martes, 31 de enero de 2017

White Collar: Buenos resultados malas prácticas



White Collar:  Buenos resultados malas prácticas
Dos días antes
NEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEAL
Neal pudo escuchar perfectamente a Peter gritar desde el garaje. Lo puedo escuchar Neal y los aldeanos de Pasa Tiku. Neal fantaseó por un segundo con la idea de estar realmente en ese momento en Pasa Tiku. Neal sabía que Peter iba a matarlo, matarlo o enviarlo directamente a la cárcel, cual quiera de las dos opciones no le gustaban lo más mínimo. Necesitaba tiempo, solo un poco más e tiempo. Si las cosas salían como tenía planeado Peter…vale Peter iba a estar cabreado pero quizás le perdonara la vida.
Todo había empezado un par de semanas atrás, cuando “accidentalmente” dio con el expediente de unas posibles falsificaciones de bonos del tesoro. Aquello captó la atención de Neal en el acto, porque era exactamente una vil copia de uno de sus mejores timos. Él se había ganado la admiración de mucho de sus colegas al colocar una cantidad considerable de bonos falsos en el mercado. Y eran tan rejodidamente buenos que hasta había colado alguno a la mismísima la reserva federal. El tipo que estaba metiendo esos falsos bonos del tesoro había tenido los santos cojones de copiarle su técnica, era algo más que trabajo era algo personal.
Por supuesto sabía que si Peter no le había hablado de ese caso y se lo había adjudicado a otro equipo era porque no quería que Neal se implicara así que Neal hizo su propia investigación a espaldas del trajeado. Y a Neal cuando algo se le metía entre ceja y ceja era un millón de veces peor que Peter. Quizás Peter fuera el mejor agente el FBI pero Neal era el mejor asistente del FBI y no solo eso sino que había aprendido bastante des de que le condenaran a ofrecer sus servicios al FBI.
NEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEAL
Otro grito más, los pesados pasos de Peter subiendo por la escalera lo devolvieron al presente. Aún presente nada esperanzador. En ese momento una paloma voló muy cerca de la ventana de Neal. Miró la paloma y negó con la cabeza –No palomita, no. No me tientes- la paloma gorjeó – paloma mala- dijo Neal agarrando su abrigo y escabulléndose por la ventana hasta el jardín trasero de la casa de los Burke. Satchmo empezó a ladrar. - Shhhhhhhhhhh Satchmo, shhhh, no nos delates a la palomita y a mí- dijo dándole un premio que guardaba en el bolsillo de su abrigo para que el perro dejara de ladrar. Pero era ya muy tarde Peter se asomaba des de la ventana por la que acababa de escabullirse – Neal Caffrey ni se te ocurra dar un paso más – dijo rojo de rabia Peter des de la ventana. Neal se forzó a regalarle una de sus sonrisas encantadoras para después salir a toda prisa por la puerta trasera.
NEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEAL
Neal escuchó el grito tronador de Peter mientras corría calle arriba a máxima velocidad.
-Mocoso estúpido- dijo Peter entre dientes mientras bajaba los escalones del segundo piso de tres en tres. Salió corriendo al patio trasero donde Satchmo nervioso intentaba decirle que Neal había salido corriendo por la puerta de atrás -lo he visto, Satchmo, lo he visto- dijo acariciándolo rápidamente. Abrió la puerta trasera pero como esperaba ni rastro de Neal. - Yo lo mato- Satchmo hizo una especie de lamento. – Tranquilo Satchmo te guardaré sus huesos para que los puedas roer- Peter se pasó la mano por el pelo, seguro que se iba a quedar calvo antes de los 40. Y él se negaba a llevar un estúpido sombrero como hacía Neal, así que eso iba a ser un problema. Peter sacó su teléfono y miró en el mapa donde estaba la señal que emitía la tobillera de Neal. Cuando vio que la señal estaba justo donde estaba él entonces si que se enfadó. Porque hasta ahora todo había sido algo que podía quedarse entre las paredes del bureau, pero al quitarse la tobillera Neal lo había convertido todo en un asunto FEDERAL, pero federal con mayúsculas. Peter pensó que cómo le hicieran volver a la cárcel por esa perrería suya de seguir a ese falsificador Neal podía rezar porque la cárcel fuera de máxima seguridad y sin posibilidad de visitas porque si ponía sus manos encima de él, no solo iba  a estar encerrado iba a estar encerrado y muy muy muy jodido. -Mocoso estúpido- volvió a decir y después de eso llamó al resto del equipo, había que ponerse en marcha antes que Neal hiciera algo que lo metiera de nuevo en la casilla de la cárcel.
EN LA ACTUALIDAD
  • Enhorabuena agente Burke – el agente Ferris le dio la mano para felicitarlo-  sigue sorprendiendo con su porcentaje de éxito. No se habían cerrado tantos casos en la brigada de delitos de cuello blanco como des de que entró usted.
  • Gracias señor, pero es todo trabajo de equipo -dijo mirando a sus compañeros. Neal sonrió feliz y Peter lo miró de una forma que hizo que se le helara la sangre. Estaba claro que ni la medallita ni la felicitación del jefazo había hecho que Peter se le olvidará las últimas 48 horas.
  • Pues su equipo y usted se han ganado algo más que una palmadita en al espalda y una medalla -dijo mirando la medalla que el alcalde le había puesto justo unos minutos antes – El resto de la semana se la pueden tomar de vacaciones y este mes verán un pequeño extra en sus nóminas – la cara de todos se iluminó, eso si que era algo para celebrar. Porque en el FBI los incentivos por buen trabajo eran algo así como mitología antigua
  • Vaya, muchas gracias señor
  • Nada de gracias, agente Burke, ustedes sigan así –sonrió y en ese momento uno de sus auxiliares le dijo algo al oído- Si me disculpa me temo que mi agenda está un poco apretada. Estaremos en contacto -dijo estrechándole la mano una vez más antes de irse a toda prisa. En cuanto el gran jefazo salió por la puerta la fiesta y alegría estalló en el bureau no solo tenían el resto de la semana vacaciones pagadas sino que encima ese mes habría una pequeña paga extra. Peter, comedido, participó en la alegría de su equipo pero no perdía de vista a su joven asistente. Neal por supuesto se dio cuenta de que Peter no le quitaba los ojos de encima pero no por eso iba  dejar que el trajeado le arruinase la celebración. Que en su caso era mayor porque había sido él que había atrapado al falsificador que estaba teniendo el morro de copiar sus técnicas para cometer aquellas falsificaciones ¿y sin ni pedirle permiso ni nada! Era halagador pero a la vez se sentía un poco violado. Sus estafas eran como sus bebés, estaba tan orgulloso de ellas, aunque ahora no pudiera cometer ninguna más, aún tenía eso la fama que le había otorgado todas las que cometió antes de que Peter lo arrestara.
Poco a poco se fueron yendo los agentes, hasta que solo quedaron Diana, Peter, Neal y Jones. Jones tomó su americana y se la puso – eh Jones, donde vas, hombre no, vayamos a tomar algo para celebrarlo – le dijo Neal pasándole un brazo por encima en plan coleguitas. - Lo siento Neal, ya tengo planes – y le regaló una sonrisa de simpatía. Tanto Jones como diana sabían que Peter estaba deseando quedarse a solas con Neal. En ese momento Diana también se levantó -¿qué? ¿Pero cómo? ¿Tú también? Venga Di -dijo poniendo pucheritos-vayamos a la cafetería esa donde Lo, siento Neal, para un día que puedo salir antes, quiero darle una sorpresa a Samantha- le dijo Diana y le dio un beso en la mejilla - ¿vamos? - Diana le dijo a Jones enganchándose en su brazo para tomar el camino al ascensor – oh, vamos chicos – protestó Neal. Peter no había abierto la boca aún, solo miraba a Neal con cierto divertimento porque estaba claro que Neal estaba intentando desesperadamente aplazar lo máximo el momento en que iba a quedarse a solas con Peter. Porque si, Neal, si, Peter iba a matarte. Neal decaído se quedó mirando como sus compañeros se marchaban. Justo cuando la puerta del ascensor se cerró Neal escuchó lo que era una especie de carraspeó. Neal tragó saliva y cerró los ojos. Quizás cuando los abriera, despertaría en su cama y todo aquello había sido solo una pesadilla. Pero al abrir los ojos seguía estando ahí de píe en el bureau con un Peter muy furioso a sus espaldas.
  • ¿Neal? – Peter dijo sorprendentemente sosegado. Eso aún le ponía más la piel de gallina a Neal. Neal se giró a cámara lenta, Peter sonrió, hacía bien estar asustado, no era para menos. Peter con el dedo índice le indicó que lo siguiera y empezó a caminar hacía su despacho. Neal retorció la boca poniendo una graciosa mueca de dolor y lo siguió aunque sabía que lo estaba siguiendo al paredón. Nada más entrar en el despacho de Neal se apresuró a sentarse. Peter no dijo nada solo lo miró fijamente y decidió no perder los nervios…aún. Peter tomó un pequeño maletín que había encima de uno e los archivadores de su despacho y lo abrió. Dentro había una tobillera electrónica. La cara de Neal se entristeció por unos segundos, pero después se esforzó a poner su acostumbrada sonrisa de “todo va bien” – El píe – Peter dijo en el tono más neutro que pudo. Neal sabía que no estaba en posición de discutir así que simplemente se remango la pernera del pantalón y puso su píe sobre el escritorio de Peter, para que este le pusiera de nuevo la tobillera. Peter se la puso y la reinició, comprobando con su teléfono que funcionaba como debía. Cuando la luz verde de la tobillera se encendió Neal fue a quitar el píe del escritorio de Peter pero Peter no le soltaba el tobillo- ¿Peter? Mi píe ¿Me lo devuelves? – dijo sonriente Neal – Hace dos años cuando firmé aquel acuerdo con el fiscal del Estado por el que te sacaban de la cárcel a cambio de tus servicios para el FBI ¿cuales fueron las condiciones que se te dieron para darte ese trato?- dijo Peter sin soltarle el tobillo y con un brillo en los ojos que nada bueno auguraba – Mira Peter, sé que no debí quitármela, pero si os hubiera tenido pegados al cogote, no hubiera podido atrapar a ese maldito farsante. No es cómo si fuera la primera vez que me la quito para un caso. – dijo Neal y si se hubiera detenido en que solo lo había hecho para resolver el caso. Peter no se hubiera enfadado más aún de lo que ya estaba, pero el comentario final y sobre todo el modo tan arrogante como lo dijo, fue lo que hizo que Peter acabara de decidirse a hacer lo que tenía previsto - Primero de todo las otras veces te las quité yo mismo, previa autorización judicial. – empezó Peter a decir fulminándolo con la mirada- Segundo tú estabas trabajando en el caso de los Hupt ese era un caso de otro departamento. Tercero lo hiciste solo porque sentiste que tu gran ego había sido atacado, el tipo ese usaba todas tus técnicas. Y cuarto y no por eso menos irrelevante, huiste de mí – esto último lo dijo apretando no solo los músculos de la mandíbula sino también el agarre de Neal. –Auuu Peter, mi tobillo, cálmate, entiendo que estés enojado pero….-empezó a decir Neal que había aprovechado el pequeño discursito de Peter para elaborar su mejor defensa - ¿Enojado? ¡Enojado! No, Neal, no lo entiendes, Si sigues caminando por la cuerda floja acabarás en la cárcel. Y ahora ya tienes 19 años, legalmente eres un adulto, ahora si la cagas, no habría trato que valga  ¿Entiendes? –dijo Peter con los ojos inyectados en sangre - pero Peter ya oíste al jefazo, incluso nos felicitó, están super contentos con nuestro trabajo, no hay razón para ponerse así -y volvió a intentar tirar de su pierna para recuperar su tobillo, pero Peter no lo soltaba, era peor que Satchmo cuando agarraba uno de sus juguetes – Esta vez te salió bien, y no creas que te salió tan bien he tenido que volver a dar la cara por ti, les mentí, les dije que yo había autorizado que te desprendieras de la tobillera pero que la solicitud al juez se había traspapelado. No te saqué de la cárcel para que comprometieras la carrera, ni siquiera para que nos ayudarás a resolver todos esos casos. Lo hice porque eras un niño y merecías una oportunidad – Neal bajó la cabeza porque dolía oír la verdad. – sí, haces bien en bajar la cabeza –dijo un poco más calmado Peter al ver que al menos el chico había abandonado esa actitud de gallito y empezaba  a mostrar algo de remordimientos. – Escúchame atentamente, Neal, porque esto es más por tu bien que por el mío, aunque mi carrera también depende en parte de que les demuestres que pueden confiar en ti. – le dijo Peter sabiendo que eso probablemente hiciera mayor meya en la conciencia de Neal que cualquier otro sermón – Hay unas normas y las hay por algo, pero además en tu caso el cumplimiento de esas normas son seguidas de muy muy muy cerca. Todos tus actos son examinados con mil ojos. Hay mucha gente que está deseando que este programa no funcione. Y tú, con tus arrebatos, se lo estás poniendo muy fácil – Peter no le estaba riñendo solo intentaba que se diera cuenta de que estúpido había sido actuar de aquella manera. De cuanto se jugaba en realidad. Se estaba jugando no solo su futuro sino acabar con sus huesos en la cárcel y esta vez una cárcel de las de verdad – Peter, yooo -dijo sin levantar la cabeza- no pensé en todo eso, supongo que solo quería pillarlo – Neal levantó la cabeza y lo miró como un cachorro mira  a su dueño cuando regresa a casa – y sabía que podía pillarlo, lo sabía de verdad, no era una corazonada, pero necesitaba que os mantuvierais un poco al margen, al menos hasta que tuviera su confianza. Os llamé en cuanto pude – añadió como si eso fuera algún tipo de eximente. Peter respiró hondo, sabía que no había mala fe en el chico solo mala praxi. Pero tanto Peter como su equipo empezaban a cansarse de que tanta “buena voluntad” solo fuera una excusa para saltarse todas las normas por el forro. Mientras ellos tenían que hacer las cosas según las normas, el criajo ese hacía lo que le venía en gana y encima siempre se salía con al suya, incluso llevándose alguna palmadita en la espalda cosa que ellos no se llevaban. - Pues eso se tiene que acabar Neal, y no me vale, con que lo intentes o me sonrías y digas de acuerdo. Tiene que acabar de verdad. Así que cada vez que vea que te estás alejando del buen camino voy a tomar medidas - ¿Medidas? - dijo Neal esperando no haber entendido bien – si, medidas. Como al principio, como cuando llegaste a casa ¿Recuerdas? – Neal tragó saliva y tanto que lo recordaba. Los primeros meses con los Burke no fueron precisamente de cuento de hadas. A todos les costó adaptarse, a él más que  a nadie, porque hacía demasiado tiempo que iba por su parte y no contaba con nadie y formar parte de una familia no es solo asistir a las fiestas de cumpleaños y navidades - ¿Peter? ¿no estarás hablando en serio verdad? – lo miró asustado y Peter solo alzó una ceja - Jajaja Peter jajaja casi caigo jajaja muy bueno – dijo Neal intentando reírse de uan forma muy creuble, pero en verdad estaba un poco asustado-  ¿Acaso me ves reír? –le preguntó muy serio y al fin hizo algo más que sujetarle fuertemente el tobillo, tiró de él obligando a Neal a moverse hacía él y en un gesto rápido cambió el agarre del tobillo por el de la muñeca y obligó a Neal a reclinarse sobre el escritorio – NOOOO, Peter noooooo, no puedes, tengo 19, ya no soy un niño NOOOOOO – empezó a decir Neal muy nervioso -Pues deja de comportarte como un crío y dejaré de tratarte como a uno. Si hubierais mostrado algo de madurez y te hubieras parado a pensar las consecuencias de quitarte esa maldita tobillera y salir huyendo de aquella manera no estarías ahora en esta posición – dijo Peter sin soltarlo a pesar que Neal intentaba todo el rato incorporarse – Peter por favor no, Peter, te juro que no vuelvo a AAAAAAAAAAAAAAAAAAAH – y de la nada cayó un duro palazo, Neal echó la mirada atrás ¿en que momento había agarrado Peter esa maldita pala? ¿Dónde había estado todo el rato? Solo podía haber estado apoyada en el lateral de la mesa de Peter. Eso significaba que Peter había traído esa maldita cosa de casa aquella mañana y que había estado todo el rato allí, incluso cuando él y los jefazos habían estado reunidos. Neal se quería morir de vergüenza ¿y se la habían visto? ¿y si le habían preguntado? ¿y si les había dicho lo que planeaba? -Plack -otro duro palazo lo regresó  a la realidad – AAAAAAAAAAAAAU Peter noooo auuuu, no, no, esto no es necesario –dijo Neal que el corazón y la respiración le iban ya a mil por hora - Al contrario Neal, esto es muy necesario. Si no consigo meter con palabras en esa cabecita lo serio que es esto y lo importante que es seguir las normas lo tendré que hacer con actos, y en el pasado esto funcionó bastante bien – dijo Peter que a diferencia De Neal parecía muy calmado - Plack Plack Plack Plack - los siguientes cuatro palazos fueron seguidos sin dejarle tiempo para queja alguna –AAAAAAAAAAAAAAAU AAAAAAAAAAAH no tan fuerte Peter AUUUU que duele AAUUUUU – se giró y miró con los ojos vidriosos a Peter - Esa es la idea, Neal. La idea es que relaciones tus malas acciones con un mal recuerdo, y así te abstengas a repetirlas – quizás no hubiera sido necesario decir eso, ya que Neal no era precisamente idiota, alguien con su inteligencia sabía perfectamente de que iban las teorías sobre la modificación de la conducta mediante condicionamiento operante  -Plack Plack Plack – AUUUUUUUUUUUUNo más saltarse las normas, no más jugar con la legalidad, se pueden resolver casos sin tener que jugarte el futuro – dijo Peter muy firme ya que eso era lo que más temía, que Neal acabara en la cárcel y se acabara de malograr. Aún era joven aún podía reformarse aún podía labrarse un buen futuro a ese lado de la ley – vale, lo he pillado, Peter, lo pillé, ya puedes parar – dijo Neal desesperado porque ya empezaba a doler considerablemente el trasero – Me alegro oír eso, hijo, porque lo último que quiero es verte en la cárcel por intentar demostrar que eres más listo. Porque eso no demostraría para nada lo brillante que eres -Plack Plack Plack Plack Plack Plack – Peter no se detuvo ya hasta que esa tanda de 6 finalizó- Aauuuuuuuuu bwuaaaaaaaaa aaaaaaaaaaaah – Neal no pudo reprimir más sus lágrimas, no porque Peter le llamara hijo, que eso siempre lo dejaba con la guardia baja sino porque Peter realmente se estaba tomando su tarea de castigarlo muy concienzudamente. Hacía mucho que Peter no lo zurraba y sinceramente Neal no lo recordaba tan duro. Peter se esforzó en no caer en la tentación de dejar la pala a un lado y consolar a Neal, que ahora ya lloraba de verdad y no para contentar a Peter. Peter sabía que con Neal no valían las medias tintas, o ibas al 100x100 en serio o se te subía  alas barbas, y en los últimos meses Peter le había dado mucha manga ancha y en parte por eso ahora se encontraba así. Neal se llevo una buena zurra, una que le duraría al menos hasta que tuvieran que reincorporarse al bureau, esos días de vacaciones no iban a ser placenteros precisamente para el joven de ojos azules. Pero valdría la pena si el chico lograba entender que el fin no justifica los medios, no era suficiente con ser bueno, había que portarse bien también. Cuando Peter dio por acabado el castigo Neal era un revoltillo de disculpas, promesas incumplibles y lamentos. Peter abrazó a Neal hasta que se calmó, y después volvió a tener unas palabras sobre lo que esperaba de él en el futuro y de lo orgulloso que estaba de lo lejos que había llegado en esos dos años. Neal lo escuchó de píe atentamente porque lo último que quería en ese momento e svolver a fallarle a Peter, no por acabar en la cárcel como le recordaba cada dos por tres sino por miedo de que Peter se cansara de darle tantas oportunidades y le diera la patada. Así que mientras Peter hablaba Neal se hacía así mismo la solemne promesa de no volver a poner en peligro la carrera de Peter ni su acuerdo con al fiscalía. - ¿Neal? – dijo por segunda vez Peter- ¿si? ve a lavarte la cara – le dijo Peter indicándole con la cabeza que usara su baño privado – Elizabeth nos espera para ir a comprar unas jardineras nuevas – Neal lo miró con cara de aburrimiento mortal- no pongas esa cara, a mi tampoco me emociona ese plan, pero después si jugamos bien nuestras cartas quizás acabemos cenando en el bistro ese preferiría cenar en casa esta noche Peter - dijo bajando la cabeza tímidamente. Peter cayó en la cuenta que Nela lo último que querría en ese momento es pasarse unas cuantas horas en un restaurante sentadito. Peter se rió, le revolvió el pelo a Neal, sabiendo que eso se lo llevaban los demanios al joven asistente y le dio un empujoncito al baño. Neal se lavó la cara en el baño, parecía un mocoso de 14 años en vez de 19 años, y aquello no era algo que le gsuarra lo más minimo. Volvio a echarse agua en la cara e intentó adecentar el máximo su apariencia, pero sus ojos rojos le delataban. Aquella tarde se había dado un buen panzón de llorar, entonces algo llamó su atención en la ventana del baño. Era una paloma que se había posado un segundo y lo miraba a través del vidrio. - paloma mala, tendría que ser tu trasero el que estuviera rustido y no el mío – le dijo Neal a la paloma riendo –le dijo Neal a la paloma -¿Neal? – lo llamó Peter desde el despacho y la paloma al oír la voz de Peter echó a volar -¿Decías algo? – preguntó Peter al oir la voz del chico – Nada, que ya estoy listo cuando quieras – dijo saliendo del baño y agarrando su sombrero y poniendosleo lo más estilosamente que pudo –venga Peter, vayamos a por esas jardineras.


FIN

2 comentarios:

  1. Muy lindo, me encanta Neal

    Te quedo hermoso Little

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  2. Me encanta leer de Neal!! Estoy con Cath te quedó muy lindo!!
    jajaja pobre Neal por mas que hace siempre lo acaba descubriendo Piter...Ojalá te animes a mandar más capis!!
    Me gusta mucho lo que escribes Little!!

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