Capítulo 2
Cambio de
destino, el carnaval en Curramba.
- ¡Demonios, se han marchado! – gritó Hidan molesto pateando un basurero que
tenía cerca.
- Es tu culpa por actuar
impulsivamente siempre – no demoró en culparlo el tacaño del equipo.
- No sé qué reclamas tanto, si tampoco fuiste
gran ayuda – se
defendió el albino.
- No sé para qué me metí en esto, y encima me
toca está planta bipolar como compañero, que no ha hecho más que complicar
las cosas – se
lamentó Sasori.
- Estúpido pinocho aquí el que no sirves eres tu
– espetó Zetsu negro –
No quisiste cooperar con nosotros en ningún momento, es obvio que no sabes
trabajar en equipo – habló la parte blanca.
- Si hubieran seguido mis instrucciones al pie
de la letra esto no hubiera pasado – mencionó Itachi serio.
- Sí claro señor perfección – murmuró Kisame.
- Yo tenía todo listo para provocar una gran
explosión, pero como siempre el enfermo mental de Tobi tenía que
arruinarlo – reclamó
Deidara.
- Deidara-sempai yo le dije que
tenía un mejor plan que el suyo y el de Itachi-san, pero nadie hace
caso a Tobi.
- ¡CÁLLATE! – gritaron todos al unísono.
Luego de una hora de argumentar, los Akatsuki partieron en el primer vuelo que
encontraron rumbo a su siguiente destino.
Mientras
tanto…
- Hemos llegado, estoy muy emocionado por
conocer este gran carnaval – dijo emocionado Lee.
- Ya te habías demorado – mencionó Neji sarcásticamente.
- Parece que Lee nunca va a cambiar – mencionó Tenten con una leve sonrisa.
- Sí… Carnaval de Barquisimeto allá
vamos – gritó
Naruto de repente.
- Estamos en Barranquilla idiota, ese
lugar que mencionaste es en Venezuela y ya
baja la voz que me vas a
dejar sordo – dijo
Sasuke ya cabreado con el
Uzumaki pensando, ¡¿por qué diablos tenía que ser tan ruidoso?!
- Discúlpame señor sabelotodo – mencionó irónico, el Uchiha frunció el
ceño – Lo importante es que estamos
aquí y vamos a divertirnos – añadió sin
bajar la voz.
- ¡Pedazo de imbécil! – replicó Sasuke.
- ¿Qué te pasa teme? ¿Yo que
te hice ahora eh? – preguntó
el rubio a modo de reclamo al ver que Sasuke iba a enfadarse con él está
vez sin razón aparente o bueno fue lo que él creyó por lo que su chica
tuvo que intervenir.
- No sé peleen por favor, Naruto tiene
razón vamos a aprovechar el tiempo para
divertirnos, yo también estoy muy emocionada – manifestó su alegría la Haruno, el rubio
sonrió feliz porque su novia lo había apoyado y el azabache simplemente se
encogió de hombros indiferente.
- Es cierto, fue una gran idea tomarnos estas
vacaciones alejados de todo tipo misiones – opinó la Yamanaka con una sonrisa.
- No sé, pero sigo aburrido, eso de viajar
constantemente me parece un completo fastidio – bostezó el Nara.
- Oigan chicos ya tengo hambre, vayamos a comer
algo primero – sugirió
Choji
- Siempre pensando en tragar – lo molestó Kiba.
- Yo también opino lo mismo que Choji, antes de
ver el desfile, comamos algo.
- Vaya Kakashi pensaste lo mismo que yo – mencionó Gai que de repente le rugió el
estómago.
- Ojalá vendan rollos de canela – dijo la más callada de las chicas y todos se
le quedaron viendo – Lo… lo siento es… es que se me antojo – explico
más roja que una cereza.
- Tranquila Hinata me aseguraré que comas todos
los que te apetezcan – manifestó
Shino poniendo una mano en el hombro de su chica y el resto le hicieron
una bulla para molestarlo haciendo que se apenara de la misma forma que la
Hyuga.
Comieron muy bien, pero el hiperactivo no estaba conforme; algo le faltaba y
ese algo era el ramen, su platillo favorito, ya que igual que en Rio de
Janeiro, dónde se encontraban ahora no había conseguido nada parecido al
ramen y estaba que se volvía loco en todos los sentidos; sus amigos lo
notaron, así que Shikamaru le compró una sopa china de
paquete, que era lo más cercano a su adorado ramen. El vago se la entregó a
Sakura, que no demoró en acercarse a una casa, pidió permiso para
entrar hasta la cocina, se puso a preparar los fideos
instantáneos y luego de unos minutos se lo entrego en las manos a su chico para
que lo disfrutara, vamos no era mejor que el ramen, pero la intensión y
amabilidad de su amigo y su chica era lo que contaba. Naruto dio las gracias
sonriendo y se apresuró a comerse aquello. Ya Listos y preparados se ubicaron
en un lugar para disfrutar del desfile mientras sus enemigos estaban más cerca
de lo que pensaban, pero ninguno de los grupos se percató del otro. Los
asesinos decidieron meterse en medio de las cumbiambas, grupos folclóricos
nacionales y comparsas, pensando tal vez que los de la aldea estarían en medio
de todo eso, pero pasaron las horas y no encontraron ni un
alma porque nuevamente nadie le hizo caso a
Itachi y lo que ocurrió fue que terminaron dispersándose. Cayó la
noche del día domingo y los muchachos y sus maestros decidieron asistir al
evento baila la calle pasando solo tres horas de sabrosura porque el lunes y
martes se irían a Panamá para terminar el tour carnavalero. En otro lado de la
ciudad…
- Esto es el colmo, son una partida de ineptos
– dijo enojado el Uchiha, como
era posible que sus colegas no pudieran hacer nada bien.
- Ni te quejes que no has hecho nada tampoco
– dijo Kisame.
- Es que sí siguieran mis indicaciones nada de
esto…
- Desde que llegamos este imbécil se la pasó
detrás del idiota de Tobi – reclamó Hidan interrumpiendo al hermano mayor de Sasuke.
- Aquí el único imbécil eres tú y
una palabra más y te explotaré junto con tu absurdo dios
– replicó el rubio.
- ¡No te metas con Jashin travesti de mierda!
- No peleen, a Tobi no le gusta que estén
enojados. Sean buenos chicos por favor.
- Tu cierra la boca – volvieron a gritarle todos al mismo tiempo.
- Todo esto ha sido una pérdida de tiempo y el
tiempo vale dinero y ya casi no tengo – se lamentó Kakuzu en una esquina al borde del
llanto.
- Se han ido a Panamá apresurémonos a tomar el
primer vuelo – apareció
de repente un acelerado Sasori.
- ¡¿Y tu porque estás tan apurado?! – preguntó un confundido Kisame.
- Odio esperar, entre más rápido lleguemos mejor
– dijo Sasori.
- Esta vez espero que todo salga bien, solo nos
quedan dos días para atrapar a ese chico – dijo Zetsu blanco – Sí es que alguno
de estos idiotas no termina por joder todo como siempre – se
quejó la parte negra.
- Tú ni hables maldito bipolar – habló el albino.
- Ya, ya por favor no empecemos de nuevo – Itachi se frotó las cienes sin saber ya en qué
idioma hablar.
- Itachi-san, Tobi tiene una idea.
- Ahora no – lo cortó – Bien como les decía…
Y así siguieron hablando mejor dicho discutiendo
pues era lo único que hacían cada vez que se reunían.
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