Capítulo 20 “Volviendo al bachiller”
PHILL
Estas no eran matemáticas, era el infierno y lo estaba viviendo en carne
pura. Como es que el sistema había cambiado tanto, ni 20 años habían pasado
desde que había terminado la escuela.
Era el primer día de tutoría con James. Habíamos determinado que los lunes,
miércoles y viernes por la tarde James se pasaría por la casa para repasar en
lo que estaba perdido en clase. Yo por mi parte cumplí con lo que habíamos
conversado y desde el lunes pasado James había empezado a ir a un taller de
Arte y por lo que sabía de Ryan el chico estaba maravillado.
A cambio de lo anterior, James había llegado a estudiar hoy con la mejor
disposición de todas, pero con el pasar de los minutos había comenzado a perder
la paciencia.
James: tío, no creo que se haga así…- decía mientras miraba mi desarrollo
del maldito ejercicio numero 7- a ver déjame que lo intente- iba a quitarme la libreta,
pero le lancé una mirada fiera- está bien, está bien, te dejo- iba a seguir en
lo mío, pero justo llegó Sam al comedor.
Sam: eu… que serios están aquí, ¿cómo estás James?- ambos se dieron un
saludo cómplice y Sam se centro en mi- ¿en qué están? hey trigonometría que
genial- al escuchar aquello le miré tal como si le hubiera salido una tercera
cabeza- ¿qué sucede? ¿tengo algo?- Sam comenzó a tocarse la cara buscando algo
inexistente que quitar.
Phill: ¿dijiste que esto… - le alcé el cuaderno frente a su rostro- …es
genial?
Sam: pues si, a mi me gustó mucho esa unidad del curso pasado, bueno y de
este curso- Sam tomó la libreta y en menos de 3 minutos ya tenía resuelto el
ejercicio.
James: anda eres un genio, con el tío llevábamos casi 15 minutos con este
problema- como pude olvidarme de Sam y su cerebro.
Sam: pero si era muy simple, pa, no estabas utilizando la fórmula por eso
no te resultaba, si quieres yo puedo enseñar a James, no tengo planes para hoy
James: ¿de verdad? ¿Tío esto te molestaría?- mientras eso signifique que
puedo dejar de hacer estos insufribles ejercicios por mi estaba mejor que bien,
estaba perfecto.
Phill: no me molesta chico, de todas formas, Sam de seguro te explicará
mejor que yo- los dejé seguir con el estudio y yo pude ir a mi habitación a
recostarme un poco.
Tome a los bebes y los tres nos quedamos profundamente dormidos.
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Keith: que bueno el estudio, no conocía este método y ¿tú?- abrí los ojos
con dificultad y pude ver a los hermanitos mirándome con burla desde la puerta
de la habitación.
Ryan: pues no la verdad, además eso nunca me resultó, lo intenté un par de
veces en la universidad y siempre terminaba con un suspenso y con papá muy
cabreado- me desperecé y los miré enfadado- ¿te dejó muy cansado volver al
bachiller Phill?
Phill: las matemáticas son horribles, ni un mísero ejercicio pude realizar
bien y salí con un 10 en mates de la secundaria, simplemente no lo entiendo.-
me levanté con cuidado de no despertar a Noah y Julie, acomodé unas almohadas
en los costados y continué la conversación.
Ryan: los años cuñadito, la mente ya no funciona como antes, aunque estás
muy joven aún, ¿estás seguro de que puedes edificar planos en tu trabajo?
¿necesitas que te recete algo?- le di un empujoncito fuera de la habitación
para no despertar a los bebes y continué.
Phill: te voy a dar Ryan, que soy más joven que tú por lo que puedo ganarte
en una pelea- el solo me dio una carcajada de respuesta que bajó
considerablemente el tono de está cuando le miré enfadado apuntando la
habitación en donde estaban los peques durmiendo- por cierto, no te preocupes
que le encontré un profesor suplente a Jamie, por lo menos hasta que le inviten
a salir un viernes por la tarde.
Keith: por la mañana te había dicho que le preguntaras a Sam, ese chico
considera las matemáticas igual de emocionantes que un partido de futbol- creo
que estaba muy dormido por la mañana para escuchar a Keith decirme aquello.
Ryan: no comprendo la fascinación, yo y las matemáticas somos los peores
amigos del mundo.
Keith: entonces ¿por que le exiges tanto al chico? Casi ni levantó la
cabeza del libro cuando le saludamos, según recuerdo eras bastante vago cuando
íbamos al instituto, diario papá estaba regañándote.
Ryan: le he pedido consejos a papá, además el chico no tiene por que seguir
mis falencias ni mucho menos enterarse de ellas.
Keith: entonces mejor ni pienso en contarle lo de tu excursión a Random
Music en México cuando tenias 17 años- Ryan al escuchar aquello abrió los ojos
fuertemente.
Phill: hey yo quiero saber eso- había muchas cosas interesantes de Ryan que
me gustaría saber.
Ryan: no te atrevas Keith, Phill ya te contaré yo cuando nos vayamos de
copas algún viernes por la noche, dejemos a Keith de niñera y te contaré todo
lo que quieras saber, mira que tengo unas historias de tu noviecito que valen
oro.
Phill: eso suena increíble, ¿Qué opinas Keith?- el nombrado nos miró
enfadado- te llevaríamos, pero anda tu a encontrar una niñera que quiera cuidar
a 11 niños por la noche.
Ryan: pues mejor por la noche que por…
CRASH!!!- un fuerte ruido nos interrumpió.
¡¡¡RUSH!!!- y otro más fuerte como el anterior.
Los tres corrimos rápido al lugar de donde provinieron los estruendos y nos
encontramos un gran desastre al llegar.
La cocina estaba hecha un desastre, los estantes de la vajilla se habían
volcado completamente dejando todo vuelto nada y justo a un lado de todo el
desastre se encontraban Nathan y Maddie mirándose con asombro.
Había vidrios desperdigados por todo el piso de la cocina y justo por la
puerta apareció un somnoliento Noah caminado torpemente. Seguramente había
despertado con el estruendo.
Ryan: hey pequeñajo cuidado que te cortas- les alzó en brazos y le zarandeo
para hacerle reír y despertarle del todo.
Noah: ¿el piso es lava tito?- le preguntó el enano emocionado por lo que
creía que era el juego que jugaba con sus hermanos.
Ryan: así es enano, es lava y adivina como le apagaremos- el peque le miró
curioso- con un helado.
Noah: ¡sí!- Noah saltó de alegría en los brazos de su tío- podemos llevar a
Julie, Matt, Max, Sam, Joe, Nicole…- estaba extasiado, no solemos comer helado
en casa, por lo que el peque al parecer quería compartir con todos esa novedad.
Phill: pueden ir todos menos Max y Joe, Ryan y no les des mucha azúcar que
luego les dejas aquí y te vas todo campante a casa.- el solo asintió mientras
sacaba las llaves de la van del cuenco de llaves que había en la cocina y Salió
de escena.
Keith: bueno y ¿quién me va a explicar el desastre de aquí?- Keith se
plantó frente a los dos pequeños nerviosos o mas bien Nathan estaba nervioso y
Maddie solo se sonreía a su lado, ella aun no entendía del todo el concepto de
estar en problemas, y sobre todo no conocía a Keith en esa postura- estoy
esperando niños- debo de reconocer que desde el incidente con Max, Keith había
cambiado con creces su actitud, y eso se ve claramente ahora mismo, antes Keith
en una situación de estas estaría gritando como un basilisco y no preguntando
pacíficamente que ocurrió.
Nathan: papi fue mi culpa, estábamos jugando y corriendo y me estrellé con
la estantería- el peque mientras relataba los hechos comenzaron a salirle
lágrimas y gimoteos.
Keith extrañamente suavizó su expresión y se acercó a Nate y le alzó en
brazos.
Keith: ¿te diste en algún lugar, pequeño?- le examinó y yo rogué para que
estuviera bien, ya habían pasado muchos incidentes en muy poco tiempo en casa.
Nathan: estoy bien, no me caí ni nada… papi, de verdad lo siento mucho, no
te enfades, no dejes de quererme ¿sí?- eso golpeo fuertemente a Keith. Me miró
dolido y comenzó a caminar con el chico en brazos mientras le hablaba.
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KEITH
Mi corazón se había partido en dos… primera vez que me doy cuenta de lo tan
equivocado que estaba antes, que tan mal me había comportado que mi pequeño
hijo de 8 años pensaba que yo iba a dejar de quererle solo por haber roto un
par de platos. Simplemente eso me hacia tripas el corazón.
Acuné a mi bebe por lo menos durante 5 minutos y luego me enfrenté a la
realidad.
Keith: cariño, yo jamás voy a dejar de quererte, eso no pasará nunca- le miré
a sus ojitos con lágrimas y le di un beso en la mejilla- ¿qué hizo papá para
que pienses eso bebe?
Nathan: es que siempre estás enfadado o lo pasas a estar de un minuto a
otro y me asustas papi- nunca lo vi de esa manera… soy estricto, claro que lo
soy, no soy como Phill que pregunta antes de actuar, no, yo actuó y luego
pienso y pregunto, aunque no la mayoría de las veces.
Keith: mi vida, disculpa a papá ¿sí? Trataré de no ser más gruñón para que
mi peque no tenga más miedo ¿vale?- le di un beso y el me abrazó de vuelta. Oh
que bien se sentía aquello- sabes que no puedo dejar pasar esto ¿cierto?- el
asintió mientras las lágrimas volvían a sus ojos.
Nathan: siento haber roto los platos papi…
Keith: esto no es por los platos enano, sabes que no puedes correr dentro
de la casa, aquí adentro hay muchos muebles y como pasó hoy pueden estrellarse
con ellos si están corriendo y no se dan cuenta- le me miró y supe que entendía
y creo que por el día de hoy el castigo puede ser un poco diferente.- no podrás
jugar videojuegos ni ver televisión por una semana peque- cuando dije todo
aquello la expresión de Nathan se relajó por completo y me volvió a abrazar-
vaya nunca pensé que iba a estar de acuerdo con un castigo hijo…
Nathan: te amo papá- eso fue suficiente para mi, era todo lo que
necesitaba…
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PHILL
Maddie: ¿papi?- le miré serio, pero finalmente le alcé en brazos igual que
a Nathan.
Phill: estás en problemas mi vida, lo sabes ¿no?- ella me miró sonriente-
al parecer no, sabes que jugar en la cocina y sobre todo correr dentro de la
casa está prohibido ¿no?
Maddie: si papi- ella mientras me escuchaba jugueteaba con mi camiseta y mi
cabello.
Phill: no podrás ver televisión mi ir al parque por una semana bebe- al
escuchar aquello comprendió y al parecer no le gustó para nada.
Maddie: no, no papi, no quiero- se revolvió para bajar de mis brazos, pero
a pesar de que la bajé mi agaché a su altura y le comencé a explicar.
Phill: se que no quieres, pero es lo que toca princesa, no te enfades, solo
compórtate ¿sí?- miró contrariada, pero terminó aceptándolo- esa es mi chica,
anda ve a seguir jugando- me dio un sentido puchero y subió las escaleras.
Por otra parte, Sam iba bajando con una cara de perro.
Phill: ¿estás bien hijo? ¿por qué no fuiste con tu tío a por un helado?- me
sorprendía el cambio del humor del chico, se veía muy contento antes cuando nos
encontró a James y a mi con los problemas de mates.
Sam: eso que más te da- me sorprendí y bastante, desde cuando mis hijos
creían que podían responderme de esa manera.
Phill: cuidadito Samuel, mejor mira como me hablas muchacho.
Sam: no me fastidies entonces y no hagas preguntas inútiles- pero que
demonios estaba pasando aquí, iba a salir cámaras de la habitación ¿a que sí?
Phill: vete a tu habitación Samuel ahora, antes de que te corte esa actitud
de otra manera.
Sam: jodete- iba a regañarle, pero no me dio la oportunidad ya que de
inmediato salió hacia su habitación.
Y ahora… ¿Qué mosco le había picado?
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RYAN
Llévales a tomar un helado decían… no pasará nada decían. Claro que no
pasaría nada si estuviésemos hablando de 2 críos, máximo 3, pero yo había
sacado al pelotón completo con 6 y eso si que era otro nivel.
Que quiero de fresa, no, de chocolate, quiero uno doble, mejor uno triple,
tito esto, tito lo otro, definitivamente estaba a punto de volverme loco.
Matt: tío Ryan ¿podemos pasar a la tienda de videojuegos antes de irnos?-
mala idea mía venir al centro comercial por el helado.
Ryan: ¡No! Eso si que no, quieres que termine en banca rota muchacho-
entrar a esa tienda era la perdición tanto con los más grandes como con los más
pequeños.
Matt: pero tío no compraremos nada lo prometo, solo quiero ver si ya llegó
la nueva consola para pedírsela a papá por mi cumpleaños.
Ryan: pero si aun faltan siglos para tu cumpleaños que dices, además
prométeme a mi que tus hermanitos no querrán ningún juguete de ahí- le miré
divertido.
Matt: mi cumpleaños es en un mes tío, y ¿puedo ir yo solo por favor?
Volveré de inmediato es aquí arriba.
Ryan: no Matt lo siento, no te dejaré ir solo es peligroso, otro día
volvemos tu y yo solos y pasamos a ver ¿vale?- iba a reclamarme, pero se
resigno.
Matt: valee…
Noah: titooo…- ya sabia de que se trataba- no me gustó- el crio se había
empecinado en pedir el nuevo sabor de la tienda “limón y frutos del bosque” muy
ácido para mi gusto.
Ryan: pues tu lo elegiste peque, dijiste que ya lo habías probado- debí
imaginármelo, después de todo solo tiene 3 años y medio.
Noah: pero ya no lo quiero, quiero otro- ¿acaso ese era un berrinche?
Ryan: ese es el que tienes Noah, no habrá ningún otro helado- sin
imaginármelo el chico dio dos patadas al suelo y tiró el helado pasando a
manchar a una chica que estaba sentada frente a nosotros- ¡Demonios Noah!- me
acerqué rápidamente a levantar el vaso con helado y pedir disculpas- lamento
mucho esto, no sé que le ocurrió a mi sobrino, ¿quieres que te compre unos
pantalones nuevos? Es lo menos que puedo hacer.
X: oh no te preocupes es solo un niño, no te preocupes por los pantalones
se lavan y ya está- era preciosa, aunque se veía mucho más joven que yo.
Ryan: ¿estás segura? De verdad no es ningún problema, soy Ryan por cierto-
le tendí la mano cual fue correspondida de inmediato.
X: Kira, de verdad no te preocupes todo está bien- nos soltamos las manos
luego de un extendido rato sosteniéndolas- tengo que irme, fue un gusto
cruzarme con el helado de tu sobrino- me sonreí y se fue. Ojalá pueda volver a
verla.
Luego de salir de la burbuja en la que me encontraba me enfrenté al pitcher
de 3 años que tenía a un lado.
Noah: tito lo siento- miraba sus zapatos mientras se balanceaba de un lado
a otro nervioso. Fue tanto la ternura que me dio que no pude estar enfadado con
él.
Ryan: te perdono mi vida, pero no puedes tirar las cosas así, nunca más lo
hagas ¿vale?- no sacaba nada explicándole los puntos de todo, al fin y al cabo
solo tiene 3 años.
Noah: vale.
Ryan: si te portas bien durante el camino te daré una bolita pequeña de
helado de vainilla en casa- el peque se sonrió y nos pudimos ir a casa.
Y yo aún no podía quitarme de la cabeza a esa chica, Kira…
Me encanta esta familia gracias por actualizar
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