Pedro y Cristina entraron en la
habitación de Mark, Pedro seguía llevando la correa bien sujeta es su mano
derecha y Cristina lo agarraba dulcemente por su mano izquierda.
-
Mark,
ya puedes salir de ahí (Mark se puso las mano
delante para cubrirse por pudor y se giró, había estado llorando, aún se podían
ver las lágrimas en su cara).
-
Pedro,
mamá, por favor, no me peguéis, por favor, lo lamento, lo siento mucho, sé que
no me creéis, pero no era mi intención montar una fiesta, ni beber, ni si
quería fumar, yo solo
-
Ya
lo dijiste solo querías estar a solas con Ana María
(le cortó su madre). Te creo hijo. Pero
primero de todo no debiste traerla a casa sino estábamos ninguno de los dos.
Segundo no debiste dejar que viniera más gente a casa ni a una fiesta ni a una
cena. No es tu casa para que dispongas de ella como se te antoje. Cuando tengas
tu propia casa ya podrás organizar todas las cenas o fiestas que quieras pero
mientras no. Y eso ya lo sabías tú muy bien, no es algo que me acabe de sacar
de la chistera. Tercero cuando empezó a llegar gente debiste decirles que se
regresasen a sus casa que eso no era una fiesta. Cuarto no debiste beber
alcohol, Mark ni un sorbo, tienes 15 ni 18. No puedes beber alcohol, no solo
porque yo te lo tenga terminalmente prohibido sino porque hay leyes que lo
prohíben. Y Quinto, y más importante, no debiste tomar drogas, blandos o duras,
me da igual. Conoces muy bien mi posición sobre las drogas. Y sé que sabes que
no son buenas. En menos de un minuto te he dicho 5 cosas que por separado ya te
asegurarían un viajecito, directo y sin paradas, sobre mis rodillas. ¿tienes algo que decir a parte del ya más que
sobado “no fue mi intención”? (dijo cruzándose de brazos Cristina y mirando
muy duramente a su hijo).
-
No,
señora (Mark comprendía que estaba en muchos,
muchos, muchos problemas. Solo había visto así de furiosa a su madre y fue
cuando lo expulsaron de la escuela).
-
Estarás
castigado sin salir, ni llamadas, ni visitas, ni tecnología los próximos dos
meses. Y se acabó lo de salir durante los días de escuela por lo que queda de
curso (Mark abrió mucho los ojos solo iban
por el primer trimestre y además los siguientes 2 meses se los iba a pasar
encerrado). Si, hijo. Está muy bien que
salgas por ahí te lo pases bien, pero no quiero que tus estudios se resientan,
ya hablamos que se había acabado el hacer el tonto con las notas.
-
Mamá
por favor (le suplicó).
-
No,
Mark, nada de “mamá, por favor” sino te hubieras aprovechado de nuestra
confianza no tendrías ahora que lamentarte. Y otra cosa, dame las llaves de
casa (dijo alargando la mano).
-
¿pero?
-
De
la escuela regresarás con Pedro y sinó yo salgo de trabar antes que tu regreses
de la escuela, así que no necesitas esas llaves. Las llaves son un gesto de
confianza y tú ahora mismo no gozas de esa confianza, cuando vuelva a creer que
puedo volver a fiarme de ti, te las
regresaré. Ahora dámelas, Mark (dijo acercándole más
la mano. Mark se agachó y las sacó del bolsillo del pantalón y se las entregó
con la mano que le quedaba libre a su madre) gracias. Espero poder devolvértelas pronto, hijo (y se las guardó
en su propio bolsillo).
-
Mark
(empezó a hablar Pedro) Nunca pensé que
me tuviera que ver en esta situación contigo ¿porros? ¿en serio? ¿quieres ser
uno de esos colgados? ¿de esos que no tienen ninguna aspiración en la vida más
que estar colocados todo el día?
-
Lo
estás sacando de quicio Pedro. No es eso un par de porros no te convierten en
un drogata.
-
Tienes
razón Mark (Mark se sorprendió que Pedro le diera
la razón) pero ¿sabes qué? todos los drogatas dijeron alguna vez eso
mismo. Y si tú no te respetas a ti mismo lo suficiente como para no meterte
esas mierdas en tu cuerpo yo si que te respeto lo suficiente como para hacer
todo lo que esté en mi mano para que no te las metas.
-
Querrás
decir en tu cinturón ¿no? (dijo con rabia Mark
mirando la correa que no había soltado ni un segundo Pedro).
-
Mi
cinturón, mi mano, mi regla, mi zapatilla, mi pala…(Mark
lo miró horrorizado ¿en serio Pedro planeaba pegarle con todo eso? ¿y des de
cuando tenía pala? ) o lo que haga falta
para que te quede claro que no puedes ir tonteando con las drogas y el alcohol.
-
¿y
si te juro que no volveré a tomar ni una gota de alcohol ni a fumar ni una
caladita de marihuana?
-
¿Quieres
decir como cuando te pillé la primera vez haciendo campanas? ¿o cómo cuando te
pillé sisándome cervezas de la nevera? ¿o cómo cuando te pille en la comunión
de tu prima? (Mark bajó la cabeza).
-
¿Qué
pasa aquí? ¿qué pasó en la comunión? ¿y qué es eso de la primera vez que
hiciste campana? ¿por qué me estoy enterando de esto ahora?
-
Lo
siento cielo, es todo culpa mía, no quería amargarte la fiesta y después no
encontré la ocasión para decírtelo, bueno en el fondo no quería decírtelo, sé
que cuando se trata de los niños todo te lo tomas como si fueras tú la
culpable. Y para nada lo es.
-
No
lo vuelvas a hacer, Pedro (dijo muy seria). Son mis hijos. Y tengo derecho a saber todo
lo que hacen sea bueno o sea malo. Si me quieres proteger, protégeme de la puta
declaración de la renta pero no de mis hijos.
-
Tienes
razón y nunca más volverá a pasar, no más secretos
(Cristina respiró aliviada y asintió). Mark
(Pedro volvió a dirigirse a Mark), te he
prometido una paliza que no la olvidarás en tu vida y eso es lo que te voy a
dar. Fumar esa mierda es la estupidez más grande que podrías hacer sobre todo
porque sabes muy bien sus efectos y lo que las drogas pueden hacer a una
persona. Las drogas matan, la escuela está llena de carteles con ese lema, os
hacemos charlas cada dos por tres, la tele también lo dice y me consta que tus
padres ya te lo dijeron también. Así que como parece que las palabras no te
hicieron mella, te aseguró que esto (enseñándole el cinturón) sí que te hará mella, esta charla sobre las
drogas y el alcohol sí que no la olvidarás jamás. CON LAS DROGAS SIMPLEMENTE DI
NO (dijo uno de los eslóganes más conocidos de las campañas anti-drogas) PORQUE, HIJO, TE JURO QUE SI ME ENTERO QUE
HAS VUELTO A DARLE NI QUE SEA UNA CALADITA A UN PORRO TE JURO QUE ¡TE ESTARÉ
DANDO PALOS HASTA QUE TE HAGA UN HOMBRE HECHO Y DERECHO! (Mark lo miró con
horror). Eso es, haces bien en tener miedo, porque no
será para menos. (Pedro se sentó sobre la cama y con el dedo le indicó que
fuera para él). Esto te va a doler, así que ponte cómodo, no voy a ser gentil,
no voy a ser rápido y no voy a parar hasta que esté bien seguro que has captado
la idea de eso de “SIMPLEMENTE DI NO”.
-
Mamá (intentó apelar a los
instintos protectores de su madre).
-
No, hijo. Esta vez te lo has
ganado a pulso. Si prefieres que sea yo quien te de esta zurra, por mi bien,
pero te aseguro que yo no voy a ser mucho más magnánima que Pedro (dijo muy seria y Mark tragó
saliva).
-
¿Mark? (lo miró alzando una ceja
Pedro. Mark se hundió de hombros y se colocó sobre las rodillas de Pedro).
-
Muy bien, hijo, después de
cada ronda de 15 quiero que repitas “NO VOLVERÉ A INTOXICAR MI CUERPO”. Empecemos ZWASS ZWASS ZWASS ZWASS ZWASS ZWASS
ZWASS ZWASS ZWASS ZWASS ZWASS ZWASS ZWASS ZWASS ZWASS
-
AAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAH
NOOOOOOOOOOOOOOOO AAYYYYYYYYY ARGGGH DUELE DUELE, PARA AYYYYY NO TAN FUERTE
AUUUUU NO AYYY NO TAN DURO, PERDÓN
AUUUUU
-
Mark estoy esperando (dijo Pedro al ver que
después de las primeras 15 Mark solo hacía que revolverse y resoplar, pero no
le daba la réplica), puedo esperar
también mientras te voy dando con la mano PLASS (le dio una nalgada con la
mano)
-
Aaaaaaay noooo No volveré a
intoxicar mi cuerpo aaaaau ya no más ayyyy
-
Esto recién empezó, chico ZWASS ZWASS ZWASS ZWASS
ZWASS ZWASS ZWASS ZWASS ZWASS ZWASS ZWASS ZWASS ZWASS ZWASS ZWASS (volvió a
descargar el cinturón y ya empezaba a notarse las marcas del cinturón)
-
Auuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuu noooooooooooooo
ayyyyyy mamá páralo ayyy me hace daño auuuu nooo seré bueno, seré muy bien, no,
no lo vuelvo a hacer auuu lo juro, perdón ayyy ayyy lo siento auuuuu bwuuuuua (empezó a llorar abiertamente
Mark. Pedro miró a Cristina y ella
asintió. Pedro le dio una palmada con la mano porqué Mark estaba olvidando de
nuevo la réplica) Aaaaaaay yaaa yaaa No
volveré a intoxicar mi cuerpo bwuaaaa
-
No, no lo volverás a hacer de
eso nos vamos a asegurar bien ZWASS ZWASS ZWASS ZWASS ZWASS ZWASS ZWASS ZWASS ZWASS ZWASS ZWASS
ZWASS ZWASS ZWASS ZWASS.
-
Aaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa
nooooooooooo bwuaaaaaaaaaaa bwuaaa ayyy no, por dios, no auuuu por favor,
perdón, perdón, te lo suplico para ya, noooo no puedo auuuuuu ayyy ayy no
puedo, para auuuu (Mark intentó levantarse pero solo logró 10 palmadas duras en la zona
donde muslo y nalga se unen)
-
Plass Plass Plass Plass Plass Plass Plass Plass Plass Plass
Mark deja de intentar escabullirte o le pediré a tu madre que me ayude a
sujetarte (
-
Aaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaau (aulló Mark pero dejó de
retorcerse al segundo. Ser sujetado por su madre mientras su padre le daba unos
azotes era demasiado humillante para un chico de 15 años).
-
Sigo esperando esa réplica,
hijo (dijo
Pedro volviendo a levantar la mano pero antes que pudiera bajarla Mark ya
contestó).
-
No, no, para, ya va, ya
va…bwuaaaa No volveré a intoxicar mi cuerpo bwuaaaa
-
Las drogas matan, hijo,
matan.¿ Y si tu mueres has pensado que sería de la gente que te quiere y que dejarías a tras? Simplemente no podríamos
hacer como sin nada y continuar con nuestras vidas, nos destrozarías de por
vida. Si no lo haces por ti o por nosotros, al menos hazlo por tu madre y tu
hermana, ellas no se merecen eso (Pedro sabía que ese era el talón de Aquiles de Mark) ZWASS
ZWASS ZWASS ZWASS ZWASS ZWASS ZWASS ZWASS ZWASS ZWASS ZWASS ZWASS ZWASS ZWASS
ZWASS (y descargó los últimos 15 correazos. 60 en total, el trasero de Mark
estaba al rojo vivo, todo lleno de franjas oscuras del ancho justo del cinturón
de Pedro. Mark iba a tardar un par de días en que no se le escaparan las
lágrimas al sentarse. Y Pedro lo sabía, le dolía en el alma pero no estaba
dispuesto a pasarlo por alto o dejarlo en una simple reprimenda)
-
Aaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaau
bwuuuuuuuuuuuua cofff coff aaaaaay no bwuaaaa mamá auuuuuuu ay noooo páralo,
páralo auuuuu nooooo bwuuuuua (lloró un buen rato y cuando al fin puso parar sin que esta
vez tuviera que indicárselo pedro dio la réplica) No volveré a intoxicar mi cuerpo, lo juró, Pedro te lo juroooooo.
-
Muy bien Mark son casi las
seis de la mañana, acuéstate a ver si podemos dormir aunque sean unas horitas (dijo pasándole la mano por
la espalda para ayudarle a calmar el llanto). Venga que te ayudo a meterte en la cama (dijo ayudándolo a
levantarse, Mark estaba todo adolorido quería llevarse las manos al trasero
para sobárselo pero hasta eso dolía horrores. Mark se dejó llevar y se dejó
arropar, nada más poner la cabeza en la almohada se quedó profundamente
dormido, estaba agotado y era tarde).
-
Buenas noches, hijo (le dio un beso en la cabeza
Cristina y se fue para la puerta) ¿Vienes?
(le preguntó a Pedro).
-
Un minuto (Cristina bajó y pedro se
quedó solo contemplando como Mark dormía plácidamente, mirándolo así era casi
imposible creer que 5 minutos antes hubiera estado sobre sus rodillas
recibiendo una zurra por fumar, beber y montar una fiesta en casa cuando ellos
no estaban y sin su permiso). Mark
(le susurró al oído aunque sabía que Mark estaba en los brazos de Morfeo y ni
una taladradora lo hubiera despertado). Lo
decía en serio, no puedo perderos, habéis tardado en llegar a mi vida pero
ahora que estáis en ella no puedo imaginarme la vida sin vosotros. Sé que jamás
me verás como a un padre, y no me importa, solo me importa que seas feliz y te
des cuenta de todo lo que vales (le dio un beso en la cabeza como había
hecho Cristina) Buenas noches, hijo
(y apagó la luz y cerró la puerta. Mark abrió los ojos y miró hacia la puerta y
se le escaparon un par de lágrimas. Deseaba odiar a ese tipejo con todas sus
fuerzas pero no podía, él muy cabrón era bueno, y no solo para su madre,
también para ellos).
10 de enero de 2014, Restaurante del Castillo.
-
¡Que vivan los novios! (gritó Óscar)
-
¡Que vivan! (gritaron todos los
invitados).
-
¡Qué viva la novia! (gritó Miguel)
-
¡Que viva! (gritaron todos los
invitados).
-
¡Qué viva el novio! (gritó Silvia)
-
¡Que viva! (gritaron todos los
invitados. Los chicos se habían pasado todo el convite vitoreando a los
novios).
-
¡Qué viva la madre de la novia! (gritó Adrián)
-
¡Que viva! (gritaron todos los
invitados. Cristina no podía parar de reír y Pedro sonreía como un bobo. Pedro
no podía de dejar de mirar a su esposa, estaba preciosa vestida de blanco y
parecía irradiar un aura especial).
-
No se van a cansar ¿lo sabes?
(Cristina le
dijo al oído a Pedro).
-
Jajaja siempre queda la
esperanza que se queden afónicos (le dijo también al oído).
-
¿Has visto el amiguito de
Bea? (Pedro
se puso muy serio).
-
Si.
-
Es muy guapo ¿no crees? (pero Pedro no contestó) ¿Qué pasa? ¿Es un mal chico? (dijo un
poco preocupada Cristina. Con Mark ya tenía suficiente no quería también que
lidiar con una Bea descarrilada)
-
No, es muy buen chico, pero
no es un poco niña para salir ya con chicos.
-
Jajajaj otro como Mark, que
no sale con él solo es un compañero de la escuela con el que se lleva muy bien.
Yo a su edad solo tenía amigos chicos.
-
No te ofendas, cielo pero tú
a su edad eras un chico.
-
Jajajaja un poco si. Pero
mírala, está guapísima con ese vestido y has visto no ha dejado de reír en todo
el rato. Realmente sufría porque nos montara alguna escenita o algo así, pero
mírala se lo está pasando bien (dijo feliz Cristina).
-
Sí (sonrió Pedro) si que se la ve feliz (y le dio un besito en la mejilla). Hablando
de escenitas, hace rato que no veo a tu hijo, voy a estirar las piernas.
-
Peeedro, déjalo es nuestra
boda, déjalo que se lo pase bien.
-
Solo iba a estirar un poco
las piernas, necesito un cigarrillo.
-
Si, claro (dijo aguantándose la risa.
Pedro rodó los ojos y se fue al jardín a fumarse un cigarrillo, y si, de paso
echar un vistazo a Mark).
Pedro le hubiera gustado salir echar un cigarrillo rápido,
encontrar a Mark y regresar de nuevo junto a Cristina. Pero cuando eres el
novio y te levantas es imposible dar dos pasos sin que alguien no te aborde
para felicitarte o hablar contigo. Cuando al fin pudo salir del salón, había
empezado a nevar y hacía mucho frío para estar allí fuera, así que decidió ir a por al abrigo y
fumarse ese cigarrillo que tanto necesitaba. Pedro iba repasando mentalmente el
último año. Justo hacía un año Cristina y los niños aterrizaban de nuevo en
España y poco a poco se fueron abriendo paso en su corazón. Primero Cristina
dándole sentido a su vida y después los niños poniendo esa vida con sentido de
patas arriba. Era gracioso un año justo, en un año su vida había dado un giro
de 180 grados, y ahora mirando hacía atrás no entendía como podía conformarse
con una vida de soledad y silencio. Amaba con cada milímetro de su ser a esa mujer,
ella era como una bocanada de aire fresco en su ordenada y previsible vida. Al
entrar en el guardarropa se encontró algo que no se lo esperaba para nada. Se
encontró a Mark y Ana María teniendo sexo salvaje contra los abrigos de piel de
algunas de las invitadas de la boda.
- ¡Por Dios, Mark! ¡Es la boda
de tu madre!
(dijo molesto Pedro) ¿No podéis
controlaros ni en nuestra boda? (Ana
María empezó a vestirse rápidamente y Mark hizo lo mismo ambos estaban
rojos como tomates).
- Te dije que pasaras
el cerrojo, bobo (le dio un golpecito en el brazo Ana María).
- Aauuu (se quejó
Mark. Pedro se cruzó de brazos y arqueó
una ceja y se quedó ahí de píe esperando que los chicos acabaran de
arreglarse). Esto del smoking es una
puta mierda, joder no sé para que coño debo vestirme yo de pingüino si no soy
yo quien se casa (iba maldiciendo Mark mientras luchaba con el fajín y la
pajarita).
- Anda ven que te
ayudo, estos trajes no están pensados para “uno rápidito en el guardarropa” (dijo
riñéndole un poco ‘pero no parecía enfadado. Ana María se puso un poco más roja
porque eso precisamente es lo que había dicho Mark. Mark al ver que Pedro no
estaba enfadado sino molesto se acercó para que le ayudara con la pajarita).
- Debi ponerme una de
esas de goma.
- Tienes 15 años no 5, Mark.
Tío Óscar lleva una de esas (dijo riéndose).
- Bueno tú tío no es
un fan precisamente de los trajes (intentando no reírse. Y cuando Mark ya
estuvo a dos milímetros de él le dio un collejón) Plack
- AUUU ¡PEDRO! (dijo avergonzado y mirando
hacía ANA María).
- Eso por la escenita
del armario, y si quieres discutimos aquí y ahora sobre tu lenguaje (Mark
abrió mucho los ojos).
- No, no (dijo en pánico por miedo de
ser castigado delante de su novia).
- Entonces el resto de
la fiesta más vale que os comportéis (dijo riñéndolos a los dos como una
maestra de párvulos). Ana María, tus
padres te estaban buscando antes (Ana María se puso nerviosa). Si más vale, que vayas y hagas acto de
presencia antes que empiecen a sospechar (Ana María salió pitando de allí.
Mark iba a hacer lo mismo pero las manos de Pedro seguían en su corbatín. Pedro
no soltó la pajarita y se lo quedó mirando muy fijamente).
- ¿Me vas a pegar? Es el día
de tu boda (dijo
con una medía sonrisa Mark).
- No tientes tanto a tu
suerte, Mark. Puede que sea mi boda, pero si tengo que volver a avisarte que te
comporte vas a tener un recuerdo muy doloroso del día de la boda de tu madre.
- No más avisos, lo juro, me
portaré como un angelito el resto de la fiesta (dijo a la defensiva Mark pero sin
dejar de sonreír).
- Más te vale, anda
sal, y estate por tu hermana un poco. No se ha separado ni un segundo de ese
amiguito suyo y estaría bien que se relacionara con el resto de invitados.
- ¿Ese gilipollas?, de ese me
encargo yo, no te preocupes (dijo con cara de perro Mark) PLASS PLASS PLASS PLASS (4
duras palmadas)
- Aauuuu
- ¿Es que lo haces a posta, o
qué? (dijo
indignado Pedro).
- No (dijo
poniendo morritos). Lo siento.
- Anda, largo de aquí,
antes que tenga que bajarte los pantalones, ¡Con lo que has luchado con ese
maldito fajín! (Mark salió corriendo. Pedro respiró hondo y buscó su abrigo
necesitaba ese cigarrillo más que nunca. Ese chico iba a ser su fin, se rio y
fue al fin a fumarse el cigarrillo).
Mark por supuesto no tardó ni tres segundos en hacer de perro
guardián de su hermanita. Que con 13 años era una niña pero era cierto, era muy
guapa, y cualquier cabrón podría aprovecharse de ella. Por su puesto a Beatriz no le sentó nada bien
que Mark se comportara como un auténtico cacique. Y tras un par de
encontronazos lo mandó a freír espárragos y fue a chivarse a su abuela. Se
hubiera chivado a Cristina pero sabía que aquel era su día y no quería
molestarla con las tonterías d Mark. La señora Eugenia reprendió a su nieto y
le dijo que dejara a su hermanita en paz que debería darle vergüenza actuar
así, y Mark se tuvo que disculpar ante aquel niñato, cosa que hizo que se le
crisparan los nervios. Pero tan pronto como la señora Eugenia se fue tras
repetirle que dejara de atosigar a su hermana y a su amiguito, el señor Ricardo
le guiñó el ojo y a escondidas alzó su pulgar para decirle que estaba haciendo
un buen trabajo. No era ningún secreto que aunque todos los hombres de la familia
solían actuar de una forma muy sobreprotectora con las mujeres de la familia,
tanto Cristina como por lo visto, Beatriz tenían un carácter muy fuerte y no
soportaban esa actitud sobreprotectora de nadie. Nea se estaba haciendo también
mayor y empezaba verse como una persona autónoma de su familia, ese curso
estaba siendo un poco mejor e incluso
tenía unos cuantos amigos. Edu era uno de esos pocos amigos y si era cierto era
muy guapo y le gustaba, pero no eran ni novios ni nada por el estilo. Y que Mark
se comportarse de esa manera la ponía furiosa.
Mark decidió que sería más disimulado y continuó vigilándolos
de una forma más sutil. Pero Bea ya estaba con la mosca detrás de la oreja y
cuando lo pilló por tercera vez espiándolos, se puso como una furia y empezó a
pelearse con Mark. Importándole ya tres pimiento que aquella fuera la boda de
su madre y que toda su familia estuviera presente. Como todas las peleas entre
hermanos la cosa fue subiendo de tono gradualmente pero llegado al punto de los
insultos personales, Mark quizás se excediera un poco más de la cuenta. Entre
hermanos se pueden decir auténticas barbaridades, que pasado el enfado ninguno
de ellos se acuerda. Pero claro Edu era hijo único así que cuando escucho que
Mark le decía “si quieres que cualquiera venga y te puede tocar las tetitas,
mejor sales a la calle y pones un cartelito, incluso podrías ganarte un dinero.
Pero en la boda de mamá podrías cortarte un poco” le dio un puñetazo en toda la
cara y allí se lió una batalla campal en un abrir y cerrar de ojos.
Adrián y Juan no tardaron mucho en separar a los chicos,
mientras Óscar sujetaba también a Bea. Porque si Bea tenía algo de su madre, en
cuanto tuviera la más pequeña oportunidad iría a engancharse con su hermano
ella también.
-
¡Ya está bien! (rugió el señor Ricardo y
todo el mundo se quedó helado). Tú
(señalando a Edu) ve a que te pongan
algo en ese labio, tú (señalo a Bea) sentadita
ahí y quitecita y tú (señalando a Mark) conmigo (y le indicó con el dedo que le siguiera).
-
Señor Ricardo, ya me encargo
yo (dijo
Pedro un poco apenado).
-
Es vuestra boda Pedro, ya
tendrás tiempo para lidiar con esas dos pequeñas fierecillas, pero hoy no, hoy
no toca eso. Hoy toca disfrutar, pasarlo bien y hacer feliz a mi princesita. Yo
me encargo de mi nieto (dijo agarrándolo por el cuello del esmoquin y sacándolo de
la sala casi a rastras. Mark pensó que era increíble la fuerza que tenía el opa
para su edad. Lo estaba llevando como si fuera un cachorrito en vez de un chico
de 15 años).
-
Opa, yo solo hice lo que
Pedro y tú me dijisteis (dijo Mark nada más salir del salón y entrar en una pequeña
salita sonde estaban los regalos).
-
Mira mocoso, no me levantes
la camisa porque eso no se lo tolero yo a nadie. No recuerdo haberte dicho en
ningún momento que insultaras y avergonzaras a tu hermanita. ¡Pobre, Beatriz!
¡Oírse decir eso delante de toda la familia y conocidos y de su propio hermano!
Ni aunque fuera cierto, ¡que no lo es! No tienes ningún derecho a hablarle como
lo hiciste. Faltarle al respeto a si a una chica, eso es de mezquinos y
miserables, Mark. Dudo mucho que mi hija te haya educado así (el señor Ricardo estaba muy
enojado).
-
No, y a ella tampoco la han
educado para que se comporte como una putilla (dijo contestándole de muy malos
modos. Mark estaba convencido que como siempre estaban haciendo el juego de
“todo lo que hace Bea está bien” y “todo lo que hace Mark está mal”).
-
PLASS (el señor Ricardo le dio una
bofetada con la mano abierta que le arrancó las lágrimas de cuajo e hizo que el
zumbara el oído durante un buen rato).
Te recuerdo que estás hablando de mi nietecita de 13 años. Que en toda la tarde
solo ha hecho que hablar, reírse y bailar con ese chico. Ni siquiera se han
dado la mano o un besito cándido, él ni le ha rozado la cara. Está bien que te
preocupes por ella y que la vigiles que nadie le pueda lastimar. Pero Mark, ahí
dentro la única persona que ha lastimado a tu hermanita eres tú.
-
Solo tiene 13 años no tiene
que ir tonteando con nadie.
-
Y tú mocoso de mierda solo
tienes 15, y desde aquí (señalando donde estaba él mismo) no te ves mucho más maduro que tu hermana y bien que andas tonteando
con la hermanita de Lucia ¿no?
-
No es lo mismo (protestó de una forma muy
infantil Mark).
-
¿No? (dijo
mirándolo bien de arriba abajo)
-
No, yo tengo 15 y Ana María
es mi novia.
-
Si, Y Bea tiene 13 y dudo
mucho que haya ya besado a un chico, pero gracias a su magnífico hermano mayor,
toda la familia, amigos y allegados se quedaran con la idea que es una puta
“porque si tu propio hermano te llama puta (al señor Ricardo se le llenaba la
boca cuando decía puta), cuando un
hermano lo que hace es defender a su hermana, que es lo que debe de ser
realmente. Y Mark quizás los tiempos hayan cambiado y la honra de una chica no
signifique nada, pero no han cambiado tanto como para que esté bien que la
acusen a una de “puta” en medio de una fiesta llena de amigos y familiares.
-
Me calenté ¿vale? (dijo molesto Mark que no le
gustaba nada que lo reprendieran así). Somos
hermanos, nos estamos peleando siempre y…
-
¡NO MARK! Tu madre tiene 4
hermanos, ¡cuatro! Y han tenido auténticas peloteras, incluso una vez tu madre
llegó a levantarle la espinilla a tu tío Óscar, pero jamás en la vida, jamás la
han tildado de puta. Yo tengo una hermana, no me hablo con ella, y jamás de los
jamases me oirás decir de ella que es tal cosa. Y pobre de aquel que lo
insinúe.
-
No lo dije enserio, nadie se
lo hará tomado en serio.
-
Me da igual eso. ya eres
mayorcito Mark, sabes que hay cosas con las que no se bromean, sabes que hay
cosas que no se dicen (Mark sabía que se refería a la vez que llamó loca a su
abuela) y sabes que hay comportamientos
que no tiene excusa alguna.
-
Grrrr (gruñó Mark, el señor
Ricardo casi se ríe, al ver esa reacción, ese crio era una calcomanía de su
madre). Vale, me disculparé con Bea
(dijo a regañadientes).
-
Y tanto que te disculparás
con Bea, con Bea con el niño ese, con tu madre y Pedro por estropearles la
fiesta y con toda la familia e invitados. Hiciste una gran cagada pública pues
harás una disculpa pública.
-
¡Qué! (chilló Mark que no podía
creer lo que le estaba diciendo su abuelo, aquello era vergonzoso y
humillante).
-
Baja ese volumen conmigo,
Marquitos, que aunque sea viejo aun no sordeo. Y me has oído muy bien, vas a
regresar al salón y te vas disculpar con todos.
-
Me disculparé luego con Bea,
pero no pienso (Mark no pudo acabar la frase su abuelo lo agarró de la muñeca y tiró de
él, lo sujetó por la cintura haciendo fuerza contra su propio cuerpo para
inmovilizarlo y empezó a descargar su dura y callosa mano sobre el trasero de
Mark).
-
PLASS PLASS PLASS PLASS PLASS Cuando te diga que hagas algo, lo haces y
punto (dijo muy enojado el señor Ricardo) PLASS PLASS PLASS PLASS PLASS
PLASS PLASS PLASS PLASS PLASS PLASS PLASS PLASS PLASS PLASS PLASS PLASS PLASS
PLASS PLASS PLASS PLASS PLASS PLASS PLASS PLASS PLASS PLASS PLASS PLASS PLASS
PLASS PLASS PLASS PLASS
-
Aaaaaaaaaaaaaaay ayyyyyyyyyyyy nooooo
dueleeeeeeeeeeeeee auuuu me haces daño
auuuuuuu para aaaaaaaaaaay.
-
No
quiero oírte ni rechistar, porque esto es lo que le doy yo a los niños
respondones (y tiró fuerte hacía abajo del pantalón para
dejar al descubierto el trasero de Mark)PLASS PLASS PLASS PLASS PLASS PLASS
PLASS PLASS PLASS PLASS PLASS PLASS PLASS PLASS PLASS PLASS PLASS PLASS PLASS
PLASS PLASS PLASS PLASS PLASS PLASS PLASS PLASS PLASS PLASS PLASS PLASS PLASS
PLASS PLASS PLASS PLASS PLASS PLASS PLASS PLASS PLASS PLASS PLASS PLASS PLASS
PLASS PLASS PLASS PLASS PLASS PLASS PLASS PLASS PLASS PLASS PLASS PLASS PLASS
PLASS PLASS PLASS PLASS PLASS PLASS PLASS
-
Aaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaauu
nooooo auuu bwuaaaaaaaaaa no opa, ayyyy duele, duele, me haces daño ayyyyyy me
disculparé, snif snif lo juro auuuu ay ay pero para, para opa, por favor
auuuuuuuu seré bueno ayyyyyy.
-
Y si vuelvo oírte hablar así
a tu hermana, jovencito te daré tal tunda que no podrás sentarte durante días PLASS PLASS PLASS PLASS PLASS
PLASS PLASS PLASS PLASS PLASS PLASS PLASS PLASS PLASS PLASS PLASS PLASS PLASS
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PLASS PLASS PLASS PLASS PLASS PLASS PLASS PLASS PLASS PLASS PLASS PLASS PLASS
PLASS PLASS PLASS PLASS PLASS PLASS PLASS PLASS PLASS PLASS PLASS PLASS PLASS
PLASS PLASS PLASS PLASS PLASS PLASS PLASS PLASS PLASS PLASS PLASS PLASS PLASS
PLASS PLASS PLASS PLASS PLASS PLASS PLASS PLASS PLASS PLASS PLASS PLASS PLASS
PLASS PLASS (el señor Ricardo solo estaba usando su mano, pero no necesitaba
más, era una mano dura, curtida y no le temblaba a la hora de castigar el
trasero de su nieto. Tenía una larga experiencia en eso de calentar traseros, 5
hijos le habían hecho un semiprofesional de eso).
-
Bwuaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa
aaaaaaay auuu auuu auu Bwuaaaaa noooooo arggggg au ay ayy ya no más opa, ya no,
seré bueno, lo juro, obedeceré, me disculparé, haré todo lo que quieras pero ya
no más auuuuuuuuu ayyyy lo siento, lo siento, perdón auuuuuuu No volveré a
hablarle así nunca más aaaaaaaayy auuuu nooooo opa, nooooo bwuaaaaaaaaaaaa bwuaaaa (Mark ya no hablaba solo
lloraba, el dolor era tanto que hasta le temblaban las rodillas).
-
PLASS PLASS PLASS PLASS PLASS Más te vale Marquitos, más te vale (el señor Ricardo lo soltó y
Mark se quedó allí medio reclinado un rato más llorando. El señor Ricardo
resopló y finalmente le ayudó a ponerse bien a volver a vestirse bien). Mark, ve a lavarte la cara y después
regresas al salón y te disculpas primeramente con tu hermana y después con el
resto.
-
Sniff sniff mamá me odiará,
le estropee la boda (dijo empezando a llorar de
nuevo, el señor Ricardo lo abrazó y le sonrió dulcemente)
-
Mark, tu madre es incapaz de
odiarte y no le has estropeado la boda, solo (el señor Ricardo buscaba una forma
suave de decirlo, pero no encontraba ninguna) discúlpate y ya está, demuéstrales que tu madre no hizo un tan mal
trabajo educándoos.
-
¿Y Pedro?
-
¿Pedro? Jajaja Pedro no sabe dónde
se ha metido, pobre diablo. Tranquilo Mark, yo hablo con tu padre (el señor Ricardo se dio
cuenta del patinazo y se puso mu y tenso).
-
Tranquilo abuelo, no pasa
nada. A todos se nos puede escapar la lengua (dijo dándole ánimos a su abuelo, el
señor Ricardo se rió y lo despeinó)
-
Eres tan fresco como tu
madre, chico, pero ella al menos tenía la picardía de saber cuándo morderse la
lengua.
-
Entonces me pareceré más a mi
abuelo que a mi madre jejeje
-
Maldito granujilla, ya te
gustaría a ti parecerte a tu abuelo, y sino es a ti, seguro que si a tu
trasero, te aseguro que de parecérteme un poco más, tu trasero estaría mucho
menos tiempo al aire (Mark se sonrojó mucho, eso significaba que su abuelo estaba
al corriente de sus castigos). Venga,
Mark, ve al aseo, yo voy a ver cómo está el labio del pobre niño.
-
Espero que le duela la mitad
de que me duele a mí el culo (dijo Mark enfadado, era imposible que ese chico le cayera
bien).
-
Eso tiene fácil arreglo (y el señor Ricardo se
empezó a remangar la camisa)
-
No, no abuelo, no, era broma (dijo en pánico Mark)
-
Lo mío también, Marky (dijo con mucho sarcasmo el
señor Ricardo). Y pasa por la cocina y
pide un poco de hielo ese ojo se está empezando a poner muy feo. Ese chico te
dio un buen derechazo. Y es dos años más pequeño que tú, debería dedicarse al
boxeo.
-
Grrrrr (volvió a gruñir Mark).
-
Gruñe, gruñe, pero ese niño
hizo lo que debiste tú hacer, defender el honor de Beatriz. Sus padres tiene
que estar muy orgulloso de él (Mark bajó la cabeza y dejó la actitud agresiva. Él nunca se
sintió como que sus padres estuvieran orgullosos de él, sabía que le querían
pero Fred le dejó muy claro que era una decepción y aunque su madre hablaba
cosas buenas de él cuando siempre que había otra persona delante sentía como
que en el fondo esperará más de él). ¡Mark!
Al aseo (dijo el señor Ricardo al ver que el chico se había perdido en sus
pensamientos).
-
Si (dijo saliendo del aturdimiento y
corrió hacía el aseo, al entrar al aseo se encontró con Pedro y Adrián). Ummmm ya voy al otro (y volvió a
salir).
-
¡Mark! (lo llamó Pedro y se acabó de
lavar las manos y secárselas) lávate la
cara estás hecho un cromo (y le cedió su sitio en el lavamanos).
-
Yo sniff…yo lo siento…no
quise arruinarte tu día sniff. (dijo escapándonosle una lágrima, Adrián sonrió, en el fondo
su sobrino tenía un gran corazón, la pena que le fallasen las formas. Pedro
resopló negó con la cabeza y agarró a Mark por la nuca y lo trajo hacía él y lo
abrazó).
-
Desde que Cris volvió a
España que todos los días son mi día. No has arruinado nada, hijo.
-
Lo siento (dijo intentando parar las
lágrimas). ¿De verdad me perdonas? (sonando
más como pablo que como él mismo).
-
Que remedio, tienes los ojos
de tu madre y sabes que son mi talón de Aquiles. Además nada de eso hubiera
pasado si yo no te hubiera dicho que le echaras un vistazo a tu hermana (le dijo Pedro sonando muy
apacible) .
-
No, fui yo …se me cruzaron
los cables…no sé que me pasó…lo juro no quise insultar a Bea, ni fastidiaros la
fiesta…solo es que…ella es muy inocente no tiene n idea de lo
-
¿De lo que los chicos
pensamos cuando vemos a una chica linda? (intervino riéndose Adrián). Mark, ellas lo saben. ¡Y tanto que lo saben! Y por eso
que nos tienen tan pillados por los huevos, chico. Ahora que sales con
Ana María ya te habrás dado cuenta que son ellas quienes deciden. Ellas deciden
siempre con quién, cuando, como y cuantos.
Nosotros solo podemos rezar por ser NOSOTROS los elegidos. Jajaja Y con
Bea no será distinto, Tú hermana será quien lleve la sartén por el mango. Pero
tranquilo, para eso aún falta mucho, no creo que sea tan precoz como su
hermanito (Mark estaba rojo como un tomate).
-
¿Sabes que debes disculparte
con tu hermana, verdad? (se puso un poco más serio Pedro).
-
Si, lo sé (bajó la cabeza)
-
PLASS PLASS PLASS PLASS PLASS (Pedro le dio 4 palmadas no muy
duras, solo lo justo. Sabía que su suegro le habría dado una buena zurra a
Mark) Esto por no comportarte bien, te
avisé que si no te comportabas acabarías teniendo un mal recuerdo de la boda de
tu madre y mía.
-
Auuuuuu noooo el abuelo ya me
pegó auuuu (dijo
poniendo pucheritos).
-
Si, de eso nos enteramos
todos Marquitos jajaja (dijo Adrián. Mark abrió mucho los ojos y miró a su tío
horrorizado).
-
¿Ana María también lo oyó? (preguntó en pánico)
-
Jajaja (Adrián se rió nuevamente) lo habrá oído hasta tu padre que está en
Venezuela, chico, menudos berridos que dabas, recuerdo haber estado en tu lugar
y sé que no era para menos… pero si chaval, te hemos oído todos.
-
No pienso salir de aquí (dijo sentándose en el lavabo
pero enseguida cambió de idea y se puso rápidamente de píe y se cruzó de
brazos).
-
Venga, Mark no seas crio, ya
has hecho suficientes tonterías por un día, demuestra esa madurez que dices
tener y sal ahí y discúlpate como es debido (le dijo Pedro).
-
Nooo, ellos saben que el opa
me pegó. Ana María lo sabe (dijo triste)
-
Si, pero no era para menos,
Mark (dijo
Adrián). Además Ana María ya sabe que
cuando te portas mal éste o Cristina te tienen que calentar el culete.
-
¿Qué?
-
No me mires así, esta vez no
fue cosa mía, fue cosas de las chicas, entre ellas se lo cuentan todo, son
peores que tu tío Miguel y Óscar juntos.
Cuando lo de la marihuana, Lucia se lo dijo a sus padres, y claro aunque
Ángeles y Héctor (los padres de Ana María y Lucia) son
muy liberales, con lo de los porros no tragan y Héctor le dio unos muy bien
merecidos azotes a Ana María. Ana María se enfadó con su hermana por acusica y
le dijo que no era justo que por su culpa su padre le había zurrado. Y Luci (Adrián
era al único que Lucia le permitía llamarle “Luci”, los demás si sabían lo que
les convenía, mejor se abstenían) le
dijo que claro que le habían zurrado ¿qué se pensaba acaso que te habían hecho
a ti Cristina y Pedro?. (Mark estaba cada vez más rojo y los ojos estaban
apuntito de salírseles de las órbitas).
-
Lo sabe (dijo intentando
asimilarlo).
-
Si, y ya lo sabía cuándo te
conoció, Luci ya le había hablado del bocazas e irreverente de mi sobrino. Y
puede que alguna vez se comentara que desde que el jarabe de palo se había
incorporado a tu dieta que habías hecho un gran cambio y ya empezabas a
comportarte como una personita.
-
No puedo creer que dijerais
todas esas cosas delante de mi novia
-
Eyyy que cuando se dijeron no
era tu novia, ni os conocías. ¿Quién narices iba a imaginar que la loca de mi
cuñadita se fijaría en el deslenguado de mi sobrinillo? (dijo dándole un achuchoncito
cariñoso)
-
¿Hablas de mí con Lucia?
-
¡Claro que hablo de ti con
Lucia! de ti, de Pablo, de las niñas, …aún no tengo hijos y sois mis sobrinos, ¡Pues
claro que hablo de vosotros!, no me pondré hablar de términos económicos con
Lucia o ella de enfermedades cutáneas conmigo. Pues hablamos de nuestras
familias, nuestros amigos, de cosas que nos pasan. ¿tú no hablas de tu madre o
de Pedro con Ana María?
-
Si, pero…no así.
-
Jajaja Mark, para nosotros
sois todos niños, os hemos visto prácticamente nacer…aunque no fuera eso, seguiríamos
viéndoos como niñitos pequeños.
-
Pero no lo somos (dijo enfadado y dando un
pisotón en el suelo).
-
Jajaja (se rieron Pedro y Adrián).
-
Grrrr (y se empezó a echar agua a
la cara. Iba a salir y dar la cara como un hombre, iba a pedir perdón y así
cerraría la bocota de esos dos, iba refunfuñando enfadado Mark).
Mientras tanto en el salón donde se
estaba celebrando la fiesta, Cristina estaba consolando a su pequeñina y se
disculpaba en nombre de su hijo con el amiguito de su hija, que tenía el labio
bien hinchado. La pobre no sabía con qué cara se lo iba a explicar a los padres
del niño cuando lo llevaran de vuelta a su casa. Su madre también fue a
consolar a su nieta para que Cristina pudiera estar por el resto de invitados a
la boda y el convite.
-
Mamá, salgo un momento,
necesito un poco de aire fresco (le dijo Cristina a la señora Eugenia).
-
Vale, cielo, pero coge mi
abrigo, que está nevando ahí fuera y ese vestido no abriga nada, lo sé, yo
misma lo he hecho.
-
Y es el más bonito del mundo
mamá (le dio
un beso cariñoso en la mejilla. Cris fue a por el abrigo de su madre y salió
fuera, allí estaba Juan hablando por teléfono con su cuñado).
-
Hola princesa, demasiado
bullicio ¿no? (dijo sentándose al lado de su hermana una vez acabó la charla con su
cuñado).
-
Si (dijo sonriéndole dulcemente y apoyando
su cabeza en el hombro de su hermano)
-
¿Y Pedro ya lo sabe?
-
¿Él qué? (le preguntó Cristina que no
sabía de qué le hablaba su hermano).
-
Princesita, princesita (le agarró las dos manos) en los últimos 15 años he visto ya bastante
veces a una mujer embarazada, unas 8
veces, 9 con mi Yoli y contigo ahora 10 veces.
-
¿Qué? (fingiendo no saber de qué le
hablaban).
-
Así que no lo sabe ¿no? (dijo sin hacer caso a esa
actuación de óscar de Cristina).
-
Solo estoy de 6 semanas ¿Cómo
narices lo has sabido? Y no me vengas con la mierda esa de que reconoces a una
embarazada a kilómetros.
-
Pues que no te he visto fumar
ni un cigarrillo en todo el día y el día de la boda de fuma uno hasta tres paquetes
de los nervios y estrés que lleva, nada más hay que ver a fosforillo, jajaja y
que en el brindis de tu boda, brindaste con zumo de manzana. Y princesa, tú no
eres de las abstemias precisamente.
-
Maldito, perro policía jajaja
realmente naciste para eso, Juan.
-
Jajaja llámalo deformación
profesional. Yoli sale de cuentas en 15 días y tú estás de seis semanas jajaja.
-
Pobre Adri, mamá lo va a
machacar (se
miraron mutuamente y dijeron los dos a la vez y se empezaron a reír como
locos).
-
¿Se lo vas a decir en la luna
de miel?
(preguntó Juan)
-
Juan, no digas nada a nadie,
aun no sé si lo voy a tener.
-
Pero si a ti te encantan los
críos, Cristina (dijo alucinando Juan).
-
Tengo un sueldo de mierda,
Mark Y Bea ya están casi criados, y somos muy mayores para ponernos de nuevo
con
-
Cristina, yo soy mayor que tú
y ya me ves, Miguel es mucho mayor que tú y Richie tiene 2 años, no más. No me vengas con mierdas.
-
Pedro ha dicho en más de una
ocasión que no le gustan los niños.
-
Jajaja
-
No tiene gracia, que sea
maestro no significa que…
-
No es eso tonta. Te aseguro
que a Miguel no solo no le gustaban los niños sino que ¿te acuerdas? Huía de ellos (Cristina se rio) y mira ahora con Richie, aunque le gusta ir
de duro, se le cae lavaba con su hijo.
-
Jajaja sí, es tan lindo.
-
¿quién? ¿Richie o Miguel? (preguntó Juan con malicia).
-
Miguel, Miguel jajaja
-
Y a mí sí
me hubieras preguntado hace 15 años, te hubiera dicho que un hijo como mucho y
ya me ves a unas semanas de conocer a mi cuarta hija. ¿Óscar? Bueno Óscar si,
que siempre fue muy criaturero, pero solo porque es exactamente igual que uno
de ellos.
-
Jajaja.
-
¿Y tú? Dime que cuando te
quedaste embarazada de Mark, ¿querías ser madre? Os cortasteis las alas muy
pronto, tú querías viajar y ver mundo y Fred quería estudiar un par de carreras
y hacer un doctorado. Y acaso me vas a decir que te arrepientes de haberlos tenido?
¿Que no los quieres? ¿Qué no son lo más maravilloso que hay en esta vida? (le dijo sonriendo Juan).
-
Lo son (dijo Cristina con lágrimas
en los ojos).
-
Y tanto que lo son. Mis hijas
son la cosa que he hecho de la que estoy
más orgulloso. Nada se compara con el amor y la felicidad que siento cuando
estoy con ellas. Y Pedro le pasará lo mismo con este hijo que llevas (dijo tocándole dulcemente la
barriga)
-
Pero si aún ni se nota, Juan.
-
Pero es un chico, y bien
testarudo como su madre con mucha suerte como su padre jajaja.
-
Hazme caso, soy policía
jajaja
-
Burrooo
-
Díselo. Te aseguro que él
cree que hoy es el día más feliz de su vida pero no sabrá lo que es la verdadera
felicidad hasta el día que coja por primera vez a su hijo en brazos. Y Pedro es
un gran padre. ES, dije bien, en presente (dijo con complicidad Juan, que sabía
que Pedro era lo mejor que les había pasado a sus sobrinos). No seas burra, díselo ya.
-
¿Qué le diga qué? (dijo Pedro que en ese
momento salía a buscar a Cristina porque Mark iba disculparse con todos y ella debía de estar
presente, porque también le debía una disculpa a su madre).
-
Nada, solo que estoy
embarazada (dijo
como si nada Cristina y entró para dentro. Pedro se quedó helado, no por la
nieve, no porque no llevara el abrigo, sino porque acababa de oír como Cristina
decía que estaba embarazada).
-
¡Espera! (dijo Pedro cuando al fin
recuperó el habla, la respiración e incluso el pulso) ¿Has dicho embarazada?
-
Si (dijo Cristina con cara de póker y
de repente a Pedro se le puso cara de bobo enamorado y no podía para de sonreír
peor tampoco podía hablar.
-
Eso hermanita (dijo Juan al ver la
reacción de Pedro que era muy parecida a la suya cuando supo por primera vez
que iba a ser padre), significa, que
eres una burra ( y Juan entró riendo a la sala. Mientras Pedro y Cristina
se besaban muy dulcemente, todos los invitados que vieron la escena del beso
pensaron que se veían una pareja de recién casados muy linda, pero Juan Sabía
que aquel beso no era un beso de recién casados, aquel beso era el beso de un
amor que estaba creciendo e iluminándolo
todo a su paso como una supernova).
-
Te amo (le dijo dulcemente Pedro)
-
¿Entonces lo quieres?
-
Claro que lo quiero, por dios
Cristina, un hijo tuyo y mío, no podría pensar en algo mejor (Cristina lloró de alegría y
lo besó de nuevo). ¿y de cuánto estás?
-
Seis semanas (Pedro sonrió de nuevo como
un tonto pero esta vez Cristina también sonreía así)
-
Mamaaaaá (le chilló Mark) venga, entrad, que tengo que decir algo
(se refería a su disculpa) oh, por
favor, dejad de besuquearos, dejad algo para la luna de miel (y todos los
invitaros se rieron, incluidos Pedro y Cristina).
-
Espero que sea una niña (dijo Pedro al oído de Cristina
mientras se reía, pero en el fondo le gustaría tener un chico como Mark, eso sí
con unos modales y lenguaje mucho mejores, pero de eso se encargaría él mismo,
en esa casa se iban a dejar de decir palabrotas des de ese mismo instante).
-
Jajaja pero que capullo que
eres cielo
(le dijo riendo Cristina (pedro sonrió pero pensó que aquella iba a ser una
tarea dura, pero estaba deseando empezar. Dos adolescentes, un bebé y Cristina,
una tarea muy dura).
FIN
Otra obra de arte terminada no sabes lo agradecida de tu maravilloso regalo y por permitirme compartirlo... a demás dejaste una ventana abierta... se que me sorprenderás con mas maravillas.
ResponderBorrarme ha encantado lastima que todo tiene un final pero este ha sido genial espero que pronto te escribas otra historia y claro porque no en un futuro escribir no se algo sobre este bebe que esta en camino jaja
ResponderBorrarJ.
felicidades una increíble historia gracias!!!!
ResponderBorrarfelicidades una increíble historia gracias!!!!
ResponderBorrarEsta increible! no puedo creer que termino :( pero dejaste una ventana abierta! wiiiii!! se podria decir que es el fin de la temporada uno? jejejeje
ResponderBorrarMis felicitaciones y espero poder leerte pronto :D
Chu
¡Maravilloso,como para creer en nuevas oportunidades en la vida,gracias Little,en verdad fué una bella historia.
ResponderBorrar...y para que te cuento la fascinación con que estoy leyendo tus otras historias,en serio que eres increíble,hasta pronto!!!
MI MADRASTRA se PONE SUS GUANTES DE GOMA YO LE DIGO CREE Q TE TENGO MALDITA BRUJA MUERETE unos FUERTES CACHETADONES en las MEJILLAS PLAFFFFFFFFFFFFF PLAFFFFFFFFFFFFF PLAFFFFFFFFFFFFF PLAFFFFFFFFFFFFF PLAFFFFFFFFFFFFF PLAFFFFFFFFFFFFF PLAFFFFFFFFFFFFF PLAFFFFFFFFFFFFF PLAFFFFFFFFFFFFF PLAFFFFFFFFFFFFF PLAFFFFFFFFFFFFF PLAFFFFFFFFFFFFF PLAFFFFFFFFFFFFF PLAFFFFFFFFFFFFF PLAFFFFFFFFFFFFF PLAFFFFFFFFFFFFF PLAFFFFFFFFFFFFF PLAFFFFFFFFFFFFF PLAFFFFFFFFFFFFF PLAFFFFFFFFFFFFF PLAFFFFFFFFFFFFF PLAFFFFFFFFFFFFF PLAFFFFFFFFFFFFF PLAFFFFFFFFFFFFF PLAFFFFFFFFFFFFF PLAFFFFFFFFFFFFF PLAFFFFFFFFFFFFF PLAFFFFFFFFFFFFF PLAFFFFFFFFFFFFF PLAFFFFFFFFFFFFF PLAFFFFFFFFFFFFF PLAFFFFFFFFFFFFF PLAFFFFFFFFFFFFF PLAFFFFFFFFFFFFF PLAFFFFFFFFFFFFF PLAFFFFFFFFFFFFF PLAFFFFFFFFFFFFF PLAFFFFFFFFFFFFF PLAFFFFFFFFFFFFF PLAFFFFFFFFFFFFF PLAFFFFFFFFFFFFF PLAFFFFFFFFFFFFF PLAFFFFFFFFFFFFF PLAFFFFFFFFFFFFF PLAFFFFFFFFFFFFF PLAFFFFFFFFFFFFF PLAFFFFFFFFFFFFF PLAFFFFFFFFFFFFF ME HACE CALLAR
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