Capítulo
10
Andrés
Llevaba
dos días quedándome en la casa de mi mamá. Al principio ella estaba molesta
porque no le había avisado, pero después estaba hasta feliz de que estuviera de
visita. Nuestra relación es extraña, no es la mejor, tampoco la peor… pero, yo
no puedo dejar de recordar que ella literalmente me dejó tirado por una nueva
familia.
Al
principio mi papá no dejaba que yo la viera, después ella empezó a visitarme
poco a poco con sus hijos pequeños y ahora, es mi papá el que me deja en su
casa. Con los niños siempre me llevé bien, pero con el esposo tenemos algunas
discusiones.
Temprano,
salimos a montar bicicleta… normalmente yo no lo hacía mucho, pero a Mateo y
Samantha les gusta bastante. Me sorprendió que mi mamá permitiera que los
chicos faltaran al colegio solo para quedarse conmigo, muchas veces ella se
hacía la estricta.
A
la hora de almuerzo nos fuimos a la casa y como cualquier niño, y más con el
calor que hacía, los chicos quisieron meterse a la piscina, pero su padre
empezó a decir que debían reposar mínimo dos horas. Sinceramente, me fastidia
que esté en la casa… es entre semana, la gente normal trabaja, pero, él
simplemente no.
Digamos
que él puede contarles a sus hijos cuentos chinos sobre ahogarse en una piscina
de metro y medio, pero, conmigo no funcionan esas tonterías… y, además, tampoco
puede mandarme. Eran las 2 pm, acabábamos de almorzar y está haciendo un calor
horrible, el crimen es no estar en la piscina.
Le
dije a los chicos que nos pusiéramos los trajes de baño, no nos tardamos ni
cinco minutos en estar listos, con las toallas fuimos hasta la piscina y cuando
ya iba a hacer un clavado Sam me frenó:
-Papá
se va a poner muy bravo, mejor no lo hagamos -Dijo. Sonó con miedo, como
siempre, ese tipo arruinando la diversión de mis hermanitos.
-No
seas boba, ni que nos fuera a matar… te prometo que eso de ahogarse es mentira,
se lo dicen a los niños solo para que los padres perezosos puedan dormir
después de almuerzo. -Sam me miró con una cara que no tengo idea de lo que
significa.
-No
sé, yo mejor me quedo sentada en el borde -Dijo, sentándose sin meter los pies
al agua. Hubiera seguido intentándolo sino fuera por el calor que hacía,
debíamos estar a unos 35-40 grados centígrados.
-Tu
te lo pierdes -Dije, tirando la toalla y lanzándome a la piscina, estaba
deliciosa.
Al
principio estaba nadando solo ante la mirada atónita de los chicos, a veces me
impresionaba lo obedientes que eran… pero, no duro mucho tiempo porque a los
diez minutos Mateo se tiró al agua junto a mi y comenzamos a jugar. Sam solo
metió los pies.
Estaba
pasándola genial hasta que escuché un grito de Sam y lo que pareció una
nalgada. Supongo que su papá la había sacado de la piscina jalándola del brazo
y se veía muy molesto… ella salió corriendo a la casa.
-CUANDO
YO DIGO QUE TIENEN QUE ESPERAR DOS HORAS ES PORQUE VAN A ESPERAR DOS HORAS
-Gritó el esposo de mi mamá. Me asustó un poco la situación porque Recordé al
papá de Esteban.
-Papi
no me pegues -Dijo Mateo y ahí si me sorprendió… ¿mi madre permitía eso?
-Ven
para acá -Dijo el hombre y Mateo se acercó al borde nadando lento. Yo no sabía
que hacer, pero, me sentía muy enojado… no habíamos hecho la gran cosa. El
esposo de mi mamá sacó a Mateo del agua, le bajó la pantaloneta y comenzó a
darle nalgadas.
Plas
plas a mi plas me plas haces plas caso plas si plas te plas digo plas que plas
esperas plas dos plas horas plas lo plas haces plas
Creo
que fue en el momento en que empezó a llorar con fuerza cuando me salí de la
piscina y salí corriendo hacia ellos.
-NOO
LE PEGUES -Grité con fuerza. El esposo de mi mamá soltó a Mateo el cual seguía
llorando y se subió los pantalones.
-A
MI TU NO ME VAS A GRITAR ANDRÉS -No sé por qué no pude hacer nada contra él,
pero, me cogió fuertísimo del brazo y me llevo dentro casi arrastrado. -Ven
Mateo.
-SUELTAMEE
SUELTAMEE -Gritaba medio desesperado.
-Hoy
les voy a mostrar a los tres por qué es mejor obedecerme -Samantha y Mateo me
miraron con lastima y ahí entendí lo que pretendía el esposo de mi mamá….
-No
puedes hacer eso, yo no soy tu hijo… si lo haces te demando -Dije confiado.
-Quiero
verlo, al menos por ahora servirá para bajarte los humos -Mientras me sostenía
se quitó el cinturón y comenzó a pegarme con fuerza… tenía rabia, una actitud
muy diferente a la que tuvo cuando le pegó a Mateo.
ZAS
ZAS ZAS ZAS ZAS ZAS ZAS ZAS ZAS ZAS ZAS
Al
principio estaba esforzándome por no hacer ningún ruido, no le iba a dar la
satisfacción de verme llorar.
ZAS ZAS ZAS ZAS ZAS ZAS ZAS ZAS ZAS ZAS ZAS
ZAS ZAS ZAS ZAS ZAS ZAS ZAS ZAS ZAS ZAS ZAS ZAS ZAS ZAS ZAS ZAS ZAS ZAS ZAS ZAS
ZAS ZAS ZAS ZAS ZAS ZAS ZAS ZAS
En
este punto ya no lo podía soportar, en verdad me dolía… sentía las lágrimas en
mis mejillas, no quería gritar para no asustar aun más a mis hermanos. Ellos
estaban gritándole a su papá que se detuviera, mi respiración se podía escuchar
entrecortada, no podía creer que doliera tanto que te pegaran con un cinturón.
ZAS
ZAS ZAS ZAS ZAS ZAS ZAS ZAS ZAS ZAS ZAS ZAS ZAS ZAS ZAS ZAS ZAS ZAS ZAS ZAS ZAS
ZAS ZAS ZAS ZAS ZAS ZAS ZAS ZAS ZAS ZAS ZAS ZAS ZAS ZAS ZAS ZAS ZAS ZAS
-Auu
por favor para snif snif -Dije en una voz que alcanzaba a ser audible.
ZAS
ZAS ZAS ZAS ZAS ZAS ZAS ZAS ZAS ZAS ZAS ZAS ZAS ZAS ZAS ZAS ZAS ZAS ZAS ZAS ZAS
ZAS ZAS ZAS ZAS ZAS ZAS ZAS ZAS ZAS ZAS ZAS ZAS ZAS ZAS ZAS ZAS ZAS ZAS
-Lo
único que espero es que hayas entendido que yo no estoy pintado en la pared.
-Cuando me soltó salí corriendo hasta la habitación de invitados, cerré la
puerta con seguro y empecé a llorar de verdad.
Solo
podía pensar en lo molesto que estaba, y en lo mucho que quería acusarlo con madre.
Podía ser muy infantil, pero alguien tenía que ponerlo en su lugar… el no podía
hacerme nada.
Tardé
un rato en tranquilizarme, odiaba mucho mi vida… odiaba a mis padres, odiaba al
esposo de mi mamá, odiaba ser el extra, odiaba no tener una familia normal. Me
pregunté si todos sentían lo mismo, o sea, aparentemente todo en mi vida es
genial y lo mismo pasa en el caso de Esteban… y yo sé que no es así.
Me
estaba doliendo bastante donde el pendejo del esposo de mi mamá me pegó, mi
mamá solo me había dado nalgadas cuando yo era muy pequeño, de resto jamás me
habían pegado y menos con el cinturón. Era la primera vez que pasaba, no sabía
si era “normal” el dolor que sentía y que me doliera si me rozaban.
Me
puse de pie y fui hasta el baño a verme, tenía unas marcas de color morado…
pensé en llamar a mi papá, pero cambié de opinión cuando escuché que mi mamá
había llegado, puede que sea infantil ir a decirle a tu mamá que su esposo te
pegó… pero, ¿qué más podía hacer?
-Hola
-Dije cuando la vi. Mis hermanos estaban junto a ella abrazándola, ella los
trata tan diferente que como lo hace conmigo.
-Hola
Andy -Odiaba que me dijeran así. -¿Cómo estás? -Preguntó, y yo le dije todo.
-Un
asco, ese tipo se atrevió a pegarme… con un cinturón y ahora tengo una marcas
-Dije sintiendo como me ponía rojo. Creía que mi mamá pondría un grito en el
cielo, pero no, solo me sonrió y dijo:
-y
¿qué hiciste para que te hayan pegado? -Abrí los ojos ante su reacción y su
esposo contestó antes de que yo pudiera hacerlo.
-Nunca
me obedece y está haciendo que mis hijos tampoco me hagan caso… no voy a
permitir que sea irrespetuoso conmigo y menos que les enseñe mañas a los niños,
también les pegué a ellos hoy -La forma tranquila en la que se justificaba me
enojaba aún más.
-Hijo,
creo que le diste razones para que actuara de esa forma, te merecías el
castigo…. Creo que mano dura es lo que te falta -Sentí que mi propia madre me
estaba traicionando.
-PERO
EL NO TIENE NINGÚN DERECHO A PEGARME, ÉL NO ES NADA MIO… NADA -Grité y de forma
sorpresiva mi madre me dio una cachetada.
PLAF
-Es
completamente justificada la acción de mi esposo, veo que crees que puedes
venir y gritarme, pero no, vas a ver cómo cambiamos esa actitud que tienes… que
ni para educarte sirvió tu papá -Dijo y se me nublaron los ojos.
Estaba
teniendo un día horrible en muchos aspectos, nunca me habían tratado así… me
sentía humillado, me dolía la cara y el culo. Las lágrimas me empezaron a salir
y ya no quise hablar más, yo sobraba aquí… y así tuviera que irme caminando
quería estar con mi papá.
Santiago
Nunca
pensé que por hacer algo bueno pudieran pasarme tantas cosas malas… quizás no
había sido la mejor forma, pero, tampoco era para tanto. Yo hasta cierto punto
entiendo a Alejandro, debió sentirse casi como yo lo hice cuando le contó a
todos que estoy loco.
Todo
mi intento por parecer alguien normal se estaba cayendo solo por intentar darle
apoyo a un compañero… jamás lo volveré a hacer. Lo que más me molesta es que
inventen cosas de mi enfermedad, nadie investiga, solo le creen a Esteban y
Alejandro cualquier cosa que se inventan.
Dicen
que por eso soy raro, es lo único en lo que tienen razón, pero también que es
contagioso que tengo delirios y que por pesar es que los profesores me pasan
las materias. Eso me duele porque además de ser falso ellos no entienden lo
difícil que es concentrarse tomando medicamentos psiquiátricos, no entienden lo
difícil que es actuar como un chico normal, no entienden que solo me están
provocando más y más ansiedad…
El
único que no me ve como una rata de alcantarilla es Gustavo y a veces Juan
Felipe, pero yo no voy a hablar con alguien que compartió mis cosas privadas
con sus amigos para que me jodan la vida. Antes algunas chicas me miraban con
algo de curiosidad, ahora ya todas se corren si me les acerco.
Caminé
hasta el gimnasio del colegio, tenemos educación física y al parecer hoy
jugaremos ponchados. Como siempre el profesor decidió que nos dividiremos en
dos equipos que van a elegir los “mejores deportistas del colegio”, Paula y
Alejandro. Uno a uno fueron eligiendo, siempre he pensado lo cruel que es hacer
esto y peor si eres de los que quedan al final… Gustavo y yo quedamos de
últimos, lógicamente a él lo eligieron
primero porque nadie se quiere “contagiar”. Me tocó con Paula, todos se
alejaron de mi e hicieron un plan para ganar.
Cuando
el juego empezó prácticamente me estaban ignorando, hasta que quedábamos pocos
y decidieron irse todos contra mí, no sé de dónde saqué habilidades, pero logré
esquivar un buen tiempo las pelotas hasta que una me cayó en la cara y tiró mis
anteojos. Ya estaba fuera y aun así me siguieron lanzando pelotas, hasta que me
caí y los rompí. Paula se acercó y me ofreció su mano, pero, cuando se la iba a
dar la quitó y en vez de eso me echó agua y dijo “sorry pero no voy a tocar a
alguien contagioso”.
Empecé
a sentir que no tenía control sobre mis emociones, no quería decepcionar a mi
mamá… odio este maldito colegio… odio a ese maldito grupo de amigos… a
Alejandro por no dejarse ayudar, a Juan Felipe por sapo, a David y Esteban por
promover el odio hacia mi e incluso a Andrés, porque estoy seguro de que si al
menos aprovechara las oportunidades que le da la vida vendría a clase. Los miré
a todos con desprecio y salí corriendo.
Juan
Felipe
Cuando
Santiago me vio me sentí pésimo, entiendo que me odie, hasta yo lo hago, solo
que simplemente no puedo traicionar a mis amigos… ellos me han ayudado en
muchos momentos de la vida como para que yo les dé la espalda en este momento.
Yo sé que no han tenido la mejor actitud, pero son mis amigos.
Cuando
Santiago salió corriendo casi llorando Gustavo se acercó a Alejandro furioso,
al menos alguien era capaz de decirle la verdad en la cara.
-SON
UNOS IDIOTAS… YA QUE TU SUPER HERMANA TAMBIÉN ESTÁ ENFERMA AL MENOS DEBERÍAS
TENER ALGO DE EMPATÍA POR LO DEMÁS, NO SEA QUE A ELLA LE PASE LO MISMO QUE A
SANTIAGO -Alejandro se quedó callado.
-Y
NO VAYA A SER QUE YA ESTÉS CONTAGIADO PORQUE AMIGO, ESOS CAMBIOS DE HUMOR NO
SON TU ESTILO -Dijo Esteban y todos se rieron.
El
resto del día yo me quedé pensando en lo que estaba pasando, tenía que hablar
con Alejandro para que se calmara, no podía seguir tratando mal a Santiago. Sin
embargo, tampoco podía defenderlo, así que decidí ir de una con su punto débil,
su hermana.
-Alejo
estaba pensando que, si quiere, hoy podemos ir donde su hermana -Dije y
Alejandro me miró algo confundido.
-
¿Y eso? -Preguntó.
-Se
me ocurrió, a mi hermano le gustaba que lo visitara y ustedes me acompañaron
muchas veces… lo mínimo que puedo hacer es acompañarlo a ver a su hermana -Dije
y Alejandro asintió.
-Gracias
Juan, de verdad lo aprecio -Dijo, incluso pensé que me daría un abrazo, pero,
al final no lo hizo. -Aun tengo miedo de que algo le ocurra.
Alejandro
Mi
vida es una mierda… todos me piden cordura y tranquilidad, pero, se les olvida
que tengo 15 y en serio, no siempre me puedo controlar. Sigo con mi tío, es
horrible no estar en mi casa, no poder dormir en mi cama, no ver a mi hermana,
no estar con mis papás. Estoy muy nervioso con todo esto, siento que me estoy
volviendo loco.
En
el colegio me alegra tener amigos, poder hablar con personas sin mencionar a mi hermana… sé que el tema de Santiago se
está pasando un poco, pero molestarlo es lo único que me recuerda que si hay
gente a la que le importo. Juan se me acercó y sugirió que fuéramos a ver a mi
hermana… yo acepté, se supone que mi papá va a venir por mi al colegio así que
él nos puede llevar.
A
la hora de la salida nos despedimos de Esteban y David, nos quedamos en la
puerta del colegio esperando el carro de mi papá. Pasó una hora cuando Juan,
incómodo por la situación, sugirió que nos fuéramos en metro. Jamás en mi vida
había subido en un metro, no me parecía algo tan malo, pero igual no podía
estar feliz de que mi papá no llegara, lo había prometido.
La
estación quedaba a 20 minutos del colegio, no sé como hace Juan todos los días.
Se me hizo tan extraño que no recibieran tarjeta para comprar un tiquete, pero,
a los demás parecía hacerles gracia. Me sentía muy raro y torpe, Juan me estaba
guiando todo el tiempo, tuvimos que cambiar de línea y yo ni siquiera sabía
dónde quedaba el hospital. Mientras esperábamos en tren de la línea roja Juan
empezó a recordar a su hermano.
-
¿Te acuerdas cuando todo el colegio se enteró de mi hermano? -Preguntó y yo asentí.
Fue un mal momento, él ya nos había contado antes y al igual que yo con mi
hermana, no quería que nadie se enterara.
-Si,
esa profesora idiota no tuvo que contarles a todos para que “te trataran con
comprensión” -Dije, recordando con ira cómo Santiago había hecho algo similar.
-En
ese momento yo sentí lo mismo, digo, yo solo quería estar con mi hermano y mi
familia… y que los demás me trataran igual -Entendía mucho más de lo que
quisiera a lo que refería.
-y
por su culpa no pudiste -Terminé la frase.
-Exacto,
pero ahora… pienso que fue lo mejor que me pudo pasar… yo en verdad necesitaba
apoyo de los demás, no lo quería aceptar porque soy orgulloso, pero a veces sus
palabras de aliento era lo que me mantenía cuerdo… es horrible ver como tu hermano
se está… ya sabes… pero, uno tampoco se puede destruir y destruir a los demás
-Y ahí entendí por dónde iba la cosa.
-Yo
no le pedí a Santiago que lo hiciera -Me defendí.
-Y
yo no le pedí a la profe que contara -Dijo. -Santiago no está bien, el bullying
puede dañar mucho a una persona, y él es vulnerable.
Entendí
su punto, pero, me molestó que estuviera defendiendo a Santiago. Iba a empezar una pelea cuando vi a mi papá
regresando al hospital con ¿comida?
-Papá
-Grité en medio de la calle, la verdad no me daba vergüenza.
Cuando
me vio abrió mucho los ojos, supe que acababa de recordar que tenía que ir por
mí al colegio.
-Chicos
¿cómo llegaron? -Preguntó impresionado.
-En
metro -Contestó Juan como si eso fuera natural.
-
¿CÓMO SE TE OCURRE? -Me gritó y eso me enojó más.
-PUES
PORQUE QUERÍA VER A MI HERMANA… ME PROMETISTE IR POR MI AL COLEGIO Y YA HABÍA
PASADO MÁS DE UNA HORA.
-Se
me olvidó Alejandro, debiste llamar -Yo sí lo llamé… -Más bien aprovechemos el
tiempo y ves a tu hermana.
Asentí
y subí junto con él a un cuarto, ella estaba sola, tenía una cosa en la nariz
que la hacía ver como un elefante… la verdad se veía terrible. Con ojeras, con
un suero, noté que su pelo se le estaba cayendo... y ahí fue cuando me puse a
llorar.
No
sé porque justo en ese momento subió Juan y al verme me dio un abrazo y me
dijo:
-No
te preocupes, ella estará bien -Quería mucho que así fuera, por eso asentí.
Hola me encanta mucho tu historia continua por ti soy nueva seguidora
ResponderBorrarEnserio que odié mucho a ese señor porque le dió un montón con el cinturón y ni hizo nada tan grave!! Y la mamá peor porque ella debió defenderlo y no decir que se lo ganó.. pobre Andrés le fue muy mal estando en esa casa!!
ResponderBorrarY que mal siguieron tratando a Santiago lo ponen cada vez peor!!
Y espero que la hermana de Alejandro se recupere y coma mejor para que la dejen salir del hospital!! Que bueno que Juan Felipe está para apoyarlo!!