CAPITULO 9
Siempre estarás en mi mente
Literalmente había dejado caer mi teléfono sobre la
cama al escuchar aquella noticia. Mauricio el señor que por 16 años fue mi
padre, el hombre que se hizo cargo de mí, que me dio todo para ser feliz, que
se sacrifico tantas veces por mi bienestar antes que el de el, la persona con
la que había pasado tan buenos momentos, había sufrido una recaída por culpa de
ese maldito cáncer que lo estaba matando lentamente.
Me sentí devastado al escuchar aquello. Me sentía tan impotente
cada vez que pensaba en su situación. No poder hacer nada para que mejore, para
que no muera, para no perderlo… para que no me deje. Esa es sin duda alguna para
mí la peor sensación del mundo. Lo peor que le puede pasar a un ser humano es
encontrarse en este tipo de situación. Que alguien que tú quieras demasiado. Un
familiar. Se te esté muriendo al frente tuyo y no puedas hacer nada absolutamente
nada para salvarlo. Verlo morir frente a tus ojos sin poder hacer nada para ayudarlo.
Sin duda alguna no se si es lo peor, pero si es una de las mas horribles situaciones
que puede atravesar una persona. Y eso justamente me estaba sucediendo a mí. Yo
a Mauricio lo quiero muchísimo. Era el único padre que había conocido hasta
ahora, y verlo como se desvanecía lentamente me estaba matando, consumiendo
poco a poco, aunque no lo demostrara.
- Liam, Liam, ¡LIAM! –escuche apenas como aquella
señora me gritaba desde el teléfono que había permanecido en mi cama. Lo tome
de nuevo ya habiendo asimilado un poco todo aquello.
- No, no… Mauricio no, por f-favor…snif… dígame que va
a estar bien…snif… por favor –dije suplicante. Me costaba articular mis
palabras estaba llorando muy intensamente.
- Liam, mi niño tienes que ser fuerte ¿si? Como te
enseño tu papi. El lo ultimo que quiere es verte así… llorando. Mi amor vamos a
tener fe en que se va a recuperar. No te puedo mentir esta muy grave y quiere
verte. Por favor dile a Joseph que te traiga tienes que estar aquí junto a el…
Te necesita Liam.
- S-si ahorita mismo v-voy…snif…para allá. ¿En que
clínica…snif…están?
- Gracias. Te espero. Estamos en la Clínica la
Arboleda Pasa por Emergencia.
- O-ok.
Al colgar la llamada tire mi teléfono contra mi cama y
pegue un grito desgarrador.
- ¡NOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOO! –grite con toda mi alma. Me
alivio un poco. Necesitaba sacar de algún modo todo lo que tenia dentro. Me
recosté al espaldar de mi cama. Me acurruque, abrazándome a mi mismo por las
rodillas y me puse llorar amargamente.
A los pocos segundos escuche que la puerta de mi
cuarto se abría de golpe y pude visualizar apenas, porque tenía un poco mi
vista borrosa por las lágrimas. Como
entraban a mi habitación Emily y Joseph casi corriendo hacia a mí, un poco más
atrás se encontraba Lucas. Imagine que los había alarmado con mi grito.
- Hijo ¿estas bien? –me pregunto Joseph preocupado mientras
se sentaba al lado derecho de mi cama para abrazarme. Lo mismo hizo Emily pero situándose
en mi costado izquierdo.
Negué con un movimiento de cabeza y cerré mis ojos,
dándoles a entender que no me encontraba para nada bien. Lo abrase con mucha
fuerza apegado a el mientras dejaba salir todas las lagrimas acumuladas que
tenia en mi interior.
- ¿Que paso mi amor? ¿Estas así por que te castigo tu
papá? –pregunto alarmada Emily.
Volví a negar con mi cabeza. Aferrándome aún más en
los brazos de Joseph. Abrazarlo de algún modo hacia que me sintiera un poco
mejor, hacia que no me sintiera tan solo.
- N-no –dije apenas en un susurro.
- Entonces ¿porque estas así campeón? –se inquieto mi
padre.
No le pude responder. En mi cabeza solo estaban
aquellas palabras, “Mauricio tuvo una recaída esta muy grave y no sabemos si sobreviva a
esta noche”
- Tranquilo hijo. Calma. Cuando te sientas un poco
mejor nos cuentas –musito Joseph acariciándome el cabello. Supuse que entendía
que en estos momentos no podía articular palabra alguna ya que mi llanto me lo impedía.
Estuve abrazado a mi papá sin soltarlo como unos cinco
minutos. Emily que se encontraba a un lado de nosotros me acariciaba la espalda
y el cabello. Lucas estaba expectante sentado en mi cama.
- ¿Que tienes bro?, ¿porque estas así?... me preocupas
–pregunto mi hermano con un tono de preocupación en su voz. Intentando saber
que era lo que había pasado.
- Mauricio…-tome una bocanada para poder expresar lo
siguiente-. Tuvo una recaída. Esta muy grave en el la clínica… y no saben si
sobrevivirá a esta noche –dije muy calmadamente separándome un poco de Joseph y
secándome las lagrimas que me quedaban. Aunque con lo que acaba de decir me
entraron ganas de echarme a llorar nuevamente, pero tenia que ser fuerte en
estos momentos, tenía que ser fuerte por Mauricio. El me necesitaba.
- ¿¡Qué!? –Exclamaron sorpresivamente al mismo tiempo
Joseph, Emily y Lucas.
- ¿Como lo sabes? –pregunto Emily se notaba tristeza
en su voz.
- La señora que lo esta cuidando me llamo y me lo
dijo. Tengo que ir para allá están en la Policlínica las Mercedes. Joseph por
favor tienes que llevarme. Necesito estar con el.
- Por supuesto que si hijo -expreso aquello
abrazándome nuevamente junto con Emily-. Todos vamos a ir y te vamos a
acompañar hasta que Mauricio salga de allí, por que va a salir hay que tener fe
mi vida. No estas solo hijo, no tienes que a travesar esto tu solo-. Me repitió
en el momento que Emily me apartaba de sus brazos y me estrechaba en los suyos dándome
un beso en mi frente. Me sentí bien con su muestra de cariño. Desde que murió
mi madre no me abrazaba así una mujer. Ese abrazo lo sentí muy especial. Lo
sentí como si ella fuera… mi mamá.
- Nos tienes a nosotros que vamos a estar ahí contigo acompañándote
–dijo ella haciéndole señas a Lucas para que se acercara.
- ¡Aay! Hermanito no sabes como lo siento. Vas a ver
que Mauricio se va a recuperar. No te pongas así… –me apoyo, pasando su brazo
por mi hombro intentando reconfortarme.
- No se otra forma en la que me pueda poner con tal
noticia –le conteste opacado.
- Lo se bro, pero es que verte así… tan destruido… lo
detesto.
- Dejemos a Liam solo para que se vista y nos vayamos
a la clínica, tú también Lucas vístete para irnos. Voy a despertar a los demás
–anuncio Joseph.
Asentí con la cabeza dándole a entender que acataba su
orden y Lucas hizo lo mismo levantándose de mi cama.
-
Gracias –susurre.
-
No tienes nada que agradecer mi vida.
Cuando me dejaron solo en mi habitación me fui a
vestir y a prepararme. Me coloque una chaqueta por si acoso me daba frio y baje
a la sala, allí estaba toda la familia levantada y lista para irnos. Me sentí gratificado
por su apoyo. El viaje hacia la clínica fue en completo silencio para todos. Lo
agradecí profundamente ya que en esos momentos lo último que quería era hablar
con alguien a pesar de que fuera alguien de mi familia.
Al llegar a la clínica Joseph no había terminado de
estacionar el vehículo cuando me baje de él y corrí hacia emergencias. Me
dirigí hacia una señora que se encontraba detrás de un escritorio donde en la
parte de arriba se encontraba un gran letrero guindando que decía: Información
General.
- Buenas noches señora. Estoy buscando a Mauricio
Delgado. Ingreso esta noche por una recaída que sufrió, producto de un cáncer
que padece.
-
Buenas noches joven. Me indica su nombre y Apellido.
- Liam Delgado. Yo soy su… h-hijo –dude en decir
aquello pero una parte de mi seguía viendo a Mauricio como mi padre. En ese
momento llegaron Joseph, Emily y mis hermanos.
- ¿Ustedes vienen con el muchacho? –les pregunto la
señora a Joseph.
- Si así es. Venimos a visitar al Sr. Delgado.
- Les informo que esta no es hora de visita –respondió
tajante.
- Como… -iba a responder pero Joseph se me adelanto.
-Tengo informado que el señor está ingresado en
emergencias. Así que podemos verlo a esta hora.
- Al llegar, ingreso por emergencia pero hace 30
minutos a nivel de sistema me indica que lo subieron a piso y estando allí no
puede recibir visitas fuera del horario establecido. Tendrán que venir
nuevamente el día de mañana de 2 hasta las 5 de la tarde.
- Y que lo hayan subido a piso ¿Qué significa? ¿Por
qué no lo están atendiendo? –pregunte desesperado al borde de las lágrimas. Me
exasperaba la actitud que estaba tomando aquella señora tan deplorable hacia
nosotros. Estaba a punto de gritarle unas cuantas cosas. Me encontraba irritado
quería ver a Mauricio, no sabía si sobreviviría a esta noche… para que esta
señora me venga a decir que no lo puedo ver, que venga mañana, esto es el
colmo.
-
Eso no puede ser. ¡Tenemos que verlo! –exclamo contundentemente Emily.
-
Señora lo que pasa es que yo no…
- ¡Alexa! Yo me
encargo –interrumpió un señor con voz gruesa, alto, que vestía una bata blanca
y se dirigía hacia nosotros con cara de pocos amigos.
- Ustedes son familiares del Sr. Mauricio Delgado
¿Correcto?
- Así es –contesto mi papa-. Joseph Patterson –dijo
estrechándole la mano a aquel señor.
- Un placer yo soy el Dr. Alejandro Contreras -contesto
devolviéndole el saludo a Joseph-. Soy el que lleva el caso del señor Delgado.
Tengo entendido que él tiene un hijo.
- Si soy yo –intervine.
- Muy bien. Él me estuvo contando lo que paso en las
últimas semanas sobre tu ida con tu padre biológico. Pronto te voy a llevar a
verlo. Pero primero debo hablar a solas con el señor Patterson un par de coas,
mientras puedes ir a la cafetería a por un helado –me dijo aquel doctor con un
tono infantil y muy despacio como si yo fuera un niño de 5 años o un retrasado
mental que no entiende la magnitud de lo que está pasando con Mauricio y hay
que explicárselo con dibujitos.
- No tengo 5 años doctor –le respondí
sarcásticamente-. Yo sé que Mauricio se está muriendo y a lo mejor no pase de
esta noche. Así que le agradecería mucho que me hable con la verdad de una vez
y sin eufemismos.
- ¡Liam! ¿Qué forma de responder es esa? –me reprendió
Joseph. Pero lo ignore.
-Entiendo –me respondió el doctor un poco sorprendido
por mi forma de reaccionar-. Efectivamente tienes razón muchacho. Él está muy
grave y se subió a piso porque no hay ningún tratamiento que le podamos aplicar
en emergencias para que su condición mejore un poco…ya solo queda esperar.
- ¿ESPERAR QUE? ¡A QUE SE MUERA! ¿NO VAN A HACER NADA? –le grite enojado
porque simplemente se limpiaran las manos, sin hacer algo para que Mauricio no
muera esta noche.
- Shhh… Mi vida tranquilo –me agarro mi padre por
detrás intentando calmarme-. ¿No le pueden realizar una quimioterapia
paliativa? Por lo menos para que viva un poco más.
- No señor Patterson. Le explico. Ese tratamiento se
le pudo haber hecho desde que se le detecto el cáncer pero a un enfermo
terminal es inútil querer alargarle la vida ya que no se la va a mejorar en lo
absoluto, se le va a empeorar, se va a estar sometiendo al paciente a
tratamientos y hospitalizaciones innecesarias que no tendrían ningún efecto positivo, porque
el cáncer que el Sr. Delgado posee se encuentra en su etapa final y ningún
tratamiento que se le aplique, morfina, quimioterapia paliativa, cualquier cosa
que la ciencia haya inventado va a ser que mejore. El cáncer está creciendo
descontroladamente y en esa etapa lamentablemente no se puede hacer nada.
- Entiendo –contesto Joseph a la vez que me apretaba
aún más fuerte hacia él.
- ¿Podemos verlo? –pregunto Emily.
- Si por supuesto síganme por favor.
“Enfermo terminal”
“El cáncer está creciendo
descontroladamente” “Etapa final” Esas palabras que había dicho el doctor no me las sacaba de mi
mente. Solo quería ver a Mauricio. Tenerlo cerca. Quería vivir nuevamente todos
aquellos momentos en los que estuvimos juntos. Dios mío quería que viviera.
Llegamos a una habitación espaciosa. Pude ver a Mauricio acostado
en la cama que se encontraba justo en el centro de aquel… para mi escalofriante
cuarto que desprendía un olor típico de clínicas. Mauricio estaba conectado a
unas cuantas maquinas no eran tantas como me había imaginado en un principio.
Enseguida comprendí el porqué, si iba a morir esta noche seria en vano
conectarlo a un respirador artificial que lo siguiera manteniendo con vida. En
la esquina izquierda se encontraba un sillón que perfectamente podían caber
unas tres personas y en la derecha había una pequeña sillita. En ella había una
señora calcularía de unos 30 años sentada exactamente al lado de la cama de
Mauricio. Supuse que era la enfermera que
había contratado para que lo cuidara en su casa. Me alegre que no
estuviera solo en esos difíciles momentos.
-
¡Papa! –exclame tirándome hacia sus brazos.
- Hijo. Esta aquí –me respondió con una sonrisa y
correspondiendo a mí abrazo. Apenas podía hablar. Me sorprendí de lo delgado y
pálido que se encontraba. Se distinguía a leguas que ese maldito cáncer lo
estaba consumiendo por dentro.
- No quiero que te mueras –le dije rompiendo en llanto
sin soltar el gran abrazo que le había dado.
- Shhh
tranquilo mi vida. No llores. Yo voy a estar bien hijo. Piensa que voy a
pasar a tener una mejor vida. Ya no voy a seguir sufriendo más por este cáncer.
Siempre ten por seguro que voy a estar a tu lado acompañándote y protegiéndote
–me respondió con una voz casi inaudible se notaba que estaba haciendo un
esfuerzo por hablarme, estaba muy débil.
-
L-lo se…snif… pero no quiero q-ue me…sinif…dejes…
- Quedas en buenas manos campeón. Sé que serás un
hombre exitoso y de bien hecho y derecho que sabrá superar este difícil momento
y veras que desde donde yo este voy a estar muy orgullo de ti, por tus logros y
por el grandioso ser humano que eres y
serás. Te quiero hijo. Siempre serás mi hijo para mí. Cuídate mucho. ¡TE AMO
LIAM!
- Yo también…snif… te amo muchísimo papito. Te amo papá…
Siempre estarás en mi mente…snif… Nunca te voy a olvidar…snif… Te quiero mi
viejito lindo.
-
Yo igu….
Piiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiii de
repente empezó a sonar un horrible sonido de una de las maquinas que Mauricio
estaba conectado. Y pude ver como él se había quedado con la última palabra en
la boca. Ya no reaccionaba ni se movía. Sus ojos se encontraban en blanco y con
la boca un poco abierta como si estuviera tieso.
-¡PAPAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAA! ¡NOOOOOOOOOOOOOOOO!
No…snif…no no noooooo…snif…
Me tire hacia el agarrando fuertemente sus hombros y
moviéndolos bruscamente para que reaccionara.
- ¡REACIONA! –grite sollozando mi llanto había
incrementado y ahora hipaba y temblaba desesperadamente. Estaba destrozado. No
podía creer que acababa de perderlo.
- Hay que sacarlo de aquí –escuche que el doctor decía
en voz triste.
Me imagine que se refería a mí. En ese momento me
aferre a un más fuerte a Mauricio no quería separarme de él.
Sentí como unos brazos me jalaban queriéndome separar
de él.
- Campeón tranquilo. Vamos. Acompáñame. Tienen que
llevarse a Mauricio. Ya no puedes estar aquí.
- No, yo quiero…snif… estar con él.
- No puedes mi vida –me dijo Emily mientras me jalaba
junto con Joseph hacia sus brazos estrujándome con abrazo.
- Lo siento mucho Liam –me dijeron ambos al oído en
susurro. Emily al igual que yo estaba llorando.
No respondí más. Me quede callado solo emitía una que
otro sollozo a medida que era sacado de aquella habitación. Gire mi cabeza
hacia la cama para ver por última vez a Mauricio el doctor ya le había cerrado
los ojos y la boca, lo estaba desconectando de las máquinas y le sacaba las
vías que tenía en sus brazos, un par de enfermeras ya habían llegado para
ayudarlo.
Una vez en el pasillo fue el turno de mis hermanos de darme
el pésame y consolarme.
- Lo siento mucho bro –me dijo Lucas con los ojos un
poco aguados abrazándome fuertemente.
Lo mismo hicieron Jeremy y Connor.
Mauricio acababa de morir. Todavía no podía
asimilarlo. Me encontraba en un trance. Sentía que estaba en algo así como el
limbo no podía procesar todo lo que estaba pasando a mí alrededor. Sentía que
iba a enloquecer de dolor. No controlaba mis sentimientos ni lo que decía en
ese momento y lo comprobé cuando Joseph me dijo algo que yo simplemente no
podría hacer en estos instantes. Simplemente no estaba pensando racionalmente.
- Hijo hay que irnos a casa.
- Noooooooo. Yo quiero estar…snif… con Mauricio… con
mi papá…snif….
- No puedes
campeón. Mauricio ya se fue.
- No él está aquí. No se ha ido. Y-yo quiero
estar…snif…con el.
- Mi amor tienes que aceptarlo Mauricio ya no está.
Tenemos que irnos a casa. Ya no puedes estar aquí. Hay que dejar que el
hospital tramite todo el papeleo de su muerte, le hagan la autopsia, lo van a
llevar a la morgue y después le vamos hacer el velorio y allí podrás volver a
verlo por última vez –me respondió Emily muy calmadamente.
- NOOOOOOOOOOOOO –les grite en el momento que hacia
ademan de ir hacia la habitación que se encontraba Mauricio. Pero Joseph me
agarro por el antebrazo impidiendo que fuera.
- ¡Liam! Por favor entiende tenemos que irnos a casa
–vocifero mi padre elevando su tono de voz.
- SUELTAMEEE NO VOY A IR HACIA NINGUN LADO. QUE NO SEA
A LA HABITACION DE MAURICIO –les espete soltándome bruscamente del agarre de su
agarre y empujándolo.
- ¡Basta Liam! Por favor haz caso –me suplico Emily.
Agarrándome ella para que no corriera.
-
NOOOOOOOOOOOOOOOOOOO NO NOOOOO
- Ya está bueno Liam. Vámonos a casa –gruño Joseph ya
se estaba empezando a enojar.
- NO VOY A IR HACIA NINGUN LADO HIJO DE PUTA
–despotrique con furia hacia ellos soltándome del agarre de ambos y corrí hacia
la habitación que pocos minutos antes había salido.
- Joven no puede estar aquí –me dijo el doctor
Contreras, que apenas entre a la habitación me lo tope y veía miserablemente
como me sacaba nuevamente.
- Yo quiero estar con el…snif…soy su hijo. Déjenme
verlo –balbucee a medida que pataleaba y tiraba puñetazos hacia su pecho para
que me soltara.
- No puedes estar aquí niño.
- Liam. Compórtate caramba –escuche que me decía
Joseph molesto a medida que me agarraba nuevamente el brazo. Imagine que había
visto mi pequeño escandalo pero no me importo.
- ¡SUELTAME! ¡SUELTAME! NOOOOOOOOOOOOOO
- Liam corta tu berrinche ya. Porque si no el regreso
a casa va hacer muy incómodo para ti al momento de sentarte.
- ¡CALLATE! DEJAME ESTAR CON MAURICIO -le grite a mi padre tirándome en el suelo.
- Ya está bueno. Te lo advertí.
Sentí que Joseph me levantaba del piso por mi
antebrazo y me jalaba hacia no sé dónde.
- ¿Papa que vas a hacer? No te a atrevas a pegarle –le
dijo Lucas alarmado.
- NI SE TE OCURRA –dije horrorizado con esa idea que
no se me había pasado por mi cabeza
- No te metas Lucas. Bastante que se lo advertí. No le
voy a pegar. Solo le voy a recordar como trato yo cuando unos de mis hijos cuando
se ponen intransigentes e irrespetuosos.
El sitio para el cual me llevaba mi padre era el baño
de hombres. Una vez adentro se aseguró que no había nadie y le paso el seguro a
la puerta. Me recostó al lavamanos y me empezó a dar nalgadas sobre mis
pantalones vaqueros. Agradecí que no me los bajara.
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- Liam basta. Sé que esto es muy difícil para ti en
estos momentos. Pero tienes que ser fuerte mi vida. No te vas a quedar solo.
Tienes a toda una familia apoyándote. Todo este cambio de vida lo has sabido
llevar estupendamente bien, para que ahora te me vengas a derrumbar. No señor,
eso sí que no lo voy a permitir hijo, mas estando yo a tu lado.
Estaba llorando sin reparos. Ya bastante me dolía la
muerte de Mauricio para que mi padre viniera a castigarme porque me negaba a separarme
de Mau.
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- YAAAAAAAA PAPA POR FAVOR…SNIF… YA ENTENTI BUUUUUAAAA
LO SIENTOOOOOO…SNIF…
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Esas
últimas me habían dolido bastante.
- Shhhh mi vida. Ya paso. Cálmate. Lamento mucho
haberte castigado pero entraste en un trance y tenía que sacarte de él.
- Lo voy a extrañar…snif…mucho papa no puedooo…snif…
–me desplome en los brazos de él.
- Tranquilo campeón, no estás solo. Y si vas a poder
superarlo. Te va a costar pero lo harás.
Estuvimos abrazados como unos 10 minutos mientras yo
intentaba calmarme, el me hacia cariños en mi espalda y me besaba la cabeza de vez
en cuando en forma de cariño. Ya habiendo asimilado la situación. Tenía que
aceptar lo que había pasado. Tenía que hacer frente a esto. Poco a poco me fui
calmando y dejando de llorar. Cuando ya me encontraba mucho más tranquilo
salimos.
En el pasillo se encontraba Emily hablando con mis
hermanos. Lucas apenas nos vio arremetió contra nuestro padre.
- ¡Eres un bruto! ¿Cómo se te ocurre pegarle? Acaba de
perder a un familiar y tú en vez de consolarlo lo castigas. ¡Bravo! Que gran
padre eres –rabio furioso Lucas gesticulando exageradamente con sus manos.
- Lucas estoy bien. No te preocupes –me apresure a
decir antes de que se metiera en un problema por mi culpa. Me sorprendió que Lucas
le hablara de esa forma a Joseph siendo el tan estricto. Mi hermano siempre me
había dado la impresión de que quería ser el hijo perfecto y no hacer enojar ni
darles problema a ninguno de sus padres
- Si seguro. Mira como tienes los ojos rojos e hinchados.
¡Eres un animal papá!
- ¡Lucas! –exclame abriendo mis ojos como latos, me
sorprendí mucho por su comentario-. Si, si tengo los ojos rojos es porque he
llorado bastante a causa de Mauricio ya no está, no porque papá me haya
castigado, además no fue tan severo conmigo. Quédate tranquilo estoy bien.
- Lucas una más y te vas a casa igual que Liam
–amenazo Joseph.
Mi hermano con lo que le había dicho se quedó más
tranquilo y no siguió haciendo enfadar a nuestro padre. El regreso a casa fue
silencio, me molestaba un poco el permanecer sentado en el vehículo, pero eso
era lo de menos. En mi mente solo tenía un pensamiento. Pero menos mal que ya
había superado la pequeña crisis de hace rato de querer estar junto a Mau. Ya le estaba haciendo frente. Aceptando los
hechos.
El velorio y el entierro de Mauricio fue el martes fue
mi doloroso para mí a travesar por todo eso, pero le agradezco enormemente a
mis hermanos y por su puesto a Joseph y
a Emily que siempre me estuvieron apoyando en todo momento. El domingo y el
lunes quería estar solo y ellos lo respetaron.
A partir del miércoles sentía la necesidad de tener la
mente ocupada, para así intentar no caer en una terrible depresión por la
reciente perdida que acababa de tener, pero esta semana no quería ir a clases
todo estaba muy crudo, como para meterme en un aburrido salón de clases.
Lucas, Jeremy y
Connor insistieron en quedarse en la casa y no ir al colegio para hacerme
compañía y de verdad yo lo prefería así que estuvieran conmigo haciéndome compañía
en la casa, no quería estar solo. Pero solo a Lucas lo dejaron quedarse lo
demás si tuvieron que ir.
Esos días Lucas se comportó como un estupendo hermano,
no paraba de hacer chistes, bromas, hacerme reír en general para evitar que yo
pensara en Mauricio. Hizo una excelente tarea despejando mi mente. A pesar de
todo la pase bien con él aunque por supuesto seguía estando de luto y no sabía
exactamente cuánto estaría así.
Ya era domingo en la noche y nos encontrábamos todos
en el comedor cenando. Mi padre me había propuesto no ir esta semana a clases
al igual que la otra, pero lo rechacé. Considere que el tiempo que había estado
recuperándome de los hechos había sido suficiente. Ya me encontraba mucho mejor
para hacerle frente al mundo y seguir con mi vida como antes con mi cara en
alto junto con mi papá, hermanos y amigos. Listo para regresar al colegio el
día siguiente y sacarle el mejor provecho a mi vida y disfrutar de ella.
No hay nada en este mundo que con el apoyo de tu
familia no puedas superar.
kate96, me hiciste llorar, en serio que si cuando mencionaste la muerte porque comprendo totalmente esa situacion y joooo uqe yo tampoco queria que castigaran al peke, porque comprendo sus emociones!!!
ResponderBorrarSi cuando estaba escribiendo el capitulo casi lloro yo tambien, pero espero que este sea la ultima tragedia de Liam en su vida para que no hayan mas capitulos tristes como este. Yo si me imagine que alguno de mis lectores se les iban a salir las lagrimas con este capi, para mi fue muy emotivo escribirlo.
Borrar¡Que capitulo tan triste! Creo que todos, o al menos la mayoria, hemos experimentado ese dolor tras la perdida de un ser querido y es mucho más doloroso cuando es uno de tus padres :( ¡Pobresito de mi Liam! Lastima que le calentaron justo el día que su papá murió
ResponderBorrarAme el final :) Ojala que pronto este mejor
Si ya veras que con el apoyo de Joseph y sus hermanos va a superar esta situacion. Y volvera a hacer el chico feliz y sonriente que era.
BorrarQué capítulo tan triste y qué bien expresada esa tristeza.
ResponderBorrarLe voy a odiar eternamente por castigar a Liam e.e
Jejeje si gracias Dream fue bastante triste pero a pesar de todo espero que les haya gustado. Y te pido que por favor no odies a mi Joseph el es un buen padre lo que pasa es que es muy MUY estrictos con sus hijos...
BorrarSaludos!
No soy buena lectora, no soy de seguir muchas historias. Creo que la tuya leí el primer capítulo y de ahí me salté todos los que siguen, pero leí un poquito del anterior y ahora este, porque quedé con la curiosidad de saber qué pasaría. Y me encuentro con este sufrimiento. Me dio muchísima pena lo de Mauricio. Pobre Liam, qué tristeza por su pérdida.
ResponderBorrarMe gusta el título, pero sabes? Creo que más que en la mente, Liam lo llevará en el corazón. Fue su papá, su todo por todos esos años. Quien lo formó y le dio el cariño que recién empieza a conocer de su verdadero padre. Lindo capítulo.
Gracias por leer el capi Camilia y por tomarte tu tiempo en comentar y dejarme tu opinion.me alegro que te haya gustado.
ResponderBorrarSi en eso tienes razon Liam en su corazon siempre va a tener Mauricio a pesar de que ahorita este con una nueva familia nunca lo olvidara.
Esta muy bonita la historia que pena por Liam está sufriendo mucho.
ResponderBorrarPerdió a su padres y esta muy triste
Me hizo llorar mucho el capi!!.. Apenas perdí a un ser querido... Y aún no lo supero!!..
ResponderBorrarLucas es un increíble hermano mayor!! Me encantó que defendiera a su hermano!!..
Pobre Liam u.u
Es muy buena historia!!