Trece primos y una historia: Lacour
Capítulo 1: The Family
Esta historia
está escrita en español latino y contextualizada a México, por lo que algunos
lectores podrían sorprenderse de algunas palabras o expresiones no comunes en
otros países, así como el uso de palabras en inglés dentro de conversaciones en
español pues todo esto es común en México. Si tienen curiosidad de algunas
palabra o expresión pueden dejarlo en los comentarios y trataré de responder a
la brevedad. Se agradecen críticas, comentarios y opiniones a la historia,
misma que continuará. Espero que la disfruten.
Miguel Ángel POV
Los Lacour nos encontrábamos en el restaurante del
hotel Camino Real en la Ciudad de México. Realmente llamábamos la atención por
la particularidad de nuestra familia, la cual consistía en mí, Miguel Ángel, de
21 años, Fernando de 16, Santiago de 15, Bruno de 14, Román de 14, Sofía de 13,
María José de 12, Cristian de 12, Alejandro de 11, Ricardo de 10, Leonardo de
9, Ana de 8 y Andrés de 7.
Recordé la noche del martes, estábamos todos en la
sala de la suite, después del accidente que había ocurrido el domingo. Mis
primos lloraban con un llanto cansado pero desesperanzado, yo lloraba en silencio,
a los dieciocho años había perdido a mis padres en un accidente de carretera. Aunque
el accidente del domingo había sido realmente impactante para nuestras vidas.
Veníamos regresando de unas vacaciones en Puebla, los chicos habían pedido ir
conmigo en uno de los dos helicópteros de la familia mientras mis seis tíos se
fueron en el otro. Regresábamos a la casa (una de las muchas casas) de mi tío
en Valle de Bravo, pero el helicóptero de mis tíos nunca llegó. Ya para la
tarde del domingo la policía federal había encontrado el helicóptero, y nos
dieron la terrible noticia: todos habían muerto.
En ese momento nos dirigimos a la Ciudad de México,
mis primos desconsolados habían apagado sus celulares, y yo solamente estaba
contestando las llamadas más importantes. Decidí que nadie quería utilizar el
helicóptero, y pedí a los chóferes que prepararán dos camionetas Escalade Platinum
blindadas para un viaje urgente. Pero no logré convencer a mis primos de
separarnos en las dos camionetas. Al final todos prefirieron utilizar el
helicóptero. El viaje en helicóptero fue rápido, pero me di cuenta de que estar
todos juntos les calmaba un poco, en ese momento comprendí que había algo que
nos unía estrechamente, y decidí que nunca dejaría solos a mis primos.
El martes, cuando ya había terminado el funeral y
había resuelto los aspectos más importantes respecto a los testamentos, la custodia
de mis primos, las cuentas bancarias, las empresas e inversiones de la familia,
los seguros de vida (solo faltaba cobrar uno que requería algo de tiempo y prefería
dejarlo así) etc… (todo fue mil veces más rápido, gracias a los contactos de
nuestra destacada familia). Esa noche del martes me senté en la sala de la
suite en la que nos estábamos quedando con mis primos. Y traté de consolarlos.
-Por favor, Miguel Ángel, que nunca nos volvamos a separar.-
dijo Santiago
Yo lo miré sorprendido, nunca esperaba oír eso de
Santi, aunque le dí un abrazo.
-Claro que no, nunca nos separaremos más- le dije con
voz de confianza.
Fernando POV
Cuando Santiago dijo eso todos lo miramos, realmente
era lo que todos queríamos, pero el se había atrevido a decirlo.
-Por favor, Miguel Ángel- le dijimos todos a la vez.-Gracias
por eso.-
En eso comprendí, ahora éramos una nueva familia.
-Chicos..hijos..en verdad, nunca nos vamos a separar,
ahora somos una nueva familia. Y yo seré.. el papá de todos ustedes, claro, si
ustedes están de acuerdo.
Todos corrimos a abrazarlo, y terminamos en un mega
abrazo familiar, todos con lágrimas pero con una sonrisa.
-Te..te quiero papá- dijo Andrés.
En eso tocaron a la puerta de la habitación, y Andrés
corrió a abrir. Era el gerente del hotel.
-Yo..disculpen, me acabo de enterar, lo siento mucho.
-Son una familia muy fuerte y unida- dijo cuando nos
vio abrazados.
Se le escaparon un par de lágrimas al gerente.
-Hubiera querido tener una familia cómo la de ustedes.
Yo, estoy para servirles, con permiso.-Y se retiró.
Miguel Ángel POV
Estaba recordando esos momentos mientras esperábamos que
llegara el mesero para pedir el desayuno. Y se acerco con el gerente.
-Hoy el hotel les otorga de cortesía el buffet.- Dijo
el mesero y se inclinó levemente hacia adelante.
Le miré sorprendido-Muchas gracias.-dije.
Comimos animadamente, en verdad estar juntos nos tranquilizaba
mucho. Cuando habíamos terminado de desayunar vi entrar a un ejército de
periodistas y reporteros que se dirigían hacia nosotros, lo cual me disgusto
muchísimo, pero traté de calmarme.
-¿Qué ha pasado?
-¿Quién se quedó con el dinero?
-¿Después de sufrir un poco serán más compartidos, verdad?
-¿Hey, niñitos, ahora sí van a despilfarrar el dinero de sus papis en antros
de lujo de quinta categoría.?
-Cállate gato..de quinta tu papá que no te enseño a
respetar, ¿en serio estás tan muerto de hambre para tener que molestar a la
gente por unos miserables tres mil pesos?-Gritó Bruno
Le dí una ligera patada en la pierna para que se
calmara un poco. La situación estaba casi fuera de control, todas las mesas nos
miraban y el gerente había llamado a seguridad.
Me levanté y le dije a Fernando que se llevara a los
chicos al cuarto, a los reporteros que solamente tenía dos minutos para
responder a sus preguntas respetuosas y a los de seguridad que evitarán que los
reporteros siguieran a mis primos.
Bruno POV
Me sorprendí un poco de la reacción de Miguel a mis
palabras, pero luego vi las cámaras y me levanté. Estaba furioso.
Fernando nos encaminó a todos hacia el cuarto, para
protegernos de esos perversos reporteros.
Cuando salimos del elevador, Cristian comenzó a
molestarme.
-Ahora sí vas a ser famoso en el Twitter.
-Ya debes ser trending topic-añadió Santiago.
-De hecho sí-dijo Román, sacando su Galaxy S6
En ese momento no pude más, agarré el smartphone de mi
primo y lo arrojé con todas mis fuerzas contra la ventana que estaba al fondo
del pasillo del hotel.
Afortunadamente las ventanas de los hoteles están
hechas de vidrio templado muy grueso, por lo que la ventana solamente se
despostilló un poco y el vidrio no se quebró. En cambio el celular salió
volando en mil pedazos.
En seguida corrí para perseguir a Christian, que había
logrado quitarle la tarjeta de la llave a Fernando y trataba de esconderse en el
cuarto.
Fernando reaccionó tarde, Christian había logrado entrar,
pero no logró dejarme afuera y yo entré furioso al cuarto, cuando Fernando
trató de entrar para calmarme yo le azoté la puerta en el brazo tan duro que
dio un grito de dolor. Me asusté, pero aún así me lancé sobre Christian. Le di
varios puñetazos en la espalda y en las costillas hasta que Santiago me derribó
y Román comenzó a golpearme. Oí los gritos de Ana y el llanto de María José.
-¿Qué quieren matarse?-gritó Alejandro.
Lo cierto es que yo quería matar a Christian y Román
me quería matar a mí. Santiago luchó por mantenerme en el piso y a la vez
tratar de parar los golpes que Román me lanzaba.
Alejandro POV
No es que no estuviéramos acostumbrados a pelear un
poco, pero aquello superaba los límites racionales por muchas razones. Vi a
Fernando tirado en el suelo de dolor con su brazo amoratado. Y en seguida
reaccioné, en ese momento yo era el mayor de los primos en capacidad de ayudar.
Le grité a Leonardo que me ayudara a detener a Román. Los vecinos salían de sus
cuartos ante los gritos y el escándalo, y una lámpara acababa de quebrarse en el cuarto. Sabía que
solo no podía con Román, pero creía que con la ayuda de Leonardo podría.
Román nos dió unos codazos, pero logramos tirarle al
suelo, aún así siguió pateando a Bruno y dándonos puñetazos a nosotros como
podía.
Seguridad llegó corriendo, pero no sabían que hacer,
al ser nosotros menores de edad no podían meterse, y como nosotros estábamos acostumbrados
a los escoltas (guardaespaldas), no produjeron ninguna impresión en nosotros. Lo
único que pudieron hacer fue llevarse a Fernando a enfermería.
El tiempo pasaba en cámara lenta entre golpes y
gritos. Hasta que…
Miguel Ángel POV
Estaba respondiendo las preguntas de los reporteros
cuando el gerente se acercó y me dijo que mis primos estaban peleando en el
cuarto y que gritaban y se golpeaban. No podía creerlo, me disculpé con los
reporteros y eché a correr hacia el elevador.
Cuando salí del elevador escuché el caos. Corrí y
grité muy fuerte:
-¡Alto!
Pararon un segundo, que sabía no debía desaprovechar.
-¿No les basta? ¿¡Y FERNANDO!?
Me asusté muchísimo porque no estaba Fernando, pero
uno de seguridad me dijo que estaba en la enfermería.
-¿¿¡QUÉ!??
Grité de una forma que hizo que mis hermanos retrocedieran
y los que estaban peleando se soltaran.
-¡Pobre del que lo haya mandado a la enfermería!
-Fue solo el brazo- dijo asustado Leonardo
Traté de calmarme. Les pedí a los curiosos que nos
dejarán solos. Le solicité al gerente que cargara los daños a la cuenta del
cuarto (con más de 900 millones de dólares en la cuenta Lacour era lo que menos
me preocupaba ahorita, así ascendieran a un millón de pesos las reparaciones
del cuarto y la ventana del hotel).
Seguridad se retiró con el gerente, y los curiosos ya se
habían retirado también. Hice entrar a los chicos a la habitación, y traté de
razonar un poco.
-Alejandro, Santiago, Leonardo, Román, Cristian y
Bruno, se acuestan boca abajo en la alfombra con las manos atrás de la nuca.
-Ana, Sofía, María José, Ricardo y Andrés siéntense en
el sillón y no se levanten. Voy a ver a Fernando a la enfermería. Y cualquiera
que no haga caso va a tener que pagar el medio millón que seguramente le
debemos al hotel por esta absurda pelea.
Iban a responderme, pero seguramente oyeron el tono de
mi voz y se dieron cuenta de que no estaba jugando.
Me retiré para ver a Fernando en la enfermería.
Bruno POV
El cuarto se había convertido en un cementerio, cada
uno de nosotros sepultados en nuestros pensamientos. Me sentía asustado,
enojado y culpable. ¿De verdad era esto el tipo de familia que pensábamos
formar después de la tragedia? Me había sentido muy a gusto en este nuevo
concepto familiar, pero seguramente a partir de este momento me odiarían todos.
Además me preocupaba otra cosa, yo suponía que el
castigo era esperarlo en esta posición, pero no podía estar seguro.
Miguel Ángel POV
Caminé hacia la enfermería, y cuando entré vi que le
estaban vendando el brazo a Fernando. Tenía unos moretones muy feos en dónde
Bruno le había estrellado la puerta, pero me dijo la enfermera que no tenía
fractura ni nada grave, aunque tendría que descansar el brazo un rato y hacerse
algo de masaje, y también tomarse un medicamento para desinflamar que nos
dieron en la enfermería. Le agradecí a la enfermera y regresé con él al cuarto
mientras ordenaba mi mente.
Sabía que mis primos, bueno mis hijos ahora, no habían
hecho las cosas bien, y no podía dejar que esto se quedara así. Aunque también
me daba pena tener que castigarlos, y estuve pensando mucho en como podría
castigarlos, pues seguramente no sería la única vez que aquello fuera
necesario. Mis tíos no eran unos padres autoritarios o dictatoriales, pero
sabían establecer límites a mis primos así como estimularlos a hacer las cosas bien.
Y para eso utilizaban premios y castigos, así como les instaban a tomar
decisiones, y comprendí que eso era necesario para que nuestra familia
funcionara como tal, como un buena familia.
Llegué y le pedí a Fernando que se sentara en uno de
los sillones de la suite.
-Chicos, ya siéntense- les pedí a los que estaban
acostados boca abajo-tenemos que hablar.
-¿Qué fue lo que pasó?- dije de forma calmada.
-¡Bruno destruyo mi celular!
-¡Bruno me pegó!
-¡Bruno le azotó la puerta en el brazo a Fernando!
-¡TODOS ME ESTABAN MOLESTANDO!-se defendió Bruno, a
punto de llorar.
-¡Tranquilos!-exclamé-¿Qué fue lo primero que pasó?
-Cristian, Román y Santiago lo empezaron a molestar
porque seguramente lo habían grabado de lo que dijo. Y lo molestaron con que
iba a ser famoso en Twitter y todos esos chismes.-Declaró Fernando
Román POV
-Después Bruno se enfureció, lanzó el celular de Román
contra la ventana y persiguió a Cristian para pegarle. Y trató de impedir que
yo lo defendiera cerrando la puerta, entonces fue Santiago el que lo detuvo de
golpear a Cristian, pero entonces Román aprovecho para vengarse a golpes de
Bruno y Leonardo y Alejandro tuvieron que tratar de detenerlo.-Continuó
Fernando
Bajé la cabeza apenado.
-OK-dijo Miguel Ángel-Fernando llévate a los chicos al
salón de juegos del hotel, se quedan aquí Santiago, Bruno, Román y Cristian,
tengo que hablar seriamente con ellos.
Wow, todos nos quedamos con los ojos abiertos de
sorpresa, ¿en serio pensaba castigarnos?
Fernando se llevó a los chicos y nosotros nos quedamos
mirando a Miguel Ángel.
-¿De qué se sorprenden, chicos? ¿Esperaban un premio o
qué?
-Este comportamiento es totalmente inaceptable, y los
voy a castigar porque estoy seguro de que nadie queremos que esto sea nuestra
familia.
Ouch, esas palabras dolieron.
-Bruno espérame en la cama le dijo Miguel Ángel.
Bruno se sorprendió mucho, pero se dirigió al
dormitorio de nuestra suite.
-Es cierto que hay niveles de responsabilidad, pero un
pleito siempre es de dos personas-dijo dando a entender que hubiéramos podido
evitarlo.
-Cristian-continuó-¿qué prefieres chico, dos palmadas
en la mano o media hora en el cuarto sin tecnología?
Cristian lo pensó, luchaba dentro de sí, al final
extendió la mano.
Miguel le dio dos palmadas fuertes y luego una de
cariño en la espalda.
-Ya está chico, ve con tus hermanos y sé bueno. Le
dijo
-Santiago, ¿Treinta sentadillas o media hora sin
tecnología en el cuarto?
Santiago se puso a hacer las sentadillas en el acto.
Descanse un poco en mi mente, seguramente a mi también
me consideraba mayor para pegarme.
-Román-me dijo más seriamente-entiendo que te haya
molestado lo de tu celular, y Bruno lo va a pagar, pero no era la solución irse
a golpes, y menos si tu lo habías provocado aunque fuera un poco. ¿Tres con el
cinturón o veinticinco lagartijas y cincuenta sentadillas y cinco minutos más
parado en el cuarto sin tecnología?
Lo pensé muy bien, odiaba ese tipo de ejercicios, a
pesar de que todos estábamos acostumbrados a hacer ejercicio. Pensé en la opción
del cinturón, pero me daba vergüenza.
Santiago terminó y Miguel Ángel le dio permiso de ir
con los demás después de alentarlo a no provocar una pelea de nuevo.
Decidí tragarme la pena.
-El.. el cinturón-tartamudeé
-Ven aquí-me dijo sin mostrar enfado. Comenzó a sacar
su cinturón, y antes de que pudiera arrepentirme de mi elección, me inclinó
levemente sobre el sillón
ZAS.. ZAS.. ZAS
¡Ouch, ouch! no pude evitar exclamar.
Me dio una palmada en la espalda de cariño y me dijo
-Sé buen chico, ve a buscar a tus hermanos. Luego arreglamos
lo de tu celular.
Bruno POV
A pesar de que fue poco tiempo, pensé muchas cosas
mientras Miguel Ángel castigaba a mis hermanos.
Me costaba creer que Miguel Ángel me fuera a castigar,
sobre todo porque sería con el cinto. Mi primo me había regañado un par de
veces, pero nunca me había castigado como tal. Aunque por extraño que parezca
me alegraba un poco, sentía que estábamos siendo parte de una familia
verdadera, de una familia Lacour. Al menos yo no era ajeno a los castigos con
el cinto, pues a pesar de no ser lo común en México, y mucho menos en nuestro
estatus social, mis padres algunas veces lo tenían que usar. Y a pesar de
parecer un castigo anticuado, creo que yo era mucho más feliz con mi familia
que muchos de mis amigos. A la mayoría de ellos sus padres los ignoraban
demasiado, les daban todo excepto la atención, el cariño y la dirección que
necesitaban. Por lo que no me quejaba de los castigos de mi familia, o al menos
no tanto.
Pero a la vez sentía que todos me odiarían por lo que
había pasado, y que nunca podría encajar en la dichosa familia que tratábamos
de formar. Esto me trajo un par de lágrimas, pues la vida había sido dura con
nosotros en los últimos días, específicamente ese mencionado domingo.
Mis reflexiones fueron terminadas abruptamente por la
voz de Miguel Ángel.
-Hey chico, ponme atención. Tranquilo-
Al verlo creo que comencé a llorar, recordando lo que
había pensado.
-Comprendo que te sientas triste, tal vez desesperado,
pero no vas a solucionarlo golpeando a tus hermanos.-
-Ese es el problema-dije llorando y sin pensarlo mucho-nunca
podré formar parte de esta familia, todos me odiaran por esto.
Miguel Ángel POV
Creo que comencé a captar el miedo de Bruno, ni
siquiera temía el castigo, temía quedar fuera en un momento tan duro y terrible
para él y para nosotros.
Yo tenía que demostrarle que YA era parte de esta
familia, y el castigo era uno de los medios para demostrárselo, además de que
le ayudaría a no repetir la locura que había hecho. Me di cuenta que estaba muy
vulnerable, así que traté de ser cuidadoso.
-Chico, no llores.-le dije-tu ya eres parte de esta
familia y por eso nos es imposible odiarte, ¡somos familia, y no cualquiera,
una familia Lacour! Pero por lo mismo, porque te quiero, tengo que castigarte. Y
para que recuerdes que esto no lo debes repetir, pero en verdad te quiero hijo.
¿Lo comprendes verdad?
Bruno asintió y supe que debía apurarme con el
castigo.
-Sácate el pantalón-le pedí
Bruno me miró aun más sorprendido.
-No, please-me rogó.
-Sí-reiteré
Lo dudo unos momentos, pero al final comenzó a hacerme
caso. Se desabrochó el cinturón de su Jeans, y los cordones de sus zapatos. De
mala gana se sacó los zapatos y se retiró el pantalón, mismo que dejó a un lado
de la cama.
Lo incliné sobre la cama mientras yo permanecía a su lado.
Tomé mi cinturón, y le di siete no muy fuertes sobre el bóxer, aunque lo
suficientemente fuertes como para que lo sintiera.
ZAS.. ZAS.. Ouch.. ZAS ZAS.. Ahh..ZAS.. Ay..ZAS.. Ya
Pa.. Zas
-Ya no lo vuelvo a hacer, perdóname por favor-me dijo sollozando.
-Perdonado-le dije, lo levanté de la cama y le di su
pantalón para que se vistiera. Cuando terminó de ponerse el pantalón y los zapatos,
nos dimos un abrazo.
-Yo le pago el celular a Román-me dijo
-Tranquilo hijo, ve con tus hermanos y pórtate
bien.-le dije con una sonrisa. Él me devolvió la sonrisa y salió corriendo para
el cuarto de juegos del hotel.
Llamé a recepción para que mandaran al personal de
limpieza que arreglara el desastre en el cuarto. Y me dirigí también al cuarto
de juegos, nada en la vida se comparaba a estar juntos como la familia que
éramos. Y cuando llegué no pude evitar sonreír al ver que Román y Bruno jugaban
juntos como si no hubiera pasado nada.
Josué POV
-¡Lo tengo!-oí gritar a mi padre desde el estudio.-Ahora
el dinero de los Lacour es nuestro.
-¿Todo?-le preguntó un poco preocupada mi madre.
-¡Sí todo!-exclamó emocionado mi padre-no les dejé ni
un miserable centavo en la cuenta Lacour.
Vi que mi mamá hacía una expresión de desaprobación e
intervine
-¿Qué pasa?
-Oh, hijo, una muy buena noticia, los Lacour nos
regalaron todo su dinero.-me respondió mi papá
-Wow, qué padre.-exclamé.
Aunque se me hizo extraño, mi papá era el abogado de Miguel
Ángel Lacour, y que nos regalaran su dinero así nada más cuando estaba cuidando
de sus primos debido al accidente de sus padres no cuadraba.
-Ahora vete a cenar hijo-me ordenó mi madre.
No entendía porque a mis once años me sacaban de las
conversaciones como si tuviera cinco años, pero caminé lentamente hacia la cocina.
-¿Y de qué van a vivir los niños ahora?-alcance a oír
que preguntaba preocupada mi madre.
-Tienen, o bueno, han tenido mucho dinero. No creo que
el dinero sea un problema para ellos.-le respondió mi padre.
-Como si funcionara así cuando los dejas en la calle.-declaró
molesta mi mamá
Yo llegué a la cocina y me serví algo de cereal con leche,
y comí hundido en mis pensamientos: ¿de qué hablarían mis padres? ¿qué habría
sucedido con los Lacour?
Después me puse a terminar una tarea escolar.
Me encanto espero esas malas personas no se queden con el dinero.
ResponderBorrarMe da gusto que te haya encantado. Seguiré escribiendo! Y del dinero, pues ya veremos que pasa ;)
BorrarBienvenido, Wenseslao! Linda tu historia y ciertamente espero saber más de la nueva familia multitudinaria del blog. (Aunque tantos personajes... hmmm!)
ResponderBorrarPobre Miguel, cargar con una responsabilidad tan grande como la que aceptó, pero lo hace muy bien, seguro movido por el amor que les tiene a los suyos.
Me intriga saber quién es tan malo como para arrebatarles tanto y por qué lo hace? Simple ambición? o venganza?
Me resultó un poco exagerado el tema del dinero... Pero igual le voy a dar la oportunidad a tu historia!
Nuevamente, bienvenido!
Gracias, qué bueno que te gustó la historia.
BorrarCiertamente son muchos personajes, pero me he inspirado en mi propia familia, nunca olvidaré los momentos que hemos pasado juntos entre muchos primos / no me refiero a los castigos, eh ;) /
Aquí el sentido de responsabilidad familiar es algo serio, y los mexicanos apoyan a sus familias hasta las últimas consecuencias.
Ciertamente exagere algo con lo del dinero, igual gracias por darme la oportunidad de ser leído. Seguiré escribiendo!
Es que tienes una linda e interesante historia entre manos, así que sí... quiero saber más, ejeje!
ResponderBorrarA mi igual me gusto mucho tu historia es muy interesante!!
ResponderBorrarY también me impresiona el paquete familiar que Miguel Ángel se hecho encima!!
Y no se si es que no leí bien, pero no les lleva mucha edad a sus primos!!!
Y algo que dijiste en los comentarios me gusto mucho!! Así somos los Mexicanos nos gusta apoyarnos como familia!!!
Espero pronto ver más capis publicados!!!
Y bienvenido al blog!!!
Bienvenido al blog Wenceslao
ResponderBorrarMe gusta el curso de tu historia. Solo una duda cuantos años tiene Miguel Ángel?...
Yyyyy oye no puedes dejar que ese abogaducho se salga con la suya.
Marambra
Llevaba tiempo queriendo comentar esta historia, pero no suelo meterme al blog desde el PC y desde el móvil no puedo dejar comentarios.
ResponderBorrarMe gustó mucho!! ¿Podrán conservar su fortuna?
Pobre Miguel Angel, tan joven y una responsabilidad tan grande.
!Ey! Llegue tarde pero ya me pongo al corriente!
ResponderBorrarQue triste lo de sus tios y que joven es Miguel Angel! Me ha agradado la manera en la que juntaste a todos estos primos :D Por cierto, quizás en la clase alta no sea común castigar con cinturones en México, pero al menos yo he conocido a mucha gente mexicana que si les daban una buena dosis de cuero :P No en el trasero, sino donde caiga xD! Incluso a mi una sola vez me llego a tocar una chinga así :P
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