CAPITULO 2: ¿DONDE ESTOY?

CAPITULO 2: ¿DONDE ESTOY?

Elizabeth Burke movía discretamente el pie derecho mientras subía en el ascensor, estaba muy nerviosa y el tic con la pierna era lo único que podía calmarla para no derrumbarse en pensamientos precipitados, había recibido la noticia vía telefónica cuando se encontraba en la calle, la llamada que sostuvo con el agente Jones no salía de su cabeza:

-Elizabeth, hubo un accidente. Tienes que apersonarte al Hospital Central.

-Voy de inmediato.

La puerta del ascensor se abrió y Elizabeth caminó a recepción a preguntar por su esposo, se recriminaba interiormente por no haber pedido ningún dato del estado de su salud vía telefónica pero después de todo era la primera vez, la primera vez que se encontraba en una situación así, era el mayor de sus miedos, la llamada que anunciaba que algo malo había pasado.

-Buenas tardes, donde se encuentra el paciente Peter Burke?

No demostraba cuan afectada se encontraba pero lágrimas querían desbordarse por sus ojos azules. La recepcionista la miró con cara desencajada y una voz masculina le devolvió la cordura que ella pensó estar perdiendo.

-El, aquí estoy Honey.

-Peter! pensé que algo malo te paso! 

Elizabeth corrió los pocos pasos que la separaban de su esposo, lo abrazó con efusividad, nada mejor que el contacto físico y real para calmar sus miedos de lo malo, Peter no lucía lastimado exceptuando la bandita que tenía en la frente y la pequeña mueca de dolor por el fuerte abrazo recibido, él se encontraba bien, dolorido pero bien.

-Oh, Honey no te asustes, estoy bien.

-Jones me dijo que hubo un accidente, que paso?

-No lo sé, para mí fue algo planeado pero de eso ya me encargaré de clarificarlo.

La dama puso un ceño enojado, por qué su esposo no hablaba claro y le decía la razón por la que él se encontraba magullado y con una herida en la frente? además qué le pasó a Jones para asustarla de ésa forma?, cruzaría unas palabras cuando lo viera pero antes que pudiera decir cualquier cosa un doctor se les acercó.

-Familiares de Neal Caffrey?

-No, pero soy responsable por él, soy su Handler el agente Peter Burke.

Elizabeth sintió como si le lanzaran un balde de agua fría… ‘Neal!’…pensó.

-Cómo se encuentra doctor?

-Inconsciente, estamos observándolo pero siendo sinceros no hay una buena expectativa, le informaremos cualquier avance.

Así de simple la realidad se tornó dolorosa para Elizabeth, no había pensado en Neal, qué había pasado con Neal?, se supone que ahora estaría muy lejos y no en una cama de hospital.

-Quiero verlo doctor, puedo?

-Usted es?

-Soy la esposa del agente Burke, una buena amiga de Neal.

-Uhmm deberá ser muy breve y solo puede entrar una persona, le aviso que será una impresión fuerte verlo.

-No hay problema, gracias doctor.

Peter sujetó la mano de su esposa para darle apoyo, era visible que Elizabeth se encontraba preocupada por la situación de su C.I., más que eso, le dolía la idea de pensar que Neal pueda estar sufriendo.

Fueron a la habitación pequeña y apartada, El vió por la ventanilla de la puerta y no dudó en entrar le hizo una seña a su esposo de que estaba bien para entrar sola y cruzó la puerta.

Una imagen que nunca pensó vería; Neal estaba todo entubado, llevaba una vía en el brazo y la máscara para el oxígeno cubría su, antes, encantadora sonrisa. Camino a pasitos lentos conteniéndose de derramar lágrimas se acercó a él y le subió la delgada cobija pensando que el chico, tal vez, tendría frío, aparto unos cabellos rebeldes que se habían alojado en su rostro y deposito un beso en su frente. Con una suave y maternal voz dijo:

-Todo estará bien, cielo, todo estará bien, vuelve si?, despierta Neal.   

Se quedó observándolo por unos minutos, teniendo la esperanza que el muchacho reaccione, pero Neal no se movía ni mostraba ningún cambio, Elizabeth suspiro mientras el chico, inconscientemente, respondía a la mujer parada a su lado.

Cuando era niño siempre me preguntaba cómo sería estar en el cielo me imaginaba paisajes de lugares y tierras tranquilas, colores vívidos en cielos con nubes danzantes y espacios pintados de mis artistas favoritos, y no, no estoy en el cielo. Intento analizar lo que ha pasado pero me encuentro hundido en una oscuridad de la que no puedo salir.  

Trato no desesperarme por pensar en que podría estar en otro lugar, en la otra posibilidad, es decir;  en lo antagónico del cielo.

‘Niñito exagerado! No estás en el infierno!’

Intento hacer una mueca de enfado o al menos poder rodar los ojos, escuchar a mi entrometida conciencia  nunca me ha gustado y además sigo en la oscuridad, odio estar en lo oscuro le tengo miedo desde que me acuerdo,  quiero abrir mis ojos pero siento mis párpados muy pesados, de hecho, siento todo mi cuerpo pesado y dolorido como si me hubieran dado una brutal paliza o como si me hubiese arrollado un tren o como si me hubiese caído del Empire State Building…o…como si hubiese explotado.

Hago todo mi esfuerzo para percibir dónde me encuentro pero no logro resultados. Le ordeno a mi mano moverse pero ni siento los dedos querer responderme, es frustrante, intento recordar qué es lo que ha pasado para que este en esta situación. No recuerdo nada.

Bien, tengo miedo, la oscuridad sigue intacta en mi mente quisiera luz y poder ver dónde me encuentro y lo más importante saber por qué me encuentro dónde sea que esté.

‘Deja de divagar y concéntrate en despertar!’

Maldición, la voz de mi conciencia no se calla. Ella y yo no nos llevamos bien.

‘Niñito dramático no pierdas tiempo en descubrir qué ha pasado, sólo, concéntrate en despertar!’

Como siempre con la delicadeza que la caracteriza me ordena que hacer, bueno, al menos sé algo; estoy durmiendo porque me ha dicho que me concentre en despertar, me encuentro en una pesadilla? Veo a mi conciencia rodar los ojos, no, no estoy en una pesadilla.

No puedo controlar ninguna parte de mi cuerpo ni de lo que está pasando y eso es algo que no me gusta, yo soy Neal George Caffrey soy capaz de controlar todo a mi alrededor incluso a mí mismo, soy muy bueno haciéndolo.

‘Entonces deja tu terquedad y concéntrate en despertar!’

Me rehúso hacerle caso, quiero saber las razones o los hechos de por qué me encuentro en este estado de inconsciencia, me pongo firme en mi posición y empiezo “hacer memoria” de lo último que recuerdo antes de caer en esta oscuridad.

Recordar es tan difícil como despertar. No recuerdo casi nada, por no decir nada, de antes de caer en la oscuridad.

‘Concéntrate en despertar!’

De pronto una imagen viene a mi mente, y que bueno porque no soporto a mi conciencia molestándome. La imagen es de una mujer con cabello oscuro, ojos azules que se ven sinceros y tez blanca, es una señora guapa pero la veo muy molesta conmigo no para de regañarme está muy enojada y exasperada, cielos! pone los brazos en sus caderas y empieza hacer un molesto e interminable golpeteo con su pie derecho…al parecer me pide una explicación…me veo alzando los hombros y poniendo mi mejor carita de inocente.

‘Jajajaja sí, claro!, tú inocente! Jajajaja! Que buen chiste!

Finjo no escuchar a mi odiosa conciencia que descaradamente se burla de mí. Vuelvo a la imagen que tengo muy clara en mi mente; la señora levanta los brazos en señal de derrota y mueve la cabeza haciendo negativas, me veo con una sonrisa de oreja a oreja y me acerco lentamente hacia la mesa donde al parecer hay un festín para el paladar veo un delicioso pastel de chocolate, helado de pistacho y variados bocaditos servidos en bandejas, saboreo pasándome la lengua por los labios y un brillo en mis ojos para escoger qué comer primero, todo se ve delicioso, extiendo mi mano para alzar una mini pizza y antes de poder meterla a mi boca la señora me da una palmada en la mano, sé que no fue fuerte porque el ceño en mi rostro no está marcado en dolor, no, esta remarcado por una profunda indignación.

Todavía no puedo descifrar si mi indignación es porque no me pude degustar esa sabrosa minipizza o porque la señora daño mi ego al tratarme como un niño travieso, digo, es obvio que me dio la palmada porque aún se encontraba molesta conmigo.

Le hago un ridículo puchero y por un instante pienso que no soy yo quien se encuentra en ese lugar…y diablos!...en qué lugar es ésta escena tan particular?.

‘Es un recuerdo que está grabado en tu memoria, no le des más vueltas al asunto y concéntrate en despertar!’

Vuelvo a rodarle los ojos a mi conciencia, qué se supone que estoy haciendo sino recordar los hechos que me llevaron a esta horrible oscuridad  y por consiguiente despertar hacia la luz.

La señora mueve el dedo índice frente a mi rostro en una clara advertencia y muy efectiva porque de inmediato muevo la cabeza en negativa, incluso, hago una promesa levantando mi mano derecha poniéndola en mi corazón digo un parloteo que hace a la señora levantar las cejas en sorpresa, en ése momento tengo los ojos cerrados pero ahora que tengo el recuerdo en mi mente, veo que no puede aguantarse la risa, aprieta fuertemente los labios para no soltar carcajadas pero astutamente transforma su rostro cuando yo abro los ojos y ella vuelva a verse molesta y yo vuelvo a poner ése ridículo puchero en mis labios, bajo mi cabeza y me retiro del lugar. Este recuerdo fue muy particular pero no logro recordar el nombre de la señora ni el lugar, diablos! caigo en cuenta que he perdido parte de mi  memoria!

‘Sí, sí, sí, la perdiste, concéntrate en despertar!’

Ignoro a mi conciencia, se toma muy a ligera mi pérdida de memoria y eso me molesta muchísimo!

Me pongo a pensar sobre el recuerdo que tuve, ésa señora no pudo ser otra persona más que mi madre, lo cual no es descabellado pensar, digo; cabello oscuro, ojos azules, tez blanca y guapa. Sí seguro fue mi madre.

Puedo visualizar que otro recuerdo viene a mi mente: estoy en lo que seguro es mi habitación, es un lugar pequeño pero confortable tiene lienzos en blanco en un rincón y en el mismo todo un arsenal de pinturas, quisiera poder sonreír, porque eso me gusta muchísimo.

Oh, oh, estoy recostado en mi cama y no me veo precisamente tranquilo y durmiendo, no, me veo enojado, con el ceño marcado en molestia, lanzando una pequeña pelota contra la pared más y más fuerte, como si estuviera enojándome con la pelotita. “Mamá” vuelve aparecer en este recuerdo entrando a “mi habitación” con una bandejita de deliciosos bocadillos pero antes que ella pueda verme yo me cubro con la frazada y finjo dormir y no haberle visto. Deposita la bandeja en la mesa de noche me mira con un poco de tristeza o mejor dicho con resignación, acomoda la frazada de manera que quedo totalmente arropado, retira un mechón de mi cabello que estorbaba en mi cara y me da un beso en la frente.

Creo leer su labios diciéndome buenas noches y se retira, me quito las frazadas de golpe y como los bocadillos como si fuera lo último de comida en la tierra, saboreo cada pedacito que me meto a la boca y de pronto ya no me encuentro molesto.

‘Por una vez en tu vida hazme caso y concéntrate en despertar!’      

Mi conciencia esta que hecha fuego hasta por los poros que no tiene, me permito burlarme de ella porque por alguna extraña razón éste recuerdo que tuve ha llenado el vacío que la profunda oscuridad ha creado, después de todo, siento que puedo ver luz si quiero aunque todavía no sepa dónde estoy.

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N/A: Ya respondí a sus comentarios del primer capi, me hicieron sonreír de lo lindo, gracias por eso. Y gracias a tod@s por su lectura.