CATWOMAN
Cada vez que una
persona se enfrenta a algún acontecimiento que cambiara su vida radicalmente
tiende a hacer mentalmente un resumen de los hechos que lo llevaron a ese
momento, para bien o para mal.
Eso era lo que pensaba
Selina Kyle en este preciso momento mientras se ponía un vestido que jamás
había pensado en usar.
Rememorando sus años de
chica huérfana, pero no se imaginen a una chica abatida por la vida, al revés
Selina era una chica de carácter fuerte y decidido era la única forma de
sobrevivir a las calles de Gotham su ciudad natal.
Nunca dejo que
Servicios sociales la atraparan ni mucho menos vivir en algún hogar de acogida,
ella decidió vivir en la calle, esa fue su escuela y donde conoció a los chicos que ahora
recordaba con cariño que llegaron a ser su familia, o algo así.
Selina pasaba los días
oculta de la mirada de las personas que transitaban por las calles siempre
corriendo por el día, pero las noches eran de ellos los marginados a los que
nadie quería ver los chicos callejeros, ladrones y por sobre todo las familias
que gobernaban Gotham eran las que controlaban el narcotráfico, Selina aprendió
de muy pequeña que era mejor no mezclarse con los hombres de la mafia.
Vivir en Gotham era
duro pero también tenía su lado bueno ella podía ir y venir sin que nadie le
dijera nada, aprendió a defenderse y era muy buena en eso, Jimmy un chico mucho
mayor fue quien le enseño a pelear, el padre de Jimmy había sido boxeador.
También aprendió a
ganarse la vida de la única manera que podía, robando billeteras a los
distraídos transeúntes que paseaban en las calles por la noche, buscando alguna
prostituta o droga.
De esa fase de su vida
solo una cosa pasó que fue el principio de algo, aunque en ese momento no supo
la magnitud de ese encuentro, ni cómo iba a cambiar su vida, conoció a un chico,
no a cualquier chico conoció a Bruce Wayne.
Fue un accidente, el
destino pueden llamarlo como quieran pero el hecho era que Selina conoció al
heredero de la fortuna Wayne y no solo eso sino que fue a él a quien le dio su
primer beso, lástima que su mayordomo rompiera el hechizo y Selina tuviera que
salir corriendo por las azoteas de Gotham, pero esa noche supo algo, ella era
bonita, si Selina Kayle era una chica
muy bonita oculta en ropas viejas y desaliñada pero ahí estaba lo pudo ver en
un espejo cuando paso por un escaparate de una tienda.
Conocer a Bruce Wayne
también despertó su curiosidad, ella siempre había vivido en una parte de
Gotham nunca se había aventurado más allá esta vez se aventuró hasta la
mismísima mansión Wayne, una verdadera fortaleza Selina se lo tomó como su
primer reto, desafiar la seguridad no le
fue fácil pero después de un mes de ir y venir pudo por fin entrar en la
mansión sin ser vista.
Selina nunca había
estado en un lugar como ese, ella nunca le importó mucho el dinero, era solo un
modo de obtener comida, pero jamás pensó lo que era vivir con mucho dinero, las
cosas eran tan diferentes.
Bruce la encontró
mirando un antiguo jarrón – Es un Jarrón de la dinastía Ming – dijo el chico
mientras le ofrecía una sonrisa.
Selina casi se cae
junto con el Jarrón, cosa que hizo que Bruce corriera a su lado y la tomara
para que ambos terminaran en el suelo.
Bruce dejaba a Selina
sin saber muy bien que hacer, ahora que estaba a su lado se sentía tan tonta y
fuera de lugar.
Pero de a poco se
acostumbró a sentirse así al lado de Bruce, él era un chico totalmente
diferente a cualquiera que conocía, ahora que podía hacer un balance de su vida.
A pesar de la mala cara
que puso Alfred al principio, Selina
kyle fue aceptada en la mansión Wayne y los veranos los chicos la pasaban en la
piscina tomando Té helado y comiendo las
mejores galletas de Gotham, horneadas por el mismísimo Alfred.
Pero el tiempo pasaba
muy rápido y si había algo que Selina
sabía era que ningún niño criado en las calles de Gotham llegaba a adulto sin
haber tomado un bando o buscar protección en algunas de las mafias, para las
niñas su destino era aún peor, deambular
por las calles de Gotham abusadas por un proxeneta.
Las historias de las
chicas eran muy conocidas y no tardó
mucho en llegar a Selina un enviado de Fish Mooney la jefa que reinaba en el barrio
en que solía vivir.
No tuvo elección nadie
se negaba a una invitación de Fish.
Selina se sorprendió al
ver a la mismísima Fish Mooney, pensó que se iba a encontrar con alguno de sus
secuaces, después de todo quien era ella?
Pero se equivocó y si
algo aprendió esa noche fue que nada se movía sin que Fish Mooney lo supiera.
- Realmente eres muy
bonita, Selina – la mujer se paseó alrededor de ella mirándola como si fuera un
animal – Tienes mucho que aprender si quieres seguir viviendo en este lugar.
Selina no sabía muy
bien que iba a ser de su vida pero si sabía perfectamente que no iba a ser y
ella no se iba a prostituir.
Inmediatamente Fish
sintió la tensión en el cuerpo de la chica, lanzó una carcajada – además eres
muy valiente o muy tonta niña, aquí tienes muy pocas opciones – Fish le agarro
la cara para que la mirara – pero calma, primero escucha lo que tengo que decir
y después decides si quieres vivir o desaparecer de Gotham.
Fish solo dijo lo que
Selina ya sabía, ella era mayor como para pasar desapercibida y eso era lo
primordial para vivir de pequeños robos, nadie veía a un niño pero Selina llamaba la atención no solo por ser un poco
mayor sino porque era muy bonita, sus días en la calle estaban por llegar a su
fin.
Por otro lado Fish
controlaba un club nocturno que incluía un prostíbulo, siempre buscaban chicas
para ese lugar entre más jóvenes mejor, pero ella le estaba ofreciendo ser
parte de las chicas que solo estaban destinadas a los jefes de la mafia y eso
le daba un status diferente, era una buena oferta para cualquier chica
callejera significaba que tendría techo, comida y se salvaba de las golpizas
que usualmente recibían las otras chicas.
- NO!! – Fue la
respuesta a la proposición de Fish – No voy a convertirme en una prostituta.
- No tienes muchas
opciones, niña por más bonita que seas hay muchas como tú por ahí, que
aceptarían mi propuesta más que felices.
- Yo no soy como otras
– dijo Selina muy segura.
- Me gustas chica, sé
que eres inteligente no solo una cara bonita – ¡¡Salgan todos de aquí!! – dijo
Fish y todos los hombres a su cargo abandonaron el lugar.
Selina pensó que Fish la
iba a matar con sus propias manos – No te asustes pequeña gatita tengo otra
cosa que ofrecerte, que puede te guste más que mi otra propuesta.
Ella sabía que
frecuentaba la mansión Wayne y que era la amiguita de Bruce Wayne y eso le
había llamado la atención.
Eres muy buena robando
Selina tienes un don pero también tienes mucho por aprender y yo puedo darte
las armas que necesitas, ya no puedes seguir viviendo en la calle y me dejaste
muy en claro que tampoco quieres trabajar aquí, pero tengo pensado algo que te
puede interesar.
No sería nada que ya no
hayas hecho solo que a otro nivel, hay
otra forma de robar Selina, no solo cosas que puedes vender hay cosas que valen
más, como la información, si aceptas yo te puedo entrenar convertirte en una
mujer muy interesante con tu belleza podrás conquistar a los hombres más ricos
de Gotham y robarles no solo su dinero sino que cosas más valiosas.
- Trabajarías para mí,
no le rendirías cuentas a nadie más - Selina debía admitir que la oferta era más que
razonable.
- Vete ahora, tienes solo dos días para darme una respuesta, ve a
ver a tu amigo.
Selina salió de ese
lugar, sabiendo lo que tenía que hacer, borrar sus pasos en el callejón y
despedirse de sus pocos amigos, es cierto que Selina no tenía nada material pero
si tenía algo que no pensaba entregar a cualquiera y se dirigió a la Academia
Gotham, ya no volvería a pasar por la mansión.
A pesar de no estar en su mejor momento en su
amistad, la última vez que estuvieron
juntos Bruce le había ofrecido a Selina pagarle
un mesada, ella sabía que lo hacía porque quería ayudarla pero ella era muy
orgullosa para aceptar algo de Bruce Wayne.
Pero esta vez ella
quería ver a Bruce, quería entregarle lo
único que tenía que era de ella por eso lo fue a buscar a la Academia para
localizarlo antes de que Alfred fuera por él. No fue difícil convencerlo de
encontrarse en las calles de Gotham donde Selina tenía algo así como un refugio
dentro del galpón, era una de las ventajas de ser una de las más antiguas
viviendo ahí.
Bruce era puntual por
eso Selina la esperaba lista, estaba nerviosa y Bruce se dio cuenta en cuanto
la abrazo, él también estaba nervioso aunque no sabía muy bien porque, pero
estar cerca de Selina siempre le ocasionaba algo que no podía controlar.
- Selina tengo poco
tiempo, te pasa algo? – Bruce estaba preocupado pero al ver a Selina, la vio
diferente.
La poca experiencia de
Selina junto con su nerviosismo hizo que se tirara prácticamente sobre Bruce,
ambos cayeron al raído sofá que hacía de cama, antes de que Bruce pudiera
hablar Selina se había sacado la polera quedando en ropa interior.
Bruce por primera vez
en su vida no supo qué hacer ni que decir estaba paralizado – Selina que haces?
– pudo balbucear.
Más decidida que nunca
Selina se desabrocha el sostén, inmediatamente el cuerpo de Bruce reacciona por
su propia cuenta, ya nada puede hacer esta perdido en el cuerpo de Selina, como
más de una vez había soñado en la intimidad de su habitación, rogando para que
Alfred no se diera cuenta de que ya no controlaba su cuerpo.
Selina estaba arriba de
Bruce mirándolo, intentaba parecer segura pero la verdad es que moría de miedo,
Bruce hubiera preferido tener algo de práctica pero la verdad es que no tenía,
solo el instinto hizo que tomara a Selina de las caderas y dejarla esta vez
abajo con un movimiento brusco que hizo que la chica azotara la cabeza.
- Ouch
- Disculpa te dolió? –
Bruce quería enterrarse vivo.
- No voy a morir – dijo
Selina y aprovecho el desconcierto de Bruce para desabrochar el pantalón ya no
había vuelta atrás, torpemente ambos adolescentes quedaron desnudos jadeantes y presas de sus hormonas.
Selina gritó de dolor
al sentir a Bruce dentro de ella, era tan extraño y a pesar del dolor no quería
que acabara, mientras Bruce estaba en el
cielo solo rogaba poder mantener su placer por más tiempo, intentaba
controlarse y que esto no acabara nunca.
Pero todo termino en
una explosión que unió a ambos chicos para siempre y luego quedaron tirados
descansando del éxtasis.
Selina fue la primera
en hablar - Esta es la última vez que
nos vemos.
Puede que Bruce haya
sido un adolescente pero ni aún en esos primeros años de su vida le gustaban
las sorpresas – Me puedes explicar que significa todo esto Selina?
- Pensé que estaba
claro, Bruce.
- Que!!, que tendríamos
sexo y luego te irías? – Bruce mostraba toda su molestia, es que por más
extraño que parezca el joven Bruce Wayne no pensaba en perder su virginidad de
esa forma tan abrupta.
Pero Selina no le dio
tiempo a reaccionar tomo sus cosas y no miró atrás, no porque no quisiera sino
que volver a ver a Bruce iba a ser muy doloroso, ella ya sabía que lo que
sentía por Bruce Wayne era algo más que una amistad de niños, ella se había
enamorado y en su interior también sabía que eso era imposible.
Bruce Wayne era el
heredero de una fortuna, pronto iría a la universidad, estudiaría y se haría
cargo de las empresas de su familia, se casaría con alguna chica rubia cabeza
hueca que lo llenaría de niños y Selina no sería capaz de ver eso.
Así que usando todo el
valor que tenía se fue a ver a Fish Mooney y acepto su oferta. Todo paso tan
rápido en su vida, Fish se encargó de darle educación, le enseño modales, le
enseño a vestir y a sacarse el mejor partido y le dio a Selina el mundo.
Cuando su aprendizaje
básico estuvo listo la envío a Europa, fue solo cuestión de tiempo para que
alguien se fijara en ella una fotografía enviada a las personas correctas y
Selina pronto se convirtió en la portada de algunas revistas, gano dinero
modelando y se hizo amigos influyente, chicos ricos que no se parecían nada a
Bruce pero que la adulaban.
Un día lista para salir
a una fiesta se miró al espejo y no se reconoció, esa chica no era Selina Kyle,
y se preguntó por primera vez que opinaría Bruce de esto, la despreciaría por
el camino que tomo?.
No tuvo mucho tiempo
cuestionándose esa misma noche recibió una llamada de Gotham, Fish la quería de
vuelta en la ciudad, debía empezar a pagar toda la inversión.
Selina pisó Gotham
feliz, ya estaba aburrida de loa europeos y Gotham era su casa, Fish le había
arrendado un pequeño departamento en un lugar muy exclusivo de Gotham, era
realmente acogedor.
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