Hola a
todos!
Ya llevaba
tiempo queriendo escribir de Gaara y el Cuarto Kazekage (que ahora resulta que
se llama Rasa, ¿quién lo diría? :o ) así
que espero que les guste y les pido que por favor comenten ;)
También
quería pedirles que por favor tengan muy presente a México :( Mi país es muy bonito y estoy súper
agradecida con todos los países que están ayudando. Es en momentos como estos
donde nos damos cuenta de que las personas aún tienes corazonsotes escondidos
.
-Esta situación no puede seguir así,
Yahamaru- fue la sentencia de Lord Kazekage. ¡Y esque la situación lo tenía
harto! Lo había intentado todo durante seis malditos años, incluso se había
llevado a vivir con ellos al molesto de su cuñado a ver si un poco de atención
extra ayudaban al mocoso, pero nada servía! Gaara seguía igual de inestable que
al principio, si no es que más, y tantas pérdidas de control no le ayudaban en
nada para ganar la simpatía de la aldea. Demonios, Rasa estaba seguro que si no
fuera porque era el hijo del Kazekage, al niño no le iría tan bien…- Estoy
harto… Las cosas no mejoran. ¿No estás trabajando con Gaara en nada o qué?-
El rubio frunció el ceño.
-Con todo respeto, yo no intento mas
que ser un tío comprensivo y amoroso para…-
El hombre no estaba para escuchar
esas estupideces. Como Kazekage ya había hecho el ridículo desde la primera vez
que Gaara perdió el control, pero como padre aún podía evitarle a su hijo
pequeño años de sufrimiento y soledad si procedía como era debido.
-¿Pues sabes qué? Ese es el problema-
Yashamaru lo miró extrañado. ¿Perdón?- Hoy mismo quiero que lo acorrales.
Presiónalo, llévalo al punto de quiebre, a ver si puede controlarse-
Mientras que el otro hombre no se
opuso, tampoco se abstuvo de dirigirle una mirada completamente extrañada.
-¡¿Qué?!- Rasa estaba cansado de
siempre ser el malo del cuento, y esa mirada que le estaba dirigiendo Yashamaru
no ayudaba en nada- Yo sé lo que hago, y si lo has estado entrenando tan bien
como dices, entonces debería ser completamente capaz de controlarse en todo
momento… No podemos dejar que esta situación se vuelva más peligrosa-
*
Esa misma noche…
-Tu madre nunca te quiso- el Kazekage
no podía creer que el hombre se vieran ese situación y se hundiera a sí mismo
todavía más.
Absolutamente todo había salido mal.
Él le había dicho a Yashamaru que presionar al niño, sí, pero nunca le dijo que
vestido de asesino y menos que lo hiciera atacándolo. Como si todas esas
tonterías fueran poco, ahora el muy imbécil estaba mencionando la Madre de Gaara
y diciendo cada vez más estupideces…
Y además… ¿Acaso el muy atrevido
acababa de decir que él lo había enviado a matar a Gaara? No sabía qué lo
indignaba más, si semejante mentira o el hecho de que el rostro de su hijo
pequeño lucía tan fácilmente convencido.
Estaba decidido, si el idiota de su
cuñado salía vivo de esta podía irle diciendo adiós a su exagerado sueldo de
niñera. Él sólo le había dicho que presionara y quebrara un poco al muchachito
porque no podían seguir igual de estúpidamente suaves con su entrenamiento,
jamás le había dicho que destruyera la imagen que tenía de Karura.
De pronto, el sonido de muchísima
arena amontonándose en lo que podría ser la muerte de Yashamaru lo sacó de sus
pensamientos y le permitió actuar rápidamente. En cuestión de nada, Rasa ya
había invocado a su polvo de oro para debilitar completamente las barreras de
arena de Gaara y poder romperlas un instante. Utilizó toda la velocidad que
poseía para poder interponerse entre su hijo menor y el malherido ninja.
-¡BASTA, GAARA!- aprovechó la
debilidad de la arena para zarandearlo por los hombros- ¡BASTA!-
El chico, al parecer estaba tan alterado
en ese momento que ni los gritos de su Padre lograron intimidarlo, sino que al
contrario, hasta parecía dispuesto a atacarlo a él… Lo cual el hombre no iba a
permitir.
SLAP
Por un instante, el rostro de Gaara
perdió la expresión de furia y más bien adoptó la que le correspondía, es
decir, la de un niño al que su Padre le acababa de abofetear el lado derecho
del rostro.
-¡Concéntrate!- Rasa no parecía arrepentido
en lo más mínimo- ¡Tienes que controlarte! Mira eso- señaló al otro tipo tirado
en el suelo- ¿Quieres matar a tu tío o qué?-
El crío inmediatamente volvió a su
actitud de rey y soberano del desierto.
-Él no es mi tío-
Enseguida le cayó un manotazo en la
boca, quizás con un poco más de fuerza de la necesaria.
-Cállate, Gaara… Sólo cállate-
maldijo entre dientes- Estoy de acuerdo en que todo lo que dijo el muy bastardo
estuvo completamente fuera de lugar, porque para empezar ni siquiera es cierto,
pero sigue siendo tu tío al menos hasta que decida qué hacer con él. Y sí se va
morir en algún lado, me niego que sea en el techo de mi casa-
Mientras que el desprecio era
evidente en el rostro del crío, éste ya no se atrevió a discutir.
-Voy a llevarlo a algún hospital y
vuelvo enseguida. Más te vale estar en tu habitación para cuando eso pase- fue
lo último que dijo antes de ir a recoger el casi cadáver y salir en busca de
algún centro de salud.
*
El kazekage exhaló pesadamente
mientras abría la puerta de su casa un par de horas después…
De acuerdo, eso de presionarlo no
había salido para nada como lo había pensado… Para empezar, el imbécil de Yashamaru
se había sincerado, después Gaara había perdido el control de su arena y del
Shukaku, y, como si todo eso no fuera poco, tendría que dar un par de
explicaciones al chiquillo si no quería que éste perdiera por completo la
compostura e iniciase una masacre.
Subió los escalones resignado y
reunió ánimos antes de entrar a la recámara. En verdad que lo único que le
faltaba esa noche era ponerse a discutir con un mocoso recién traumatizado.
Sin embargo, la sorpresa que se llevó
al finalmente girar el cerrojo y abrir la puerta le dio la motivación que le
faltaba. Ahí frente a él se encontraba su hijo de seis años con un símbolo en
la frente que, sin lugar a dudas, no se había hecho con marcador.
-¿Pero qué…?- se acercó estupefacto- ¡No
jodas, Gaara! ¡¿Qué mierdas hiciste ahora?!- enserio esperaba que no se
infectara esa cosa.
Antes de que pudiera alcanzar a
inspeccionar la frente del niño, una gran barrera de arena se levantó entre
ellos.
-No te me acerques-
Y vaya que eso lo hirió, pero lo
molestó aún más. En cuestión de nada, el polvo de oro del hombre ya había
destruido por completo las barreras de arena.
-¡A mí no me digas que hacer! ¡Soy el
Kazekage, yo mando en esta aldea y sobre todo en esta casa, que para algo soy
tu Padre!-
-¿Y lo eres?- se atrevió a replicarle
el chiquillo, algo muy poco característico de él- Porque hasta donde sé, los
Padres no mandan matar a sus hijos-
El hombre gruñó por lo bajo.
-Ya te dije que yo no hice eso-
-¡¿Y por qué debería de creerte?!- se
atrevió al cuestionarlo el menor- Tú y tu maldito gobierno son una farsa y un
fracaso, empezando por mí. No se me hace nada irreal la idea de que ya no
quisiste batallar con el arma fallida y preferiste deshacerte de ella-
SLAP
Antes de que siquiera pudiera
procesarlo, otra bofetada ya le había cruzado el rostro.
-Pues te guste o no, vas a tener que
creerme- lo que le faltaba, que ahora hasta el más pequeño de sus hijos
estuviera de insolente- Porque a partir de ahora, evidentemente Yashamaru ya no
vive en esta casa, así que de tu entrenamiento me encargo yo-
-No necesito que me entrene nadie-
fue lo primero que replicó el niño bastante indignado una vez que salió de la
sorpresa que le había causado la bofetada.
-¿No? ¡No digas estupideces, Gaara! ¿A
quien intentas engañar? No puedes ni siquiera jugar tranquilamente con tus
hermanos sin que alguien termine llorando o lastimado porque no sabes controlar
tu arena-
El niño no pudo evitar sentirse
horriblemente mal al escuchar eso, y el kazekage aún más por decirlo, pero ya
no se podían andar con rodeos, era una realidad que ambos sabían, y una
bastante alarmante por cierto.
-¿Quieres que los demás vean que eres
un milagro para esta aldea y no una maldición? Pues habrá que convencerlos. Claro que no me gusta ver
que aparte de tus hermanos no tienes con quien jugar, pero no puedo culpar a
los demás tampoco… Tu arena es demasiado peligrosa si no está bajo control- vio
al niño listo para replicar- Y sí, ya sé que eso es por un error mío- un niño
no era apto para controlar una bestia- Pero a estas alturas lo único que puedo
hacer para remediarlo es ayudarte a entrenar, y eso va a pasar quieras o no-
Al escuchar estas palabras, el niño
se preparó para una discusión aún más fuerte, pero no tuvo oportunidad puesto
que el hombre lo tomo bruscamente del brazo y lo llevó casi arrastrando
escaleras abajo.
-¡¿Qué haces?! ¡Suéltame!- comenzó a
forcejear en cuanto pudo.
-Silencio, Gaara- fue la seca
respuesta del hombre- Que ya mismo comenzamos con Taijutsu-
Poco sabía el niño de que las
próximas semanas se las pasaría en un régimen bastante estricto en el cual o
estaba entrenando o comiendo o descansando unas cuatro o cinco horas en las
noches mientras los demás dormían, eso si es que tenía suerte y su padre
decidía irse a dormir…
Te quedo muy lindo. Gaara tan rebelde y grosero! genial me encantan este tipo de personajes. Ojala lo ayude mucho su padre a entrenar como se debe.
ResponderBorrarKonohaflameninja tiene mucha razón!! México es un país muy lindo y yo estoy orgullosa de ser Mexicana!! Estamos pasando por una situación muy difícil y más los estados que fuimos más afectados por los terremotos pasados, pero si nuestro país está lastimado pero con la solidaridad de la gente y la ayuda de los demás países, saldremos adelante porque México está luchando por eso♥♥!!
ResponderBorrarQue bien te quedó ese primer capítulo!
Espero que puedas mandar el segundo pronto!!