CAPITULO 7
Bonita vista
la que tenía en frente, un lugar amplio y cómodo para trabajar, recordó cuantas
veces tuvo que estar parado ahí al lado de su padre para dar explicaciones por
lo que hacía frente al jefe del Bureau, es decir frente a Reese Hughes, pero
ahora era diferente se sentía como un chiquillo travieso que sabe que acaba de
entrar a un lugar prohibido y eso era: divertido! Sí muy divertido entrar a un
lugar que sabes está prohibido más divertido aún si buscas algo que te
prohibieron. -‘Dejarme a un lado a mí?? A mí!!! Es por mí que este departamento tiene la tasa más alta de crímenes resueltos!!!!'
Un diablito se había apoderado de la mente del CI que estaba revolviendo todo en la “nueva” oficina de su padre. Buscó encima y por el librero, sobre el escritorio, en las gavetas, incluso abrió las que estaban bajo llave, entre las carpetas, entre las hojas, debajo de los pocos almohadones del sofá, en el piso pero nada!, claro, Peter tenía el sobre oculto en su propio saco no sería tan tonto de dejarlo a la vista de nadie menos ser tan descuidado para que Neal lo vea.
-‘Aggg!!! Donde esta!!!'
Neal se sentó bruscamente en el asiento giratorio y puso su cara enojada por no encontrar lo que buscaba estaba dispuesto a salir cuando de repente escuchó:
Rrring Rrring Rrring
Peter se había olvidado el celular en su escritorio, un olvido demasiado descuidado de su parte.
Rrring Rrring Rrring
Neal acercó su curiosa cabeza para ver el identificador de llamadas pero era un número privado.
Rrring Rrring Rrring
Una extraña sensación de hormigueo recorrió por sus manos quería levantar el teléfono y contestar sin saber exactamente porque, simplemente quería hacerlo.
Rrring Rrring Rrring
Además el estúpido sonido no cesaba y ya le estaba inquietando! todavía más!!
Rrring Rrring Rrring
Sin pensarlo más segundos alzó el teléfono...
…pero justo cuando iba contestar entro Diana.
-Caffrey! que estás haciendo aquí?!
-Diana!!!
Por el susto que se llevó el muchacho hizo caer el celular de su padre al suelo y se estrelló tan fuerte en el piso que la batería voló hasta la entrada justo en los pies de Diana, la pantalla touch se arruinó porque se hizo añicos.
Por supuesto para Neal paso muy rápido pero para la agente Berrigan paso en cámara lenta: primero vio la cara de susto de Neal luego como el celular voló en el aire y entre sus manos que trataron de atrapar el aparato, pero fue en vano, porque segundos después escuchó CRASHHHHH!!! y luego de un reflejo débil de luz vio el celular de su jefe destrozado, seguido por los gimoteos de su compañero en el trabajo.
-Oh nooo! se rompiooó!! Papá va a enojarse mucho!!!- puso cara miserable mientras de a poco levantaba los restos del celular de su padre.
-Que estabas haciendo aquí?!- Diana se acercó donde él y se agachó para ayudarle a recoger los restos del aparato que hace minutos no dejaba de sonar y que por suerte gracias a ella no pudo contestar y escuchar la voz que él reconocería a pesar de los muchos años que hayan pasado de no oírlo.
-Eso ya no importa no ves lo que me hiciste hacer- Era un reclamo muy infantil el que hizo a la agente Berrigan- Casi me das un infarto, te olvidaste de tocar!
- Tú debías estar abajo en tu escritorio no en la oficina de Peter mientras él está en reunión!
-Pero él no quiere decirme sobre el caso clasificado me está excluyendo injustificadamente- Ahí sentado con los pies cruzados en el piso con su carita de dolor exponiendo sus grandes ojos azules manipuladores para que Diana sienta compasión y le ayude a resolver su actual travesura cometida - solo porque le molesta que yo quiera irme de casa.
-Levántate Caffrey- pero Diana era una de las pocas personas que no sucumbía a los encantos del CI- estás muy equivocado si piensas que tu padre no tiene razones para no decirte sobre el caso clasificado, deja de comportarte como un niño berrinchudo y terco, acepta sus órdenes.
Ante el regaño Neal se puso de pie con una mueca enojada por no recibir apoyo.
Se proponía a discutir con Diana cuando por la puerta entro el agente Burke al principio con una sonrisa por lo bien que le había ido en la reunión pero después de ver la expresión de la agente Berrigan y la cara típica de su hijo de estar en problemas supo que él terminaría su día con un dolor en la cabeza y Neal con un dolor en el trasero.
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