miércoles, 5 de junio de 2019

Capítulo 10





Unos días después de que mis padres hubieran decidido entrar a ese seminario>>>>>> Daniel POV
Yo iba manejando de regreso de la escuela con Luis sentado en el asiento del copiloto. No habíamos puesto música, porque no estábamos de buen humor, a través del retrovisor alcance a ver la camioneta de mi mamá dar la misma vuelta y subir a la autopista urbana. Mi papá estaba en Estados Unidos negociando con su jefe los términos de su renuncia porque obviamente no le habían concedido los seis meses de vacaciones que había pedido, y mi mamá había ido a la escuela para explicarle al director de la escuela que nos íbamos a ausentar en un "semestre sabático de relajación espiritual y fortalecimiento a su recién restaurado matrimonio". Así que a mí me pegaban por decir mentiras, pero ellos se permitían mentir con verdades a medias, pensé amargamente.
Con esto en mente aceleré por el puente que conectaba las autopistas, pero en seguida sonó el teléfono de mi hermano por el Bluetooth.
—Bueno—contestó mi hermano con voz fastidiada
—Hijo, por favor dile a tu hermano que le bajé la velocidad al carro.
—Pero ya no hay foto-multas, gracias a la flamante nueva gobernadora. —dijo con sarcasmo mi hermano.
—No importa, no es por eso, no vayan a tener un accidente.
—¿Qué importa si tenemos un accidente? Si de todas formas nuestra vida ya se acabó, o mejor dicho, ustedes la destruyeron. Papá va a perder su trabajo y nosotros nuestra escuela, amigos y torneos de tenis. Ojalá se hubieran divorciado, así no hubieras contagiado a papá con ese veneno como Eva a Adán. —respondió mi hermano cada vez z más furioso y colgó.
—Si no vinieras tu, chocaría a propósito. —me dijo mi hermano
Afortunadamente yo era el que venía manejando, aunque parcialmente estaba de acuerdo con mi hermano. Es cierto que nos habían destruido la vida, pero yo todavía creía que no era irreparable. Además todavía tenía algo de miedo a la muerte y al suicidio, en esta nueva iglesia lo condenaban enfáticamente, pero incluso en la iglesia católica lo consideraban un pecado, y yo no quería morirme para irme directo al infierno. ¿Pero si me moría en un accidente no sería un suicidó, cierto?
Yo aceleré
100km/h
110km/h
120km/h
Noté que mi hermano se ponía tenso con la velocidad pero no me dijo nada, así que asumí que estábamos juntos en esto
130km/h
Los carros se apartaban del carril de alta velocidad para darnos el paso. A mi me hubiera gustado acelerar más, la velocidad se sentía liberadora, pero mis instintos de conducción no me lo permitieron, era una autopista urbana, no una pista de carreras y no tenía las condiciones para correr sin sentir que perdías el control en cada momento.
Pensé en qué harían mis padres cuando vieran el carro destruido y nuestros cuerpos. Seguramente mi papá no se lo perdonaría jamás, ni a él mismo ni al pastor y su iglesia esa; mi mamá era más fanática, probablemente acabarían divorciandose, aunque ahora sin hijos sobre los qué pelear la custodia.
Tomé la bajada y pisé el freno sintiendo que salíamos volando, pero el carro estuvo a la altura de las expectativas de un auto semi-deportivo y frenó a escasos metros de los autos que salían al tráfico.
¿Des-afortunadamente? no habíamos tenido ningún accidente.
Nuestra casa estaba a unos minutos de la salida y recorrimos ese tramo de tráfico en silencio.
Entramos a la casa y dejamos las mochilas en la sala.
—Buenas tardes chicos.—Nos dijo Berta tomando las mochilas y llevándolas a la sala.
—Nos traes un vaso de limonada. —exigió mi hermano
—Buenas tardes. —dije yo, tratando de ser amable. Compartía la frustración de mi hermano, pero la muchacha no tenía la culpa.
Berta nos trajo los vasos y yo me eché en el sillón a ver mi celular, tratando de distraer mi mente.
Pasé las stories de mis amigos en Instagram mientras oía los pasos de mi hermano que caminaba de aquí para allá en la sala. Retratos de vidas normales, ciertamente la gente solo publicaba la mejor parte de sus vidas, pero eran buenas vidas, parecidas a la que "Los elegidos" nos había arrebatado.
Mi mamá entró a la casa sobresáltandome.
—¡Están bien hijos! No saben el miedo de que tuvieran un accidente.
—Disculpe ¿qué preparó para comer, Señora? —intervino Bertha
—Pon a hervir agua para los ravioles y pon un timer para que no se me olvide. Después te vas, te doy el resto del día libre.
—Está bien, señora. —Y se dirigió a hacerlo un poco sorprendida.
—Luis súbete a tu cuarto.—dijo mi mamá y se dirigió a la cocina de donde tomó una vara que estaba encima del refrigerador. Era una vara reciente, mi papá la había cortado antes de irse a Estados Unidos como amenaza para que nos portaramos bien durante su ausencia. Mi mamá subió las escaleras hacia el cuarto de mi hermano, y momentos después escuché que comenzaban a discutir, y yi decidí ponerme mis audífonos.
—Hasta mañana Daniel.—me dijo Bertha al salir y yo me despedí sacudiendo mi mano.
Un rato después sonó el timer de la cocina, pero cuando empezó a salir una nube de vapor de la cocina me di cuenta que mi mamá no había bajado a arreglar eso.
Así que fui a la cocina y apague la olla de la que ya se estaba cayendo el agua hirviendo, y después saqué la bolsa de ravioles congelados y traté de leer las instrucciones. La verdad es que yo nunca cocinaba así que no sabía muy bien como hacerlo.
-hierva agua por 5 minutos
-coloque los ravioles y tape por otros 5 minutos
-apague el fuego y espere 5 minutos
-Sirva y espolvoree el aderezo
Yo decidí que el agua ya estaba bastante hervida así que vacié los ravioles en la olla y la tapé.
Me fui otra vez a la sala y como mi mamá y mi hermano seguían discutiendo arriba me iba a poner los audífonos, cuando mi mamá bajó:
—Hijo, ven por favor, necesito que me ayudes.
—¿Con qué Mamá? Ya apagué la estufa, y puse los ravioles en la olla.
—Ah, gracias por eso, pero lo que necesito es que me ayudes a detener a tu hermano para que pueda corregirlo, porque no se deja.
¿Que quería que yo qué? La indicación me cayó de sorpresa, pero con la misma celeridad supé que tenía que hacer.
—No mamá, no puedo hacer eso, el es mi hermano, no lo voy a lastimar. Además no es mi responsabilidad disciplinarlo, es de ustedes.
—Sí, pero tu papá no está y el no quiere obedecer por la buena.
—Lo siento, pero no puedo hacerlo. —le dije y me puse los audífonos.
Vi que mi mamá se alejaba y pensé que me iba a dejar en paz, pero volvió a bajar y me quitó los audífonos de un tirón.
—¿Qué?—protesté yo y vi que mi mamá traía la vara
Oh no, así que por eso había ido
—Última vez. ¿Me vas a obedecer o no?
—No, no pienso ser cómplice en el maltrato.
OK. Entonces te voy a tener que corregir por desobedecerme.
—¿Qué? Pero si no hice nada. No me puedes obligar a lastimar a mi hermano.
—No lo voy a repetir, bájate los pantalones.
        No importa cuantas veces me pegues, no pienso ayudarte a pegarle a mi hermano.
—Eso ya lo entendí, pero te tengo que castigar por tu abierta rebeldía.
Yo me quedé ahí sentado, ponderando mis opciones.
—Si no voy a tener que llamarle al pastor para que venga a ayudarme.
Eso fue suficiente para convencerme, lo que menos necesitábamos era a ese hombre aquí en nuestra propia casa.
Me levanté y con mucha vergüenza me desabroché el pantalón de la escuela y me lo bajé.
En eso sentí las manos de mi mamá en el elástico de mi bóxer y se las aparté bruscamente. Ni de chiste iba mi mamá a pegarme desnudo.
Swish
Auuuuch! No pude evitar exclamar. El ardor era incluso más intenso en el brazo. Me solté el bóxer para sobarme el brazo y mi mamá volvió a intentar sujetarlo para bajármelo, pero yo volví a impedirlo.
Siwsh
Aaaayyyy!
Esta vez el varazo me pegó en el dorso de la mano y me dolió más todavía, si eso era posible.
Ya entendí Ma, pero por favor déjame inclinarme primero. Le dije dispuesto a hacer lo que fuera por detener este tormento, pero procurando que mi mamá viera solamente lo indispensable sin ropa.
Y así me incline en el sillón sobándome y frotándome la mano, y con muchísima vergüenza sentí las frías manos de mi mamá sujetar de nuevo el elástico de mi bóxer y bajármelo hasta las rodillas de un tirón.
Swish swish swish
Los varazos no tardaron en llegar, distribuidos irregularmente a lo largo de toda mi parte posterior y con mayor rapidez pero menor fuerza que los que me daba mi papá.
Swish swish swish
Los primeros los aguante sin problema pero como eran muchos seguidos el dolor comenzó a acumularse rápidamente y a volverse insoportable
Swish Siwsh swish
Mgggghhhhr hice acopio de toda mi fuerza de voluntad y apreté los dientes y los puños para evitar rogar y llorar.
Swish swish
Cuando pensé que ya no podía aguantar más mi compostura los varazos pararon. Yo me llevé la mano atrás y me frote vigorosamente tratando de aliviar un poco el escozor, pero en cuanto recordé que estaba siendo observado desnudo por mi mamá me puse el bóxer y el pantalón como pude, ignorando el ligero dolor al rozar la ropa, y me subí a mi cuarto frotándome las lágrimas que luchaban por escapar de mis ojos.
Ya una vez ahí me metí al baño y me bajé la ropa otra vez para medir el daño en el espejo, pero aunque tenía algunas marcas rojizas, estas eran pequeñas, superficiales y casi imperceptibles. Definitivamente los castigos de mi mamá eran más leves que los de mi papá, pero la vergüenza era mucho mayor.
En eso escuché que mi mamá retomaba la discusión con mi hermano.
—Ya hasta tu hermano se dejó corregir con los pantalones y calzones abajo por mí.—Escuché que le decía mi mamá mientras yo me lavaba la cara y me echaba un poco de agua para eliminar el pequeño picor que todavía sentía. Así que mi castigo, además de eso, había sido una carta para jugar con mi hermano. ¿Hasta dónde llegaban las artimañas de estos "Elegidos" para manipular a su prole? Definitivamente lo más sabio sería leer sus libros de crianza familiar y otros temas para anticipar sus movidas- Pensé y me acosté en la cama bocabajo a escuchar un poco de música.

Luis POV
—Ya hasta tu hermano se dejó corregir con los pantalones y calzones abajo por mí.— Me dijo mi mamá, tratando de convencerme de que me dejara castigar. Eso sí no me lo esperaba. ¿Con qué lo habían amenazado para que accediera?
—¿Qué hizo?
—Se negó a ayudarme a castigarte.— En ese momento no pude más que sentir una ola de amor hacia mi hermano, que había estado dispuesto a llevarse un doloroso y vergonzoso castigo con tal de no perjudicarme. Pero aunque el hubiera cedido, yo no podía, él era un poco más dócil y odiaba las confrontaciones con mis papás, pero yo no iba a permitir que mi mamá me pegara desnudo a los 14 años, antes tendría que matarme.
—Sobre mi cadáver.
—Bueno, entonces no me dejas más opción que hablarle al pastor Enrique y que el mismo lidie contigo. —Así que esta había sido la amenaza con la que habían convencido a mi hermano. Pero por más que odiara al pastor, era hombre, y que el me viera desnudo no era peor que encontrarte a un acerrimo rival mientras te cambiabas en el vestidor del club.
—Está bien—dije yo firmemente, aunque por dentro me sentía mucho menos seguro de mi decisión.
Una hora después>>>>>>>>
Daniel POV
Yo iba manejando a toda velocidad por el periférico, una patrulla me perseguía detrás, pero a mi no me importaba, que se acabará el mundo, yo solamente tenía un objetivo. Di una vuelta abrupta en una calle, sentí que me volteaba y casi me llevó a un peatón. Toqué el claxón para que nadie más se atravesara y fije mis ojos en el final de la calle. "Los elegidos, iglesia bíblica" decía un letrero colgado en el gran salón de eventos transformado en templo. Aceleré tanto que el motor echaba humo, y una sonrisa se dibujo en mi rostro cuando vi al pastor, pero el me miro impasible y no se movió, a mi me dio más rabia y aceleré todavía más, pero en ese momento vi al pequeño John atravesarse y abrazar a su papá. Por más que odiara a ese hombre, no iba a matar a un niño inocente, sin importar de quien fuera hijo. Di un volantazo y el carro giro y giro volteándose y estrellándose contra el edificio, destruyendo vidrios, sillas, estantes y libros. Mi vista se nubló, pero no sentía dolor. ¡Virgen María, ten piedad! Pensé mientras todo a mi al rededor se ponía negro.
—Daniel Daniel— escuché a alguien decirme y sentí que me sacudían.
Yo abrí los ojos y me los cubrí rápidamente por el brillo de la luz.
—Daniel —volví a escuchar la voz, y la reconocí como la de mi hermano, pero eso no era posible, mi hermano estaba vivo, yo era el que había muerto. ¿O no había muerto? Volví a abrir los ojos y vi al pastor parado en la puerta, sonriéndome. Brinqué de la cama aterrado. Y me di cuenta que en realidad había estado soñando.
—¿Qué hace el aquí? —le pregunté a Luis mientras buscaba un short para ponerme, pues me di cuenta que estaba en ropa interior frente a mi peor enemigo.
—Perdón que te despertara Dani, es que necesito que me ayudes. Él vino a castigarme, pero quiero que estés tu conmigo por si intenta hacer alguna perversidad, haya testigos para que lo metan a la cárcel.
Ahora todo comenzaba a hacer sentido, aunque aún me sentía un poco mareado, la pesadilla había sido demasiado vívida.
—¿Preferiste que él fuera a que sea mamá? —le pregunté
—Es hombre —me dijo encogiendo los hombros.
—Chicos, lamento intervenir en su fraternidad, pero no tengo todo el día.
Yo ya me había puesto el short así que acompañé a mi hermano y al pastor, que traía en la mano una vara que no reconocía, a su cuarto.
—OK. Necesito que te bajes los pantalones y te inclines en la cama. —dijo el pastor acomodando unas almohadas para que mi hermano se reclinara sobre ellas.—y una vez que estés ahí te bajas el bóxer, no quiero ver ni tocar nada que no me corresponda, ¿entendiste?—continuó el pastor dándole las indicaciones a mi hermano. Su tono era formal y casual a la vez, supuse que no era la primera vez que lo hacía.
Mi hermano obedeció lentamente, note que estaba nervioso ¿quién no lo estaría? y algo avergonzado, pero cumplió con todos los requerimientos. Cuando se bajó el bóxer yo me voltee para otro lado, no me interesaba verle el culo desnudo a mi hermano, y aunque no sería la primera vez, la situación era distinta pues la circunstancia era vergonzosa para mi hermano.
—No quiero que te muevas o metas las manos—continuó el pastor—así que necesito que alguien te las detenga. Puede ser Daniel o tu mamá.
—Daniel —dijo mi hermano sin pensarlo mucho
—No— dije yo— no quiero
—Por favor Dani, gracias por haberte llevado un castigo por mi, pero por favor ayudame con esto. No quiero que mi mamá me vea así. —me dijo y noté que tenía lágrimas en los ojos.
Si el me lo estaba pidiendo, lo haría por él.
Así que renuentemente me pasé del otro lado de la cama y le sujeté las muñecas, de forma que sus brazos quedaban extendidos y sujetado contra la cama.
—No lo sueltes, porque yo no voy a parar, y si mete las manos lo voy a lastimar mucho más. —me dijo y yo asentí, con esos esos leves varazos que me había dado mi mamá en la mano sabía que no estaba mintiendo.
El pastor sujetó con su pierna la ropa que mi hermano tenía enredada en sus tobillos, de forma que mi hermano no pudiera mover las piernas o patear; colocó su brazo derecho sobre su torso para que no se levantara y con la mano izquierda levantó la vara.
Swish. Los músculos de mi hermano se tensaron y su cara se transformó en una expresión de dolor, pero no hizo ningún ruido. El pastor espero unos segundos
Swish
Esta vez mi hermano intentó jalar sus brazos pero yo se los detuve y su expresión era de un esfuerzo enorme por no gritar.
Unos segundos después.
Swish
Comprendí de las reacciones de mi hermano que así como papá pegaba más duro que mamá, el pastor pegaba más duro que papá, probablemente por la experiencia.
Swish
Aaaaaayyyy, mi hermano gritó y jaló con más fuerza los brazos.

Swish Auuuuuuuuuch!
A partir de ese momento mi hermano no dejó de forcejear, pero yo le detuve los brazos con fuerza, para que no lo lastimarán más.
Swish

Swish
Swish
Los varazos cayeron espaciados, el pastor sabía como darlos de forma que se acumulará el máximo dolor, inclinando la vara para que el extremo pegara en donde se juntan las piernas y las nalgas. Mi hermano gritaba de dolor en cada varazo, y lloraba desesperado forcejeando en cada intervalo intermedio.
Swish ¡Ya     no      aguanto        más! Rogaba ahogándose en sus propios sollozos

Swish
Swish
En cierto momento su llanto se quebró aún más y dejó de forcejear, solamente jalando los brazos como reflejo cuando un nuevo varazo caía, y llorando lastimosamente en los intervalos.
Swish

Swish
Swish
El pastor detuvo el castigo dejando la vara en la cama y soltó a mi hermano, así que yo le solté los brazos también.
Mi hermano se levantó como pudo, sin importarle el hecho de estar desnudo, y se sobó las lastimadas nalgas, pero el pastor se volteó para no ver a mi hermano.
—Espero que hayas aprendido la lección hijo, es importante que respetes y obedezcas a tus padres, y que aceptes su disciplina. —Dijo y se salió del cuarto.
Yo levanté la ropa interior de mi hermano, que había perdido en el forcejeo y se la pasé y le saqué un short de su closet.
Él seguía llorando pero lo aceptó. Se puso el bóxer haciendo nuevas de dolor cada vez que este rozaba las marcas de la vara. Y después intentó ponerse el short, pero le dolía tanto que desistió y lo echo a la cama. Así en ropa interior se metió al baño, ya calmándose un poco y se sonó y lavó la cara, aunque seguía hipando. Después se bajó el bóxer y se echó agua en las marcas.
Auuuuch! Exclamó
—Mejor me voy a acostar así—me dijo recuperando poco a poco su voz normal.—¿me puedes dejar solo?—me dijo con ojos llenos de tristeza y dolor.
Yo mismo estaba llorando, no sé en qué momento del castigo empecé, pero apenas me daba cuenta de las lágrimas que tenía en los ojos. Me las limpié.
—Sí, perdón hermanito. ¿Estás bien?—le dije y le di un abrazo con cuidado
—Sí Daniel. Gracias, voy a estar bien, pero quiero estar solo para recuperarme. ¿Puedes cerrar la puerta con llave? Voy a estar acostado boca abajo desnudo y no quiero que nadie entre.
Yo asentí y salí, poniendo el seguro de la puerta antes de cerrarla.
Cuando bajé vi porque había habido algo de movimiento. No solamente había venido el pastor, también había traído a su familia, y estaban en la mesa comiéndose los ravioles que yo había preparado.
—Vente a comer Daniel. —me dijo mi mamá —¿Luis no viene?
—No—le dije yo —se va a acostar un rato, no se siente bien.
Me lavé las manos y la cara y me senté a comer.
—Mi papá te corrigió—me preguntó el pequeño John
Yo negué con la cabeza, mientras me comía una porción de ravioles.
—A Luis—aclaró mi mamá
—Yo sé que a veces el pastor tiene que ayudar a los papás nuevos con la corrección de sus hijos. A mi no me gusta que me corrijan, pero dice mi papá que es por mi bien. Además aprendo para cuando sea pastor, y así ya voy a saber como ayudar a los papás a corregir a sus hijos o a mis hijos.
Yo preferí abstenerme de hacer algún comentario a la platica de este niño y mejor tomé un poco de limonada. Decidí que no era su culpa crecer en este entorno, aunque si seguía así, en algún momento tendría responsabilidad por ello, pero definitivamente no a los 8 o 9 años.
Cuando acabamos de comer el pastor se levantó de la mesa.
—Daniel me acompañas un momento al jardín, quiero platicar contigo.
Yo supusé que no me quedaba de otra así que asentí, lleve los platos a la cocina porque no estaba la muchacha, y salí al jardín con él.
—Yo sé que todavía no nos llevamos muy bien Daniel, pero quiero que sepas que te estimo a ti, estimo a tu familia, y estoy seguro que Dios tiene grandes planes para ustedes.
Yo no respondí y el continuó
—Por ello mismo quiero que tu tomes el seminario, la mayoría de los hijos de los hermanos no lo van a tomar, pero tu eres especial. Percibo en ti el espíritu de un líder cuidadoso, moderado, inteligente y sabio. Eres dócil pero tienes criterio propio, no dependes de los demás aunque sabes relacionarte muy bien. Necesito que conozcas nuestra doctrina y entiendas por qué es la única que puede salvar a la gente, al mundo y a las familias. Entendiendo nuestra fe y a nuestro Dios, estoy seguro de que la abrazaras y te convertirás en miembro de nuestra iglesia, y más adelante líder e incluso, yo espero, pastor de ella.
Yo dejé de caminar un momento. No podía creer lo que me estaba diciendo. ¿Este hombre iba en serio? El pastor era experto en manipulación, pero no podía negar que nunca decía mentiras explícitas, ¿qué clase de trampa era esta?
—Veo que estás sorprendido, llevo todo este tiempo observándote. Y cada día estoy más convencido de que eres tú el indicado. Hay muchísimos que aspiran a esa posición, empezando por mi propio hijo, como ya pudiste escucharlo. Muchos chicos que crecieron en la iglesia desde la tierna infancia, que llevan toda su vida escuchando mis sermones y obedeciendo a sus padres, y con todo nunca había conocido a nadie que estuviera a la altura. Es una posición determinante, que transforma vidas y familias. Hoy te sacrificaste por tu hermano, recibiendo un castigo por él. ¿Hay acaso un acto más cristiano que ese? Y te he visto luchar y pelear con la cabeza fría. ¿Recuerdas a Felipe en el campamento? Yo si lo recuerdo, y aunque tu furia estaba mal dirigida, no puedo más que emocionarme de imaginar ese ingenio dirigido contra el enemigo de nuestras almas.
—Es muchísima responsabilidad. —siguió después de una pausa— literalmente vas a controlar las vidas de cientos de personas y familias, que te verán como el puente ante lo eterno y lo divino. La gente es tonta Daniel, y eso las empresas lo aprovechan, los políticos lo aprovechan, las religiones falsas lo aprovechan. Es momento de que los verdaderos cristianos usen esa manipulación en beneficio eterno de las almas de los demás. —Al principio yo estaba a la defensiva, pero poco a poco sus palabras comenzaron a calar dentro de mi. Lo que decía hacía sentido. Pero entonces recordé la forma en la que habían destruido nuestras vidas y todo lo que nos había lastimado este hombre a través de manipular a nuestros padres. Y me aferré a eso con toda mi voluntad.
—Piénsalo Daniel, es una oportunidad única en la vida. Y además, si te preocupa tu estabilidad económica, créeme que hay mucho más de lo que te imaginas al servicio del líder de los elegidos, eso jamás será un problema, pues el siervo es digno de su salario. —dijo parafraseando un versículo, pero yo ya estaba a la defensiva otra vez, y estaba a punto de decirle que se fuera a la... Cuando una idea apareció en mi mente, al principio la descarté como una locura, pero regresó y no pude evitar pensarla. Dejé de escuchar al pastor.
Ese hombre me estaba ofreciendo las llaves del imperio de "los elegidos" , ¿y yo las iba a rechazar?
No importaba que pasara, ni las dificultades del camino, ni todo lo que ya nos habían hecho, si lograba tener en mis manos esas llaves , habría valido la pena. Ya después decidiría que hacer con ese reino ¿Destruirlo? ¿Explotarlo? ¿Venderlo? ¿Rescatarlo?; tiempo me sobraba, ahora lo que tenía que hacer era ganarme la confianza de este hombre, quien, estaba más convencido que nunca, era un hombre realmente peligroso. Era cazar al cazador, pero yo tenía una ventaja, este cazador estaba demasiado desesperado por cazarme.
El pastor había terminado de hablar y me miraba expectante.
—Lo voy a pensar.—le dije con una media sonrisa y el sonrió y me dio una palmadas en la espalda.
—Eso es hijo. Nos vemos pronto. —y me dejo ahí pensando.
Entré a mi casa y su familia se estaba despidiendo, así que me despedí cortésmente, pero algo distanciado. Subí a mi cuarto y cerré la puerta. Me pusé los audífonos para escuchar mis canciones favoritas a todo volumen, y me eché a reír en la cama como un loco al pensar en el loco plan que estaba desarrollando. Aunque tuve que voltearme porque todavía me dolía tantito donde me había castigado mi mamá.


4 comentarios:

  1. ¡Ahí tienes, Daniel! Finalmente está creciendo algunas bolas. Solo espero que él no caiga en la manipulación del pastor también.
    Yo realmente, realmente, quiero que Daniel y su hermano se alejen de esa perversidad, y que también se alejen de sus padres, no importa si son sus padres, si ellos realmente los amaba, nunca les harían eso a sus propios hijos, especialmente a su "madre", ella está totalmente loca.

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  2. Muy buenos estos dos capis la verdad!!
    Esta historia me gusta pero me aterra porque sé que de verdad existe gente loca como esa que creen en la famosa vara de la corrección!!
    Enserio quisiera que los chicos escapen de ese feo mundo y de esa tonta gente que se deja manipular!!
    Pero me intriga que hará Daniel y ojalá no acepte eso.. lo mejor sería que escaparan de eso y se alejen de sus padres!!

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