lunes, 29 de abril de 2019

CAPITULO 36 mariposas de libertad




CAPITULO 36 mariposas de libertad

Enfermera: Dr. Mayser, el sueño de su hijo es muy inestable, además le está descendiendo mucho la presión
Edward: por favor, aplíquele estos medicamentos,  monitoreo continuo…….¿está listo el tomógrafo?
Durante la valoración médica, encontraron problemas de arritmia cardiaca, un peso de solo 38 kilos, dificultad para elevarle los niveles de presión arterial, era evidente el daño físico, Edward se sentía impotente,  la arritmia era la consecuencia indeseable a la anorexia.
Edward: hijo, lucha junto a mí, no me dejes solo, tienes que vivir.
A los dos días de internamiento, Edward ordeno despertar a su hijo, se le mantenía con ventilación permanente por la dificultad para respirar, al abrir los ojos un aturdido Ariel se notaba confundido, disperso, su mente aun bloqueada.
Ariel:  ¿Dony?
Edward: hijo ¿Qué pasa?  
Susan: Hola Alex, tranquilo, estamos contigo.
Ariel:  aaahh me duele la garganta, la espalda, la mano, es horrible estar aquí¡¡¡
Edward: hijo, temí mucho por tu vida, tienes que echarle muchas ganas, tienes que alimentarte para que recuperes fuerza y te puedas ir a casa.
Susan: señorita, por favor adminístrele estos analgésicos intravenosos, quiero que Ari este completamente relajado
Ariel: nooooo¡¡¡
Susan: Mi vida, ¿Qué puedo hacer por ti? ¿quieres un licuado?
Ariel: mami noooo!!!!
Susan: esta bien, tranquilo pequeño, tranquilo.
Edward: Mañana tienes tu primera sesión con la terapeuta. Ella te ayudara hijito, confío en su trabajo, ayúdame también a confiar en ti, vamos, acepta algo de comida.
Mas a pesar de la insistencia, los ruegos, los regaños, las advertencias, Ariel simplemente no probo bocado, era ya una lucha del  más fuerte, y Edward no quería ser estricto con su hijo.
Edward: vamos Ariel, solo un bocado, tienes que comer
Ariel: nooooo ¡!!ay yaaaa¡¡¡
Edward: necesito que comas, ¿aceptas un poco de gelatina?
Ariel:  nooo….
Edward: enano, necesito que te alimentes de forma oral, vamos, si comienzas a comer te podre dar de alta, estarás cómodo en casa.
Ariel: ash papi, cómprate un ropero y piérdete en Narnia¡¡¡
Edward: cuidado con esa boquita enano
Al día siguiente, a la hora convenida acudió la terapeuta que tenía amplia experiencia en niños con anorexia, pero no logro tener éxito en la primera sesión, el chico  simplemente se negó a cooperar con la terapeuta, así que ella saco una pelota y le invito a jugar, él no se lo esperaba, le pareció divertido seguir el juego, terminando entre risas con la terapeuta, en realidad habían hecho ya una conexión que traería grandes frutos.
El tratamiento médico continuo con las dificultades para que Ariel probara alimento, incluso ante la desagradable advertencia de ser inyectado en los glúteos, no era simplemente no. Era mucha la rabia e impotencia de los padres, lo único favorable era que no continuaba bajando la presión arterial ni presentaba problemas cardiacos, hasta que un día surgió la magia, estaban ya en la cuarta sesión de terapia.
Terapeuta: ¿has tenido un sueño que se repite en varias ocasiones?
Ariel: si
Terapeuta: ¿me lo quieres platicar?
Ariel: no
Terapeuta: hagamos algo, yo te iré preguntando y tú responderás, por cada respuesta pondremos una mariposa de colores en el fondo negro, ella significara tu liberación, ¿te parece bien?
Ariel: o sea, por favoooor ¡¡¡ sube a un árbol tu capullo y maduraaaa¡¡¡
Terapeuta: ¿lo dices por las mariposas?
Ariel:  que osooo¡¡¡
Terapeuta: te dejare que tú las pongas, tú decidirás cuando y en qué momento tomaran el vuelo
Ariel: el fondo negro (suspiro)……
Ariel se quedó mirando fijamente el fondo negro del marco, en momentos miraba las mariposas de brillantes colores, simbolizaban su vida, su caída en la depresión ante el suicidio de su mejor amigo, el vacío que sentía al no contar con el cuidado de sus padres, el coraje de ver morir a su amigo frente a él y no poder ayudarle.
Lentamente y con mucha paciencia por la experiencia con niños, la terapeuta comenzó a trabajar lo emocional,  hasta llegar al punto de la pregunta ¿contra qué o quién debes luchar?.
Ariel: creo….(suspiro)….no se…..el fondo….la culpa…..
Terapeuta: ¿con quién sientes culpa?
Ariel: con mi amigo Dony
Terapeuta: ¿Qué le paso a tu amigo?
Ariel:  se….. –la mirada se le nublo, era evidente que hablar de su amigo le quebraba emocionalmente- se suicidó sniff ese día me llamo por teléfono sniff estaba triste sniff sniff pero el tonto no me espero sniff  murió frente a mi sniff sniff lo vi correr hacia mi sniff sentí que me traspasaba sniff no lo pude ayudar sniff
Terapeuta: en tus manos no estaba ayudarle….
Ariel:  yo sabía que era gay sniff y….sniff…y cuando me lo revelo sniff  lo deje solo sniff sniff lo deje solo sniff sniff lo rechazeeee   aaaaaggggg aaaaaaahhhhhhh lo siento  aaaaaaahhhhhh
Terapeuta: tu amigo tomo su decisión, tu no podías hacer nada para detenerle, y el hecho de haberle dejado solo cuando te lo revelo, no significa rechazo,  tu hiciste lo que necesitabas  hacer en ese momento…...
Ariel: aaaahhh pero el tonto se fueeee sniff sniff yo lo vi colgado, sniff lo vi colgado
Terapeuta: tranquilo, respira….todo está bien, no fue tu culpa Ariel
Ariel:  sniff sniff  si lo fueeee¡¡¡¡
Terapeuta: ¿Qué te hace sentir en deuda con tu amigo?
Mas Ariel no respondió, continuo llorando amargamente, al término de la sesión, Ariel permitió el  abrazo de su terapeuta con mucho amor, al salir la terapeuta entro Edward y quedo asombrado de ver a su hijo sonriendo a pesar de los ojitos hinchados por el llanto
Ariel: hola papi
Edward: hola enano, ¿todo bien?
Ariel: si papi, ¿Qué hora es?
Edward: son las 3 de la tarde
Ariel: tengo hambre
Edward: Es muy grato escucharlo, ¿Qué deseas comer?
Ariel: una hamburguesa….a y con papas fritas
Edward: la mandare traer con tal de que comas, y aunque eso no se lo permito al resto de mis pacientes, contigo hare una excepción.
Ariel: ash papi….yo no soy tu paciente
Cuando la hamburguesa por fin llego, Ariel se conformó con probar 6 papitas fritas y dar tres mordidas a la hamburguesa, dando inicio nuevamente a los ruegos del padre.
Edward: enano por favor, solo abre la boca, un poco más de comida, hoy has dado un gran logro, sigue con un poco mas
Ariel: ya no papi
Edward: está bien, te voy a dar un biberón con multivitaminas
Ariel: no papiii, o sea, ¡que osooo¡ o sea…¿Cómo?¡¡¡¡
Edward: entonces come más, sabes que hablo en serio, es más, vente conmigo al sofá, aquí comeremos, te traje una película para hacer más grata la tarde.
Ariel no tuvo otro remedio más que terminar comiendo la hamburguesa mientras miraba a su padre de reojo, además de que probaba una papa frita ocasionalmente.
A partir de ese día, el resto de los días en internamiento y  de las sesiones con su terapeuta fueron más fluidas, con juegos y dinámicas, así como la vigilancia constante para que probara alimento.
Enfermera: es un hermoso día Ariel, ¿quieres ir al jardín? Tu terapeuta indico comenzar a llevarte al exterior
Ariel: langweilig langweilig ... dieser Garten ist für die Kranken
Enfermera: no te entiendo, háblame en español
Ariel: Ich will nicht
Enfermera: ¿estás enojado?
Ariel: ah??
Enfermera: no te había escuchado hablar en otro idioma, solo te he visto llorar, gritar, lo positivo es que te llevas bien con tu terapeuta, espero no la quieras hacer enojar al desobedecerla
Ariel: ash escudo protector ¡actívate¡
Enfermera: abriré las cortinas, así puedes ver a través de la persiana
Ariel: ¿Dónde están mis papis?
Enfermera: fueron a descansar a su residencia, han estado más de 48 horas sin dormir, no se te han separado, los convencí de que fueran a descansar un poco mientras yo te cuidaría
Ariel: no soy un baby¡¡¡
Enfermera: pues te comportas como uno
Ariel: quiero ir al ventanal
Enfermera: te ayudare, el jardín es hermoso, tal vez quieras primero conocerlo
Ariel: ya lo conozco, pero no saldré en bata, es como un vestido, o sea, mega oso wey
Enfermera: tus papis te dejaron ropa deportiva, haremos un trato, te dejare vestir la ropa perooo……sin quitarte el suero, y nos iremos a caminar los dos, en la parte trasera del hospital hay un jardín oriental hermoso, pero con la condición de que comas conmigo.
Ariel: (suspirando) vale
La enfermera ayudo al chico a vestirse con cuidado, sin retirar el suero, salieron a caminar al jardín oriental, el cual era un ambiente sumamente relajado, fue una experiencia muy agradable caminar en el jardín, y más ante el pedido de la enfermera
Enfermera: quitémonos los zapatos, es una delicia caminar sobre el pasto
Ariel: ok
Enfermera: cuando yo era niña caminaba descalza por todo el jardín de la casa, me encantaba jugar con en el montón de las hojas de los árboles, crecí en el campo, entre los matorrales y la sierra, olía a montaña y tierra.
Ariel:  ni idea¡¡¡¡
Enfermera: te hare una invitación
Ariel: ¿así?
Enfermera: claro, te voy a invitar a comer
Ariel: no gracias
Enfermera: ¿Por qué no comes? ¿Estas castigando a tus papás?
Ariel: ash X tu comentario, o sea, para nada pues¡¡¡
Enfermera: bueno, entonces vamos a comer
Ariel: ash
En el comedor del lujoso hospital todo el personal conocía al hijo de los dueños, quienes eran muy apreciados por ellos, al ver a su retoño en el hospital, no hicieron más que rodearle de atenciones, le habían visto crecer junto a ellos, le colocaron una charola de comida, y entre todos le rogaban y animaban para que aceptara algo de gelatina o crema de espárragos.
Ariel: you are so sweet, that they make me sick
Enfermera: ¿quieres irte a tu cuarto?
Ariel: si
Al llegar a la habitación Ariel ya no permitió que le pusieran la bata de hospital, no quería verse enfermo, y para que no comenzara una guerra, la enfermera no tuvo más remedio que dejarle vestido, con esa libertad, el chico se recostó en el cómodo sillón y tomo control de la televisión. Al llegar su mami, quedo sorprendida de que estuviera vestido
Susan: que agradable verte parado, pero jovencito, te tienes que poner la batita de hospital
Ariel: no mamiiii …. No quieroooo
Enfermera: Dra. Mayser, lo siento mucho, le permití que se vistiera para salir a caminar un poco, lo lamento mucho….
Susan: no te preocupes cariño, todo está bien, conozco a mi crio, estoy infinitamente agradecida contigo por sacar a mi hijo de la cama, me dijeron que recorrió junto a ti el jardín oriental y acepto comer, es una sorpresa muy agradable.
Enfermera: es un placer apoyarles.
La enfermera se retiró al ver que Ariel comenzaba ahora la guerra de poder con su mama, algo que agradeció mucho Susan despidiéndole con un beso y un abrazo, luego se volvió a dirigir a su retoño
Susan: necesitas traer la bata de hospital, así que levántate, te ayudare a cambiar, y no quiero discutir contigo, que aunque estés en el hospital, te pondré esa bata sin importarme que llores y te escuche el personal
Ariel: no mamiiii
Susan: vamos hijo, estas internado, necesitas traer la bata hospitalaria
Y sin que Susan pudiera esperárselo, Ariel se dejó caer de rodillas al suelo, la reacción de Susan fue armarse de mucha paciencia y tomarle del brazo donde tenía conectado el suero, cerró los ojos y respiro tres veces, al abrirlos miro a su hijo observándole fijamente, como esperando ver su reacción.
Susan: (suspirando) está bien, te dejare con esa ropa solo por el día de hoy, todo esto con tal de que no me hagas un berrinche aquí en el hospital, ahora levántate, tienes que volver a acostarte
Ariel: noooo sniff ash mamiii sniff ya no quiero acostarme en esa cama
Susan: papito por favor, no me hagas pasar por este espectáculo, levántate por las buenas
Ariel: NOOOOOOGGGGG aaaahhhhhh
Susan: Alex no llores¡¡¡¡ levántate, definitivamente si te pondrás la bata y volverás a la cama
Ariel: nooooo¡¡¡¡ sniff  yaaaa mamiiii sniff yaaaaa aaaaaagggg
Susan: no te estoy haciendo nada¡¡¡ ahora, deja de llorar o te daré una buena razón para que lo hagas
Ariel: AAAAYYY NO MAMIIIII ¡¡¡¡¡¡
Susan: hijo por favor, sin escándalos, vamos chiquito, párate
Ariel se dejó caer para atrás, golpeándose fuertemente la cabeza en la orilla del sillón que hasta pajaritos vio, dolía, claro que dolía, y mucho, ante el llanto del chico Susan no tuvo más remedio que solicitar ayuda, un enfermero acudió al llamado de la doctora, Susan estaba en verdad apenada por la ayuda requerida, el enfermero cargo a Ariel mientras Susan le acomodaba el suero, sentía una ganas inmensas de azotarle, más las reprimió, ese no era el lugar apropiado.
Susan: no ganas nada con tu berrinche así que tranquilízate….a ver, déjame ver ese golpe
Ariel: aaaaaahhh  me dueleeee aaaaaaahhhh me duele
Susan: tu solito te golpeaste en la cabeza así que ni modo, ya tranquilo, no se te abrió la cabeza, solo fue el golpe, ya pasara el dolor
Ariel continuaba llorando y moviéndose, se le tuvo que amarrar la manita para que no se lastimara con el suero, Susan comprendía que esa conducta era por el rechazo de estar en el hospital, consideraba ya la opción de llevarle a casa, después de todo, aceptaba comer un poco, continuaría con las terapias, esta vez no las abandonaría.
Más tarde, al entrar Edward al cuarto, encontró a un Ariel adormilado y sollozante siendo arrullado, le encontró vestido, acostado hacia el lado de su madre,  con la mano del suero amarrada, completamente despeinado, con la cabecita sudada y el rostro bañado en lágrimas, suspiro y abrazo a su esposa
Susan: sshhh sssshhh duérmete pequeño sssshhh duérmete duérmete ssshhh
Edward: ¿fue una batalla difícil?
Susan: me hizo un memorable berrinche porque no quiere usar más la bata hospitalaria ni quiere estar en esta cama hospitalaria, se dio muy fuerte en la cabeza cuando en pleno berrinche por no acostarse de dejo caer para atrás y se golpeó, tuvo que venir un  enfermero a ayudarme
Edward: siento mucho haber llegado tarde
Susan: no te preocupes, tengo todo bajo control, ya se está quedando dormido, además hoy acepto comer, dio un paseo, estuvo muy cortes con la enfermera,  con excepción del berrinche se sacó una estrellita en la frente.
Edward: tiene una inflamación en el área occipital….se la puedo sentir
Susan: si, estuvo fuerte el golpe….pero no hables tan fuerte, tengo que hacer que se duerma
Edward: dormirá de todas formas, termina muy cansado después de llorar.
Le cubrieron con una frazada, dormía profundamente, Edward se quedaría a cuidar el sueño de su hijo, él también pensaba seriamente en darle de alta.

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