ღ.Despertar.ღ

 

Los ojos de la joven que llevaba un mes en coma después de ser brutalmente golpeada por sus compañeras se abrieron y sintió un gran ardor en su garganta, asustada intento gritar; pero no lo logro ya que en ella se encontraba un extraño tubo, desesperada llevo su mano derecha a la boca para retirarlo, tenía algo que le clavaba y le dolió moverla así que comenzó a respirar en 8 tiempos como le había recomendado su psiquiatra cada vez que sintiera que entraría en un cuadro de pánico. 

Una vez que se comenzó a tranquilizar, los pitidos del monitor cardíaco comenzaron a disminuir; esto significaba que su pulso volvía a la normalidad al mismo tiempo que sus ojos derramaban lágrimas, de pronto estas se detuvieron al sentir como de pronto alguien cogía su mano y le susurraba en su oído derecho.

- Estarás bien, todo está bien cariño.- Aseguro Ana Lucia, mientras tocaba el botón para llamar a la enfermera a un costado de la camilla de su sobrina.

Isis una vez que fue estabilizada y atendida por las enfermeras, observo a su alrededor confundida y trato de identificar a las personas al interior de la habitación, pero no lo logro ya que aún estaba adormilada por los calmantes y el resto de medicamentos que le habían administrado durante todo ese tiempo, ella estaba confundida solo recordaba que se encontraba en el suelo siendo pisada y pateadas por Ámbar y sus amigas.

Ana lucia por sus parte acariciaba su cabeza mientras las lágrimas se deslizaban por su rostro al escuchar al doctor sobre los siguientes pasos para la recuperación de su sobrina, Isis pestañeaba lentamente, y al ver que no lograba entender lo que le medico decía comenzó a recorrer la habitación hasta que sus ojos se toparon con un hombre de costado a ella quien oía atentamente al médico.

- Ok, gracias doctor. – Escucho al fin su voz y el monitor del corazón comenzó a ir a un ritmo más rápido.

- ¿Papá?- Dijo mucho dolor, su voz sonaba ronca y un tono muy inferior al de ella.

Isis pensaba que era una alucinación ya que había pasado un tiempo en que no lo veía, específicamente desde que escapo de su casa un tiempo atrás. Pero su padre se acercó rápidamente y beso su cabeza, al mismo tiempo que la chica con cuidado deslizo su mano con la vía intravenosa por su rostro mientras su papá la observaba con una tierna y cálida mirada que le hizo sentir protegida y feliz, y entendió con ese gesto que ya la había perdonado, Isis de un momento a otro atrajo del cuello a su padre y le susurro al oído.

- ¿Dónde... dónde estamos?- Dijo aun adormilada por los sedantes que le habían administrado por el dolor y con un hilo de voz

- En la clínica, estamos... en la clínica mi vida...- Aseguro acariciando el rostro de Isis

- Espera... ¿Clínica?- Repitió, murmurando

Observando a su alrededor notando las vendas en su pecho; el cual le dolía mucho, además de su brazo derecho que se encontraba enyesado, su boca también le dolía mucho y al lograr tocar su labio pudo notar que este estaba roto y caliente, nerviosa paso uno de sus dedos por su dentadura y se tranquilizó al notar que estaba completa y fue cuando recordó la golpiza y las lágrimas comenzaron a fluir de sus ojos

- Shh shh... no te preocupes cariño, ¡¡ Ellas serán castigadas y sancionadas!! Hay grabaciones de lo que te hicieron ¡Así que no te preocupes!... los abogados se harán cargo de todo.- El Padre consoló a su hija que se quejaba del dolor de sus costilla al intentar moverse, luego le entrego una libretita para que apuntara lo que quisiera decir.

- ¿Cuánto tiempo estuve dormida?- Escribió

- Cuatro semanas hija.- Isis al oír eso movió la cabeza en señal de desapruebo

- No lo puedo creer. – Aseguro esta vez con letras grandes y un dibujo de una carita triste.

- Si, cariño créelo, y ademas no sabes lo peor grrr

- Que papá, ¿Qué es lo peor?- Pregunto esta vez susurrando con poco aire, la chica no podía hablar bien.

- Debieron operar cariño, tienes una cirugía en las costillas, otras dos cirugías en tu brazo... Mmm aunque no estoy seguro específicamente de lo que hicieron, pero le preguntaré al médico y luego te digo.- Respondió y cuando la chica pensó en preguntar más detalles fue interrumpida por una voz por alto parlante

"ATENCIÓN A TODOS, LAS HORAS DE VISITA TERMINARÁN EN 5 MINUTOS"

- Isis, nos tenemos que ir.- Dijo Ana Lucia al oír la voz femenina presionándolos para retirarse de la clínica.

Víctor respiro acongojado y triste para luego retirarse con su cuñada, pero antes de salir un ruido lo detuvo y al girar vieron como Isis había tirado la jarra de agua al suelo, para llamar su atención, al acercarse la chica susurraba

- ¡Noooo!- Rogo – Papá Por favor... ¡No te vayas!- Víctor se sorprendió al oír a su hija, Isis estaba muy débil para hablar, así que entendido su desesperación y trato de tranquilizarla

- Hija, iré a preguntar al médico y veremos que dice.- Aseguro al notar el temor de Isis, no la iba abandonar en un ese lugar sola y menos cuando lo necesitaba, pero sabía que estaría complicado ya que Isis se encontraba en la Unidad de cuidados intensivos y las visitas en ese lugar estaban muy restringidas.

Víctor, Luego de hablar con el doctor de Isis y conseguio una autorización especial para que él y su cuñada que les permitía visitara a cualquier hora del día a la chica, debido al trabajo de Ana lucia, pero esto para ella no fue suficiente y tuvo una idea y se la expreso al médico mientras con delicadeza tomo la mano de su sobrina con la vía intravenosa  con la mayor precaución beso su mano y pregunto.

- Doctor, mi sobrina ya está despierta, entonces me preguntaba si era posible ¿Llévale a casa y cuidarla allí?- Sugirió Ana Lucia mientras sonreirá a Isis

- Doctor, podemos contratar a una enfermera y adecuar su habitación y también podemos...- Comenzó Víctor a entregar garantías de que la chica estaría bien al cuidado de ellos en casa, pero el doctor lo detuvo.

- Señor, lamento informar que la salud de Isis es delicada, y deberá estar hospitalizada por un tiempo más hasta que salga del riesgo en el que se encuentra.

- ¿Tan grave es? Pregunto Isis con mucho esfuerzo.

- Sí, sufriste una laceración pulmonar y eso lo debemos tratar, es complicado pequeña así que deberás estar aquí un tiempo y veras como te recuperaras muy bien. – Aseguro el doctor antes de pedirle al padre de Isis y a su tía que le acompañaran fuera de la habitación para explicarles con más detalles el estado de salud de la chica.

Y así Mientras Isis en la clínica era mimada por su tía y padre, Pablo montaba una pataleta en el auto de su padre mientras este conducía a casa después de recibir una llamada de su mujer.

- PAPAAAAAA pero yo quiero ir ¡AHORA!....- Exigía por tercera vez con los brazos cruzados dentro del auto frente a la negativa de su papá.

Pablo estaba ansioso por ir a la clínica, Ana Lucia les había enviado un mensaje respecto a la salud de Isis y el chico al enterarse que había despertado del coma deseaba correr a la clínica, 6 fue por esto que llamo a su padre, pero antes de decirle algo la inspectora entro al salón y le solicito retirar sus cosas ya que su padre lo esperaba en dirección.

- HIJO, por tercera o cuarta vez, Isis no puede recibir vivitas... ¡no te enfades!, escuchaste a su tía, tú amiguita aún sigue en riesgo y pasara un tiempo en que la puedas visitar, Paciencia hijo, Isis estará bien... pero debemos tener paciencia.- Aseguro mientras acaricio el rostro de su hijo menor cuando comenzaron a caer lágrimas de su rostro.

- Pero... papi yo solo...- Comenzó a sollozar.- Quiero sniff verla por la ventana, no es necesario subir a su habitación, Ana lucia puede mover la cama y así podemos conversar con gestos papito sniiif

El Padre de pablo al ver a su hijo en ese estado se orilló y detuvo el auto, luego se quitó el cinturón de seguridad y bajo, al rodear el auto Pablo lloraba muy angustiado, el susto, estrés y ansiedad le habían pasado la cuenta este fatídico mes. Luego de abrir la puerta le quito el cinturón también a su hijo, ayudado a bajar para luego abrazar fuertemente y fue en ese momento en que el chico se desarmo, Baltasar nunca había visto llorar de esa forma a su pequeño, su llanto era tan lastimeramente que su padre no pudo ser fuerte y lloraba al mismo tiempo que él.

Una vez que su hijo se tranquilizó se dirigieron a una heladería y le compro un helado específico, sabía el sabor que lo podía ayudar ya que lo había descubierto un tiempo atrás cuando Pablito tuvo un colapso.

ღ....Recuerdo de Baltazar....ღ

una mañana, al despertar y después de buscar a Martin Su hermano de en medio no lo encontró después de un grave suceso que había vivido un par de meses antes, Pablo ese día se levantó temprano para desayunar con Martin y vio que su cama estaba desecha, luego se dirigió a donde estaba Julián y al preguntar por su hermano este le confesó que sus padres habían decidido llevarlo a una clínica psiquiátrica y fue en ese momento en que Pablo corrió casi media ciudad al trabajo de su padre y entro aceleradamente y sin avisar a su secretaria, llorando y totalmente roto por alejarlo de su hermano, de esa manera tan injusta según su hijo.

- Tranquilo hijo.- Dijo el padre acercándose a la puerta para cerrarla, al mismo tiempo que observo a su secretaria con un rostro de desaprobación, esta le regreso la mirada con gesto de disculpa o expresando con sus manos tratando de explicar que el chico entro como loco y ella no pudo hacer nada al respecto.

Baltazar al cerrar la puerta se acercó a Pablo quien tenía 13 años en ese momento y lo tomo por los hombros tratando de hacer contacto visual, su hijo jadeaba de tan forma por el agotamiento y la ansiedad que traía que él solo atino a ofrecerle un trago de agua, pero su hijo lo aparto.

- No quiero nada de ti, eres  un padre horribleeee, ¿Como fuiste capaz? ¡¡Papá!!, ¿No te importamos, mi hermano? ...Se convirtió en una vergüenza que debías ocultar ¿Verdad? respóndeme.- Reclamo con dolor.

- Pablito no fue eso, es que los abogados.... dijeron que era la mejor opción para tú hermano, en lo que estuvo involucrado es muy grave hijo y estaba todo muy complicado....ellos dijeron que lo mejor era llevarle una clínica terapéutica para internarlo.

- ¿Cómo pudiste hacerle eso?- Comenzó a llorar y reclamarle a su padre.- Martin confió en ti, ¡prometiste ayudarlo! y en vez de hacerlo, ¡lo exilias, escondes y encierras!... él te amaba, yo te amaba, pero ya Noooo. Snifff ahora te odioooo

- Hijo, cuidado, deja que te explique...

- Explicar ¿Qué?, ¿Que internaste a tú hijo porque no supiste que hacer con él?....lo alejaste de nosotros cuando es en este momento cuando más nos necesita, te odio papá...no papá no... esa palabra te queda grande, cuando no eres más que un asco de ser humano y un maldito ¡Hijo de pu.....!- Pero Pablo no logro terminar la frase, su padre lo había abofeteado y ​​se echó a llorar.

Baltazar apretó los labios estaba estresado por todo lo que estaban viviendo como familia, para él había sido terrible la decisión de internar a Martin en una clínica psiquistrica, pero era la mejor opción a su entender, este junto a su esposa , ya que no soportaria que uno de sus hijos pasara un tiempo en la cárcel mientras se investigaba el accidente en el que se vio involucrado y murieron personas, así que si su hijo menor lo quería llamar egoísta lo aceptaba , pero jamás permitiría un lenguaje vulgar, aceptaría otros términos , pero tal falta de respeto no, y a su madre y la abuela menos... ella no tenía culpa así que él , Pablo y otros hijos respetarían su memoria, ya que ella había fallecido en un horrible accidente un tiempo atrás.

En eso pensaba cuando observo que su hijo menor saliera de la impresión, él y ningunos de sus hijos habían recibido una bofetada, así que se impactó cuando su hijo comenzó a llorar de tal forma y termino destruido en él en el suelo sin saber que hacer 

- ¡Lo arruinaste papá!- Aseguro frotando su mejilla y Cayó de rodillas echándose a llorar en brazos de la secretaria de su padre.- Buaaaaaaaa, buaaaaaaa buaaaaaaaaa.-

Lita la secretaria de Baltazar entro a la oficina con un vaso de agua con azúcar al mismo tiempo que vio cómo su jefe abofeteaba a su hijo, mientras Baltazar quedaba paralizado unos momentos esta se acercó y abrazo al chico ofreciendo agüita a sorbos , pero Pablo no lograba tragan nada, le dolía mucho el pecho y cuando su padre estuvo junto a él, Lita se levantó y apago la luz de la oficina, para que no fueran interrumpidos, sabían que debían conversar y al ver la luz apagada del despacho nadie intentaría hablar con su jefe ya que pensarían que no se encontraba presente.

Baltazar al ver el estado de Pablo lo atrajo y acuño mientras este se aferraba a su pecho llorando desconsoladamente, mientras este acariciaba su espalda y cabeza en una forma de calmarlo, era una costumbre de calmar un estado de crisis de llanto a sus hijos de esta forma y estaba más que probado, este lo había usado con todos obteniendo buenos resultados, ya que después de un tiempo se tranquilizaban y lograban hablar.

- shssss  mi vida, calma hijo, yo no lo hice por alejar o esconder a tú hermano de nosotros, con tú madre decidimos que era la mejor opción, fue grave mi vida y no podemos permitir que tú hermano vaya a la cárcel...- Pablo comenzó a bajar su nivel de crisis y aunque intento hablar no lo logro, se ahoga.- Pablito, cariño... yo no quería que sufrieras.- Aseguro y besó su cabeza.- Pensamos que era lo mejor,

- Papá... ¡No! sniii sniiiff. Comoo .. sniff como va ser mejor que se lo llevaran así,,, snifff buaaa sin poder despedirnos siquiera y decirleee buaaaa ¡lo mucho que le queremos! buaaaaa.

Y fue cuando Baltazar entendió el error, su corazón se rompió y entendió que habían tomado en ese aspecto una muy mala decisión y no habían pensado en el dolor de sus hijos, Pablo se lo había gritado aquel día desde lo más profundo de su alma.

- Perdón... hijo perdóname, me equivoque.- Dijo con lágrimas rodando por su rostro.

- ¡Nunca te voy a perdonar papá! y el corazón de Baltazar se paralizo... el silencio que envolvió aquella oficina por unos segundo pareció una eternidad y fue Pablo quien rompió el gélido momento. - Aunque hay algo que puedes hacer.- Oriento y fue así que fueron a una heladería y le compro un gran helado de piña con tozos de piña , bañado en chocolate, acompañado con un gran cono de galletas grueso y muy crocante, cuando Pablo se lo acabo pregunto.

- ¿Estoy perdonado?- Dijo con un puchero a su pequeño.

- No, un helado no será suficiente....- Baltazar bajo la vista y unas lágrimas comenzaron a caer por sus ojos, Su hijo menor al notarlo  tomo su mano derecha y la apretó entre las suyas subiendo el rostro de su padre.- La única forma que te perdonemos con Julián es que autorices las visitas a mi hermano las veces que queramos verle, y si debemos faltar a clases ustedes no se interpondrán, es mas solo nos apoyaran.

- Ok, hijo, estoy de acuerdo. Y Pablo sonrió feliz y triunfante al ver que su padre aceptara su propuesta, sabía que para su hermano mayor era más fácil desplazarse que para él.

Al ser menor de edad tenía problemas para hacerlo, pero afortunadamente Baltazar no había exigido o impuesto una forma en la cual ir, como por ejemplo que su madre lo llevaría, así que cambio el tema antes que lo hiciera su papá dejando así la oportunidad de tomar cualquiera de los autos e ir cuando él estimara conveniente.

ღ.... Fin del recuerdo......ღ

- Papaaaa podemos ir a la clínica, preguntamos por Isis y luego regresamos a casa.- Pregunto por octava vez.

- No Pablo y ya ¡es suficiente!!- Advirtió, para luego continuar, pero si quieres podemos llamar y preguntar.

- Grrrrrrr.- Gruño Él chico, se bajó del auto y cogió su mochila, ya se encontraban en casa, sorprendido observo la moto de su hermano mayor junto a los dos cascos. En el cobertizo

Julián tenia clases hasta las cinco de la tarde y aún faltaba una hora para eso así pensó que lo más seguros era que se habían saltado una clase al querer estar solo en casa, generalmente su madre iba por él al colegio y llegaban hasta 5 o 6 de la tarde , así que con esa idea apresuro el paso antes de que ingresara su padre que venía rápidamente detrás de él y una vez dentro cerró la puerta dio un portazo rogando que su hermano y novia entendieran el mensaje, pero de pronto y frente a su sorpresa alguien apareció desde la sala y con una voz un poco débil  y le regaño.

- Que horrible forma tienes de cerrar la puerta.-

Él chico se emocionó al reconocer la voz y las lágrimas comenzaron a caer mientras el ritmo de su corazón se aceleró cada vez más, de pronto se dibujó una amplia sonrisa  al mismo tiempo que limpiaba  las lágrimas  de sus rostro con su brazo y su padre acaricio la cabeza cariñosamente empujándolo suavemente para que se acercara y abrazara a la persona que Pablo quería ver más en el mundo.