jueves, 18 de febrero de 2016

Trece primos y una historia: Lacour Capítulo 7: Lo imprescindible


Trece primos y una historia: Lacour

Capítulo 7: Lo imprescindible

Miguel Ángel POV
-Cómo se nota que estamos en el tercer mundo.- me dijo algo malhumorado Fernando mientras ajustaba los planes y presupuestos de la creación del casino por quincuagésima vez.
-Vamos, que tampoco es para tanto.-le dije tratando de animarlo mientras ajustaba la temperatura del aire acondicionado en el estudio.-Por lo menos la remodelación ya quedó y ya está llegando el equipamiento. Y yo me pienso encargar de contratar a los empleados así que no te preocupes, en unas semanas esto ya debe estar funcionando.
En eso entró corriendo Bruno y marcó en el teléfono el número del proveedor de Internet.
-Escúchame ****** indio, si no arreglas ahorita mismo la porquería de Internet que tenemos, te voy a demandar por incumplimiento del servicio.
Le quité el teléfono, colgué y le di cuatro nalgadas fuertes sobre el pantalón.
PLAS.. PLAS.. PLAS.. PLAS
-Así no se le habla a la gente, y además ese empleado no tiene la culpa. Y ya tienes 14 años así que ya deberías saberlo, Bruno.
-Ouch, por lo menos hubieras sacado a Fernando.
-¿Pero no te da vergüenza hablarle así a la gente? Pues tampoco debería darte vergüenza que tu hermano vea que te castigue por eso.
-Vale, perdona!
-Perdonado, mide lo que dices la próxima vez.
Miré el reloj, las 5pm. Había quedado de llevar a los peques por un helado así que me fui a cambiar de ropa y pasé a buscarlos por toda la hacienda pues a partir de Sofía los pequeños no tenían permiso de salir solos. Primero encontré a Leo en su cuarto.
-¿Y todo esto qué es?-miré a la multitud de Legos desplegados por el cuarto.
-El aeropuerto de Heathrow
-Qué guay! Ahora vamos por un helado y luego sigues.
Después encontré a Ana con Sofía y Alejandro me preguntó si lo podía llevar por un mapa después del helado.
A Andy lo encontré en los columpios del jardín y observé qué Cristian miraba algo nervioso la barda que daba hacia el bosque.
-¿Qué pasó?
-Se me fue mi helicóptero de control remoto hacia el bosque.
-Ven, vamos por un helado, luego lo recuperamos.-Le dije para distraerlo y que no se le ocurriera saltar la barda para ir a buscarlo.
Ricardo me alcanzó-¿Pensabas dejarme?
-Claro que no. Iba justo ahorita a buscarte,  ve a llamar a María José.
Finalmente unos minutos después, mi ejército de niños bajó de la camioneta blindada y asaltó la heladería. Siempre disfrutaba la reacción de sorpresa de las personas al ver este escenario.
Dejé qué los empleados sufrieran el asalto mientras cerraba la camioneta y disfrutaba del momento. Finalmente me dirigí a los empleados:
-Primero sírvanles y al final me hacen la cuenta.
Observé que una de las empleadas hacía las cuentas muy hábilmente y en cuanto mis niños terminaron de pedir me dijo la cantidad exacta, además de que tenía un aspecto alegre y radiante, justo el perfil que necesitaba para mis croupiers. Le pagué el precio en Quetzales y me acerqué discretamente:
-Si no es mucha indiscreción ¿cuánto ganas aquí?
-Como un dólar por hora ¿por qué?
-Yo te ofrezco seis veces eso para que trabajes en mi nuevo casino.
-¿De verdad?-me dijo incrédula
-De verdad
Me senté a comer mi propio helado, juntos llenamos tres mesas. La gente nos observaba sin disimular su sorpresa e intriga por nuestra gran y singular familia (si supieran que me faltaban cuatro chicos más grandes). Alejandro terminó su helado
-¿Crees que encontremos el mapa que quiero?
-Yo creo que sí, ¿es para una tarea?
-algo así
-Pues entonces no te preocupes, no creo que tus profesores te pidan algo imposible.
Alejandro se limitó a asentir, varios ya habían acabado sus helados así que saqué unos folletos del nuevo casino y les pedí que los repartieran entre los clientes. La mayoría de los clientes los recibieron con una sonrisa pero de pronto una señora lo rechazó y se dirigió hacia mi.
-¿CÓMO SE ATREVE A PONER A TRABAJAR A ESTOS NIÑOS?
-Un momento, primero deje de gritarme, vamos a hablar como personas civilizadas.
-¡CLARO, PERO ES QUE NO HAY NADA MÁS INCIVILIZADO QUE EL TRABAJO INFANTIL!
-Para empezar, estos niños son mis hijos, no mis empleados. Además solamente les pedí que repartieran estos folletos, en cambio yo he visto muchos niños trabajando en el campo o en construcciones aquí en Guatemala. ¡Comience por preocuparse por ellos y no sea hipócrita!
-¿De verdad son sus hijos?-intervino aún más sorprendido el hombre que estaba en una mesa contigua
-Sí, bueno no, en realidad son mis primos, pero sus padres murieron en un accidente. ¿Lo comprende ahora?
-¡Pues claro, con nueve niños de esclavos ha de tener una vida muy agradable, no?-insistió la señora esa
Yo estaba a punto de explotar pero de repente vi como la empleada con la que había hablado al principio se acercó y me hizo señas de que me calmara.
Me calmé y me dirigí a mis niños con voz audible para que todos me oyeran.
¿Alguna vez los he puesto a trabajar en algo aparte de sus tareas escolares, o recoger sus cuartos y cosas así?
-No, claro que no-dijo Sofía
-No, usted está loca-le dijo Ricardo sin ningún reparo
-No, loca-siguió Andy
Los demás lo corroboraron y la mujer esa quedó avergonzada delante de todos.
-Bueno chicos, nos vamos a comprar los materiales para sus tareas escolares-dije en voz alta. Me despedí con señas de la empleada que iba a trabajar conmigo y finalmente me dirigí a la mujer.
-Shame on you!
Y nos subimos a la camioneta para ir por los materiales escolares y el mapa de Alex.
Una vez en la papelería
-¿No tiene un mapa de Antigua de suroeste a noreste?-le preguntaba Alex al empleado de la papelería.
-No, pero tengo este normal (de Sur a Norte)
-Seguro que ese le gustará a tu profesora-le dije yo
-No, ese no me sirve
-Por favor acepta ese Alex, no va a haber uno como el que quieres
-De hecho sí hay uno como ese, pero su venta está muy restringida y su precio es muy alto. Vale 200 dólares.
-Por favor Alex, compra el de 15 quetzales, no voy a pagar 200 dólares por un mapa ordinario.
-Es que no es ordinario, lo necesito. Es más, préstame el dinero y yo te lo pago.
Alejandro no tenía dinero, pero me insistió tanto que se lo compré.
Después de comprar las demás cosas escolares nos regresamos a la hacienda y cenamos todos juntos en la terraza.
Mientras comíamos una deliciosa cena de alitas enchiladas la conversación se iba animando.
-¿Cada cuándo se completa un ciclo lunar?- preguntó Fernando, quien parecía satisfecho de los logros que estábamos teniendo. –
- No me acuerdo-dijo Santiago mientras sorbía su vaso de agua de Jamaica-aunque si la sociedad tuviera la décima parte del orden qué tiene la naturaleza este mundo sería otro.
-En eso estoy de acuerdo-mencioné yo al observar el increíble firmamento.
-Encuentren un satélite, tal vez nos convenga contratar Internet satelital en este pueblo de quinto mundo- dijo con una mezcla de buen y mal humor Bruno.
-Pues a mí me gustaría que vuelva a funcionar la cancha de polo de esta hacienda , ¿existirá si quiera un entrenador de polo en todo este país?- Eso lo decía Román con una mezcla de ironía de superioridad y un anhelo expectante muy escondido.
Los más pequeños se limitaban a reír y pensar en sus múltiples juegos, y a platicar un poco de sus compañeros y experiencias del día. Y yo……… Yo sonreía animadamente ante tantas ocurrencias y experiencias, estábamos logrando lo que tanto había anhelado, una familia digna para que mis primos pudieran tener y pertenecer, y en la que pudieran crecer y disfrutar la vida.
 - ¿Te has dado cuenta que la gente se sorprende mucho con nuestra familia?-me preguntó Sofía al acercarse a sentarse al lado.
-Claro, Sofí, porque tenemos una familia genial.
-Sí, genial-me dijo mientras reclinaba su espalda en mis costillas y se comía unos bombones.
Y mientras observaba a cada uno de mis primos, a esos niños y chicos de mi familia a quienes había prometido cuidar y alegrar, y a quienes quería como a mis propios hijos, pensaba que yo no podía estar más contento y sentirme más orgulloso qué ese momento con mi valiosa familia, y también reflexionaba en lo imprescindible que era cada uno de ellos para que mi vida tuviera sentido.


4 comentarios:

  1. Creo que fue el mas cortito hasta ahora pero no por eso menos interesante igual sigo con la intriga de ese cuarto escondido jeje muy buen capi

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  2. Extraño que esten en Mexico! Pero tambien me gusta como les esta iyendo en Guatemala, espero que pronto se resuelva el asunto ese del abogaducho feo
    Un abrazo!

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    1. Muchas gracias por todos tus comentarios Aburiru, y qué bueno que te gusta mi historia! Esa es la mayor satisfacción de escribir, saber que alguien valora lo que escribes. También te mando un abrazo!

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