Con mi oma no se juega

Con mi oma no se juega

Mi papá salió con mi opa a un viaje de negocios. Son los primeros que mi opa lo va a dejar hacer solito y yo le di permiso y me quedé con mi oma. Todo estaba muy bien hasta que no me dejó ir a ver a la Kathya, y yo quería ir a ver dragon ball, porque mi papá no me deja verlos.

“Oma, voy a la casa de la Kathya”

“no, Steve. No irás. Es tarde y mañana tienes colegio”

“tú nunca me dejas hacer nada. Ya quiero que llegue papá”

“Steve, no empieces. Además recuerda que estas castigado”

“que no fue mi culpa!!! No tenías por qué castigarme por eso” no era justo!! No fue mi culpa que nos anotarán a todo el curso, si yo no copié en la prueba. Yo me lo sabía todo, y no fue a mí al que pillaron con los torpedos, bueno eran de mis cuadernos los que estaban fotocopiados, reducidos y repartidos por todo el salón de clases.

“Steve, no vamos a discutir eso, no irás. Punto”

“si voy a ir y se acabó” no me importó. Pasé por su lado y salí de casa.

“Steve, ven acá”

“no!!”

“Steve” dijo cuando me tomó del brazo “entra a casa, vuelve a desobedecer y te voy a pegar” dijo con mostrándome su mano en la seña universal de darme un azote. Pero es mentira la omita no me hace tan tan, sólo papá y el opa, pero papá lo regaña cuando lo hace, porque dice que sólo él puede hacerlo porque sólo él es mi papá.

  

Yo me entré a casa frustrado, pero decidido que no era así como quería pasar la próxima semana, así que tomé mi mochila, eché lo que puedo necesitar, me puse mi mantita de Tiger, la mochila al hombro y partí a casa de la Kathya. Me quedare ahí hasta que llegue papá a casa.

Esperé a que la Oma no estuviera en el vestíbulo y me escabullí por la puerta de entrada, lo que no contaba era que a iba estar dando las instrucciones al jardinero de cómo quería que le podaran las rosas.

“Steve André Hyuga ZAS ZAS ZAS ZAS a casa” yo me solté y me puse a llorar. Me dolió mucho, me puse a correr.

“tesoro, ven aquí”

“NO!!! TÚ ME QUIERES PEGAR”

“si, te voy a dar unas buenas palmadas por desobediente. Ven aquí o te daré esas nalgadas aquí”

Me acerqué mimoso y con carita de arrepentido. Lo sé, he escuchado a papa hablar con los opas que no puede castigarme cuando pongo el pucherito.

Pero mi oma parece que está ciega o tiene el corazón de piedra porque no le importó, me dio siete terribles palmadas en mi colita.

“A casa! Súmale tres días al castigo” dijo muy seria mientras recogió mi mantita y mi mochila. Yo me puse a llorar porque de verdad quería ver el final de Dragon Ball y ahora me lo iba a perder.

“que pasa tesorito?! La oma no te dio una nalgada tan fuerte”

“no fue una, fueron muchas y no voy a poder ver los monitos buaaaaaaaaa” me fui corriendo a casa, y me acosté en la cama de papá. Mi oma llegó, con dos pocillos de helado y puso la tele en mis monitos.

“papá no me deja” le dije triste; no quería que ella se metiera en problemas

“que tu papá diga algo y su mamá le hará chas chas en su colita”

Yo me reí mucho

“Omaaaaaaaa que mi papá ya es grande jejejej” me acomodé en su regazo y por fin vi mis monitos.