Capítulo 33
Volviendo a
casa
Bajarse del
avión y sentir el aire de Medellín era una sensación indescriptible… en este
momento podía tener nervios pero me sentía en mi hogar, seguro, en un lugar que
conocía perfectamente, cosa que no experimentaba hace mucho. Edgar miraba todo
con nostalgia… sabía que la última vez que vino no alcanzó a detallar porque
estaba pendiente de mi.
-Woow no me
lo imaginaba así, es una linda ciudad -Edgar y yo nos miramos algo
impresionados, Patrick había dicho una frase completa en español.
-Ahora
hablas español jaja -Dijo Edgar.
-Non, je ne parle pas espagnol (No, no
hablo español). -Dijo entendiendo la pregunta.
Edgar
comenzó a contar una historia de cuando era niño que a Patrick parecía
interesarle… pero yo solo pensaba en todo lo que quería hacer mientras dure el
viaje y las cosas que quiero omitir.
-Camilo, tú
que conoces mejor la ciudad llévanos a donde quieras, que podamos dejar las
maletas. -No sabía a dónde quería ir… pero aún así los lleve hacia los taxis y
di la primera dirección que se me vino a la mente, la de mi casa.
Nos bajamos
del taxi y cuando estaba a punto de timbrar, porque sabía que algún empleado de
mis papás estaba cuidando la casa, alguien se me lanzó encima.
-Cami…
loco, volviste ya creía que no te iba a volver a ver. -Era Juliana.
-Woooaa
-Salí corriendo hacia ella. Sentí que se me lanzó encima mientras Patrick me
miraba algo extrañado… bueno, es que la gente de este país es más expresiva.
-No sabes
todo lo que ha pasado… además hay muchos rumores sobre ti, hasta me dijeron que
tu tío te ha pegado. -Cuando lo dijo abrí los ojos, pero luego me percate que
estaba molestando. -Mentira, pero si me dijeron que ya rehiciste tu vida y nos
olvidaste… -Lo decía medio real, medio en broma.
-Que vaaa…
o sea si he conocido gente pero nadie como ustedes, si crecimos juntos Juli.
-Lo sé
jajajajaja ¿viniste y te vas a quedar?
-Son
vacaciones… pero quisiera quedarme.
-Va, pues
quédate… te ofrezco mi casa. -Me reí con su comentario porque ambos sabíamos
que no era posible.
-Sabes que…
mejor te presento a Edgar y mi primo. -Caminamos hasta Patrick y Edgar, se
notaba que tenían calor… es muy marcado el cambio de Bogotá a Medellín.
-Ella es
Juliana, una amiga.
-Mucho
gusto -Dijeron Edgar y Patrick al tiempo. -Puedes hablar después con ella,
ahora es mejor que entremos a la casa. -Edgar fue muy directo, tanto que hizo
que Juliana se sintiera incómoda… me molesté porque él no entiende que llevo
meses sin venir.
-Aggg.
-Rodé los ojos.
-Si, señor
tiene razón… Camilo hablamos después. -Me dio un beso en la mejilla y se fue.
Decidí
ignorar un rato a Edgar, yo en serio quería hablar con Juliana, pudo solo haber
timbrado.
Cuando
abrieron la puerta Orlando me abrazó con fuerza, casi al punto de levantarme
del suelo…
-Cami estás
grandísimo… ¿Volviste? ¿Quieres hacer algo? -Sonreí, al menos la gente
agradable que trabajaba con mi papá estaba cuidando la casa.
-Pues de
vacaciones jajaja mira Orlando, te presento Edgar… hermano de mi mamá y a
Patrick, su hijo -Orlando se percató de que ellos venían conmigo y se presentó.
Luego les
fui mostrando la casa a ambos sintiéndome alegre… hasta ahora la culpa no
estaba en mis pensamientos. A Patrick parecía gustarle la casa, es más grande
que la de Edgar en Bélgica.
-Edgar
ahora que ya les mostré será que puedo ir a hablar con mis amigos… hace rato
que no nos vemos. -Me sonó muy rogado, odio sonar así, pero al parecer mi tío
se compadeció y aceptó.
Camine por
las calles esperando a encontrarme a algún amigo, vi a un chico alto, moreno,
crespo y de cabello negro, sin duda era Rodrigo.
-Fernandez
-Grité, Rodrigo se dio la vuelta, corrió y nos abrazamos.
-Camilo…
parce, yo creía que no te iba a ver en años jajaja -Encogí los hombros.
-Jajaja ya
era tiempo de volver… en Bélgica todo es más aburrido.
-¿Quieres a
tomar un ratito con todo el parche? Solo será trago -Lo pensé, con tal de que
no me emborrache todo estará bien.
-Vale,
vamos. -Dije.
Rodrigo y
yo fuimos a la casa de Sergio, otro amigo… ahí estaban todos mis amigos del
colegio, incluso había gente del último curso y de uno más abajo.
-Bueno
Cami, ya que estamos celebrando tu regreso tu vas a ser el primero en jugar.
-Paola colocó unos dados al frente mío para después pasarme una botella de
Vodka.
-Par reto,
impar verdad -Dijo Daniel, mientras yo revolvía los dados en mi mano y los
lanzaba.
-Ja, salió
par… pero vamos a empezar con retos suaves por consideración a Cami. -Dijo
Susana.
-Mmm yo
digo que nos haga un baile sensual jaja -Dijo María José. Me reí mientras
asentía.
-Dale, eso
está fácil. -Dije, pusieron la música, bailé y después le dí un sorbo al Vodka.
-Te toca
Valentina -Dijo Juliana.
-Uuuyyy
salió verdad… dinos, a ¿Cuál de ellos te comes? -Dijo Ana María. Ya extrañaba
esos juegos.
-A Camilo o
a Sergio -Sonreí, Valentina es muy linda.
Seguimos
jugando, cada vez los retos eran más difíciles de cumplir, el Vodka se acabó
así que destaparon el guaro. En un punto me salió reto y tuve que besar a
Valentina.
Me di
cuenta que a medida que pasaba el tiempo todo se iba descontrolando más y más,
incluso yo estaba algo estúpido, al borde de emborracharme, mala idea combinar
trago.
Los papás
de Sergio llegaron a la casa, se notaba que estaban molestos aunque razón tenían,
se encontraron con cerca de 17 adolescentes entre ellos su hijo medio borrachos
tirados en la sala.
-SERGIO
ANDRÉS QUIERES EXPLICARME ESTO! -Woow esa señora grita bastante duro.
-MAMÁ ay
mierda… -Dijo Sergio y la verdad me sonó bastante divertido.
-jajajajajaja
-Comencé a reírme y le pegué la risa al resto.
-¿Les
parece muy gracioso? ojalá les siga pareciendo igual de divertido cuando llame
a sus papás. Y tu Sergio, te quiero en tu cuarto ahora.
Sergio
subió corriendo y tropezando con las escaleras. Todos dejamos de reírnos,
recordé que estaba en Medellín, que los padres de Sergio me conocen y que mis
papás ya no están, Edgar será el que conteste el teléfono.
-Camilo
¿Qué haces acá?¿No estabas en Bélgica? si tienes permiso verdad. -Mire al papá
de Sergio tratando de parecer serio y para nada ebrio.
-Si, señor…
es es que estaba, digo estoy de vacaciones acá con mi tío y un primo, pero si,
digo o sea si tengo permiso. -Mi voz sonaba pésimo y lo que dije tampoco tenía
mucha coherencia.
-¿Estás borracho?
Más le vale a Sergio no estar así. -Ouch… entonces se nota que no estoy sobrio
mmm ahora Edgar si me mata.
-¿Yo? para
nada -Mmm cada vez sonaba peor, tal vez sea mejor no hablar mucho.
-¿Te estás
quedando en tu casa? -Asentí -Ok, creo que aun tengo el número, llamaré para
que vengan por ti.
Estaba
nervioso y comencé a mover la pierna con desesperación, mis amigos me miraron
algo confundidos y Valentina trató de calmarme.
-Cami,
calma… no te van a decir nada, a lo mucho te quitan el carro. -Encogí los
hombros, eso sería cierto si estuviera con mis papás… pero las cosas con Edgar
son diferentes.
-Ahh si
-Necesitaba disimular, era obvio que no diría “la verdad es que mi tío es
estricto y posiblemente me pegue por esto”.
Pasaron
unos minutos y algunos padres comenzaron a llegar, muchos se sorprendieron al
verme e incluso me saludaron. Edgar no llegaba y a decir verdad quería irme,
deseaba que Edgar no dijera nada al menos mientras estuviéramos acá y que todos
mis amigos siguieran teniendo esa idea de que mis padres no me dicen nada.
-CAMILO -El
grito de Edgar casi me hizo saltar.
-Hola -Dije
levantándome y yendo hacia la puerta.
-¿En qué
coño estabas pensando?¿Primer día acá y ya metiendote en problemas? -Bueno,
Edgar está molesto…
-Ya hombre,
relájate -Mis compañeros se rieron ante el comentario, pero Edgar solo me
fulminó con la mirada.
-NO ME
DIGAS ASÍ… OJALÁ EL CASTIGO LO ACEPTES CON LA MISMA VALENTÍA QUE TIENES AL
HABLARME DE ESTA FORMA -Pude sentir como me iba poniendo rojo… muchos se
miraron sin entender pero para mi había sido como si gritara a los cuatro
vientos que me dará una paliza.
-Vale -Salí
de la casa y subí al carro, en el asiento del copiloto.
Mi tío
venía tras de mí, y pronto el carro arrancó… ninguno dijo nada, incluso cuando
entramos a la casa y Patrick me miraba algo confundido, menos mal que no lo
invité, porque si así hubiera sido Edgar ya nos habría matado a ambos.
-Mira lo
siento, se que no debí tomar tanto pero entiende que llevo tiempo sin ver a mis
amigos. -Dije con la esperanza de que me entendiera.
-Sí, sé eso
Camilo pero tu dijiste que irías a hablar con tus amigos, ni siquiera
almorzaste porque preferiste ir a tomar, es más ahora mismo se nota que estás
tomado a tu edad ni quiera deberías beber alcohol. -Suspire.
-Mis papás
permitían que tomara… no es algo que se pueda evitar. -Fue una mala respuesta
porque Edgar enfureció.
-Tus padres
a decir verdad eran muy irresponsables, a mi ni quiera me gusta que Noah tome,
él tiene 19 y tu apenas 16… sigues siendo menor de edad tanto en Bélgica como
acá.
-O será más
bien que tu eres demasiado retrógrada... -Soy estúpido, no sé porque digo cosas
que ofendan más a Edgar.
-En
absoluto… hasta tu sabes que no puedes tomar, sabes qué, terminemos esto
rápido, no tengo porque explicarte el motivo ¿Verdad? -Edgar comenzó a quitarse
el cinturón… y creo que en ese momento volví a estar completamente sobrio.
-No Edgar,
por favor… sé muy bien que estuvo mal y juro no volverlo a hacer en la vida
-Bueno ni yo me lo creí -En serio, pasame al menos una.
-No,
Camilo… esto no fue una broma y no es la primera vez que tomas así, incluso una
vez con Santiago fueron a un bar con documentos falsos. -Ahh cierto, eso.
-Pero esta
vez si es verdad… fue por la alegría de volver, o no te pone más sensible estar
acá. -Edgar no dijo nada, solo se acercó a mí, me tomó del brazo y comenzó
ZAS ZAS AUU
ZAS ZAS ZAS ZAS MMM ZAS ZAS ZAS ZAS YAA ZAS ZAS NO MÁS ZAS ZAS UFF ZAS ZAS
AII ZAS ZAS ZAS ZAS AUU ZAS YA ZAS ZAS
BUA ZAS ZAS ZAS BUAA ZAS ZAS BUA ZAS ZAS
Yo había
gritado con todas mis fuerzas pero a decir verdad fue menos fuerte que en otras
ocasiones.
-Tienes
razón Camilo, estar aquí me pone más sensible. -Se colocó el cinturón e iba a
abrazarme pero yo me alejé.
-Puedes por
favor dejarme un rato solo -Dije. Escuchar la última frase de Edgar me hizo
recordar a mi papá.
Me senté en
posición fetal en una esquina del cuarto y comencé a llorar con sentimiento, no
era por los correazos, era porque el hecho de estar aquí y sentir que mis
padres ya no están.
Te quedó excelente lo disfrute mucho!!!
ResponderBorrarMe hiciste recordar cuando tenía esa edad y esas fiestas y juegos con los amigos!!
Jajaja pero pobre chico al que le llegaron los papás le arruinaron la fiesta!!.. No que pena que lo mandaran a su cuarto enfrente de sus amigos jajaja...
U.u pobre Camilo ni con sus “buenos argumentos" se escapó del castigo!!..
Me alegra que hayas actualizado!!
Muy buen capítulo, Thror!! ;D Extrañaba tu forma de relatar
ResponderBorrarPobrecito Camilo......
ResponderBorrarYo pobre Camilo que será lo que paso exactamente en el incendio para que además de la tristeza sienta tanta culpa. Que bueno que actualizarte me encanta esta historia
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