La falla.
Parte 2
Al subirse al auto Guillermo le dijo
a Renato
-
Como te dije el Juli está aquí…. y Leo también- dijo
Guillermo soltando un suspiro
-
Lo sabía Guillo, lo sabía, lo llamaste verdad?- Guillermo solo asintió - aaahhh no sirve de
nada confiar y pensar que Leo se
quedaría haciendo sus tareas – dijo enojado Renato
-
Bueno Ren, al menos Leo no estaba castigado, Julián se saltó
el castigo por segunda vez en menos de dos semanas, de nada sirvió perdonarle
la primera, pero bueno no cometeré ese error nuevamente, de esta no se salva
-
Esos dos no cambian. Le dije Guillo, le dije a Leo que íbamos
a casa de mis padres por la tarde, pero ni siquiera eso le importo
-
Ay amigo calmémonos si….nos va a dar algo
-
Algo es lo que recibirán esos dos, no llegamos ni a los
cuarenta y ya tenemos canas
-
No me lo recuerdes. Ya llegan, a ver con que nos salen. Vamos
a tu casa Ren que está más cerca, no te importa verdad?
-
Para nada compadre
Los chicos llegaron y subieron de
inmediato al asiento posterior del auto, el trayecto fue silenciosamente corto,
a pesar de que a los chicos les hubiese encantando vivir muy lejos allí, así
sus padres tendrían más tiempo para
calmarse.
Cuando sus padres bajaron del auto se
dieron cuenta que serían disciplinados juntos y los dos soltaron un suspiro de
resignación y entraron a la casa, ya en la sala sus padres los esperaban de
pie.
-
Siéntense- fue la orden seca de Renato, a lo que los chicos
obedecieron de inmediato
-
Como es que los dos estaban en las canchas cuando según se tu
Leonel deberías haber estado realizando las tareas para poder ir a visitar a
tus abuelos y tu Julián estas castigado- pregunto Guillermo
Los chicos se miraron asustados pero sin
decir ni una sola palabra.
-
No van a hablar? – preguntó Renato
Más silencio
-
Muy bien, Leonel a tu habitación- ordenó secamente Renato
-
Nooo papiiii – lloriqueo Leo, queriendo retrasar lo más
posible la conversación a solas con su padre
-
Pa… padrino….yo tuve la culpa…..- dijo de inmediato Julián,
arrepentido de haber metido en un lio a Leonel, nuevamente - yo …..yo llame a
Leo para pedirle que fuera a las canchas, es mi culpa, por favor no lo
castigues por acolitarme.
-
Ay Juli – dijo Renato tomando un fuerte respiro- sabes que me
encanta que se acoliten y se cubran entre ustedes, jamás lo castigaría por eso,
te agradezco que defiendas a Leonel, pero te recuerdo que él tiene la misma
edad que tú y ninguno de los dos es un niño, saben lo que deben y lo que no deben
hacer y son capaces de tomar sus propias decisiones
-
Perooo – intervino el Juli
-
Sin peros hijo – continuo Renato – Leonel tomo una decisión y
bueno ahora deberá enfrentar las consecuencias de su decisión al igual que tú
-
Tranquilo loco, no me obligaste a ir, fui porque quise, pero gracias- dijo Leo con una sonrisa triste,
recibiendo igual sonrisa igual del Juli
-
Lo siento hermano
-
Sí, yo también
Renato tomó de la nuca a
Leo y lo condujo escaleras arriba, hacia su habitación, dejando solos a
Guillermo y Julián que permanecieron en la sala de pie, en silencio hasta que
escucharon cerrarse la puerta de la habitación de Leo.
-Papi, perdón sé que no
debí llamar a Leo, mucho menos salir sin permiso estando castigado pero…
-Pero…?
-No tengo excusa, te falle
papi……otra vez, no sé porque lo hago, perdóname por favor, no… no seas muy
severo conmigo- suplico Julián tratando de contener las lágrimas que resbalaban
ardientes por sus mejillas, estaba muy consciente de que era la segunda vez que
se saltaba el castigo, en la primera su padre solo le agrego una semana extra
pero ahora….pues….
Guillermo se derretía por
su hijo, ese niño era un dulce cuando quería y el verlo así defendiendo a Leo,
consciente de que hizo mal y llorando, le daba mucha ternura, lo que menos quería
era darle la paliza que le prometió de volver a saltarse el castigo, pero
promesa era promesa, la verdad quería
abrazarlo y empezar de cero nuevamente, detestaba ver llorar al Juli, pero
había cosas que no se podían posponer ni delegar, así que sin más se quitó el
cinturón y lo dobló provocando que Julián diera unos pasitos alejándose de
él, Guillermo de inmediato lo tomó del
brazo, y a pesar de la leve resistencia de Julián, lo guió hasta el respaldo
del sillón y le dio un empujoncito para que se incline.
-Papiiiiiiiii –suplico
Julián cerrando fuertemente los ojos cuando su papi le bajo el pantalón y los
bóxer de un solo tirón, pese a que desde hace casi un año
no lo castigaba así, tal como su padre se lo había anunciado - “te daré una
buena paliza con la correa y a culo desnudo”- provocando que
Julián abriera los ojos como platos y respondiera - “No te atreverías, así no verdad papi”- “Pruébame”- respondió su
padre y bueno ahora el Juli estaba comprobando que Guillermo hablaba en
serio
ZAS ZAS ZAS ZAS ZAS
AYAYAYAYY YAYYAYA
YAAA PAPIII YAYAA
ZAS ZAS ZAS ZAS ZAS
NOOO YAAA NOOO
PAPIIIITOOOOOO AAAAAA
No fueron muchos pero si
muy fuertes, su colita estaba roja, le
ardía y le dolía mucho, pese a que el
castigo había terminado se mantuvo inclinado y llorando desesperadamente, Guillermo le
acaricio la espalda y cuando noto que se calmaba un poco, le subió la ropa con
mucho cuidado y con suavidad le ayudo a levantarse y lo estrecho en sus brazos
hasta que dejo de llorar
-
Lo siento mucho papi, no volverá a pasar- dijo Julián
mientras se sobaba su magullado traserito por debajo de la ropa
-
Me gustaría creerlo
-
Lo digo en serio…..me diste muy duro….eres muy severo conmigo
-
Pensaba darte quince
-
QUE?...No pues, si hasta debo agradecerte
-
Deberías
-
Papiiiiiiii
-
Pórtate bien si?, y no me fallas Juli, nunca lo haces - dijo
Guillermo mientras le daba un beso en la frente- Sabes que te amo verdad?
-
Si papi, yo también y trataré de portarme mejor
-
Ves, eso sí te lo creo
Mientras todo esto sucedía en la
sala, Leo vivía su propio drama con su padre
-
Leo..
-
Ay si si ya sé, no debí salir, estoy castigado una semana,
ahórrate el sermón y déjame en paz, ve a revisar tu presentación- interrumpió
muy gallito Leo, dejando sorprendido a su padre ya que solo hace unos pocos
minutos estaba todo contrito y arrepentido.
-
A ti que te pasa ahhh? – pregunto Renato tratando de no
alterarse, aunque sin conseguirlo
-
Nada, que va a pasarme, solo déjame en paz
-
Leonel esa no es forma de hablarme, mucho menos después de
haber salido sin permiso, sin avisar y de seguro sin hacer las tareas para ir a
pasar donde tus abuelos
-
Si, si ya lo siento...solo vete- respondió todo fastidiado el
niño
-
Escúchame bien muchachito deja esa actitud ya, últimamente
estás haciendo costumbre el ponerte altanero e irrespetuoso cuando te dejo sin
privilegios y ya te deje muy claro lo que sucedería de volver a pasar, verdad?
-
Si – respondió Leo bajándose de inmediato de esa nube al
recordar lo que su padre le había dicho- “La
próxima vez que te atrevas a tratarme de esta manera, a comportante como un
niñito berrinchudo te tratare como eso y seguro recuerdas claramente como corto
un berrinche”- y claro que lo recordaba
-
SI QUE?
-
Si papá – respondió asustado Leo,
-
Muy bien, ahora te voy a quitar esa manía de una vez por
todas Leonel, ven acá
-
No lo vuelvo a haceeer
-
Ya escuche eso antes, ven
-
Nooooo
-
Uno…..dos…
-
Ya, ya voy, ya voy – y a pasitos cortos se puso al alcance de
Renato que de inmediato lo lomo del brazo y lo coloco sobre sus rodillas, algo
que Leo odiaba sobremanera y más que desde que cumplió 15 su papa no lo había
vuelto a castigar así y de eso ya eran algunos meses, ingenuamente creyó que
jamás volvería a estar esa ingrata posición
-
Nooooo, nooo papiiii, no asiiiii – suplicó en cuanto sintió
que su le bajaba el pantalón y la ropa interior hasta medio muslo, tratando de
cubrir su retaguardia con la mano
-
BASTA LEONEL, BASTA – le ordeno secamente Renato, mientras
retiraba su mano para no lastimarlo
-
Nooooooo – y empezó el llanto incluso antes de que cayera la
primera palmada
PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS
PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS
MMMMMM, AYYYYY
–AYYAYYAYYYY- YAAAAAA
PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS
PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS
YAAAAA YYAAAA PAPIIIIII YAAAA NOOOO
MASSSS
Y Renato se detuvo, Leo se quedó
llorando en las rodillas de su padre, le había dado con ganas, cuando quiso levantarse, no se lo permitió
-
Escúchame muy bien Leonel, esto es lo que recibirás cada vez
que te pongas grosero e irrespetuoso conmigo, entendiste?
-
Siii paaaapiiiiii- respondió Leo llorando, aunque aliviado
pensando que ya todo había acabado pero se equivocó
-
PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS
-
AYYYNO NOOO PORQUE
PORQUEEEEEE- grito Leo pataleando
-
POR SALIR SIN PERMISO
-
PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS
-
NOOOO NOOOO MASSSSS
-
POR NO AVISAR
-
PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS
-
BUUUUUUAAA
AYYAYAYCITOOO BASTA PAPIIIIII NO MAS NO MAS
-
POR NO CUMPLIR CON TUS TAREAS
-
NO MASSSS YA NO MAS PAPITO YA NO MAASSSS
-
Ya chiquito, ya, ya paso, ya no más, ya, ya no llores, ya
acabo, yaaa - trataba de calmar Renato, consciente de que había aplicado mucha
fuerza en cada palmada, la mano le ardía así que imaginaba lo que sentía su
bebe, odiaba tener que castigarlo, su traserito estaba bien rojo, pero no le
podía permitir ese comportamiento. Suavemente lo puso de pie y Leo de inmediato
se cubrió aunque siseando de dolor. Renato oculto una sonrisa y abrió los
brazos en los que su hijo se acurruco como el cachorro que era
-
Ya chiquito ya, no más lágrimas, odio verte llorar
-
No pa… pare…pareceeee
-
Lo sé, pero tu comportamiento estuvo deplorable, y lo que
como tú mismo dijiste, una semana sin privilegios se convirtió en esto por tu
actitud
-
Si, ….es que…
-
Qué?
-
Ya soy grande papi tengo 15, ya no soy un niño, no debería
ser castigado de ninguna forma, es suficiente con hablarlo y ya
-
El ser grande no es número, no depende de la estatura, ni
siquiera de la fuerza, es cuestión de madurez hijo y sí, llegara un momento en
que el hablar será suficiente para que reconsideres tus acciones, pero para eso
falta mucho y si esa alternativa falla
sabes bien a qué atenerte sin importar tu edad, tamaño o fuerza física.
-
Papaaaaa
-
Ya chiquito, bajemos a ver como esta todo allá abajo, y Leo
-
Si papi
-
Castigado una semana
-
aaaahhhh
Juntos bajaron a la sala
en donde reinaba el silencio
-
Todo bien aquí? – Pregunto Renato mientras bajaba las
escaleras
-
Si Ren todo bien
De inmediato Renato se
acercó a Julián y Guillermo a Leonel y los abrazaron con fuerza por unos
minutos, ambos chicos soltaron unas lagrimitas más, recibieron un beso en la
cabeza y la consabida frase
-
Pórtate bien- obteniendo la respuesta de siempre
-
Si padrino- por parte de ambos muchachos
-Hasta la próxima- pensaron al mismo tiempo los padres,
cruzando una mirada de resignación y escondiendo una sonrisa.
Buuuuuuuuuuuuuuu... Renato fue muy malo con Leo!!! Grrr y todo por culpa de Juli...Pero en fin, espero que lo hayan pasado muy bien en la cancha ejej!
ResponderBorrarLindo capítulo. Qué bueno que hayas regresado!
Me fascino.
ResponderBorrarPobrecitos los dos
ResponderBorrarDe saber LEO que su padre lo remataba mejor no mencionar el.auto castigo jeje
Me alegra volver a leerte Cat se te extraña
Marambra
Gracias chicas por sus comentarios
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