miércoles, 18 de mayo de 2016

Padre moderno “Un helado”



Padre moderno   “Un helado”
Francisco  estaba cuidando a su hija de tres años  estaba en casa de sus padres a un vivía con ellos, pero no por mucho tiempo ya que en dos meses se iría a vivir en una casita cercana que le rentarían a buen precio, ya tenía el dinero para comprar lo más indispensable como algunos muebles.  La llegada de un segundo bebe estaba en camino,  Alma y Francisco ya querían vivir como pareja y no estar en casa de sus padres.
Anabel 3 años: y mamá?
Francisco 20 años: viene en la noche por ti, hoy yo me voy a quedar a cuidarte.
Anabel: Julián va a jugar con nosotros.
Francisco: si, pero es tu tío, aunque este enano y mocoso es tu tío.
Julián 12 años: no estoy enano, ni soy un mocoso.
Francisco: mm cuando cambiaste hacer mocosa?
Julián: Franciscos no seas así,  soy un niño,  no me cambien de nada.
Francisco: aa entonces si eres un mocoso.
Eva15 años: el mocoso hablando de mocosos.
Francisco: La madura ya salió.
Eva: Francisco yo pensé que siendo papá serias… no se… más como papá.
Francisco: más aguafiestas, enojón, gruñón, estricto… mierda…
Francisco se quedó callado al ver las caras de sus hermanos,  entendió que su padre estaba atrás de ellos.
Nicolás: Anda… sigue, quiero saber que más soy,  que tan fino llega hacer mi hijo y hablar de su padre.
Francisco: no dije ninguna mala palabra.
Anabel: abuelita ..-fue abrasarla-
Diana: Hola mi princesa.
Francisco: no dijiste que se iban a tardar. –le dijo bajito a su hermana-
Eva: ellos dijeron que regresaban en la tarde.
Nicolás: Francisco.
Francisco: perdón… “aunque no dije ninguna grosería,  solo la realidad” - pensó para sí mismo.
Anabel: el abuelito es enojón, siempre tiene cara de enojado, da miedo… pero cuando me da dulces ya no.
Diana: aa mira,  la muñequita quiere un dulce, pero el abuelito no da miedo, no siempre.
Nicolás:  grrrr… yo te doy miedo?
Anabel: si, gritas mucho
Nicolás:   porque tu papá y tus tíos me hacen gritar mucho.
Anabel: yo no?
Nicolás:  no, tu no, porque tú eres una niña buena y la muñequita de la casa.
Anabel: y me vas a da un dulce?
Nicolás:  y una niñita muy convenenciera.. Si me das un beso yo te doy un dulce.
Anabel: si,  y si te doy muchos besos me das muchos dulces?
Nicolás: no tengo muchos dulces… a ver primero dame mi beso.
Anabel le dio un montón de besos al abuelo y este le dio algunos dulces  los cuales la niña   repartió  con sus tíos y su papá. Francisco estaba en su día libre así que estaba jugando con su hija,  dibujando en el piso de la salita junto con sus hermanos,  Julián aún era niño y no había muchos lugares a los que pudiera salir.
Anabel: papi.
Francisco: que paso princesa.
Anabel: una nieve si ?
Eva: a tu papá le hacen daño las nieves, tiene malita la garganta.
Julián: Anabel y yo no estamos enfermos.
Francisco se lo pensó un rato pero se llevó a su hija y a sus hermanos por un helado.
Eva: se supone que no puedes tomar nada frio!
Francisco: es agua.
Eva: tu cuerpo.
Alma paso a la casa de sus suegros,  se quedó un buen rato y después se fue a su casa con la niña. En la mañana siguiente Francisco se paró para ir a trabajar muy temprano pero lo regresaron del trabajo.
Nicolás: Porque no fuiste a trabajar?
Francisco: me regresaron  -dijo con dificultad al hablar-
Diana al escuchar a su hijo solo se acercó a él y puso su mano en la frente, traía bastante fiebre y lo más probable que una buena infección en la garganta.
Diana: no te cuidaste esa garganta y mira nomas como estas.
Francisco: si me cuido ggcck -garraspe- 
Diana: Te estas escuchando. –Le jalo de la oreja-
Francisco: maaa –dijo sobándose-
Francisco fue al médico tampoco le beneficiaba  quedarse en casa toda la semana lo que le habían dado eran inyecciones, sin problema con eso, si le ayudaban a ir a trabajar en un día,   para él estaba bien. El problema fue cuando su mamá le iba a poner la primera inyección y Eva le dijo a su hermano que él tenía la culpa por tomar agua con hielo, fue cuando su mamá bajo un poco más la ropa y le  soltó tres palmadas que dejaron la nalga roja y después encajo la jeringa sin delicadeza.
Francisco: aggrrr mamáaa.
Diana: Tienes que cuidarte Francisco.
Francisco: ggrrr auuu –se sobo su trasero subiéndose el pantalón y dándole una clara señal a su hermana de que se vengaría-
Eva: mamá tu hijo me está amenazando.

Francisco: mentirosa.

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