Nuevas
reglas, nuevos castigos
Capítulo
28
Hoy es el cumpleaños de
Martina y he planeado darle una sorpresa. Cuando fuimos al centro comercial
anteayer estuvo mirando unos bolsos que le gustaban pero no se decidió a
comprar ninguno. Ayer le pedí a Natalia que me acompañara y me ayudó a escoger
el que mejor va con los vestidos que se compró. Después de desayunar voy a una
floristería que hay cerca de casa para comprarle una rosa roja, el vendedor la
adorna con unas hojas verdes y unas florecillas blancas, y le pone una tela y
un lazo rojos, creo que le gustará mucho.
Me he puesto los pantalones
y la camisa que compré con ella. Voy a su casa, llamo al timbre y me abre su
madre.
Madre: Buenos días Adrián, ¿has quedado con Martina?
Adrián: Buenos días. En realidad no, quiero darle
una sorpresa.
Madre: Está bien. Pasa, ahora la llamo y le digo que es para ella, pero no le
diré que eres tú, ¿te parece bien?
Adrián: ¡Perfecto! Muchas gracias.
Me espero en la entrada,
estoy un poco nervioso, espero que le gusten la rosa y el regalo. No tarda nada
en abrirse la puerta, veo en la cara de Martina una expresión de sorpresa que
rápidamente da paso a una gran sonrisa. Lleva puesto el vestido que va a juego
con mi camisa.
Le doy la rosa al mismo
tiempo que la abrazo. Ella me besa.
Martina: Gracias amor, no me lo esperaba para nada,
¡qué bonita! ¿Es la rosa roja de la bestia?
Sonrío, veo que ha captado
rápido mi idea. Cuando le puse el mote bromeó con la película llamándome
bestia, y me pareció que le gustaría que siguiera su broma regalándole una rosa
roja, aunque no sabía si lo recordaría y lo relacionaría.
Me hace entrar y pasamos al
salón, le doy el regalo y lo abre.
Martina: Gracias Adrián, me gusta mucho. Es uno de
los que estuve mirando contigo.
Me vuelve a besar. Le pide
a su madre que nos saque una foto juntos, con la rosa y el bolso, se nos ve muy
bien vestidos a juego. Después le pide permiso para salir, vamos a dar una
vuelta por el paseo marítimo y me invita a un helado. Martina celebrará su
cumpleaños el domingo por la tarde en los jardines de un restaurante que tiene
piscina. Vienen unas amigas de su antigua ciudad a pasar el fin de semana con
ella y también nos ha invitado a Shaila, a Nico, a mí y a otras compañeras de
clase. Pero yo quería felicitarla y pasar un rato hoy con ella, pasamos una
mañana muy agradable.
Por la tarde voy con mi
padre a la casa que han comprado mis tíos, hoy llega un camión de mudanzas con
las cosas que ya han empacado y mi tío le ha pedido a mi padre que esté
pendiente para abrirles la casa y que puedan descargar las cajas que traen.
Ellos llegarán mañana hacia el mediodía y ya se instalarán, aunque aún les
falta empacar algunas cosas que de momento quedarán en la casa de París,
tendrán que volver en unas semanas para finalizar el traslado. Yo no había
estado aún en la casa aunque mi padre me dijo cuál era la dirección y la había
visto por fuera. Es una casa grande y bonita, tiene un jardín con mucho espacio
y mis tíos han dicho que para el próximo verano construirán una piscina. Han
reformado la cocina y los baños, han pintado toda la casa y han puesto algunos
muebles en el comedor y en las habitaciones, pero aún está muy vacía. Llega el
camión y descargan un montón de cajas y algunos pequeños muebles, lo dejan todo
en la entrada. Las cajas están etiquetadas según la habitación a la cuál va su
contenido. Cuando los de la mudanza se marchan mi padre y yo vamos
distribuyendo las cajas por las habitaciones, algunas son realmente pesadas,
así facilitaremos la tarea de mañana de desempacar.
El sábado por la mañana he
quedado con Nico, viene a mi casa, nos bañamos en la piscina y jugamos a la
consola. Poco antes del mediodía mi padre nos dice que mi tía le ha mandado un
mensaje diciendo que están llegando. Vendrán a comer a casa, deben de estar
cansados del viaje. El trayecto desde París es largo, salieron ayer por la
tarde y han dormido por el camino. Le pregunto a mi padre si Nico puede
quedarse a comer, me dice que si le dan permiso no hay problema.
Por fin llegan, dejan el
coche en el camino del garaje y entran. Nos saludamos, Paula está muy
emocionada, excepto Pablo todos parecen contentos de estar de vuelta. Comemos y
charlamos. Por la tarde vamos a su casa y les ayudamos a desempacar y guardar
las cosas, Nico también se apunta a ayudar. Nos distribuimos por las
habitaciones, mi tía nos indica qué cajas son las que debemos abrir y cuáles
pueden esperar, vamos sacando las cosas y las vamos colocando donde nos dicen.
Estamos toda la tarde y acabamos bastante cansados.
El domingo por la mañana
voy a la playa con mis primos. Pablo se va con sus amigos y nos deja a Víctor y
a mí al cuidado de Paula, Víctor se enfada con él pero logro tranquilizarlo y
evitar que llame a su padre. A partir del lunes nosotros iremos al club por las
mañanas y a Paula la han apuntado a una escuela de verano que organiza el
colegio para los alumnos de primaria, así conocerá a algunos compañeros con los
que irá el próximo curso.
Por la tarde quedo con Nico
y Shaila para ir al cumpleaños de Martina. En el jardín del restaurante han
puesto un buffet con bocadillos, canapés y dulces, y un pequeño bar con
refrescos. También hay un photocall con su nombre y unos globos con el número
15, Martina y yo nos sacamos varias fotos, solos y también con Nico y Shaila.
Ponen música y nos podemos bañar en la piscina, Martina me presenta a sus
amigas, nos lo pasamos muy bien. Sacan un pastel con 15 velas, Martina las
apaga y después lo reparten. Es una fiesta muy chula y Martina está muy feliz.
Antes de irme Martina me
separa de todos y me recuerda que el martes hará un mes que estamos saliendo y
quiere celebrarlo. Quedo con ella después de la clase de piano en el paseo
marítimo.
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