Capítulo
1
Al
perezoso todo le cuesta doble.
Disclaimer: Shikamaru
y el resto de los personajes de Naruto no me pertenecen. Son propiedad de
Masashi Kishimoto, pero los he tomado prestados para escribir esta historia con el afán de divertirme un poco.
N/A: Espero les guste, como
leen el título arriba el protagonista de esta historia será mi amor Shika-kun,
pues quien más podría ser Lol. Y aunque
no me lo crean, me costó escribirla
porque al ser anime no es fácil aunque es
bastante sencilla, no me gusta complicarme con tanto detalle, amo lo
simple, así de simple, eso sí
conservando la esencia de los personajes aunque de repente lean un
toquecito personal mío, espero eso no los incomode.
Primero
que todo, tenía muchas ganas de escribir de este personaje desde hace un
tiempo, pero no recordaba cómo era, así que tuve que, re observar, re leer y re
investigar un poco sobre este niño. Amo a Shikamaru Nara como lo dije arriba
je, je. Me encanta todo de él, incluso
su personalidad porque es un personaje de evolución, bueno el que vio la serie
debe saber lo que estoy escribiendo (Igual no la he terminado XD)
Un
dato importante para que comprendan al leer un fic sobre manga o anime (para
aquellos que no han leído o visto este tipo de series) como su mayoría son
japonesas, van a leer acá la palabra Kami (que significa Dios) cuando a un
personaje varón le sangra la nariz, es porque está muy excitado al ver a una
despampanante mujer y viceversa aunque menos común XDXD. La gotita de agua que aparece repentinamente
(puede significar que se decepcionó o que le pareció que algún compañero dijo
algo estúpido, depende siempre del contexto y más que todo es para ponerle
humor a la serie) Esta también lo de los ojos grandes blancos, la vena que
sobresale por enojo, bueno después se los iré explicando.
Volviendo
al protagonista de este fanfic, les
cuento que me parece uno de los
personajes mejor trabajados de la serie (obvio, esto fue al conocerlo mejor
claro está, primero ni fu ni fa) Pero no se
crean me gustan muchos otros personajes de Naruto, aunque la verdad él es uno de los más completos además
considero que es en sus doce y trece años (primera temporada) que estaba más
flojo su carácter en muchos aspectos a pesar
de todas sus ventajas sobre el resto de personajes por eso creo que debió ser conveniente que
recibiera un castigo de aquellos que estamos acostumbrados a leer acá, ya sea
por sus padres o tutores. Hasta
hubiese sido más interesante la verdadera historia, pero lastimosamente no paso
de una que otra regañina fuerte. Ò_Ó
Otra
cosita, yo Kishimoto si le hacía su propia
manga ¿No creen? O tal vez sería algo problemático =P
Resumen:
Shikamaru solo quiere vivir libre de problemas, sin compromisos ni
obligaciones, pero una decisión por parte de su entrenador le dará un giro
importante a su vida, atravesando situaciones que jamás llegó a mentalizarse,
pero que le ayudaran a aprender y enderezar el camino que escogió.
..........
Era
una mañana resplandeciente en Konoha, los pájaros cantaban cual hermosa melodía y allá dentro de una nublada
habitación en su cálida
y confortable cama yacía medio despierto un apático muchachito que se debatía
entre apagar el despertador que había en la mesita justo a su lado y seguir
durmiendo otro rato más o bien resignarse a apagarlo, levantarse y prepararse para ir al
entrenamiento con Asuma-sensei.
_ ¡Qué
fastidio! _ exclamó como siempre el genio flojo sentado en el borde de la cama sin decidir
todavía qué hacer _ ¡¿Por qué
demonios tenía que amanecer tan pronto?! _ añadió con cara de cansancio y con
molestia hizo que el reloj dejara de
sonar, se metió a la ducha, se alisto con la calma que lo caracterizaba y bajó
a sentarse a desayunar junto a sus padres.
_ Buenos
días _ dijo con desgano dando luego un largo bostezo; con lentitud se acercó a
la mesa, después se ubicó en su silla mirando con aburrimiento su desayuno sin
atreverse a probar nada, su madre que lo observó detenidamente no pudo evitar
regañarlo.
_ ¡Shikamaru,
termina de comerte eso de una vez y apresúrate que se te hace tarde! ¡Todos los
días es lo mismo contigo! ¡Siempre tan lerdo! _ El muchacho solo contesto con
un apático sí, sí a su madre
quien gruño más aun y siguió hablando. No se le quitaba esa
mala costumbre heredada de su padre, con
un solo sí bastaba, estaba harta de repetirle lo mismo ¡Cuánto le incomodaba la actitud
de ese niño que
aunque no le gustaba discutir con las mujeres
por considerarlas unas problemáticas a todas sin excepción, les daba la razón,
pero al final terminaba haciendo lo que se le venía en gana,
todo le entraba por una oreja y le salía por la otra. La señora Nara buscó apoyo
en su marido, que prefirió quedarse callado, total ese día no tenía muchas ganas de dar su punto de
vista, pensando solamente que ser padre era un verdadero fastidio, el chico
no lo
ayudaba mucho pues no mostraba motivación alguna por nada
en la vida.
Shikamaru
Nara despreocupado la mayor parte del
tiempo aunque desde que era
alumno del profesor Iruka ya presentaba un coeficiente arriba de doscientos,
además de ser considerado un gran estratega por ninjas superiores gracias a su
criterio y pensamiento frio en la batalla contra Temari que le valió para ser
promovido a chunnin antes que el resto de sus colegas, pero aun con todas esas
ventajas estaba manteniendo un rendimiento pésimo debido a su negligencia.
_
¡Por una vez en tu vida, dile algo a tu hijo, que no vez cómo se comporta! _
dijo ella cada vez más enojada.
_ ¡Qué ruidosa es! Desde que amanece no para de hablar ¡Qué aburrido! _
pensó el pre-adolescente rodando los ojos y haciendo una leve mueca, al menos
su madre no se percató del gesto pues estaba enfocada en su marido.
_ Pero
mujer que quieres que le diga, es joven todavía, ya aprenderá con el tiempo,
además Shikamaru no es de esos niños que a menudo se meten en problemas, de
hecho casi nunca hace nada _ Shikaku, padre del jovencito todo se lo tomaba con
diplomacia _ Pienso que debes relajarte y… _ Aquello fue la última gota que
derramo el vaso, se puso más histérica.
_ ¡No
los aguanto! _ fue lo último que dijo y salió de la casa quizás a caminar un
rato por las calles de la Aldea para relajarse estaba tan enfadada mientras
Shikamaru preguntaba a su padre porque había escogido como esposa a una mujer
tan gruñona como su mamá, el mayor sonrió y respondió con su habitual charla,
que los hombres sin las mujeres no pueden estar, que sin ellas van a la
quiebra, que hasta la más difícil de todas muestra su lado tierno al hombre que
ama y respeta, después de esas breves palabras se levantó de la silla y se
despidió de su hijo.
_ Nos
vemos más tarde, tengo una misión muy importante que atender, suerte en tu
entrenamiento.
_ Hasta
pronto papá _ se despidió también apresurándose pues estaba ya atrasado _ ¡No
puede ser, voy a llegar tarde de nuevo! en esta semana han sido cuatro veces para
ser exactos, seguro Asuma me vuelve a castigar con flexiones ¡Odio las
flexiones! ¿Cuántas serán está vez? La última vez fueron doscientas y me
había advertido que sería el
doble si tenía una tardanza más ¡cuatrocientas flexiones y consecutivas!
¡Me cansa solo de recordarlo, los entrenamientos de Asuma son un fastidio!
Mientras
tanto Chōji e
Ino seguían practicando técnicas de taijutsu y otras de genjutsu bajo las
órdenes de su profesor que estaba algo molesto, ¡¿cómo era posible que uno de
sus pupilos se comportara de esa forma tan de: no me importa nada?! Estaba ya
cansándose de lo mismo con ese muchacho, pero hoy sería el día que hablaría
seriamente con él.
_ ¿Le
pasa algo Asuma-sensei?_ preguntó Ino algo preocupada jamás lo había visto así
_ Él no era de los que se enojaba con facilidad, y debía estar muy molesto
porque no había fumado ni un solo cigarro y usualmente el fumaba dos paquetes
de cigarrillos al día, solo rompía ese hábito cuando algo le molestaba.
_ Sí,
no se ve nada bien, _ comento Chōji también pensativo._
si es por Shikamaru, ni se apure por ahí
debe de venir, ya sabemos cómo es de flojo ese niño, lo más probable es que se haya quedado
dormido de nuevo _ añadió el gordito sonriendo para luego coger la bolsa de
papas que tenía en su mano, abrirla y empezó a comerla con desesperación ante
la mirada de asco de Ino.
_ Tranquilos
chicos, no me pasa nada, mejor continúen con su entrenamiento _ dijo el hombre
sentándose en un tronco, a los veinte minutos llegó el susodicho agitado, se
paró en una esquina con su cuerpo doblado apoyando las manos en los muslos,
intentando recuperar aire, su profesor lo miró detenidamente dándole algo de
tiempo, como si ya no se hubiera tomado el suficiente, después se levantó y se
dirigió a él todavía con un semblante adusto, estaba decidido a dejarle las
cosas bien claras a Shikamaru. Por su parte Ino y Chōji intentaron continuar con
su entrenamiento, pero la vista era necia.
_ ¿Por
qué llegas a estas horas? Y más te vale que tengas una explicación convincente
que justifique esta y las demás tardanzas de esta semana _ Aquello si
sorprendió al jovencito. Asuma lo estaba sermoneando, pero ¡¿qué bicho
le pico?! Pensó y no pudo evitar cuestionar con algo de soberbia.
_ ¿Qué
pasa viejo? ¿A qué viene todo esto? ¡Está peor que mi mamá, que fastidio! _ se cruzó de
brazos y se puso muy serio.
_ Pasa
que no estoy contento con tu actitud, pero vamos a resolver este problema de
una vez por todas. Lo primero que quiero es que me digas ¡¿qué razones de peso
has tenido para llegar tan tarde los últimos días?! _ insistió Asuma-sensei,
está vez no iba a dejar pasar las cosas así nada más, pero en lugar de obtener
una respuesta sensata, el vago muchachito se limitó a decir lo siguiente:
_ No
sería menos problemático que me regrese a la academia y así no le doy tantos
dolores de cabeza, mejor me retiro a mi casa y nos olvidamos de todo este
asunto tan aburrido porque el hecho de solo pensar que tengo que contestarle
todas sus preguntas me da flojera _ dijo bostezando con las manos metidas en
los bolsillos, dándole la espalda a su entrenador listo para marcharse ante la
mirada atónita de sus amigos y compañeros de equipo quienes definitivamente
perdieron la concentración en las técnicas
que estaban practicando por estar más pendiente de lo que ocurría con aquel
vago.
_ ¡Alto
ahí Shikamaru Nara! No te atrevas a dar un paso más o te meterás en más problemas
de los que ya estás metido, así que por tu bien creo que te conviene hacer
caso. _ El Nara no se movió un milímetro por alguna razón la voz de Asuma
Sarutobi le resultó intimidante y para él lo más importante era evitar los conflictos
más con la gente cercana. El entrenador al ver que su subordinado acato la
orden procedió _ Bien, sabia decisión, no por gusto tienes el coeficiente más
alto en la aldea _ le reconoció su talento de paso, realmente quería a ese
chiquillo como si fuera su hijo y haría lo que fuera por ayudarlo tanto a él
como a sus compañeros a superarse._ Pero es importante que recuerdes lo
siguiente, no es correcto perder el tiempo de la manera como tú lo has estado
haciendo los últimos días, tienes que cumplir con tus responsabilidades como un
shinobi que eres, si no haces eso, en el futuro vas a ser un fracaso, no solo como ninja sino en todas las
áreas de tu vida, mira como tus amigos se están esforzando por mejorar sus
habilidades.
_ Sí
como no, mientras ven como me está
sermoneando, ¡Qué fastidio! _ no pudo evitar reclamar al ver que tanto el gordito como la rubia no paraban de
mirarlos como si se les fuera a salir los ojos. Asuma se dio cuenta y no
solo los regaño, además les dijo que se retiraran a sus casas
que el entrenamiento había culminado por el día de hoy porque
quería tratar el asunto con el pre-adolescente en privado sin ninguna
interrupción, los dos hicieron caso y una vez, se marcharon prosiguió dónde
había quedado.
_ Mira
Shikamaru todos los equipos están dando lo mejor de sí. Por ejemplo: Rock Lee a
pesar de no tener ningún talento cada día se levanta a poner su esfuerzo para
superar sus límites, lo mismo ocurre con los estudiantes de Kurenai y Kakashi,
quienes han estado entrenando mucho.
_ ¿Sí?
_ pregunto irónico y luego agregó _ ¿Y a mí que me importa?
_ ¡Pues
debería importarte, es el camino que elegiste! _ dijo elevando el tono de voz,
ese mocoso de verdad cuando quería podía desesperar a cualquiera. Todo le valía
un comino.
_ ¿Qué
rayos quiere que haga? Ah, no me diga, ya sé ¿cuatrocientas flexiones no? detesto
hacerlas; me da flojera, pero ya que, sí después de esto no tengo que escuchar
más nunca sus estúpidos regaños, las empiezo a hacer ahora mismo _ dijo colocándose
en posición para hacer las lagartijas, pero antes que pudiera intentar hacer la
primera su maestro lo agarró fuertemente
del brazo haciendo que se parara inmediatamente causando con esto que le
doliera un poco, nada escandaloso pues Sarutobi solo quería captar su atención.
_ ¿Qué
demonios pretende? _ Eso si no se lo se lo esperaba _ ¡Suélteme! _ empezó a
forcejear para librarse, pero aquello fue imposible su maestro tenía más fuerza
que él y mientras lo seguía reprendiendo verbalmente lo encaminaba hacia una
cabaña suya que había cerca del lugar sin prestar atención a las quejas del
mocoso que no estaba cómodo con la situación
_ quédate quieto, tu y yo tendremos una larga conversación _ anunció y siguieron
caminando hasta que finalmente llegaron a aquella casa vieja, ya dentro lo
soltó y le dio una última oportunidad.
_ ¡¿Qué
diablos quieres que te diga?! _ preguntó con un tono irrespetuoso,
tuteando a su entrenador, no era que no
lo hiciera de vez en cuando, pero aquel momento su jefe sintió que lo hacía
para provocar.
_ Primero
modera tu vocabulario, segundo te doy veinte minutos para que respondas porqué
motivo llegaste tarde estos días _ se repitió.
_ Otra
vez con lo mismo, no tengo ganas de
decirte nada, tampoco me interesa ser responsable ni realizar tus estúpidos
entrenamientos, la razón por la que me hice ninja fue para hacer lo que yo
quisiera hacer, sin tener que esforzarme. Que aburrido tener que estar dando
explicaciones solo porque me retrasé un poco estos días. _ dijo mirando
hastiado a su sensei a quien esta vez le toco hacer lo que venía evitando desde
hace ya varias semanas cansado del desinterés, arrogancia y constantes faltas de respeto del jovencito. Lo quería
mucho sí, pero no iba a tolerar ese tipo de comportamientos tan reprochables.
_ Bien,
resultaste ser más testarudo de lo que pensaba, creo que ha llegado el momento
de enseñarte un poco de disciplina. _ mientras decía esas palabras tiró de él y
lo hizo doblar en su propio cuerpo colocándolo en una mesa que allí había.
_ Déjame…
déjame maldito imbécil _ intento escabullirse de las manos del robusto maestro,
pero le fue en vano cuanto más lo intentaba más difícil resultaba, tenía mucha
fuerza aquel hombre.
_ Deja
de moverte solo conseguirás lastimarte _ dijo al tiempo que le daba una fuerte
nalgada en el centro del trasero, eso lo dejo blanco como papel, sería posible
que Asuma sería capaz de castigarlo de esa manera tan humillante cuando hacía tiempo
que eso no le pasaba por Kami casi tenía trece, ya no era un niñito
pequeño. Iruka-sensei solía reprenderlo de aquella forma cuando estaba en sus
primeros años en la academia cada vez
que se fugaba de las clases a hacer travesuras junto a Naruto, Chōji
y Kiba, quienes también eran problemáticos, por ser pillado dormido en plena
clase o bien al sacar bajas notas. En casa era Yoshino, su madre la encargada
de los castigos pues su padre prefería el dialogo y solo utilizaba esos métodos
cuando ya no tenía más opciones.
El
muchacho se quedó quietecito en su posición mientras el sensei se dirigió donde
había un mueble viejo, abrió una gaveta y sacó un grueso cinturón de cuero con
hebilla de metal que le había pedido prestado a Kakashi, pero que no pensaba
utilizar tan pronto, ajustó el largo del mismo mientras hacia ese terrible
chasquido que ocasionó que al Nara se le aceleraran las palpitaciones del
corazón solo de pensar lo que le esperaba en poco tiempo, recibiría una paliza
de aquellas y lo peor con la correa. Palideció nuevamente, echándose a temblar.
_ ¡Shikamaru
Nara pantalones y calzoncillos abajo! _ ordenó esperando que a quien le gusta
evitar los problemas todo el
tiempo accediera de una
vez, pero en su lugar el chico se dio la vuelta para quedar frente a su
maestro y con la cara más roja que un tomate, empezó a suplicar y a pedir
perdón, tenía que evitar el castigo como fuera aunque implicara poner su ego
por el piso.
_ Por
favor Asuma-sensei no me castigue, le prometo que no llegaré tarde otra vez,
¡Juro que nunca más le vuelvo a hablar como lo hice hace un momento, lo
prometo! _ puso su mejor cara de
arrepentimiento para ver sí así ablandaba al hombre, pero
Asuma no se dejó convencer y le dijo:
_ Date
vuelta Shikamaru por favor, no hagas esto más complicado.
_ Pero
sensei…
_ Nada
de peros, se acabaron las complacencias, sabes muy bien que te mereces un
castigo porque además de irresponsable haz sido muy irrespetuoso conmigo que
soy tu maestro.
_ Perdón,
ya le dije que no lo volveré a hacer, se lo estoy prometiendo, deme una
indulgencia por lo menos _ al borde del
llanto _ si quiere hago el triple de flexiones, pero no me pegue se lo suplico _ A este punto Shikamaru le broto lo dramático,
estaba decidido a eludir el dolor de ese vergonzoso castigo sí o sí; le daba
igual hacer el ridículo frente a su mentor, total ya lo conocía tal cual era, sabía que le gustaba
negociar con él además de los
tres, era el consentido de Asuma, le pasaba muchas veces
sus faltas para evitar que su mamá lo corrigiera porque conocía lo estricta que era con las
normas y lo mal que lo pasaba el mocoso después de una buena tunda propinada.
_ Y
sé que no lo volverás a hacer porque eres inteligente y aprendes rápido las
lecciones, también sé que te gustan los caminos fáciles, pero no siempre son
esos caminos los que te servirán a futuro. A veces lo que más nos cuesta trae
mejores beneficios y por último cada acción trae su consecuencia, así que ahora date la
vuelta y acabemos con esto _ dijo más tranquilo, pero aun serio y vio los ojos
medio aguados del niño y este al ver que
ya no conseguiría nada hizo lo que le pidieron; se dio la vuelta y bajó sus
pantalones junto a
los interiores justo donde empiezan los muslos.
Asuma preguntó a su alumno si estaba listo, el chiquillo asintió con la cara
todavía roja de la vergüenza al encontrarse en esa posición. Una sola lágrima
recorrió el rabillo de su ojo izquierdo hasta la comisura del labio y luego de eso no paso mucho tiempo cuando el
hombre levantó la correa y la estrelló cinco veces seguidas en el centro de las
nalgas del muchachito que emitió un quejido de dolor, había empezado muy
fuerte.
_ ¡AHHHGGG!
No tan duro Asuma-sensei _ intento correrse, pero fue detenido inmediatamente y
cinco correazos más se marcaron en la parte baja del trasero, Shikamaru se
mordió los labios para evitar chillar pues pensaba que hacerlo era más humillante
aun, su trasero lucia rojo pálido y lo que le esperaba, era seguro que su
maestro no pararía hasta vérselo completamente colorado así siempre eran los castigos bastante severos para
que los jóvenes no volvieran a cometer la misma falta. Más azotes sonaron en
ambos cachetes y en la unión del culo con los muslos, solo que esta vez Asuma decidió terminar la tunda con su mano,
eso sí; le dio unas más que buenas
nalgadas que lo hicieron patalear con ganas como niño pequeño en las rodillas
de su maestro, aquello era tan duro que le hizo creer que no podría resistirlo,
así que no pudo evitarlo más y rompió en
llanto, rogando y haciendo promesas que iba a cambiar su actitud. Nara había
llegado a su límite además su trasero estaba ardiente como fuego. Asuma decidió
parar la azotaina, el chico seguía llorando con ambas manos en el culo, cuando
el profesor vio que estaba más calmado lo hizo parar.
_ Ya
tranquilo, ya paso _ dijo Asuma ayudándolo a arreglarse la ropa, luego se
levantó él de la silla donde estaba sentado y lo abrazo, el niño se pegó a su pecho sin parar de sorber
sus mocos todavía afligido y continuo sobándose la retaguardia.
_ No…
lo… lo volveré a… a hacer _ repitió hablando
entrecortado.
_ Sí lo sé, ahora limpia esas lágrimas _ le prestó
un pañuelo _ Mira como me dejaste la ropa, pero no te preocupes _ sonrió
tranquilamente al ver el gesto tan infantil que hizo el muchacho al escuchar ese primer comentario; lo que
menos quería era
que empezara a lloriquear por esa tontería; vamos que era algo que podía
arreglarse con agua y jabón _ ven, te llevaré a casa _ decir eso y a Shikamaru
ahora sí, le entro el pánico de los
buenos.
_ No
por favor Asuma-sensei, no le cuente nada a mi mamá, ella es muy malgeniada, la
mujer más problemática que pueda
existir, usted no tiene idea lo histérica que se pone por la mínima cosa, es un
dolor de cabeza básicamente.
_ ¡Shikamaru
no seas insolente! _ dijo a manera de advertencia mirándolo con seriedad.
_ Lo
siento, pero no le va a decir nada a mi adorable madre ¿verdad?
_ No lo sé todavía, en el camino decido. Al
vago todo le cuesta doble _ mencionó aquel conocido refrán y Nara capto el
mensaje.
_ No,
no es justo usted ya me pego, me duele mucho,
otra paliza más sería muy problemático, dígame que decidió por
favor, el hecho de preocuparme me aburre. ¡Siempre es lo mismo con usted, que fastidio!
_ expresó detrás de su mentor y
partieron hasta la casa del clan Nara.
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