jueves, 23 de mayo de 2013

Aprendiendo la lección por segunda vez.





Capítulo 9
Aprendiendo la lección por segunda vez.

Joachim volvió a su habitación y  encontró  a  Mario durmiendo  bocabajo envuelto en sábanas y su ropa e interiores regados en el piso. Löw se quedó observándolo un rato y luego dijo:
__ Todo, esto se pudo haber evitado ¿Por qué  tuviste que comportarte así? __ Dijo mientras colocaba la ropa del chico en un sillón que había en el cuarto__ Bueno al menos nadie se ha enterado de este incidente __ Seguía hablando mientras se metía al baño a tomar una ducha.
Tan pronto salió del baño se puso un pantalón de dormir y se acostó al lado de su pupilo, quien roncaba sin cesar. Pasaron horas y el míster no podía conciliar el sueño por lo que a las ocho y media decidió levantarse, colocarse una camiseta y un par de alpargatas, mientras leía  un  buen libro, luego de  terminar de leer,  decidió  llamar  para que trajeran el desayuno a la habitación  para  él  y  su invitado.
__ Muchas gracias señorita, puede retirarse __ Dijo Löw a la joven
__ Buen provecho señor __ Respondió ella.
El señor Löw le dio nuevamente las gracias a la  chica,  cerró la puerta y después fue a despertar a su pupilo.
__ Mario… Mario despierta __ lo zarandeaba un poco, pero el muchacho no quería abrir los ojos.
__ Mmmhm no quiero. ¡Déjame en paz! __ Dijo el joven mientras se volteaba y le daba la espalda a su entrenador.
__ Ufff  volvemos a lo mismo. Mario por última vez párate de mi cama, pero ya __ Ahora lo sacudía mucho más fuerte, sin embargo el chico no tenía la mínima intención de ponerse de pie, por lo que Joachim se hartó y le tiro una copa de agua fría en la cara.
__ ¡Pero qué coño! __ Exclamo el chico__ ¿Qué te ocurre? ¿Estás loco?
__ Era la única forma, que despertaras. ¡Holgazán!  ¿Hasta qué horas pensabas dormir?
__ Hasta la hora, que el cuerpo me pida. Estoy muy cansado y todo es por tu culpa.
__ ¿Así?  De modo, que ahora soy el responsable, que seas un perezoso.
__ No, me refiero a eso. Sabes de lo, que hablo. No se cómo te paso por la cabeza pegarme de esa forma tan… tan… tan humillante.
__ ¿Y todavía lo preguntas? Tú sabes muy bien porque lo hice. Y te advierto si tengo, que hacerlo de nuevo, lo haré. Aunque,  no estés de acuerdo.
__ ¿Qué? No puedes porque…
__ Sí, sé, que dirás que no soy tu padre, que no te gusta,  que no te dejarás la próxima vez, pero déjame informarte, que con todas esas escusas que me darás  lo hare;  si vuelves a pasarte de la raya, así que será mejor que te mantengas al margen ¿Te quedo claro?
__ Arrg ¡No me puedes tratar como a un maldito crio!__ Se quejó Götze.
__ Entonces no te comportes como uno __ Respondió el entrenador.
__ Grrr eres un…
__ Soy un ¿Qué? A ver dime. Vamos desahógate __ El técnico lo animaba a hablar.
__ Eres de lo peor. Te detesto __ Dijo Mario aventándole un almohadón, que el míster agarró con facilidad.
__ ¿Enserio? Pues mira que tú a mí me caes muy bien. Te tengo mucho aprecio.
__ No te creo nada y no quiero tu lástima__ Replicó Mario.
__ Yo dije aprecio, no lástima, pero bueno no perdamos el tiempo discutiendo, mejor come tu desayuno, que se enfría__ Añadió Löw.
__ ¡No me importa! No comeré.
__ Mario Götze deja ya de actuar como un mocoso malcriado y comete el maldito desayuno.
__ No quiero,  no tengo hambre y no me puedes obligar.
__ ¿Ah no? ¡Perfecto! Llamare para que lo vengan a retirar__ Dijo Joachim en lo que se paraba de su asiento e iba por el teléfono.
Al rato llego una de las mucamas del hotel y recogió el desayuno y salió por la puerta. No habían pasado ni dos minutos y el estómago de Mario, ya estaba pidiendo comida. Al ver que su entrenador comía con tal paciencia, que desesperaría hasta al más hambriento, se acercó envuelto en una sábana de tela delgada  y  miró a su jefe para captar su atención, este lo noto y le dijo:
__ ¿Qué rayos te pasa ahora?
__ Es que yo… Yo tengo mucha hambre.
__ Ajá verdad,  ahora sí, pero antes te pusiste de caprichoso y no te dio la gana de comer. Pues ahora te aguantas. No pienso darte  nada, de lo que hay aquí.
__ Me vale… llamaré para que me traigan algo de comer__ Fue por el teléfono y marco, pero nadie contestaba, cansado de esperar colgó, luego se dirigió por segunda vez,  donde estaba el míster y trato de agarrar un pedazo de pan pero…
__ No toque, que no oyó__ El míster había azotado la mano del chico, haciendo que este se irritara. Mario observo detenidamente a su entrenador  y cogió  la taza de café, que había en la bandeja  y  se la tiro en la camiseta, luego agarro un plato con comida  y  lo   aventó al piso con enojó.  Löw perplejo al ver la reacción tan tonta de su jugador;  parpadeo varias veces, luego miro al muchacho, después su atuendo y seguidamente los huevos cocidos juntos con trozos de panecillos, embutidos y por supuesto restos  de  vidrio  que ahora  adornaban la alfombra de la habitación,  Joachim, siguió mirando un par de segundos más (su atuendo, la comida, el plato hecho pedazos y a Mario) mientras Götze se encontraba paralizado sin poder mover las piernas, cuando de pronto vio al míster pararse de la silla e inmediatamente  lo cogió  del brazo derecho (El  muchacho  en  medio del   forcejeo trato de huir, pero lo único que consiguió fue desprender la sábana de su cuerpo, quedando como Dios lo trajo al mundo)
__ Parece que no has aprendido bien tu lección, tendré que volver a enseñarte __ Dijo el míster mientras lo empujaba y lo hacía inclinarse en una mesa doblándole uno de sus  brazos y colocándoselos a la espalda, luego con su pie derecho le hizo una llave consiguiendo enredarles las piernas para evitar que escapara.
__ ¡Déjame, no me toques! ¡Suéltame! ¡PUTO, Sádico de mierda! __ Mario luchaba para liberarse, y a pesar que tenía un brazo libre le  fue  inútil, Joachim era más fuerte que él y lo tenía bien controlado.
__ Cierra el pico, te lo advertí, pero no haces caso __ Dijo Löw, quien  rápidamente se quitó la zapatilla de esparto y con la mano que tenía libre, comenzó a propinarle una buena serie de zapatillazos al centro y a los lados del trasero; El muchacho apretó los labios tratando de aguantar, pero aquello no le sirvió de mucho;  pues  con solo los cinco primeros, empezó a gritar de dolor mientras sacudía todo su cuerpo tratando de escapar, pero lo único que conseguía era que Joachim le diera más duro. Pasaron veinte  minutos más, recibiendo fortísimos golpes en tandas de diez, veinte y treinta, Mario empezó a berrear como una magdalena, suplicando y rogando  a su entrenador que parara, pero este  continuo azotándolo aumentando el número de azotes y por supuesto la intensidad de los mismos, mientras continuaba retándolo. Hasta, que se dignó a escuchar los lamentos del chico y  finalmente lo soltó haciendo, que cayera de rodillas en el piso. Löw lo ayudo a incorporase y  lo acostó  nuevamente  en  la cama, mientras le caían unos lagrimones enormes por toda la cara.
Al rato tocaron la puerta y el entrenador fue a abrir
__ Sí, dígame. Se le ofrece algo.
__ Señor verá es que escuche ruidos y como que alguien gritaba y lloraba desesperadamente  y  pensé que tal vez…
__ No señorita, se equivoca todo está perfectamente. No tiene de que preocuparse.
__ No pero  es que estoy segura que…
__ Creo, que son ideas suyas. No pasa nada. Lo siento pero tengo cosas, que hacer. Sería tan amable de retirarse.
__ Señor espere yo…
__ Lo siento tanto, pero no le puedo atender __ Dijo mientras le cerraba la puerta en las narices.
__ ¿Quién era? Pregunto Mario aun gimoteando.
__ Alguien del servicio. ¿Tienes hambre aun?__ El míster trato de cambiarle el tema
__ Sí un poco. Oye, acaso,  no es  esa  la  chica  de  la  recepción. ¡Oh no! Seguro escuchó todo y tiene cara de chismosa. ¿Qué coño voy a hacer ahora?__ Hablaba desesperado parándose de la cama y colocándose una sábana de la cintura para abajo para tapar sus partes íntimas.
__ ¡Ya tranquilízate! No sé cuál de todas es, pero no creo que se ponga en la tontería de contar algo, si es que oyó. Además  todos están dormidos, te aseguro, que nadie se ha dado cuenta.  Mejor olvida eso, yo mientras voy a volver a marcar para que te traigan el desayuno y espero que esta vez sí, te  lo comas ¿Estamos?
Mario no contesto
__ ¿Estamos?
Seguía en silencio
__ Mario Götze. Te hice una pregunta.
__ Ah perdón, si, si estamos. Lo prometo.
Bien, eso espero porque no quiero volver a castigarte.  No me gusta en lo más mínimo.
__ Pues para no gustarte, lo haces muy bien__ Respondió el chico sobándose el trasero, pero dejo de hacerlo  ya que,  con eso  lo  único que,  conseguía  era  acrecentar el escozor y dolor.
Tardaron poco en llegar con otro desayuno la misma chica, que lo retiro anteriormente, algo confundida por la indecisión del muchacho, pero no le tomo mucha importancia, lo dejo y se fue a atender sus asuntos. El míster observo detenidamente a su pupilo mientras comía y este por supuesto se ponía cada vez más incómodo.
__ ¿Le ocurre algo al señor?__ Interrogó el chico.
__ No nada, solo me percato, que no dejes nada en ese plato.
__ Ya te dije que me lo comeré todo.
__ Más te vale, y no olvides los vegetales y las frutas
__ ¡Oye! que no soy ningún bebe.
__No te enojes solo bromeaba, pero siéntate, no te vayan a salir várices por estar tanto de pie__ Añadió Joachim mientras se quitaba la camisa manchada y se metía al baño para ducharse por segunda vez, dejando a un Mario molesto por el último comentario.





Bueno a mis queridos fans de esta historia, les traigo estos capis cortos, he estado bastante ocupada, pero claro, que prometí continuar con este relato, habrán muchas sorpresas antes del final. Saludos y espero les haya gustado. Trataré de tener la continuación con tiempo. Un beso a todos.

7 comentarios:

  1. Y otra vez le pegaron. Vaya que este chaval no aprende. Joder! esta muy buena la historia, esperaré la continuación. Ojala esos jugadores se metan en muchos problemas.


    Saludos

    Giovanni

    ResponderBorrar
  2. Nicoleeee!!!

    Sabes que me súper divierto con tus historias, pero... puede ser que te la agarraste con el pobre de Mario?!!! jejejejej Sé que él se buscó cada una de esas palmadas, pero...20 minutos recibiendo golpes con esa cosa de esparto?!!! buaaaa!!! Pobrecitoooo!!! jajaj

    Espero pronto por más de tus lindas historias!!! Sí?!!

    Camila

    ResponderBorrar
  3. Pobre Mario! Dos zurras en menos de 24 horas, este niño no aprende nunca! jajajaja Me divierto mucho con tus jugadores, porfis actualiza pronto!
    Ademas quiero saber mas sobre Marco, al pobre ya le gritaron :( jejejeje

    Chu

    ResponderBorrar
  4. Ave María pues! este Mario como que se las busca. Como es que en tan poco tiempo se lo hayan sonado dos veces jeje. Genial los capis de esta semana. Siempre te luces como siempre y me haces reír un montón con tus escritos. Eres una genio! Actualiza pronto por fa.

    Saludos

    Kevin el de siempre =P

    ResponderBorrar
  5. precioso, pobre niñoooo, ha estado muy lindo tu relato, corto pero sustancial cmo diria mi abuelita, jajajajja

    Un abrazo Nicole me alegra que sigas en el ruedo, y que nos hagas divertir con tus historias, a veces no puedo dejar nada proque el sistema deinternet esta un lio total, a veces no me avanza nada ono me publica nada un fiasco

    Un besote guapa, sigue si? ycuando mi niño Torrez ya pienso que me lo discriminas, jajajajja

    ResponderBorrar
  6. malvado, cruel, inhumano, injusto , in...in...in... bueno que le pasa a Joachim para lanzarle agua para despertarlo? y lo otro pues si se lo gano por bocon , gracioso como siempre Nicole ;)

    ResponderBorrar
  7. Genial Nicole gracias por actualizar, siempre me divierto con tus historias, pero pobre Mario dos veces que se lo suena Low, bueno él tuvo la culpa por provocar al míster. Te quedo muy gracioso el capi, Yo estoy esperando que va a pasar, me dejas con ganas de la actualización y espero, que sea pronto y sin presiones. jajaja Casi se da cuenta la señorita de las condiciones del muchacho más vale que Low no lo permitió.


    Saludos

    Bastian.

    ResponderBorrar