dos años, era triste desgarrador pero a la vez lleno de esperanza, de que por fin su vida mejoraría.

Samuel: No lo eres, y nunca lo serás Matt. ¿Dime como llegaste hasta aquí? Acá dice que tu hogar está en Valencia, y eso son 3 horas de camino en carro propio. ¿Tus tutores saben que estás aquí?

Matt se mordió el labio tal como lo hacía Mark cuando era pillado en falta, bueno esperaba no tener que volver si no que irme directo a casa, vine en taxi

Samuel: Matthew Enrique ¿en taxi? desde otra ciudad ¿solo supongo?

Matt: ¿Enrique? yo solo soy Matthew, tengo dinero no es como que usted tenga que pagarlo. Se puso a la defensiva.

Sara: Samuel. Dijo mirando seria. No, es por el dinero Matt es por lo peligroso del viaje, y sí tus tutores no saben que te viniste solo pues puede que estés metido en una gorda. Y fue el turno de Sara, de abrazar aquel chico.

Matt: no voy a volver al hogar, si no firma, pues sacaré el dinero del banco y me iré lejos, sólo debo esconderme un año antes de pedir la emancipación y poder volver a casa, le dijo a Sara, y al rato de estar abrazado a ella, le sonrió. Hueles a mamá.  

Sara: Gracias, y espero me veas como una. Nunca podré suplantar a la tuya, pero espero que me veas como una, porque yo ya te veo como un hijo. Aunque no seamos tan jóvenes, bien podrías ser nuestro nieto.

Matt: Mami querría que yo tuviera una familia, ella siempre decía que lo único que un chico necesitaba era una mamá. Dijo dejándose mimar por Sara, a Samuel no lo miraba mucho… le intimidaba un poco.

Samuel: Pues ahora tienes a una mamá y un papá. Voy a llamar a mi abogado, necesitamos formalizar esto lo más rápido Matt, no puedes ir a ese hogar de cuidado más. Pero tampoco quiero que lo busque la policía por escapista.

Sara: Ven estarás cansado mi niño, tendrás hambre seguramente. Y el chico se dejó llevar por Sara.

Matt: me quedo con una condición. Dijo dando vuelta su cabeza para mirar a Samuel.

Samuel: A ver ¿Cuál es tu condición Matt?

Matt: Que Sonia pueda seguir cuidándome, yo pagaré sus servicios, yo no puedo dejarla sola, ella es familia. Le suplicó con los ojos a Sara.

Sara: Claro Matty. Le dijo acariciándole el rostro, al tiempo que miró a su marido.

Samuel: Por supuesto Matt, solo que olvídate de él “yo pagaré” porque acá el papá soy yo. Tu dinero como dices, lo dejaremos en tu cuenta, para cuando seas mayor. Ahora eres mi hijo, y como tal serás tratado, ya tendremos mucho tiempo para hablar, solo te diré que no te faltara amor, ni un abrazo, ni un consuelo como tampoco un azote cuando sea necesario. Le dijo picándole el ojo.

Matt: el azote se lo puede guardar señor, mami no creía en eso, mintió. Los abrazos preferiría a esperar aun no sabemos si esto va a resultar. Pero él no soltaba el abrazo de Sara

Samuel: Jajaja te pareces tanto a tus hermanos… Dijo divertido. Tal vez tu mami, no creía en eso, cosa que me cuesta creerlo… pero en fin yo sí, y mejor que lo vayas sabiendo y no te agarre desprevenido.

Matt: Yo, Yo… tal vez me lo piense un poco, estoy tentado a irme. Le dijo probando a Samuel a ver si cedía con lo de los azotes.

Samuel: Lo siento señorito, pero usted no va para ningún lado que no sea su cuarto. Y nada de escapismo ¡ehhh! a menos que desees probar que tan buen padre puedo ser, y para tu conocimiento y cultura general como dicen mis nietos, tienes 5 hermanos mayores que pueden dar fe, de lo que dijo.

Matt sonrió: Tengo hermanos, siempre fuimos mamá y Sonia. Luego volvió a morderse el labio. No deberías preguntarles a ellos antes de decidir que me quede aquí, son tus hijos, no deberías pasar por encima de sus opiniones Samuel. Dijo volviendo a ser el hombrecito de negocios que ponía mil barreras para no volver a sufrir.

Samuel: Norma número uno Matt: Es papá, no Samuel que no he jugado metras contigo. Dos, ellos son tus hermanos, tan hijos como tú. Por lo que no debo consultarles nada, pero si informarles, claro.

Matt: lo siento señor, pero es demasiado pronto para eso que me pide yo no lo conozco y esto aún puede ser temporal. Pero él a Sara ya la había adoptado.

Samuel: Entiendo hijo, tal vez si sea muy pronto o así lo sientas. Ahora con respecto a que es temporal estas pelado. Lo único que debo hacer, es firmar y presentar este documento a las instancias competentes y serás un Hoffman, y con el Enrique de segundo nombre, como Dios manda, y ningún hijo mío va andar por ahí en la calle, a libre albedrío que le pase algo...no señor, ni en sueños. Ya eres mi responsabilidad, una muy linda por cierto. De haber sabido de tu existencia antes, que estabas solo que necesitabas ayuda, no dudes que hubiésemos estado para ti Matt.

Matt: Señor vendió su esperma, sé que soy producto de una transacción comercial, quizás cuántos hijos tiene dando vueltas por el mundo.

Samuel: Matt, vendí mi esperma para ayudar a mis hijos, y no me arrepiento de ello porque hoy estás aquí. Y para ayudar a otros que no pueden, tener la dicha de ser padre de la forma natural.

Matt bajó la vista: lo siento no quise ser grosero, no es mi lugar cuestionarlo, en ese caso sería a mami, por hacerme en una probeta, se rió y le habló al oído a Sara, el papá que me tocó es bien bravo.

Sara: Pues lamento informarte Matty que tienes razón, pero tranquilo que acá estaré yo para consolarte y consentirte. Le dijo picándole el ojo.

Samuel: Caramba… ustedes dos que cuchichean ahí bajito. Sara, ya te estarás confabulado con el chico.

Matt: nada con usted, don Samuel. Le dijo cancherito

Samuel: jajaja... sinvergüenza.

Matt: bueno no vas a alimentar don Samuel, el chico estaba disfrutando eso, le gustaba crispar a su padre para ver hasta dónde podía estirar la liga

Samuel: Comienzo a creer eso de qué tu mami no te daba de vez en cuando un buen azotico en el traste. ¡Cuidadito como te juegas, muchachito! Pero sí, vamos a que Rosa te sirva algo de comer.

PLAS Dejó caer uno suave para que se encaminara al comedor.

Matt: epa… que quedamos en que nada de eso. Se quejo, vamos dile que no puede hacer eso. Le reclamo a Sara.

Sara: jaja ayy cariño, es tu papá y es lo que hacemos a nuestros hijos.

Samuel: Al igual que esto. Le dijo abrazándolo y dándole un beso en la cabeza. ¡Bienvenido a tu casa Matt!

Matt: Pero si sus hijos ya son grandes. Dijo asustado

Samuel: Pueden tener la edad que tengan pero si necesitan un buen… para que se encaminen derechitos pues no lo pienso dos veces. Dijo haciendo clarita la señal de azote.

Matt: Que bravo el caballero. Se quejo

Samuel: No Matt, te aseguro que no te gustará verme bravo.

Matt: Uff si casi estoy mejor en el hogar, al caso que me quedaba un año, antes de emanciparme, y parece que aquí me case de por vida. Dijo rodando los ojos.

PLAS PLAS Dejó caer Samuel más fuertecitas, llamando la atención de Matt, quien abrió los ojos muy grandes.

Samuel: Matt, se que estas probándome y te aseguro que puedo complacerte rapidito. Y tienes razón, nosotros somos familia para siempre, no tiene fecha de vencimiento hijo.

Matt: ya no lo hagas más, entendí tu punto.

Samuel: No depende de mí que lo haga otra vez, sino de ti peque. Pórtate bien, y mi mano no caerá en tu traserito. Ahora, mientras comes, nos gustaría saber que te gusta, si practicas algún deporte, como vas en el cole. Y tú puedes preguntar lo que quieras también.

Matt: ¿cuántos hermanos tengo? ¿Cuál es tu hijo favorito cuáles son sus edades, cuántos nietos tienes, como es vas a decir que tienes un hijo probeta? Contraataco el chico.

Samuel respiro profundo saciaría las preguntas del chico para el caerle a preguntas luego, que evadiera las preguntas del cole, no le dio buena espina, pues le vio una mueca cuando se lo pregunto.

Samuel: Tenemos 5 hijos varones: Luis de 41, Mario de 39; Edward de 37, Mark de 36 y Max de 28 y todos son mis favoritos, tengo un total de 16 nietos y uno que está en gestación y un ahijado. Y van desde los 24 a 2 ½ años, te los nombro en orden Los hijos de  Luis son  Jesús de 24, Belkis de 21 Samuel  de 19, los de Mario son Samantha de 19 los gemelos Jesús y  Fernando  de 17 y ahora están esperando un nuevo bebe, Edward tienen a Kyle de 18, Raynier de 16, Susan de 14, Reynaldo 13, Roberto de 11 y Ricardo 9, Mark a Gustavo de 17 Ali de 11 y Ann de 8, finalmente Max es el padrino de Alexis José que tiene 19 y papi de Leonardo de 2,5

Sara: Amor corrige tenemos 6 y un benjamín de 15 años llamado Matt. Dijo sonriente.

Samuel: Tienes razón y todos los varones tienen por segundo nombre Enrique.

Matt: jajaja y las chicas son Enricas jaja

Sara: Por suerte no... jajaja… aunque en todo caso lo correcto hubiese sido Enriquetas jajaja

Samuel: Sara, mi padre acaba de revolcarse en su tumba... jajaja

Matt: y eso que aun no cuentas a mis hijos, que ya tendrías 50 nietos más. Se río descarado.

Samuel: ¡Muy graciosito!, hablemos de las clases que me has desviado el tema. ¿En qué año estás... 3er año? ¿Qué tal tus notas? ¡Maaaatt! Hizo énfasis cuando Matt, miraba por todos lados sin responder. Bueno sino me quieres responder no hay problemas, mañana solicitare tu expediente académico y médico.

Matt: oiga que es copuchento usted... Mami Sara dile a tu marido que no me agobie que me puede traumar. Le dijo coqueto a Sara.

Sara: Maaaatty, sin ofensas mi niño. Mi marido, te guste o no es tu papi así que cuidadito, que mami Sara, también sabe dar azotes a los niños mal hablados. Le contestó con la confianza que él le había demostrado, y le encanto eso de escuchar “Mami Sara”.

Feliz Cumple Andrea, para ti un nuevo miembro en la familia....