Trece primos y una historia: Lacour
Capítulo 7: Lo imprescindible
Miguel Ángel POV
-Cómo se nota
que estamos en el tercer mundo.- me dijo algo malhumorado Fernando mientras ajustaba
los planes y presupuestos de la creación del casino por quincuagésima vez.
-Vamos, que
tampoco es para tanto.-le dije tratando de animarlo mientras ajustaba la
temperatura del aire acondicionado en el estudio.-Por lo menos la remodelación
ya quedó y ya está llegando el equipamiento. Y yo me pienso encargar de
contratar a los empleados así que no te preocupes, en unas semanas esto ya debe
estar funcionando.
En eso entró
corriendo Bruno y marcó en el teléfono el número del proveedor de Internet.
-Escúchame ******
indio, si no arreglas ahorita mismo la porquería de Internet que tenemos, te
voy a demandar por incumplimiento del servicio.
Le quité el
teléfono, colgué y le di cuatro nalgadas fuertes sobre el pantalón.
PLAS.. PLAS..
PLAS.. PLAS
-Así no se le
habla a la gente, y además ese empleado no tiene la culpa. Y ya tienes 14 años
así que ya deberías saberlo, Bruno.
-Ouch, por lo
menos hubieras sacado a Fernando.
-¿Pero no te
da vergüenza hablarle así a la gente? Pues tampoco debería darte vergüenza que
tu hermano vea que te castigue por eso.
-Vale,
perdona!
-Perdonado, mide
lo que dices la próxima vez.
Miré el
reloj, las 5pm. Había quedado de llevar a los peques por un helado así que me
fui a cambiar de ropa y pasé a buscarlos por toda la hacienda pues a partir de Sofía
los pequeños no tenían permiso de salir solos. Primero encontré a Leo en su
cuarto.
-¿Y todo esto
qué es?-miré a la multitud de Legos desplegados por el cuarto.
-El
aeropuerto de Heathrow
-Qué guay!
Ahora vamos por un helado y luego sigues.
Después encontré
a Ana con Sofía y Alejandro me preguntó si lo podía llevar por un mapa después
del helado.
A Andy lo
encontré en los columpios del jardín y observé qué Cristian miraba algo
nervioso la barda que daba hacia el bosque.
-¿Qué pasó?
-Se me fue mi
helicóptero de control remoto hacia el bosque.
-Ven, vamos
por un helado, luego lo recuperamos.-Le dije para distraerlo y que no se le
ocurriera saltar la barda para ir a buscarlo.
Ricardo me alcanzó-¿Pensabas
dejarme?
-Claro que no.
Iba justo ahorita a buscarte, ve a
llamar a María José.
Finalmente unos
minutos después, mi ejército de niños bajó de la camioneta blindada y asaltó la
heladería. Siempre disfrutaba la reacción de sorpresa de las personas al ver
este escenario.
Dejé qué los
empleados sufrieran el asalto mientras cerraba la camioneta y disfrutaba del
momento. Finalmente me dirigí a los empleados:
-Primero sírvanles
y al final me hacen la cuenta.
Observé que
una de las empleadas hacía las cuentas muy hábilmente y en cuanto mis niños
terminaron de pedir me dijo la cantidad exacta, además de que tenía un aspecto
alegre y radiante, justo el perfil que necesitaba para mis croupiers. Le pagué
el precio en Quetzales y me acerqué discretamente:
-Si no es
mucha indiscreción ¿cuánto ganas aquí?
-Como un
dólar por hora ¿por qué?
-Yo te
ofrezco seis veces eso para que trabajes en mi nuevo casino.
-¿De verdad?-me
dijo incrédula
-De verdad
Me senté a
comer mi propio helado, juntos llenamos tres mesas. La gente nos observaba sin
disimular su sorpresa e intriga por nuestra gran y singular familia (si supieran
que me faltaban cuatro chicos más grandes). Alejandro terminó su helado
-¿Crees que
encontremos el mapa que quiero?
-Yo creo que
sí, ¿es para una tarea?
-algo así
-Pues
entonces no te preocupes, no creo que tus profesores te pidan algo imposible.
Alejandro se
limitó a asentir, varios ya habían acabado sus helados así que saqué unos
folletos del nuevo casino y les pedí que los repartieran entre los clientes. La
mayoría de los clientes los recibieron con una sonrisa pero de pronto una
señora lo rechazó y se dirigió hacia mi.
-¿CÓMO SE
ATREVE A PONER A TRABAJAR A ESTOS NIÑOS?
-Un momento,
primero deje de gritarme, vamos a hablar como personas civilizadas.
-¡CLARO, PERO
ES QUE NO HAY NADA MÁS INCIVILIZADO QUE EL TRABAJO INFANTIL!
-Para
empezar, estos niños son mis hijos, no mis empleados. Además solamente les pedí
que repartieran estos folletos, en cambio yo he visto muchos niños trabajando
en el campo o en construcciones aquí en Guatemala. ¡Comience por preocuparse
por ellos y no sea hipócrita!
-¿De verdad
son sus hijos?-intervino aún más sorprendido el hombre que estaba en una mesa
contigua
-Sí, bueno
no, en realidad son mis primos, pero sus padres murieron en un accidente. ¿Lo
comprende ahora?
-¡Pues claro,
con nueve niños de esclavos ha de tener una vida muy agradable, no?-insistió la
señora esa
Yo estaba a
punto de explotar pero de repente vi como la empleada con la que había hablado
al principio se acercó y me hizo señas de que me calmara.
Me calmé y me
dirigí a mis niños con voz audible para que todos me oyeran.
¿Alguna vez
los he puesto a trabajar en algo aparte de sus tareas escolares, o recoger sus
cuartos y cosas así?
-No, claro que
no-dijo Sofía
-No, usted
está loca-le dijo Ricardo sin ningún reparo
-No,
loca-siguió Andy
Los demás lo
corroboraron y la mujer esa quedó avergonzada delante de todos.
-Bueno
chicos, nos vamos a comprar los materiales para sus tareas escolares-dije en
voz alta. Me despedí con señas de la empleada que iba a trabajar conmigo y
finalmente me dirigí a la mujer.
-Shame on
you!
Y nos subimos
a la camioneta para ir por los materiales escolares y el mapa de Alex.
Una vez en la papelería
-¿No tiene un
mapa de Antigua de suroeste a noreste?-le preguntaba Alex al empleado de la
papelería.
-No, pero
tengo este normal (de Sur a Norte)
-Seguro que
ese le gustará a tu profesora-le dije yo
-No, ese no
me sirve
-Por favor acepta
ese Alex, no va a haber uno como el que quieres
-De hecho sí
hay uno como ese, pero su venta está muy restringida y su precio es muy alto.
Vale 200 dólares.
-Por favor
Alex, compra el de 15 quetzales, no voy a pagar 200 dólares por un mapa ordinario.
-Es que no es
ordinario, lo necesito. Es más, préstame el dinero y yo te lo pago.
Alejandro no
tenía dinero, pero me insistió tanto que se lo compré.
Después de comprar
las demás cosas escolares nos regresamos a la hacienda y cenamos todos juntos
en la terraza.
Mientras
comíamos una deliciosa cena de alitas enchiladas la conversación se iba animando.
-¿Cada cuándo
se completa un ciclo lunar?- preguntó Fernando, quien parecía satisfecho de los
logros que estábamos teniendo. –
- No me
acuerdo-dijo Santiago mientras sorbía su vaso de agua de Jamaica-aunque si la
sociedad tuviera la décima parte del orden qué tiene la naturaleza este mundo
sería otro.
-En eso estoy
de acuerdo-mencioné yo al observar el increíble firmamento.
-Encuentren
un satélite, tal vez nos convenga contratar Internet satelital en este pueblo
de quinto mundo- dijo con una mezcla de buen y mal humor Bruno.
-Pues a mí me
gustaría que vuelva a funcionar la cancha de polo de esta hacienda , ¿existirá
si quiera un entrenador de polo en todo este país?- Eso lo decía Román con una
mezcla de ironía de superioridad y un anhelo expectante muy escondido.
Los más
pequeños se limitaban a reír y pensar en sus múltiples juegos, y a platicar un
poco de sus compañeros y experiencias del día. Y yo……… Yo sonreía animadamente
ante tantas ocurrencias y experiencias, estábamos logrando lo que tanto había
anhelado, una familia digna para que mis primos pudieran tener y pertenecer, y en
la que pudieran crecer y disfrutar la vida.
- ¿Te has dado cuenta que la gente se
sorprende mucho con nuestra familia?-me preguntó Sofía al acercarse a sentarse
al lado.
-Claro, Sofí,
porque tenemos una familia genial.
-Sí, genial-me
dijo mientras reclinaba su espalda en mis costillas y se comía unos bombones.
Y mientras
observaba a cada uno de mis primos, a esos niños y chicos de mi familia a
quienes había prometido cuidar y alegrar, y a quienes quería como a mis propios
hijos, pensaba que yo no podía estar más contento y sentirme más orgulloso qué
ese momento con mi valiosa familia, y también reflexionaba en lo imprescindible
que era cada uno de ellos para que mi vida tuviera sentido.
Me fascino este capitulo.
ResponderBorrarCreo que fue el mas cortito hasta ahora pero no por eso menos interesante igual sigo con la intriga de ese cuarto escondido jeje muy buen capi
ResponderBorrarExtraño que esten en Mexico! Pero tambien me gusta como les esta iyendo en Guatemala, espero que pronto se resuelva el asunto ese del abogaducho feo
ResponderBorrarUn abrazo!
Muchas gracias por todos tus comentarios Aburiru, y qué bueno que te gusta mi historia! Esa es la mayor satisfacción de escribir, saber que alguien valora lo que escribes. También te mando un abrazo!
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