Sandra
Era
fin de semana y por lo general los chicos estaban perdiendo el tiempo en cosas sin sentido. Octavio estaba trabajando
y llegaría tarde. Los mayores me ayudaban a vigilar Andrés en lo que yo hacia
otras cosas entre ellas poderme dar un buen baño.
Franco
Tenía
que salir un rato pero Maite no estaba y mi madre me encargo que cuidara a
Andrés y que vigilara a Lucas ya que
ella se había metido a bañar y era una hora lo que se tardaría… era su hora de
descanso y bien ganado se lo tenía,
había preparado la tina con su montón de perfumes y sales de baño, todo el cuarto de ella está impregnado de
aquel aroma a rosas. Solo saldría un rato pero no le dije a mi madre ya que si
le decía ella no descansaría, no era que no confiara en el próximo
encargado, simplemente que el encargado
no sabía hacer nada…
Franco:
lo vas a cuidar?
Jaime:
que si, yo lo vigilo. Ya lárgate.
Franco:
grrr -CRASSS- -le solté un golpe en la espalda-
Jaime:
aaaiii estúpido porque haces eso?
Franco:
cuidarlo es “CUIDARLO”.
Jaime:
sé que significa cuidarlo… oye tarado que crees que eres el único que sabe
hacerlo?
Franco:
pues… te diré…uuugg bueno te dejo… no llames a mamá, si algo pasa mejor me
marcas a mi teléfono.
…
Tarde
como cuarenta minutos, mi madre aún estaba en el baño… se podía
escuchas la música, cuando me asome al cuarto de los más chicos no los
encontré así que me fui a
buscarlos hasta que di con ellos,
estaban en uno de los cuartos en
la consola de video juegos en un juego de careras. Andrés estaba alucinado, pero a mi pobre
hermanito solo le estaban viendo la cara de inocente porque el ingenuo creí que él estaba jugando, pero no,
quienes jugaban era Lucas y
Jaime, pero Jaime atrás de ellos… le
decía a Andrés que él estaba ganando y que no se dejara perder… su control ni
siquiera tenía baterías.
Franco:
que poca madre tienes.
Jaime:
qué? se lo deje a él y solo iba
hacia atrás.
Franco:
pues enséñale.
Jaime:
trate de enseñarle pero no entiende.
Lucas:
le estabas gritando así ni yo entiendo, hasta el cachorro te mordió por eso.
Jaime:
no le grite, no seas mentiroso. –y como si recordara se sobo el pie, tenía unos
cuantos dientitos marcados-
Puse
el juego otra vez a este se le podían
unir cuatro jugadores, conecte tres controles en uno estaba Lucas en otro Jaime y en otro Andrés y yo. Le iba ayudaba a mover el
control diciéndole para que era cada
botón y cada palanca, diciéndole que corredor era él, solo hasta la tercera vuelta entendió que él era el pequeño monito
verde… las tres primeras carreras las perdió, no era fácil guiar sus manos porque por instinto hacia otras
cosas además de que aún no tenía un control en su propio cuerpo. A la
quinta vuelta seguimos perdiendo pero ya
estaba entendiendo como mover el control,
la octava vuelta ya lo deje a él
solo y pudo hacer avanzar al monito por
su propia cuenta chocando a cada rato o soltando el control al piso sin ser esa
su intención. El cachorro solo estaba pegado a la pantalla ladrándoles a los
corredores o lamiéndolos cuándo se estrellaban
y que estaban a su alcance. La
llamativa meta aun le quedaba lejos y apenas estábamos empezando… lo extraño
fue cuando Jaime y yo gritamos que habíamos ganado yo ya estando con un control
propio, después dijimos que era un
empate, estábamos discutiendo el empate
cuando sin previo aviso.
Andrés:
buaaaaa aashiff aag buaaaaa
Solté
el control, lo primero que pensé fue que
se había lastimado o que algo le podía doler.
Franco:
ee shuuu shhu que tienes, que tienes?
Shhuuu –lo abrace como tratando de
revisar si tenía algo o si algún animal le había picado, que se yo… el no solía
llorar- que tienes, que tienes Andrés? Cálmate… que tienes?
Andrés:
buuuuaaaa aaj mmm aaa
Lucas:
no llores. –decía ya asustado-
Mientras
el cachorro labraba y se movía lamiéndole los pies para tratar de
tranquilizarlo también.
Jaime:
le llamo a mamá?
Franco:
no espérate…
Pero
no hubo razón para esperar, la muchacha
de la limpieza en cuento escucho llorar a mi hermano fue a llamar a mamá.
Sandra:
que paso? Que tiene?
Franco:
mamá… no sé.. Estábamos jugando. –le dije pasándole a mi hermano-
Sandra:
que tienes mi niñito, que tienes ee shuuuu –se sentó en el sillón
sentándolo en sus piernas y abrazándolo
tratando de buscar que estaba mal en él, que podía tener-
Minutos
después su llanto se fue calmando hasta que solo quedo un puchero en su cara.
Sandra:
que tienes mm, porque lloras –le secaba la cara y levantaba el cabello que
tenía en el rostro-
Andrés:
ese shff–señalo la TV-
Sandra:
que tiene?
Andrés:
no gana… e gana, e gana, e gana –nos señaló -
Franco:
por eso lloraste, porque tu no ganas!!!
Sandra:
tú también les puedes ganar mi niño… solo que tú apenas estas aprendiendo y
estos niños no hacen más que jugar todo el día.
Franco:
que mentirosa, yo no juego todo el día.
Sandra:
como que mentirosa mocoso este.
Passs, passs, passs –aaiiii mamá-
Me
sobe el trasero que a pesar de que no dolió tanto si perduraba la incomodidad
de su mano.
Jaime:
jijijijiji
Franco:
yo que tú me dejo de reír –lo amenace-
Sandra:
ya dejen de pelear.
Franco:
tú también quieres ganar?
Andrés:
sii.
Franco:
te ayudo a ganar.
Andrés:
si…
Franco:
anda pues, vente… nosotros les vamos a ganar e…
Nos
sentamos devuelta a jugar, dejando yo mi control y ayudando a Andrés… empezamos
el juego..
Andrés:
uno…
Franco:
uno que?…
Andrés:
ahí. Uno.
Lucas:
falta otro jugador.
Franco:
mamá te toca jugar.
Sandra:
hijo yo no sé jugar.
Jaime:
es fácil, además no tiene que ganar. –le
explicó que tenía que hacer para poder jugar-
Así
empezamos el juego, yo ayudando a Andrés
y Jaime y Lucas se hacían tontos para no
ganar, Jaime empezó a molestar a Lucas chocando su carro y rematando el carro
de mamá.
Sandra:
oye porque me chocas… olvida que algún día tengas permiso para conducir.
Jaime:
jajaja aaja mi papá ya me prometió que me da carro para cuando cumpla 18.
Sandra:
si no tienes mi permiso, no.
Jaime:
maaa… ya ve como es…
Sandra:
ya vez, hiciste que me estrellara.
Jaime:
jajajaja pero si yo estaba lejos de usted… menos mal que no conduce que si no
así nos va jajajajaja.
Sandra:
…
Jaime:
mamá. Que hacesss.. no.
Sandra:
si yo quiero aprendo a manejar…
Passs, passs, passs, passs, passs –maaaa grrrrr-
Detuvimos
un momento el juego observando a mamá
que había dejado a Jaime en sus piernas
dándole de nalgadas encima de la ropa, claro que como buen hermano que soy mire
a otro lado sin reírme de aquello.
Andrés:
mamá hace así – passs- aplaudió sus
manos teniendo el mismo sonido-
Jaime:
yaaa grrr. –dijo ya enojado, mi madre lo hizo parar y Jaime estuvo por aventar
todo al piso y salir corriendo, pero mi madre le jalo las mejillas en forma de
juego-
Sandra:
ya vez que si quiero puedo hacer lo que quiera…. aaiiii quien lo quiere tanto.
Jaime:
yaa maaa, no lo vuelvas hacer…-dijo rojo pero ya sin estar tan molesto-
Sandra:
anda sigue jugando.
Continuamos
el juego y el primero en llegar fue Andrés que pregunto si ya había ganado.
Lucas:
si tu ganaste. –le dijo con una gran sonrisa-
Andrés:
ganeee
Sandra:
si tu ganaste –le dio un beso- mi niño,
cada vez vas entendiendo más cosas.
Jaime:
claro es inteligente como yo.
Sandra:
si, pero eres inteligente para lo que te
conviene y cuando te conviene.
.
.
Sandra
Una
vez Andrés gano, ya no quiso seguir
jugando, le llamaba la atención porque
sus hermanos estaban emocionados gritando
pero al ser sus manos torpes se desesperaba con facilidad al final
aventó el control al piso y se fue atrás de mi para que le diera algo de comer.
Ya en
la noche una vez que Andrés cayo rendido del cansancio me fui a mi cuarto a pasar el rato con Octavio
mientras los chicos estaban en sus cuartos
jugando o en el teléfono.
Estábamos los dos muy románticos con la puerta perfectamente cerrada yo arriba
de Octavio mordiéndole suavemente los
labios.
Octavio:
quieres que apague la luz?
Sandra:
mm…-negué con la cabeza en lo que él
empezaba a quiérame el sostén- sabes que sería romántico?
Octavio:
qué? –dijo con una voz tranquila y llena de pasión-
Sandra:
hacerlo como la primera vez. –En el
coche alegados de la ciudad-
Octavio:
si, pero no tengo ganas de manejar
Sandra:
mmm yo podría aprender si tú me enseñas.
Octavio:
jaj –se le escapo una risita-
Sandra:
si puedo aprender –le dije sentándome arriba de él, dejando el romance de lado-
Octavio:
Sandra nunca aprenderías amor… manejar no es lo tuyo –dijo acariciándome la
espalda sin prestarle atención a mi cara-
Sandra:
si quisiera podría manejar.
Octavio:
amor… te estamparías en el primer muro… para eso tienes chofer…
Eso sí
me había hecho enojar, una cosa es que me lo dijeran mis hijos de juego y otra
que me lo confirmara mi marido.
Sandra:
aagggg –me pare enojada-
Octavio:
mmm Sandra? … Sandra espera, adónde vas?
Mujer… pero que dije? Donde quedo
nuestra noche???
Sandra:
quedo en un muro estrellado… -me puse la
bata y me salí del cuarto estampando la puerta-
Octavio:
Sandraa… pero...
Yo me
baje a la cocina y a los minutos bajo
Octavio.
Octavio:
Sandra, amor… me quieres decir porque te has enojado.
Sandra:
y todavía preguntas..
Octavio:
oo vamos Sandra no me digas que es por lo de conducir… de verdad eso es lo que
te ha ofendido tanto.
Sandra:
si.
Octavio:
de verdad quieres aprender a manejar?
Sandra:
si, porque no. Si mi hijo puede yo también.
Octavio:
aaajj está bien… pero y Andrés. El no te puede acompañar a clases de manejo
Sandra.
En eso
no había pensado… pero manejar podía ser beneficioso por si un día pasa algo y
estoy yo sola con los más pequeños.
Franco/
Maite: nosotros lo podemos cuidar. –dijeron, estando en la entrada de la cocina-
Octavio:
muy bien.
Maite:
yo también puedo aprender verdad.
Octavio:
ya que cumplas los 18…
Sandra:
muy bien, voy aprender a manejar… ya vez
amor que te cuesta poquito ser buena persona conmigo y no ofenderme.
Jaime:
ya despertaron a Andrés. –dijo algo enojado-
Sandra:
ooou –solo a mí se me ocurría azotar la puerta-
Octavio:
rayos.
Franco:
jijiji
Subimos
a las recamaras y Andrés ya estaba afuera de su cuarto tallándose los ojos y
buscándonos.
Sandra:
aai mi muchachito perdón, te desperté, ven vamos a dormir.
Andrés:
a jugar.
Sandra:
no, a dormir.
Lo
agarre de la manita y lo acosté en su cama,
acostándome yo aún lado de él acariciándole la espalda pero fue
imposible… se le había ido el sueño.
Andrés:
mami, si.
Sandra:
no es hora de ver la tele es hora de dormir… ándale duérmete. –Cerró los ojos
pero a los segundos los volvió abrir-
Andrés:
mami agua.
…
A los
vente minutos ya estaba acostada en mi cama viendo un programa infantil, Andrés estaba en medio de los dos y Octavio
tenía una cara de fotografía como si fuera un niño haciendo un puchero porque
definitivamente no habría nada esta noche.
Andrés:
agua.
Octavio:
ya tomaste agua… te vas hacer pipi en mi cama.
Andrés:
agua.
Octavio:
aagggrr –le paso un vaso con tapadera “o vaso entrenador” -
Sandra:
jijijiji jajaja aaag vuelve a ofenderme.
Octavio:
no le veo lo gracioso a esto… porque el mugriento (cachorro) tiene que estar en
mi cuarto.
Andrés:
baño… ven.
Sandra:
ya ves, si se bañó, no está mugriento.
Octavio:
a mi cama no lo subas.
Andrés:
si, favor.
guaa,
guaa –el perrito se paraba en dos patas pero aun no alcanzaba a poner sus
patitas encima de la cama ya que estaba alta-
Octavio:
shuuuu
Andrés
se acostó pansa abajo en las piernas de su papá para tratar de acariciar al
perrito, lo tomo y lo subió a la cama.
Octavio:
que no -passss- -tomo al perro y lo
bajo-
Andrés
solo se sobo sus nalguitas sin hacer ningún gesto como si no le hubiera dolido
pero sintiendo incomodo, se volvió a
acostar para subirlo otra vez y lo mismo se repitió, así que se movió de lugar yendo a la base
donde están los pies, se acostó y volvió
a subir al cachorro a la cama, pero Octavio le volvió a dar otra nalgada y bajo
al perro, obteniendo una carita como de
enojo de su hijo, pero no se quedó
contento con eso así que se fue de mi lado acostándose en mis piernas y
subiendo otras ves al cachorro, era gracioso verlos porque era como un juego de
quien se cansa primero,
Octavio:
no lo subas, no porque lo subas de ese lado se va a quedar en la cama.
Andrés:
ven –lo ignoro por completo-
Octavio:
aa míralo desentendido –le jalo el pantalón de dormir junto con el
calzoncillo dejándolo debajo de las
nalgas y le dio otra nalgada marcando su mano-
PASSSSS.
Andres:
no, no, no -se sobo su nalguita aun con
la ropa abajo-
Octavio:
pues no lo subas, el perro no duerme en la cama, duerme abajo. –le subió la
ropa-
Sandra:
aiii grosero, sonó feo, ven amor –lo
hice girarse y le baje la ropa- le dejaste tu mano pintada.
Octavio:
pues tiene que entender que no es no.
Andrés:
no, no… aquí, si,
favor.
Octavio:
no –dijo serio y muy convencido de él-
Andrés:
si.
Octavio:
no.
Andrés:
favor. –le dio un beso en la mejilla a ver si con eso lograba convencerlo-
Cinco
minutos de “por favor” dieron resultado,
Octavio divertido y con una sonrisa de verse dejado chantajea con unos
ojitos, un “por favor” y un beso dejo que el perrito de unos cinco meses, estuviera en la cama, acostándose en los pies
de Andrés.
…
Sandra:
mi niño precioso –le di en beso ya se estaba quedando dormido-…
Octavio:
niño consentido.
Fue
una larga noche pero al final los cuatro nos quedamos dormidos.
Me encanto esta lleno de ternura.
ResponderBorrarBello!!!! Corto número 5 pero si quieres, agregas otro y se hace el sexto ejeje!! =D
ResponderBorrarMe encanto es muy tierno
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