miércoles, 30 de junio de 2021

Nuevas reglas, nuevos castigos Capítulo 33

 

Nuevas reglas, nuevos castigos

 

Capítulo 33

 

Esta tarde empieza un festival de música que se celebra cada año, dura dos días y dos noches, desde el viernes por la tarde hasta la mañana del domingo. La mayoría de los grupos que actúan son locales aunque por la noche también actúan grupos muy conocidos. Viene gente de muchos sitios para asistir a los conciertos y acampan en unos terrenos al lado de donde se celebra el festival. La música empieza a sonar hacia las cuatro de la tarde y no para hasta avanzada la madrugada.

Esta noche toca mi grupo favorito, su concierto empieza hacia las once y dura una hora y media. Ayer Sergio nos dijo que él tenía permiso para ir, su padre lo va a llevar y lo irá a buscar, y nos propuso ir con él. Héctor dijo que se apuntaba pero Nico dijo que no, a él no le darían permiso. A mí me apetece mucho pero cuando llegué a casa le pregunté a mi padre y su respuesta fue corta, clara y contundente: NO. Según él estos conciertos son para chicos mayores y puede ser peligroso para nosotros, pero yo no me conformo con esa respuesta y pienso ir. He quedado con Sergio en su casa a las diez y media, me escaparé por la puerta trasera del jardín, mi padre no se va a enterar.

Ceno con mi padre y después de la cena nos acurrucamos en el sofá del salón para ver la tele, se me van cerrando los ojos y casi me quedo dormido. Mi padre me manda a la cama, me da un abrazo y un beso y me voy a mi habitación. Me cambio de ropa y bajo sigilosamente, oigo la tele, mi padre sigue en el salón. En el recibidor están los controles de la alarma y las cámaras, me sé el código y las apago, volveré a encenderlas cuando vuelva. Doy la vuelta al jardín y salgo por la puerta trasera. Lo he logrado.

Llego a casa de Sergio, Héctor ya ha llegado, su padre nos lleva a la entrada del concierto y quedamos con él en el mismo sitio al finalizar. Compramos las entradas, yo utilizo el sistema de pago a través del móvil y entramos. Vamos a comprar unos refrescos y nos dirigimos cerca del escenario.

Adrián: ¡Qué guay! Tenía tantas ganas de venir.

Sergio: Lo siento por Nico, se lo va a perder, que suerte que nos hayan dado permiso.

Hago una pequeña mueca con la cara que no les pasa desapercibida.

Héctor: Adrián, ¿tienes permiso?

Adrián: En realidad no, me he escapado.

Sergio: Wow tío, ¿y tu padre no te va a pillar?

Adrián: No lo creo, piensa que estoy durmiendo y he tenido mucho cuidado al salir.

Justo en ese momento oigo el tono de mi móvil, ¿quién será? ¿Nico? Lo miro y me da un vuelco el corazón, es mi padre, ¡pero si se supone que estoy durmiendo! Miro la pantalla del móvil con incredulidad, veo que cuelga y no tardo ni un minuto en recibir un mensaje de texto.

Carlos (mensaje de texto): “Sé que estás en el concierto. Voy para allá. Cuando llegue quiero encontrarte en la entrada. No me hagas esperar.”

¿Qué? ¿Cómo es posible? Mis amigos me miran.

Sergio: Adrián, ¿qué pasa?

Adrián: Mi padre me ha pillado, pero ¿cómo sabe que estoy aquí? ¡Mierda! Dice que viene a buscarme, tengo que irme.

Héctor: ¿Dónde?

Adrián: Dice que vaya a la entrada.

Sergio: ¿Quieres que te acompañemos?

Adrián: No es necesario, gracias.

Me voy hacia la entrada y salgo del recinto del concierto. Mi padre no tarda nada en llegar, cuando me ve me coge por los hombros y me dirige al coche. No dice ni una sola palabra.

Llegamos a casa, me manda a mi habitación y me pide que me ponga el pijama y lo espere, él no tardará en venir para tener una conversación. Entra unos minutos después, ¡trae la regla! Se me hace un nudo en el estómago.

Adrián: Papá, no, por favor, con la regla no.

Carlos: Siéntate.

No grita pero está muy serio y utiliza un tono muy seco. Me siento en la cama y mi padre se sienta a mi lado.

Carlos: Mírame y dime por qué.

No estoy para nada arrepentido de haberme escapado, y estoy enfadado porque me ha pillado, lo miro directamente a los ojos y se lo hago ver con el tono de mis respuestas.

Adrián: Quería ir al concierto.

Carlos: No creo que me falle la memoria y recuerdo haberte dicho claramente que no podías ir.  No puedes hacer lo que te dé la gana. Te doy mucha libertad, te permito salir casi siempre e ir a casi todos los sitios que me pides. Tienes todo lo que quieres. Sólo te pido respetar algunas normas que no me parece que sean tan difíciles de cumplir, y una de ellas es obedecer, si digo no es no.

Adrián: Pero papá, tenía muchas ganas de ir al concierto. No es peligroso, sólo íbamos a oirlos tocar. Sergio y Héctor tenían permiso, el padre de Sergio nos ha llevado y nos iba a recoger.

Carlos: Ya te dije que pienso que esos conciertos no son para chicos de 15 años, si a Sergio y a Héctor les dieron permiso bien por ellos, pero tú no lo tenías. Me desobedeciste, me mentiste y te escapaste. ¿Y qué pasó con la alarma y las cámaras?

Adrián: Las desconecté.

Carlos: ¿Cómo lo hiciste?

Adrián: Te he visto poner el código muchas veces y sé hacerlo, pensaba conectarlas en cuanto volviera.

Carlos: Si tenemos alarma y cámaras en la casa es por seguridad, si tú las desconectas, ¿de qué sirven?

Me encojo de hombros, sé de sobra que si desconecto el sistema de seguridad no sirve de nada, pero no podía salir si no lo hacía.

Carlos: No me parece que estés arrepentido de nada de lo que has hecho, pero espero que por lo menos sepas por qué te voy a castigar.

Adrián: Me vas a castigar porque te he desobedecido, te he mentido, me he escapado y he puesto en riesgo la seguridad desconectando la alarma y las cámaras. Sé que he roto un montón de reglas, pero tienes razón, no estoy arrepentido y volvería a hacerlo.

Mi voz suena seca y seria, sigo enfadado porque no me dio permiso y porque me ha pillado. Mi padre coge unos cojines del sofá y los pone sobre la cama, ¿qué piensa hacer?

Carlos: Túmbate bocabajo, el trasero sobre los cojines, serán 40 azotes con la regla, y esta vez no voy a rebajar el castigo.

Doy un respingo, eso va a doler mucho, pero hago lo que me dice, estoy enfadado y no pienso mostrarle nada más que eso. Escondo la cara en la almohada y me agarro fuerte a ella. Mi padre empieza con el castigo sin preámbulos, ni abrazo, ni beso ni caricias.

PLACK, PLACK, PLACK, PLACK, PLACK, ai, PLACK, PLACK, au, PLACK, PLACK, PLACK, au duele.

No está aplicando demasiada fuerza pero duele, he logrado aguantar los cinco primeros sin quejarme y no quería llorar, pero no creo que aguante todo el castigo.

PLACK, PLACK, ai, PLACK, ai, PLACK, PLACK, au, PLACK, papá, PLACK, PLACK, ai, PLACK, PLACK, para,

PLACK, PLACK, au, PLACK, snif, PLACK, PLACK, ai, snif, PLACK, snif, PLACK, PLACK, lo siento, snif, PLACK, para, PLACK, snif.

Me baja el pantalón del pijama y el bóxer, no es que protejan mucho pero notar directamente la regla sobre la piel hace que duela más.

PLACK, ¡au! PLACK, snif, PLACK, ya, snif, PLACK, basta, buaaa, PLACK, PLACK, PLACK, buaaa, PLACK, PLACK, buaaa, PLACK, buaaa, buaaa.

Mi padre me sube el bóxer y el pantalón del pijama y quita los cojines sobre los que estoy tumbado. Se sienta a mi lado, me acaricia y me besa en la cabeza. Sigo llorando, quiero que se vaya.

Carlos: Ya está campeón, shhh, ya terminó. ¿Me das un abrazo?

Niego con la cabeza.

Adrián: Vete, buaaa, déjame, buaaa.

Intenta levantarme pero no me dejo, me sigue acariciando y dándome besos.

Carlos: Te quiero mucho Adrián, si no te doy permiso cuando me pides algo es porque pienso que no es seguro, y no quiero que te pongas en peligro. Sé que a veces no lo entiendes pero lo hago por tu bien.

Poco a poco me voy calmando, pero sigo sin moverme, no quiero mirar a mi padre, me ha castigado y encima no he podido disfrutar del concierto. Me arropa.

Carlos: Sé que estás enfadado. Ahora duerme cariño, es muy tarde, hablamos mañana.

Me sigue acariciando y noto como los ojos se me van cerrando.

Me despierto, estoy solo en la habitación, mi padre ya se ha ido. Estoy tumbado bocabajo en la cama, me doy la vuelta, el trasero aún me duele bastante, el castigo ha sido duro. Me levanto y voy a la habitación de mi padre pero no está, bajo al salón donde espero encontrarlo. Sé que es tarde, yo debería seguir durmiendo, pero necesito hablar con él, sé que me he portado mal, tengo que decirle que siento mucho lo ocurrido y que no estoy enfadado, y necesito oír que él me ha perdonado.

Antes de abrir la puerta oigo una carcajada, ¿es mi padre quién está riendo? No le oía reír así desde que mi madre murió. Cuando ella vivía sabía hacerle reír pero desde que no está, mi padre ha dejado de hacerlo, la echa mucho de menos y, aunque parece contento y sonríe a menudo, antes había una chispa en sus ojos que se apagó tras el accidente. Abro la puerta sin hacer ruido, la escena que veo me deja paralizado, ¿qué hace Natalia a estas horas en casa? Están sentados una al lado del otro, charlando y riendo. Mi padre parece feliz, veo de nuevo esa chispa en sus ojos, y Natalia lo mira embobada. De repente mi padre la atrae hacia él y se besan. Cierro sigilosamente la puerta y vuelvo a mi habitación. Me meto en la cama pero me cuesta conciliar el sueño.

 

NATALIA

Hace ya dos años que Bárbara murió. Durante bastante tiempo no he podido oír esta maravillosa risa, hasta hace un par de semanas. Últimamente Carlos parece más relajado, más a gusto, se nota que ha mejorado la relación con su hijo y esto lo llena, pero también ha habido un cambio importante en relación a la pérdida de su esposa, parece que finalmente lo está superando de verdad.

Desde que lo conozco me he sentido atraída por él. Es un hombre muy atractivo, dulce, fuerte y, por encima de todo, familiar, adoraba a su esposa y adora a su hijo. Nunca pretendí meterme en medio de una pareja y menos aún de una familia feliz, con Carlos siempre he sido muy profesional y no creo haberle mostrado mis sentimientos.

Poco a poco he notado que se acercaba más a mí, sé que me agradece todo lo que hago por Adrián, pero desde hace un mes hay algo más que eso, he notado cómo se sentía atraído por mí cuando se ponía nervioso al verme o se sonrojaba de una manera parecida a cómo le pasa a su hijo. Hasta que la semana pasada, durante el rodaje de exteriores, pudimos pasar tiempo juntos a solas y me confesó que sus sentimientos hacia mí habían cambiado. Hablamos mucho, le confesé que yo también me sentía atraída por él y decidimos empezar una relación de pareja.

Mi mayor miedo es cómo pueda reaccionar Adrián, ahora él y yo tenemos buena relación y no quiero que eso cambie. Carlos prefiere no decírselo aún, espera encontrar el momento oportuno, pero yo dudo que lo haya, sea cuándo y cómo sea que se lo digamos, para él será una bomba.

 

CARLOS

Después de la muerte de Bárbara me sentí vacío, lo único que llenaba mi vida era una gran tristeza por la pérdida demasiado temprana de mi esposa y compañera de vida.

Ese sentimiento me ha acompañado durante dos largos años pero he notado como poco a poco se iba haciendo más pequeño. Al mismo tiempo que he logrado superar el dolor por la pérdida ha ido creciendo otro sentimiento, me he dado cuenta de que Natalia es para mí alguien más importante que una simple secretaria o la mujer que cuida a mi hijo. Ella siempre ha sido muy seria, trabajadora y profesional, pero sé que también es una mujer dulce y cariñosa, sólo tengo que ver cómo ha tratado siempre a Adrián.

Hace poco más de un mes que soy plenamente consciente de este sentimiento pero no me atrevía a confesárselo, hasta que cenando solos uno de los días del rodaje de exteriores me di cuenta de que debía aprovechar el momento. Ante mi sorpresa Natalia me dijo que esos sentimientos eran mutuos, no vaciló para nada, y me sentí el hombre más afortunado del mundo. Eso no quiere decir que ya no quiera a Bárbara, ella será siempre mi gran amor, quien debía ser mi compañera hasta el final. Después de la cena estuvimos hablando y decidimos empezar una relación y valorar hacia dónde va.

Aún no se lo hemos dicho a Adrián, tengo que encontrar la forma y el momento oportuno. Él y Natalia se llevan bien pero no sé cuál puede ser su reacción cuando sepa que ahora somos pareja.

 

 

3 comentarios:

  1. Pues no lo sé cómo se lo tomara porque la verdad lo trata con esa frialdad de reglas y castigos que yo del niño me sentiría más bien un estorba ....se pasó 40 y poco sentimiento le entró al papá y ahora lo celebra con su actual novia

    ResponderBorrar
  2. Olá, sou nova aqui, queria saber como faço pra ler a história completa.Pode me ajudar?

    ResponderBorrar
  3. que triste, el es muy severo con adrian y más encima ahora esta de novio, el chico se va a sentir un completo estorbo, solo falta que pronto tenga una hermanita para sentirse aun más mal.

    ResponderBorrar