Trece primos y una historia: Lacour
Capítulo 12: la propuesta de Gabriel
Miguel Ángel POV
Estábamos desayunando en el restaurante del hotel cuando de pronto recibí una llamada de mi nuevo abogado:
- Buenos días Miguel Ángel, tengo que avisarle que el tribunal mercantil decidió acelerar nuestro proceso. Gabriel propuso un acuerdo para repartir la herencia que creo que debe escuchar. Pero no tenemos mucho tiempo, la audiencia comienza a la una de la tarde en el juzgado 38 de lo civil.
Vi mi reloj, que marcaba las 11.
- ¿Dónde queda el juzgado 38, Licenciado?
- Es en el centro, cerca de Reforma. Yo ya voy para allá, hay un pequeño centro comercial a una cuadra de ahí, me gustaría que pudiéramos vernos antes para comentarle a grandes rasgos la propuesta antes de la audiencia.
- OK, entonces nos vemos en el restaurante argentino en 20 minutos
Colgué y pasé una mirada a la mesa gigante que nos habían armado en el restaurante para que comiéramos juntos.
- Niños nos tenemos que ir, aceleraron el proceso del fraude con la herencia porque Gabriel propuso un acuerdo y tenemos una audiencia a la… - estaba tratando de hablar lo suficientemente claro y fuerte para que entendieran que era importante sin llamar la atención de los demás comensales, pero inmediatamente todos empezaron a hablar a la vez.
- ¿En este momento?
- Todavía no acabo mis hotcakes
- Falta que traigan mi malteada
- No vamos a hacer ningún acuerdo con ese hijo de…
- Yo apenas estoy empezando a desayunar
- ¡El único acuerdo que vamos a aceptar es que nos devuelva los millones de dólares que nos robó!
El alboroto de todos mis chicos había llamado la atención de los demás clientes y meseros, y el grito imprudente de Bruno mencionando los millones de dólares fue el colmo de aquello.
- ¡Silencio! Nos vamos ahorita mismo y no me contradigan si no quieren un castigo – odiaba tener que amenazarlos y mucho más tener que hacerlo en público, pero había demasiado en juego. Creo que entendieron porque se callaron después de unos quejidos ilegibles. – Por favor cargue la cuenta al checkout del cuarto y añada 20% de propina – le dije al mesero que nos estaba atendiendo y me dirigí a la camioneta.
Los chicos me siguieron hablando suavemente entre ellos.
Llegué a la camioneta y cuando busqué la llave en mi cartera la peor de mis pesadillas para ese momento se hizo realidad, no tenía las llaves.
Me acordé que la última vez había cerrado la camioneta desde adentro y me había salido por la puerta trasera. Me asomé y efectivamente la llave estaba ahí en el asiento de la camioneta.
- ¡… olvidé la llave adentro! – no pude evitar exclamar una maldición
Traté de abrir la puerta en un impulso un poco desesperado, pero por supuesto todas las puertas estaban cerradas incluyendo la cajuela. Consideré romper la ventana pero me acordé que era blindada.
- Podemos pedir Uber – dijo Román
- Necesitaríamos pedir como 5 Suv
tenemos tiempo para eso
- Johny puede abrir la camioneta – dijo Moisés
- ¡No! – exclamó alarmado Jonathan
- claro que sí puedes, el novio de mamá te enseño
- ¡Claro que no, cállate Moi!
- Ahora no estoy para bromas Moisés – lo regañé pero a la vez algo me llevo a preguntarle a Jonathan - ¿y es cierto que sabes como abrirla Jonathan?
Dudó pero después de un momento me dijo
- Tal vez pueda, pero no estoy seguro, creo que sí.
- ¿Qué necesitas?
- Un poco de plastilina o cinta de aislar y un pedacito de cartón o metal
- ¿Crees que es de Lego la camioneta o qué? Porque nada más te aviso que esta blindada – esto lo dijo Santiago
- Silencio Santiago, ¿solamente eso necesitas en serio?
- Si está blindada nada más el pedacito de metal – dijo mientras varios de los chicos se rieron burlonamente, pues era absurdo que fuera más fácil abrir una camioneta blindada que una que no. Sonaba absurdo pero yo les eché mirada de reproche pues no podía dejar que se burlaran de uno de sus hermanos.
- ¿Te sirve esto? Le dije dándole un clip que traía en la cartera.
- Probablemente – me dijo doblando el clip en un pedazo de metal similar a la punta de cualquier llave
Todos estábamos observándolo atentos, yo pensé que comenzaría a intentar forzar la chapa pero en vez de eso sujetó el clip con los dientes y agachándose puso la boca en la cerradura, empujando con el clip la tapa de la cerradura y poniendo sus labios alrededor de la cerradura como si estuviera besándola; varios de los niños se echaron a reír pero Jonathan aspiró por la nariz y después sopló lo más fuerte que pudo.
Click
Se oyó un suave sonido cuando el seguro se botó.
Jonathan soltó la cerradura y escupió el clip en el suelo - Hay que esperar un poco y abrir la camioneta lentamente para que no se dispare la alarma – nos dijo con una media sonrisa al demostrarnos que lo había logrado
- No importa que suene la alarma, es nuestra camioneta y una vez que tengamos la llave podremos pararla. - le dije y me dirigí a abrir la puerta. Una vez que logré recuperar la llave y parar la escandalosa alarma volví a dirigirme a él - Gracias Johny, nos salvaste la vida. – le dije despeinándole un poco el cabello. Y en ese momento me di cuenta que estaba respirando muy agitado
- ¿Estás bien Johny?
- Sí, es… solo que me emocione… un poco
- ¿Seguro? Bueno, gracias de nuevo – y me subí a la camioneta mientras los chicos abordaban la parte de atrás.
En ese momento el escándalo volvió a aparecer, esta vez en forma de voces juveniles preguntando todo tipo de cosas.
- ¿A dónde vamos?
- ¿Cuál es el acuerdo que propuso Gabriel?
- ¿Ya van a encarcelar a esa rata de abogaducho?
- ¿Vamos a ir a un juicio de verdad?
- ¿A qué hora vamos a comer, no pude terminar mi desayuno?
- ¿Cómo puede ser tan fácil abrir una camioneta blindada?
E igual cantidad de preguntas asolaban mi propia cabeza: ¿convenía tomar la propuesta de Gabriel? ¿Debía disculparme con mis chicos por la amenaza en el restaurante? ¿Porqué había aprendido Jonathan a abrir carros?
- Chicos, silencio por favor, una pregunta a la vez. Y primero que nada perdón por como los traté en el restaurante, pero urge que llegue a hablar con el abogado de la propuesta que nos está haciendo Gabriel, involucra toda nuestra herencia de los Lacour que él se robo. No podía dejarlos en el hotel solos así nada más, y mucho menos podía explicarles las cosas enfrente de todos en el restaurante; por cierto Bruno, no es buena idea mencionar millones de dólares en público.
Ring Ring
En ese momento mi IPhone comenzó a sonar, una llamada de mi abogado
- Fernando, por favor conecta a la camioneta la llamada. Perdón chicos, necesito tomar la llamada, guarden silencio un minuto y ahorita seguimos platicando. – no me gustaba la idea de platicar con el abogado en el altavoz de la camioneta, pero no me quedaba de otra en esos momentos.
- Disculpe Miguel Ángel, lo estaba esperando, pero es necesario que comencemos a platicar esto aunque sea por teléfono.
- No, está bien, ya voy para allá pero tuve un problema con que había perdido la llave de la camioneta, pero ya voy manejando hacia allá, dígame
- Básicamente Gabriel propone que el 50% de la herencia sea donada a la Fundación Lacour de Apoyo y Asistencia a la Sociedad, que el 10% le sea cedido a él y que usted se quede con el 40% restante.
- ¿Debemos aceptar la propuesta? ¿De cuanto estaríamos hablando?
- Poco menos de 20 millones de dólares en activos recuperados, lo demás perdido por completo. Esa decisión debe ser tomada por usted.
- ¿No habrá ninguna trampa? Digo viniendo de Gabriel
- Debo admitir que es algo muy extraño, especialmente lo de la Fundación. A menos que temiera perder el proceso en su contra y de esta manera esperara evitar perder todo y tratar de arreglar su reputación con lo de la donación.
- ¿Qué hay de la fundación? ¿Hay posibilidades de que hayan llegado a un acuerdo para hacer alguna movida?
- Es imposible saberlo con certeza, la Fundación fue creada por su abuelo cuando muere su abuela, en honor a ella. Pero la Fundación opera totalmente independiente de las corporaciones del consorcio Lacour. Recursos financieros, operaciones e incluso recursos humanos son autónomos y confidenciales. Aunque por otra parte depende prácticamente de las donaciones de la compañía. Durante los años que han operado, el 90% del dinero donado a la Fundación ha provenido de los Lacour, transferencias autorizadas por tu abuelo y posteriormente por tus padres o tus tíos de manera regular.
- ¿Alguna otra cosa importante? Quiero pensar en esto en lo que llego
- Eso es básicamente, lo demás son detalles de como procederíamos, creo que lo ideal es que piense un poco en si tomar o no la propuesta.
Colgué, respiré hondo y traté de pensar en cuál sería la mejor decisión.
Otra vez el torrente de preguntas llegó como una ola sonora desde atrás, pero esta vez no pude más y me tape los oídos con ambas manos dejando de manejar en el proceso. Me sentía sobrepasado, en menos de una hora tenía que tomar una de las decisiones más importantes que jamás un miembro de la familia Lacour hubiera tomado, concernía a la mitad de la fortuna, pero podía ser la única oportunidad que tuviéramos de recuperar al menos parte del legado Lacour, y a la vez mis chicos, aquellos a quienes afectaría mi decisión exigían respuestas que yo no tenía.
Un par de carros me pasaron tocando el claxon enfurecidos porque me había detenido a media avenida, vi que Fernando estaba hablando y me pareció que el escándalo había disminuido así que me destape los oídos y continúe manejando.
- … tiene mucha presión, mejor ahorita no lo molesten. Luego nos responderá todas nuestras preguntas. – Fernando se había apiadado de mí y trataba de calmar a los niños. - Gracias Fer. – le dije en tono sincero y después de unos instantes - ¿Qué hacemos, Fer?
- No sé – me dijo con cara horror – no quiero ser responsable de esta decisión
- ¿Crees que yo quiero? – le repliqué con una triste sonrisa
- ¿Para qué sirve tanto dinero, para qué necesitamos dos millones de dólares? – preguntó Jonathan rompiendo el silencio
- Son casi veinte – lo corrigió Sofía
- Para comprar un avión – dijo Ricardo
- O un aeropuerto – esto de Leo
- O construir una biblioteca como la de Alejandría – dijo Alex
- Tal vez para hacer un zoológico – opinó María José
- Para pagar el muro de Trump no alcanza – esto Santiago
- Pero tal vez para comprar al Chicharito Hernández si alcance – esto lo dijo Moi
Fue como si se hubiera derretido una nube, todos nos echamos a reír y la tensión se evaporó. Después de lograr parar de reír Fernando habló
- Así no es como funciona, no todo ese dinero es líquido. Miguel Ángel, creo que de todas formas algo aprendemos de esto. Realmente es una cantidad muy buena, hemos sobrevivido con mucho menos. Creo que debemos aceptar la propuesta.
En ese momento estábamos llegando al centro comercial y metí la camioneta al estacionamiento subterráneo.
- Creo que tienes razón Fer, ahora tengo que ir a hablar con el abogado y después a la audiencia, tengo que encargarte a tus hermanos. Disfruten, vayan al cine, coman algo, solamente no se salgan del centro comercial, no se separen y contesten si les llamo. – le dije dándole $10,000 en efectivo para que gastarán en el centro comercial.
- ¿Solamente esto?
- ¿Te parece poco diez mil pesos para una tarde?
- Somos 14 y además pronto vamos a tener veinte millones de dólares ¿no? – replicó Fer pero yo le di una rápida palmada medio de juego, medio de verdad.
- Ey, solo estaba diciendo, y además estamos en público – se quejó llevándose sus manos atrás para protegerse
- Ese dinero es más que suficiente, y no andes mencionando lo de los millones de dólares que es muy peligroso. Anda, llévate a tus hermanos al cine antes de que esto se convierta en un drama para la gran pantalla – le dije señalando a la tropa de chicos que descendía de la camioneta cual ejército de niños dispuestos a arrasar un Chilim Balam completo.
uuff cuanto dinero... yo con el 10% de esa heriencia me retiro de por vida jajaja...
ResponderBorrarEsos niños lo ven como muy poco porque solo están acostumbrados a gastarse el dinero no a ganaserlo!!
Pero que bien que actualizaras..