Capítulo
7
Me
desperté temprano de nuevo, me puse el uniforme del colegio de ricachones y
bajé. Desayuné y me quedé esperando… me sentía confundido, mi lógica me decía
que esperara a que el guardaespaldas me llamara, me sentía aburrido y por eso
intenté hacer conversación con una de las que cocina.
-Buenos
días… ¿puedo preguntar algo? -Esperaba que me dijera que sí, aunque siempre que
le hablaba me miraba intrigada.
-Por
supuesto joven -Me dijo.
-¿En
dónde vives? -Yo suelo ustear más a la gente, pero supuse que Federico tuteaba
a todos, eso es lo que hacen los niños de papi y mami.
-Por
la Av. Simón Bolívar -Me contestó algo extrañada. Nunca había escuchado ese
lugar.
-Ahhhh
-Me quedé sin conversación rápidamente, no sabía que más podía preguntar.
-Pensé
que a usted no le gustaba saber nada de mi vida -Me contestó con algo de
rencor… ¿Federico es odioso?
-Bueno,
es que hace unos días fueron unos chicos de un colegio público a jugar contra
nosotros y eso me afecto -Dije, la verdad no sabía si tenía que excusarme.
-Pienso
que usted tiene que valorar más lo que sus papás le dan, la mayoría de niños de
este país no tienen la mitad de lo que usted tiene. -Y tiene razón, el problema
es que no me puedo poner en el lugar de Federico.
-Supongo
-Contesté, en ese momento el guardaespaldas nos llamó a los 3 y nos fuimos al
colegio.
Era
algo extraño, tan diferente a lo que estoy acostumbrado… una moto con sirena
estaba escoltándonos, los hermanos de Federico iban sentados tan tranquilos con
la situación, llegamos al colegio, nos bajamos y yo caminé detrás del hermano
del medio, supuse que su salón queda cerca al mío.
En
el camino mucha gente me saludaba, me di cuenta que Federico si es popular, no
reconocía cuales eran sus amigos ni tampoco cuales eran de su salón hasta que
una chica se me acercó, era tan linda.
-Ya
terminé el trabajo idiota -Auchh parece que la chica linda odia a Federico.
-Gracias
linda -Supuse que un idiota como Federico se podía permitir decirles así a las
chicas, en mi colegio por eso me habrían dado un puño.
-Estás
extraño, creo que el golpe te hizo daño -Me contestó rodando los ojos.
-O
tal vez me abrió los ojos -Intenté ser coqueto y pareció funcionar un poco
porque sonrió un poco.
-¿Vas
a entrar a clase o qué? -Me retó y la seguí.
Los
salones del colegio eran aún más lindos que los de las películas, con tableros
táctiles, todos con portátiles, espacio, grandes ventanas… las clases eran
parecidas, pero sentí que los profesores buscaban que los chicos fueran más
analíticos, eso me llamó la atención.
Tuve
un montón de clases, entre ellas una que yo no tenía en el colegio, Robótica,
me pareció genial, pero yo era pésimo, no tenía idea de lo que hacían. Muchos
chicos me hablaron durante las clases, pero nunca entendí quiénes eran los
amigos de Federico.
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Me desperté
con algo de dolor, si me habían dado una paliza… el papá de Gabriel me había
pegado con más fuerza de la usaba mi papá y eso no había sido para nada
alentador. Me desperté temprano porque Hernán me levantó diciéndome que no
quería que su papá se volviera a enojar conmigo.
Le
agradecí en cierto sentido, la mamá de ellos nos sirvió un desayuno que también
me dejó con hambre, pero sabía que era mejor no decir nada. Llevé a los chicos
al colegio y después me fui por ahí buscando trabajo… creo que eso es lo que
esperan de Gabriel.
Fui
a muchos lugares, pero en ninguno querían a un chico que aun iba al colegio,
necesitaban personas que pudieran estar tiempo completo. Empecé a arrepentirme
de haber renunciado, seguramente por algo Gabriel trabajaba ahí.
Me
dieron ganas de volver a ir con los chicos a jugar futbol, pero al mismo tiempo
supe que no podía volverla a cagar. Seguí buscando trabajo por ahí hasta que me
dijeron que tal vez me pagarían algo de dinero si cargaba bultos en un mercado.
No me parecía para nada un trabajo digno ni algo que yo haría, así que cambié
de opinión y me puse a jugar fútbol con los chicos.
Hoy
si presté atención y pude ir por los hermanos de Gabriel al colegio, ambos se
calentaron su almuerzo y lo hicieron con el mío… estaban extrañados de que yo
no lo hiciera, pero ¿por qué tiene que hacer todo Gabriel? Que sepa ellos
también tienen manos.
Hernán
me desespera, el niño ese me trata como si yo fuera su esclavo, solo le falta
que me tire la mochila cuando sale del colegio… no entiendo por qué tiene que
ser así con Gabriel si hace más por él de lo que yo haría por cualquiera de mis
hermanos.
Pero
bueno, regrese al colegio… esta vez sí pude almorzar en la casa y no llegue
tarde, seguí a los chicos que había visto en el partido de basketball y llegué
a un salón con muchos puestos, eran mínimo 40… se me hizo excesivo, en mi
colegio por mucho somos 20.
Me
sentía tan extraño, no conozco a nadie de este lugar… tampoco se me acercan y
el colegio tiene un aspecto de abandono que me molesta. Sonó una campana y
entró un profesor con cara de aburrido, dijo algo de álgebra y se puso a copiar
un montón de ejercicios en el tablero. Me impresionó que fuera un tema que yo
había visto un año antes, y se suponía que ambos íbamos en el mismo año.
Se
me hizo fácil así que rápido completé los ejercicios, noté que algunos de ellos
ni siquiera se molestaban en contestarlos. El profesor empezó a pedirle a
algunos que pasaran a resolver los ejercicios, y en ese momento si me sentí más
en un colegio.
Luego
de otras materias, que estuvieron aún más aburridas que matemáticas, salimos al
descanso, según entendí era de 15 minutos… muy corto, pero no dije nada.
Algunos salieron corriendo a la cafetería del colegio, pensé que era para
comprar, pero al final me di cuenta que era para preguntar si habían sobrado
onces de los otros cursos.
Esa
era otra cosa que no entendía, ¿regalan comida? Y porque ellos preguntan por lo
que sobró… no me importó mucho hasta que recordé que no tengo dinero y hubiera
sido genial comer algo.
-¿Tiene
hambre? -Me preguntó Kevin, era el único nombre que me sabía.
-Algo
-Dije sinceramente.
-Es
una mierda que solo les den a los menores -Me pareció algo injusto, igual todos
íbamos al colegio.
-Si,
una mierda -Dije cortante.
-Deberíamos
meternos y coger algunas cosas, yo también tengo hambre -¿Me estaba proponiendo
robar? La idea me enojó, yo no necesitaba hacer eso…
-¿Qué?
-¿Qué?
-Me respondió como si fuera algo normal, me pregunté si Gabriel lo hacía
normalmente. -Entonces no lo haga, pero después no me pida.
Sonaba
molesto, se puso de pie y tuve un impulso… fue muy estúpido y me di cuenta
apenas escuché…
-No
como comida robada -Dije y Kevin cambió de cara, vi como corrió hasta donde yo
estaba y me dio un puñetazo.
Lo
demás pasó muy rápido, un grupo de chicos estaba alrededor nuestro gritando
“pelea pelea pelea” yo me cubría la cara, e intentaba dar patadas. Siempre he
sido pésimo para pelear y no supe en qué punto nos separaron, era un profesor
que aún no conocía, pero estaba furioso.
-Vamos
con el director, a ver si cuando llamen a sus papás siguen teniendo tantas
agallas -Dijo, no gritó, pero si me dio la mano para ayudarme a levantar y
cogiéndome el brazo.
Nos
llevó hasta una oficina que no había visto antes, abrió y el director nos miró
enojado:
-Martínez
y Rojas, si se pelearon están en un gran problema porque esas cosas no pueden
pasar en mi colegio -Dijo, supuse que quería sonar intimidante, pero se me hizo
tonto.
-Yo
no hice nada -Dije. -Era verdad, fue Kevin el que se me lanzó encima.
-Para
una pelea se necesitan 2 -Dijo haciendo señas para que nos sentáramos.
-Fue
culpa de este idiota -Dijo Kevin con ira, pero es que mi comentario lo había
hecho con sinceridad.
-Profesor
podría decirme ¿qué ha pasado? -El tipo asintió, pero igual el no vio
prácticamente nada.
-Yo
estaba vigilando y ellos dos se agarraron a golpes -Woow que versión más
parcializada.
-No
es verdad, Kevin empezó y puede ver que yo soy el más golpeado -Dije, de algo
tenía que servir.
-Yo
vi cuando usted estaba respondiendo con patadas, no sea mentiroso -Ahí me enojé
realmente, yo apenas me pude defender y ahora esto.
-No
es verdad… eso se llama defensa personal -Dije serio, pero noté que hasta Kevin
se estaba burlando de mí.
-Si
claro, yo también estaba practicando mi defensa personal -Odiaba a Kevin, me
puse de pie y creo que empeoré todo.
-SIENTESE
AHORA MARTÍNEZ -Dijo el directo ahora si alzando la voz, no supe por qué
pensaron que yo iba a lanzarme de nuevo a Kevin, pero me senté, me sentía
bastante frustrado.
-¡Ve!
Siempre dicen que yo soy el malo, pero tampoco me enojo tan fácil -Me enojaba
que le dieran la razón, no me conocen, no entienden lo asquerosos que han sido
estos días para mí, y mucho menos que yo sigo fingiendo ser Gabriel sin saber
nada de su vida.
-Voy
a llamar a sus papás, pero desde ahora sepan que están suspendidos por lo que
queda de semana -Esa noticia me puso nervioso, si esto me pasara a mí, creo que
mi padre me daría una paliza… pero el papá de Gabriel era peor que el mío, no
quería que me pegara de nuevo, empecé a sentir que tenía los ojos vidriosos y
eso fue demasiado patético ¿de verdad estaba llorando al frente del director
porque van a llamar a “mi papá”?
…………………………………………………………………………
Llegó
la hora del almuerzo, para mí, este horario de clases era bastante extraño…
sentarme a almorzar con mis compañeros se sentía casi como un mundo al revés.
Aquí no daban las onces gratis, me di cuenta cuando estaba por llegar al
principio de la fila y noté que todos tenían tarjeta.
Jamás
había usado una tarjeta, cuando llegué al inicio de la fila me puse nervioso…
no sabía cómo pagar. Me sentí tan estúpido, la chica linda que parecía odiar a
Federico creo que se dio cuenta…
-Yo
te invito, me das también un té de limón por fa -Dijo, me impresionó que
fácilmente pagara por mi… como si no fuera nada.
-Gracias
-Dije algo incómodo, sinceramente me parecía raro que me hubiera invitado.
-No
hay problema, ¿se te perdió la tarjeta? -Me dijo preocupada -Deberías
bloquearla.
Asentí,
la verdad es que no sé en dónde esté la tarjeta, y mucho menos como usarla, me
di cuenta que necesitaba tener dinero y eso me empezó a preocupar… ¿de dónde
sacarlo? ¿Dónde está la tarjeta de Federico?
Me
la pasé todo el descanso con ella, era tan perfecta… lástima que solo se fijara
en alguien como Federico, era mi chica ideal. Entramos de nuevo al salón y yo
me empecé a sentir más animado, sentía que todo iba bien hasta que de repente
todos empezaron a mirar sus celulares y señalarme.
-¿Qué
pasó? -Pregunté, sentía que tenía derecho a hacer esa pregunta, un chico de
cabello rojizo me mostró su celular…
Era
un perfil de Instagram, con un nombre realmente estúpido “Gossip GCC”… al
parecer era de chismes del colegio y Laura y “yo” éramos la “nueva pareja”,
todos parecían interesados en eso, como si fuera algo malo, no entendía por qué
hacían drama de algo tan tonto.
Laura,
como descubrí que se llama la chica más linda de este colegio, parecía negarlo
todo, la gente de este colegio es muy rara… casi me sentía viviendo en una
novela adolescente, con amores escondidos. Realmente no me importaba saber
quién es ella, así que decidí ignorar todo y aguantarme los comentarios.
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