- Andrés: ¡¡Daniel!! ...Ve al auto o debo quitarme el cinturón
como tú tío y llevarte con él en mano. – Dijo
Andrés, amenazante al ver que su hijo comenzaría a cuestionar su rol como padre
y denigrándole frente a todos pidiendo a Darío que se hiciera cargo
- Daniel: No, papi.- Fue la respuesta en automático y con el nervio en el estómago,
pero luego observo alrededor y recordó que sus amigos, primo y tío estaban
escuchando, así que se relajó y respondió como si no le importara.- Digo No, Andrés no es necesario.
- Andrés: Ok, a casa hijo ¡Tenemos
mucho que hablar!
Daniel al oír ese "hablar" se puso ansioso ya que le
sonó muy amenazante y caminó nervioso hasta el estacionamiento, mirando cada
cierto tiempo en el reflejo de los ventanales de la comisaria y se
tranquilizaba al ver que su padre no caminaba detrás del él como Héctor con
Fabián. Cuando llegaron al Uber que su padre había llamado con anterioridad, él
chico se sentó en el asiento trasero, mientras que su padre lo hacía en el
asiento delantero para dar las indicaciones del lugar, luego de casi dos horas
el auto se detuvo y Andrés despertó a Daniel ya que se había dormido a la mitad
del camino
- Andrés: Hijo, despierta .- Le dijo suavemente, mientras este despertaba.
Daniel bajo del auto y entro al lugar con el sueño a full y
desorientado, mientras su padre cancelaba observo la hora y el reloj de la
pared daba las 4 am, luego de frotarse los ojos regreso a mirar el reloj y se
sorprendió. En la habitación en casa de su tío no había ninguno. Al girar vio a
su padre ingresar a la habitación con dos cafés y hamburguesas en una bolsa de
papel. Daniel sin entender vio como Andrés dejaba todo sobre la mesa, luego
continúo observando y vio una puerta donde había dos camas, preocupado por no
reconocer el lugar se plantó frente a su padre y le lleno de preguntas.
- Daniel: Andrés ¿Que ha pasado?- Pregunto ansioso mientras se sentaba a la pequeña
mesa.- ¡Esta no es la casa de
mi tío Héctor!- Aseguro.- ¡No
reconozco este lugar! ¿Qué lugar es este? ¿Dónde estamos?
- Andrés: Es un Hostal y hoy
pasaremos la noche aquí.- Respondió como si
nada entregando un café que humeaba a Daniel.
- Daniel: ¿Por qué?- Pregunto sin entender.
- Andrés: Tengo mis razones y las
diré en unos momento... ahora come hijo, ¡debes tener hambre!- Aseguro mientras le entregaba un hamburguesa doble. Daniel
la acepto y cenaron en silencio comiendo lentamente, no quería que su padre lo
sermoneara y estaba seguro que terminar de comer lo haría, a observar el reloj
noto que el marcador daba las 4:45 y con sueño se levantó.
- Daniel:
Buenas noches ...Andrés.- Se despidió y entro a la habitación.
- Andrés: ¿Como que buenas noches?- Pregunto desconcertado.- ¡¡ DANIEL ven aquí!!-
Lo llamo, pero el chico no le hizo caso así que se levantó de la
mesa y fue detrás de su hijo. Pero al entrar a la habitación este está en el
baño así que se sentó a la cama y lo espero, cuando Daniel salió lo observo
sorprendido había demorado mucho y pensó que su padre ya estaba durmiendo.
Andrés al verlo salir se levantó de la cama y se quitó el cinturón lentamente.
Daniel dio un paso atrás pensando que la puerta del baño estaba abierta, pero
no... Así que nervioso camino hasta su cama y se sentó pensando que se
protegía, Andrés se paró frente a él con las manos en la cintura y lo observo,
al notar que Daniel solo miraba el cinturón se decidió hablar.
- Andrés: Hijo- Dijo mientras doblaba el cinturón en dos.- ¡Estoy esperando una explicación!-
exigió con un tono severo.
- Daniel: Bueno...resulta que...pasó
así...yoooo...- Trato de explicar
nervioso pasando sus palmas sudadas por sus pantalones.
-Andrés: HOY DANIEL.- Apuró un poco.
- Daniel: SÍ. Sí...papá
yo...solamente fui con mi primo a sector cercano a las estatuas, yo no sabía
que hacían en ese lugar hasta que llegamos... la idea era mostrar a los
muchachos lo increíble que es este lugar.
- Andrés: OK, no sabías...
entiendo, luego ¿Que sucedió para que terminaran presos?
Al oír la pregunta Daniel soltó toda la verdad y así fue como
que le contó todo lo que había pasado incluida la carrera de Fabián y
Dante, Andrés no lo podía creer, así que antes de que su hijo pudiera
reaccionar, se sentó en la cama y lo colocó sobre sus rodillas
- Daniel: ¡¡¡No papá!!! - Medio grito, él chico sabiendo perfectamente que ese
gimoteo no detendría a su padre, De un momento a otro la mano pesada de Andrés
comenzó a bajar sobre las nalgas blancas en su regazo.
Plaaaaff - plaaaaafff - plaffff
- Andrés: ¿Por qué es este castigo
Daniel?- Pregunto, podía habérselo dicho pero
quería que Daniel asimilara lo que había pasado
- Daniel: Aauuuu Por...por exponerme
a una situación que me prohibiste hace mucho tiempo. ¡ayyyy!!- Se quejó.
- Andrés: ¡Exacto! ...olvidaste todo
lo que pasamos junto a tu primo y no solo eso, parece que olvidaste el por qué
lo prohibí.- Aseguro y Daniel miro el
suelo.- Es eso hijo ¿Lo
olvidaste? ...Daniel responde... ¿Porque te prohibí?- Pregunto
por segunda vez, pero el chico guardo silencio así que Andrés lo impulso con el
cinturón que había dejado sobre la cama.
ZAAAAS ZAAAAS ZAAAAS
- Daniel: AYYYYY AYAAAAA PAPIIITOOOO
BUAAAAAA
-Andrés: Responde lo que te pregunte- exigió, pero Daniel no podía hablar- Habla hijo, por favor
-Daniel: snifff por... porque estuve
a punto de morir, papiii estuve en coma por más de una semana por el golpe que
me di en la cabeza al choca junto a Fabián.
- Andrés: No quiero que observes,
asistas y hables nunca más de una pista de carreras, te lo prometo Daniel, ¡TE
(ZAAAS) PROMETO! (ZAAAS) .- Enfatizo dando dos
correazos .- Que si me entero,
iré por ti y te daré la peor paliza de tu vida frente a todos.
- Daniel: AYYY si papapaaa...¡¡no
iré!! pero yaaaa , buaaaaa .- Dijo y
comenzó a llorar con el corazón roto, ya que había roto una promesa a su padre
y aunque estuviera molesto con él le dolía esta situación. Sin darse cuenta
Daniel se durmió y despertó a las 8 de la mañana en su cama, al abrir los ojos
estos le ardían y cuando logro enfocar no vio a su papá, asustado giro de un
lado buscándolo y cuando lo encontró, Andrés salía del baño.
- Andrés: Buenos días campeón, ¿Cómo
estás?- preguntó con una sonrisa y encendió
la luz
- Daniel: Bien, papá.- Dijo Daniel y llenando el corazón de Andrés, tenía miedo
que su hijo lo odiara. Pero con ese papá le confirmaba que ya estaba todo bien
entre ellos.- ¿Qué hora es?... es muy temprano ¿No?
- Andrés: No, Pero debemos regresar a
casa de tu tío.
-Daniel: Si, pero en un ratito... ven
papi y acuéstate conmigo....- Dijo mimoso y
levanto las manos como cuando un niño pedía que lo alzara.
Andrés murió de amor y con eso lo llevo al pasado, exactamente
al tiempo cuando Daniel tenía 3 años...
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