viernes, 1 de enero de 2021

YO Y MIS GRANDES IDEAS NAVIDEÑAS

 

YO Y MIS GRANDES IDEAS NAVIDEÑAS

Corto Navidad Familia Hoffman

 

 

Mario compro unas bellas botas de Navidad para colgar en las chimeneas para sus niños ahí podían colocar chucherías y obsequios de parte de la familia, así no solo Santa se llevaría el crédito de los regalos, y así se los trato de explicar a sus peques, los gemelitos de 4 añitos y a Samantha de 6 años.

 

Mario: En estas lindas botas se colocaran chuches y obsequios de los papás y de la familia para mis bebés. Les explicaba y los niños brincaban y aplaudían.

 

Nando: Galletas.

 

Chucho: Caamelos.

 

Samantha: Nosotros familia ¿Verdad? puedo colocar regalitos a mis hermanitos.

 

Beatriz: Claro princesa, sí quieres te podemos ayudar con eso.

 

Samantha: Ohhhh siii, aunque yo creo que puedo solita.

 

Mario la miró con inmenso amor y le dio un beso en la frente lleno de orgullo.

Esa misma tarde…

 

Beatriz: Amor quisiera comprar unas cosas en el bodegón, pero aún no se ha hecho efectiva la transferencia.

 

Mario: Tranquila amor toma una de mis tarjetas y te la  firmo, eso garantiza mi pago con el dueño en la tarde.

 

Beatriz tomó  una tarjeta y se la acercó a su marido quién la firmó. Samantha miraba atenta y tomó una tarjeta y fue corriendo donde su papi.

 

Samantha: Y yo papi, y yo. Y yo.

 

Mario sonrió divertido, y tomó una tarjeta se la firmó y se la guardo en el bolsillo de su vestido.

 

Mario: Listo amor ahora si puedes salir de compras y le picó el ojo. La niña salió dando brinquitos.

 

Beatriz: A que no haces lo mismo cuando tenga unos 15 años. Le dijo divertida.

 

Mario: Jajaja ni loco, dentro de un rato se le olvida que se la di. Esa tiene cara que va a ser peor que la madre. Dijo haciéndose el serio.

 

Beatriz: Mirada repite eso.

 

Mario: Repito.. Ni loco.

 

Beatriz/Mario: Jajajaja

 

Unas horas más tardes la nana de turno pasea por el vecindario a los niños, y vieron un vecino que estaba vendiendo unos adorables gaticos y los gemelitos se enamoraron de ellos sobre todo porque ellos decían que eran igualitos, que eran gemelitos, la niña quiso comprarlo pero por supuesto no tenía dinero, pero recordó la tarjeta de su papá y la sacó del bolsillo.

 

Samantha: Más tarde tú tienes plática, mi papi paga.

 

El hombre miró la tarjeta en ella estaban todos los datos y la firma, nada más y nada menos que el embajador interino. Se lo mostró a la nana quien aseguró que efectivamente la tarjeta tenía validez, así que los gaticos fueron entregados.

 

Cuando Mario llegó a casa una Beatriz lo esperaba no con muy buena cara, acababa de llegar hacía pocos minutos y se había encontrado con una pequeña sorpresa en la chimenea.

 



 

 

Mario: Oh oh quién de mis hermanos se atrevió a hacerle ese regalo a los peques desde la distancia, en seguida pensó en Max.

 

Beatriz: Ningún hermano, fue adorada princesa a sus hermanitos.

 

Mario: Pero ¿cómo?

 

Beatriz: un vecino pasó hace rato, dejando esto y cobrando por los dos gaticos, y como podrás imaginarte no puede devolverlos porque rompería el corazón de los niños, así que ya sabes quién limpiará y estará pendiente de los mismos. Dijo levantando la ceja esperando una respuesta.

 

Mario: ehhh huumm. Hizo sonidos haciendo una mueca haciéndose el loco, por lo que Bea, no perdió tiempo y le soltó una nalgada fuerte a su marido.

 

PLAS Auuu yo amor, yo me haré cargo. Joooo yo y mis grandes ideas navideñas.

 

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