domingo, 6 de septiembre de 2015

La decisión de un padre. Parte 1 de 2



La decisión de un padre.  Parte 1 de 2
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Rogelio un hombre de unos 46 años, dueño de grandes embarcaciones pesqueras  y de carga que viajaban por todo el mundo, tiene dos hijos,   Santos de 24 años de bellos ojos color verde,  que ha empezado  a formar una familia, tiene un bebe de un año por lo que vive aparte y  Antoan de 18 años cumplidos igual que Santos ojos verdes, un joven de buena apariencia,  a simple vista parecía un chico engreído y consentido “un hijo de papi que tiene todo” pero era un chico sencillo, torpe,  juguetón, amiguero, muy romántico y muy sensible.
Rogelio: baja los pies del escritorio.
Antoan: jajaja no te enojes.
Rogelio: no me enojo pero sabes dónde van los pies.
Antoan: en el piso, lo sé. Papá puedo salir?
Rogelio: a donde piensas ir? –dijo apartando la vista de los papeles que tenía en mano-
Antoan le dedico una gran sonrisa a su padre,  este no tuvo que preguntar una segunda  vez,  esa cara solo decía una cosa.
Rogelio: cuídate… lleva el sombrero muchacho (un condón)…
Antoan: papáa…
Rogelio: hijo… se a los que vas, te conozco.
Antoan: solo vamos a comer…
Antoan había entrado a la edad y tenía un año en la que su vida sexual era muy constante, su padre no tenía problema con eso, pero sí, el que no agarrara una estabilidad o que le rompieran el corazón a cada rato, un mes estaba con una chica y al otro mes estaba con otra, tenía mala suerte para eso del amor o no sabía escoger una dama para poder estar con ella… al final de cada relación siempre terminaba deprimido, él no era quien rompía dichosas relaciones sino la chica, la mayoría por celos, unas se creían engañadas, pero Antoan no era así, una vez estaba con una chica su atención era solo para esa chica,  era como él lo veía y así lo era, pero tenía amigas y amigos y le gustaba pasar tiempo con ellos y a que chica le gusta que su pareja salga con una amiga…a ninguna.
Rogelio: ya te vas?
Antoan: si, nos vemos en la noche papá.
Rogelio: temprano hijo, estamos.
Antoan: si papá.
Antoan se salió de las grandes oficinas que estaban  en un gran edificio  frente al muelle, todo aquello era de su padre incluyendo las embarcaciones. Rogelio vio salir a su hijo y se asomó por la gran ventana viendo al muchacho salir, saludando a los trabajadores y deteniéndose a ayudarles a bajar una  carga con pescado y por fin retirándose del lugar, Rogelio solo tenía una sonrisa   ese muchacho le traía mucha felicidad a pesar de que su vida no siempre fue llena de gracia.
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Allan es un padre joven o mejor dicho lo fue,  ya que tuvo a su primogénito a la edad de 17 años, tenía tres hijos   Abel el mayor,  Gabriel y  Diego hijo de su segundo matrimonio. Los tres chicos se llevaban bien como hermano normales, se la pasaban fastidiando al de  a lado o discutiendo por todo.    
Allan trabajaba la mayor parte del tiempo pero aun así tenía tiempo para dedicarles a sus hijos y a su mujer. Allan se caso una segunda vez, su primera mujer lo dejo por otro y este se quedó con la custodia de sus hijos, ella peleo por sus hijos pero al final  no tenía un sustento seguro, ella había sido la que incumplió en el matrimonio por lo que perdiendo la custodia de los chicos.
Allan: a ver si dejan de estar peleando por todo.
Abel: yo no fui –decía enojado y con la voz entre cortada un chico de 16 años-  
Allan: tú fuiste el que le pego, te estoy viendo  no estoy ciego.
Abel: él empezó a molestar.
Gabriel: mentira, yo estaba jugando y tú me quitaste es control –un chiquillo  de 13 años estaba pegado a la pared porque ya sabía que a él también le tocaría de la repartición-
Allan: yo les dije que ya apagaran ese mugroso juego, que no quería pleitos porque se los iba a quitar –tomo el juego y empezó a jalar los cables enojado de que por aquello sus hijos se estuvieran peleando-
Gabriel: no papá, tu dijiste que podía jugar una hora y solo juegue un ratito.
Allan: lo siento,  pero si no pueden compartir no lo tocan. –Puso el juego en el sillón y tomando a Gabriel  soltándole  tres con el cinto-
Zasss, zass ,zasss –no quiero que estén peleando-
Gabriel: aaauuu, aiiii buaaaaaa aaaa
Allan tomo el juego y se lo llevo a su cuarto dejando a los dos chicos separados uno en la cocina y al otro en la sala, al poco rato llego Maira con Diego.
Maira: que paso, porque lloran?
Gabriel: mi papá nos pegó con el cinto –acuso a su padre-
Maira: ya no llores, ya, yo voy hablar con papá sí. –fue a la cocina e hizo lo mismo, consoló al más grandecito-
Diego tenía la cara como diciendo “ups que suerte que yo me fui con mi mamá” Allan le daba el mismo trato a los tres y eso era que si los tres estaban peleando a los tres les daba con el cinto o les daba unas buenas nalgadas, todos parejitos eso sí, midiendo la fuera porque sus hijos no eran de la misma edad, uno tenía 16, el otro 13 y el más chico 8 años.
Maira fue hablar con Allan  pero cuando bajo solo les dijo a los chicos que no tenían que pelear y los llevo a los dos a la sala, los dos estarían castigados sin su dichoso juego por toda la semana.
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Abel era cariñoso aunque dijera lo contario,  le gustaba molestar a sus hermanos y meterse en problemas de vez en cuando, su forma de jugar era más pesada, era más tosco en su forma de llevarse por lo que a veces dejaba llorando a sus hermanos sin querer y por lo que terminaba en las rodillas de su padre, pero también era muy protector   más si otros chicos  molestaban a sus hermanos, ¡que para molestarlos solo él tenía ese derecho!  A veces se sentía con todo el derecho sobre estos,  más si sus padres salían y él se quedaba a cargo… en algunas ocasiones les había soltado algún palmetazo en el trasero.
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Gabriel era  risueño, muy alegre juguetón pero también muy sensible cuando lo regañaban o castigaban, solía llorar mucho por lo mismo, pero casi siempre después de cada castigo iba a buscar  su hermano mayor para que lo consolara, se llevaban más ellos dos ya que Diego era  pequeño y él siempre quería jugar con juguetes, carros y muñecos de acción, los otros  ya había pasado su temporada de niños de juguetes.
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Diego era él bebe de casa pero no por ello  lo consentían más,  Maira trataba a los niños por igual, aunque  siendo el pequeño  le traía más beneficios. El niño era muy juguetón le gustaba mucho estar atrás de sus hermanos pero al igual en algunas ocasiones metía a sus hermanos en problemas. Solía hacer muchos berrinches sino conseguía lo que quería, en algunas ocasiones consiguiendo lo que deseaba y algunas otras sola una buena nalgada por malcriado.
De igual forma los chicos seguían mucho a su padre buscando un carriño de él cuándo estaba desocupado, carriño que nunca les fue negado y que a Allan  le gustaba que sus hijos a pesar de que ya estaban entrando a la adolescencia no rechazaran un abrazo o un beso, eso sí, en la calle nunca porque eran chicos ya mayores y que pena para ellos… incluyendo al de 8 años que veía a sus hermanos y de ellos aprendía. 
Paso un mes desde aquel pequeño pleito y entrando el mes de septiembre Gabriel tuvo una mala semana, el lunes en clase tuvo un reporte por romper una ventana, el martes sin querer  golpeo a un compañero y le mandaron otro reporte, el miércoles dejo su libreta en la cama por las prisas y no entrego tarea, el jueves como maldición le tiro a su padre el plato de comida por estar jugando y el viernes para rematar se quedó en la calle, sus llaves se le habían quedaba y no había nadie en casa así que se fue a casa de un amigo que le había invitado a comer, cuando llego a su casa su padre era una  furia porque el chiquillo estaba castigado y tenía que ir directo a casa aunque no hubiera nadie, le habían dejado comida en la nevera para que la metiera en el microondas.
Gabriel: pero papá, deja te explicó. –decía el pequeño jovencito-
Allan: no quiero ninguna explicación, estabas advertido, toda la semana no has hecha más que sacarme canas verdes, sino es por una estupidez es por otra y ya me tienes arto.
Allan no dejo hablar a su muchachito y se lo llevo de la oreja hasta su cuarto donde le dio unas buenas nalgadas y dejándole castigado un mes, muchísimo tiempo, más de lo que  les habían castigado antes,  pero su padre ya estaba enfadado de que Gabriel no entendiera… y el niño pues… no tenía la culpa de tan mala suerte.
Pasaron dos semanas y Gabriel ya pedía, suplicaba para que su padre le levantara el castigo, pero no lo hizo, así que Gabriel que ya se moría de aburrimiento ¡pues se salió! estaría solo en casa, sus hermanos y su madre/madrastra habían salido pero él estaba castigado. Gabriel se fue con unos amigo  a jugar futbol, era tarde pero como sabía que de todos modos le iban a castigar pues decidió divertirse lo más que pudo, porque quien sabe cuándo podría salir otra vez. Esa semana Allan había estado saturado de trabajo, tenía que entregar muchos documentos, trabajaba en el negocio  familiar y él se encargaba de la parte financiera y había cosas que no cerraban… la empresa estaba teniendo perdidas y no sabían porque, pensaron que a lo mejor alguien  estaba robando,  pero Allan no quería incriminar a nadie así que estaba vuelto loco buscando esos faltantes de dinero. Ya molesto y estresado por tanto trabajo y al saber que su mocoso no estaba en casa ya le daba un paro por el coraje que traía. Eran las 8 de la noche cuando su hijo se asomó por la puerta de la casa con algo de miedo, pero entro.
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Gabriel: hola papi -le dijo con una sonrisa como si esta le fuera ayudar un poco-
Allan: y todavía  tienes el maldito descara de sonreír, mocoso idiota.
Gabriel se quedó helado porque su papá estaba molesto, nunca le había llamada de esa forma “idiota” él y sus hermanos se la decían pero cuando salió de la boca de su padre se sintió muy feo, Allan no había medido sus palabras estaba enojado y estaba desquitando su enojo con su hijo. Allan se lo llevo a su cuarto donde le siguió regañando y le castigo por la desobediencia, lo había subido a nalgadas y una vez estuvo en su cuanto,  solo le castigo con la mano, soltando cada palmada bastante fuerte en un trasero sin protección.
Passs, passs, passs, passs, passs, passs, passs , passs, passs, passs, passs, passs, passs, passs, passs, passs, passs, passs, passs, passs, passs, passs, passs, passs, passs, passs, passs, passs, passs, passs, passs, passs, passs, passs, passs, passs, passs, passs –buaaaaa, aaaaa buaaaaaa yaaa, yaa papá-
Allan: ya  papá –arremedo al niño-… sabias que tenía mucho trabajo y no has dejado de quitarme el tiempo con tus estupideces… tener que estar sobre ti todo el maldito día por que no te puedes comportar….
passs, passs, passs, passs, passs, passs, passs, passs, passs, passs, passs, passs, passs, passs, passs, passs, passs, passs, passs, passs, passs, passs,
Allan: Con un carajo Gabriel me has quitado todo el estúpido día, primero por tus estúpidas peticiones y luego porque te largas a la calle, dime si estas estúpido o no entiende, te dije que no ibas a salir y te valió una mierda. 
Passs, passs, passs, passs, passs, passs, passs , passs, passs, passs, passs, passs, passs, passs, passs, passs, passs, passs, passs, passs, passs, passs,-aaaaa buuaaa buua aagg buuuuu-
Allan dejo de castigarlo y lo paro frente a él.
Allan: estas castigado hasta nuevo aviso, no me sacas un pie de esta casa, solo para ir a la escuela… nada más entendiste, ENTENDISTE O NO.
Gabriel: siii, siii
Allan salió de aquella habitación  dejando al chiquillo  solo con apenas una camisa puesta, Gabriel se metió a su cama tapándose, le dolía mucho su trasero, se sentía mal con las palabras que su padre le había dicho. Se quedó dormido y nadie le despertó, se levantó temprano buscando algo de comer y al no encontrar nada se metió a bañar y se regresó a su cuarto a dormir un ratito mas pero ya no pudo dormir, le dolía el estómago al recordar las palabras de su padre, repitiéndose así mismo que era un estorbo, era muy sensible con las palabras y su padre no se había medido con ellas, pero tampoco había sido su intención, no se había enterado de las palabras que había usado, en ese momento estaba molesto y una vez termino el castigo se fue a las oficinas a trabajar, no llegaría hasta terminar y averiguar lo de la perdida de dinero.
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Antoan: papá puedo ir con tus trabajadores a la pesca de esta semana –le gustaba mucho el mar-
Rogelio: No, ellos van a estar fuera toda la semana.
Antoan: vamos papá, no tengo clases,  quiero ir.
Rogelio: no hijo, lo siento mucho pero no puedes ir –lo tomo y le dio un beso en la cabeza saliéndose de su casa-
Pero a un chico cuando le dices que no, pues no siempre para ellos es un “no”, sino   más bien un  “tantea la situación”, “lo puedes lograr”, “quien se va a dar cuenta”, “para cuando se entere ya estaré de regreso” y con esas palabras en su mente el muchacho se coló a una de las embarcaciones que saldría  por la tarde. Antoan había sido dejado por la novia por la misma situación anterior a esa, la chica había creído que él estaba  saliendo con alguien más pero eran solo locuras que pasaban por las cabezas de esas niñas tontas solo porque alguien se le quedara viendo pues ya creían que el andaba tras de otra, el chico tenia apariencia, era un buen partido para cualquiera y sobre todo era guapo. Antoan quería salir un rato a mar abierto, olvidarse de su mal de amores y lo logro pero la tripulación lo vio y pues sin más se regresaron perdiendo un día muy valioso para ir a pescar, regresaron,  ya era muy tarde pero no podían arriesgar al hijo del patrón más si este no tenía la autorización de su padre.   
Rogelio estaba en el muelle esperando a la embarcación que se habían comunicado de que iban de regreso. Una vez llegaron Rogelio les dijo que no se preocuparan que les pagaría los días perdidos.
Rogelio: Jovencito te dije que no podías ir, así que muévete.
Passss, passss, passss –papáaaa aauuuu espera- -se le marco la cara de pura vergüenza ya que los pescadores estaban presentes y muchos soltaron la carcajada-
Rogelio llevo a su hijo a casa era tarde o de madrugada mejor dicho, eran las 3 am. Llego hasta su cuarto y entro con el muchacho llevándolo directo a su cama no precisamente para que el durmiera.
Antoan: papá espera, espera –trataba de que su pantalón quedara donde mismo pero su padre no se lo dejo, se lo saco con todo y calzoncillos-
Rogelio: lo que hiciste fue muy peligroso y lo peor te has ido sin mi autorización…
PASSSS, PASSSS, PASSSS –tronaron las nalgas del muchacho y su padre lo hizo tumbar -  
PASSSS, PASSSS, PASSSS PASSSS, PASSSS, PASSSS PASSSS, PASSSS, PASSSS PASSSS, PASSSS, PASSSS PASSSS, PASSSS, PASSSS PASSSS, PASSSS, PASSSS PASSSS, PASSSS, PASSSS PASSSS, PASSSS, PASSSS
-auuuu, ayyy pa, aaagrr espera yaaa, duele-
Rogelio: es para que te duela y te quede grabado el mensaje
PASSSS, PASSSS, PASSSS PASSSS, PASSSS, PASSSS PASSSS, PASSSS, PASSSS PASSSS, PASSSS, PASSSS PASSSS, PASSSS, PASSSS PASSSS, PASSSS, PASSSS PASSSS, PASSSS, PASSSS PASSSS, PASSSS, PASSSS
 aaaaau, paaa, ya, espera. –trataba de pararse- 
PASSSS, PASSSS, PASSSS PASSSS, PASSSS, PASSSS PASSSS, PASSSS, PASSSS PASSSS, PASSSS, PASSSS PASSSS, PASSSS, PASSSS PASSSS, PASSSS, PASSSS PASSSS, PASSSS, PASSSS PASSSS, PASSSS, PASSSS
Rogelio: no puedes salirte así sin más y lo sabes jovencito.
Antoan: te deje una nota.-la voz la tenía cortada-
Rogelio: y tú crees que con una nota yo te iba a dar el permiso - PASSSS, PASSSS, PASSSS PASSSS, PASSSS, -
Antoan: aauuuuuu yaaa, me duele –tenia lágrimas en los ojos, la mano sí que quemaba,  era pesada y abarcaba buena parte de las nalgas-
Rogelio: estas castigado entendiste.
Antoan: si shiifff, perooo yo quería ir. Buuuaaaa –se puso a sollozar- Lulu me dejo, porque?… yo la amaba papá…
Rogelio: aaayy hijo -cuantas veces no había escuchado eso, pensó- todo por una chica, lo que pasa es que no has encontrado a la indicada pero la encontraras algún día… anda, que te prometo que en un mes ya estarás muriendo por otro mocosilla.
Rogelio consoló a su muchacho y lo acostó a dormir. Una vez se quedó dormido,  él también se retiró sin antes acariciar la otra parte de la cama que hacía un  año estaba vacía.  
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Rogelio había salido de viaje por negoción,  con la compañía de su hijo Antoan, una empresa quería recibir productos del extranjero y utilizar sus  servicios así que había viajada por varias horas en el avión recorriendo casi la mitad del planeta para hacerlo, le gustaba conocer a sus clientes además de que en el lugar ya tenía algunos a los que fue a visitar y hablar de negoción,  aprovecharía la situación y tomar un descanso fuera de su localidad.
Antoan: mira.
Rogelio: que es?  Hijo, hijo, hijo.-movía la cabeza-
Apenas tenían dos horas de bajar del avión y su hijo ya tenía tres números telefónicos apuntados en la mano.
Antoan: vamos papá no tiene nada de malo conocer chicas.
Rogelio: no, yo sé que no, el problema es que tú te pongas a llorar por ellas.
Antoan: papáaa
Se quedaron hospedados en un gran hotel, al día llego Santos su hijo mayor que era su brazo derecho en los negocios en esos últimos años, el lugar tenía su propio puerto por lo que la mayoría de productos  llegaban por ese medio.  
El segundo día poco después de la llegada de Santos fueron a verse con los nuevos clientes, ellos eran los mediadores entre uno y otro comerciante, en esta ocasión en las embarcaciones de carga tendrían que exportar  materia prima que necesitaban sus nuevos clientes. Estuvieron hablando ambos empresarios, Rogelio tenía un status grande y amplio por todos los continentes, desde Asia hasta América lo conocían.
Antoan no estaba dentro de la junta era un muchachito, que sí conocía el trabajo de su padre, aun no era acto para tratar esos temas.
El señor Miguel un hombre de unos 67 años era el dueño de aquella empresa y sus hijos le ayudaban, Allan era uno de ellos y estaba dentro de la junta, era el que se encargaba de las finanzas así que no se podía quedar atrás a pesar que de que  era el hijo más chico, también estaba Omar el mayor (44años) que se encargaba de que el trabajo se llevara a cabo, si se presentaba algún problema con la maquinaria él era el encargado de la supervisión o de la reparación de estas y estaba Maciel el mediano (41 años) que trataba directamente con los cliente (se encargada de las ventas). Y todos toman las decisiones aunque era Miguel el que tenía la última palabra y sus hijos la respetaban.
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La junta no fue terminada ya que una llamada interrumpió, Rogelio se salió de la junta en busca de su hijo menor. Cuando llego a donde estada… pues nada, que iba hacer, el chico se había quedado en el hotel pero de estar aburrido el mocoso se había puesto a  tontear arrojando un jarrón que estaba como decoración y ¡SAS! se cayó y se rompió cortando al muchacho que estaba descalzo haciéndole un corte en un dedo y en la mano, al tratar de evitar que el florero cayera sus reflejos lo llevaron hasta el piso pero pues ya no lo pudo rescatar  consiguiendo un corte también en la mano.
Antoan: perdón, por sacarles de la junta.
Rogelio: no te preocupes por eso, me es más importante un hijo que un negocio, dinero no me falta hijo. Pero dime que rayos estabas haciendo?
Antoan: yo? yo no hice nada malo, el jarro se cayó solo.
Santos: no quieres que papá te meta una chinga verdad.
Antoan: papáa
Rogelio: solo dime que hiciste.
Antoan: me puse a jugar… ya estaba  enfadado, si me hubieras dejado salir esto no hubiera pasado. -declaro- aaa papá espera que haces?
Rogelio se acercó al muchacho y lo dejo viendo al piso bajando el short que tenía puesto y los bóxer blancos que traía.
Antoan: espera, espera, noo.
PASSSS, PASSSS, PASSSS, PASSS, PASSSSS
Rogelio: no me culpes  por tus errores, si no te deje salir es porque no conoces el lugar nada más.
PASSSS, PASSSS, PASSSS, PASSS, PASSSSS –aaaauuu ya-
Rogelio soltó al muchacho dejándolo en la cama con una cara de niño sufrido por que se lo habían sonado en frente  de su hermano mayor  y a pesar de que este  ya tenía un hijo le gustaba  burlarse de su hermanito. Antoan se subió la ropa sobándose por encima de esta.
Antoan: perdón…. Auuu me dolió.
Santos: ándale sigue culpando a  papá, ya sabes que no tienes por qué hacer eso –le dijo serio-
Antoan: lo siento –dijo bajando la cabeza-
Rogelio: ya déjalo así, la próxima reunían te vas a ir con nosotros.
Antoan: ooo pero me aburro.
Rogelio: no, no eres burro.
Santos: así naciste jajaja
Antoan: papáaa. –acuso a Santos que se burlaba de el-
La  segunda junta que hicieron  Antoan asistió sentándose  a un lado de su padre y su hermano sin decir ni pio, con los audífonos y el teléfono en una mano mientras la otra estaba con gasas  y una maña para sostenerlas.
La junta estuvo perfecta llegaron a varios acuerdo pero los dueños de aquella empresa que estaba creciendo no podían evitar dejar de ver al joven que estaba sentado en aquel lugar. ..
Al finalizar la reunión Miguel los invito a una comida para cerrar el trato, Rogelio seria su trasportista y su medio de comunicación y mediador con la empresa que los abastecería de materia prima.  Ese día por la tarde Rogelio fue a visitar a sus demás clientes, algunos le compraban mariscos que era en sí su fuerte de trabajo y otros usaban sus barcos para trasporte de otros productos.
El padre de Rogelio había sido pescador… tenía botes, con el tiempo fue comprando botes más grande hasta llegar a los barcos pesqueros, Rogelio se fue metiendo de fondo a lo que su padre hacia pero hizo crecer  más la empresa, cuando logro eso el puerto también creció y empezó a exportar  a otros países Rogelio era un hombre querido por aquello, pero un tiempo estuvo fuera del puerto manejando asuntos familiares,  dejando a alguien de su total confianza a cargo. 
Al día siguiente Rogelio, Santos y Antoan se fueron a una gran casa como invitados. Todos los nietos de Migues estaban… todos a exención de uno que se le había declarado muerto hacia casi 3 años después de seis  meses  que desapareciera y solo se encontrara uno de sus tenis en uno de los muelles.
Allan había perdido a un hijo, Gabriel, en aquel entonces 13 años, justo después de que él le regañara por salirse de su casa, Allan se había  amargado la vida después de eso, lo busco por todos lados pero la policía decía que lo mejor era cerrar el caso, lo más seguro es que el chico haya caído al agua y que la corriente del mar se lo llevara, así es como se habían  establecido su muerte.
Hoy en día Allan ya estaba más tranquilo pero no por ello había superado la muerte de su hijo, nunca encontró un cuerpo y no descansaría hasta saber que paso con su hijo, que a este tiempo estaría por cumplir los  17 años.  
La comida fue muy tranquila hablaron de negocios, Antoan estaba metido en el teléfono con una de las chicas que le había dado su número telefónico  estaba hablando con ella,  las primeras horas se empezaron a mensajear  y después ella le empezó a llamar profesándole todo el amor y que eso era amor a primera vista, Antoan también lo creía así y suspiraba en el teléfono. Rogelio había entrado al baño y cuando regresaba le quito el teléfono…
Antoan: papá estoy hablando con mi novia.
Rogelio: la conociste hace dos días hijo, como es que ya son novios?
Antoan: fue amor a primera vista, a ella le gustan viajar y navegar… y a mí me encanta navegar somos tal para cual.
Santos: ay hermano –movía la cabeza sin poder creer que su hermano no cambiara-
Rogelio: olvídalo.-se guardó el teléfono-
Miguel: un chico muy enamoradizo ee y cuántos años tienes?
Antoan: voy a cumplir los 19.
Allan no podía evitar ver al chico como le recordaba a su hijo, pero este tenía casi los 19 y su pequeño estaría entrando apenas a los 17 (16 años 10 meses)… casi dos años de diferencia Allan solo aspiro con tristeza hundiéndose en sus recuerdos, era imposible no verlo, incluso el mayor tenía algo de parecido.
Omar: eee  toma, te tranquilizara. –le dio un tarrito/ o caballito como aquí les dicen de tequila-
Allan se lo empino mientras escuchaba hablar a su hermano.
Omar: sé que se parece, pero ve las edades es mucho y los dos muchachos se parecen al señor Rogelio.
Allan: lo sé… y ya tome la decían de dejarlo ir, pero… me gustaría tan siquiera  encontrar su cuerpo.-agacho la cabeza y cerró los ojos, se había prometido ser fuerte por su familia- 
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Finalizo la reunión y partieron al hotel, Antoan castigado porque su padre le decomiso el teléfono, no quería que se liara con otro supuesto amor que terminaría como los demás.
Al cuarto día de estar en el lugar Antoan  salió con el permiso de su padre a un antro que estaba en la ciudad acompañado de su amor a primera vista (número sabe cuál… ya perdí la cuenta), consumió alcohol, ya estaba  pasadito de copas, estaba contento a pesar de que caminaba con un poco de dolor por el dedo lesionado, una chica le empezó a coquetear pero él ni sus luces con las intenciones de la joven, se pusieron hablar…  y cuando la chica que iba con él regreso le armo un escándalo terminando el afuera del antro sentado en una baquita. Alguien que estaba en el antro le conoció y despidiéndose de sus amigos se salió.
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Abel: ee te gusta armar lio con las chicas e.
Antoan: ee mmm yo, yo no sé qué hago mal, siempre termina igual, las chicas quieres estar conmigo pero siempre terminan  conmigo –dijo poniendo una carita muy sentimental de niño regañado- mm tu eres el señor de la reunión.
Abel: soy Abel… y no soy un señor tengo 20 años… tu eres el hijo del señor Rogelio… no?
Antoan: si –dijo con una sonrisa pero quitándola rápido- pero me va a matar cuando vea que he tomado tanto.
Abel: jajajajaja … ya, si sabes que te van a decir algo ¿porque tomaste tanto?
Antoan: ee porque lo que me han dado sabía muy bien.-dijo con una sonrisa-
Abel: cuantas has tomado?
Antoan: muchas…-admitió-
Abel: aaa… quieres que te lleve.
Antoan: no, no quiero molestar.
Abel: no es molestia, vamos  te dejo en el hotel en el que se han hospedado, no queremos que el hijo de un gran socio se haga daño jeje. (estaba empezando a trabajar con su padre)
Los dos muchachos se fueron, Abel tenía carro así que lo  iba a dejar en el hotel.
Abel: y estas estudiando?
Antoan: si,  estoy en la Universidad, estoy tomando contaduría.
Abel: para ayudarle a tu padre supongo.
Antoan: sii, jeje bueno es que, es lo que mejor se me da jejejeje no soy muy bien con otras cosas.
Abel había salido temprano del antro eran 12pm  a pesar de que había anunciado que llegaría como a las 4 de la mañana, pero se sentía con la necesidad de cuidar aquel chico como si lo hiciera por su hermano.
Antoan: tu no tomas… no tomaste o si?
Abel: si tome pero muy poco, tú te has empinado copa tras copa, te he estado viendo.
Antoan: jeje es que cuando me dejan salir a lugares así… aprovecho, total después estaré castigado.
Abel: mmm perdón por lo que te voy a decir… pero, no estas ya grandecito para que te castiguen… en fin ya eres mayor de edad.
Antoan: eso es lo  que yo le digo a mi papá…mmm jejeje pero sabes es que soy menor de edad…
Abel: dijiste que vas a cumplir 19 años.
Antoan: si en un año los cumplo… mmm de hecho no estoy muy seguro ooo a lo mejor y si soy mayor jejeje no sé.
Abel detuvo su carro estacionándose un momento.
Abel: como no sabes?
Antoan: no, no sé, no sé quién soy, mi papá me acogió como su hijo…aaagg tengo sueño.
Abel: no te ofendas, ni lo tamemes a mal.
Antoan: qué?
Abel le levanto la camisa al muchacho que estaba ebrio…
Antoan: eeey ee que haces, yo no me llevo así… a mí me gustan las mujeres.
Abel: lo siento… creí que tenían un animal… tu camisa se estaba moviendo muy raro.
Antoan: aa yo no sentí nada. –dijo tocándose la  camisa y levantándosela-
Abel: no te preocupes ya  se ha salido.
Antoan: y que era?
Abel: una cucaracha –dijo sin prestarle mucha importancia a lo primero que se le vino a la cabeza-
Antoan: aaaa que.. quítala, quítala… no me gustan esos bichos.
Abel: tranquilo ya te lo quite.
Anton: que asqueroso debería limpiar tu coche que tal si a la próxima es una rata.
Abel llevo al muchacho al hotel, recogiendo todos los datos, el nombre del hotel, y el número de cuarto para así  retirarse a su casa.
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Antoan era el hijo de Allan, pero el chico no lo sabía, casi cuatro  años atrás se había caído pero no cayó al agua sino a uno de los barcos que partían del puerto, uno de los barcos de carga de Rogelio, el niño había perdido la conciencia en cuento cayo, pero nadie le había visto sino hasta después de 14 horas que fue  cuando alguien lo encontró creyeron que era un polizonte habían hecho barias paradas en distintos muelles cuando lo encontraron ya estaban en mar abierto y el jovencito estaba muy mal y deshidratado, los que lo encontraron creyeron que había sido del último lugar al que fueron, era un lugar  humilde por así decirlo y creyeron que el niño quería ir como polizón, no sabía,  pero no creían que llevara mucho tiempo ahí  ya que donde estaba, el sol le hubiera dejado la piel marcada pero su piel no mostraba daños  así que tenía que tener unas pocas horas, lo que ellos no sabía era que llevada bastante tiempo en el barco, y si, el sol le hubiera hecho grandes quemaduras desde el momento en el que  cayó a la embarcación pero uno de los navegantes sin darse cuenta del chico había aventado algunas lonas que cubrían mercancía que tenían que entregar tapándolo del sol abrazador y manteniendo el cuerpo fresco por las brisa que alcanzaba a llegar por las olas del mar.  Llevaron al niño a uno de los camarotes donde se encargaron de sus cuidados.
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Abel: papá, papá…
Allan: qué?  mmmm llegaste temprano, que paso? –Decía adormilado-
Abel: papá, es Gabriel… el hijo del señor Rogelio es Gabriel, es mi hermano… papá.
Allan: hijo, hijo no, no es tu hermano, tu hermano está muerto, que tonterías dices hijo…
Abel: tiene la mancha abajo del pezón derecho, él me ha dijo que no era hijo del señor Rogelio que él le había acogido como su hijo… pero que no lo es… papá es mi hermano.
Allan se despertó con esa noticia y no perdió el tiempo en llamar a su padre ya que era el que tenía el número de teléfono de aquel hombre. Fue así como se quedaron de ver para tratar  unos “asuntos de negocio” antes de que partieran.
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Miguel: disculpe que le haya hecho  venir otra vez.
Rogelio: no hay problema. De que era lo que querían hablar?
Miguel: de su hijo.
Rogelio: que tiene que ver mi hijo!!!
Miguel: es de verdad su hijo? el joven que ha llevado a la comida… de verdad es su hijo.
Rogelio: porque lo pregunta? ¡Vamos  al grano con esto… sin rodeos por favor!
Miguel: hace casi cuatro años mi nieto desaparecía tenía 13 años, la policía nos ha dicho que se cayó en el muelle, era un chico muy juguetón y muy sensible también tenía una gran mancha del tamaño de mi mano abajo del pezón derecho.
Rogelio se quedó pensativo, no se alarmo, no se exalto  ni  se enojó.
Rogelio: si, el chico que usted menciona es mi hijo.
Miguel: solo así… que hace usted con él.
Rogelio: no me lo he robado si usted piensa eso… él aparición en unos de mis barcos de carga, buscamos a su familia pero después de un año nadie lo reclamo…
Miguel: así que solo lo hizo pasar por su hijo.
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La esposa de Rogelio tuvo muchos problemas mentales y aquel hombre que tanto la amaba lo único que quería era que su mujer no muriera con tanta pena en su corazón.
Ella moriría de eso no había duba y Rogelio no podía hacer nada para evitarlo, ella desconocía a su hijo Santos diciendo que su hijo era más chico por lo que Rogelio tomo la decisión de hacer pasar a Gabriel  por su hijo…  a Santos Antoan como realmente se llamaba   no le importó, también quería que su madre estuviera más tranquila para ese entonces tenía los 20 años y aquel chiquillo tenia gran parecido a él,  le agradó mucho,  era como el hermanito que nunca tuvo y así se llevaban. 
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Mousse muchas gracias por la ayuda y  por los consejos : )


5 comentarios:

  1. de nada ^^ ahora ya sabes la conti!!!!
    PD: si necesitas ayuda para eso me tienes aqui ^^

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  2. FELIIIIZ DE LEERTE!! Me encanta lo que escribes, Mary!!! Siempre con esos giros inexplicables... o mejor dicho, sobrenaturales... por no decir milagrosos! Me gustan los finales felices y cruzo los dedos por que ésta historia la tenga!

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  3. 😱 esta buenísimo ... El destino da sorpresas....

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  4. Mary me encanto mucho tu capi!!!
    y muero por leer el que sigue!!!
    Tus historias son muy buenas!!!

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