Capítulo
23
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Esto es una total perdida de tiempo (dijo Antonia estirándose. Marcos la miró y
sonrió porque él llevaba horas que pensaba lo mismo. Alejandro le echó una
rápida mirada de desaprobación) Conozco un sitio a una hora de aquí que hacen unos
daiquiris de muerte.
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Antonia cállate (dijo Julio serio
pero no parecía especialmente molesto. En ese par de días que llevaban
rastreando la zona ya se había acostumbrado a los comentarios de la mujer)
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¡Joder! Ya no puede ni opinar una, esto es una puta dictadura,
bufff (resopló)
que ganas de
regresar a casa
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Esa boca (le riñó Julio y
Antonia se paró en seco, se volteó y se lo quedó mirando fijamente con cara de
“¿Me estás tomando el pelo, no?”) No quiero que mi hijo acabe
hablando como vosotros (dijo Julio echándole una mirada rápida a
Max. Antonia sabía que con “vosotros” se refería a Sebastian y a ella).
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Disculpe usted si le he ofendido
(dijo con ironía)
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¡Ya está bien! (dijo
Alejandro) Hemos venido a trabajar no a
cotorrear.
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No sé que coño hago yo aquí (le
dijo Antonia a Alejandro pero cuando dijo “coño” no pudo evitar con descaro a
Julio).
Entiendo que os hayáis llevado al muchacho porque está aún muy verde. Pero esto
es una total y completa perdida de tiempo (dijo poniéndose seria).
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No lo es. He oído
que en esta zona crece la verbena lapislázuli (la
cara de Antonia se transformó de repente). Estoy
pensando en rehacer nuestro arsenal y eso incluye nuestra botica.
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Tienes problemas más importantes de que
preocuparte que los vampiros (dijo muy seria Antonia)
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Yo decido que
problemas debemos preocuparnos y de cuales no (dijo
igualmente serio)
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Ese odio tuyo hacia los vampiros será tu perdición, ahora toca
preocuparse por los caballeros de la rosa, por que no tenga la más mínima
sospecha que sobrevivisteis. No es momento para bizarras cruzadas contra
vampiros. Estamos en el siglo XXI Alejandro.
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No me hagas ponerte en tu lugar,
mujer (dijo a escasos milímetros de la cara de
Antonia con los ojos de lobo. Antonia estaba que echaba chispas pero sabía que
no era el momento aún para saltar sobre Alejando y por mucho que le costó
guardó silencio). Continuemos
(dijo para todos). Le dije a
Leopold que empezaríamos a tratar la verbena esta misma semana
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¿Por qué quieres tratar la verbena? En casa solo la teníamos
almacenada (preguntó Max con cara de angustia porque se
temía la respuesta)
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Hay una colonia de
vampiros, en lo que llevamos aquí han desaparecido ya tres turistas, no nos
podemos permitir que esos monstruos pongan esta ciudad en el centro de atención
de los medios (dijo muy serio pero aún se notaba que
era la rabia la que hablaba)
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Pero no sabes si los vampiros están relacionados con esas
desapariciones ¿no? (dijo
tímidamente)
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¿Quién sino?
(dijo mirando a su sobrino como si el niño se hubiera bebido el entendimiento)
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No, sé…un psicópata, o quizás se pasaron con la fiesta y
acabaron mal…joder como si los humanos no fueran capaces de mil aberraciones
peores que las que un vampiro podría hacer (dijo Antonia en voz alta pero sin mirar a
nadie).
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Fueron los
vampiros (dijo Alejandro como si fuera una sentencia.
Antonia rodó los ojos y resopló. Pero no dijo nada más, solo miró
disimuladamente a Max. Pobre niño la cara era la de un condenado a la horca).
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Hijo, cuando hayamos encontrado la
verbena y la hayamos recolectado…verás que el proceso para tratarla para que
sea rápida, letal e irreversible es complicado (dijo Julio viendo
que la situación estaba apunto de convertirse en la tercera guerra mundial) se necesita de destreza y paciencia (dijo sonriéndole porque Julio sabía que Max
era bueno en los trabajos detallistas y de precisión. Pero Max solo podía
pensar en Coral) ¿hijo?
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¿Y esos vampiros? ¿Sabéis donde están exactamente? (dijo
y la preocupación era tan grande que no pudo ocultarlo afortunadamente su padre
y su tío lo interpretaron más como miedo a los vampiros que como preocupación
porque algo malo les pasara a Coral y a sus tíos).
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No tienes de que
preocuparte, es cosa de grandes, iremos Sebastian y yo (dijo
Alejandro sonriéndole) quizás la
próxima vez (y le removió el pelo, aquella fue la primera vez que
Max se apartó al recibir una caricia de su tío. Max no quería recibir caricias
de alguien que estaba hablando de aniquilar a todo un clan de vampiros. ¿A caso
lo que había pasado en Quickwater no le había removido la conciencia?)
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¿Sebastian? ¿Ya sabe eso Sebastian? (dijo
Antonia sonando más que molesta)
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Sebastian hará lo
que yo ordene (Alejandro escogió ordenar y no decir expresamente. Estaba ya
muy harto de los reproches de Antonia). Sebastian y
todos, no olvides quien soy, mujer (dijo deteniéndose y mirándola
muy fijamente a Antonia. Antonia tuvo que reconocer que aquel hombre sabía como
infundir respeto). No
dejaremos ni uno de esos chupasangres vivo. Si este va a ser nuestro hogar
ahora, lo quiero limpio de esa (puso una mueca de profundo asco) inmundicia (Y entonces Antonia vio
por primera vez odio en la mirada de Max. Aquel dulce niñito estaba mirando a
su tío como seguramente jamás había mirado a nadie. Antonia sonrió levemente
porque eso era lo que estaba buscando des de que salieron y al fin, ahí estaba,
plantada la semilla del odio).
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Pero puede que haya vampiros buenos ¿no? (dijo
tímidamente Max esperando algo de decencia de su trío que hasta ese momento
había admirado y respetado de forma ciega)
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No seas ridículo
Max, los vampiros no son como los de las películas esas que ahora veis. Son
demonios, seres sin alma que se alimentan de la sangre de la gente, y eso
significa que para sobrevivir ellos deben de matar (Alejandro
no hablaba sentenciaba). Créeme
cuando te digo que no hay vampiro bueno.
-
Pero en Quickwater convivíamos con vampiros (dijo Max esta vez no tan tímidamente)
-
Lo sé (dijo
con rabia). Los Bocha firmaron un amnistió
hace siglos con ellos, y debía respetar nuestra palabra dada, pero ahora esa
palabra ya no vale. Esto no es Quicksilver y ya somos libres…(dijo
con alegría) Ya no hay razón para tener que
sufrir más sus presencia. No permitiré que nada ponga en peligro a mi familia.
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Hijo, tú no lo sabes,
pero ya eres suficientemente mayor para saberlo, fue un vampiro el que acabó
con tu madre (aunque Max solo hacía unos días que se había
enterado, aquello le sonó como que llegase muy tarde, demasiado tarde. Max no
podía apartar la mirada de su tío, ni siquiera miró a su padre cuando le soltó
la bomba. Y Julio al ver que el chico ni parpadeaba se dio cuenta que había
lago ahí que estaba pasando justo delante de sus narices pero que se le estaba
escapando) ¿Hijo, has oído lo que acabo de
decir?
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Si (contestó muy seco)
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Cuando tu tío te dice
eso de los vampiros no es por supersticiones o viejas historias para que los
niños se vayan a dormir pronto…lo dice porque nosotros, mejor que nadie,
sabemos el daño que esas criaturas hacen…no se puede confiar en ellos, quizás
al principio te hagan creer que son distintos, pero no lo son su naturaleza les
hace traicioneros y unos depredadores brutales sin ningún tipo de
remordimientos (Julio hablaba de una forma pausada y
muy atenta. Quería que su hijo entendiera no quería que lo viera como una
imposición, ya había cometido ese error con su hijo mayor y lo había)
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A mi me sigue sonando a prejuicios. porque un vampiro matara a
tu esposa (le dijo con respeto), lo lamento, no significa que todos sean
igual…no todos los hombres lobos somos iguales ¿no? (dijo Antonia
pero su tono no era beligerante como lo era cuando hablaba con Alejandro)
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Para ti es fácil
decirlo, no tienes una familia que proteger…si se tratasen de tus hijos tu
también desearías acabar con cualquier tipo de amenaza…y ellos son una amenaza
y muy real
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¿Sabes que es también una amenaza muy real, Julio? Los
caballeros de la rosa
-
Ellos nos creen
muertos (dijo muy seco Julio. Alejandro seguía
caminando hacía como que no estaba pendiente de la conversación entre Antonia y
Julio pero era todo lo contrario) ¿no?
-
Eso no significa que estemos fuera de peligro (Alejandro
sonrió al ver que Antonia se incluía en el paquete, esa era la primera vez que
la oía como se refería a si misma como un Bocha y no como un caballero de la
rosa).
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No y no vamos a dejar
de estar atentos, pero eso no significa que debamos cerrar los ojos al resto de
peligros que nos acechan
-
¿acechan? Ningún vampiro nos ha atacado (protestó Antonia)
-
Pero su
comportamiento…esos asesinatos…ponen esta ciudad en el punto de mira…y con eso
a todos…los humanos no hacen diferencia entre vampiros y hombres lobos, y lo
sabes (dijo
Julio casi amonestándola pero aún era un tono de voz muy civilizado).
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Quizás, solo fueran unos vampiros que pasaban, por aquí…quizás no
sea necesario empezar una guerra…acabamos de llegar (dijo
Max)
-
No. No son unos
errantes, sabemos que se han establecido aquí…y que son voraces. Leopold nos lo
confirmó (dijo Alejandro a su sobrino en un tono
muy seco). Precisamente porque acabamos de
llegar hay que arrancar las malas hierbas en cuanto salen antes que te invadan
todo el jardín.
-
¿Max, tienes un
minuto? (dijo Julio agarrando a su hijo por el
brazo y deteniéndose) ¡Seguid!
(le dijo a Alejandro y a Antonia) en seguida os
alcanzamos (Antonia no le hacía mucha gracia quedarse a solas con
Alejandro, menso después de haberse pasado los últimos minutos picándole. Por
supuesto a Alejandro tampoco le hacía gracia quedarse a solas con Antonia, pero
entendía que su hermano quisiera hablar a solas con su hijo y lo respetaba así
que no dijo anda y siguió caminando. Julio esperó a que su hermano y Antonia se
hubieran alejado lo suficiente para no poderles oírles) ¿Des
de cuándo sabes lo de tu madre? (Max lo miró enfadado pero
no contestó) ¿Max? Te he hecho una pregunta (dijo
aún más serio)
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No hace mucho (dijo enfadado)
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Supongo que tu hermano
¿no? Ya hablaré yo con él cuando regresemos. No debió contártelo
-
¡Alguien tenía que hacerlo! ¡Era mi madre! ¿Como pudiste
mentirme así? (Max no era un muchacho de gritos ni
siquiera cuando era pequeño…era más bien tranquilo y retraído así que aquella
demostración de rabia descolocó del todo a Julio).
-
Eráis muy
pequeños…¿entiéndelo? Pensé que era lo mejor…no quería que lo pasarais peor de
lo que ya lo estabais pasando, hablándoos de monstruos y…bueno…no fue una
muerte apacible, precisamente. No quería que tuvierais esa imagen…del final de
vuestra madre (dijo Julio su voz se quebraba de vez en
cuando par él aquella aún era una herida abierta no importaba que ya hubieran
pasado tantos años).
-
Entiendo que no nos lo dijeras entonces…pero fui suficientemente
maduro como para ostentar el cargo de heredero de los Bocha, pero no para saber
como murió de verdad mi madre…eso es lo que me asquea, papá…No tenías intención
alguna de contárnoslo ¿verdad?
-
No te mentiré,
esperaba tardar mucho más.
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Ya, y sino fuera por tu manía de defender ciegamente todo lo que
dice Alejandro ni me lo hubieras contado. Pero ahora os conviene ¿no? Ahora si
que puedo saber como murió mamá…ahora que queréis asesinar a esos vampiros (Max
miraba a su padre con desprecio. Julio había visto esa mirada cientos de veces
pero en los ojos de su hijo mayor, incluso alguna vez en los ojos de Marcos
cuando le negaba algo que quería mucho. Pero jamás en Max y no le gustó).
-
¡Maximiliano! Entiendo
que estés enfadado por lo de tu madre. Pero sigo siendo tu padre y sigues
teniendo que respetarme. Así que ya estás calmándote y hablándome de una forma
más respetuosa ¿Estamos? (Max respiró hondo y tensó
toso los músculos de su cuerpo, pero no dijo nada) Te
he hecho una pregunta, jovencito
-
Sí, señor
(dijo entre dientes, pero estaba claro que seguía furioso
con su padre)
-
Muy bien, cuando
lleguemos a casa tus hermanos, tú y yo tendremos una reunión. Y os explicaré
cómo murió vuestra madre y…
-
Yo ya lo sé, ahórratelo (le
interrumpió rabioso)
-
¡Maximiliano! (rugió Julio que no solía permitirles que le
interrumpieran cuando hablaba él u otro adulto) el resto del viaje puede ser tranquilo o puede ser lleno de dolor, tu
mismo (le amenazó
su padre muy serio y Max tragó saliva y rebajó su cuota de furia a unos niveles
aceptables) Hablaremos en casa.
Ahora quiero que cambies esa actitud de inmediato, no quiero oírte replicarle a
tu tío más, como lo has hecho antes. Por si no te has dado cuenta la presencia
de Antonia ya lo altera demasiado y tu tío no tiene paciencia suficiente para
consentirte a ti también que le repliques lo que dice ¿entendido? (Max
asintió con al cabeza) lo digo por tu
propio bien hijo, tu tío, últimamente no tiene mucha paciencia y aún no conoces
a tu tío enfadado de verdad…y más vale que no lo conozcas (Julio se
lo quedó mirando fijamente para ver si su hijo lo estaba entendiendo o seguía
en su infantil pataleta)
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Alejando está equivocado (dijo en un susurro) no todos son malos.
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Eso me dijo él una
vez…hará unos 10 años(dijo Julio entre dientes. Y
Max abrió mucho los ojos porque entendió que su madre había muerto porque su
tío confió en los vampiros) perdí a tu
madre y juré en su tumba que no perdería a nadie más por ser demasiado
confiado…por lo que refiere a esta familia ¡El único Vampiro bueno es el
vampiro muerto!(dijo y su padre no sonó rabioso como Alejandro sino
convencido como un hombre de Fe. Julio cambió el tono en cuanto vio la cara con
la que lo miraba su hijo, era de estupor, como si no reconociera al hombre que
tenía ante él) Y una cosa más...no vuelvas a referirte a tu tío por su
nombre…es tío Alejandro o tío a secas, pero jamás Alejandro
-
Pero Sebastian le llama… (empezó
a protestar Max pero su padre se puso a pocos milímetros de él)
-
No estoy hablando con
Sebas estoy hablando contigo y hablo muy en serio si vuelvo a escucharte
referirte a tu tío de la manera que lo has hecho antes vas a dormir sobre tu
estomago por mucho tiempo. Puede que ahora vivamos en una época de muchos
cambios, pero seguimos siendo hombres lobo y seguimos perteneciendo a esta
manada y ahí unas reglas…y el respeto es una de las principales (dijo
Julio calvándole la mirada de nuevo. Max respiró hondo y abandonó ahora por
completa la actitud rebelde, volviendo a mostrarse como el adolescente
tranquilo de siempre. Pero esta vez solo era pura apariencia).
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