MI SUEÑO, MI VIDA…
CAPITULO UNO: “El inicio de un gran
problema”
Ariel
leyó esta frase escrita en cierto periodo de su vida y la frase “la lucha es de
gigantes” simplemente rondaba en su mente, así tenía que tomar valor para
enfrentar a sus padres, el quería ser cantante, bailar, brillar, ser
independiente, así fuera la lucha titánica con sus padres, el detalle es que
solo tenía 14 años recién cumplidos, hijo único, padres famosos doctores, dueños
de una clínica de especialidades de gran reconocimiento en su ciudad, aun así,
la soledad no era su problema, sino la sobreprotección de sus padres.
Se levantó
determinado a inscribirse en ese concurso de canto que acaba de llegar a la
ciudad, y aprovechando que no estaban sus padres inicio su plan. La llamada fue
corta y exacta:
-
¿Bro, me puedes ayudar?
-
Claro Ari, todavía necesita
eso?
-
Si, pronto.
-
Pasa por los papeles, te los
tengo listos en lo que llegas.
Ariel
apuro el paso emocionado, feliz ante lo que estaba a punto de conseguir,
obtendría pasaporte e identidad falsa, el permiso de sus padres era cosa fácil,
una sonrisa de satisfacción se dibujó en su bello rostro, ahora solo un mensaje
a mama y listo.
-
Mami, estaré en casa de un
amigo, tengo tarea pendiente, estaré bien
-
Amor, como te iras??
-
Vienen por mi.
-
Ya comiste?
-
Si maaaa…bye
Al
recibir los documentos se dirigió rápidamente a unas elegantes oficinas donde
las audiciones para los nuevos cantantes se llevaban a cabo, no tuvo que
esperar mucho tiempo, entrego papeles que indicaban edad para participar, tomo
turno para cantar y se entregó por completo ante el escenario, su voz era
nítida, clara, entonada, sus pasos de baile enamoraban, los jueces quedaron
impactados, ante ellos tenían una futura estrella……
-Perfecto
chico, eres maravilloso, nos emocionaste, pero…mmmhhh…dices tener 16
años….francamente pareces menor?
-
Es que pues soy bajo de
estatura (falsoooo) pensó y una sonrisa tímida se dibujó en su rostro
-
Cuanto mides?
-
1.60 mts
-
No importa, ¿Tienes permiso
de tus padres?
-
Claro, ellos felices de que
yo esté aquí, el permiso y pasaporte los tengo ya conmigo
-
Que gusto, tienes el brillo
de una gran estrella, bailas genial, dominas el escenario, nos encantara
tenerte en el programa
-
¿Programa?
-
Si chico, tú entras sin
problema, no te queremos perder.
-
Supeeerrrr¡¡¡¡¡
Camino
a casa su celular recibió la llamada más temida por Ariel, su papa, si bien no
era alguien de quien temer pues él nunca le había tocado, si era un papa de
autoridad que no le permitía nada a juego.
-Ariel, ¿Dónde andas?
-Paaaaa…le hable a mama y le dije que iba con
un amigo, tarea pendiente, pero ya voy para la casa
-Quedate donde estas, te recojo.
- no papi, ya voy en camino, no te preocupes.
- te dije que te quedes en donde estas. Voy
por ti, mándame tu ubicación por teléfono.
-paaaa…
-AHORA ARIEL.¡¡¡
Atrapado
apresuro el paso, más bien corrió para llegar a un lugar céntrico y engañar a
su papa, no le convenía estar en problemas esa semana, además estaba feliz y pronto
su sueño seria realidad.
-
¿Por qué estás en este lugar
Ari?
-
Papi, no era necesario que
vinieras
-
Pero si estas bañado en
sudor, no me perdonaría que algo te pasara.
-
No, es que….acompañe a Fer a
un parque que esta por aquí y de ahí me vine para comprar un helado, aquí fue
donde me llamaste, pero no estaba solo, me trajo la prima de Fer.
-
Comiste?
-
Si…Papi…¿Sabes del concurso
que hay para nuevos cantantes?
-
Te refieres al programa VEN
Y CANTA??? El que se lleva a cabo aquí cerca
-
SII – grito emocionado-
-
Ya sabes lo que opino, son
para ilusionar y no tienen gran significado en el acto de ayudar, ser cantante
es complicado y muchos riesgos ocultos así que pues no me atrae verlo.
-
A mí se me hace interesante,
además pues…este…me gusta cantar
-
Chiquito, esa es una
distracción a tu edad, cuando seas grande serás un profesionista de provecho,
si quieres puedes ser cirujano como nosotros, pero nada de artes, ya sabes te
lo tengo prohibido…y no se te ocurra pasar por alto mis órdenes.- Edward miro fijamente a su hijo
y su tono de voz sonó de autoridad, amaba a su hijo, deseaba fuera feliz,
también lo conocía como la palma de su mano, más a sus 14 años quería dar un
voto de confianza y tener algo de alivio a su cansado día.
-
Pa… y si…bueno, solo en
fantasía, imagínate que participo y me aceptaran…¿Qué dirías?
-
Que tuviste fiebre muy alta
y te daré seguimiento para ver si no necesitas inyecciones
-
Noo…no..no…nada de eso, solo
es fantasía -su carita era realmente tierna, el sabia como manipular a su
padre-
Ariel
prefirió bajar la vista, obviamente su padre jamás le dejaría participar en ese
concurso, aun así estar en el escenario, cantar, bailar, sentir la magia de ser
solo él y el brillo, era mucho más excitante que el miedo a infringir las
reglas de sus padres, callaría su nueva aventura y probaría su suerte. Esa
noche durmió poco, estaba demasiado feliz.
Al
día siguiente las clases del instituto pasaron rápido, y él tenía tiempo para
ensayar, su presentación preliminar seria ese fin de semana, necesitaba
deslumbrar a los productores, mostrar sus capacidades artísticas. Al final del
día escolar se entregó la larga larga lista de tareas para reportes semanales,
Ariel odio su suerte, tenía que entregar extenuantes trabajos de investigación
y el programa tendría inicio pronto, los ensayos eran básicos, no podía
arruinarlo, así que puso en balanza y desecho la tarea, baile y canto primero….tareas
desechadas, no sirven.
La
semana transcurría entre instituto y ensayos, los cuales cubría mintiendo sobre
recibir clases de teatro después de la clase de lenguas, omitiendo que cada vez
era más frecuente que se durmiera en clases y lo notaran más cansado,
distraído, algo que no pasaron por alto sus profesores.
-
Ariel Mayser, levántate y ve
a lavarte la cara, estas dormitando en clase y no me prestas atención
-
Pero maestra¡¡¡
-
Ahora Ariel – la maestra
realmente estaba perdiendo la paciencia con el chico, si bien, era inteligente,
también era rebelde y problemático-
-
Uff que delicadita….
-
Mañana quiero hablar con tus
padres
-
Pero maestra¡¡¡¡¡ ya me voy
a lavar la cara…
-
Eso no está a discusión,
mañana te espero con uno de tus padres o no entras a clase
Ariel
puso carita de fastidio, en realidad estaba muy ocupado ensayando el baile,
aprendiendo la canción y modulando la voz, haciendo poca tarea, durmiendo
realmente tarde. Esa tarde espero a uno de sus ocupadísimos padres y decidió
dar la noticia a su mama, ella tenía carácter más alegre que papa.
-
Mamaaaaa¡¡¡¡
-
Dime amor?? Que pasa bebe??
Porque esa cara??
-
No soy un bebe….
-
Para mi si, que pasa??
-
La maestra Jhonson te quiere
ver mañana, pero no le creas mucho lo que te diga..
-
¿Qué hiciste?
-
Como tengo mucha tarea de
investigación me quede dormido en clase y ella se molestó, pero no le des mucha
tarea y no soy muy bueno investigando, prefiero otra materia
-
Ari, eso no justifica tu
actuar, le dire a tu padre
-
Pero mamaaa¡¡¡
-
Con esos berrinches pareces
un bebe¡¡¡
-
Maaaaa
-
basta, le diré a tu padre y
mañana iremos los dos
-
Maaamaaaa…. Solo te lo dije
a ti, no seas…
Pero
la frase fue interrumpida, su madre era de carácter firme, si bien era amorosa
y tierna, cuando consideraba disciplinar a su bebe no tenía limites maternos.
Le tomo del brazo y le recostó rápidamente sobre su costado, tomando de
sorpresa al chico.
Zass
zass zass zass zass
-
Mamaaaa nooo
-
Esto es por tus berrinches y
falta de respeto que no te voy a permitir, a partir de esta noche te iras a dormir
a las 8, nada de televisión, ni laptop, ni una luz prendida, te quiero dormido así
cumples con la escuela y descansas
MAMA
HABLANDO¡¡¡ – para este momento Ariel no estaba muy convencido de poder cumplir,
mantener su secreto era prioridad-
-
cuida tu boca y tus modales,
así no te hemos educado.
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