Trece primos y una historia: Lacour
Capítulo 10: El otro ¿primo? Parte
2
Santiago POV
Estábamos en el estudio esperando a que Miguel Ángel
regresara con Alex y Christian, y me puse a ver Snapchat. De repente un hombre
que salía al fondo de uno de los videos llamó mi atención, se parecía mucho a
mi abuelo paterno en su cara, su físico y sus actitudes, pero lo que más me
llamó la atención fue qué el hombre se subió a una camioneta Mercedes Benz
clase G gris oscuro seguida de un Ford Interceptor blanco de escoltas armados.
Cuando vi la escena quedé shockeado. Algo tenía que
estar mal, ese hombre era mi abuelo, no pero mi abuelo estaba muerto desde
hacía varios años.
-Bruno, Román vengan a ver este video.
Mis hermanos vieron el video
-No, no puede ser. ¿De cuándo es ese video?
-Es de ayer
-No eso es imposible, él está muerto, si hasta fuimos
a su funeral
-No, debe ser una confusión
-Pero la camioneta!
Mis otros hermanos ya estaban sobre mí pidiéndoles que
les enseñara el video y lo vimos unas 5 veces más. La cara de mi amigo y su
novia borrachos subiéndose a su Porsche en un antro en Polanco y diciendo
sandeces no nos importaba lo más mínimo, a nosotros nos interesaba el hombre
que salía al fondo de la grabación de unos segundos.
-Esto tienen que verlo Miguel Ángel y Fernando-concluyó
uno de mis hermanos después de que discutiéramos durante largo rato respecto a
la autenticidad del video.
Corrimos a buscar a Fernando y a Miguel Ángel
-¿Qué pasó? ¿Por qué hacen tanto escándalo? – preguntó
Fernando cuando lo encontramos
Todos mis hermanos gritaron a la vez mientras yo
trataba de callarlos.
-Ve este video
-No me interesan las tonterías de jovencitos borrachos
- comenzó diciendo Fernando - ¿El… el
abuelo? ¿DE CUÁNDO ES ESTE VIDEO?
- De ayer
-No, no, es imposible. Tiene que ser una confusión.
-¿Qué pasa aquí? Se supone que todos deberían estar en
el estudio para que compremos los billetes de avión- intervino Miguel Ángel
Nuevamente el escándalo inentendible de todos tratando
de explicarle a Miguel Ángel lo inexplicable mientras yo me limité a ponerle el
video
-¿Qué tiene este video de especial?... ¿Es el abuelo
verdad?... Todos lo queríamos mucho- el video se detuvo y Miguel Ángel se dio
cuenta de que era de Snapchat
-¿Snapchat? ¿De cuándo es el video?
-De ayer
Miguel Ángel se quedó pasmado, como si estuviera asimilando
el video
-Niños… Sabemos que la gente no resucita así nada más,
todos extrañamos mucho al abuelo, y más ahora, pero todos estuvimos en su
funeral. Seguramente es una confusión, tiene que serlo.
Traté yo mismo de convencerme. Era la razón contra los
ojos.
Christian POV
Al principio estaba muy enojado con Alejandro por todo
lo que había armado ¡por una simple palanca vieja! ¿Se imaginan? Pero después
el video falso del abuelo distrajo mis pensamientos y mi enojo.
Entonces fuimos al estudio a comprar los boletos, pero
ya solamente quedaban 10 asientos en clase turista y 5 en primera clase.
Miguel Ángel compró los 10 boletos de clase turista y
3 de primera clase, todos empezamos a pedir los de primera clase, y Miguel
Ángel lo resolvió asignando a las tres niñas de la familia en primera clase.
-Un acto de caballerosidad-nos dijo
Al día
siguiente
Estuvimos preparándonos para el viaje y nos fuimos al aeropuerto donde comimos algo
mientras esperábamos que saliera el vuelo.
Fue hasta el momento de subir al avión que caí en cuenta
de que me habían asignado el asiento al lado de Alex.
-¡Yo no me voy a sentar al lado de ese mentiroso!-le
aclaré a Miguel Ángel cuando subimos al
avión
Alex se sentó en la ventanilla y yo me quedé parado en
el pasillo
-Por favor, Chris, no es buen momento para pelear,
además Alex ya se llevó su castigo, así que deja de llamarle mentiroso.
-Te equivocas papá, ese niño es un mentiroso de
primera y ni los cinturonazos que le diste sirven para que diga la verdad.
-Shut up! – me gritó Alex bastante avergonzado por lo
que había dicho en voz alta. En ese momento vi que todas las caras cercanas nos
miraban fijamente, así que con un respingo de enojo me senté, no era buena idea
seguir llamando la atención.
Cuando habíamos despegado y el ambiente en el avión ya
estaba más tranquilo, la pasajera de al lado me susurró
-¿Les pega?
-¿Quién?-pregunté algo sobresaltado por la pregunta
-Tu papá o quien sea ese señor
Sentí como se me enrojecían las mejillas
-Sí, no, quiero decir… solamente a veces, cuando nos
portamos mal. Pero no es como pegar en sí, solo un castigo.
-Mmm. Comprendo- dijo en tono de no estar muy de acuerdo-
porque ¿si sabes que nadie debe maltratar a los niños?
Asentí y trate de mirar hacia el otro lado hacia la ventana,
pero estaba Alex dándome la espalda de la manera más intencional posible.
¿Por qué me pasaba todo esto? Iría sin duda a ser un
viaje incómodo. Así que decidí ponerme los audífonos y ver la aburridísima
película del avión.
Estimados pasajeros, les informamos que vamos a arribar al aeropuerto
internacional de la Ciudad de México siendo las 15:27 horas, con temperatura
ambiente de 23° centígrados. Muchas gracias por volar con nosotros.
Miguel Ángel rentó una Sequoia blindada en el
aeropuerto y nos dirigimos a Tepoztlán.
Jonathan POV
Yo regresé de la escuela y me enteré que Miguel Ángel
venía de la Ciudad de México. Estaba muy nervioso y me senté en la mesa frente
al plato, realmente no tenía hambre.
-¿Por qué estás triste, Johny?
Yo aparte el plato de un tirón
-Perdón- se disculpó mi hermanito creyendo que mi
reacción había sido de enojo por lo que me había preguntado
-No, no te preocupes Moi, no es tu culpa
Sentía un nudo en la garganta; se suponía que los
hombres teníamos que ser machos, pero yo no concebía un día sin mi hermanito,
lo quería demasiado.
Me quedé sentado en la mesa cubriéndome la cabeza con
los brazos. Estaba tan absorto en
mis pensamientos que tardé en comprender lo que me decía Moisés mientras me
jaloneaba la playera.
-Ven a ver que bonita camioneta se estacionó en frente!
Me levanté para asomarme por la puerta, pero en
seguida volví a sentir el nudo en el estómago. ¡Seguramente era Miguel Ángel!
Cuando vi la camioneta quedé impresionado, a Tepoztlán
llegaban muchos turistas ricos, pero muy rara vez se veían ese tipo de carros.
Y mientras contemplaba el negro cromado que relucía junto con los rines nuevos,
se bajó un joven muy alto y algo fuerte pero no demasiado. Quedé igual de
impresionado que con la camioneta, caminaba con mucha seguridad mientras dirigía
la mirada como buscando algo. Mientras contemplaba su reloj, su camisa polo y
sus lentes oscuros, salió de la camioneta un chico más flaco aunque también
vestido con ropa muy cara.
-Si no estás seguro de que sea aquí habla por teléfono
El mayor sacó un iPhone y comenzó a llamar
RING RING
Moisés, qué no captaba nada de lo que estaba pasando
contestó el teléfono
-Bueno…sí… no, salió por las tortillas-escuché
solamente la conversación de Moisés porque los jóvenes se habían alejado un
poco pero me di cuenta de que en ese momento el chico se rio.
Corrí a arrebatarle el teléfono a Moisés y contesté
-Bueno
-Bueno
-Queríamos hablar con la señora María
-No está
-Ah
(par de hipócritas, como si no lo supieran ya)
-Pero estoy yo, su nieto Jonathan
Tuve la satisfacción de oír un silencio, seguramente
no se esperaban que les contestara yo, y menos de una forma tan segura.
-Jonathan… Qué gusto saludarte ¿cómo estás?
-Bien, gracias- dije secamente
Otro silencio. Si creían que yo sería un huerfanito
llorón pronto se darían cuenta lo equivocados que estaban.
-
Me da gusto oír eso. Seguramente tu
abuela ya te comentó algo de nosotros, soy Miguel Ángel, primo tuyo por parte
de tu papá.
-
Sí, sí me comentó todo.
-
Ah, bueno, creo que estamos frente a
tu casa, pero si quieres esperamos a que tu abuela regrese.
-
No, no es necesario, voy para allá.
Colgué y me dirigí a Moisés que me miraba extrañado
-Van a entrar unas visitas, pórtate bien y quédate
conmigo en lo que llega la abuela .
Me armé de valor y fui a abrir la puerta.
-Hola-los salude
-Hola Jonathan-me saludo el mayor estrechando mi mano
-Hola-me dijo el chico chocando mi mano
-Paseen, adelante
Se miraron mutuamente y luego me miraron a los demás
-Es que en la camioneta…-comenzó el mayor
-En la camioneta están mis otros hermanos… nuestros
otros hermanos.
Mire hacia la camioneta, se veían varios niños adentro
-Pues que entren también
El mayor asintió
-Muchas gracias Jonathan, por cierto soy Miguel Ángel,
y este es Fernando.
Ya comenzaban a bajar los demás, ¡wow! Eran un
ejército completo.
Saqué una botella de refresco del refrigerador y les
dije que podían servirse al extender un paquete de vasos desechables en la
mesa.
Me senté y traté de observarlos disimuladamente
mientras mi abuela llegaba. La mayoría se habían sentado en la mesa y en la
sala. Uno de los niños se puso a jugar en su IPad y Moisés automáticamente se pegó
a él para verlo jugar. En eso dos niños se pusieron a jugar con el balón de
Moisés y él saltó para quitárselos.
-No agarres mi balón
-Perdón, no pensé que te fueras a enojar
-OK, pero si quieres jugar usa ese-dijo señalando al viejo-
y no este que es el nuevo
Uno de los niños se rió y el otro trató de volver a
quitarle el balón a Moisés
-¿Qué haces pen****?
Los dos niños se quedaron con la boca abierta de
sorpresa
-
¿Por qué insultas a mi hermano? – le
dijo el niño más grande
-
¿Por qué? Porque les estoy diciendo
que deje mi balón y no me hacen caso.
-
Pero ¿qué no era broma?
-
No para nada, jueguen con ese
-
No nos estarás diciendo de verdad que
juguemos con esa basura
-
¡No es una basura!
-
¡Claro que es una basura!
En eso Miguel Ángel, que estaba hablando por teléfono,
pareció darse cuenta de lo que pasaba
-Sí, Gerardo, espérame te llamo luego, tengo un
problema, sí – y casi le aventó el teléfono al tal Fernando
Moisés le dio un puñetazo en la cara al más chico y lo
tiro al suelo
-¡Paren! – gritó Miguel Ángel – no puede ser que se
peleen por un balón ¡es solamente un balón!
-Creo que te equivocas-le dije a Miguel Ángel – aquí
no hay nada más importante para un niño que su balón .
-Sea lo que sea no puede ser que se pongan a pelear de
esta forma-dijo mientras pedía hielo para desinflamar la mejilla amoradatada del
niño
-Sí, en la nevera- le dije al chico que había ido a
buscar hielo – Moisés pídele una disculpa
-Yo no le voy a pedir perdón a ese pend****
-Moisés, por favor, te pedí que te portaras bien
Mi hermanito dio un respingo de inconformidad y se
tumbó en una silla sin decir nada más. Mientras tanto Miguel Ángel ya le estaba
poniendo el hielo al otro niño, y mi abuela entró a la casa tratando de
mantenerse en equilibrio entre todo lo qué traía. Dos de los chicos salieron
corriendo hacia ella y le ofrecieron ayuda, algo que se me hizo totalmente
extraño.
-Ah, Miguel Ángel, disculpa que no estaba cuando
llegaste. Fui a comprar unas cosas por si se quedan a comer.
-Muchas gracias señora, no se preocupe, aunque sí
aceptamos su invitación para quedarnos a comer.- Le dijo Miguel mientras
levantaba al niño que Moisés había golpeado.
Con razón mi abuela no había dejado de preparar cosas
desde ayer.
-¿qué te pasó niño?-dijo reparando en la escena-, te
peleaste con Moisés. ¡Chamaco malcriado, ya te he dicho que las cosas no se
solucionan a golpes!-lo último se lo dijo a mi hermano
Mientras comíamos abordamos el tema importante.
-Johny, tu abuela fue la que me avisó de la situación
de tu mamá, la verdad es que nosotros estamos tan sorprendidos como tú de
nuestro parentesco, pero nos agrada que puedas venir a vivir con nosotros.
Hemos pasado situaciones difíciles empezando por la pérdida de nuestros padres
en un accidente, como seguramente sabes, pero hemos tratado de formar una
familia y salir adelante.
Yo asentí
-Hay algo... – tartamudee – es que no quiero irme sin
Moisés, no podríamos vivir separados.
El silencio permaneció unos momentos
-Claro, de hecho lo había considerado ya. Supongo que
él también necesita ese apoyo y la familia.
-Johny, quiero que entiendas algo importante, somos
familia y cualquier cosa que necesites tú o tu hermano haremos lo posible por ayudarlos,
e incluso más allá.
-Sé que suena extraño esto, pero queremos lo mejor
para ustedes
- Lo sé – dije aunque aún no podía estar seguro – muchas
gracias
Después de la comida Miguel Ángel nos explicó que los
trámites tomarían una semana o dos y que nos quedaríamos en Cuernavaca mientras
tanto.
El viaje hacia Cuernavaca fue muy agradable en la
camioneta, aunque según ellos íbamos un poco apretados.
A mí todo se me hacía exageradamente bueno para ser verdad,
la camioneta era demasiado lujosa, todos los niños tenían celulares y tablets, la
ropa era demasiado fina y además todos demostraban mucha seguridad en si
mismos, como si no tuvieran más preocupación que escoger la película del viaje
o el snack de la tarde.
Cuatro días después
Realmente me la estaba pasando genial con mi nueva
familia, y añadiéndole que por primera vez en mi vida tenía un celular y tenis
y ropa nuevos, era como vivir en el paraíso.
Esa tarde después de comer en el hotel estábamos en la
enorme suite, algunos de mis hermanos estaban viendo la TV, otros jugaban
juegos de mesa en la alfombra y uno estaba leyendo. Miguel Ángel me llamó a mi
y a Moisés y nos pidió que nos sentáramos en la mesa para platicar un poco.
-¿Cómo están, están contentos con sus hermanos?
-Sí-dijimos los dos a la vez.
-Qué bueno, me da mucho gusto que estén felices en
esta nueva familia. Les recuerdo que lo más importante para mi son todos
ustedes y qué estén bien, por eso les pido que cualquier cosa que necesiten o
si quieren hablar con alguien no duden en acercarse a mí.
-Sí, sí, muchas gracias Miguel Ángel, de verdad
-Hay algo más que les tengo que comentar… como en toda
familia, tenemos reglas. Reglas que es importante que respeten.-asentí con la
cabeza, pues no tenía que ser una mala idea. Y Miguel Ángel continuó- y si
rompen las reglas... Bueno, pues hay castigos. Y si vamos a ser parte de la
misma familia es importante que todos reciban el mismo cuidado pero también la
educación y disciplina.
Asentí aunque no estaba muy seguro de a que tipo de
castigos.
-Las reglas son sencillas y las irán aprendiendo. Una
de las principales es que no deben pelearse ni pegarse entre ustedes, y así
mismo deben obedecerme, tampoco deben decir groserías y deben respetar las
reglas básicas de la sociedad como no robar, etc…
-OK
- Tienen alguna duda?
Yo negué la cabeza aunque claro que sí tenia dudas,
especialmente una. Observé a Moisés qué miraba a Miguel Ángel como si fuera un
extraterrestre, pero Miguel Ángel se levantó y le dio una palmada cariñosa en
la espalda.
-Estoy seguro de que se van a portar bien, ya pueden
seguir jugando.
Moisés corrió a jugar con la tablet de Ricardo, pero
yo me acerqué a Alex que estaba leyendo.
-¿Oye Alex, cómo los castiga Miguel Ángel?-susurre
nerviosamente
-Pues depende, desde quitarnos la tablet o el celular,
hasta…- en ese momento se detuvo mientras se ruborizaba un poco.
-¿Hasta que?
-Bueno… supongo que como familia no debe haber
problema de hablar de esto… hasta unas nalgadas o unos cuantos correazos a
veces.
¿Era en serio? No podía ser, esa que parecía la
familia perfecta. ¿Miguel Ángel era capaz de pegarle a sus primos?
Alex iba a decirme algo más pero yo me alejé. Haría
todo lo necesario para que Miguel Ángel no me pegara, además yo ya tenía trece años.
Y tampoco dejaría que tocara a mi hermanito.
Al día siguiente fuimos a Tequesquitengo. Estuvo
padrísimo porque rentamos motos de agua en parejas y echamos carreras en el
lago. Era la primera vez que me subía a las motos y me tocó con Fernando.
-Es como una bicicleta muy rápida y sin frenos pero en
agua- me dijo cuando me cedió el volante para que manejara un rato.
Regresamos al club de playa en el lago y mientras
pedíamos algo para almorzar escuchamos el escándalo de los niños que se
peleaban en el tumbling. Y alcancé a ver como Moisés derribaba a dos niños en
un par de golpes. Miguel Ángel fue hacia allá
-¡Para Moisés! , ¿qué haces, por qué les pegas a los otros
niños?
-Esos pend**** se estaban burlando de que no puedo
darme marometas.
-OK Moi, no está bien que se burlen de ti, pero tampoco
está bien que los agarres a golpes y los insultes.
-Claro que sí está bien- dijo mi hermano mientras
volvía a golpear a los niños y gritarles una serie de insultos, nada aptos para
su edad.
Pero Miguel Ángel logró controlarlo y se lo llevó
hacia la camioneta. ¿Qué hacía? Un pensamiento cruzó mi cabeza y corrí hacia
ellos.
-
No vayas a tocar a mi hermano.
-
Solamente lo voy a castigar Jonathan.
-
¿Pretendes enseñarle a no golpear
dándole unos golpes? ¿No es estúpido?
Miguel Ángel
suspiró pero luego me sonrió un poco.
-
Entra a la camioneta para que te
explique
Una vez
adentro
-Necesito
castigarte Moisés, para que aprendas a comportarte educadamente. Johny
solamente le voy a dar unas nalgadas que no le van a hacer ningún daño en
comparación a los golpes que él les da a los niños en la cara. Solamente es un
castigo, y jamás lastimaría a alguno de ustedes. ¿Comprendes?
Yo traté de
comprender, pero negué con la cabeza
-
Hay muchas formas de castigar a un
niño ¿por qué usas la más pasada de moda?
-
¿Preferirías que dejara encerrado a
tu hermano en la camioneta y que se pierda la diversión? De cualquier forma yo
soy el que tengo que decidir así que, anticuado o no, por favor déjanos para el
castigo
-
Estás loco si crees que te voy a
dejar aquí solo golpeando a mi hermano.
Miguel Ángel POV
-La mayoría de los niños prefieren privacidad cuando
los castigan, pero si te quieres quedar está bien.- le dije a Jonathan, aunque
personalmente no me agradaba la idea de tener esos ojos azules encima que me
juzgaban por castigar a su hermanito.
Tenía que ser cuidadoso de dejar la lección pero
tampoco asustarlos. Consideré bajarle el short pero lo descarté rápidamente, no
sería lo mejor en el primer castigo que les daba.
Tomé a Moisés y lo incliné en mis piernas
-¡No, qué haces? No, no me pegues- comenzó a protestar
y a patalear
Vaya, así que alguna vez ya lo habían castigado así.
-Te voy a castigar por golpear a otros niños e
insultarlos y continuar haciéndolo cuando te pedí que pararás.
-No, no Bua buaa
Comenzó a llorar y a mi se me hizo un nudo en el estómago,
pero tenía que continuar
Plas.. Plas.. Plas..
-No, no, para- sus gritos se volvieron más agudos
Plas.. Plas BUAA Plas.. Plas..
-¡Para BUAA me duele!
Plas.. Plas.. Plas..
Me detuve, le había dado 10 fuertes sobre el short. Él
seguía llorando así que lo paré y lo senté con cuidado en mis piernas.
-Ya pasó Moi, ahora pórtate bien y vamos a divertirnos
campeón.- le di unas palmaditas en la espalda.
Pero Moisés estuvo sollozando un rato más y cuando
finalmente se iba a ir corriendo hacia afuera lo detuve tantito de los hombros
y lo giré para que me viera a la cara.
-Moi, créeme por favor, te castigué porque necesito
que aprendas a portarte bien pero te quiero mucho, a todos ustedes los quiero
mucho.- Moisés trató de evitar mantenerme la mirada, pero finalmente me miró a
los ojos y en una media sonrisa se sonrojo y asintió con la cabeza. Lo había
entendido.
-Vamos a lavarte la carita campeón, que si te ven
moqueando así van a pensar que soy un papá despiadado y no un primo cariñoso.-
le hice una cuantas cosquillas y miré de reojo a Jonathan, qué no disimulaba su
sorpresa y nos siguió murmurando cosas de las que solamente alcancé a escuchar palabras
como “increíble”, “castigo” y “contento”.
Continuará!
Excelente capi me encanto, actualiza pronto!!
ResponderBorrarGracias Kate, qué bueno que te encanto. Y sí, pronto continuaré la historia. Saludos!
BorrarExcelente capi me encanto, actualiza pronto!!
ResponderBorrarSe me borro el comentario y ya no recuerdo que escribí.. lo importante es que me encantó el capi, me encantan los nuevos integrantes de la familia y la actitud cariñosa considerada de Miguel Ángel adaptándose a la edad del nene, y me encantó la actitud sobreprotectora de Jony. Espero con ansias el próximo capi
ResponderBorrarGracias Chany por comentar. Así sabemos que alguien lee nuestras historias y que les gustan. Vendrán nuevas aventuras para los chicos, te lo aseguro.
BorrarCool el capi,no es nada facil darle vida a tantos personajes ;)
ResponderBorrarHola Sanha. Sí, es todo un reto. Pero así también tiene más vida la historia. Saludos!
BorrarMás personajes!!
ResponderBorrarMm que pasará con ese vídeo del abuelo??..
Que buen capi!!