Era el
día de Halloween en Starcity nuestro pequeño Roy Harper estaba muy emocionado,
porque saldría a pedir dulces con sus amigos, y aparte ellos se quedarían a dormir
en su casa. Estaba emocionado porque ya saldría de la escuela y su padre iría
por él.
Cuando
el timbre sonó, estuvo ansioso y para su suerte su padre ya lo esperaba, así
que las maestras lo llamaron enseguida para que se fuera, le dieron una bolsa de
dulces como a todos los pequeños, y el salió contento, corriendo hacía su papá
que lo recibió con un abrazo y alzándolo, Oliver le besó la mejilla.
-Mira
papá las maestras me dieron dulces.-Le mostro la bolsa.
-Qué
bueno, hijo.-Le acaricio el cabello, Oliver estaba nervioso porque esos dulces
más todos los que le darían cuando salieran a pedir dulces solo significaban
algo, que Roy los quisiera todos y se enfermara o que no durmiera hasta muy
altas horas de la noche.
El
pequeño de siete años y su padre se dirigieron al supermercado, Oliver tenía
que comprar unas cosas para la cena, para el desayuno del día siguiente porque
teniendo cuatro niños revoltosos no le iba a ser fácil salir a comprar algo
aunque estuviera Dinah con él, y aparte compraría unos dulces y cosas que le
había pedido Thea para su fiesta que daría en la mansión Queen, que bueno que
el ya llevaba meses viviendo solo con Roy, él se sentía mejor solo con su hijo,
y le alegraba que Thea fuera a verlos seguido.
Estaban
en el pasillo de los dulces en bolsa, y Oliver tomo bastantes para Thea.
-Papá,
yo también quiero dulces.-Le pidió Roy tomando una bolsa de caramelos de
distintos sabores.
-No,
hijo, tú ya tienes los que te dieron las maestras, Dinah te llevo anoche, y los que pediremos en
la noche seguro son muchísimos.
-Pero no
de estos.-Le enseño la bolsa.- ¿Solo estos y ya, si?-Le dijo con sus tiernos
ojos.
-Dije
que no, ponlos en su lugar.-Le respondió intentando tomarlos él.
-¡No! Yo
quiero estos.-Le dijo el pequeño aferrándose a la bolsa.
-Roy.-Le
advirtió.-Ya te explique, ya hay muchos dulces en casa.
-¡No es
cierto!-Le dijo en un tono bastante alto.
-Hey, cálmate,
si es cierto, Dinah te llevo dulces anoche.
-Pero no
de estos…-Roy azoto un pie.
-Otro
día llevamos estos, los que las maestras y los de Dinah también te
gustan.-Respondió manteniendo la calma.
-No es
cierto, a mí me gustan estos.-Volvió a azotar el pie.
-Bueno
los llevamos, pero guardare los de Dinah y los de la escuela para después.
-¡NOO!
-Oye,
basta, me acabas de decir que quieres estos.
-Y los
demás también.-Le respondió aferrándose más a la bolsa.
-No, no
vas a comer tantos dulces, elige, estos.-Le señalo la bolsa.-O los demás.
-Todos.-Le
respondió el pequeño muy enojado.
-No,
Roy, decide ya, que tenemos que ir con Thea.-Roy lo miro muy enojado, y se le
llenaron los ojos de lágrimas.- Y sin berrinches, o no te doy ningunos.
-Quiero
todos.-Le dijo Roy ya muy enojado entre dientes, y le empezaron a brotar
lágrimas.
-Ya te
dije que no, y no quiero berrinches.
-¡No
estoy haciendo berrinches!-Le grito enojado.
-No me
grites.-Le respondió Oliver poniéndose a su altura.-Deja de llorar, y mejor
dime cuales quieres.
Roy
estaba muy enojado con su papá, ¿Qué le costaba comprarle esos y dejar que se
comiera los demás?
-Ya no
te quiero.-Roy aventó los dulces al suelo, y empezó a llorar.
-Oye, no
avientes las cosas, y yo si te quiero, pero no me gustan los berrinches y lo
sabes, ya tienes muchos dulces.
-Pero
también quiero estos.-Y Roy se sentó a llorar al suelo.
-Ya te
dije que elijas, y levántate que te vas a ensuciar.
-¡Quiero
todos!-Oliver le iba a dar la mano para que se levantara, pero Roy la lanzo
para otro lado.
-Hey, te
dije que sin berrinche.-Oliver lo alzo y lo coloco en el asiento del carrito
sabía que a Roy no le gustaba ni un poquito pero el niño estaba haciendo
berrinche.-Y si no te calmas no te voy a dar ni un dulce, porque sabes que no
me agradan, y que solo conseguirás que me moleste contigo.
-¡No es
berrinche!-Roy se llevó las manos a la cara.
-Claro
que sí, no tendrías por qué estar llorando, no te hice nada.-Le dijo
avanzando.-Y no tenías por qué aventar los dulces.
Oliver
empezó a comprar y aunque Roy ya no estaba llorando estaba de malas, y cuando
le preguntaba si quería equis cosa no le contestaba o le contestaba mal.
-¿De que
llevamos el helado?-Oliver les prepararía de desayuno hot cakes con helado.
-Me da
igual.-Le respondió cruzado de brazos.
-Oye
basta ya, ¿Seguirás con esa actitud? Dime y le hablo a Bruce y a Clark para
decirles que no traigan a los pequeños, y tú y yo nos quedamos en la casa a dar
dulces a los niños que vayan.-Roy empezó a llorar de nuevo, eso era lo más
injusto del mundo, él había esperado Halloween demasiado tiempo como para que
su papá le dijera eso.-No, sin llorar Roy, ¿Ya vas a dejar el berrinche, o
quieres quedarte en casa?-Oliver le limpio la cara al pequeño.-Anda dime…
-Ya dejo
de hacer berrinche.-Le contesto Roy entre dientes.
-Eso me
alegra mucho.-Oliver le besó la mejilla.
Y la
visita al supermercado, ya no tuvo ningún percance, su siguiente parada fue a
la mansión Queen, si algo le gustaba al pequeño era ver a su tía.
-Espero
que esos dulces sean suficientes, Thea.
-Sí, no
te preocupes.-Le dijo la chica con Roy en brazos, luego lo bajo.-Te tengo una
sorpresa, Roy.
-¿Qué?-Le
pregunto Roy con los ojos brillosos.
-Espera.
Thea fue
rápidamente a la cocina le había hecho una bolsa especial de Halloween a su
sobrino, tenía su nombre, y dulces dentro. Regreso y se la dio, Roy estaba muy
emocionado. Y justo por esa razón Oliver no compraría dulces en un año.
-Como se
dice, Roy.-Menciono Oliver.
-Gracias,
Thea.-Y se abrazó a su tía.-Te quiero.
-Yo te quiero más.-Thea lo abrazo también.-Te
diviertes mucho con tus amigos hoy, y me guardas dulces, y yo de estos, ¿Vale?
-Si.-Le
contesto con una sonrisa.
-Bueno,
ya nos vamos Thea, porque tenemos muchas cosas que preparar, y Roy no ha
comido.-Anuncio Oliver.-Anda despídete hijo.
-Adiós,
Thea.-Su tía se agacho para que Roy le besara la mejilla.-Gracias.
-Gracias
a ti por venir a verme.-Lo apretó contra ella y le beso el cachete.
Cuando
llegaron a la casa Roy vacío todos sus dulces en una caja de Halloween que le
había comprado Oliver, y al niño le brillaban los ojos todavía no iba a pedir
dulces y llevaba la mitad de su caja, Dinah, y Thea eran las mejores.
Continuara…
Haaha,
quería escribir algo de varios capítulos, y este sería el primero espero les
guste, intentare actualizar muy pronto.
Acepto
sugerencias: D
London
Wayne
Me encanto.
ResponderBorrarTaz
que tierno!!! me imagino al peke roy haciendo pataletas OOO>...<OOO
ResponderBorrarlindo!!! ya se acerca halloween! me gusto mucho
ResponderBorrarLondon linda historia pero dime Ollie invito a Conner y los chicos Wayne para pedir dulces en Halloween pobre no sabe en lo se esta metiendo
ResponderBorrarGloria
London
ResponderBorrarcomo siempre hermosa propuesta, el lio es que me dejas con el ansia en el alma espero que la publicacion salga antes de la noche de brujas como tal, es que quiero ver comos e pone verde Olli con tanto dulce jjjjjj
London como siempre muy bueno tu trabajo!!
ResponderBorrarRoy me encanta jeje
Y de tus historias de superheroes las disfruto mucho!!
Vale, pero porque los Papas son crueles y no nos dejan quedarnos con todos los dulces!! y todavía tenemos que elegir o unos o otros!!! grrrr es injusto!!
me encanta el pataletero Roy
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